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Pontificia Universidad Javeriana 

Facultad de Psicología 
Maestría en psicología Clínica 
Supervisión Colectiva II
Camilo Andrés Ossa Sánchez

Interpretación rutinaria e interpretación inspirada


Su relación con el proceso de destete en el análisis
Donald Meltzer
 
El autor empieza aclarando que este escrito se encuentra relacionado con una serie de
estudios, mayormente personales, los cuales han sobrepasado la investigación de la
naturaleza del proceso psicoanalítico, que menciona en su libro El proceso
psicoanalítico, siendo este trabajo una extensión de dicha obra. 
Inicialmente aclara que, en el libro mencionado anteriormente, deja de manera
incompleta la descripción de la función interpretativa del analista, siendo esta un modo
de participación en la relación terapéutica. Él menciona que es posible, pensar que en
cualquier análisis que utiliza de manera genuina las pasiones del paciente y de forma
similar con las del analista, promueve a un desarrollo que fomenta el autoanálisis.
Dando por sentado lo anterior, aparece un riego importante de tener en cuenta de este
trabajo, el cual reside en que el proceso transferencial – contratransferencial se dirija
hacia la perversión de este proceso y de esta manera siendo anti terapéutico para el
paciente y el analista.
Frente a dicha situación que pone en peligro el proceso con el paciente, él
menciona que los analistas se encuentran protegidos, por el método y su técnica básica,
en donde cualquier violación a estos sirve como llamado de atención frente a la
contratransferencia y su posible intromisión perversa en el proceso. Meltzer, comenta
que este tema fue abordado a profundidad por algunos miembros de la Sociedad
Británica. Estos estudios destacan la conducta y la emoción contratransferenciales.
Extendiendo el concepto de análisis silvestre propuesto por Freud a manera
microscópica; pero dentro de estas investigaciones pudo ser considerado la difícil tarea
de investigar la intrusión de la psicopatología no analizada del analista en la
comprensión de la fenomenología del consultorio.  
Una de las razones por las cuales se presenta esta vulnerabilidad en los analistas
puede residir en lo incompleto de la metodología, que aún sigue siendo un poco vaga en
su formulación, la cual produce una enorme brecha entre lo que los analistas pueden
describir, lo que creen que ocurra y de lo que ocurre en verdad. Bion reveló sus dudas
frente a este problema en su libro Atención e interpretación (1970); en donde la tarea
que se propone Meltzer es presentar una mirada diferente frente a la misma
problemática. Para esta tarea él propone, que, así como Bion podía utilizar su capacidad
de reverie para analizar sus experiencias de trabajo analítico, el utilizará su especial
interés sobre los sueños, utilizando aquellos sueños en los que “soñados por el paciente,
coloca al analista con su verdad, como si fuera un espejo” (p. 277)
Él menciona que los pacientes con estados de identificación proyectiva con el
analista enfrentan a este como un espejo de feria, en donde se exageran o se
distorsionan, pero revelando la verdad de manera caricaturesca. Es decir, que en algunos
momentos se puede ver reflejada nuestras problemáticas del momento cuando la
identificación narcisista toma la forma de intentos prematuros de autoanálisis. Este
problema mencionado por él se encuentra relacionado con la actividad interpretativa del
analista como función de la personalidad y no fundamentalmente como la interpretación
misma, destacando la necesidad de demostrar que aquello tiene consecuencias
trascendentales en la forma y en el contenido de la interpretación. 
Para esto, Meltzer propone utilizar un concepto polarizador para investigar la gama de
actividades analíticas interpretativas; fijándose inicialmente en los dos extremos de esta
gama; en el primer polo, describe la actitud de un analista que escucha y observa la
conducta del paciente, la que toma la forma de una pauta o Gestalt en su mente, a la que
posteriormente aplica ciertos aspectos de su bagaje teórico en forma explicativa, esta
forma interpretativa sería llamada por él como interpretación rutinaria; en su opuesto se
encontraría, una interpretación en el que el analista, expuesto a las actividades del
paciente, tiene una experiencia que es esencialmente personal y que luego utiliza con la
ayuda de su bagaje teórico, para explorar el significado de la relación que tienen en esa
habitación, en ese momento, este proceso interpretativo tomaría el nombre de
interpretación inspirada. Meltzer menciona que la selección de estos términos se
encuentra relacionado por las implicaciones de estos, en donde por un lado aparece la
insipidez y por el otro la megalomanía, pues ambos son los polos opuestos en esta gama
de posibilidades en la interpretación. Para poner ejemplo él decide mostrarnos un caso
clínico en donde pueden aparecer ambos tipos de interpretación y sus peligros contra la
terapia. 
En su escrito nos muestra a un paciente joven que llevaba un proceso analítico
de tres años, quien inicialmente presentaban una organización narcisista rígida que poco
a poco fue cediendo ante el dominio de sus relaciones objetales.  Una de los temas que
Meltzer destaca con este paciente se encuentran relacionadas con que durante las
sesiones cuando la “belleza de la madre interna fue restaurada de su anterior estado
ruidoso (…) ella exigía con creciente exigencia un marido digno de ella …”, dicha
situación en su mundo interno propiciaba en el paciente una búsqueda infantil de
objetos y relaciones alternativas para satisfacer a este objeto interno madre; esta
búsqueda incesante y obsesiva del paciente, trajo consigo, mediante la transferencia, tres
temas fundamentales: (1) buscar un método terapéutico superior al psicoanálisis, (2)
buscar a un hombre de mayor nivel que Freud y (3) buscar evidencia de la existencia de
un analista cuyos escritos reflejaran una compresión superará a la de su propio analista. 
            Frente a esto Meltzer también menciona que este joven, empezó a ser tragado
por la experiencia emocional, aparece la necesidad de evadirlas para así no tener que
afrontar ese dolor mental que le producía, para esto él recurrió al establecimiento de una
independencia prematura, que, en otras palabras, se relacionaba con el uso de defensas
maníacas o de control frente a lo que le estaba sucediendo. También menciona que en
muchas ocasiones este joven, tomaba los comportamientos de un “buen cliente” que se
encontraba comprometido con el análisis, destacando que el único problema problema
residía en que la mayoría de sus motivos eran defensivos con respecto a su dolor mental
depresivo. 
            Otro de los temas que destaca Meltzer en relación con el paciente, se encuentra
relacionado con un sueño llevado a las sesiones en los que gracias a la cadena asociativa
del paciente, posibilita a meltzer entender que muchos de los intentos que realiza el
paciente para autoanalizarse, se encontraba relacionados con una fantasía de
omnipotencia infantil al servicio de la defensa contra las ansiedades depresivas, pero
también a preguntarse si por el contrario, aquel sueño representa un gran insight o en su
defecto podría estar permeado por ambos contextos. 
Meltzer empieza por mencionar el punto de partida del psicoanálisis (tradición
médica), ha generado una confusión entre la alianza terapéutica con las dinámicas
transferenciales. Él destaca que la relación que se produce en los espacios analíticos se
encuentran más cercano a la relación entre un maestro y un alumno, ya que describe el
proceso analitico como un espacion en el cual en analista ayuda y acompaña al
analizando a través del territorio del desarrollo, el cual es conocido por el analista,
gracias a su propia experiencia emocional, lo cual también pone en evidencia que el
analista se encuentra limitado por los confines del propio autoconocimiento del analista.
De acuerdo a esto Meltzer propone que la labor interpretativa intenta ayudar al paciente
a ordenar, recuperar conexiones, aclarar confusión y encontrar una forma de simbolizar
y anclar aquella experiencia emocional inconsciente a la consciencia, de esta forma se
busca evitar que aquellos mecanismo utilizados por el paciente para reducir el dolor
mental, se vuelvan un obstáculo para el desarrollo. Este aspecto de la tarea interpretativa
toma el nombre de rutinario y se pregunta de cuáles son los beneficios de la
interpretación inspirada.
Por otra parte, se pregunta acerca de las cualidades son necesarias en la área que
realiza el analista para que pudiera llevarse la transferencia del objeto combinado a su
establecimiento por medio de la introyección en el mundo interno del paciente?, frente
esta pregunta retoma el modelo denominado por él como “Virgilio-conduciendo-al-
Dante” y proponen que desde que haber explorado algo de su propio mundo interno,
Virgilio le ofrece la ayuda a dante para que este haga lo mismo; frente a esto dante
describió sus hallazgos y virgilio respondería con sus comprensiones de la escena 
             Terminando su escrito, Meltzer menciona que después de realizar la
presentación de los polos de la actividad interpretativa, es necesario preguntarse, si
realmente son diferentes o su por el contrario, aquello que él describe, se encuentra en
un gradiente que involucra una contribución más o menos inconsciente intuitiva al
proceso intelectual de la formulación de las interpretaciones; aclara también que el
trabajo psicoanalítico no puede ser realizado solo por el intelecto consciente, sino que la
comprensión verdadera está basada en la intuición y ya no en tratar de descifrar.
Propone que el término de interpretación inspirada es entendido por él como una
afirmación que no tiene significado explicativo, sino que por el contrario involucra al
analista en abandonar aquella posición pedagógica frente a las estructuras infantiles, y
favorecer una posición de camaradería con l parte adulta del paciente, en una aventura
que puede arriesgar todo el procesos analítico

Referencia
Meltzer, D. (1994/1997) Interpretación rutinaria e interpretación inspirada: su relación
con el proceso de destete en el análisis (1973) en Sinceridad y otros trabajos Buenos
Aires, (pp. 275-292)

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