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¡ Explicar la forma en que la precarga, la poscarga Analizar las limitaciones del maneio de un shock
y la contractilidad afectan el gasto cardlaco. en campo.
Su compañero y usted son enviados para atender a un hombre de 23 años que fue agredido. A su llegada, usted encuentra al paciente senlado
en el suelo con señales de angustia moderada. Afirma que acababa de retirar un poco de drnero de un calero automático y regresaba a su coche
cuando fue asaltado por dos hombres, quienes lo golpearon y patearon. Refiere dolor en l¿s costi¡las ¡nferiores izqu¡erd¿t ¿bdomen superior
izqu¡erdo y la mandibula.
La revisiÓn física del paciente revela color pálido de la piel, una contusión en el l¿do izquierdo de la mandíbula y dolor a la palpación sobre las
costillas inferiores izquierdas y en el cuadrante supenor izquierdo delabdomen. 5us signos vitales son pu¡so de 112 iattdovminuto, tensión arter¡al
de 100/64 mm Hg y fecuencia respiratoria de 22 respiracionelminuto y regular Los ruidos respiratorios están presentes de form¿ bilateraj. Usted
lo transfiere a la ambulancia para preparar su traslado al hospital.
gi( ()s l)r('s('rrtcs püa ¿vu(l¡¡-etr l¡rs estr¿legias (k. contlol dir.ccto mintltos al met¡lx)lislllo ¿naeróbico (l'igrüa 9-l).
r M¿ntener una vía aé¡ea y ventilación adecuadas, lo que del líquido (que se desempeña como líquido hidntulico), los l?sos
proporciona el oígeno que requieren los erihocitos (véase sanguíneos (que ñücionan como los conductos o hüerías), y, por
el Capíh¡lo 8, Vía aerea y ventilación) último, las céltrlas del cuerpo. Con base en estos componentes del
I Ayudar a la ventilación pot medio del uso acertado de sistema de perfusión, el shock se puede clasificar en las siguientes
oígeno suplementaxio categoías (Figua $2):
I Mantener una ci¡culación adecuad4 lo que iriga a las
céh¡las tisula¡es con sa¡rgre oxigenada
L, El sh.ock hi.powl,ánrico es principa.lmente hemorrágico en
el paciente con trauna y s€ relaciona con la pérdida de
tiempo, el sistema nervioso simpático 1ib€r¿ norepinefrina para que manüenen esta cantidad de hemorragia sólo requieren
constreñir los vasos sanguíneos, reduci¡ su tanaño y proporcionarlo líquidos de mant€nimie¡to, siempre y cr¡a¡rdo no s€
de ¿cuerdo con el volumen de ljquido restante. l¿ !"soconshicción prodüzca u¡ra mayor pérdida de sangre. Los mecanisnos
da como resultado el ciere de los capilaxes periféricos, lo que reduce de compensación del cuerpo restablecen la proporción del
el sr¡ministlo de orilgeno a las céldas afectadas y obliga a cambiar el vaso intra!"scr¡la¡ y el volumen de lÍquidos, arudando a
metabolismo aerobico a anaerobico a nivel celular. mantener la terEión arteúal.
Estos mecanismos de defensa compensatodos funcionan bien Ia henwrrogia clnse ll representa una pérdida de 15 a 3{M
hast¿ al$in punto y ayuda¡l a mantener los sigros ütales del paciente del volu¡nen de sangre (750 a 1500 mJ,). La mayoría de los
dura¡te al$in tiempo. Un pa.iente con sÍntom¿.s de compensa.ción adultos tienen la capacidad de compensar esta cantidad
(como taquicaxdia) ya esá en estado de shock, no rpor entrar en de pérdida de sangre mediante la activación det sistema
shock". Cuando los mecanismos de defensa ya no pueden compensar nervio6o simpático, que mantiene la tensión axterial. I.os
la cantidad de sangre perdid4 la t€nsión arteúat de un paciente hallazgos dínicos incluyen el aumento de la frecuencia
caeñí Esta disminución de la tensión a¡terial ma¡ca el cambio de rcspiratori4 taquicardia y rm pulso reducido. Los indicios
shock compensado a descompensado, lo que constitwe una señal clínicos para esta fase son taqücardi4 taquipnea y ter¡sión
de muerte iruninente. A menos que se aplique lma reanimación muy arterial sistólicanormal. Como Ia tensión axterial es normal,
intens4 el paciente en shock descompensado tendrá sólo una etapa se tmt¿ de rm "shock compensado", lo que significa que el
más de decadencia: shock irreversible, que conduce a la muete. paciente se encuentra en shock, pero por el momento üene
capacidad para compensarlo- El pacient€ con frecuencia
demuestra ansiedad o miedo. Aun cuando por lo general
Shock hemorrágico no se determina en crunpo, en el adulto di$ninuye de
manera ligera la producción de orina de 20 a 30 mlÁora,
El humano adu.lto promedio de 70 kg (150 libras) tiene un volumen
en un esfueEo por preservax líquidos. En oca.siones estos
aproxinado de 5 litros de sangre circulante. El shock hemoEágico
pacienies pueden rcquerir rma transfusión de sangre en el
(shock hi¡rovolémico resultante de la pérdida de sangre) se clasifica
hospitsl; sin embargo, la mayoría responde bien a la infu-
en cuatro clases, lo que dependerá de la gravedad y cantidad de la
sión de crist¿loides si la hemorr¿gia s€ controla en este
hemorragia (Fi8¡tra 9-3). I-os nlores y descripciones de los crite.
punrc.
rios enumerados para estas clases de shock no deben interpretaxse
como determinantes absolutos del tipo de shock, ya que existe una
Ia hen ,rra.giar clcse 1I1 representa una pérdida de 30 a
40% del volume[ de sangre (1500 a 2000 ml). Cuando
superposición signiff catiw:
la pérdida de sange alcanza este punto, la mayoía de
los pacientes ya no tienen la capacidad de compensar la
L La h mormgia crrs¿ 1 representa una p&dida de hasta pérdida de volumen y se presenta hipotensión. Las conclu-
15% del volumen de san€Fe en adultos (hasta 7b0 mL mili- siones cl¡ísicas de shock son eüdentes e incluyen taqui-
lihos), Esta etapa tiene pocas madfestaciones clínicas. l¿ caxdia (frecuencia caxdiaca nuryor a 120 latidovninuto),
taquicardia con frecuencia es mÍnim4 y no s€ presentan taquipnea (ftecuenciia ventilaforia de 30 a 40 respiracionel
ca¡nbios mensurables en La tensión a¡teriat, et pulso o la minuto), y ansiedad o conñrsión. ta producción de orina
frecuencia ¡eq)iratoria l¿ mayoría de los paciente€ sarios cae de 5 a 15 ml/hora Muchos de eatos pacientes requed-
t FactorXlla+
Y
Factor Xll
Factor t¡sular
Ca*+
I
Factor Vll- r+ Factor Vlla Factor Xl Factor Xla
* Ca**
Factor lXa - l Factor lx
Ca**, Fosfolíp¡do
< Ca*+, factor Vlli,
Foslolipido ptaquetar¡o
Ca+*, factor V
' Fosfol¡pido plaquetario
Fibr¡nógeno (factor l)
Faclor va
Factor vllla
i
Prolrombina (factor ll) _ t + Tromb¡na
t
Fibrina
(suelta)
Y
Coágulo de f¡brina
{ajustado)
F¡gura 9-6 Cascada de coagulación.
"Shock" neurogénico
energía no se ve afectada Sin emb¿rgo, como hay menos resistencia
El "shock" neurogénico, (o, de manera más adecuada, hipotensión al flúo sanguíneo, las tensiones sistolica y diastólica son más b4jas.
neurogénica) se produce cua¡rdo una lesión de Ia médula espinal Un shock hipovolémico descompensado y un shock neurogénico
interumpe la vía del sistema nervioso simpático. Esto por lo geleral producen disminución de Ia tensión axterial sistóüca" Sin emba¡go,
implica una lesión a nivel cervicat inferior, to¡acolumbar y torácico. los demás signos vitales y clínicos, así como el trat¿miento para cada
Debido a la pérdida de control simpático del sistema vascular, que uno, son diferentes (Figur¿ 9-7). I¿ disminución de la presión sistó
controla los músculos lisos en las paredes de los vasos sanguíneos, lica y diastólica y Ia presión estrecha del pulso son ca¡acterísticas
los v¿sos periféricos se dilatan por debqio del nivel de la lesión. La del shock hipovolémicq. El shock neurcgénico t¿mbién muesha
marcada disminución de la resistencia vascula¡ sistémica y la v¿so- presiones sistóüca y diastólica m¡ás bqjas, pero la presión del pulso
dilatación periférica que se present¿ conforme ¿umcnta el lrso del se nantiene normal o ensanchada La hipovolemia produce piel fría y
volumen sanguíneo d¿ lugar a una hipovolemia relaüva" En realidad sudoros4 páida o cianótica, y el tiempo de llenado capila¡ se rehasa-
el paciente no está hipovolémico, pero el volumen sanguíneo En el shock neu¡ogénico, el paciente tiene la piel caliente, sec4 en
norma.l alcanza a llenax un vaso expandido. especi¿l deb4io de la zona de La lesión. El pulso en pacientes con
La oxigenación de tejidos por lo general se mantiene dentro shock hipovolémico es débil, filiforme y r.ipido. En el shock neurogé-
de límites normales en la forma de shock neurogénico, así como el nico, debido a la actividad pa¡asimpática sin oposición en el coraán,
flqlo sarfguíneo, a pesar de que l¿ tensión arterial es bqia (hipoten- por lo genem.l se observa bradica¡dia en vez de taquic¿¡di4 aünque
sión neüogénica). Adem¡ás, la p¡oducción de energía sigue siendo la calidad del pulso puede ser débil. La hipovolemia produce dismi-
adecuada en la hipotensión neu¡ogénica. Po¡ lo ta¡to, esta djsminu- nución en el nivel de conciencia (NDC), o, al menos, ansiedad, y a
ción en la tensión axteúal no es el shock, ya que la producción de menudo combatiüdad. En ¿usencia de lesión cerebral traumática. el
CAP|TULO 9 Shock ez3'
Figura 9-7
paaicnle con shock ncurcg(irlico suele cst¿r alcllá. ol ient¿do )- lí]( i(lo Disrupción va ivu lar
( ulndo }X]l'nrarl({ o c¡r posición supina (Iügurt !18)
Ln g(fpr: rcpenli¡)o de cornltcsión aonlLtndent('en cl pecho o el
-{ los pa( ientes con shock nt'urogénico con fiecuc¡lci{ so les
abdollor (véase cl Cq)Ítulo 5, Clinemáti(:a dcl traunln, ) el C:q)í-
a1úbuyel lesi(mes que ptrxlttcen Luu lutttolTagia si$üflc¿liva. I)or lo (l€'l col?zón l ira
l ulo 12. Tr¡(üra tot ácico) pue(le dailar la-s \'ál\xl¡s
l¿¡¡rto. ur pacicnte ( (nl shock n('urogónico y signos de hipo\'olcnúa
lesión \,alúllar gl irvc pr-ovoc¿ rcgurgil.aci(il lal\rlar'¿guda, do¡(lc
(( ()mo faqr¡i(?ldia) deb(' sol tral¿(lo ( (]lno si l)rusont¿r¡ l)éfdida de
Llna c¡ntidad sig incativa de sangrc sr' filtá de nuevo a la c¿imar:r
sangrc.
dc la que firc bonlbeacl¿. llstos pacicntes a menl¡do dcsarroll¿n de
manc¡¿r rál)ida ilsl¡ficicncia c¿trdiaca congcstila, quc se nanilicst¡
Shock card¡ogén¡co por edema pulnonar y shock cardiogénico. L¡ presoncia dc ull
nuevo sopkr en el co¡¿zótr es ttna clave i¡llpoftante par¿ est¿rble(r('l'
lll shock car(liogéni('o. o insuliciencia de la acti\id¿rd rle bolrl¡eo cste (liagnóstico.
d(.1 corazón. cs resrlll¿rdo Lle c¿us¡-s que se ptlcdetl cla^silicar ( omo
i¡tt¡'í s(ns (rcsull¡(lo de dano directo al co¡azó¡l) o crl¡/¡¡sa¿'l¡s
(relaciora(b ( on rm pr'oblcna filera dcl corazón) Causas extrinsecas
Taponam iento ca rd ia co
Causas intrínsecas Fll líquido c¡r el saco pcricár(lico evit¿r/r qr¡e cl cor¿lz{-)n vtleh'a :¡
llcnarse por conlpleto (lürante la f:Lso dia.stólica (rel4jacióD) dol cicl.)
Daño al músculo card iaco caldi¿r(io. En el ci[so de traumir, la sangre se fi]tru on (l saco p(\icá-
( üalqtlir'r lesión qrtc dañ¿ el nlitsculo (:ardiaco pttede afoctar su dico dcsdc u[ ag\i.ro e¡ el I¡risculo c¿Lrdi;¡co. I^'r sangre actulrdada
Iirnción. El dairo pl¡({le ser resultado de urt¿ contusión dirccl¿l ¿il oclllü espacio y cvita qttc las par't'tkrs del l'cnlrí( lllo se expzürl¿n en
nrírsrulo cat<li¿co (cotilo en tlna lt'sió¡r tütetta al cor¿zón. que su tol¿rlid¿rd. Esto lir'ne (los efi'cfos ncgaliros sobl e el g?Lsto cardiaco:
provoc¿ contusia)n cardiaca). l)n un ciclo r-ecüüenl.c, t¡na disnlillll (1) sc dispo¡c (lc rrte¡tos voluntcn p¿ta cad¿r contr¿cción dcbi(i{) ¿ que
ciólr (le la oxigcnaciótl causa menoI cont¡¿ctilida(1. lo que lcsull¿ cl1 el \.cnlrícrlo no se pucdc e\Dandil pot-conltcto. y (2) cl llena(k) i¡'su
re[or gasto cardi¡( o ],, pol Io tanfo, disnli¡ución de l¿r perlilsión ficic lo reduce el cstilanrionto (lel lltilsculo cardi¿to, lo qtte provoca
sistémi( a, que ¿ su vez tl¿e IX)r conseclldl( ia reduc(:ión conlinua cle (lisnlirlución dc l^ Iilerz¡ en la confr¿tcción c¡r(li¿c¡ .\(krlrlás, mayor
oxigenación, lr que proldrgael ciclo. Aligüal que cu¿lquicr músculo. cüf jd¡rd de sangte es forzada a s¿llil del Ventdclrlo a tm\ós de l¿r
.l coraz(in no fulci(tr¡ con l¿nta eflcien(iia con he¡¡¿tonra () d¿¡io heidt con c¿da ronlracción (ar(üa(a tt_ (x llpa nrís cspacio en ol saco
peric¿ldi( (), k) qrtc corrlprom('fc aútl mís ('l g¿rsto car(li¿co, (Figura
I9) ploducr'nnly prorfo shock gra\ e y l¿{ Inllcft('(\'é¡st cl ('itpitulo
Figura 9-8 12, Tr¡unr lorá(i( (), para obl('tlel infolllla('iúr adicion¿ll)
Neumotórax a tens¡ón
Como se dndlr/o en esle (ap tulo, L"rt'no rnoat (luando cualquicra de los l¿(los de l¿ ca\idad l{r-/r(ri(a se lk'¡]a de
neurogénrco se refiere a una
"l
alteración del sistema ¿irc ¿r.l esl¿r bqio prcsión, el l)rtlNón sc (omprirte y (:olapsa lll
nervioso simpático, por lo general una lesión en la médula p[lnlóll ¿fe(tado cs in( ¿paz dc \'ohct a ll('naNc con a]r'e dcs(te cl
espinal, lo que resulta en la dilatación slgnlficatlva de las exteli()r:r lravés (le la na^sofaringc. llsto ptovo(i¡ al nlcnos (ratro
puede producir problcm.ls: (l) el \olünen t¡(lal se reducf c:on cada ruspiración:
arterias periféricas. 5i no se trata, esto
(2) l()s ¿lvéolos colapsados rlo ptl('(lcn transfcúr (xÍgeno a los
prob emas de perfusión de los telidos corporales. Esta
rritrocitos; (3) los !as()s sanguíncos pullllonares se colapsan. l()
condición no debe confundirse con shock medulat que l-educe cl fll\io s¿r¡guireo haciil cl ptllnrón y el cor¿rzón; y (_l)
término que se refiere a una les ón en la médula espinal se leqlliere nra.vor Iilcút de lil conl r¿l(r(ri(i¡ I car(litca p¿¡a lb¡zar l¿
que provoca pérdida temporal de la función de ésta. sangro a trarés d(' los l¡-sos ¡rttllttottares (hipelt('nsión pulnlonari.
Si el !'ohrlnon dc aire y la prcsitilr on el illterior del p('cho llelido
son gr¿t1dcs. el nredi¿Lsti¡to cs ('mptlj¿do hilcia el l¡d() de la lesión
2?4 SOPORTE VITAL DE TRAUIVIA PREHOSPITALARIO, OCTAVA EDICIÓN
de una fuente de hemorragia intema exige el txaslado nápido a la r Debilitamiento del pulso radial que progresa a ausencia de
institución de atención defniüva l,a hemorragia intema puede ser éste
en pecho, abdomen, pelvis o retropeitoneo. La evidencia de golpe I Color de piel pálido o cianótico
o lesión penetrante en el pecho, con sonidos de respiración dismi- I Tiempo de üenado capilax prolongado
nuida, sugiere una fuente torácica. EI abdomen, la pelüs y el retro I Pé¡dida de pulsos en laa ext¡emidades
peritoneo pueden ser luta fuente de hemoragia con la evidencia de ¡ Hipotermia
un traumatismo dirccto (p. ej., equimosis) o penetrante, distensión
o sensibilidad abdominal, inestabilidad pélvic4 desigualdad en Antes de proceder se debe conholar cualquier compromiso
longitud de las piemas, dolor en el área pélvica agravado por el moü- o falla de ta vía aére4 la respiración o el sistema circulatorio. I-os
miento, equimosis perineal y sangre en el mealo u¡etr¿l. siguientes p¿sos se describen en una serie ordenad4 sin embargo,
Como re-gla general, los pacientes que cumplen con los c tedos todas estas valoraciones se llevan a cabo cási al mismo tiempo.
del hotocolo Nacional de Tiiage de TF¿u¡na I o 2 (o ambos) necesita¡
tmslado nípido al cenho de l¡auma m¡fu cercaro (Figua 9-l l).
Si la evaluación no sugiere una hemorragia como el motivo del Vías aéreas
shock, se debe sospecha¡ de causas no hemonágicas que incluyen
Lo primero que debe eva.h¡arse en todos los pacientes es la vía
taponamiento caxdiaco y neumotórax a tensión (eüdente en las primer componente pa.ra ga¡an-
aérea- Una vía aérea permeable es el
venas del cuello distendidas Aente a las venas del cuello colapsadas
tiza¡ la entrega de cantidades adecuadas de oígeno a las células
en shock hcmornágico), o hipotensión neurogénica- Disminución
corporales. Los pacientes que necesitan el manejo inmediato de la
de los sonidos respiratorios en el lado de la lesión en el pecho, enfi-
vía aérea incluyen aquellos con las siguientes condiciones, en orden
serna subcutánm, difcultad respiatoria (taqüpnea) y desviación
de importancia:
de la tráquea (raras veces observada en campo) sugieren neumo-
tórax a tensión. I¿ presencia de estos signos indican la necesidad
de dcscompresión inmediata con agqja del lado afectado del tórax.
L. Pacientes que no rcspi¡an
Diferentes fuentes de shock caxdiogénico son sospecha de 2. Pacientes con evidencia de vías aéreas comprometidas
Paso uno
TtEdádar a un contro de
tsalln€. En 6l pdm€rc y
sqlunoo pa8o3 aé bus
, idérlificar a lo3 psclenles
con lssl€3¡o{r3€ m& qraves.
Esl¡r3 pdcj3n¡rs deb€n s¡
rrdrrládoG de pr€l€renc¡a
al n|\,.| de ebndóo máe aI€
Paso doss
Paso lress
Traal¡dar a un csrúro de
lra|Jrna, qu6, d€p€nd¡ond,c
dsl lHema dó lrauma
dslinldo, no il6no que s€r
6l c6ñlro de tauma d€ más
Paso cuatro
Trada.lü a un contro de
c€pacidad ds svaluáción
ofiofÚn¡ 0 e iondo, y ma¡ejo
pol€rEhlm.n¡a gra.r€s.
Cd|aldar¡ b cons¡¡ta con
..Lospáci6n|6sc.nqusmadurasytÉumatsmosconcomanlBs,Panqulsnes|a|esiinpolqUgmaduÉÉplesenia€]may!lfiosgodeÓ|l|dadyd
quemados'si6|lta!masinquemadu.aPt3s€n|aunmayorde€oinmediá|o.ePacie¡n¡pu€d€€€.eíabi|iza¡oenunc€ntfodefaUmayd€!!ué¡tans€
i1iLo€paci€n¡$qU6nocumplanalg0nod6|oscfüoosdec|a!iñcadÓn€n¡o5pa9sUnoacua|fod€b€nsertas|adadosa|centomedi@masaptopiado
el oxímeho de pulso por debqio de 95% (a nivel del max) es preo- transport¿r la ca¡tidad de oigeno necesaxia pa¡a abastecer a todas
cupante y debe servir como estímulo para identificar la causa de las células del cuerpo.
Ia hipoxia. La medición y el seguimiento continuo del dióxido
de carbono teleespaatorio (ETCOT) se ha convertido en una prác- Pu lso
tica habitual en los SMU en pacientes cuya !'la aérea ha sido El siguiente punto de evaluación importante paxa la perfusión es el
tratada con procedimientos como la intubación endotraqueal. pulso. La evaluación inicial del pulso determina si es palpable en
Aun cuando la correlación entre el ETCO,) y la presión paxcial de la arteria que se exa.¡ninó. En general, la pérdida de un pulso radial
dióxido de caxbono en la sange axterial (PaCO") es bueno en el indica hipovolemia gr¿ve (o daño vascular en el bmzo), en especial
paciente con una perfi¡sión adecuad4 la cor¡elación es defciente cuando un pulso central (como la carótida o la arteria femoral) es
en el paciente en estado de shock, lo que limita su utilidad paxa débil, filüorme y muy r.ípido, lo que indica el estado del sistema
guiax ¡espiraciones. La vigilancia de ETCO,¿ incluso puede awdar circulatodo de todo el cuerpo. Si el pulso es palpable, se deben
a detectar ca.rnbios y tendencias en la perfiuión Sin embargo, es observa¡ su caxacterística y fuerza de la siguiente manera:
importante recorda¡ siempre evaluar l¿s lecturas de las m¡áquinas
en el contexto del aspecto del paciente. Si dicho aspecto sugiere
hipoxiq trate al paaiente para hipoxi¿ incluso si la m&uina indica
r ¿[¿ frecuencia del pulso es iuerte, o débil y filiforme?
. ¿La frecuencia del pulso es no¡mal, demasiado rápida o
lo contm¡io. l,a situación clínica siempre es más important€ que la
demasiado lenta?
lectura que proporciona cualquier dispositivo.
r ¿Ia ftecuencia del pulso es regular o iregular?
de toda la situación.
3. LCT
4. Intoxicación con alcohol o drogas
5. hocesos metabóücos como diabetes. coN'ulsiones v
Calidad de la oiel eclampsia
Además del color y la temperatu¡a de la piel, se evalúa Ia sequedad
o hunedad de la misma. El paciente con trauma en estado de shock De estas cinco condiciones, la más fácil de trat¿x, y que mata al
por hipovolemia suele tener la piel hrimeda, pegqiosa y diafo¡ética- paciente muy rápido si no se trat4 es la hipoxi¿ Cua.lquie¡ paciente
Por el contraxio, el p¿ciente con hipotensión por una lesión de la con un NDC alter¿da debe se¡ tratado como si la causa fuera la dismi-
médula espinal por lo general tiene la piel seca. nución de la odgenación cerebml. Un NDC altemda suele ser lmo de
los primeros signos visibles de shock.
Tiempo de llenado capilar I¿ LCT puede se¡ considerada prilnari,a (ptovocada por
trauma di.recto al tejido cerebral) o se(iunl,ari,a (causada por los
l,a capacidad del sistema cardiovascr¡lar para volver a llenar los efectos de la hipoxia, hipoperfusión, edema, pérdida de la produc-
capilares después de que la sangre ha sido .eliminada" representa ción de energía, etc.). No existe un tratamiento eflcaz en el conterto
un sistema de soporte impo¡t¿nte. El ¿¡¿á.lisis de este nivel de prehospil¿lario pa¡a la lesión ce¡ebral prima¡i4 aunque de forma
función del sistema de soporte medi¿mte la compresión de los c¿tpi- esencial la lesión cerebral secundaria se puede prevenir o reducir
la¡es para elimina¡ toda la sangre y luego la medición del tiempo dc maner¿ significativ¿ media¡te el mantenimiento de la oxiEena-
de llenado ofrece una idea de la perñrsión del lecho capilax que se cidn y perftBión.
evalúa- Po¡ lo general, el cuerpo primero cierra la circr¡lación en las l,a capacidad ce¡ebral pa¡a fut'lcionar disminuye a medida
pa¡tes más distales y restablece dicha ci¡culación al f¡al. l,a evalua- que la perfusión y la oxigenación bqjan y se presenta la isquemia.
ción del lecho de l¿ uña del dedo gordo o del pulgax proporciona Esta disminución de la función se desax¡olla a través de vaxias
CAPíTUIO 9 Shock 2?9
etapas, ya que afect¿ a diferentes á¡eas del cerebro. La ansiedad üene un shock temprano, con una respuesta cardia€a inicial de
y el comportamiento beligeÉnte por lo común son los primeros taquica¡dia" Un pulso por a¡riba de 120 latidovminuto es señal defi-
signos, seguidos de una desaceleración de los procesos de pensa- nitiva de shock, a menos que sea a causa del dolor o el miedo, y un
miento y una disminución de las funciones motoras y sensoúales pr so de más de l40latidos/minuto se considera críüco en extremo
del cuerpo. El nivel de la función cerebral es un si¡¡o importante y cerca¡ro a la muerte,
y mensu¡able prehospit¿lario de shock. Se debe suponer que un
paciente combativo, agresivo, ansioso, o uno con una disminución Tensión arterial
de la NDC, tiene el cerebro hipóxico e hipoperfundido hast¿ poder
I¿ tensión a¡terial es uno de los signos menos sensibles de shock. I¿
identiffca¡ otra car¡sa. La hipoperfusión e hipoxia cerebral acom-
tensión axterial comienza a caer hasta que el paciente está proñm-
pañan con frecuencia a las lesiones celebrales, y empeoran el resul-
damente hipovolémico (ya sea por la pérdida real de líquidos o
tado a la¡go plaz o. Incluso los episodios breves de hipoxia y shock
hipovolemia relacionada con un vaso agra¡rdado). La disminución
pueden empeo¡a¡ la lesión cerebral original y dar lugar a resultados
de la tensión axterial indica que el paciente ya no puede compensa¡
más Dobres.
la hipovolemia y la hipoperfusión. En pacientes por lo general
sanos, la pérdida de sangre debe superar 3096 del volumen de
Exposición/ambiente la sangre antes de que fallen los mecanismos de compensación
y la tensión arterial sistóüca caiga por debqio de 90 mm Hg. Por
EI cuerpo del paciente queda expuesto a fin de evalua¡ sitios menos
esta mzón, la frecuencia respintoda, la frecuencia y el caxácter del
eüdentes de pérdida de sangre extema y pistas que puedan indica¡ pulso, así como el tiempo de llenado capila¡ y NDC, son indicado-
hemorragia intema" También se considera la posibilidad de hipo-
res más se¡rsibles de hipovolemia que la tensión a¡terial.
termia. Est¿ exposición se realiza mejor en el compa¡timiento Cuando la p¡$ión del paciente empieza a bqiax, existe una
caliente de l¿ arnbulancia para el paciente con el 6n de p¡otegerlo
situación en ext¡emo crítica que requiere wla rápida interven-
del arnbiente y de las mimdas indiscret¿s del público.
ción. En el entomo prehospitalario, un paciente que se encuentra
hipotenso ya ha perdido un voh¡men import¿nte de sangre, y es
probable que esta pérdida continúe. El desa.rrollo de la hipotensión
Evaluación secundar¡a como primer signo de shock significa que tal vez se pasaxon por alto
En algunos casos las lesiones del paciente pueden ser demasiado los primeros signos.
graves paxa completar una evaluación secundaria adecuada en Ia gravedad de la situación y el tipo apropiado de interven-
campo. Si el tiempo lo permite, la evaluación secundaria se puede ción larían en función de la causa de la condición. Por ejemplo,
hacer mientras se didge al hoslit¿I, si no deben atendeÉe otras la tensión axteúal b4ia asociada con shock ner¡rogénico no es tan
cuestlones. crítica como la tensión arteria.l bqla por shock hipovolémico. En la
Figura 9-12 s€ presentan los signos utilizados paxa evaluax un shock
hipovolémico compensado y descompensado.
Signos vitales
Un error importarte que debe evitarse es asemejax la tensión
Uno de los primeros pasos en la evaluación secundaria, o después arterial sistólica con el gasto caxdiaco y la perñ¡sión üsulax.
de reevaluar la evaluación primari4 es la medición precisa de un
codunto de signos vitales, cua¡do apenas se dispone de rmos
minutos du¡ante el traslado.
Frecuencia respiratoria
La frecuencia respiratoria normal para un adulto es de 10 a 20 respi-
raciones por minuto. Esta frecuencia va¡la en función de la edad
(véase el Capíh.rlo 16, Ttauma pediáhico). Una frecuencia de 20 a
30 respiracionevminuto indica tm ritmo límite anormal; sugiere la
aparición de shock y la necesidad de oÍgeno suplement¿¡io. Una Aumento; Aumento importante;
frecuencia mayor a 30 respiracionesy'minuto indica una etapa tardía taqu¡cardia
de shock y La necesidad de ventilación asistida^ I¿ reacción úsio-
lógica paxa el aumento de la frecuencia respiratoria es la acidosis puede progresar a
causada por shock, pero por lo gener¿l se asocia con disminución bradicard¡a
del volumen corriente. Ambas fr€cuencias respiratorias indican
la necesidad de buscar las fuentes potenciales de alteración de la P¡el Blanca, ffa. Blanca, fría, encerada
perfusión. húmeda
Como ya se destacó, la pérdida signifcativa de sangre por lo comrl¡ para que el paciente muera a c¿usa de rm shock si no se reconoce y
ocrure €mtes de que el paciente se vuel hipotenso (hemoragia recibe el trafdniento adecuado.
Clase ltr). Por lo t¿nto, los pacientes con pérdida de volumen
sanguíneo de 15 a 309ó tienen disminución del gasto ca¡diaco y alte.
ración de la oúgenación tisutax, a pesax de moshax tensión axte- Factores de confusión
rial sistólica normal. Lo idea.l es identinca¡ y tratar el shock en las
primeras etapas antes de que ocurra wu descompensación. Muchos factores pueden conñ.mdir la ewtuación del paciente trau-
Ias lesiones cerebr"les no causan hipotensión hasta que el matizado, lo que oculta o disminuye ta intensidad de los signos
cerebro comienza a hemiaxse a havés de la incisu:m tenturial, y ca¡acteristicos del shock. Estos factores pueden inducir a errores
elfúra,Tlen rw&rurn Por lo tanto, se debe supone¡ que rm paciente del proveedo¡ de atención prehospit¿laria imprudente a pensar de
que el paciente con trauma est¡í estable cuando en realidad no es así.
con lesión cercbral e hipotensión tiene hipovolemia (por lo genera¡,
la pérdida de sangre) de ohas lesiones y no de la lesión cere-
bral. Los lactantes (menos de 6 meses de vida) son Ia excepción Edad
a esta regl4 ya que puede su¡gir una hemorragia considerable en
el inteúor del cráneo que conduce al sho€k hipovolémico a conse. Los pacientes en los extremos de la vida, los muy jóvenes (recién
cuencia de que las suturas y fontanelas perrnanecen aún abieÍas y nacidos) y personas de edad avanzad4 tienen menor capacidad de
dan cabida a grandes cantidades de sangre. compensax la pé¡dida aguda de sangre y ohos estados de shock.
Una lesión relativanente menor que sela tolerada sin diffcr¡ltad
en un adulto sano puede p¡oducir r¡n shock descompensado en
estos individuos. Por el contrario, los niños y los adultos jóvenes
Lesiones musculoesqueléticas tienen rma enome capacidad para compensa¡ La pérdida de sangre
Se puede presentar una hemorragia intema significativa con las y pueden mostra¡se relativamente normales en una exploración
ñiacturas (Figua Sl3). Las fractu¡as del fémur y la pelüs son rápida. A menudo pa¡ecen esta¡ bien hasta que de repente dete-
las mrás preocupartes. Una sola fractura femoral puede esta¡ rioran en shock descompensado. Un üstazo más detenido puede
asociada con hasta 2 a 4 unidades (1000 a 2000 mL) de pérdida de revelar signos sutiles de shock, como taquica¡dia leve y taquipnea,
sang¡e en un muslo. Esta lesión por sí sola podría representar la piel p¡álida con tiempo retaxdado de llenado capilar y ansiedad.
pérdida potencial de 30 a 4096 del volumen sanguíneo de un adulto Debido a sus potentes mecanismos de comp€nsación, los niños
y desencadenar un shock hipovolémico descompensado. I¿s ftac- que se encuenhan en est¿do de shock descompensado representan
tu¡as pélücas, en especial las producidas por caídas significativas o urgencias gr¿ves. Las personas de edad avanzada pueden ser nr..ís
mecanismos de trituración, pueden est¿¡ asociadas con hemorragia propensas a ciertas complicaciones de shock prolongado, como la
intema masiva en el eslacio rehoperitoneal. Una victima de un insuñciencia renal aguda.
trar¡matismo directo puede tener múltiples fo¿ctura.s y shock Cla.se
Ill o IV, pero sin evidencia de pérdida extema de sangre, hemo-
tórax, hemonagia intraabdominal o ftactura de pelüs. Por ejemplo, Condición atlética
u¡ peatón adulto golpeado por un vehfculo, con cr¡atro fracturas de Los atletas con buena condición a menudo üenen mejor capacidad
costill¿s, fta€tura de húmero, fractura de fémur y fracturas bilate- compensatoda. Muchos tienen frecuencia ca¡diaca en reposo en
rales en übia y peroné, puede plesentax hemorragia intema de 3000 el rango de ,10 a 50 Latidoe/minuto. Una frecuencia cardiaca de 100
a 55{)0 rnl, de sangre. Esta pérdida potencial de sa¡gre es su.flciente a ll0 latidovminuto o hipotensión puede ser tna señal de adver-
tencia que indica hemorragia signiffcativa en un atlet¿ bien acon-
dicionado.
Embarazo
Durante el embaxazo, el volunen de sangre de wla mqier puede
aumentax de 45 a 5ú4. Thrnbién se incrementan la frecuencia
cardiaca y el gasto cardiaco du¡ante el embarazo, Así, u¡ra mqier
embarazad¿ no puede demostra¡ signos de shock hasta que su
pérdida de san$e sea mayor de 30 a 35% de su voh¡men de sangre
total. Además, mucho antes que r¡na múer embarazada demueshe
Costilla signos de hipoperfusión, el feto puede verse afectado de manera
negati!? debido a que la ci¡culación placenta¡ia es más sensible
Radio o cúb¡to a los efectos vasoconstriciores de las catecolaminas liberadas en
respuesta al estado de shock. Durante el tercer trimestre, el útero
Húmero
grávido puede comprimi¡ la vena caw inferio¡, lo que disminuye en
Tibia o peroné gra¡r medida el retomo venoso al corazón y provoca hipotensión.
I¿ ele%ción del lado derecho de l¿ paciente embarazada una vez
Fémur
que se ha inmovilizado a un t¿blero la¡go puede aliviar esta compre-
Pelv¡s sión. I¿ hipotensión que persist€ en una mqier embarazada después
de realizax esta maniob¡a por lo común representa una pérdida de
sangre potencialmente mortal.
cAPfTUto 9 Shock 231
Tres puntos críticos El control de una hemoEagia exanguinante por medio de tomi-
quete es de 809ó o más. Además, du¡ante muchos años los cirqianos
Se debe enfatizar en tres prmtos adicionales sobre la presión directa.
han utilizado de forma amplia en el qui¡ófano los tomiquetes que
En primer lugax, cua¡do se atiende r¡na herida con un objeto empa-
ocluyen el flqio arterial, con resultados satisfacta.,.os. Si se u^san d¿
lado, la presión debe ser aplicada a cada lado del objeto y no sobre
este último. l,os objetos empalados no se deben retirax en el canpo for'nw odecw.ttl, llJs tdnLiquetes 7w süo s(trl segtros, sinn tqmbi.tit
sahmn uilns.tT
debido a que el objeto pudo haber dañado un vaso, y el objeto en
Un estudio de los militares en I¡ak y Afganist¡án mostró una
sí mismo podría estar taponando la hemorragia RetiÉr el objeto
marcada diferencia en la supervivencia cr¡ando se aplicó el tomi-
podía car¡sa¡ hemorragia intema no controlada_
quete antes de que el paciente se descompensa¡a y entrara en estado
En segundo lugar, si se requiere m¡ás peGonal paxa llewx ¿ cabo
de shock, en compaxación con la ap¡icación del tomiquete después de
otras taxeas de saN"arnento, se puede creax un vendaje compresivo
que bdó la t€nsión axterial.'3 Cuando se apücó el tomiquete antes
(compresión) mediante compresas de gasa y una venda elástica en
de que el paciente entxa¡a en shock, la supervivencia fue de g€pót
rollo o ür manguito de tensión art€rial inflado hasta que se detenga
cu¿ndo se colocó después de que el paciente presentara shock, la
la hemoragia- Este apósito se coloca de forma directa sobre el sitio
supervivencia fue de 4%.
de la hemorragia"
En el ca.so de hemorragia en lugares donde no se puede colocar
En tercer luga¡, la aplicación de presión dirccta a la hemonagia
un tomiquete, como en el tolso o el cuello, lo mzonable es utilizax
exsanguina.nte üene prioridad sobre Ia inse¡ción de las lfneas IV y la
agentes hemosá.ticos. A paxtir de la publicación de la octava edición
reaninación con líquidos. Sería un grave erro¡ entregar en la insta-
de PHTI-St Sopqrte ü¿td dz tmumn yrehos?¿t lo?rir, et Instituto de
lación receptora una víctim¿ de trar¡ma con los vend4ies correspon-
Investigación Quinrgica del Eiército de Estados Unidos recomienda
dientes y dos líneas IV insertadas y bien sqietas en su sitio, pero que
Combat Gauze como el producto de tercera genelarión preferido.
está muriendo debido a la hemorra$a de una heúda sobre la cual
Sin embargo, esto puede cambia¡ con el tiempo. Visite el sitio en
sólo se coloca¡on apósitos p¿x¿ trauna y no se aplicó presión directa"
intemet de PHTIS (phtls.org) pa¡a i¡formación más reciente.
Inno\'¡liors) y el Tomiquete táctico de la tilena de operaciones on inglés) recomienda en la actualidad el uso rlel (l-A-T Lna vez
especiales (S()F-fl, Special Oper¿tions I'orce Taclical Toumiquet. nl¿i-s. csta reconrendación pucde canbi:Lr con el tiempo. y l¿¡"s últlmas
'lactical Nlcdic¿l SolutÍons) (FiSxra 9-16).r" De ellos, el comité sobre actualizaciones de la COT(l(la y PITTIS apareccrán en l¿ página \!eb
el cúdado tá( ti( o de caídas en combate ((\)TCCC, por sus sigli¡.s PIITLS (PHTLS.ory).
Sitio de a pl¡cación
fTn tomiquete se dcbo aplicar'.iusto de manem p¡oximal a l¿ heúda
hcmorrágica. Si un tomiquete no detienc pol conplcto la hemo-
ü¿gia, entonces sc dcbc apli(:a.r otro iunto al primero Al colocar
dos lomiquetes uno al lado del otro. la zona de compresión se
cLrp)ica y es más p(rb¿l)lc ot contr'ol exitoso dc la hcnrorIagi¿ Una
voz aplicado. el sitio de to¡niquete no debe ser cl¡bicño de manera
quc se pueda l'cr y control¿r l¿icil u a hemorragia rccurI(lnlc.
Opresión en la aplicación
Se debe aplica-r ün torniqucl.e lo más apretado u)sibh a fin de
bloque¿r'el flúo arteri¿rl y ocluir el putso distal. lhr dispositivo que
sólo oclüye el fl{o venoso de üla ertrenidad cn tcalidad ¿ument¿
la hc¡¡orragia de un¿ he da. Exjste una relación dimd¿ cntre la
c¿¡rtidad de prcsión requcúda para controla¡ la hellonagia y el
tamaño de la extrenridad. Por lo tanto, un tomi(lu(ltc t(lndrá que
scr coloc¿do con más fuerza en üra piema para lograr cl colltrol
dc la herüorragia que en un brazo. Si se ¿plica un tomiquete de
modo correcto y no se contlol¿ ()n é¡aito la hemonagia, se püede
usar un segundo toüriquete y coloca¡lo iusto proxin¡¿l ¿l primcro
I¿ adición de un segrudo tomiquete propol(iona compresión
adicioni¡.l y pol lo gencral cs cficaz para detcncr l¿ hamotragi¿ en
los casos en que un (lispositivo no sc¿ ¿decuado.
Soluciones ntravenosas
¡ Soluciones colo¡des sintét¡cos
Las soluciones ¿ltemas del volumen para reanimación se encuen- Las proteína^s son moléculas grandes p¡oducidas por el cuerpo
tran en una de cuatro categoía-s: (l) cristaloides isotónicos, (2) y que están constituidas poruminoácidos con un sinnúmero de
cristaloides hiJ)ertónicos, (3) coloidcs sintéücos (artificiales) y (4) fünciones. f,¿ albúnina" un tipo de proteína que se encuentra en
sustitutos de s¿ngre. la sa¡g¡e, ayuda a m¿ütener el líquido en el espacio inhavascr¡lax.
E|4c¡ SOPORTE VITAL DE TRAUMA PREHOSPITALARIO, OCTAVA EDICIÓN
La administración inhavenosa de albúmina humana es costosa y un sustituto de la sangre que no necesita refrigcración y no requiere
se ha asociado con la transmisión de enfermedades infecciosas, grupo de sargre a un soldado herido en el carnpo de batalla, y se
como la hepatitis. Cuando se administla a un paciente en estado infrulde con rapidez para combatir el shock.
de shock hemorrágico, las soluciones coloides sintéticos exhaen l¡'s petfluotoqrbonos (PFC) son compuestos sintéticos que
líquido de los espacios inte¡sticiales e int¡acelulares hacia el tienen alta solubilidad de oígeno. Estos materia.les inertes pueden
espacio intrav¡¡scula¡, y de este modo producen la expansión disolve¡ aproximadamente 50 veces m¡is oxígeno que el plasma
del volunen sanguíneo. Al igual que con cristaloides, los expan- s¿¡guíneo. Los PFC no contienen hemoglobina ni p¡oteína; esUín
sores del plasma coloida-l no transportan oxígeno. tota.lmente libres de materiales biológicos, lo que reduce en gran
Gelofusine es una solución de gel¿tina al 4% producida a p¿xtir medida la amenaza de agentes infecciosos que se encuentran en
de proteína boün4 y se utiliza de manen incidental en Euopa ellos; y el oígeno es transpofiado mediarte la disolución de la
y Australia pa¡'a la rearümación con üquidos. Es moderadamente po¡ción de plasma Los PFC de púmera generación era¡r de uso
costoso y conlleva un úesgo de ¡eacciones alérgicas Saves. Lrna limitado debido a numerosos problemas, entre los que se incluye
pequeña i¡i$ión de geloflFine produce la expansión del vohunen una vida media co¡ta y la necesidad de una adminishación concu-
intravasculax durante va¡ias horas. rrente de FiO, alto. Los PFC más nuevos tienen menos de estos
El hetaalmidón y dextrano son coloides sinteticos creados inconvenientes, pero su función como port¿dores de oigeno sigue
mediante la vinculación de numerosas moléculas de almidón (arnilo- siendo indeterminada
pectina) o de dextrosa h¿sta que su tamaño es s€mejante al de una La mayoúa de los transprtadores de orígeno bo,sdd,os en la
molécula de albúmina. Estas soluciones tanbién son moderada- he,noglobina (TOBH) utilizan la misma molécula que tm¡sporta el
mente costosas en compaxación con cristaloides, y se han asociado oígeno (hemoglobina) que se encuentra en los glóbulos htwta¡los,
con reacciones alérgicas y al deteioro de la tipificación de la sangre. bovinos o porcinos. ta principat diferencia enhe los TOBH y la
Dos meta¿¡álisis recientes de la üteratura relacionada con el uso del sangre humana es que la hemoglobina en los TOBH no está conte-
hetaalmidón han planteado la preocupación por el aumento de la nida en una membrana celula¡. Esto elimina la necesidad de llevar a
incidenci¿ de una lesión renal aguda y de la mo¡talidad relacionada cabo estudios de grupo y compatibilidad crrzada porque se elimina
con la administm.ión de estos compuestos.ü 3r el riesgo del anticuerpo de antígeno cuando se e¡trae La hemoglo-
El uso de cñstaloides en compar"¿ción con los coloides ha sido bina de la céh¡la. Además, muchos de estos TOBH pueden alma-
moüvo de debate en el ma¡ejo de pacientes con tmuma.36 En un cenarse durante laxgos periodos, lo que los hace la solución ideal
estudio de casi 7000 pacientes ingresados en unidades de cuidados pa¡a los incidentes con gmn número de víctimas. Los primeros
intensivos no se observaxon dife¡encias en el resultado cuando los prcblemas con soluciones transportadoEs de oxígeno basarlos en
pacientes fueron ¡eanimados con coloide (albrimina) en luga¡ de la hemoglobina incluyen la toxicidad de l¿ hemoglobina. A la fecha
solución salina normal.rT Un reciente meta¿¡áIisis lrace eco a este no se ha comprobado que dichas soluciones experimentales sean
hallazgo.s En un estudio presentado en una reunión de 2009 de la seguras ni eficaces en los seres huma¡os.
Ameúcan Association for the Surgery of Ttauma (AAST) se identi-
ficó una mayor supervivencia con hextend que con la solución salina
Ca lentar líquidos ¡ntravenosos
norm¿l; sin emba¡go, se necesita rILás información antes de poder
recomendar su uso de manera rutinaria. Ilextend es una solución Cu¿lquier líquido IV administrado a un paciente en estado de shock
coloidal que se ha utilizado en situaciones militares como e4ansor debe estax caliente, no a tempemtura ambiente ni frío. La tempem-
de volumen. I,os beneficios son que es un paquete más pequeño y tu¡a ideal para este tipo de üquidos es de 39 "C (102 'F). La mayo-
ligero (aunque más costoso), se h?nspo¡ta con mas facüda¿ mejora úa de las ambr¡lancias no tienen calentadores convencionales r¡ápi-
la perfr¡sión sin sobrecarga.r al pacientc con cristaloides, y paxece dos de líquidos, pero otros pasos pueden mantener los líquidos a
se¡ eñcaz. Sin embaxgo, en un metaanáüsjs reciente se planteó la una temperahua adecuada. Un á¡ea de almacenamiento conve-
pregunta sobre el posible aunento de la mortalidad por insuficiencia niente paxa los líquidos es en una c4ja en el compartimiento del
rena.l aguda debido a este tipo de producto.st motor Envolver paquetes de calor alrededor de la bolsa también
Prácticamente no existen investigaciones que impliquen el uso puede calentar el lÍquido. t¿-s unidades que calientan líquidos,
de estas soluciones de coloides sintéticos en el ámbito prehospita- disponibles en el comercio paxa la atención al paciente, ofrecen un
lario civil, y no existen datos de su uso en hospit¿l que muestren que medio fácil y confiable paxa mantener los líquidos a la temperatum
son superiores a las soluciones crista-loides. Estos productos no se correcta. Estas u¡idades son costosas pero se justifican en tÉs-
recomiendan pa¡a el manejo prehospitalario de shock. lados prolongados.
Sustitutos de sangre
l¿ t¡ansfusiónde sa-¡rgre tiene vaxias limitaciones, así como cuali-
Manejo del volumen para reanimación
dades no deseadas, entre ellas la necesidad de agn¡par y la compa- Como ya se señaló, existe una controve6ia significafiva en tomo
tibilidad cruzada, una üda útil corta, perecedera cuando no se a la administmción prehospitala¡ia de líquidos a un paciente tmu-
refriger4 un potencial de transmisión de enfermedades infecciosas, matizado en estado de shock. Cua¡rdo se inhodqio por primera
y una escasez cad¿ vez mayor de unidades donadoras que limita su vez el SopoÉe vital de tmuma prehospitalaxio (PHTT-S) en Est¿dos
uso en el contexto prehospitalario. Esto ha dado lugax a una intensa Unidos, los proveedores de atención prehospitalaria adoptaron el
investigación durante las últim¿s dos o tres décadas de sustitutos enfoque utilizado por los médicos y cirqja¡os de urgencias en la
de la sangre. El ejé¡cito de Estados Unidos ha desempeñado una mayoría de los hospitales y cenhos de trauma: adminishax una
función centül en esta investigación debido a que se podría llevar solución de crista-loides IV hasta que los signos vitales regresen a
CAPíTULO 9 ShOCK ?41
la normalidad (!o¡ lo general, pulso menor a 100 l¿tidovminuto y sistemas rurales de SMU. En una encuesta de cirqianos de tral¡m4
tensión a¡terial sistólica mayor de 100 mm Hg). Si se infunde sun- menos de 4% opto por un enfoque que involuc¡ó la retención de
ciente solución crist¿loide par¿ restablecer la normalídad de los líquidos IV a partir de un paciente en estado de shock Clase III. En
signos ütales, se puede mejora¡ la perÍ,¡sión del paciente. En ese promedio, dos de cada tres cin\ia¡os tecomiend¿n que un paciente
momento los expertos creían que este tipo de intervención úpida en estas condiciones se mantenga en un estado relativamente hipc
depuraria el ácido láctico y restablecería la producción de energía tenso durante el tr¿slado.¡¡
en las células del cuerpo, y también que disminuiía el riesgo de El volumen de rcanimación prehospitala¡io se debe adaptax
desa¡rolla-r shock i¡reversible e insuficiencia renal. Sin embaxgo, a la situación clínica, como se describe en el siguiente análisis
ningún estudio de pacientes de hauma en el ¡ámbito prehospit¿lario (Figua 9-20).
ha demoshado que la administración de líquidos intravenosos de
hecho reduzca las complicaciones y la posibüdad de muerte. Hemorragia no controlada
Una contribución impoÍa¡rte de PIITIS en las últimas dos En el caso de pacientes con sospecha de hemorragia interna en
décadas ha sido la de establecer el camblo conceptual que, en el tórax, abdomen o retropeútoneo (p€lüs), se debe adminisha¡
paciente t¡aum¿tizado con lesiones críticas, ?¿o se dabe retmsor sufciente solución crist¿loide IV pa¡a mantener la tensión a¡terial
el h'oslado nientras se colacan las kneas N U se infundz et líquida. slstólica en un rango de 80 a 90 rnm Hg, lo que p¡oporcionará un
Estas acciones se pueden realiza¡ en la parte trasera de la arnbulr¡ci¿ TAM de 60 a 65 mm Hg. Este nivel de tensión arterial debe martener
en camino al cenho aprcpiado más cercano. El paciente traumati- una perfusión ¿rdecuada paxa los riñones con menos riesgo de
zado con lesiones cúticas que está en shock por lo general requiere empeommiento de la hemorragia intema- No se debe administrar
transfirsión de sangre y tula intervención quirurg¡ca pa¡a controlar un bolo de líquido porque esto puede "dispara¡" el ¡ango objetivo de
l¿ hemoragia intem4 ninguna de las cua.les s€ puede propo¡cionar la tensión arterial, lo que provocaría una hemoragia intratorácic4
en c¿mpo. intra¿bdominal o retroperitonea.l rccurente.
Se ha demostrado en investigaciones, principalmente en La ñlosoffa actual de la administración restringida de crista-
modelos experimentales de shock, que el volumen IV para ¡ea¡ima- loides en el ámbito p¡ehospit¿la.rio y dulüte la atención hospitala.da
ción puede tener efectos secunda¡ios periudiciales cuando se admi- inicial se denomina de diferentes forrnas, incluyendo hipotensión
nistm antes del control quin¡rgico de la fuente de la hemorragi¿ En permisiv4 reanimación hipotensora y reanimación "equilibrada", lo
animales de experimentación, Ia hemorragia intema con frecuencia que significa que debe alcanzaxse rm equilibúo entre la cantidad de
continúa hasta que el animal está hipotenso, momento en el que líquido administrudo y el grado de elevación de la tensión axterial.
la hemonagia disminuye y por lo re$¡lar se forma un coágulo de Una vez que el paciente lega al hospit¿I, se continúa con la admi-
s gre (¡.¡o?¿bo) en el sitio de la lesión. En un sentido, esta hipo-
nishación de lÍquidos de plasma y sangre (relación l:l) hasta
tensión protege, ya que se asocia con una disminución serera o controlar la hemorragi¿ En la mayoúa de los cenhos de trauma se
cese de la hemorragia intem¿ Cuando se administra¡on lÍquidos IV devuelve la tensión axteñal a los valo¡es normales con Ia adminis-
¿gresivos a los animales en un intento por restablecer la perfusión üación de una transft¡5ión continua l:1 fulasma a sangre) con crista-
y la tensión arterial, se inició de nuevo la hemorragia interna y se
loides reshingidos.
interrumpió el t¡ombo.
Además, las inñ$iones cristaloides pueden dilui.r los factores de Lesiones en el s¡stema nervioso central
coagul¿ción. l-os animales paxa experimentación a menudo tenían
un peor result¿do en comparación con los a¡imales que recibieron La hipotensión se ha asociado con un aumento de la mortalidad en
reanimación luego del control qürugico del sitio de la lesión.M En el entomo del LCT. Los pacientes con determinadas condiciones
un modelo animal semeja¡rte, se observó una meior supervivencia
(p. ej., LCT) parecen obtener benetrcio de una reanimación miís
con la "reanimación hipotensora", en la cual la tensión a¡terial se intensa con [quidos.s Ias guías publicadas por la Brain Tfauma
mantuvo bqi¿ de ma¡rem deüberada hasta que se controló la hemc Foundation recomiendan que se mantenga la te¡rsión axterial sisto-
raagi4 y después se llevó a cabo la reanimación.{ra lica por axriba de 90 mm Hg en pacientes con sospecha de LCT$ Las
guías por consenso que se centran en el manqio de l¿ lesión medular
Es evidente que estos estudios tienen implicaciones poten-
ciales sobre la reanimación con ]iquidos en el ámbito prehospita- aguda recomiendan no solo evita¡ la hipotensión (tensión arterial
lario. En teoía, el volumen de reanimación agrcsiva podúa devolve¡ sistoüca menor a 90 mm Hg), sino t¿mbién el mantenimiento de un
la norma.lidad a la tensión arterial. A su vez, esto puede desalojar TAM de por lo menos 85 a 90 mm Hg con Ia esperanza de meioEr
los coágulos sanguíneos iormados en los sitios de hemorragia en la pefusión de la médul¿ espinal. Paxa logra.r este objeüvo, tal vez
la cavidad peritoneal o en otlo lugar, y puede origina¡ una nueva sea necesaxio u¡ fuexte volumen de reanimación, lo que aumenta el
hemorragia que no se pueda cont¡olar hasta que el paciente llega a riesgo de sang¡ado recur¡ente de lesiones intemas asociadas.Í
quirófano. Por ot¡o lado, la retención de líquido Me un paciente
en estado de shock p¡ofundo sólo conduce a una mayor hipoxia Hemorragia controlada
tisular y falla en la producción de ener$a. En un estudio clínico l-os p¿cientes con hemormgia extema signiffcativa ya controlada
ú¡ico realizado en un ambiente prehospitala¡io urbano se demoshó pueden ser tratados con una eshategia de volunen de reanimación
un peor resultado en los pacientes con trauma que recibieron solu- más intens4 siempre que el proveedor de atención prehospita-
ciones cristaloides antes de conholar la hemorr¿8ia lntema (tasa Iaxia no tenga razones pa¡a sospechar de lesiones intrato¡ácicas,
de supervivencia de 62% frente a 709ó en el gupo de tratarniento intraabdominales o ¡etroperitoneales asociadas. Ejemplos de estas
diferido).!' Los ha azgos de este estudio único no se han duplicado lesiones incluyen una laceración grande en el cuero cabelludo o
en otros sistem¿s prehospit¿larios, y no se pueden generalizar a una herida en una extremidad que involucren lasos san¡¡ríneos
?42 SOPORTE VITAL DE TRAUMA PREHOSPITALARIO. OCTAVA EDICIÓN
f Hemonag¡a no clntroladar -l
Ii
YY
éio"r Clase
Shock C1"." I, o ll,, Shock ctas
Clas€ lll o lV
li
YY
+
Líquido lV a una lltular el líquido lV para mantener la
veloc¡dad PVP2 TAS 80-90 mm Hg
OAM 60-65 mm Hg)
¡, ¡g1onae1a coltroradaa i
,YY.t.'-
1
YY
Líquido lV a una
velocidad PVPz
¿Ev¡dencia de shock?
explorac¡ón primar¡a
t
Iniciar
' el traslado
I
Y
Terap¡a lV como
se ¡nd¡ca
Notas:
1SE puede colocar un torn¡quets fabricado, manguito de tens¡ón arterial o pañoleta justo d€ manera
proxima al sit¡o de hemorragia y aprEtar hasta que dsje de sangrar. El t¡empo de apl¡cac¡ón se
marca en el tom¡quet€.
2La evaluac¡ón de la pertusión incluye pres€nc¡a, cal¡dad y ub¡cac¡ón d€ los pulsos: color de la piel,
t€mperalura y humedad;y tiempo de llenado cap¡lar.
3véase las ¡nd¡caciones para €l algoritmo de inmov¡l¡zación de la columna (p. 300).
4lniciar en el trayecto dos catóteres de cal¡br€ grand€ (calibre 14 o 16). Véass el algoritmo del Control
de volum€n de reanimaaián (p.242),
importa¡rtes, pero con la hemorragia controlada mediante un obtuvo una disminución estadísticamente signincativa en el riesgo
apósito de presión o tomiquete. Los pacientes adultos que perte- de muerte en el gn¡po que lo recibió al ser apücado en un periodo de
necen a esta categoría y prcsent¿¡r u¡r shock Clase Il, III o Meben 3horas desde el momento de Ia lesión. Si se aplica 3 horas después
recibir un bolo inicial úpido de I a 2 lit¡os de solución cristaloide de la lesión, el riesgo de muerte aumenta" Dn el segundo estudio se
caliente, de preferencia Ringer lactato. I-os pacientes pediátricos compara¡on los soldados heridos que recibieron ATX con aquellos
deben recibir un bolo de 20 mukg de solución cristaloide caliente. a quienes no se les administró.{'0 El estudio moshó de nuevo una
Como se señaló a¡tes, esto siempre debe ocurfir duÉ¡te el traslado disminución significativa en el riesgo de muerte y la necesidad de
a las instalaciones adecu¿das más cercanas. Se deben controlar los una tnnsfusión masiva después de tener una lesión en los soldados
signos vitales, incluyendo el pulso y las tasas de ventilación. así que recibie¡on AIX,
como la tensión arterial paxa evaluax la respuesta del paciente a la Es imporla¡rte tener en cuenta que estos dos eshrdios se reali,
terapia inicial de lÍquidos. En la mayoía de los entomos urbanos, el zaxon en países y en condiciones que son muy diferentes de los
paciente será ent¡egado en la instalación recepto¡a antes de que se sistemas de reE)uesta nífridos de los SMU ubanos de pafses como
conrplete el bolo inicial. Estados Unidos. No se ha determinado arin si la administr¿ción de
El bolo inicial provoca tres respuest¿s posiblesi ATX en dichos países tendrá el mismo beneficio demostn¡do en los
resultados desoués de un trauma-
L l¿espuesto nípid¿. Los signos vit¿les lrrelven a la no¡ma-
üdad y se mantienen. Esto por lo regular indica que el
paciente lla perdido menos de 209ó del volumen de sangre y
que la hemorragia se ha detenido. Tnanspontación
2, Respupstn transitaría. I-os signos ütales inicialmente
mejo¡an (dirminuyc el pulso y aumenta la tensión arte.
pFolongada
rial); sin emba¡go, durante la ree-!"luación, estos pacientes Durante la tra¡rsportación prolqngada de un paciente con trauma
muestran deterioro con signos de shock recunentes. en estado de shock es importa¡te mantener la perfusión de tos
Asimlsmo, dichos pacientes por lo comú¡ han perdido de órganos ütales. Se debe optimizar el manejo de la vía aérea antes de
20 a 40% de su !'olumen de sangrc. un t¡aslado largo, y la intubación endotraquea.l se realiza si existe
3. Relipuesta mínír¿o o nu¿¿. Estos pacientes prácticamente alguna duda en lo relativo a la permeabilidad de las vías aéreas. Se
no muest¡an cambios en los sEnos de shock proñmdo p¡oporciona apoyo ventilatoúo para asegurar que las ventilaciones
después de r¡n bolo de I a 2 litros. sean de un volumen y velocidad razonables para evitar poner en
peügro a un paciente con perft¡sión ya disminuida- Se puede moni-
Los pacientes que tienen una Iespuesta r.ápida son ca¡rdidatos torea¡ de manera continua la oximetúa de pulso. La capnografia
a un volumen de rea¡tmación continuo, hasta que los signos vitales proporciona información acerca de la posición del tubo endotla-
regresan a la norma.lidad y se rcsuelven todos los indicadores clínicos queal, asÍ como del estado de perfusión del paciente. Una dismi-
de shock. I-os pacientes que caen en los gmpos de respuesta transi- nución marcada de ETCq indica desplazamiento de la vía aérea o
toria o mínintsin respuesta tienen una hemoüa€Éa continua que de que el paciente ha experimentado una bqia significativa de la pertr-
ma¡eru probable es intenu- Estos pacientes se manejan mejor en sión. En estos casos, se descomprime un neumotóra-x de tensión
un estado de hipotensión relativa y el líquido IV debe ser titulado a sospechoso o el equipo se ma¡rtiene aI alcance po¡ si el paciente
la tensión a¡leria.l sistolica en el l?ngo de 80 a m mm Hg (TAM de 60 desa¡¡olla hipotensión.
a 65 nun Hg). La presión directa manu¿ü no es recomendable du¡ante un
traslado laxgo, por lo que una hemorfagia extema signilicativa
debe controlarse con apósitos dc prcsión. Si estos esfuerzos fallan,
Acido tranexámico se debe aplicax un tomiquete. Ouando se aplica éste, y se estim¿
Una terapia que paxece ser una promesa significativa e¡ el manejo que el tiempo de traslado sea mayor a 4 horas, debe intentarse
del paciente traumatizado es la administración de un medicamento quitax el tomiquete después de que se ha trat¿do de forma esfor-
llamado dcido LranerLimico (ATX). El ATX es un anrílogo del zada controlax la hemorragia local. El tomiquete debe anoja¡se de
arninoácido lisina y se ha utilizado durante muchas décadas para ma¡rera lenta mienhas se observa el apósito en busca de signos
disminuir la hemorragia en pacientes ginecológicas con hemor¡agia de hemorragia. Si no sangra de nuevo, se deja el tomiquete total-
uterina gra!'e, pacientes sometidos a cirugía ca¡diaca y ortopédica, mente flojo, pe¡o no se retim en caso de una hemorragia recurrente-
y hemomicos a quienes se les practican hatamientos dent¿les, No debe intent¿.Ne la conversión de u¡ torniquete a un ¿pósito en
Cuando se activ¿ la cascada de la coagulación (véase la ¡'igura 9-6) las siguientes situaciones: (1) presencia de shock Clase l o ry (2)
para forma¡ un coágulo de san¡ge como resultado de una lesión, se a¡nputación completa, (3) incapacidad de obsen'ax al paciente en
inicia el proceso de descomposición de d.icho coágulo satuuíneo. caso de la recu¡rencia de la hemomgia, y (4) tomiquete aplicado
El ATX interfie¡e en ese p¡oceso de descomposición paxa mantener más de 6 horas.to El control de la hemoragia intema debe ser opti-
y estabiliza.¡ el coágulo ¡ecién formado mizado aplicando férulas a todas l¿s fractuas.
Se han realizado dos estudios que demuestEn que el ATX l¿s técnicas para mantener la temper¡¡tu¡a corporal normal,
puede mejorar la mortalidad del paciente con traruna.$re En el como se ha desc¡ito, son aún m¡ás importantes en el ciso de tiempo
primer estudio, denominado CRASH-z y que ha sido realizado en de transport¿ción prolongada. Ade.más de wl compa¡timiento calen-
40 países, se evaluó el ATX en los pacientes adultos con hauma que tado para el paciente, se debe cubrir a éste con m¿ntas o materiales
tenían o poüían tener una hemoragia significativa.$ Con et ATX se que conserven el c¿üor corpora.l; incluso las bolsas de basura de
CAPÍTULO 9 Shock 245
plástico gandes aludan a prevenir la pérdida de calor. los líquidos y 2 ml-/kg/hora en lactantes menores de 1 año. [a producción de
int¡avenosos deben calentarse a.ntes de ser administrados. orina menor que estas cantidades puede ser un indicador cLave de
En circunstancias de transportación prolongad4 el acceso que el paciente requiere mayor infusión de volumen.
vascular pa¡a la administración de líquidos puede ser cúüco, por Si el tiempo y los protocolos locales lo permiten, durante la
lo que se deben establecer dos líneas Iv de calibre grande. Pa¡a tnnsportación prolongada debe considera¡se la colocación de una
niños y adultos, la inlposibüdad de obtener acceso venoso percu sonda nasogástrica en todos los pacientes intubados, a melos que
L'áneo vascular puede requerir el uso de una vía intraósea" como ya se sospeche la existencia de Aactu¡as en el tercio medio facial del
se describió. En el caso de pacientes en quiencs se sospecha hemG paciente. Si se confrma lo anterior, debe consideraxse la coloca-
rragia en curso, se debe mantener la tensión arterial sistóüca en el ción de un catéter orogást¡ico. La distensión gástrica puede causar
int€rvalo de 80 a 90 Írm Hg o TAM de 610 a 65 mm Hg, con lo que por hipotensión y arritmias inexplicables, en especial en los niños. la
lo genera-l puede continuarse con la perfusión de los órga¡os vitales colocación de una sonda nasogiástrica u orogástrica también puede
y con menos riesgo de provoca.r una nue hemorragia intema l,os disminuir el riesgo de vómiro y aspúación.
pacientes con sospecha de LCT o lesiones de la médula espina.l deben Dura¡rte un¿ tmnsportación plolongada, la evaluación de la
tener una tensión arleri¿l sistólica por arriba de 90 a 100 mm Hg. situación y la respuesta clínica del paciente a la reanimación son
Se deben reevaluar con frecuencia los signos vit¿les pa¡a fundamentales para determinar el resultado. Existen informes alen-
cont¡olax la respuesta a la reanimación. Lo siguiente debe ser docu- tadores que apoyan el uso del sopote vital de trauma y t¡aslado
mentado a intervalos en serie: fTecuencia respimtoúa, frecuencia (Lsllfi, Integrated Medicol Sustems) pa.ra el seguimiento de los
del pulso, tensión arterial, color y temperatum de la piel, llenado pacientes con lesiones cític¿s durante el traslado. Esta ca¡ra de
capilar, puntuación de EGC, SpO, y DTCO, (si se tiene). transporte, que contiene todo el equipo de vigilancia para una unidad
A pesar de que por lo regr¡la¡ no se requiere la inserción de de cuidados intensivos móvil, ha moshado resultados p¡ometedores
un catéter urinado en circmstancias de t¡aslado nápido, ügilax el en los mütares pa¡a el transporte de los pacientes con lesiones cí-
gasto urina¡io es una práctica impoúante que puede arudax a guia.r ticas, así como en la trunsferencia de pacientes con lesiones cíticas
las decisiones de un trat¿miento adicional de líquidos durante la en la práctica civi1.60 I¿s desvent4jas de la utilización de dichos
t¡ansportación prolongada- Si los protocolos locales Io permiten, se dispositivos son el costo y el peso. Si logra¡¡ supera¡se estos obstá-
debe considerar la inserción de un catéter uúnario paxa conholax la culos, podía haber urla aplicación más amplia de estos dispositivos
producción de odna. l,a p¡oducción adecuada de odna es del mngo cua.¡rdo el traslado del paciente trarnatizado con lesiones críti-
de 0.5 ml&g/hora en adultos, I ml/kg/hora en pacientes pediátricos, cas es prolongado.
El shock provoca un estado de hipoperfr|sión generaliz¿¡da, que causa hipoxia celular, metabolismo a¡racróbico.
pérdida de la producción de energí4 acidosis láctic¿, hipotemia y la muerte si no se trata de ma¡em adecuada
I En el paciente con haum4 la hemorragia es la causa de shock más común.
¡ l,a atención a.l pacient€ en estado de shock, o que puede entrar en shock comienza con una ela.luación apropiada
y completa dcl paciente con un antecedente del evento y un estudio visual ¡ripido en busca de signos evidentes de
shock y pérdida de sangre.
El objeti!'o principa.l del hata¡niento es identificar la fuente probable de la hemorragia y, de ser posible, tmt¿¡la
de forma específica En el contexto prehospitalaxio, este enfoque es miís eficaz cuando la fuente de hemorragia
es crtema. La hemorragia intema se puede tratar de rnaJrera de.finitiva sólo en el entomo del hospital, por lo que es
ñmda¡nental el baslado r4)ido del paciente al hospital ap¡opiado.
Una hemorragia extema se debe controlax con presión di¡ecta" y aplic¿x a conünuación un apósito compresivo. Si
esto es ineficaz, se puede aplicar un tomiquete en la extlemidad proximal al sitio de la hemonagia- En el to¡so se
puede utilizi un agcnte hemostático topi, o.
En algunos casos se pueden corregir de maneru temporal las fuentes no hemorrágicas de shock en el paciente con
tral.ulla (p. ej., neumotóEx a tensión).
Todos los pacientes traumatizados en est¿do de shock, además de mantener r.rna oxigenación adecu¿d4 requieren
de rescate rápido y traslado expedito a una institución de atención deflnitiva donde se pueda identiñcax y tmtax de
modo específico la causa del shock.
No se debe retrasax el tr¿.slado por medidas como el acceso IV y volumen de infusión. Estas intervenciones deben
hacerse en la ambula¡cia durante el tm¡rsporle.
Se debe evita¡ la infusión demasiado agresiva de líquidos pa¡a minimiiár aún más la hemoragia y fomración de
edema en pacientes con shock hemonágico después de un t¡aumatismo.
e46 SOPORTE V TAL DE TRAUI\¡A PREHOSP]TAIARIO, OCTAVA EDICION
5u compañero y usted son envi¿dos a atender a un hombre de 23 años que fue agredido. A su llegada, usted encuentra al paciente sentado en
el suelo con señales de angustia moderada. Afirma que acababa de retirar un poco de d nero de un cajefo automático y regresaba a su coche
cuando fue asaltado por dos hombres, quienes lo golpearon y patearon. Refiere do or en las costillas inferiores izquierdas, abdomen superior
izquierdo y la mandibula.
La fev sión física del paciente revela color pálido de la prel, una contusión en el lado zquierdo de la mandíbula y dolor a la palpación sobre las
costillas infenores zquierdas y en el cuadrante superior izquierdo del abdomen. 5us s gnos vit¿les 5on pulso de 1 12 latidolminuto, tensión alrerial
de 100/64 mm Hg y frecuenc a respiratoria de 22 resplrac¡oneyminuto y regular. Los ruidos respiratorios están presentes de forma bilateral Usted
lo transfiere a a ambulancia para preparar su tr¿slado al hospital.
I
Usted reconoce que este pac¡ente presenta signos de hipovo emia (aumento de ia frecuencia c¿rdiaca, drsminucrón de la tensión atrerial y
¿umento de ia frecuencia resprrator a) Usted es1á preo(upado por a posibrl d¿ci de un¿ es ón en el b¿zo de este paciente. Lo tr¿nsfiere de lnme-
d ato a la ¿mbu anc a y dd nstrucciones a su cornp¿ñero para comenzar el tras ado ¿ centro de trauma más cercano.
En el camrno, e ¿plica oxigeno e n cra una línea lV de calrbre grande, dando en este punto só o liqu do en c¿ntidades minrmas. Usted avisa
al centro de trautna de sus hallazqo5 y preocupaciones y que está en cam no. E pac ente es trds adado sin problemas sin cambios en su condic ón
nl en los signos v tales.
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€¿48 SOPORTE VITAL DE TRAUIVA PREHOSPITALARIO, OCTAVA EDICIÓN
Suelte y retire eltrocar desde el centro de la Conecte la jeringa con soiución salina al centro
aguja. de la aguja. Tire hacia atrás ligeramente con
el émbolo de la jeringa, en busca de líquido
de la cavidad de la médula para mezclar con
la solución salina. Las punciones "secas"
son comunes.
Aplicación de tonniquete
E n estas fotos se presenta el torn q uete Con]bat Appl catron Tourniquet (C -A-T). 5e puede ut izar cualq u er torniquete aprob¿do Tenga
en cuent¿, que en las fotos el proveedor no llev¿ gu¿ntes porque está demostrando la autoap cación del torn quete C-A-T a su prop a
extremidad. Siempre se debe usar PPE adecuado dur¿nte ¿ evaluacrón y e tratamiento de un paciente.
:
;
Inserte la extremidad herida a través del bucle de .lale y apriete la banda autoadhesiva, y sujete de
la banda autoadhesiva. manera firme sobre la misma.
t
CAPÍTULO 9 ShOCK 851
Grre ¿ varil ¿ de mo inete hdst¿ que l¿ Bloquee la varilla en su lugar con el c[p de
hemorr¿gi¿ se detenga (por o general, no más rarol nete.
de tres q ros de 180 gr¿dos)
Adh er¿ la band¿ sobre la vari i¿ de mo inete. Asegure La varilla y la b¿nd¿ con a b¿nd¿ de
Dórd ó, F.t.o-1 d rdó peq-end> Co.tr, .e mo inete. SLrjete a banda, trre con fuerza,
con la adhes ón de a b¿nd¿ alrededor de l¿ y adhiera a] g¿ncho opuesto en e c|p de
exlrer¡ roa o molinete
E5E! SOPORTE VITAL DE TRAUMA PREHOSPITALARIO, OCTAVA EDICiÓN
Tire de l¿ banda autoadhesiva, apriete, y sujete Gire la varill¿ de molinete hasta detener Ia
con fuerza sobre la misma. hemorragia (por lo general, no más de tres
vueltas de 180 grados).
GAPÍTULO 9 Shock e53
Bloquee la varilla en su lugar con el clip de Fije la varilla con la banda de molinete. Sujete
molinete. la banda, tire con fuerza, adhiera al gancho
opuesto en el clip de molinete.
254 SOPORTE VITAL DE TRAUI\,1A PREHOSPITALARIO. OCTAVA EDICIÓN
a
E5€¡ SOPORTE VITAL DE TRAUMA PREHOSPITALARIO, OCTAVA EDICION
aseOure et extremo distal del vendaje para mantener la presión constante ¿ fin de controlar l¿ hemonagia.
@
r Relacionar la cinemática del traumatismo con la I Comparar la fisiopatología, el manejo y las
posibilidad de lesión cerebral traumática (LCT). consecuencias potenciales de tipos específrcos de
LCT primaria y lesión cerebral secundaria.
¡ Incorporar el reconoctmiento de las
manifestaciones f isiopatoló9icas y los datos r ldentificar los criterios para las decisiones
históricos significativos de l¿ LCT en la evaluación de atención en lo que respecta al modo de
del paciente traumatizado para formular una transporte, el nivel de atención prehospitalari¿
impresión de campo. y los recursos hospitalarios necesarios para el
manejo adecuado del paciente con LCT.
¡ Formular un plan de intervención de campo para
tiempos cortos y prolongados de traslado de los r Anal¡zar el papel de la hiperventilác¡én en el