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Espacio de Prácticos
Unidad VIII: “Inconsciente: descriptivo, dinámico y estructural”
En esta clase continuamos con la Unidad VIII del espacio de Prácticos. Recuerden que
la guía de lectura correspondiente es la guía N°6.
Hoy seguimos, entonces, con el trabajo sobre el texto “El yo y el ello” (1923) y
abordamos el capítulo 3 (páginas 33 a 37) y el capítulo 5. De este último capítulo nos
centraremos en el audio en lo elaborado por Freud en las páginas 49 a la 55; las restantes
páginas de este capítulo las abordaremos (tal como les anticipé en el audio) en esta
puntuación. Y, por otro lado, trabajamos (también en el audio) sobre dos páginas (171-172)
de “El problema económico del masoquismo”.
EL YO Y EL ELLO (1923)
C) El Superyó
Antecedentes:
Los diques pulsionales: asco, vergüenza y moral. Los sueños punitorios. La identificación
primaria como ordenadora. La formación del Ideal del Yo a partir de la influencia crítica de
los padres. La conciencia moral.
Idea Central:
Se localiza “por encima” del Yo. Puede ser protector o cruel. Es portador de ambas
pulsiones.
Nociones principales:
- Debe su posición a: 1. Es la identificación inicial, ocurrida cuando el yo era todavía
endeble. 2. Es el heredero del complejo de Edipo, y por tanto introdujo en el yo los objetos
más grandiosos.
- Como el niño a las figuras parentales el yo se somete al imperativo categórico de su
superyó (exigencia de satisfacción pulsional por ser heredero del ello y también su
prohibición). Puede ser hipermoral y volverse cruel (paradoja del superyó).
Antecedentes:
El empuje (drang) de la pulsión en el texto Pulsiones y destinos de pulsión. La noción de
pulsión de muerte de Más allá del principio del placer.
Idea Central:
Las pulsiones (de vida y muerte) se presentan entrelazadas. Su desmezcla libera pulsión de
muerte.
Nociones principales:
- Las pulsiones de muerte: mudas. Las pulsiones de vida: el “alboroto”.
- Eros desvía hacia afuera las pulsiones de destrucción. Si es segregado, las pulsiones de
muerte pueden llevar a cabo sus propósitos.
Ideas centrales:
- Articulación clínica. Reacción terapéutica negativa; el padecer que la neurosis conlleva da
cuenta de una tendencia masoquista. .
Nociones principales:
Punto VIII
Articulaciones: Más allá del principio de placer: dualismo pulsional, addenda de Inhibición,
síntoma y angustia: resistencias estructurales, Pegan a un niño: fantasías masoquistas,
masoquismo femenino.
Superyó -Parte del yo que mantiene un vínculo menos firme con la conciencia: afinidad
con el ello.
-Doble origen (génesis) →Identificaciones primeras
→Heredero del Complejo de Edipo
-Superyó: →Cara normativa, reguladora
→Cara cruel, sádica e hipermoral (ello - desmezcla pulsional)
-Imperativo categórico del superyó.
-Paradoja del superyó.
-Articulación con masoquismo moral → Necesidad de castigo, sentimiento de
culpa inconsciente (tensión yo-
superyó)
↓
Aspectos clínicos: Resistencia del
superyó. Reacción terapéutica
negativa. Estudio de la melancolía y de
la neurosis obsesiva.
Fíjense en este esquema. Allí tenemos al yo ocupando el centro y a los tres amos a los
que se ve sometido. A partir de esto, Freud ubica los “vasallajes del yo”.
Tras haber presentado las instancias que conforman la segunda tópica, Freud nos dice
que vemos al yo en su potencia y en su endeblez. Sabemos que el yo tiene importantes
funciones, como el ordenamiento temporal de los procesos anímicos, el examen de realidad,
el gobierno de la motilidad. Pero... también se encuentra sometido a los tres amos indicados
anteriormente.
El yo se enriquece a raíz de las experiencias de vida que provienen del mundo exterior,
pero también tiene que lidiar con las frustraciones y la exigencia de renuncia pulsional que
impone el mundo exterior.
Por otro lado, el ello es su otro mundo exterior, al cual el yo intenta someter. La
relación entre el yo y el ello la trabajamos con detalle la clase pasada. El yo intenta ligar lo
que proviene del ello, aquellos estímulos internos no ligados. Este proceso es lo que
llamamos síntesis del yo, y sabemos que es un proceso imperfecto e inacabado: no todo el
ello puede transmudarse en energía ligada, debido a la desmezcla pulsional y a la incesante
pulsión de muerte y su afán de desagregar.
También, hemos visto que el yo se empeña por conciliar las exigencias del ello y las
que provienen del mundo exterior. El yo es un mediador entre el ello y el mundo exterior.
Finalmente (y no por eso, menos importante), en esta clase abordamos la relación del
yo con el superyó, y pusimos de relieve como el yo se somete al imperativo categórico del
superyó. Asimismo, vimos que el superyó mantiene vínculo, “duradera afinidad”, con el ello
y puede subrogarlo frente al yo.
Preguntas orientadoras:
“El yo y el ello”:
Capítulo 5:
¿A qué llama Freud “reacción terapéutica negativa”?
¿Cuál es la paradoja del superyó?
¿Cuáles son los tres vasallajes a los que se ve sometido el yo?
¿Cuál es la tarea del yo?
En la próxima clase trabajaremos los últimos temas de la unidad VIII. Tomaremos los
ejes más importantes de los siguientes textos: