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I Definir shock. Diferenciar clínrcamente los tipos de shock.

¡ Explicar la forma en que la precarga, la poscarga Analizar las limitaciones del maneio de un shock
y la contractilidad afectan el gasto cardlaco. en campo.

T Clasificar el shock según la causa. ldentificar la necesidad de un transporte rápido y


el manelo inicial definitivo en las diversas formas
I Explicar la fisiopatologfa del shock y su progreso a de shock.
través de las etapas.
Poner en práctica los principios del maneio de
shock en el oacieñte con trauma.
214 50PORTE VITAL DE TRAUMA PREHOSPITATARIO, OCTAVA ED C]ÓN

Su compañero y usted son enviados para atender a un hombre de 23 años que fue agredido. A su llegada, usted encuentra al paciente senlado
en el suelo con señales de angustia moderada. Afirma que acababa de retirar un poco de drnero de un calero automático y regresaba a su coche
cuando fue asaltado por dos hombres, quienes lo golpearon y patearon. Refiere dolor en l¿s costi¡las ¡nferiores izqu¡erd¿t ¿bdomen superior
izqu¡erdo y la mandibula.
La revisiÓn física del paciente revela color pálido de la piel, una contusión en el l¿do izquierdo de la mandíbula y dolor a la palpación sobre las
costillas inferiores izquierdas y en el cuadrante supenor izquierdo delabdomen. 5us signos vitales son pu¡so de 112 iattdovminuto, tensión arter¡al
de 100/64 mm Hg y fecuencia respiratoria de 22 respiracionelminuto y regular Los ruidos respiratorios están presentes de form¿ bilateraj. Usted
lo transfiere a la ambulancia para preparar su traslado al hospital.

¡ ¿Qué les'ones espera ver después de este as¿lto?


I ¿Qué tratamiento daría ¿ estas lesiones en el campo?
I Uled está a 15 minutos de distancia del centro de atención para traumatismos más cercano. ¿De qué forma altera esto sus planes para
hacerse cargo de la s¡tuación?

('()nsi(krrabl('. rlsÍ (rnmo subproductos aonto cl ácido lácrico (qt¡c son


l)oljtldicialcs l)a[r ('l (,Lrttlx)), I por l¡llinl() Inl({k' ]leg¿u.¡r ser.jnever,
Como se ¡uralizó en el UapÍt.ulo l. Fisiología.lc 1a sible. Si¡ emb go, puede tener la encrgía sr¡fciente p¡r'a ¿dil[('nl{r
\id¡ )'lil l¿Ls cóhti:r-s (h¡r¿rnla cl ticntpo que sc Icqlricl.¿ a lin de qr¡c ol cucq)o
r¡rnlr-tc, l- a nloalo (lc Llllit l)rcvc rcs('tl¡
aquÍ. ol shock despufs rk'un ltaum¿ h¡ si(lo rcslablezc¿r sll nl('1i x)lislu noltn¡1. corr la ¿r'uil¿ del pt.ot,i't'tlor de
i(lcrrlifi( ir(lo duLan{c nl¿is {l(' tlcs sigk)s. Santuel Gfoss lo dcsclibi.i (l¡id¿dos pl eh( )spil¡li¡lios.
or lSi2 (.(nüo un blrsco (lesduste de la nl¡rlt¡in¿t-i¡ r¡e ia \jda ,L ) Si el rrrel{b()]islllo anaer(i])i(.o no sc rc\ieÍe dc ltntn¿ t.¡il)ida. l¡s
Jc¡iur ( t¡llirts \fiurcn co¡llo ll¡ra pausa ntollct)l:iltaa clt cl ¿rclo (le llt
cóhrl¿s suspcndcn slt ftucionnlllicnlo v nll¡cl.elr- Si lür nlinn¡t) (rntsi
nruc|lc .'Fll shock ¿Li consliluJe u¡ I¿r(.t(Jr ce¡ttral en las c.ars¡s dcrablc (lc célll¡rLs {k'ull (irg¡[ro nlL¡ere . el rir.gano deja rle funcionar
rk. rrravor- ruorbilidad I lrto ¿lidad en el ]r¿tcionlc traumatizado_ ljl Cluando llrtlcrer los órg:ülos, e] p¿rci(rll0 pLLecle f¿ükrtr
cli¿glústi(o r'¡rpido, la rcanirlaci(in y cl trlanc,jr) dcfiniti\o d('l sho( k La sensibili.lacl dc l¿rs células por I¡ fhlta de oxígeno \'ari¡ dc un
r.'sulliuifcs (iel trauria s(D fiuldamcnl¡l('s l)¡f¡ (lelemtinar el rcsla sjstcnu a {.)1ro. I.lsl¡ scllsibilidá(¡ sc (lct¡{ llill¿1 sfnsibilid¡d isquérnica
Itc{ i¡ric l() (lcl p¿(.ie¡te. (Ialla de oxígeno )\'es mayor en ei ceft,bnr. el corazcíi y los ¡rLrLrrotu's.
Dll el ánibilo prclurslrilidario. cl rcto fol¡l)úllico ql¡c l-cpt-osenlrr EI mctabolis¡ro anact_óbico pucdc ¡¡rdal sólo I a [i millLt()s ¡nlas dc
rrn lltci(\rtc cn estado da' sho.k sc integra lxr.la rx{ esi(la(l de eulu:u que uno o nlas (1. ¡slos ó¡ga os \'ilillos (lucdon lesic¡r¡tlos sin po,
l'cllid r a csto ipo dc p¿l(.i{.nlcs cn Lül ¿u l)i('lrte rel¿üi\'antente ¿lusi. sil)ili(l¿d dc r'(\'ulx'false. L¿r piel V el teJi(lo rnl¡sclrlal. tienel ulla sel|si-
ro, ) :l laccs pcligKlso, r'rr t'l <tral se carece de illslrunlentos do di¿g l)ili(l¿rd isquénlic¿ signilicati\.a¡Lentc uliLs prolongada (hrLsl¿ (lc .l ¿ (l
rtrjstic'oy cc¡ntrolsofsti( ¿(l()s, o poco ptá(,ti(r)s. Iistc capít tlo sc (,(,rrtr¡ horas). Los rirgan<is irlxk)min¿Llos lxn lo g('ncr¿rl cstdn considelados
olr l¡rs c¿ürsÍr,s de shock tr¡llnr¿ilico ],- descdlx. l{)s c¿u bios fisiopatol(; cnüe estos dos gn¡|r)s l licnfn la (.¿U)¿¡(.i(l¿rcl clo sobler,ivil tle -1!r ¿¡ !10

gi( ()s l)r('s('rrtcs püa ¿vu(l¡¡-etr l¡rs estr¿legias (k. contlol dir.ccto mintltos al met¡lx)lislllo ¿naeróbico (l'igrüa 9-l).

Fisiología del shock Figura 9-1


Metabolismo
r\ nl:¡lr('r¿r dc rcpaso. Jas t(lulas mantienen sL¡s li¡nci(mcs rtrotab(i
licits llolnlales medi¡ntc l¡ ))r(xlu(](ri(in v oi l¡so dc anergía cn Iint¡ta
dc flili)sli¡o de adeDosir)a (.{TP). El uúltrxir rn:is eficiente ¡r;ua
Corazón, cerebro, pulmones 4 ¿ 6 minutos
gcrrafiu ost¡ eriergí¿ n('{ os¡ria (,s l)or ute(lit) tlel } (ktL)ollstno lo ó-
,irl). l,ils ('¡hllas abs()lüell el oígeno ) Ia ght{ osa }'' ios mctaboliza Riñones, hlgado, tracto 45 a 90 rrinutos
¡ trir,!!s (ie un proceso fisiol(jgi(.o (:(nnplcjo q o fr(Xluac cnolgi¡ y gastrointestrnal
los sLlbproductos dc aglt¡ y dióxido de { ¿r¡x)lt().
( i)ntr-¿uio al nrclabolisnto ac¡ óbico. r'l ,/,,rrrln)tlsDta Múscu o, hueso, p el 4 a 6 horas
ai¡a(1tiL)¡&
sc l)rodllcc siri el uso da {)xigc (}. Fls cl sisler a rle eller.gía de resowa Fuellter Amer can Colleqe of Surgeo¡s (ACS) Comrnitlee on Tr¿um¿
(k'l ( r('r'1x) I uliliz¡ corDo lilelfe (le energi¡ la gritsit (.o4ror-al ¿tl¡lacc Advanced Irauma Ltfe Suppaft for Doctors Student Cautse Manual
n¡tla. I)es¿fotturad¡r¡u'lltr'. tl lltet: x¡lismo ¿nitcl-óbico sólo pru,rk, 7th ed. Chic¿go, lLr ACS; 2004.
ocll¡úr dlf:urtc r:ln ticnU)o cotto. prodr¡ce lttr'nos cttt'rgía cle nta.rteu
CAPíTULO 9 ShOCK e19

Por lo tanto, el mantenimiento de la ñ¡nción normal de las


células del cuerpo depende de La relación crucial y la interacción de
varios sistemas co4)orales. l,as vías rcspiratoias del paciente deben
estar permeables y las respi.raciones deben ser de un volumen y Entre los tipos más comunes de shock observados después
profundidad adecuados (véase el Capítulo 8, VÍa aérea y ventila-
de un trauma en el ámbito prehospitalario figuran:
ción). El corazón debe ñmciona¡ y bombea¡ con norrnalidad. Dl
sistema circulatodo debe tener suficientes eritrocitos disponibles
r Shock hipovolémico
pa¡a enhegar las canüdades adecuadas de oxígeno a las célu.las de r
Tamaño vascular más pequeño
tos tejidos en todo el cuerpo, de modo que estas células pueden .Pérdida de sangre y líquidos
producir energía -Shock hemorrágico
I¿ evaluación prehospitataria del paciente tTaumatizado tiene r Shock distributivo
Ia ñnalidad de prcvenir o revertir el metabolismo anaeróbico, con I Espacio vascular más grande de lo normal
lo que se eüta la muefte cehtar y, en última instanci4 el deceso del
paciente. El principal énfasis de la eraluación prima¡ia es tener la
- Shock neurogénico (hipotensión)

seguridad de que los principales sistemas del cuerpo están traba-


r Shock cardiogénico
jando de m¿nera co¡recta en co\irmto, en particulax que la vía aérea r El corazón no bombea de manera adecuada
del paciente esté permeable, y que la respi¡ación y Ia circulación sean ¡ Resultado de lesión card¡aca
adecuadas. Estas ñnciones se maneja¡r en el pa€iente traumatizado
mediante las siguientes accionesl

r M¿ntener una vía aé¡ea y ventilación adecuadas, lo que del líquido (que se desempeña como líquido hidntulico), los l?sos
proporciona el oígeno que requieren los erihocitos (véase sanguíneos (que ñücionan como los conductos o hüerías), y, por
el Capíh¡lo 8, Vía aerea y ventilación) último, las céltrlas del cuerpo. Con base en estos componentes del
I Ayudar a la ventilación pot medio del uso acertado de sistema de perfusión, el shock se puede clasificar en las siguientes
oígeno suplementaxio categoías (Figua $2):
I Mantener una ci¡culación adecuad4 lo que iriga a las
céh¡las tisula¡es con sa¡rgre oxigenada
L, El sh.ock hi.powl,ánrico es principa.lmente hemorrágico en
el paciente con trauna y s€ relaciona con la pérdida de

Definición de shock gióbulos circul,antes con capacidad de transponz¡ oxígeno


y volumen de líquido. Esta es la causa mrás común de shock

La principal compücación de la intemrpción de la fisiología vital en el paciente con tmr¡ma"


normal se conoce como shock. Este es un estado de canbios en 2, El shack d,istriAuüw (o uasogénico) est¡í relacionado con
la función celulax de metabolismo aeróbico a metaboüsmo a¡aeró- anomalías en el tono vascr¡la¡ derivadas de va¡ias causas
bico secunda¡io a la hipoperfusión de las células tisula¡es. Como diferentes.
resultado, el suministro de oúgeno a nivel celu.la¡ es insuficiente 3. H shnck cord:ingéniitú se relaciona con la interferencia de
paxa satisfacer la.s necesidades metabólicas del cuerpo. Shock no se la acción de bombeo del corazón.
deflne como tensión arteriat bqj4 frecuencia úpida del pulso, o piel
fría y pegqjosq éstas son sólo manifestaciones sistémicas de todo Por mucho, lia causa lrr.ás comrÍl de shock en el paciente trau-
el proceso patológico denominado shock. La deffnición conecta de matizado es la hemonagi4 y el enfoque más segwo en el manqio
shock es fa.lta de perfusión tisular (oxigenación) a nivel celulal, que del paciente traumatizado en estado de shock es considerax que la
provoca metabolismo anaeróbico y pérdida de la producción de la causa de dicho estado es l¿ hemoragi4 hasta que se demueshe lo
energía necesaria para mantener Ia vida. contrano.
El shock puede matar a ur¡ paciente en el campo, el departa-
mento de u¡gencias, el quircf¿no o la unidad de cuidados intensivos.
Aunque la muerte real puede p¡oducirs€ después de vaxias horas,
días o incluso semanas, la causa más común de muerte es la falt¿ de
Tipos de shock
rma reanimación oportuna- La ca¡encia de perfusión de las células ünaurnáüico
con sangre oxigenada da como resultado met¿boüsmo anaeróbico
y menor función de células, necesaúos para Ia supervivencia de Shock hipovolémico
los órganos. Arm cuando algunas células en principio se salvan, la La pérdida aguda de volumen de sangre por hemorragia (pérdida
muerte puede o€urrir después debido a que las células restantes de plasma y eútrocitos) provoca desequübrio en la relación de
no pueden cumplir de foIma adecuada la ñ[ción de ese órgano de volumen de líquido con el ta¡naño del vaso. Éste conserva su tamaño
manera indefnida- normal, pero se reduce el volumen de líquido. El tipo de shock más
comú¡ en el ambiente prehospita.laxio es el hipovolémico, y la
pérdida de sangre es por mucho la causa más común de shock y
Elasificación de shock la nuís peligrosa para pacientes con traumatismos.

traurnático Cuando se pierde la sangre de la ci¡culación, el corazón es esti-


mulado para aument¿x el gasto cardiaco, lo que aument¿ La fuerza y
I-os principales determinantes de la perfusión celula¡ son el corazón la velocidad de las contra.ciones. Este estímulo es re$¡ltado de la
(aue actúa como la bomba o el motor del sistema), el volumen liberación de ep¡nefr¡na de las gl'índulas supmxrena.les. Al mismo
?2O SOPORTE VITAL DE TRAUMA PREHOSPITALARIO, OCTAVA EDICIÓN

tiempo, el sistema nervioso simpático 1ib€r¿ norepinefrina para que manüenen esta cantidad de hemorragia sólo requieren
constreñir los vasos sanguíneos, reduci¡ su tanaño y proporcionarlo líquidos de mant€nimie¡to, siempre y cr¡a¡rdo no s€
de ¿cuerdo con el volumen de ljquido restante. l¿ !"soconshicción prodüzca u¡ra mayor pérdida de sangre. Los mecanisnos
da como resultado el ciere de los capilaxes periféricos, lo que reduce de compensación del cuerpo restablecen la proporción del
el sr¡ministlo de orilgeno a las céldas afectadas y obliga a cambiar el vaso intra!"scr¡la¡ y el volumen de lÍquidos, arudando a
metabolismo aerobico a anaerobico a nivel celular. mantener la terEión arteúal.
Estos mecanismos de defensa compensatodos funcionan bien Ia henwrrogia clnse ll representa una pérdida de 15 a 3{M
hast¿ al$in punto y ayuda¡l a mantener los sigros ütales del paciente del volu¡nen de sangre (750 a 1500 mJ,). La mayoría de los
dura¡te al$in tiempo. Un pa.iente con sÍntom¿.s de compensa.ción adultos tienen la capacidad de compensar esta cantidad
(como taquicaxdia) ya esá en estado de shock, no rpor entrar en de pérdida de sangre mediante la activación det sistema
shock". Cuando los mecanismos de defensa ya no pueden compensar nervio6o simpático, que mantiene la tensión axterial. I.os
la cantidad de sangre perdid4 la t€nsión arteúat de un paciente hallazgos dínicos incluyen el aumento de la frecuencia
caeñí Esta disminución de la tensión a¡terial ma¡ca el cambio de rcspiratori4 taquicardia y rm pulso reducido. Los indicios
shock compensado a descompensado, lo que constitwe una señal clínicos para esta fase son taqücardi4 taquipnea y ter¡sión
de muerte iruninente. A menos que se aplique lma reanimación muy arterial sistólicanormal. Como Ia tensión axterial es normal,
intens4 el paciente en shock descompensado tendrá sólo una etapa se tmt¿ de rm "shock compensado", lo que significa que el
más de decadencia: shock irreversible, que conduce a la muete. paciente se encuentra en shock, pero por el momento üene
capacidad para compensarlo- El pacient€ con frecuencia
demuestra ansiedad o miedo. Aun cuando por lo general
Shock hemorrágico no se determina en crunpo, en el adulto di$ninuye de
manera ligera la producción de orina de 20 a 30 mlÁora,
El humano adu.lto promedio de 70 kg (150 libras) tiene un volumen
en un esfueEo por preservax líquidos. En oca.siones estos
aproxinado de 5 litros de sangre circulante. El shock hemoEágico
pacienies pueden rcquerir rma transfusión de sangre en el
(shock hi¡rovolémico resultante de la pérdida de sangre) se clasifica
hospitsl; sin embargo, la mayoría responde bien a la infu-
en cuatro clases, lo que dependerá de la gravedad y cantidad de la
sión de crist¿loides si la hemorr¿gia s€ controla en este
hemorragia (Fi8¡tra 9-3). I-os nlores y descripciones de los crite.
punrc.
rios enumerados para estas clases de shock no deben interpretaxse
como determinantes absolutos del tipo de shock, ya que existe una
Ia hen ,rra.giar clcse 1I1 representa una pérdida de 30 a
40% del volume[ de sangre (1500 a 2000 ml). Cuando
superposición signiff catiw:
la pérdida de sange alcanza este punto, la mayoía de
los pacientes ya no tienen la capacidad de compensar la
L La h mormgia crrs¿ 1 representa una p&dida de hasta pérdida de volumen y se presenta hipotensión. Las conclu-
15% del volumen de san€Fe en adultos (hasta 7b0 mL mili- siones cl¡ísicas de shock son eüdentes e incluyen taqui-
lihos), Esta etapa tiene pocas madfestaciones clínicas. l¿ caxdia (frecuencia caxdiaca nuryor a 120 latidovninuto),
taquicardia con frecuencia es mÍnim4 y no s€ presentan taquipnea (ftecuenciia ventilaforia de 30 a 40 respiracionel
ca¡nbios mensurables en La tensión a¡teriat, et pulso o la minuto), y ansiedad o conñrsión. ta producción de orina
frecuencia ¡eq)iratoria l¿ mayoría de los paciente€ sarios cae de 5 a 15 ml/hora Muchos de eatos pacientes requed-

Pérdida de sangre < 750 750-1 s00 1500-2000 > 2000


Pérdida de sangre (% de < 15o/o 15-30% | ZO-qOVo > 4oo/o
volumen de sangre)
Pulso < 100 '100-120 120-140 > 140
Tensión arterial Normal Normal Dism¡nuyó Disminuyó
Presión de pulso Normal o aumentó D¡sminuyó Dism¡nuyó Disminuyó
Frecuencia respiratoria 14a20 20-30 3H0 >35
5NC/condición mental Ligeramente ansioso Levemente ansioso Ansioso. confundido Confundido, aletargado
Reemplazo de llquidos Cristalo¡de Cristalo¡de y sangre Cr¡staloide y sangre
Not¿j los v¿lores y las desc¡ipciones de lo5 criterio6 enumer¿dos p¿ra €stas clases de sho(k no deben interpretaEe como determjnantes absolutos de la clase de shock, ya
que exist€ una superposición siqnifi(ativa.
Fuer¡e- De Americ¿n College of Surgeons (ACS) Committee on Trauma. advancd Trauña LiÍe SuWoft for Docto6: Student Cou':Je Man¡J¿l 8th ed. Chicago, tL: ACS; 2008.
cAPfTUtO 9 Shock e¿21

ú.n ffa¡sfusión sanguínea e intervención quÍúrgica paxa


una rea¡rimación y control de la hemonagiia adecuados.
4. Lo hemomgin clnse /V rcpresenta una pérdida dc más de
4(P/o del voluncn de s¿¡gre (mayor dc 2000 mL) Esta eta- liofilizado es utilizado en campo en var¡os
El plasma
p¿ de shock gr¿ve se ca¡¿cteriza por taquica¡dia maxcada
países. A la fecha se encuentr¿ en estud¡o en Estados
(frecuencia cardiaca mayor a 140 latidoyminuto), taquip-
Un¡dos para su uso por parte de los servic¡os méd¡cos
nea (frecuencia respiratoria mayor a 35 respiraaiones/
minuto), coniusión o letargo profundo y disminución im de urgencia (5MU), y es ut¡lizado por var¡os s¡stemas de
portante de la tensión a¡terial sistólica, que por lo común SMU y servicios médicos aéreos en Estados Unidos.
oscjla en el rungo de 60 mm Hg. Estos pacientes teal¡rente
sólo cuentan con algunos ninutos de vida (Figua 94).
l,¡t supervivencia depende de un conhol ifinediato de la
hemorragia (cirugia para la hemona$a intema) y una
¡caninración sumamente intensa que incluye t¡a¡rsfusiones requiere est¿ alta proporción de líquido de reemplazo porque sólo
de sangre y plasr¡ra con cristaloides mínimos. alrededo¡ de uIr cuafo a un tercio del volwnen de una solución
cristaloide isotónica (como la solución salina normal, o solución de
l¿ rapidez con que un paciente desanolla un shock depende de Ringer lactato) pemranece en el espacio inbavascular de 30 a 60
l¿ rapidez con que ocura La pérdida de sangre. Un pa4iente trauma- minutos después de la inñlsión-
tizado que ha perdido sangre necesita que se controle el origen de la Thmbién se ha demostrado en investigaciones acerca del shock
pérdida de s¿mgre, y si dicha pérdid¿ es significativ4 la sargre debe que la administración de un voltunen limitado de solución de elec-
ser repuesta- El líquido que se ha perdido es s¡úgre completa que trolitos antes del reemplazo de sargre es el enfoque correcto canino
conüene todos los componentes, lo que incluyc eitrocitos con capa_ al hospital. El resultado de administrax demasiado cústaloide es
cidad de tmnsportar oxfgeno. factores de coagulación y proteÍnas mayor fquido intersticial (edema), lo que pelludica la Íansferencia
pa¡a m¿ntener la p¡esión oncótica. de oxígeno a los eúhocitos ¡estantes y células tisulares. Además, el
Por lo general, en el a¡nbiente prehospitala-rio no se cuenta con objetivo /¡¿ es aumefltar Ia teNión arterial a niveles normales, sino
reemplazo dc sa¡gre entera" o incluso el conhol de componentes; sólo proporciorur suficiente líquido p¿üa mantener la perfrBión y
por lo tanto, cuando se trata a pacientes con tlatuna con shock proporcionar eritrocitos oxigenados paxa el corazón, el cerebro y los
hemo[ágico, los proveedores deben tomax medidas para conholax pulmones. El aumento de la tensión axteúal a niveles normales sólo
la pérdida de sangre e.xtem4 proporcionax solución de electrolitos ayuda a diluir los factores de coagulación, interumpir la fomación
intmvenosa Nínima (n) (plasm4 si lo hay) y efectuar rur t¡aslado de coágulos y aumenta¡ la hemo¡ragia.
nípido al hospital, donde se cuente con sa.ngre, plasma y factores de La mcjor solución crista.loide paxa el uat¿rniento de shock
coagulación, y se pued¿n re¿lizax los pasos operatoúos emergentes hemorrágico es la solución de Ringer lactato. La solución salina
para cont¡olar la pérdida de san$e (Figura $5). normal es otr¿ solución cristaloide isotónica que se puede utiliza¡
lN'estigaciones acerca del shock han demostrado que la propor- para reemplazar el volumen, pero su uso puede producir hiperc¿o-
ción de reemplazo con un¿ solución de electrolitos pa¡a la sa¡gre remia¿ (marcado incremento de clomro en Ia sangre), lo que provoca
perdid¿ debe ser de 3 litros por cada litro de sa¡r$e pedido.r Se acidosis.
Con la pérdida significativa de sang¡e, el reemplazo óptimo de
líquidos ideal es 1o más cercano a la s¿ngre completa posible.rr' El
primer paso es la administxación de edtxocitos y plasma envasados
en una proporción de 1:l o l:2. Esta int€rvención está dirsponible
actualmc¡te sólo e¡ hospitales civiles. I-as plaquetás, criop¡ecipitado
y ohos iactores de coagulación se agregan segrin sr¡s requedmientos.
El plasrB contiene un gr"-n número de factores de coagulación y
ohos componentes necesaxios para conholar la pérdida de sangre
de los lasos pequeños. Existen l3 factores en la cascada de coagu-
lación (Figur¿ 9{). En pacientes con pérdida masiva dc sa¡rgre que
rcquieren grandes volúmenes de rcemplazo de este fluido, se pier-
de la mayoúa de los factores. La transfL¡sión de plasma es una fuente
confable de la mayoría de estos factores. Si se prodÚo u]ra pérdida
importante de sangre, se requiere de un manejo operativo paxa
controlax la hemormgia de vasos ga¡rdes o, en algunos casos, la co
locación endolrascula¡ de bucles o espo4jas de coagr¡lación.

Shock distributivo (vasogénico)


El shock distributivo, o shock vasogénico, se produce cuando el vaso
Figura 9-4 La pérdrda masiv¿ de sangre, como la ocurrrda por la víctima \'"ascular aumenta sin un incremento proporcional en el volumen de
de este accidente de motocicleta, puede causar de manera rápida la líquido. Este shock por lo común se observa en pacientes con tlaulna
aparición de shock. de médula esDinal.
fuenrer Fotogralí¿ cortesía de A r 6l¿cie6. sLr z¿
ae¿e¿ SOPORTE VITAL DE TRAUMA PREHOSPITALARIO. OCTAVA EDICIÓN

Ruta extrínseca Ruta ¡ntrínseca


(factor tisular) (activación del contacto)
Contacto con vaso dañado
Daño t¡sular

t FactorXlla+
Y
Factor Xll
Factor t¡sular
Ca*+
I
Factor Vll- r+ Factor Vlla Factor Xl Factor Xla
* Ca**
Factor lXa - l Factor lx
Ca**, Fosfolíp¡do
< Ca*+, factor Vlli,
Foslolipido ptaquetar¡o

Factor x t * faaor Xa . j Factor X

Ca+*, factor V
' Fosfol¡pido plaquetario

Fibr¡nógeno (factor l)
Faclor va
Factor vllla
i
Prolrombina (factor ll) _ t + Tromb¡na
t
Fibrina
(suelta)

Factor xlll > Factor Xllla

Y
Coágulo de f¡brina
{ajustado)
F¡gura 9-6 Cascada de coagulación.

"Shock" neurogénico
energía no se ve afectada Sin emb¿rgo, como hay menos resistencia
El "shock" neurogénico, (o, de manera más adecuada, hipotensión al flúo sanguíneo, las tensiones sistolica y diastólica son más b4jas.
neurogénica) se produce cua¡rdo una lesión de Ia médula espinal Un shock hipovolémico descompensado y un shock neurogénico
interumpe la vía del sistema nervioso simpático. Esto por lo geleral producen disminución de Ia tensión axterial sistóüca" Sin emba¡go,
implica una lesión a nivel cervicat inferior, to¡acolumbar y torácico. los demás signos vitales y clínicos, así como el trat¿miento para cada
Debido a la pérdida de control simpático del sistema vascular, que uno, son diferentes (Figur¿ 9-7). I¿ disminución de la presión sistó
controla los músculos lisos en las paredes de los vasos sanguíneos, lica y diastólica y Ia presión estrecha del pulso son ca¡acterísticas
los v¿sos periféricos se dilatan por debqio del nivel de la lesión. La del shock hipovolémicq. El shock neurcgénico t¿mbién muesha
marcada disminución de la resistencia vascula¡ sistémica y la v¿so- presiones sistóüca y diastólica m¡ás bqjas, pero la presión del pulso
dilatación periférica que se present¿ conforme ¿umcnta el lrso del se nantiene normal o ensanchada La hipovolemia produce piel fría y
volumen sanguíneo d¿ lugar a una hipovolemia relaüva" En realidad sudoros4 páida o cianótica, y el tiempo de llenado capila¡ se rehasa-
el paciente no está hipovolémico, pero el volumen sanguíneo En el shock neu¡ogénico, el paciente tiene la piel caliente, sec4 en
norma.l alcanza a llenax un vaso expandido. especi¿l deb4io de la zona de La lesión. El pulso en pacientes con
La oxigenación de tejidos por lo general se mantiene dentro shock hipovolémico es débil, filiforme y r.ipido. En el shock neurogé-
de límites normales en la forma de shock neurogénico, así como el nico, debido a la actividad pa¡asimpática sin oposición en el coraán,
flqlo sarfguíneo, a pesar de que l¿ tensión arterial es bqia (hipoten- por lo genem.l se observa bradica¡dia en vez de taquic¿¡di4 aünque
sión neüogénica). Adem¡ás, la p¡oducción de energía sigue siendo la calidad del pulso puede ser débil. La hipovolemia produce dismi-
adecuada en la hipotensión neu¡ogénica. Po¡ lo ta¡to, esta djsminu- nución en el nivel de conciencia (NDC), o, al menos, ansiedad, y a
ción en la tensión axteúal no es el shock, ya que la producción de menudo combatiüdad. En ¿usencia de lesión cerebral traumática. el
CAP|TULO 9 Shock ez3'

Figura 9-7

femperatura/calidad de la p el Fría, sudorosa Ca ente, seca Fría, sudoros¿

Color de la piel Pálido, cianót co Rosa Pálido, cianót co

Tens ón arter a Baja Baja BaJa

Nivel de conciencia Se altera Lúcido 5e ¿ltera

T empo de en¿do cap¡lar Drs rn In uye Norm¿l Drsm¡nuye

paaicnle con shock ncurcg(irlico suele cst¿r alcllá. ol ient¿do )- lí]( i(lo Disrupción va ivu lar
( ulndo }X]l'nrarl({ o c¡r posición supina (Iügurt !18)
Ln g(fpr: rcpenli¡)o de cornltcsión aonlLtndent('en cl pecho o el
-{ los pa( ientes con shock nt'urogénico con fiecuc¡lci{ so les
abdollor (véase cl Cq)Ítulo 5, Clinemáti(:a dcl traunln, ) el C:q)í-
a1úbuyel lesi(mes que ptrxlttcen Luu lutttolTagia si$üflc¿liva. I)or lo (l€'l col?zón l ira
l ulo 12. Tr¡(üra tot ácico) pue(le dailar la-s \'ál\xl¡s
l¿¡¡rto. ur pacicnte ( (nl shock n('urogónico y signos de hipo\'olcnúa
lesión \,alúllar gl irvc pr-ovoc¿ rcgurgil.aci(il lal\rlar'¿guda, do¡(lc
(( ()mo faqr¡i(?ldia) deb(' sol tral¿(lo ( (]lno si l)rusont¿r¡ l)éfdida de
Llna c¡ntidad sig incativa de sangrc sr' filtá de nuevo a la c¿imar:r
sangrc.
dc la que firc bonlbeacl¿. llstos pacicntes a menl¡do dcsarroll¿n de
manc¡¿r rál)ida ilsl¡ficicncia c¿trdiaca congcstila, quc se nanilicst¡
Shock card¡ogén¡co por edema pulnonar y shock cardiogénico. L¡ presoncia dc ull
nuevo sopkr en el co¡¿zótr es ttna clave i¡llpoftante par¿ est¿rble(r('l'
lll shock car(liogéni('o. o insuliciencia de la acti\id¿rd rle bolrl¡eo cste (liagnóstico.
d(.1 corazón. cs resrlll¿rdo Lle c¿us¡-s que se ptlcdetl cla^silicar ( omo
i¡tt¡'í s(ns (rcsull¡(lo de dano directo al co¡azó¡l) o crl¡/¡¡sa¿'l¡s
(relaciora(b ( on rm pr'oblcna filera dcl corazón) Causas extrinsecas
Taponam iento ca rd ia co
Causas intrínsecas Fll líquido c¡r el saco pcricár(lico evit¿r/r qr¡e cl cor¿lz{-)n vtleh'a :¡
llcnarse por conlpleto (lürante la f:Lso dia.stólica (rel4jacióD) dol cicl.)
Daño al músculo card iaco caldi¿r(io. En el ci[so de traumir, la sangre se fi]tru on (l saco p(\icá-
( üalqtlir'r lesión qrtc dañ¿ el nlitsculo (:ardiaco pttede afoctar su dico dcsdc u[ ag\i.ro e¡ el I¡risculo c¿Lrdi;¡co. I^'r sangre actulrdada
Iirnción. El dairo pl¡({le ser resultado de urt¿ contusión dirccl¿l ¿il oclllü espacio y cvita qttc las par't'tkrs del l'cnlrí( lllo se expzürl¿n en
nrírsrulo cat<li¿co (cotilo en tlna lt'sió¡r tütetta al cor¿zón. que su tol¿rlid¿rd. Esto lir'ne (los efi'cfos ncgaliros sobl e el g?Lsto cardiaco:
provoc¿ contusia)n cardiaca). l)n un ciclo r-ecüüenl.c, t¡na disnlillll (1) sc dispo¡c (lc rrte¡tos voluntcn p¿ta cad¿r contr¿cción dcbi(i{) ¿ que
ciólr (le la oxigcnaciótl causa menoI cont¡¿ctilida(1. lo que lcsull¿ cl1 el \.cnlrícrlo no se pucdc e\Dandil pot-conltcto. y (2) cl llena(k) i¡'su
re[or gasto cardi¡( o ],, pol Io tanfo, disnli¡ución de l¿r perlilsión ficic lo reduce el cstilanrionto (lel lltilsculo cardi¿to, lo qtte provoca
sistémi( a, que ¿ su vez tl¿e IX)r conseclldl( ia reduc(:ión conlinua cle (lisnlirlución dc l^ Iilerz¡ en la confr¿tcción c¡r(li¿c¡ .\(krlrlás, mayor
oxigenación, lr que proldrgael ciclo. Aligüal que cu¿lquicr músculo. cüf jd¡rd de sangte es forzada a s¿llil del Ventdclrlo a tm\ós de l¿r
.l coraz(in no fulci(tr¡ con l¿nta eflcien(iia con he¡¡¿tonra () d¿¡io heidt con c¿da ronlracción (ar(üa(a tt_ (x llpa nrís cspacio en ol saco
peric¿ldi( (), k) qrtc corrlprom('fc aútl mís ('l g¿rsto car(li¿co, (Figura
I9) ploducr'nnly prorfo shock gra\ e y l¿{ Inllcft('(\'é¡st cl ('itpitulo
Figura 9-8 12, Tr¡unr lorá(i( (), para obl('tlel infolllla('iúr adicion¿ll)

Neumotórax a tens¡ón
Como se dndlr/o en esle (ap tulo, L"rt'no rnoat (luando cualquicra de los l¿(los de l¿ ca\idad l{r-/r(ri(a se lk'¡]a de
neurogénrco se refiere a una
"l
alteración del sistema ¿irc ¿r.l esl¿r bqio prcsión, el l)rtlNón sc (omprirte y (:olapsa lll
nervioso simpático, por lo general una lesión en la médula p[lnlóll ¿fe(tado cs in( ¿paz dc \'ohct a ll('naNc con a]r'e dcs(te cl
espinal, lo que resulta en la dilatación slgnlficatlva de las exteli()r:r lravés (le la na^sofaringc. llsto ptovo(i¡ al nlcnos (ratro
puede producir problcm.ls: (l) el \olünen t¡(lal se reducf c:on cada ruspiración:
arterias periféricas. 5i no se trata, esto
(2) l()s ¿lvéolos colapsados rlo ptl('(lcn transfcúr (xÍgeno a los
prob emas de perfusión de los telidos corporales. Esta
rritrocitos; (3) los !as()s sanguíncos pullllonares se colapsan. l()
condición no debe confundirse con shock medulat que l-educe cl fll\io s¿r¡guireo haciil cl ptllnrón y el cor¿rzón; y (_l)
término que se refiere a una les ón en la médula espinal se leqlliere nra.vor Iilcút de lil conl r¿l(r(ri(i¡ I car(litca p¿¡a lb¡zar l¿
que provoca pérdida temporal de la función de ésta. sangro a trarés d(' los l¡-sos ¡rttllttottares (hipelt('nsión pulnlonari.
Si el !'ohrlnon dc aire y la prcsitilr on el illterior del p('cho llelido
son gr¿t1dcs. el nredi¿Lsti¡to cs ('mptlj¿do hilcia el l¡d() de la lesión
2?4 SOPORTE VITAL DE TRAUIVIA PREHOSPITALARIO, OCTAVA EDICIÓN

a anaeróbico, se produce una disminución de energía que equi-


vale a 19 veces la producción de Al'P y l¿ energía necesaria pa-ra
mantener el metabolismo aeróbico en todas las céluks colporales.
Sino se txata con üpidez, esta falta dc producción de energíapuede
llega¡ a ser ineversible. El cuerpo responde a esta disminución en
la producción de energía media¡te el decremento selectivo de la
perfusión en partes no esencia.les del cuerpo y el aumento de
la función cardio!'ascular para compensar y perfundir mejor otros
órganos corpomles miís importantes.
Cuando se des¿rrolla el shock, la respuesta fisiológica tiene por
Saco ¡esultado los signos clínicos que indica¡r que el cuerpo ha respondido
pericárd¡co
e intenta compens¿r. I¿ ¡espuesta del cuerpo es identificada por la
F¡9ura 9-9 Tapon¿m ento cardi¿co. Conforme la sangre pasa del lLrmen reducción de la pedr¡sión a órga¡ros no vitales, como la piel (que se
cardiaco al espacio pericárdico, lir¡ita la exp¿nsión de ventrículo, por s€ntfuá fría y puede pirecer moteada); disminución del pulso en las
o que éste no se puede llen¿r en s! tota idad. Cor¡o se acur¡ula más erlxemidades; extremidades cianóticas frías, con disminución del
sangre en el espac¡o perjcárdico, hay menos esp¿cio ventr¡cular disponible llenado capila¡ y de la actividad mental, como resultado del descenso
para ¿cumular sangre, o que reduce el g¿sto cardia(o
en la pedusión de sangre oxige.nada al cerebto. l¿ acidosis del meta-
bolismo a¡aeróbico produce ventilaciones nápidas, ya que el cue¡po
intenta libemx el subproducto de dióxido de caxbono y corregir la
disnlinución del pH sérico. El decrcmento en la producción de
energía se identifica por respuesta^s corpo¡des lentas, piel fría y
disminución de la temperatura cenhal. El paciente puede temblax en
un esfuerzo por ma¡rtene¡ el calor del cuerpo.
La evaluación de la presencia de shock debe induir la búsqueda
de la el,idencia lcmprana sutil de este estado de hipoperfusión. En el
¡á¡nbito prehospitala-rio, esto requiere de la evaluación de los órga¡os
y sistemas accesibles. l,os signos de hipoperfusión se marifiestan
como el mal frmcion¿uniento de estos órganos o sistemas accesibles.
Dichos sistemas son el cerebro y el sistema nervioso cent¡¿l (SNC),
el corazón y el sisteÍr¿ caxdiovascular, el sjstema respiratorio, la piel
y las ext¡emidades, así como los riñones. l¿s signos de disminución
de la perfusión y producción de energía y la respuesta del cuerpo
lnctuven:

. Dismiüución de NDC, ¿rnsiedad, desorientación, agre-


sividad, comporta¡niento ext¡año (cerebro y sistema
nervioso centml)
r Taquic¿rdia" disminución de la presión sistóüca y lapresión
Figura 9-10 Neumotórax a tensión. Si la c¿ntidad de aire atraDada en el
del pulso (corazón y sistema ca.rdio\,?scular)
espacio pleur¿l ¿umenta, no sólo se colapsa e pulr¡ón de lado afect¿do,
sino que también se despla?¿ el mediastlno haci¿ el lado opuesto. El
I Respi¡?ción rápida y poco profunda (sistema respiratorio)
despl¿z¿miento del mediastino obstaculiza la vena cava infer ot lo que
! Piel frí4 pálida, pegqiosa y húmeda, diaforética o inclt¡so
disminuye el retorno de 5angre al corazón y afecta el gasto cardiaco, al cianótic4 con disminución en el tiempo de llenado capilar
tien¡po que comprime el pulmón opuesto. (piel y cxt¡emidade.s)
I Disminución del gaslo u¡inario (riñones), identiflcado ra¡a
vez en el ;ímbito prehospil¿lario, sólo en situaciones de
Confo¡me ca¡rbia el mediastino, el pulmón opuesto se comprime, y tünsporte prolongado o retaxdado, cuando se utiliza un
la compresión y obstaculización de las venas cavas superior e infe- catéter urinaxio
rior impiden aún más el retomo venoso al comzón, lo que produce
un descenso siglnificativo de la preca¡ga (Figura gl0). Todos estos Debido a que la hemoragia es La car¡sa m¡ís común de shock en
factores reducen el gasto caxdi¿co y el shock sobreüene de manera el paciente con t¡¿üna, todo este tipo de evento en un paciente con
nípida (véase el Capítulo 12, Ttauma torácico, par¿ obtener infor- tmuma debe ser conside¡?do con hemor¡agia hasta que se demuestre
mación complementaria). lo contrario. La primera prioridad es exa¡ninar las fuentes extemas
de hemoragia y controlarlas lo rnás rápido y totálmente posible. El
control de la hemorragia puede implicar técnicas como la aplicac.ión
Evaluación de vendqje coülpresivo, tonüquetes o entablillado de fractu¡as en
ert¡enúdades.
El shock es una condición resultante de una menor pcrfusión v de Si no hay evidencia de hemorragia extema, se debe sospechar
la disminr¡ción de producción de cnergía, y a¡uncia el inicio poten- hemonagia intema Autque el control delinitivo de una hemorragia
cial de muefte. Cuando el cuerpo cambia de metabolismo aeróbico Íntema no es p¡áctico en el ánbito prehospitala¡io, la identificación
cAPfTULo 9 shock 225'

de una fuente de hemorragia intema exige el txaslado nápido a la r Debilitamiento del pulso radial que progresa a ausencia de
institución de atención defniüva l,a hemorragia intema puede ser éste
en pecho, abdomen, pelvis o retropeitoneo. La evidencia de golpe I Color de piel pálido o cianótico
o lesión penetrante en el pecho, con sonidos de respiración dismi- I Tiempo de üenado capilax prolongado
nuida, sugiere una fuente torácica. EI abdomen, la pelüs y el retro I Pé¡dida de pulsos en laa ext¡emidades
peritoneo pueden ser luta fuente de hemoragia con la evidencia de ¡ Hipotermia
un traumatismo dirccto (p. ej., equimosis) o penetrante, distensión
o sensibilidad abdominal, inestabilidad pélvic4 desigualdad en Antes de proceder se debe conholar cualquier compromiso
longitud de las piemas, dolor en el área pélvica agravado por el moü- o falla de ta vía aére4 la respiración o el sistema circulatorio. I-os
miento, equimosis perineal y sangre en el mealo u¡etr¿l. siguientes p¿sos se describen en una serie ordenad4 sin embargo,
Como re-gla general, los pacientes que cumplen con los c tedos todas estas valoraciones se llevan a cabo cási al mismo tiempo.
del hotocolo Nacional de Tiiage de TF¿u¡na I o 2 (o ambos) necesita¡
tmslado nípido al cenho de l¡auma m¡fu cercaro (Figua 9-l l).
Si la evaluación no sugiere una hemorragia como el motivo del Vías aéreas
shock, se debe sospecha¡ de causas no hemonágicas que incluyen
Lo primero que debe eva.h¡arse en todos los pacientes es la vía
taponamiento caxdiaco y neumotórax a tensión (eüdente en las primer componente pa.ra ga¡an-
aérea- Una vía aérea permeable es el
venas del cuello distendidas Aente a las venas del cuello colapsadas
tiza¡ la entrega de cantidades adecuadas de oígeno a las células
en shock hcmornágico), o hipotensión neurogénica- Disminución
corporales. Los pacientes que necesitan el manejo inmediato de la
de los sonidos respiratorios en el lado de la lesión en el pecho, enfi-
vía aérea incluyen aquellos con las siguientes condiciones, en orden
serna subcutánm, difcultad respiatoria (taqüpnea) y desviación
de importancia:
de la tráquea (raras veces observada en campo) sugieren neumo-
tórax a tensión. I¿ presencia de estos signos indican la necesidad
de dcscompresión inmediata con agqja del lado afectado del tórax.
L. Pacientes que no rcspi¡an

Diferentes fuentes de shock caxdiogénico son sospecha de 2. Pacientes con evidencia de vías aéreas comprometidas

traumatismo toRicico dfuecto o penehante. lÁs sonidos caxdiacos


3. Pacientes con índices de ventilación superiores a 20

apagados sugiercn taponamiento caxdiaco (diffcil de detect¿r en el reE)iüciones/minuto


entomo prehospitalaxio ruidoso), di$it¡nias e hipotensión ne-urogé 4. Pacientes con sonidos de ventilación ruidosos
nic4 con signos de Faumatismo de la médul4 bradicaxdia y extre
midades calientes. La mayoía (si no todas) de est¿s ca¡acteísticas
pueden ser detect¿das por rur profesional de la salud prehospitalario
Respiración
capaz, quien puede determinax la causa del shock y Ia necesidad de Como se ha señalado en el Capítulo 4, Fisiología de la vida y la
tura intervención apropiad¿ en el ca¡npo cuando sea factible. muerte, el metabolismo a¡aeróbico asociado con disminución de
I¿s ¡í¡eas de e!'aluación del paciente incluyen el estado de la oúgenación ceh¡lar produce un aumento en el ácido láctico. Los
la vía aérea, ventilación, perfusión, color y tempemtura de la piel, iones de hidrógeno producidos a pa-rtir de la acidosis son conver-
tiempo de llcnado capilax y tensión axterial. Cada wlo se presenta tidos por el sistema anortiguador en el cuerpo, en agua, y dióxido
aquí por sepaxado en el contexto par¿ las valoraciones prima¡ia y de carbono. El sistema sensor del cerebro detecta este aumento
secunda¡ia. I¿ evaluación simultánea es una paxte imporla¡te de la anormal en la cantidad de dióxido de caxbono y estimula al centro
evaluación del paciente pa¡a recopilax y procesar la infonnación de respi¡atorio ¿ fn de incrementar la velocidad y profundidad de
diferentes fuentes de forma expedit¿ Si todos los sisternas fi¡ncionan la ventilación pala eliminar el dióxido de ca¡bono. Por lo tanto, la
de manera notma¡, no se pone en ma¡cha alanna algura taqüpnea con f¡ecuencia es uno de los prirneros signos de met¿-
bolismo anaeróbico y shock, incluso antes de un incremento de
la frecuencia del pulso. En la evaluación prima¡ia no se toma el
Evaluación primar¡a tiempo para medfu una frecuencia ventilatoria- Más bien, las venti-
Lord Kelvin dijo en u¡a confe¡encia que pronunció en 1883: "Si Iaciones se deben estima.r como lenta, normal, úpida o muy rápida-
puede medir lo que esá hablando y expresarlo en números, sabe llna frecuencia respirutoria lent¿, junto con el shock, por lo general
a.lgoal respecto; pero cuando no puede medi¡lo, cua¡do no puede indica que un paciente está en est¿do de shock profundo y puede
expresarlo en nútneros, sus conocimientos son un tanto escasos est¿r a pocos minutos de un paro cardiaco. Una frecuencia respi-
e insafisfactorios."0 Si así es como nos sentimos con frecuencia ratoria rápida es motivo de preocupación y debe sewir de irnpulso
respecto a los signos vit¿les, el primer paso en la e\duación del pa¡a buscar la causa del shock.
paciente es obtener una impresión general lo más rápido posible Un paciente que intenta retira¡se una masca¡illa de oigeno,
de la condición del paciente, sólo después de que pa¡a dicha impre- sobre todo cua¡rdo a dicha acción se asocia ansiedad y ag¡esi-
sión se puede requerf de tiempo para recopilar los "números" para üdad, muesfa un signo más de isquemia cerebml. Este paciente
rura evaluación miás específlca. Los siguientes signos identifican la tiene 'hambre de aire" y siente necesidad de mayor ventila.ión. la
necesidad dc sospecha de condiciones que ponen en riesgo la vida: prcsencia de una mascaxilla sobfe la n¡xiz y la boca crca una sensa-
ción psicológica de restúcción ventilatoria Esta acción constituye
¡ Ansiedad leve que progresa a confusión o NDC a.lterado una clave de que el paciente no está recibiendo suficiente oxígeno y
r Taqüpnea leve que provoca ventila{iones nápidas y con está hipóxico.
diffcultad l,a disminución en la saturación de oxígeno, determinada
I Taquicardia leve que progresa a una maxcada taqüca¡dia por el oxímetro, confirma¡á est¿ sospecha- Cualquier lectum en
2EEi SOPORTE VITAL DE TRAUMA PREHOSPITALARIO, OCTAVA EDICIÓN

Paso uno

TtEdádar a un contro de
tsalln€. En 6l pdm€rc y
sqlunoo pa8o3 aé bus
, idérlificar a lo3 psclenles
con lssl€3¡o{r3€ m& qraves.
Esl¡r3 pdcj3n¡rs deb€n s¡
rrdrrládoG de pr€l€renc¡a
al n|\,.| de ebndóo máe aI€

Paso doss

Paso lress

Traal¡dar a un csrúro de
lra|Jrna, qu6, d€p€nd¡ond,c
dsl lHema dó lrauma
dslinldo, no il6no que s€r
6l c6ñlro de tauma d€ más

Paso cuatro

Trada.lü a un contro de

c€pacidad ds svaluáción
ofiofÚn¡ 0 e iondo, y ma¡ejo

pol€rEhlm.n¡a gra.r€s.
Cd|aldar¡ b cons¡¡ta con

En caao de duda, traslade a un centro de trauma


Abr€vlsturar: SMU - s€rvicios médicls ds urgsncia
' El límle sup€rior de la lrdencia tespi|aloriá en laclan¡es es > 29 lsspiaciones por mi¡uio para mani€ner un niv6t de riags más alio pára tactant€s.
! Cualqubl lesóñ observada en et paso uno o mecanism ¡{tenülicado en el paso 1r€s génela ta r6spueda br
-lrtusión so r6li€É a h inprer¡c¡a e¡ et cornparlimiento ¡rnqbr, coniraric a ta delomkjad oué manifi€€ia .táñb eñedcr
n Induve a p€aliones y cilislas impáciado€ o atmpellado6 por un !€hrdb rnotd, o aquerkE d un imp*ro 6timado > 20 mph d !n vehicuto Doror
$sedebenUli|izar|ospoto@|os|@|esor€9iona|espaÉdel€rminá¡€|ni€|ñásad€c!á.|od€cenfo@t-auma6n€|sisted¡ado'auf|adsli.ido;notj€rq$

..Lospáci6n|6sc.nqusmadurasytÉumatsmosconcomanlBs,Panqulsnes|a|esiinpolqUgmaduÉÉplesenia€]may!lfiosgodeÓ|l|dadyd
quemados'si6|lta!masinquemadu.aPt3s€n|aunmayorde€oinmediá|o.ePacie¡n¡pu€d€€€.eíabi|iza¡oenunc€ntfodefaUmayd€!!ué¡tans€
i1iLo€paci€n¡$qU6nocumplanalg0nod6|oscfüoosdec|a!iñcadÓn€n¡o5pa9sUnoacua|fod€b€nsertas|adadosa|centomedi@masaptopiado

F¡gura 9-11 Guías para el triage eñ campo de pacientes lesionados 2O1i


Fuenaer Adaptado de Cent€rs for oisease Contml ¿nd Preventron, Informe Semanal de Morbitidad y Mortalidad (MMWR), l3 de enero de 20j2.
cAPiTUtO 9 Shock ??7

el oxímeho de pulso por debqio de 95% (a nivel del max) es preo- transport¿r la ca¡tidad de oigeno necesaxia pa¡a abastecer a todas
cupante y debe servir como estímulo para identificar la causa de las células del cuerpo.
Ia hipoxia. La medición y el seguimiento continuo del dióxido
de carbono teleespaatorio (ETCOT) se ha convertido en una prác- Pu lso
tica habitual en los SMU en pacientes cuya !'la aérea ha sido El siguiente punto de evaluación importante paxa la perfusión es el
tratada con procedimientos como la intubación endotraqueal. pulso. La evaluación inicial del pulso determina si es palpable en
Aun cuando la correlación entre el ETCO,) y la presión paxcial de la arteria que se exa.¡ninó. En general, la pérdida de un pulso radial
dióxido de caxbono en la sange axterial (PaCO") es bueno en el indica hipovolemia gr¿ve (o daño vascular en el bmzo), en especial
paciente con una perfi¡sión adecuad4 la cor¡elación es defciente cuando un pulso central (como la carótida o la arteria femoral) es
en el paciente en estado de shock, lo que limita su utilidad paxa débil, filüorme y muy r.ípido, lo que indica el estado del sistema
guiax ¡espiraciones. La vigilancia de ETCO,¿ incluso puede awdar circulatodo de todo el cuerpo. Si el pulso es palpable, se deben
a detectar ca.rnbios y tendencias en la perfiuión Sin embargo, es observa¡ su caxacterística y fuerza de la siguiente manera:
importante recorda¡ siempre evaluar l¿s lecturas de las m¡áquinas
en el contexto del aspecto del paciente. Si dicho aspecto sugiere
hipoxiq trate al paaiente para hipoxi¿ incluso si la m&uina indica
r ¿[¿ frecuencia del pulso es iuerte, o débil y filiforme?
. ¿La frecuencia del pulso es no¡mal, demasiado rápida o
lo contm¡io. l,a situación clínica siempre es más important€ que la
demasiado lenta?
lectura que proporciona cualquier dispositivo.
r ¿Ia ftecuencia del pulso es regular o iregular?

Circulación Aun cuando muchos proveedores de atención prehospitala¡ia


implicados en el maneio de paciPnles con trauíra se centran en la
Existen dos componentes en la evaluación de la circr¡lación:
tensión arterial del paciente, no se debe desperdiciax el valioso tiempo
¡ llemo¡¡¡gia y cantidad de sa4gre perdida durante la elaluación primaria para obtener una presión sanguÍnea-
r Perfusión con sa¡rgre oxigenada El nivel exacto de la tensión axtedal es mucho menos importante en
. Total del cuerpo la e\duación p¡inaria que otros siSnos de shock iniciales A paxtir
. Regional de la frecuencia de pu.Iso y sus caxacteísticas se puede determinax
Los datos acumulados dumnte tia eva.luación del sistema circula- infomación signiff c¿tiva
torio a}'uda¡r para hacer una determinación inicial Épida del estado En una seúe de pacientes con trauma, un pulso ¡adi¿l caracte-
del volumen sanguíneo tota.l y laperft¡sión del paciente, y, en segundo rizado por los proveedores de atención prehoslitalaria como "débil"
lugax, proporcionan una evaluación semejante de regiones especí- fue asociado con la te¡rsión a¡teúal con uf¡ promedio de 26 ¡nm Hg
ficas del cuerpo. Por eiemplo, pa¡a comproba¡ el tiempo de llenado nuás b4ia que un pulso considerado como "normal'. M¡ás importante
capilar, el pul"so, color de la piel y la temperatu.ra de una extrcmidad aún, los pacientes de tmuma con un pulso Édial débil tienen una
inferior pueden mostrux perfusión comprometida" en t¿nto que los probabilidad 15 veces m¡is alta de morir que aquellos con un pulso
mismos signos pueden ser normales en la extremidad supeñor Esta nonnal.? Aun cuando por lo geneml se obtiene a-l comier¿o de la
discrepancia no significa que los signos son inexactos, sino sólo evaluación secundariq la tensión a.¡terial se puede palpar o auscultax
que una parte es diferente de la otra La pregunta innediata que se antes en la evaluación del paciente si se cuenta con suficiente asis-
debe responder es "¿por qué?' Es import¿nte revisar los siguientes t€nci4 o una vez que se ha completado Ia eva.luación primaria y se
hallazgos ci¡ct atorios y de pefusión en más de una pa¡te del cuerpo han atendido durante el traslado los problemas que ponen en peügro
y recordar que la evaluación de la condición corpoml total no debe Iaüda"
basarse sólo en una paxte.
Nivel de concienc¡a (NDC)
Hemorragia El estado mental es pa¡te de la evaluación de la discapacidad,
l-¿ evduación de la circulación comiefiza con una exploración aunque la alteración del estado ment¿l puede representa¡ una
rápida pam descax¿at una hemorragia extema significativa- El menor oxigenación cereb¡al como resultado de la disminución
paciente puede estar acostado sobre la principal fuente de la hemo- de la perfusión. La evaluación del estado mental representa una
nagia, o puede estax oculta por la ropa del paciente Los esfueEos evaluación de la perfusión y l¿ función de los órganos obietivo, En
por restablecer la perfusión ser¡án mucho menos eflcaces o total- un paciente ansioso y agresivo se debe suponer isquemia cerebral
mente inencaces ante una hemorragia en curso. El paciente puede y metabolismo a¡aeróbico hasta que se identifique otra causa- I¿
perder un importante vqlumen de sangre por laceraciones en el sobredosis de drogas y alcohol y la contusión cerebral son condi-
cuero cabelludo debido a la alta concentración de wsos sanguí- ciones que no pueden tmtarse de manera rápid4 aunque se puede
neos o de heridas que dañan a los principales vasos sa¡guíneos apücax t¡atamiento para la isquemia ce¡ebra]. Por lo tanto, todos
(subclavia, a¡ilar, bmquial, radial, cubita.l, caxótida, femoral o los pacientes con posible presencia de isquemia cerebral deben
poplftea). Examine todo cl cuerpo para identi.nca¡ las fuentes de tmtaxse como si la tuüemn.
hemo¡:ragia ertemas. Además de los problenus de presencia de hipoxia y mala perfu-
Ia pérdida de sa¡rgre signific¿ la pérdida de eritrocitos, y esto sión, la atteración del estado mental también sugiere lesión cere-
rep¡esenta una pérdida de la capacidad pa¡a transport¿¡ oxígeno. bral traunálica (LCT). La combinación de hipoxia o disminución
Así, mientras que un paciente con hemorragia puede tener una satu- de la tensión arterial y rcT tiene wI prcftrndo impacto negativo en
ración de oxígeno que es "normal" porque su sangre esLá totalmente la super,,/ivencia del paciente; por Io tanto, la hipoxia y la hipoten-
saturada de oígeno, dicho paciente tiene de hecho una disminución sión, de presenta¡se, deben coraegirse o, de lo conha¡io, eüta¡ su
total del oxígeno, porque simplemente no hay suficiente sangrc para desaxrollo.
e¿?E' SOPORTE VITAL DE TRAUMA PREHOSPITALARIO, OCTAVA EDICIÓN

Color de la oiel el primer indicio de desanollo de hipoperñrsión. Además, brinda


un fuerte indicio de cuándo se ha completado l,a reaninación. Sin
I¿ piel de color rosa en general indica que el paciente está bien
embaxgo, al igual que con muchos otros signos que pueda presentax
oxigenado y no presenta metabolismo anaeróbico. La piel azul
(cianótica) o moteada indica hemoglobina no oxigenada y falta un paciente, una serie de condiciones ambient¿les y fsiológicas
pueden altera¡ los resultados. Una prueba del tiempo de llenado
de oxigenación adecuada a la periferia. La piel pálida, moteada o
capila¡ es una medida del tiempo requerido para perimdir: de nuevo
cianótica tiene flqio inadecuado de sangre como resultado de una
la piel y, por lo tarto, una medida indirecta de la perfusión real de
de las siguientes tres causas:
esa paxte del cuerpo. No es una prueba de diagnóstico de algún
proceso de enfemedad o lesión específfca.
1. Vasoconstricción periférica (asociada con mucha irecuen
El tiempo de llenado capilax ha sido descrito como una prueba
cia a hipovolemia)
de shock inadecuada, Sin embargo, no es urra prueba de shock, sino
2. Disminución en el suministro de eritrocitos (anenúa aguda)
una prueba de perfr¡sión del lecho capi.lar que se analiza. Se utiliza
3. Inter¡upción del suminist¡o de sangre a esa part€ del
con otras pruebas y, jrurto con los componentes de la evaluación,
cuerpo, como podÍa observarse en una fractu¡a o lesión
es un buen indic¿dor de la perñ$ión y sugerente de shock, aunque
de ün vaso sangfnea que swninistra sangre a esa parte del
s€ debe inte4)retar en el contexto de la situación y las circunstancias
cuerpo.
actuales.
El shock puede ser la causa de perfr¡sión deficiente y de ¡etoaso
La piel pálida puede ser un h¿llazgo localizado o generalizado,
en el üenado capilar, ¿unque existen otxas can¡sas, como la inte-
con diferentes impücaciones. Otros hallazgos (como taquicardia)
mpción axteúal po¡ f¡acturA herida de un wso por t¡a¡matismo
deben ser utilizados paxa resolver estas diferencias y determina¡ si la penet¡ante (p. ej., herida de bala), hipotermi4 e incluso a¡berioscle.
piel práüda es una condición localüad4 regional o sistémica Además,
rosis. Otras causas de llenado capilar inadecuado es la disminución
la cianosis no se puede desaxrollar en pacientes hipóxicos que han
del ga.sto ca¡diaco como resultado de la hipovolemia (apa¡te de la
perdido un número signiflcativo de edhocitos por la hemorragia. En
hemorr¿gia).
pacientes con piel de pigmentación oscura tal vez sea difcil detect¿x
El tiempo de llenado capilax es un signo de diagnóstico útil que
la ci¿¡osis, pero se observa en los labios, las encías y las palmas.
tarnbién se puede utüzax paxa la vigilancia del progreso de la reani-
mación. Si la reanirnación del paciente progresa de ma¡e¡¿ positiva
Temperatura de la piel y la condición del pacienüe mejor4 el tiempo de üenado capilar
Como el cuerpo desvía la sang¡e lejos de la piel a las partes del también mostüxá mejoía.
cuerpo más importantes, la tempe¡atura de la piel disminuye. Ia piel
f¡ía al t¿cto indica vasoconst¡icción, disminución de la perfusión
culÁnea y de la p¡oducción de energía, y, por ende, shock. Debido Discapacidad
a que se puede perde¡ una cantidad significativa de calor dumnte Un sistema corpo¡al ¡egional que se puede evalua¡ de nu¡era
la fase de evaluación, se deben tomar medidas para conserwx la fácil en ca.npo es la función ce¡ebrul. Al menos cinco condiciones
temperutura corporal del paciente, pueden producir una NDC altemda o cambio en el comporta¡niento
Una buena señal de reanimación adecuada es un dedo del pie (agresividad o beüge¡ancia) en pacientes con trauma:
ciálido, seco y de color rosa" l¿s condiciones ambientales en las
cuales se ¡ealiza la determinación pueden afectax los resultados, ¿l
igual que una lesión aislada puede aJectar la perfusión; por to tanto,
1. Hipoxia

los resultados de esta eeluación se deben conside¡a¡ en el contexto


2. Shock con alterución de la perñ$ión cerebral

de toda la situación.
3. LCT
4. Intoxicación con alcohol o drogas
5. hocesos metabóücos como diabetes. coN'ulsiones v
Calidad de la oiel eclampsia
Además del color y la temperatu¡a de la piel, se evalúa Ia sequedad
o hunedad de la misma. El paciente con trauma en estado de shock De estas cinco condiciones, la más fácil de trat¿x, y que mata al
por hipovolemia suele tener la piel hrimeda, pegqiosa y diafo¡ética- paciente muy rápido si no se trat4 es la hipoxi¿ Cua.lquie¡ paciente
Por el contraxio, el p¿ciente con hipotensión por una lesión de la con un NDC alter¿da debe se¡ tratado como si la causa fuera la dismi-
médula espinal por lo general tiene la piel seca. nución de la odgenación cerebml. Un NDC altemda suele ser lmo de
los primeros signos visibles de shock.

Tiempo de llenado capilar I¿ LCT puede se¡ considerada prilnari,a (ptovocada por
trauma di.recto al tejido cerebral) o se(iunl,ari,a (causada por los
l,a capacidad del sistema cardiovascr¡lar para volver a llenar los efectos de la hipoxia, hipoperfusión, edema, pérdida de la produc-
capilares después de que la sangre ha sido .eliminada" representa ción de energía, etc.). No existe un tratamiento eflcaz en el conterto
un sistema de soporte impo¡t¿nte. El ¿¡¿á.lisis de este nivel de prehospil¿lario pa¡a la lesión ce¡ebral prima¡i4 aunque de forma
función del sistema de soporte medi¿mte la compresión de los c¿tpi- esencial la lesión cerebral secundaria se puede prevenir o reducir
la¡es para elimina¡ toda la sangre y luego la medición del tiempo dc maner¿ significativ¿ media¡te el mantenimiento de la oxiEena-
de llenado ofrece una idea de la perñrsión del lecho capilax que se cidn y perftBión.
evalúa- Po¡ lo general, el cuerpo primero cierra la circr¡lación en las l,a capacidad ce¡ebral pa¡a fut'lcionar disminuye a medida
pa¡tes más distales y restablece dicha ci¡culación al f¡al. l,a evalua- que la perfusión y la oxigenación bqjan y se presenta la isquemia.
ción del lecho de l¿ uña del dedo gordo o del pulgax proporciona Esta disminución de la función se desax¡olla a través de vaxias
CAPíTUIO 9 Shock 2?9

etapas, ya que afect¿ a diferentes á¡eas del cerebro. La ansiedad üene un shock temprano, con una respuesta cardia€a inicial de
y el comportamiento beligeÉnte por lo común son los primeros taquica¡dia" Un pulso por a¡riba de 120 latidovminuto es señal defi-
signos, seguidos de una desaceleración de los procesos de pensa- nitiva de shock, a menos que sea a causa del dolor o el miedo, y un
miento y una disminución de las funciones motoras y sensoúales pr so de más de l40latidos/minuto se considera críüco en extremo
del cuerpo. El nivel de la función cerebral es un si¡¡o importante y cerca¡ro a la muerte,
y mensu¡able prehospit¿lario de shock. Se debe suponer que un
paciente combativo, agresivo, ansioso, o uno con una disminución Tensión arterial
de la NDC, tiene el cerebro hipóxico e hipoperfundido hast¿ poder
I¿ tensión a¡terial es uno de los signos menos sensibles de shock. I¿
identiffca¡ otra car¡sa. La hipoperfusión e hipoxia cerebral acom-
tensión axterial comienza a caer hasta que el paciente está proñm-
pañan con frecuencia a las lesiones celebrales, y empeoran el resul-
damente hipovolémico (ya sea por la pérdida real de líquidos o
tado a la¡go plaz o. Incluso los episodios breves de hipoxia y shock
hipovolemia relacionada con un vaso agra¡rdado). La disminución
pueden empeo¡a¡ la lesión cerebral original y dar lugar a resultados
de la tensión axterial indica que el paciente ya no puede compensa¡
más Dobres.
la hipovolemia y la hipoperfusión. En pacientes por lo general
sanos, la pérdida de sangre debe superar 3096 del volumen de
Exposición/ambiente la sangre antes de que fallen los mecanismos de compensación
y la tensión arterial sistóüca caiga por debqio de 90 mm Hg. Por
EI cuerpo del paciente queda expuesto a fin de evalua¡ sitios menos
esta mzón, la frecuencia respintoda, la frecuencia y el caxácter del
eüdentes de pérdida de sangre extema y pistas que puedan indica¡ pulso, así como el tiempo de llenado capila¡ y NDC, son indicado-
hemorragia intema" También se considera la posibilidad de hipo-
res más se¡rsibles de hipovolemia que la tensión a¡terial.
termia. Est¿ exposición se realiza mejor en el compa¡timiento Cuando la p¡$ión del paciente empieza a bqiax, existe una
caliente de l¿ arnbulancia para el paciente con el 6n de p¡otegerlo
situación en ext¡emo crítica que requiere wla rápida interven-
del arnbiente y de las mimdas indiscret¿s del público.
ción. En el entomo prehospitalario, un paciente que se encuentra
hipotenso ya ha perdido un voh¡men import¿nte de sangre, y es
probable que esta pérdida continúe. El desa.rrollo de la hipotensión
Evaluación secundar¡a como primer signo de shock significa que tal vez se pasaxon por alto
En algunos casos las lesiones del paciente pueden ser demasiado los primeros signos.
graves paxa completar una evaluación secundaria adecuada en Ia gravedad de la situación y el tipo apropiado de interven-
campo. Si el tiempo lo permite, la evaluación secundaria se puede ción larían en función de la causa de la condición. Por ejemplo,
hacer mientras se didge al hoslit¿I, si no deben atendeÉe otras la tensión axteúal b4ia asociada con shock ner¡rogénico no es tan
cuestlones. crítica como la tensión arteria.l bqla por shock hipovolémico. En la
Figura 9-12 s€ presentan los signos utilizados paxa evaluax un shock
hipovolémico compensado y descompensado.
Signos vitales
Un error importarte que debe evitarse es asemejax la tensión
Uno de los primeros pasos en la evaluación secundaria, o después arterial sistólica con el gasto caxdiaco y la perñ¡sión üsulax.
de reevaluar la evaluación primari4 es la medición precisa de un
codunto de signos vitales, cua¡do apenas se dispone de rmos
minutos du¡ante el traslado.

Frecuencia respiratoria
La frecuencia respiratoria normal para un adulto es de 10 a 20 respi-
raciones por minuto. Esta frecuencia va¡la en función de la edad
(véase el Capíh.rlo 16, Ttauma pediáhico). Una frecuencia de 20 a
30 respiracionevminuto indica tm ritmo límite anormal; sugiere la
aparición de shock y la necesidad de oÍgeno suplement¿¡io. Una Aumento; Aumento importante;
frecuencia mayor a 30 respiracionesy'minuto indica una etapa tardía taqu¡cardia
de shock y La necesidad de ventilación asistida^ I¿ reacción úsio-
lógica paxa el aumento de la frecuencia respiratoria es la acidosis puede progresar a
causada por shock, pero por lo gener¿l se asocia con disminución bradicard¡a
del volumen corriente. Ambas fr€cuencias respiratorias indican
la necesidad de buscar las fuentes potenciales de alteración de la P¡el Blanca, ffa. Blanca, fría, encerada
perfusión. húmeda

Rango de tensión Normal Disminución


Pulso
aneflal
En la evaluación secunda¡ia se determina con mayor precisión Ia
frecuencia del pulso. El rango de pulso normal pa.ra un adulto es Nivel de Sin alterar Alterado, que va de
de 60 a 100 latidogminuto. Con frecuencias má.s ba,ias, excepto conciencia desor¡entado a
en individuos muy atléticos, se debe considera¡ una ca¡diopatía coma
isquémica o ulta condición patológic4 como el bloqueo cardiaco
total. Un p¿ciente con pulso en el rango de 100 a 120 latidoshinuto
el3cl SOPORTE VITAL DE TRAUMA PREHOSPITALARIO, OCTAVA EDICIÓN

Como ya se destacó, la pérdida signifcativa de sangre por lo comrl¡ para que el paciente muera a c¿usa de rm shock si no se reconoce y
ocrure €mtes de que el paciente se vuel hipotenso (hemoragia recibe el trafdniento adecuado.
Clase ltr). Por lo t¿nto, los pacientes con pérdida de volumen
sanguíneo de 15 a 309ó tienen disminución del gasto ca¡diaco y alte.
ración de la oúgenación tisutax, a pesax de moshax tensión axte- Factores de confusión
rial sistólica normal. Lo idea.l es identinca¡ y tratar el shock en las
primeras etapas antes de que ocurra wu descompensación. Muchos factores pueden conñ.mdir la ewtuación del paciente trau-
Ias lesiones cerebr"les no causan hipotensión hasta que el matizado, lo que oculta o disminuye ta intensidad de los signos
cerebro comienza a hemiaxse a havés de la incisu:m tenturial, y ca¡acteristicos del shock. Estos factores pueden inducir a errores
elfúra,Tlen rw&rurn Por lo tanto, se debe supone¡ que rm paciente del proveedo¡ de atención prehospit¿laria imprudente a pensar de
que el paciente con trauma est¡í estable cuando en realidad no es así.
con lesión cercbral e hipotensión tiene hipovolemia (por lo genera¡,
la pérdida de sangre) de ohas lesiones y no de la lesión cere-
bral. Los lactantes (menos de 6 meses de vida) son Ia excepción Edad
a esta regl4 ya que puede su¡gir una hemorragia considerable en
el inteúor del cráneo que conduce al sho€k hipovolémico a conse. Los pacientes en los extremos de la vida, los muy jóvenes (recién
cuencia de que las suturas y fontanelas perrnanecen aún abieÍas y nacidos) y personas de edad avanzad4 tienen menor capacidad de
dan cabida a grandes cantidades de sangre. compensax la pé¡dida aguda de sangre y ohos estados de shock.
Una lesión relativanente menor que sela tolerada sin diffcr¡ltad
en un adulto sano puede p¡oducir r¡n shock descompensado en
estos individuos. Por el contrario, los niños y los adultos jóvenes
Lesiones musculoesqueléticas tienen rma enome capacidad para compensa¡ La pérdida de sangre
Se puede presentar una hemorragia intema significativa con las y pueden mostra¡se relativamente normales en una exploración
ñiacturas (Figua Sl3). Las fractu¡as del fémur y la pelüs son rápida. A menudo pa¡ecen esta¡ bien hasta que de repente dete-
las mrás preocupartes. Una sola fractura femoral puede esta¡ rioran en shock descompensado. Un üstazo más detenido puede
asociada con hasta 2 a 4 unidades (1000 a 2000 mL) de pérdida de revelar signos sutiles de shock, como taquica¡dia leve y taquipnea,
sang¡e en un muslo. Esta lesión por sí sola podría representar la piel p¡álida con tiempo retaxdado de llenado capilar y ansiedad.
pérdida potencial de 30 a 4096 del volumen sanguíneo de un adulto Debido a sus potentes mecanismos de comp€nsación, los niños
y desencadenar un shock hipovolémico descompensado. I¿s ftac- que se encuenhan en est¿do de shock descompensado representan
tu¡as pélücas, en especial las producidas por caídas significativas o urgencias gr¿ves. Las personas de edad avanzada pueden ser nr..ís
mecanismos de trituración, pueden est¿¡ asociadas con hemorragia propensas a ciertas complicaciones de shock prolongado, como la
intema masiva en el eslacio rehoperitoneal. Una victima de un insuñciencia renal aguda.
trar¡matismo directo puede tener múltiples fo¿ctura.s y shock Cla.se
Ill o IV, pero sin evidencia de pérdida extema de sangre, hemo-
tórax, hemonagia intraabdominal o ftactura de pelüs. Por ejemplo, Condición atlética
u¡ peatón adulto golpeado por un vehfculo, con cr¡atro fracturas de Los atletas con buena condición a menudo üenen mejor capacidad
costill¿s, fta€tura de húmero, fractura de fémur y fracturas bilate- compensatoda. Muchos tienen frecuencia ca¡diaca en reposo en
rales en übia y peroné, puede plesentax hemorragia intema de 3000 el rango de ,10 a 50 Latidoe/minuto. Una frecuencia cardiaca de 100
a 55{)0 rnl, de sangre. Esta pérdida potencial de sa¡gre es su.flciente a ll0 latidovminuto o hipotensión puede ser tna señal de adver-
tencia que indica hemorragia signiffcativa en un atlet¿ bien acon-
dicionado.

Embarazo
Durante el embaxazo, el volunen de sangre de wla mqier puede
aumentax de 45 a 5ú4. Thrnbién se incrementan la frecuencia
cardiaca y el gasto cardiaco du¡ante el embarazo, Así, u¡ra mqier
embarazad¿ no puede demostra¡ signos de shock hasta que su
pérdida de san$e sea mayor de 30 a 35% de su voh¡men de sangre
total. Además, mucho antes que r¡na múer embarazada demueshe
Costilla signos de hipoperfusión, el feto puede verse afectado de manera
negati!? debido a que la ci¡culación placenta¡ia es más sensible
Radio o cúb¡to a los efectos vasoconstriciores de las catecolaminas liberadas en
respuesta al estado de shock. Durante el tercer trimestre, el útero
Húmero
grávido puede comprimi¡ la vena caw inferio¡, lo que disminuye en
Tibia o peroné gra¡r medida el retomo venoso al corazón y provoca hipotensión.
I¿ ele%ción del lado derecho de l¿ paciente embarazada una vez
Fémur
que se ha inmovilizado a un t¿blero la¡go puede aliviar esta compre-
Pelv¡s sión. I¿ hipotensión que persist€ en una mqier embarazada después
de realizax esta maniob¡a por lo común representa una pérdida de
sangre potencialmente mortal.
cAPfTUto 9 Shock 231

Condiciones médicas preexistentes


2. Identiffca¡ cualquier hemorragia- (Controlax la hemc
rragia extema y reconocer la probabüdad de hemorragia
Los pacientes con condiciones médicas gr¿ves preexistentes, como intema.)
arteriopatía corona¡ia, insuficiencia caxdiaca congestiva y enfer- 3. Tfaslada¡ al paciente a un cenho de atención definitivo.
medad pulmonar obstructiva crónica, suelen ser menos capaces 4. Administmr lfqüdos en el lmyecro segun corresponda
de compensax la hemorra$a y el shock. Estos pacientes pueden
experimentax a¡rg¡a' ya que su frecuencia cardiaca aumenta en Además de asegua¡ la vía aérea y proporcionar ventilación para
un esfuer¿o por mant€ner su tensión aderial l¡s pacientes con mantener la oigenación, los objetivos p¡incipales del trata¡niento de
marcapasos de velocidad qia implantados por lo comú¡ no tienen shock incluyen l¿ identific¿ción de la fuente o la caus4 el tratamiento
capacidad de desaÍolla¡ la taquicardia compensatoria necesaria de la causa de la manera más específfca posible y el apoyo a la circu-
para mantene¡ la tensión arterial. Los pacientes con diabetes a lación. Al mantener la perfiEión y la entuega de oxígeno a las células,
menudo tienen urta esta¡cia hospital¿¡ia y en la unid¿d de cuidados se apoF la producción de eneryía y se puede asegurax la función
intensivos más prolongada, así como más complicaciones que los ceh¡lar.
pacientes sin la enfermedad subyacente- En el ámbito prehospitalario, se deben identificar y conholar
de forma directa e i¡unediata las fuent€s exiemas de hemorragia
Medicamentos Por lo regula¡, en el ámbito prehospitalario no se pueden tratar de
modo defnitivo las causas intemas; por lo tanto, el enfoque consiste
Muchos medicamentos pueden interferir con los mecanismos de en hasladar al paciente cuanto a¡rtes a.l ámbito de atención defini-
compensación del organismo. Los agentes de bloqueo beta-adre- tiva mientras se apoya la circulación de la mejor m¿nera posible. I-a
nérgicos y los bloqueadores de los canales de ca.lcio utüzados reanimación en el ámbito prehospitalaxio incluye:
paxa tratar la hipertensión pueden evitax que una persona desa-
rrolle taquicardia compensatoria para mantener la tensión axte- ! Mejorar la oxigenación de los eritrocitos de los pulmones
rial. Además, los fiírmacos antiinfamatorios no esteroides (AINE), mediante:
utüzados en el halamiento de artritis y dolor musculoesquelético, ¡ Cuidado adecuado de las vías aéreas.
pueden perjudica¡ la actividad de las plaquetas y la coagr ación de ¡ Soporte ventilatorio con un dispositivo de bol-
la sangre, y causax aumento de la hemoragia- l,()s medicamentos sa-masca¡illa y suministro de una concentración
anticoagulantes más recientes pueden prevenir la coagulación alta de oúgeno suplementaxio (ftacción de oxígeno
durante vaxios días, y no se cuenta con buenos antídotos para inspirado [FiO,] nayor a 0.86).
revertü la anomra.lidad de la coagulación Si s€ puede obtener del ! Conholar la hemoragia extema e intema en la medida
paciente o de los famiüares wr antecedente del uso de medica- posible en el ámbito prehospitalario. TodP erihtcita
mentos, esto constituye una información muy importante que se aMnu7.
debe transmitir a.l equipo de trauma que recibe al paciente. I Mejorax la circulación paxa entregax los erihocitos oxige
nados de manem más eficiente a los tejidos sistémicos y
Tiempo entre la lesión y el tratamiento optimiza¡ Ia oxigenación y la producción de energía a nivel
celular.
En situaciones en las que el tiempo de respuesta de los SMLI es r Mantener el calor corporal por todos los medios posibles.
breve, es posible enconhar a pacientes con hemonagia intema que r L¡egar a la alención definiti tan pronto como sea posible
ponen en riesgo la vid4 aunque no han perdido suficiente sangre
para el cont¡ol de la hemo¡ragia y la sustitución de 106
paxa manifesta¡ un shock glave (hemorragia Clases I]I o I\¡).
e¡ihocitos perdidos, plasm4 factores de coagulación y
Incluso los pacientes con heddas penetru¡tes en aorta, vena cava plaquetas.
o vasos ilíacos pueden llegar a las instalaciones receptoras con una
tensión a¡leriat sistólica normal, si los üempos de ¡espuest¿ de los
Sin las medidas adecuadas, un paciente seguiri deteriorándose
SMtl en la escena y el traslado son breves. En muchas ocasiones,
de manera rápida hasta llegar a La condición "estable": la muerte.
la suposición de que los pacientes no están sangrando de forma
Se deben apLicar las siguientes cuatro preguntas al decidú qué
intema sólo porque "se ven bien' es rm erro¡. El paciente se puede
tipo de trai¿miento proporciona.r a wt paciente en estado de shock:
"ver bien" porque esá en shock compensado o po¡que no ha trans-
currido el tiempo suficiente para que se maniñesten los signos de
shock. Los pacientes deben ser evaluados a fondo incluso para los
1. ¿Cuál es la caus¿ de shock del paciente?
signos de shock más sutiles, y se debe asumir la presencia de hemo-
2. ¿Cuiá.I es la atención definitiva
paxa el shock del paciente?

rragia intema hasta que se descarte de manera definitiva I¿ posibi


3. ¿Dónde puede recibir mejor el paciente esta atención
definiüva?
üdad de hemorragia intema de presencia tardía es ulra razón de la
continua reevaluación de los pacientes de fauma
4. ¿Qué medidas provisionales se pueden toniar para E)oyar
al paciente y conholax la condición en tanto es trasladado
a la afención definitiva?

Manejo Aunque la primera p¡egrmta puede ser dificil de contestar con


l,os pasos pa¡a el tratamiento del shock son los siguientes: prec-isión en el ca¡ po, la identificación dc la posible fuente de shock
al¡uda a definir cuáles son las inst¿laciones miás adecuad¿s para satis-
l. Tener la seguridad de que hay ventilación (vía aéreay venti- facer las necesidades del paciente y qué medidas pueda¡¡ necesitarse
lación adecuada). dura¡te el traslado pa¡a mejoüx sus posibilidades de supervivencia
?32 SOPORTE VITAL DE TRAUMA PREHOSPITALARIO, OCTAVA EDICIÓN

Vía aérea Circulación: control de la hemorragia


Tal vez se requieran técnicas ava.nzadas en el ámbito prehospita.lario La acción inmediata después de asegwar la vía aérea e iniciar la
para as€gurar la vía aérea y mantener la ventilación, como se indica terapia de oxígeno y l¿ asistencia respüatoria es controla¡ la hemo-
en el Capítulo 8, Via aérea y ventilación. No se debe subestimar rragia errtema evidente, o realizar esto de manera simulüíne¿ si se
la import¿¡cia de las habilidades esenciales de las vias aéreas, en cuenta con suficiente a-sistencia. Si la hemorragia pone en riesgo
especial cuando los tiempos de traslado son breves. la vida de mane¡a evidente y una nípida evaluación prima¡ia
revela que el paciente está respirando, entonces la prioridad puede
ser controlax la hemonagia. Estos cúterios críticos se basan en
Respiración el conocimiento. La identificación y el control oportunos de la
Una vez que se asegura una vía aérea permeable, los pacientes en hemonagia externa en el paciente con trauma a''udan a preservar
shock o aquellos en riesgo de desarrollax shock (casi todos los el volunen sanguíneo y los eritrocitos, a fin de asegwar la conti-
pacientes con trauma) inicialmente tienen que recibir oigeno nuidad de la perlüsión tisulax. Incluso un pequeño hilo de sa¡gre
puede contribuir a la pérdida considerable de sargre si se ignora
suplementario en una concentrución lo miás cercana a 100,ó (FiO., de
L0) posible. Esre nivel de oxigen¿ción sdlo se puede lograr du-rante mucho tiempo. Así, en el paciente con hauma multi-
un
dispositivo que üene un depósito conectado a la fuente de oigeno."on sistémico, ?¿i¿g?¿r?¿ h,emor.ragiq es rnenar A col,4 erítrocito
I.as puntillas nasales, una cánula nasal o una masca¡illa simple no
merztlt pct '(t gantnti.zar Io peúu.sión continua d,e los tejidos
cumplen con este requisito. la saturaci.ón de oúgeno (SpO) debe cot'po'¡'^les.
I-os pasos para el control de hemorragia extema incluyen:
mon¡lori¿orse por oximptno dp Wko pniclicamr"nte toios tos
pacientes de tnTuntQr U mqntenerse por "n a¡,riba d,e gSVo (a ni,ael del
mar) , U correlacion{ula con eL estad,o d,el paciente. ¡ Presión directa manual
Un paciente sin respiración, o que respira sin profundidad y r Vend4e compresivo
velocidad adecuadas, necesita asistencia ventilatoria iiunediata ! Vend4e pa¡a heridas
mediante un dispositivo de bolsa-mascarilla. l¿ hiperventilaaión r Envoltura elástica
durante la ventilación ¿sistida produce una respuesta fisiológica I Tomiquete(extremidades)
negativa, sobre todo en el paciente con shock hipovolémico o con . Agente hemostático (to$o)
LCT Una ventilación demasiado profunda y rápida puede causax
alcalosis en el paciente. Esta ¡espuesta química aumenta la aflnidad
de la hemoglobina por el oxígeno, lo que resulta en una dismi- El cont¡ol de la hemonagia extema debe proceder en fonna
nución de la entrega de oxígeno al tejido. Adem¡is, la hiperventi- escalon¿d4 si las medidas iniciales no logr¿n controlarla (Figur¿
lación puede aumentar la presión intratorácica y da¡ lugar a una 9-14).
a.lteración del retomo venoso al corazón e hipotensión. Los datos
de experimentos con animales que utilizan un modelo de shock
hipovolémico sugieren una frecuencia de respiración norma.l o alta Presión directa
inclüso con funcionarniento hemodinámico alte¡ado por hemo-
rragia moderada, según lo exhibido por u¡a tensión arterial sistolica La presión directa ma¡¡ua.l, o una compresión aplicada en forma
y gasto cadiaco más b4los.qe El aunento de la presión intratoliácica dlecta sobre un sitio donde hay sa¡rgrado, es la técnica inicia.l
podía ser resultado de gm¡des vohimenes tidales (10 a 12 ml/kg empleada pa¡a controlar la hemorr¿gia externa. Esta apücación
de peso corporal) o de la creación de "auto-PEEp" (presión positiva
de presión se basa en el principio de Bemodli (véase el Capítulo
espiratoria nnal) cu¿ndo se ventila demasiado rápido (la exhalación 4, Fisiología de la vida y la muerte) y consiste en una serie de
inadecuada conduce a la retención de air:e en los pulmones). En el consideraciones:
paciente con lesión cerebral traumátic¿, la hiperventilación inad-
vertida daxá lugar a vasoconstricción cerebral y disminución del Fuga de líquidos = Pres¡ón transmural x Tamaño del orific¡o en la
flqjo sangufneo cerebrul, lo cual exacerba la lesión secundaxia en el Dared del vaso
cercbro. Para un paciente adulto es probable que sea suficiente un
volumen tidal raz ona.ble (350 a 500 mL) a una velocidad de l0 vent! La pres¡ón transmural es la diferencia entre la presión dentro
lacionevminuto. del vaso y la presión fue¡a de éste. La presión ejercida conha el inte-
La vigilancia de dióxido de ca¡bono al Ana.l dc la expiración rior de las paredes de los vasos san¡¡uíneos por medio de los líquidos
(ETCq) se utiliza a menudo en combinación con la ordmetría de intra\,lasculares y el ciclo de la tensión arteria_l se denomina presión
pulso paxa mantener al paciente en un estado eucápn¡co lnivel ¡ntramural (o intraluminal). La fuerza ejercida contr¿ la paxed det
de dióido de carbono normal en la sang¡e) con la oxigenación vaso sanguíneo desde el exterior (como urla mano o un apGito) se
satisfactoria; sin emba¡go, en el paciente con perfusión com- denomin¿ pres¡ón extramufal (o extraluminal). ta siguiente ecua-
prometida, la correlación de ETCO, con PaCO" es pobre, por lo ción ilustra esta relación:
que no se puede depender de ella p¿.ra juzga¡ con precisión la
venhlación. Pres¡ón transmural : Pres¡ón ¡ntramural Pres¡ón extramural
cAPfTU[o 9 shock e33

compresión de los lados del vaso rasgado reduce el t¿maño (¡áTe¿)


Pres¡ón d¡recta manual de la abertDra y disminuye arin más el flqjo sanguíneo fuera del
vaso. I¡cluso si la pérdida sanguínea no está del todo contenida,
Y puede disminuirse h¿sta el punto de que el sistema de coagula-
Vendaje compres¡vo ción de la sangre pueda detener la hemorragia. Por est¿ razón, la
p¡esión dirccta casi siempre tiene éxito en el control de la hemo-
nagia. Dn muchos estudios que involucran la hemorragia de los
sitios de punción de la arteria femoral después de la caleterización
ca¡diaca se ha document¿do que la presión directa es una técnic¿
efrcaz.7,tttr2
Después de una analogia de tubería con tugas, si hay ü
pequeño agr{ero en el tubo, con sólo poner el dedo sobre el oriffcio
de la fug4 ésta se detendrá de manera temporal. Después se puede
poner cinta adhesiva ahededor del tubo paxa una solución a corto
plazo de la fuga. El mismo concepto se apüca al paciente con hemc
Extrem¡dad rragia I¿ presión directa sobre la herida abierta debe sr¡sütuirse
i por un vendqje compresivo. Sin emba¡go, para que este vend4ie sea
Y más eflcaz, se debe apücar presión de fomla directa sobre la lesión
Torn¡quet€ Agente hemostát¡co tóP¡co en el v¿so. Un apósito simple colocado en la piel sobre la herida no
y Pr€sión directa
apüca una presión dLecta sobre el sitio de la hemorragia.
Para lograx el uso más eficaz de un vend4e compresivo, el
material de vend4ie se debe apücar con ffrmeza hacia ab4io en la
heúda y después colocar el vendqie elástico en el exterior. Puede
F¡gura 9.14 Control de hemoÍagia en elcampo- logra¡se tapax una herida con el uso de un agente hemostático,
como Combat Gauzeo o Celoxo, o se puede realizax apücando un
rollo de gasa simple. La clave es coloca¡ el material de embalqie
en la base de l¿ herid4 de manera directa sobre el sitio de la hemo-
A mayor presión dentro del vaso, miás úpido se fuerza la rragi4 y luego aplica¡ todo el ¡ollo en la herida Posteriormente
sa¡gre fuera del orificio. La presión que apüque el proveedor de se debe aplicar presión directa sobre la herida durante un mÍnimo
atención prehospitataria causará que Ia sa¡rgre se filhe de manera de 3 a 5 minutos si se utiliza un apósito hemosático, y durante 10
m¡ás lenta l,a p¡esión directa sobre la herida aumenta la presión minutos si se aplica gasa simple.
erramuros, con lo que se frena la fuga Desde una peEpectiva del paciente y vasculax, esto signilca
La capacidad del cuerpo paxa responder y conholax la hemo- que Ia TAM (presión intraluminal) y la presión en el tejido que ro-
rragia de un vaso lacerado esüi en función de: dea al vaso (presión extraluninal) tienen una relación directa en el
control de la velocidad de pérdida de sangre del vaso, así como
¡ El t¿¡naño del vaso el tanaño del oriñcio en el vaso. Cabe destacax que cuando dismi-
¡ La presión denho del vaso nuye la tensión a¡terial de un paciente por la pérdida de sangre, lo
r La presencia de los factores de coagulación conveniente es no elevaxla de nuevo a los niveles normales; más
r La capacidad del vaso lesionado que entra en eq)¿,smo bien se debe detener la pérdida de salgre y mantener la tensión
y reduce el tamaño del orificio y el flqjo sa¡guíneo en el arterial a un nivel suñciente paxa perfundir los órganos vitales. Este
sitio de la lesión nivel por lo generat se produce cuando la tensión arteúal sistólica
¡ La presión del tejido circundante en el vaso en el sitio del paciente oscila entre 80 y 90 mm Hg. Esto significa evitar La
de la lesión, y cuatquier presión adicional proporcionada infr¡sión excesila de líquidos por vía intravenosa en el paciente y
por el proveedor de atención prehospitala¡ia desde el mantener un grado leve de hipotensión. El au¡nento de la tensión
extenor arterial a niveles normales mediante la administración de grandes
volúmenes de líquidos cristaloides por vla inhavenosa produce rm
Los vasos sa¡rguíneos, en particdax las aferias, que están total- efecto conhaxio al deseado, debido al aumento de Ia hemorragia
*reventar' atgún coágulo que se ha formado en
mente divididos (seccionados) con frecuencia se retraen y enhar como resultado de
en espasmo. Por lo regula¡, hay menos hemorragia del tronco de lia abertura de un vaso sanguíneo.
una extremidad con una amputación complet¿ que de una extre Por lo t¿nto, los pasos para el manejo de u¡ra hemorragia son
( l) aumentar la prcsión extema (vendqje compresivo manua.l), que
midad con un haurta grave pero con vasos sanguÍneos que están
dañados, aunque no seccionados de forma total. disminuye el tanaño del agqiero en el lumen del vaso sanguíneo y
La presión directa sobre el sitio de la hemorra$a aumenta la reduce el diferencial entre la presión intema y extema, los cuales
presión extraluminal y, por lo tanto, reduce la presión transmu¡al, contribuyen a reta.rdar el flqjo sanguíneo del wso lesionado; y (2)
to que contribuye a desacelerar o detener la hemorra$a. I¿ presión utiliza¡ la técnica de rea¡rimación hipotensiva pal¿ asegurar que la
direct¿ también ayuda y es una función de igual importarcia- l¿ presión inhaluminal no aumente en gra¡r medida-
234 SOPORTE VITAL DE TRAUI\4A PREHOSPITALARIO, OCTAVA EDICIÓN

Tres puntos críticos El control de una hemoEagia exanguinante por medio de tomi-
quete es de 809ó o más. Además, du¡ante muchos años los cirqianos
Se debe enfatizar en tres prmtos adicionales sobre la presión directa.
han utilizado de forma amplia en el qui¡ófano los tomiquetes que
En primer lugax, cua¡do se atiende r¡na herida con un objeto empa-
ocluyen el flqio arterial, con resultados satisfacta.,.os. Si se u^san d¿
lado, la presión debe ser aplicada a cada lado del objeto y no sobre
este último. l,os objetos empalados no se deben retirax en el canpo for'nw odecw.ttl, llJs tdnLiquetes 7w süo s(trl segtros, sinn tqmbi.tit
sahmn uilns.tT
debido a que el objeto pudo haber dañado un vaso, y el objeto en
Un estudio de los militares en I¡ak y Afganist¡án mostró una
sí mismo podría estar taponando la hemorragia RetiÉr el objeto
marcada diferencia en la supervivencia cr¡ando se aplicó el tomi-
podía car¡sa¡ hemorragia intema no controlada_
quete antes de que el paciente se descompensa¡a y entrara en estado
En segundo lugar, si se requiere m¡ás peGonal paxa llewx ¿ cabo
de shock, en compaxación con la ap¡icación del tomiquete después de
otras taxeas de saN"arnento, se puede creax un vendaje compresivo
que bdó la t€nsión axterial.'3 Cuando se apücó el tomiquete antes
(compresión) mediante compresas de gasa y una venda elástica en
de que el paciente entxa¡a en shock, la supervivencia fue de g€pót
rollo o ür manguito de tensión art€rial inflado hasta que se detenga
cu¿ndo se colocó después de que el paciente presentara shock, la
la hemoragia- Este apósito se coloca de forma directa sobre el sitio
supervivencia fue de 4%.
de la hemorragia"
En el ca.so de hemorragia en lugares donde no se puede colocar
En tercer luga¡, la aplicación de presión dirccta a la hemonagia
un tomiquete, como en el tolso o el cuello, lo mzonable es utilizax
exsanguina.nte üene prioridad sobre Ia inse¡ción de las lfneas IV y la
agentes hemosá.ticos. A paxtir de la publicación de la octava edición
reaninación con líquidos. Sería un grave erro¡ entregar en la insta-
de PHTI-St Sopqrte ü¿td dz tmumn yrehos?¿t lo?rir, et Instituto de
lación receptora una víctim¿ de trar¡ma con los vend4ies correspon-
Investigación Quinrgica del Eiército de Estados Unidos recomienda
dientes y dos líneas IV insertadas y bien sqietas en su sitio, pero que
Combat Gauze como el producto de tercera genelarión preferido.
está muriendo debido a la hemorra$a de una heúda sobre la cual
Sin embargo, esto puede cambia¡ con el tiempo. Visite el sitio en
sólo se coloca¡on apósitos p¿x¿ trauna y no se aplicó presión directa"
intemet de PHTIS (phtls.org) pa¡a i¡formación más reciente.

Puntos de elevación y presión Opciones de dispositivos


Anteriormente, se ha puesto énfasis en la elevación de un¿ exhe. Ttadicionalmente, un torniquete se ideó a partir de un pañuelo
doblado con un ancho aproximado de l0 cm (4 pulgada.s) y eNuelto
midad y la compresión en r¡n punto de presión (proximal al sitio de
dos veces alrededor de la exhemidad, como el "molinete español".
la hemorragia) como los pasos intermedios para conftolax rura
Se amarra un nudo en el vendqie, se coloca una va¡illa de met¿l o
hemorragia. No se han publicado investigaciones acerca de si
elevar una extremidad que sangra disminuye l¿ hemorragia- Si un madera en la parte superior del nudo y se arnarra un segundo nudo.
La varilla se gira hasta detener la hemorragia y después se qja en
hueso en la exhem¡dad se fractu¡a, esta m¿niobra podría ser causa
potencial de que se convierta de una fractrüa cerrada a ulla abiert¿, su lugax.
Se deben eütax los tomiquetes con forma de banda y estrechos.
o provoca¡ aumento de hemorragia intema. Del mismo modo, no
Los tomiquetes más anchos, po¡ lo menos de 1.5 putgadas (4 cm),
se ha estudiado el uso de puntos de presión pa¡a el control de la
son m.ás encaces pa¡a controlar la hemorragia a una presión inferior
hemorragia Por lo tanto, en ausencia de datos convincentes, no
(Figura 915). Existe una relación inversa ent¡e el a¡rcho del tomi-
se pueden recomendar estas intervenciones en situaciones donde
quete y la p¡esión necesaxia paxa ocluir el flqjo aderial. Adenás, es
no se logra controla¡ la hemorragia mediante presión directa o un
más probable que una banda muy eshecha cause daño a las arterias
vend4e compresivo,
y los nervios superfciales.
Debido al interés de los milita¡es de Estados Unidos en r¡n tomi-
quete de uso fácil y eficaz (en especi¿l rmo que un soldado podría
Torniquetes
E)ücarse de ma¡reÉ na)ida con u¡ra mano de tener herido el otro
Si la hemorragia de una extremidad extema no se puede controlax brazo), se han desa¡¡ollado y comercializado muchos tomiquetes
con presión, la aplicación de un tomiquete es el siguiente paso comerciales. En un estudio de laboratorio, tres productos hrvieron
razonable pa.ra contener la hemoüagia. Ya no se recomienda el uso una efectiüdad de 100¿ en la oclusión del flqio s¿nguíneo axteri¿l
de torniquetes debido al riesgo de posibles complicaciones, que dista¡: el Tomiquete de aplicación en combate (GA-T, Ph¡ Durdngo),
incluyen daño a los nervios y los wsos sanguíneos y pérdida poten- el Tomiquete de emergencias milit¿res (EMI, DeIfr Medical
ci¿l de la exhemidad si se dqia demasiado tiempo el tomiquete.
No se ha comprobado ninguna de estas situaciones; de hecho. los
datos de las guenas de I¡a-k y Afga¡istán han demostrado justo Io
contrario.r3Ja Aunque hay un pequeño riesgo de que se puede sacri-
frcar tot¿l o parcialmente uJ¡a extremida4 dada la posibilidad de
elegi¡ enhe perder una extremidad y sah"a¡ la vida del paciente, la
Se puede ut¡lizar de forma alterna un mangu¡to de
decisión obvia es preserva¡ la vida. No se sabe que se hayan perdido
tensión arterial como un torniquete en caso de urgencia,
extremidades como consecuencia de la colocación de un tomi-
quete por pa¡te del ejército estadounidense. De hecho, los datos aunque el aire puede sal¡r del manguito y disminuir su
de la experiencia militar indican que los tomiquetes apücados de eficacia.
forma correcta podrían evitar de manera potencial 7 de 100 muertes
en combate.rt16
GAPÍTULO 9 Shock egs

Inno\'¡liors) y el Tomiquete táctico de la tilena de operaciones on inglés) recomienda en la actualidad el uso rlel (l-A-T Lna vez
especiales (S()F-fl, Special Oper¿tions I'orce Taclical Toumiquet. nl¿i-s. csta reconrendación pucde canbi:Lr con el tiempo. y l¿¡"s últlmas
'lactical Nlcdic¿l SolutÍons) (FiSxra 9-16).r" De ellos, el comité sobre actualizaciones de la COT(l(la y PITTIS apareccrán en l¿ página \!eb
el cúdado tá( ti( o de caídas en combate ((\)TCCC, por sus sigli¡.s PIITLS (PHTLS.ory).

Sitio de a pl¡cación
fTn tomiquete se dcbo aplicar'.iusto de manem p¡oximal a l¿ heúda
hcmorrágica. Si un tomiquete no detienc pol conplcto la hemo-
ü¿gia, entonces sc dcbc apli(:a.r otro iunto al primero Al colocar
dos lomiquetes uno al lado del otro. la zona de compresión se
cLrp)ica y es más p(rb¿l)lc ot contr'ol exitoso dc la hcnrorIagi¿ Una
voz aplicado. el sitio de to¡niquete no debe ser cl¡bicño de manera
quc se pueda l'cr y control¿r l¿icil u a hemorragia rccurI(lnlc.

Opresión en la aplicación
Se debe aplica-r ün torniqucl.e lo más apretado u)sibh a fin de
bloque¿r'el flúo arteri¿rl y ocluir el putso distal. lhr dispositivo que
sólo oclüye el fl{o venoso de üla ertrenidad cn tcalidad ¿ument¿
la hc¡¡orragia de un¿ he da. Exjste una relación dimd¿ cntre la
c¿¡rtidad de prcsión requcúda para controla¡ la hellonagia y el
tamaño de la extrenridad. Por lo tanto, un tomi(lu(ltc t(lndrá que
scr coloc¿do con más fuerza en üra piema para lograr cl colltrol
dc la herüorragia que en un brazo. Si se ¿plica un tomiquete de
modo correcto y no se contlol¿ ()n é¡aito la hemonagia, se püede
usar un segundo toüriquete y coloca¡lo iusto proxin¡¿l ¿l primcro
I¿ adición de un segrudo tomiquete propol(iona compresión
adicioni¡.l y pol lo gencral cs cficaz para detcncr l¿ hamotragi¿ en
los casos en que un (lispositivo no sc¿ ¿decuado.

Lím ite de tiempo


I¡s tomiquetes arled¿ es se han utiliz¿do de fonn¿ scgum durante
un máximo dc 120 ¿ 150 nlinutos e quirófano silr causar daño
signiflcativo en ncñios o nnisaulos. Incluso cn ontomos subur
banos o nlrules. la mayoúa de los tiemp()s de traslado de los SllL
son mucho rnás corlos. Efi general, un tonliquote colocado en el
a¡rbicnte prehospitalalio dt'be pefi¡lanecer en su lug¿r h¿sta que
cl paciente llegue a la ¿tcnción dcfinitila en el hospital apropiado
más celcano. El uso por p¿¡1e dc los núlitares en Flst¿dos l'nidos
con peúodos de aplicación prolongados no ha nlostt¿do un dcle
Iiorc signiflcativo.'r Si sc ¡cquiere la aplicación de ttn torniquete, lo
más probablc cs quc cl p¿¡( io c nccesite una cirugía de urgencia
p¿ua (r)ntrolar la henrorrugia. Por tanto, lo idcal os (lt¡(! cl p¿(rientc
lk'gue a unas instalacioncs con capacidades qtlirúrgicas.
fultedonnente. con frccuencia se reconend¡b¿ ¡n(t¿u un tor'
niquete ca(la 10 a li nrinl¡tos ¿ fi¡r de pemritir d. ¡1ucvo el flqjo de
sargre en la extrenrida(l lesionada con l¿ i(lc¡ dc quc dicho flúo
a]'r¡dara a preseñ,¿¡ la extlenridad y e\itar la lutll)tll¿(ión poslc
úor Esta práctica sólo siñc para aumentar- Ia pé¡dida tle sangre
sostenida del paciente y no ayuda en nada a la extrcnlidad l na vez
aplicado, el torniquete deb('dljalse en su Iug¿r h¿Lsla {lu('y¿ no se¿
Itcccsado.
fln tomiquete puedo scl doloroso de fole¡¿r'para ur paciente
.(nNciente. y se debe tomal cn consider-aci(il el contlol del dolor
Figura 9-16 A. Torn quete CAI B. Torniquete EMT
si('rrpre que el paciente no tenga sif os de shock Cl¿¡-se lll o I\i I¿
c. Torniquete SOF-T
Firerrer P¿rres A y C. aorles a de Peter f Pon5, ¡/D. FA CtP P¿rte B, Corte5i¿ de
Figuür 9 17 proporcion¿ trn prolo(rolo de muestra p¿ra la aplicación
Delhl l"¡ed c¿ In¡oú¡i ons, .c dcl l.omiquete.
236 SOPORTE VITAL DE TRAUIVlA PREHOSPIIALARIO, OCIAVA EDIC ÓN

¿plic¿r cl al)ósito como una cubiorl¿ paxa la he¡id¿ ¿bieft¿r. -{detnás,


se debe aplicar rür nrínimode:l nlilnttos de presión clirecta en l¿zona
de la herida p¿ua Ia mayoÍa d(, los agentes disponibl('s. Al nenos
tur lábricartc olic(:ió reciente¡tcntc ltn producto hcl¡ostático que ¡o
rcquier.e la aplicación de presi.ir (lifc.l¿r despuós (l(' l¿r (olocación del
Los torniquetes se deben utilizar, si no se puede o no
l)roducto en la heúda.
se logra controlar una hemorragia, con presión directa Al escribil ost¿Ls líneas, Combat Gauze emel producl.o ¡ccomen-
o vendaje compresivo. Los pasos en la aplicación de un dado pax¿ sll uso po¡ el CoTO(lC (on base en investig¿ciones ¡ca]i-
torniquete son: zad¿rs por el laboratorio de investigación quirurgica dc la tr'lafina y cl
'1. Ejército dc Eslr(los t'nidos.liDavcz nrás. esta reco¡lcndación puede
Aplique un torniquete, manguito de tensión arterial
o "molinete español" de fabrjcación comercial a la cambiar con cl tieNpo, y l¿s úllinlas aclualizacio¡rN de Ia CoTCCC y
I)llTLS apix.(.¡ r'fiur en la página $eb de PIITIS.
extrem dad proximai a la herida sangrante.
fin estudio que contp¿rra u¡r nítnert¡ do di\,crsos agentes
2. Apriete el torniquete hasta que la hemorragia cese,
hertostáti(,os con l^ colocación dc gasa simple no dcmoslni dif(-
y después fielo. rcncia alguna on la pérdida dc s¿ngrc o l¿ supenivencia anim¿¡l
3. Anote la hora de aplicación del torniquete en un cnlrc los agenles hemostáticos y el m¿tedal de gilsa simple.r, llste
pedazo de cinta y fílela al torniquete. por ejemplo, hallazgo sugi('Ir' d(' manera contlmdente que nrientras que cl agenle
"TK 21:45" indica que el torniquete se aplicó a las hemostálico ayl¡(l¿r a la co¿gl¡la(,ión, es probable que el fack)r
9:45 pm. p¡naxio par'¿ controlar la hetrctlagi¿ sea el rnismo \'{rndaje colo
cado dentro dc la herida con la ¿plicación de prcsión dirccla cn (,1
4. Deje el torniquete al descubierto para que el
sitio de la helnon¿gia.
srtlo pueda ser vtsto y superv¡sado en caso de
hemorragia recurrente. 5i la hemorragia continúa
después de la aplicación y de haber apretado el
Control de hemorragia en uniones
torniquete inicialmente, puede aplicar un segundo L¡-s hcdd:r,s loc: iz¿d¿rs en l¿¡-s denominada-s zorus de urúón (icl
lorniqLete ju)to ¿r.to¿ del prrraero. cuerpo. lugarcs en los que las cxlrellri<larles y la cabcza se unen ¿l
5. Consldere el control del dolor a menos que el
lrdr( () (ingl(., ¿xila, honlbro y cucllo), pueden dañar.los vaios s¿ulguí
neos v s¿¡grtu (lc ¡n:mcra proli¡sa. lln p¿uticul¿rr. l¿rs heddas de l¿Ls
paciente se encuentre en Cl¿se lll o lV
er-tremid¿des inferiores caus¿rda^s po¡ arlefactos c\:ltosi\1)s implo\i
6. Traslade al paciente, preferentemente, a un satlos (r\XI) a mcntrdo provoc¿n anlput¿ciones !'hclid¡Ls altas d()lni{,
centro con capacidad quirúrgica. no se puede coloc¿l u¡ tomiquclo. Fll CoTCC(l ha ¿rl)robado ün¿
scric dc (lispositi!1)s (liseñados p¿t¿ controlar la henron.agia de estc
liIX) de heridas. I,lstos dispositivos inchlyen Conrb¿rt Re¿dv Cl¿u¡p
(CRoC, Comtut XIc(li(:al Systcms ), .lünctional l)ncrgcncy Treatmcnl
'lbol (J.E.T..I.', \or1li Arneli.a llcscrK' Produd-s, Il,(r) y S,A.NI Jturc-
Agentes hemostáticos liot)al Torurriquet (SAtrl lledic¿rl Products). Algrülos (ie estos dispos!
tivos h¿m si(io cniiados porel qjórcito de ¡lst¿dos t.njdos pal¿ su uso
La Food an(l l)rug Adirinist¡¿tiort (I.'DA) há aprob¿do un¿ selio)
on zonas clc cor¡l)al.c. H¿r-st¿ ¿hola no se h¿ estu(li¿(lo ni deflnido l¿t
(le agentes henrostáticos de (No lópico. Los agcntcs hemoslí'
fin:¡.li(l¿rd y r¡tili(l¿(l de estos dispositivos en el entorrro civil.
ticos están diseñaclos par:r sol colocados on üna herida. mq¡r'¿r
Ia coagulacióll y p¡orto\_er- ol cont¡ol de la hcntorragia potcn(.i¿l-
mcnte ntortill que no se puede alotener. sólo (rl prcsión directá en
?ircas del ( ur.rlx) que no son susceptibles a la c(t(x:¿rci(jn de tol.ni
i Hemorragia interna
Fln sitios de fr¡(tura taurbién se debe consicler¡I. la hemorragia
quete. Estos agentes por lo gcn(,ral \icnen cn alos fortna-s: (l) urrI interrla. El m¿n(ljo b¡.usco dc un¿ crtremidad lcsionada no sólo
polvo que sc ü(-'fte sobre la hcrida y (2) una g¿Lsa iIltpregnada con elI puede convcnir l¡na fi¿lcl.ur¿r < rrLa<l¿r cn cxpll(.st¿, sino también
maleli¿l hcnroslál.i( o que se ¿plira dentro de la lle¡ida. :I¡mentar tle ¡t¿nera signilicativa la hernoüagia i¡lterna de los
En las ¡rrillleüs gener-aciqres de agentcs hontostáticos se rcp(r:. extrernos dc krs hucsos. cl tcjirkr nuscular. adyaccnte o \,asos
tab¡m con\ticncioDes asociadas con su uso. Algun{)s productosi d¿ñ¿dos. Tod,Ls las sospechas dc fi¡cturas (l(' l¿Ls cxll-cmida(les
causahan ¡ elcciones de gencl¿tcian¡ dc c¿rl(n-, que ptovocaban qur)n¿r, ' dcben scl. innl(^ ilizad:rs en un esfilerzo p¿l.il ntinintizar la he¡¡o-
dums significalivas cn los p¿cientes a quienes s('¿pli(.aba cl matc-. n¿rgia. Si el p¿r(,iente no tiere evi(lenci¿ de concliciones que pong¿m
ri¿.I. Sc d(j¿rr{nr dc recomendal los polvos gr¿nn¡li¡rcs, J,.a que solianL en riesgo srL vicl¿r. puede decliciu I iempo a ert¿blillar' \.¿¡ia-s fiacfur¿Ls
lolar a l¿ ca¡a del p¡ovecdor d('atcnción ntédica cuando (_rslc losi de lirmr¿r individual. Sin embargo, si cn la e\,?luación prilruúa ideli
aplicaba. Adcmás. se realizaron csludios cn ¿urilnales que mostr'¡ronL tifica condicioncs qLtc pongan cn ri('sg() la lid¿r (l('l pt(.icnte, ésle
quc k)s pr-o(luclos gmm¡lales tenÍan el potemci¡l (lc ( aus¿r. é¡rbolos. debe ser' irx
o\ ilizi¡do iápid llente en Lür (üsposilivo apropindo,
d:xrdo hlgal r la lb¡mación de coágulos sanguíncos cn los ht¡lar(,s (lol conlo una t¿tbla larga o colchón dc vacio. qjar. con ello toda^s las
sistenu circulatoio l{janos al sitio de la lesiótr. L¡Ls siguicntes gene-' c¡frcmidadcs dc fbmra an¿tóntic^ y trasladat.lo ¿ ün centro Nédico.
racionos dc cstos agentes hall cstirdo ¿ l¿¡.()r (l(' l¡na gasa impregnad¡ Se ha demoslla(lo que los ¿ghltini¡nlcs p¡lvicl)s innr)\'iliz¿rn y apr.o-
(:on {rl matcti¿rl activo. xjman l¿s fi¡ctltr¿s dcl hucso (k la pcl\is, pero no sc han hc(.lt()
Es i¡nport¿nte señalar qua cslos agentes rcquieren Ia colocaci(in estudios para donloslra¡ c¿u¡ll)i{)s cn al r.'sull¿do si sc uliliza c¡) (.1
.lel vendajc hcnlostático de nl¿ür('¡a (lilect¿ elt la heljda. J no sók) ánüito prchospil:rla.io.
cAPíTUto 9 Shock E¿37

Discapacidad Traslado del paciente


No hay intervenciones únicas, específfcas para el estado mental El trat¿miento eflcaz de un paciente en shock hemorrágico g.rave
a.ltelado en el paciente con shock. Si el cstado neurológico anormal requiere de un cin{ano con acceso a un qutófano y a sangre.
del paciente es resúltado de hiporia cerebEl así como de una Debido a que ninguna de ellas esá disponible de mtina en el
mala perfusión, los esfuerzos paxa conegb la hipoxia y restablecer entomo de hauma prehospit€laxio, es de suma importancia el tras-
la perfusión a través del cuerpo deben tener por resultado un mejor lado rápido a r¡n cenho con capacidad para maneiar las lesiones del
estado mental. Al evaluar el pronóstico de un paciente después de paciente. Ttaslado rápido no significa el antiguo "ca¡gax y co[er"
un LCT, por lo genera.l la puntuación 'inicial" de la Escala Glasgow sin tener en cuenta o haciendo caso omiso de las modalidades de
de Coma (EGC) se considera la calificación establecida después de tratamiento que son importantes en el cuidado del paciente. Signi-
la reanimación y el restablecimiento de la perñ¡sión cerebral fica que el proveedor de atención prehospit¿laxia instituye con
adecuada- La eva.luación de la puntuación EGC de rm paciente rapidez medidas clave potenciales que pueden sa.lvax vidas, como
estardo aú¡ en estado de shock puede resultax en un pronóstico el m¿nejo de la vía aérea, soporte ventilatorio y el conúol de la
en extremo sombrÍo. hemorragia. No se debe perder tiempo en una evaluación inade-
cuada o con maniobTa,s de ifunovilización innecesaxias. Al cuidar
de un paciente lesionado en estado cítico, se deben lleva¡ a c¿bo
muchas medidas, como calentar al paciente, iniciar una terapia IV
Exposición/ambiente e incluso ¡e¡üza¡ la evaluación secundaxia durante el camino en la
El mantenimiento de l¿ temperatura colporal del paciente dentro arnbulancia.
de un rango normal es importante. La hipotermia se debe a la expo-
sición a ambientes más fríos por convección, conducción y ohos
medios físicos (véase el Capítulo 21, Tfauma ambiental I: calor y Posición del paciente
frío) y Ia pérdida de la producción de ener$a en el metabolismo En geneEl, el paciente de tra\una que está en estado de shock
anaeróbico. La mayor preocupación con respecto a la hipotermia es debe ser transportado en posición supina e inmovilizado, según sea
su efecto sobre la coagulación de la san$e. A medida que el cuerpo necesario, en urr dispositivo apropiado, como una tabla laxga o un
se enfrÍa, la coagulación se ve afect¿da. Además, la hipotermia colchón de vacío. Aun cuando el posicionaniento especial, como
enpeora la coagulop¿tía" disfunción mioeá¡dic4 hiperpota.siemi4 la posición de Tlendelenburg (colocado en un plano inclinado con
vasoconstricción, así como otlos problemas que afect¿¡ de forma los pies elevados por encima de la cabeza) o laposición de "shock"
negativa la oportujridad de sobreüda de un paciente.¿r Si bien las (cabeza y torso en posición supin¿ con las piernas elevadas), se
b4jas tempe¡atu¡as preservan el tejido durante un tiempo corto, el uüliz¿ desde hace 150 años, no se ha demostrado su eficacia. I-¿
descenso de la temperatura debe ser muy rápida y muy bqia para posición de Trendelenburg puede agrarar la función ventil¿toria ya
que se produzca la conseryación. No se ha demostrado la eflcacia de deteriorada al apücax el peso de los órganos abdominales sobre el
dicho canbio nápido en el paciente en estado de shock después dia.fragna y aumentar la presión intmcraneal en pacientes con LCT.
de un tmrunatismo. Más import¿¡te aún, los pacientes con shock hipovolémico grave
ts
En el ámbito prehospitalaxio es diffcil aumenta¡ la temperatwa en general desarrollan una vasoconstricción máxima.22
central una vez que se ha desarollado la hipotermi4 por lo tanto, se
deben inicia¡ todas las medidas posibles en el cfilpo pa¡:r con¡ierllax
la temperahü:a normal del cuerpo. Una vez expuesio y examinado, Acceso vascular
el paciente debe est¿r protegido del ambiente y mantener la tempe-
ratura corporal. Se retiü la ropa mojada, incluyendo la saturada de Ruta intravenosa
sangre, porque ésta aumenta la pérdida de calor. Se cubre al paciente En un paciente traumatizado con lesiones graves manifiestas o
con mantas calientes. hlede presentaxse la necesidad de calentax al sospecha de éstas, se obtiene un acceso por vÍa intravenosa paxa
paciente colocando ma¡tas cerca de los respiraderos del calentador que el proveedor de atención prehospitalaria pued¿ iniciar la
en La arnbulancia en camino pa¡a atender la urgencia. Una alt€math'a administración de líquidos, si correq)onde. Excepto en ci¡cuns-
paxa las mantas consiste en cubdr al paciente con tramos de plástico, tancias inusua.les, como un paciente sometido a la extracción de
como bolsas de basura pesadas y gmesas. Son económicas, fáciles de un vehículo o de los proveedores de atención prehospitala¡ia a la
a.lmacenar, desechables y encaces para retener el calor El oÍgeno espera de la llegada de un heücóptero, el acceso Iv debe obtenerse
caliente, humidiffcado (si sc tiene), puede aludar a preservax el calor después de que el paciente ha sido colocado en la anbtiancia y se
del cuerpo, en particulax en los pacientes intubados. ha iniciado el traslado al centro adecuado más ce¡cano. La obten-
Una vez examinado y en\uelto, el paciente en estado de shock ción del acceso IV no debe rehasar el envío del paciente herido de
es trasladado en el compartimiento caliente de la ambuLancia desti- forma grave al hospital.
nado par¿ los pa.ientes. L,o ideal es mantener dicho compartimiento Armque el volumen de rea¡imación de un paciente con tra\¡nB
a 29 "C (85 'F) o más cua¡do se tmslada a un paciente herido en en estado de shock üene un sentido empírico, las investigaciones no
forma grave. la tasa de pérdida de calor del paciente en un compax- han demostrado mejo¡es tasas de supervivencia de los pacientes con
timiento frío es muy alta l¿s condiciones deben ser ideales para el trauma y lesiones críticas cuando se inicia la terapia de líquidos por
paciente, no pa¡a los proveedores de atención p¡ehospitalaxi4 ya que IV en el ánbito prehospitala¡io. De hecho, en un modelo fsiológico
el paciente es la persona más impot¿nte en cualquier wgenciit" Una comput¿xizado de la administrución prehospitalaia de líquidos IV se
buena regla general es que si el proveedor de la atención prehospita- observó que el líquido Meneflcia sólo cuando existcn tres condr-
la¡ia esá cómodo en el compa¡timiento del paciente, es dem¿siado ciones: ( l) el paciente está sa¡rgrando a una velocidad de 25 a 100 mU
frío paxa el paciente. minuto, (2) la velocidad de administración de líquidos IV es igual a
E3E¡ SOPORTE VITAL DE TRAUMA PREHOSPITALARIO, OCTAVA EDICIÓN

la r€locidad de la hemorragi4 y (3) el tiempo de tfaslado desde la


escena es mayor minutos.¿r Por lo tanto, nu A
a 30 ca se debe retl.esal
el trasldd,o d,e paci.ntes con trquma por ¡ni.c,iar Lc.s 1)Í&s N.
En un estudio se demostú que el uso de líquidos por ví¿ intrave-
nosa a.¡rtes de controlax la hemor¡agia no produce beneflcio al$uro.r;
$,
Desafoftunadarnente, no hay estudios que asignen al azax el uso de la
reanimación con líquidos en pacientes con hemor¡¿giia no cont¡o-
lada ?er"süs a la hemorragia cont¡olada. Todos los estudios que se
han realizado mezclan ambos tipos de pacientes. Hasta que se lleve a
cabo rm estudio así, el uso de estudios a¡ecdóticos y mixtos se¡rá la
base para la pnáctica recomendada.
En el caso de los pacientes en shock o con lesiones potencial- B
mente g¡aves, se deben inserta¡ uno o dos catéteres Me ca.librc
grande (calibre 14 o 16), cortos (l pulgada) por punción percu-
t¡ínea, según lo pemrita el tiempo. La velocidad de la administra-
ción de líquidos es direct¿nente proporciona.l a Ia cuarta potencia
del r¿dio del catéter e in'ersamente proporcional a su lon$tud
".?* i
(lo que signiffca que más líquido flui¡á con rapidez a través de un
catéter más corto de mayor diámet¡o que un catéter más laxgo de
menor diámetro). El sitio prefeúdo p¿xa el acceso percutáneo es
F¡gura 9-18 A. Agujas lO y pistola lO para inserción m¿ñlal (se
presentan var¡os t¿maños). 8. Conductor esternal lO
una vena del antebrazo. Los sitios altemos para el aaceso IV son
Fuenler lones ¿nd Br¿tlett Le¿rnLng. Folografia de D¿rren St¿hlman
las venas de la fosa antecubit¿I, la mano y el brazo superior (vena
cefiá.lica). Si en un niño no se logra el acceso percuL.áneo después de
dos intentos, se debe considerax la inserción de una línea intraósea.
Por 10 general, las vÍas venosas centrales (o venostomías) no se
r Soluciones W
consideran adecuadas para el acceso venoso en el ámbito prehospi-
r Volúmenes grandes de cristaloides
talario y rara vez se necesitan.
r LÍquido hipertónico
J Solución salina al 7%
J Solución salina al3%
Vía intraósea r Soluciones coloides
Otra a.ltemativa paxa el acceso vascula¡ en los adultos es la vía
¡ Hipotenso o líquidos restringidos
adminíshación de fquidos IV por vía intraósea no
int¡aósea.:d.2? l,a
r Sustitutos de sangre (sólo para et uso de
es un método nuevo y fue descúto en l94l por el doctor ü'alter investigación)
E. l,ee. Este método de acceso vascular se puede log¡ff de vaxias Cad¿ uno de estos productos tiene ventqias y desvcnt4tas.
fomas. Se puede establecer mediante Ia técnica del estemón.
utilizar¡do dispositivos de diseño adecuadoai,(p. ej., FASTI, fong
Medical Corpomtion). Asimismo, se pueden utiliza¡ dispositivos de Sangre
diseño especial, como Bone l4jection Gun ("BIc", WaisMed) y el Debido a su capacidad paxa transportar oxfgeno, la sangre o varios
EZIO fvidaca¡e Co¡p.), pa¡a establecer el acceso a tEvés de sitios productos de sa¡rgre siguen siendo el líquido de p¡eferencia par¿
en la tibia distal por arriba del tobillo, la tibia proximal, el fémur la reanimación de ün paciente en shock hemonágico g¡ave. La
distal, el húmero proximal o el estemón (aunque no se debe utilizax expericncia adquidda por los militaxes de Est¿dos Unidos como
un EZIO en el sitio est€mal) (Figur¿s 9-18 y {.L10).T Estas técnicas resultado de las guerras de Irak y Afganistán ha demoshado la
se utilizan por lo común en el ánbito p¡ehospit¿la¡io, aunque el imporlancia de la adminlstración de erit¡ocitos y plasma pa¡a
enfoque debe estar en el tra.slado rápido y no en la adminishación la supervivencia de los soldados heridos. Esta sangre "reconsti-
de líquidos IV En el c¡so de un Íaslado retardado o prolongado tuida" sustituye la capacidad pe¡dida de transport¿¡ oígeno, los
para la atención deflnitiva, el acceso vascul¿¡ intraóseo puede tener factores de coagulación y la.s proteínas necesarias para mantener
una firnción en los pacientes adultos con trauma. la presión oncótica a fln de eüta¡ la pérdida de líquido desde e1
sistema vascular. Desafortunadamente, es poco p¡áctico el uso de
la mayor parte de la sa¡gre en el iímbito prehospitalario ciül debido
Volumen para reanimación a problemas relacionados con su tipiflcación y a que sus subcom-
ponentes son perecederos si no se manüenen ¡efrigerados o conge-
Flxisten dos categorías gene¡ales de productos de reanimación
lados hasta el nomento de su uso.
con líquidos que se han utilizado en los últimos 50 años para el
manejo de pacientes de tmuma: la sangre y las solucio¡res I{oy en dí4 en vaxios países se utiliza plasmd Li,eftlizqdo e\ eI
M Estos
productos se pueden subdiüdi¡ de la siguiente m¡¡em: campo. El plasma liofilizado es plasma hununo que ha estado seco
mediante congelación. Tiene un tiempo de vida e.stable aproxi
I Sangxe mado de 2 años, no requiere refrige¡a.ión y debe se¡ ¡econstituida
. Paquete de eritrocitos (PRBC) antes de su uso. Pocos sistemas dc SMLI y SMIIH (SMU en helicóp-
r Sa¡gre completa t€ro) cn Estados L-nidos llel'an plasma líquido, y estin en marcha
! Sa¡gre completa reconstituida como productos de investigaciones par¿ evaluax el uso de plasma en el ámbito prehospi-
sangre t¿lario civil paxa la reanimación de pacientes con hauma-
CAPÍTULO 9 Shock e39

5oluciones cristaloides isotónicas


Los cristaloides isotónicos son soluciones salinas equilibradas
compuestas de electroütos (las sustancias que se separan en
iones cargados cuando se disuelven en soluciones). Actúa¡ como
eflcaces expansores de volumen durante un periodo corto, pero
no poseen la capacidzrd de transporta¡ oxfgeno. Inmediatamente
después de la infusión, los cristaloides llenan el espacio vasculax
que se agotó por la pérdida de sangfe, y meiora¡ la preca¡ga y el
gasto c¿udiaco. La solución de Ringer ladato sigue siendo la solu-
ción crista.loide isotónica de preferencia pala el trataniento del
shock debido a que su composición es muy semeiante a la de los
electrolitos de plasma sa¡guíneo. Contiene cantidades específicas
de sodio, pot¿sio, calcio, cloruro c iones lact¿to. La soluciónsal¡na
normal (solución de cloruro de sodio ¿10.96 [NaCl]) sigue siendo
una altemativa aceptable, aunque puede oclú]f.r hitperalnremia (\r\
aumento nrarcado en el rúvel dc cloruro en sang¡e) con la reani-
mación masiva del volumen al administraj solución salina normal.
L¿s soluciones de dexhosa en agua (p. ej., D"tr) no son expan-
sores de volumen eflcaces y no tienen cabida en l¿ reanimación de
pacientes traumatizados. De hecho, la administmción de líquidos
que conticnen E ucosa sólo sin'e para aumentax el nivel de glucosa
en la sangrc dcl paciente, lo que después tiene un efecto diurético y
aumenta la pérdida de líquido por medio de los riñones.
Desajorturad¿unente, de 30 a 60 minutos después de la admi-
¡ústración de una solución cristaloide, sólo ahededo¡ de un cualto
a un tercio del volumen administr¿do permanece en el sistema car-
diovascular El resto se desplaza en el espacio intersticial porque
el agua y los elecholitos en la solución pueden c¡uza¡ de ma¡e¡a
libre las membran¿¡s capilaxes. El líquido pc¡dido se luelve edena
cn los tejidos blandos y órganos corporales. Este exceso de líquido
provoca dilicultades con la caxga y descarga de oígeno a los
eritrocitos.
De ser posible, los líquidos intr¿vcnosos se debcn c¿lentar
a¡tes de la infusión a aproximadarnente 39 'C (102 "F). La infusión
de grandes cantidades de líquidos IV a temperatum ambiente o fríos
contdbuye a la hipotermia y el aumento de la hemorra$a.

Soluciones cristaloides hipertónicas


Las soluciones cristaloides hipertónicas tienen concentraciones
sunamente altas de etectrolitos en comparación con el plasma
sturguíneo. El modelo expedmental de uso más común es la solu'
c¡ón salina h¡pertón¡ca, una solución de NaCl al 7.5y\ que es má-s
de ocho veces la concentración de NaCl en solución salin¿ normal.
Éste es un expa¡sor de plasma cficaz, en especial porque es una
infusión pequeña de 250 mL que con frecuencia produce el mismo
cfecto que de 2 a 3 ütros de solución de cristaloides isotónicos.'ill
tTn análisis de varios estudios (on la solución salina hipertónica
f¡acasó; sin emba¡go, demuesha la mejora de las tasas de supervi-
vencia en tomo al uso de cristaloides isotónicos.33 Esta solución no
Figura 9-19 A. Lugar de l¿ inserc ón esternal en el manubr o por debaio está aprobada por la FDA para la atención de pacientes en Estados
de la horquilla esternal Observe que el d¡spositivo Ez-lO no se puede []nidos- l,as concentr¿cíones menores (del rango de 3.Oft han sido
utilizar en el sitio esternal. 8. S tio de nserción tibial distal por encim¿ del aprobados pa¡a la atención al paciente y se ul.ilizan con frecuencia
tobil o C. slt o de nserclón t bial prox mal debajo de a rod la. en las unidades de cuidados inlcnsi\os.

Soluciones ntravenosas
¡ Soluciones colo¡des sintét¡cos
Las soluciones ¿ltemas del volumen para reanimación se encuen- Las proteína^s son moléculas grandes p¡oducidas por el cuerpo
tran en una de cuatro categoía-s: (l) cristaloides isotónicos, (2) y que están constituidas poruminoácidos con un sinnúmero de
cristaloides hiJ)ertónicos, (3) coloidcs sintéücos (artificiales) y (4) fünciones. f,¿ albúnina" un tipo de proteína que se encuentra en
sustitutos de s¿ngre. la sa¡g¡e, ayuda a m¿ütener el líquido en el espacio inhavascr¡lax.
E|4c¡ SOPORTE VITAL DE TRAUMA PREHOSPITALARIO, OCTAVA EDICIÓN

La administración inhavenosa de albúmina humana es costosa y un sustituto de la sangre que no necesita refrigcración y no requiere
se ha asociado con la transmisión de enfermedades infecciosas, grupo de sargre a un soldado herido en el carnpo de batalla, y se
como la hepatitis. Cuando se administla a un paciente en estado infrulde con rapidez para combatir el shock.
de shock hemorrágico, las soluciones coloides sintéticos exhaen l¡'s petfluotoqrbonos (PFC) son compuestos sintéticos que
líquido de los espacios inte¡sticiales e int¡acelulares hacia el tienen alta solubilidad de oígeno. Estos materia.les inertes pueden
espacio intrav¡¡scula¡, y de este modo producen la expansión disolve¡ aproximadamente 50 veces m¡is oxígeno que el plasma
del volunen sanguíneo. Al igual que con cristaloides, los expan- s¿¡guíneo. Los PFC no contienen hemoglobina ni p¡oteína; esUín
sores del plasma coloida-l no transportan oxígeno. tota.lmente libres de materiales biológicos, lo que reduce en gran
Gelofusine es una solución de gel¿tina al 4% producida a p¿xtir medida la amenaza de agentes infecciosos que se encuentran en
de proteína boün4 y se utiliza de manen incidental en Euopa ellos; y el oígeno es transpofiado mediarte la disolución de la
y Australia pa¡'a la rearümación con üquidos. Es moderadamente po¡ción de plasma Los PFC de púmera generación era¡r de uso
costoso y conlleva un úesgo de ¡eacciones alérgicas Saves. Lrna limitado debido a numerosos problemas, entre los que se incluye
pequeña i¡i$ión de geloflFine produce la expansión del vohunen una vida media co¡ta y la necesidad de una adminishación concu-
intravasculax durante va¡ias horas. rrente de FiO, alto. Los PFC más nuevos tienen menos de estos
El hetaalmidón y dextrano son coloides sinteticos creados inconvenientes, pero su función como port¿dores de oigeno sigue
mediante la vinculación de numerosas moléculas de almidón (arnilo- siendo indeterminada
pectina) o de dextrosa h¿sta que su tamaño es s€mejante al de una La mayoúa de los transprtadores de orígeno bo,sdd,os en la
molécula de albúmina. Estas soluciones tanbién son moderada- he,noglobina (TOBH) utilizan la misma molécula que tm¡sporta el
mente costosas en compaxación con cristaloides, y se han asociado oígeno (hemoglobina) que se encuentra en los glóbulos htwta¡los,
con reacciones alérgicas y al deteioro de la tipificación de la sangre. bovinos o porcinos. ta principat diferencia enhe los TOBH y la
Dos meta¿¡álisis recientes de la üteratura relacionada con el uso del sangre humana es que la hemoglobina en los TOBH no está conte-
hetaalmidón han planteado la preocupación por el aumento de la nida en una membrana celula¡. Esto elimina la necesidad de llevar a
incidenci¿ de una lesión renal aguda y de la mo¡talidad relacionada cabo estudios de grupo y compatibilidad crrzada porque se elimina
con la administm.ión de estos compuestos.ü 3r el riesgo del anticuerpo de antígeno cuando se e¡trae La hemoglo-
El uso de cñstaloides en compar"¿ción con los coloides ha sido bina de la céh¡la. Además, muchos de estos TOBH pueden alma-
moüvo de debate en el ma¡ejo de pacientes con tmuma.36 En un cenarse durante laxgos periodos, lo que los hace la solución ideal
estudio de casi 7000 pacientes ingresados en unidades de cuidados pa¡a los incidentes con gmn número de víctimas. Los primeros
intensivos no se observaxon dife¡encias en el resultado cuando los prcblemas con soluciones transportadoEs de oxígeno basarlos en
pacientes fueron ¡eanimados con coloide (albrimina) en luga¡ de la hemoglobina incluyen la toxicidad de l¿ hemoglobina. A la fecha
solución salina normal.rT Un reciente meta¿¡áIisis lrace eco a este no se ha comprobado que dichas soluciones experimentales sean
hallazgo.s En un estudio presentado en una reunión de 2009 de la seguras ni eficaces en los seres huma¡os.
Ameúcan Association for the Surgery of Ttauma (AAST) se identi-
ficó una mayor supervivencia con hextend que con la solución salina
Ca lentar líquidos ¡ntravenosos
norm¿l; sin emba¡go, se necesita rILás información antes de poder
recomendar su uso de manera rutinaria. Ilextend es una solución Cu¿lquier líquido IV administrado a un paciente en estado de shock
coloidal que se ha utilizado en situaciones militares como e4ansor debe estax caliente, no a tempemtura ambiente ni frío. La tempem-
de volumen. I,os beneficios son que es un paquete más pequeño y tu¡a ideal para este tipo de üquidos es de 39 "C (102 'F). La mayo-
ligero (aunque más costoso), se h?nspo¡ta con mas facüda¿ mejora úa de las ambr¡lancias no tienen calentadores convencionales r¡ápi-
la perfr¡sión sin sobrecarga.r al pacientc con cristaloides, y paxece dos de líquidos, pero otros pasos pueden mantener los líquidos a
se¡ eñcaz. Sin embaxgo, en un metaanáüsjs reciente se planteó la una temperahua adecuada. Un á¡ea de almacenamiento conve-
pregunta sobre el posible aunento de la mortalidad por insuficiencia niente paxa los líquidos es en una c4ja en el compartimiento del
rena.l aguda debido a este tipo de producto.st motor Envolver paquetes de calor alrededor de la bolsa también
Prácticamente no existen investigaciones que impliquen el uso puede calentar el lÍquido. t¿-s unidades que calientan líquidos,
de estas soluciones de coloides sintéticos en el ámbito prehospita- disponibles en el comercio paxa la atención al paciente, ofrecen un
lario civil, y no existen datos de su uso en hospit¿l que muestren que medio fácil y confiable paxa mantener los líquidos a la temperatum
son superiores a las soluciones crista-loides. Estos productos no se correcta. Estas u¡idades son costosas pero se justifican en tÉs-
recomiendan pa¡a el manejo prehospitalario de shock. lados prolongados.

Sustitutos de sangre
l¿ t¡ansfusiónde sa-¡rgre tiene vaxias limitaciones, así como cuali-
Manejo del volumen para reanimación
dades no deseadas, entre ellas la necesidad de agn¡par y la compa- Como ya se señaló, existe una controve6ia significafiva en tomo
tibilidad cruzada, una üda útil corta, perecedera cuando no se a la administmción prehospitala¡ia de líquidos a un paciente tmu-
refriger4 un potencial de transmisión de enfermedades infecciosas, matizado en estado de shock. Cua¡rdo se inhodqio por primera
y una escasez cad¿ vez mayor de unidades donadoras que limita su vez el SopoÉe vital de tmuma prehospitalaxio (PHTT-S) en Est¿dos
uso en el contexto prehospitalario. Esto ha dado lugax a una intensa Unidos, los proveedores de atención prehospitalaria adoptaron el
investigación durante las últim¿s dos o tres décadas de sustitutos enfoque utilizado por los médicos y cirqja¡os de urgencias en la
de la sangre. El ejé¡cito de Estados Unidos ha desempeñado una mayoría de los hospitales y cenhos de trauma: adminishax una
función centül en esta investigación debido a que se podría llevar solución de crista-loides IV hasta que los signos vitales regresen a
CAPíTULO 9 ShOCK ?41

la normalidad (!o¡ lo general, pulso menor a 100 l¿tidovminuto y sistemas rurales de SMU. En una encuesta de cirqianos de tral¡m4
tensión a¡terial sistólica mayor de 100 mm Hg). Si se infunde sun- menos de 4% opto por un enfoque que involuc¡ó la retención de
ciente solución crist¿loide par¿ restablecer la normalídad de los líquidos IV a partir de un paciente en estado de shock Clase III. En
signos ütales, se puede mejora¡ la perÍ,¡sión del paciente. En ese promedio, dos de cada tres cin\ia¡os tecomiend¿n que un paciente
momento los expertos creían que este tipo de intervención úpida en estas condiciones se mantenga en un estado relativamente hipc
depuraria el ácido láctico y restablecería la producción de energía tenso durante el tr¿slado.¡¡
en las células del cuerpo, y también que disminuiía el riesgo de El volumen de rcanimación prehospitala¡io se debe adaptax
desa¡rolla-r shock i¡reversible e insuficiencia renal. Sin embaxgo, a la situación clínica, como se describe en el siguiente análisis
ningún estudio de pacientes de hauma en el ¡ámbito prehospit¿lario (Figua 9-20).
ha demoshado que la administración de líquidos intravenosos de
hecho reduzca las complicaciones y la posibüdad de muerte. Hemorragia no controlada
Una contribución impoÍa¡rte de PIITIS en las últimas dos En el caso de pacientes con sospecha de hemorragia interna en
décadas ha sido la de establecer el camblo conceptual que, en el tórax, abdomen o retropeútoneo (p€lüs), se debe adminisha¡
paciente t¡aum¿tizado con lesiones críticas, ?¿o se dabe retmsor sufciente solución crist¿loide IV pa¡a mantener la tensión a¡terial
el h'oslado nientras se colacan las kneas N U se infundz et líquida. slstólica en un rango de 80 a 90 rnm Hg, lo que p¡oporcionará un
Estas acciones se pueden realiza¡ en la parte trasera de la arnbulr¡ci¿ TAM de 60 a 65 mm Hg. Este nivel de tensión arterial debe martener
en camino al cenho aprcpiado más cercano. El paciente traumati- una perfusión ¿rdecuada paxa los riñones con menos riesgo de
zado con lesiones cúticas que está en shock por lo general requiere empeommiento de la hemorragia intema- No se debe administrar
transfirsión de sangre y tula intervención quirurg¡ca pa¡a controlar un bolo de líquido porque esto puede "dispara¡" el ¡ango objetivo de
l¿ hemoragia intem4 ninguna de las cua.les s€ puede propo¡cionar la tensión arterial, lo que provocaría una hemoragia intratorácic4
en c¿mpo. intra¿bdominal o retroperitonea.l rccurente.
Se ha demostrado en investigaciones, principalmente en La ñlosoffa actual de la administración restringida de crista-
modelos experimentales de shock, que el volumen IV para ¡ea¡ima- loides en el ámbito p¡ehospit¿la.rio y dulüte la atención hospitala.da
ción puede tener efectos secunda¡ios periudiciales cuando se admi- inicial se denomina de diferentes forrnas, incluyendo hipotensión
nistm antes del control quin¡rgico de la fuente de la hemorragi¿ En permisiv4 reanimación hipotensora y reanimación "equilibrada", lo
animales de experimentación, Ia hemorragia intema con frecuencia que significa que debe alcanzaxse rm equilibúo entre la cantidad de
continúa hasta que el animal está hipotenso, momento en el que líquido administrudo y el grado de elevación de la tensión axterial.
la hemonagia disminuye y por lo re$¡lar se forma un coágulo de Una vez que el paciente lega al hospit¿I, se continúa con la admi-
s gre (¡.¡o?¿bo) en el sitio de la lesión. En un sentido, esta hipo-
nishación de lÍquidos de plasma y sangre (relación l:l) hasta
tensión protege, ya que se asocia con una disminución serera o controlar la hemorragi¿ En la mayoúa de los cenhos de trauma se
cese de la hemorragia intem¿ Cuando se administra¡on lÍquidos IV devuelve la tensión axteñal a los valo¡es normales con Ia adminis-
¿gresivos a los animales en un intento por restablecer la perfusión üación de una transft¡5ión continua l:1 fulasma a sangre) con crista-
y la tensión arterial, se inició de nuevo la hemorragia interna y se
loides reshingidos.
interrumpió el t¡ombo.
Además, las inñ$iones cristaloides pueden dilui.r los factores de Lesiones en el s¡stema nervioso central
coagul¿ción. l-os animales paxa experimentación a menudo tenían
un peor result¿do en comparación con los a¡imales que recibieron La hipotensión se ha asociado con un aumento de la mortalidad en
reanimación luego del control qürugico del sitio de la lesión.M En el entomo del LCT. Los pacientes con determinadas condiciones
un modelo animal semeja¡rte, se observó una meior supervivencia
(p. ej., LCT) parecen obtener benetrcio de una reanimación miís
con la "reanimación hipotensora", en la cual la tensión a¡terial se intensa con [quidos.s Ias guías publicadas por la Brain Tfauma
mantuvo bqi¿ de ma¡rem deüberada hasta que se controló la hemc Foundation recomiendan que se mantenga la te¡rsión axterial sisto-
raagi4 y después se llevó a cabo la reanimación.{ra lica por axriba de 90 mm Hg en pacientes con sospecha de LCT$ Las
guías por consenso que se centran en el manqio de l¿ lesión medular
Es evidente que estos estudios tienen implicaciones poten-
ciales sobre la reanimación con ]iquidos en el ámbito prehospita- aguda recomiendan no solo evita¡ la hipotensión (tensión arterial
lario. En teoía, el volumen de reanimación agrcsiva podúa devolve¡ sistoüca menor a 90 mm Hg), sino t¿mbién el mantenimiento de un
la norma.lidad a la tensión arterial. A su vez, esto puede desalojar TAM de por lo menos 85 a 90 mm Hg con Ia esperanza de meioEr
los coágulos sanguíneos iormados en los sitios de hemorragia en la pefusión de la médul¿ espinal. Paxa logra.r este objeüvo, tal vez
la cavidad peritoneal o en otlo lugar, y puede origina¡ una nueva sea necesaxio u¡ fuexte volumen de reanimación, lo que aumenta el
hemorragia que no se pueda cont¡olar hasta que el paciente llega a riesgo de sang¡ado recur¡ente de lesiones intemas asociadas.Í
quirófano. Por ot¡o lado, la retención de líquido Me un paciente
en estado de shock p¡ofundo sólo conduce a una mayor hipoxia Hemorragia controlada
tisular y falla en la producción de ener$a. En un estudio clínico l-os p¿cientes con hemormgia extema signiffcativa ya controlada
ú¡ico realizado en un ambiente prehospitala¡io urbano se demoshó pueden ser tratados con una eshategia de volunen de reanimación
un peor resultado en los pacientes con trauma que recibieron solu- más intens4 siempre que el proveedor de atención prehospita-
ciones cristaloides antes de conholar la hemorr¿8ia lntema (tasa Iaxia no tenga razones pa¡a sospechar de lesiones intrato¡ácicas,
de supervivencia de 62% frente a 709ó en el gupo de tratarniento intraabdominales o ¡etroperitoneales asociadas. Ejemplos de estas
diferido).!' Los ha azgos de este estudio único no se han duplicado lesiones incluyen una laceración grande en el cuero cabelludo o
en otros sistem¿s prehospit¿larios, y no se pueden generalizar a una herida en una extremidad que involucren lasos san¡¡ríneos
?42 SOPORTE VITAL DE TRAUMA PREHOSPITALARIO. OCTAVA EDICIÓN

llane¡o do volumen de t€an¡mac¡ón

f Hemonag¡a no clntroladar -l
Ii
YY
éio"r Clase
Shock C1"." I, o ll,, Shock ctas
Clas€ lll o lV
li
YY
+
Líquido lV a una lltular el líquido lV para mantener la
veloc¡dad PVP2 TAS 80-90 mm Hg
OAM 60-65 mm Hg)

Sosp€cha ds les¡ón del SNC


I
Y
'Iitular el liqu¡do lV
I

¡, ¡g1onae1a coltroradaa i
,YY.t.'-
1

Shock Clase I jshockClasell, lllolV


I - -'-r l

YY
Líquido lV a una
velocidad PVPz

'Iitular líqu¡do lV '


'--l
V
i Mant€ner la TAS 80-90 mm H9
: OAM 60-65 mm Hg)

r Sospecha de h€morrag¡a ¡ntratorácica, intraabdominal o retroperitoneal


z PVP mantener
= ab¡erta la vena (alrededor de 30 mL,4t)
J Considerar un TAM
85-90 mm Hg para una lesión en la médula espinal
4 Hemorrag¡a
ef€rna controlada c;i após¡to de pres¡ón, agente
_ homostático tópico o tom¡quet€
" Soluc¡ón cr¡staloide cal¡ente ('l 02 'F, d€ s€r posible)
b Bespuesta rápida los signos vitales regr€san a la normal¡dad
/ HR < 120/min;TAS= > 90 mm Hg en adulto
ó Respuesta pasajera
= ¡n¡c¡almente mejoran los s¡gnos vitales,
dosoués ss det€r¡oran
e R€spuesta mínima
o nula = cln pocos o nulos camb¡os €n los
A s¡onos vitalos

f¡gura 9-20 A. Algor¡tmo para controlar elvolumen de rean¡mac¡ón.


CAPITULO 9 Shock 243,

Algorltmo para sl maneio de Ehock

¿Ev¡dencia de shock?

explorac¡ón primar¡a

t
Iniciar
' el traslado
I

Y
Terap¡a lV como
se ¡nd¡ca

Notas:
1SE puede colocar un torn¡quets fabricado, manguito de tens¡ón arterial o pañoleta justo d€ manera
proxima al sit¡o de hemorragia y aprEtar hasta que dsje de sangrar. El t¡empo de apl¡cac¡ón se
marca en el tom¡quet€.
2La evaluac¡ón de la pertusión incluye pres€nc¡a, cal¡dad y ub¡cac¡ón d€ los pulsos: color de la piel,
t€mperalura y humedad;y tiempo de llenado cap¡lar.
3véase las ¡nd¡caciones para €l algoritmo de inmov¡l¡zación de la columna (p. 300).

4lniciar en el trayecto dos catóteres de cal¡br€ grand€ (calibre 14 o 16). Véass el algoritmo del Control
de volum€n de reanimaaián (p.242),

F¡gura 9-20 B. Algoritmo para el manejo de shock.


e44 SOPORTE VITAL DE TRAUMA PREHOSPITALARIO. OCTAVA EDICIÓN

importa¡rtes, pero con la hemorragia controlada mediante un obtuvo una disminución estadísticamente signincativa en el riesgo
apósito de presión o tomiquete. Los pacientes adultos que perte- de muerte en el gn¡po que lo recibió al ser apücado en un periodo de
necen a esta categoría y prcsent¿¡r u¡r shock Clase Il, III o Meben 3horas desde el momento de Ia lesión. Si se aplica 3 horas después
recibir un bolo inicial úpido de I a 2 lit¡os de solución cristaloide de la lesión, el riesgo de muerte aumenta" Dn el segundo estudio se
caliente, de preferencia Ringer lactato. I-os pacientes pediátricos compara¡on los soldados heridos que recibieron ATX con aquellos
deben recibir un bolo de 20 mukg de solución cristaloide caliente. a quienes no se les administró.{'0 El estudio moshó de nuevo una
Como se señaló a¡tes, esto siempre debe ocurfir duÉ¡te el traslado disminución significativa en el riesgo de muerte y la necesidad de
a las instalaciones adecu¿das más cercanas. Se deben controlar los una tnnsfusión masiva después de tener una lesión en los soldados
signos vitales, incluyendo el pulso y las tasas de ventilación. así que recibie¡on AIX,
como la tensión arterial paxa evaluax la respuesta del paciente a la Es imporla¡rte tener en cuenta que estos dos eshrdios se reali,
terapia inicial de lÍquidos. En la mayoía de los entomos urbanos, el zaxon en países y en condiciones que son muy diferentes de los
paciente será ent¡egado en la instalación recepto¡a antes de que se sistemas de reE)uesta nífridos de los SMU ubanos de pafses como
conrplete el bolo inicial. Estados Unidos. No se ha determinado arin si la administr¿ción de
El bolo inicial provoca tres respuest¿s posiblesi ATX en dichos países tendrá el mismo beneficio demostn¡do en los
resultados desoués de un trauma-
L l¿espuesto nípid¿. Los signos vit¿les lrrelven a la no¡ma-
üdad y se mantienen. Esto por lo regular indica que el
paciente lla perdido menos de 209ó del volumen de sangre y
que la hemorragia se ha detenido. Tnanspontación
2, Respupstn transitaría. I-os signos ütales inicialmente
mejo¡an (dirminuyc el pulso y aumenta la tensión arte.
pFolongada
rial); sin emba¡go, durante la ree-!"luación, estos pacientes Durante la tra¡rsportación prolqngada de un paciente con trauma
muestran deterioro con signos de shock recunentes. en estado de shock es importa¡te mantener la perfusión de tos
Asimlsmo, dichos pacientes por lo comú¡ han perdido de órganos ütales. Se debe optimizar el manejo de la vía aérea antes de
20 a 40% de su !'olumen de sangrc. un t¡aslado largo, y la intubación endotraquea.l se realiza si existe
3. Relipuesta mínír¿o o nu¿¿. Estos pacientes prácticamente alguna duda en lo relativo a la permeabilidad de las vías aéreas. Se
no muest¡an cambios en los sEnos de shock proñmdo p¡oporciona apoyo ventilatoúo para asegurar que las ventilaciones
después de r¡n bolo de I a 2 litros. sean de un volumen y velocidad razonables para evitar poner en
peügro a un paciente con perft¡sión ya disminuida- Se puede moni-
Los pacientes que tienen una Iespuesta r.ápida son ca¡rdidatos torea¡ de manera continua la oximetúa de pulso. La capnografia
a un volumen de rea¡tmación continuo, hasta que los signos vitales proporciona información acerca de la posición del tubo endotla-
regresan a la norma.lidad y se rcsuelven todos los indicadores clínicos queal, asÍ como del estado de perfusión del paciente. Una dismi-
de shock. I-os pacientes que caen en los gmpos de respuesta transi- nución marcada de ETCq indica desplazamiento de la vía aérea o
toria o mínintsin respuesta tienen una hemoüa€Éa continua que de que el paciente ha experimentado una bqia significativa de la pertr-
ma¡eru probable es intenu- Estos pacientes se manejan mejor en sión. En estos casos, se descomprime un neumotóra-x de tensión
un estado de hipotensión relativa y el líquido IV debe ser titulado a sospechoso o el equipo se ma¡rtiene aI alcance po¡ si el paciente
la tensión a¡leria.l sistolica en el l?ngo de 80 a m mm Hg (TAM de 60 desa¡¡olla hipotensión.
a 65 nun Hg). La presión directa manu¿ü no es recomendable du¡ante un
traslado laxgo, por lo que una hemorfagia extema signilicativa
debe controlarse con apósitos dc prcsión. Si estos esfuerzos fallan,
Acido tranexámico se debe aplicax un tomiquete. Ouando se aplica éste, y se estim¿
Una terapia que paxece ser una promesa significativa e¡ el manejo que el tiempo de traslado sea mayor a 4 horas, debe intentarse
del paciente traumatizado es la administración de un medicamento quitax el tomiquete después de que se ha trat¿do de forma esfor-
llamado dcido LranerLimico (ATX). El ATX es un anrílogo del zada controlax la hemorragia local. El tomiquete debe anoja¡se de
arninoácido lisina y se ha utilizado durante muchas décadas para ma¡rera lenta mienhas se observa el apósito en busca de signos
disminuir la hemorragia en pacientes ginecológicas con hemor¡agia de hemorragia. Si no sangra de nuevo, se deja el tomiquete total-
uterina gra!'e, pacientes sometidos a cirugía ca¡diaca y ortopédica, mente flojo, pe¡o no se retim en caso de una hemorragia recurrente-
y hemomicos a quienes se les practican hatamientos dent¿les, No debe intent¿.Ne la conversión de u¡ torniquete a un ¿pósito en
Cuando se activ¿ la cascada de la coagulación (véase la ¡'igura 9-6) las siguientes situaciones: (1) presencia de shock Clase l o ry (2)
para forma¡ un coágulo de san¡ge como resultado de una lesión, se a¡nputación completa, (3) incapacidad de obsen'ax al paciente en
inicia el proceso de descomposición de d.icho coágulo satuuíneo. caso de la recu¡rencia de la hemomgia, y (4) tomiquete aplicado
El ATX interfie¡e en ese p¡oceso de descomposición paxa mantener más de 6 horas.to El control de la hemoragia intema debe ser opti-
y estabiliza.¡ el coágulo ¡ecién formado mizado aplicando férulas a todas l¿s fractuas.
Se han realizado dos estudios que demuestEn que el ATX l¿s técnicas para mantener la temper¡¡tu¡a corporal normal,
puede mejorar la mortalidad del paciente con traruna.$re En el como se ha desc¡ito, son aún m¡ás importantes en el ciso de tiempo
primer estudio, denominado CRASH-z y que ha sido realizado en de transport¿ción prolongada. Ade.más de wl compa¡timiento calen-
40 países, se evaluó el ATX en los pacientes adultos con hauma que tado para el paciente, se debe cubrir a éste con m¿ntas o materiales
tenían o poüían tener una hemoragia significativa.$ Con et ATX se que conserven el c¿üor corpora.l; incluso las bolsas de basura de
CAPÍTULO 9 Shock 245

plástico gandes aludan a prevenir la pérdida de calor. los líquidos y 2 ml-/kg/hora en lactantes menores de 1 año. [a producción de
int¡avenosos deben calentarse a.ntes de ser administrados. orina menor que estas cantidades puede ser un indicador cLave de
En circunstancias de transportación prolongad4 el acceso que el paciente requiere mayor infusión de volumen.
vascular pa¡a la administración de líquidos puede ser cúüco, por Si el tiempo y los protocolos locales lo permiten, durante la
lo que se deben establecer dos líneas Iv de calibre grande. Pa¡a tnnsportación prolongada debe considera¡se la colocación de una
niños y adultos, la inlposibüdad de obtener acceso venoso percu sonda nasogástrica en todos los pacientes intubados, a melos que
L'áneo vascular puede requerir el uso de una vía intraósea" como ya se sospeche la existencia de Aactu¡as en el tercio medio facial del
se describió. En el caso de pacientes en quiencs se sospecha hemG paciente. Si se confrma lo anterior, debe consideraxse la coloca-
rragia en curso, se debe mantener la tensión arterial sistóüca en el ción de un catéter orogást¡ico. La distensión gástrica puede causar
int€rvalo de 80 a 90 Írm Hg o TAM de 610 a 65 mm Hg, con lo que por hipotensión y arritmias inexplicables, en especial en los niños. la
lo genera-l puede continuarse con la perfusión de los órga¡os vitales colocación de una sonda nasogiástrica u orogástrica también puede
y con menos riesgo de provoca.r una nue hemorragia intema l,os disminuir el riesgo de vómiro y aspúación.
pacientes con sospecha de LCT o lesiones de la médula espina.l deben Dura¡rte un¿ tmnsportación plolongada, la evaluación de la
tener una tensión arleri¿l sistólica por arriba de 90 a 100 mm Hg. situación y la respuesta clínica del paciente a la reanimación son
Se deben reevaluar con frecuencia los signos vit¿les pa¡a fundamentales para determinar el resultado. Existen informes alen-
cont¡olax la respuesta a la reanimación. Lo siguiente debe ser docu- tadores que apoyan el uso del sopote vital de trauma y t¡aslado
mentado a intervalos en serie: fTecuencia respimtoúa, frecuencia (Lsllfi, Integrated Medicol Sustems) pa.ra el seguimiento de los
del pulso, tensión arterial, color y temperatum de la piel, llenado pacientes con lesiones cític¿s durante el traslado. Esta ca¡ra de
capilar, puntuación de EGC, SpO, y DTCO, (si se tiene). transporte, que contiene todo el equipo de vigilancia para una unidad
A pesar de que por lo regr¡la¡ no se requiere la inserción de de cuidados intensivos móvil, ha moshado resultados p¡ometedores
un catéter urinado en circmstancias de t¡aslado nápido, ügilax el en los mütares pa¡a el transporte de los pacientes con lesiones cí-
gasto urina¡io es una práctica impoúante que puede arudax a guia.r ticas, así como en la trunsferencia de pacientes con lesiones cíticas
las decisiones de un trat¿miento adicional de líquidos durante la en la práctica civi1.60 I¿s desvent4jas de la utilización de dichos
t¡ansportación prolongada- Si los protocolos locales Io permiten, se dispositivos son el costo y el peso. Si logra¡¡ supera¡se estos obstá-
debe considerar la inserción de un catéter uúnario paxa conholax la culos, podía haber urla aplicación más amplia de estos dispositivos
producción de odna. l,a p¡oducción adecuada de odna es del mngo cua.¡rdo el traslado del paciente trarnatizado con lesiones críti-
de 0.5 ml&g/hora en adultos, I ml/kg/hora en pacientes pediátricos, cas es prolongado.

El shock provoca un estado de hipoperfr|sión generaliz¿¡da, que causa hipoxia celular, metabolismo a¡racróbico.
pérdida de la producción de energí4 acidosis láctic¿, hipotemia y la muerte si no se trata de ma¡em adecuada
I En el paciente con haum4 la hemorragia es la causa de shock más común.
¡ l,a atención a.l pacient€ en estado de shock, o que puede entrar en shock comienza con una ela.luación apropiada
y completa dcl paciente con un antecedente del evento y un estudio visual ¡ripido en busca de signos evidentes de
shock y pérdida de sangre.
El objeti!'o principa.l del hata¡niento es identificar la fuente probable de la hemorragia y, de ser posible, tmt¿¡la
de forma específica En el contexto prehospitalaxio, este enfoque es miís eficaz cuando la fuente de hemorragia
es crtema. La hemorragia intema se puede tratar de rnaJrera de.finitiva sólo en el entomo del hospital, por lo que es
ñmda¡nental el baslado r4)ido del paciente al hospital ap¡opiado.
Una hemorragia extema se debe controlax con presión di¡ecta" y aplic¿x a conünuación un apósito compresivo. Si
esto es ineficaz, se puede aplicar un tomiquete en la extlemidad proximal al sitio de la hemonagia- En el to¡so se
puede utilizi un agcnte hemostático topi, o.
En algunos casos se pueden corregir de maneru temporal las fuentes no hemorrágicas de shock en el paciente con
tral.ulla (p. ej., neumotóEx a tensión).
Todos los pacientes traumatizados en est¿do de shock, además de mantener r.rna oxigenación adecu¿d4 requieren
de rescate rápido y traslado expedito a una institución de atención deflnitiva donde se pueda identiñcax y tmtax de
modo específico la causa del shock.
No se debe retrasax el tr¿.slado por medidas como el acceso IV y volumen de infusión. Estas intervenciones deben
hacerse en la ambula¡cia durante el tm¡rsporle.
Se debe evita¡ la infusión demasiado agresiva de líquidos pa¡a minimiiár aún más la hemoragia y fomración de
edema en pacientes con shock hemonágico después de un t¡aumatismo.
e46 SOPORTE V TAL DE TRAUI\¡A PREHOSP]TAIARIO, OCTAVA EDICION

5u compañero y usted son envi¿dos a atender a un hombre de 23 años que fue agredido. A su llegada, usted encuentra al paciente sentado en
el suelo con señales de angustia moderada. Afirma que acababa de retirar un poco de d nero de un cajefo automático y regresaba a su coche
cuando fue asaltado por dos hombres, quienes lo golpearon y patearon. Refiere do or en las costillas inferiores izquierdas, abdomen superior
izquierdo y la mandibula.
La fev sión física del paciente revela color pálido de la prel, una contusión en el lado zquierdo de la mandíbula y dolor a la palpación sobre las
costillas infenores zquierdas y en el cuadrante superior izquierdo del abdomen. 5us s gnos vit¿les 5on pulso de 1 12 latidolminuto, tensión alrerial
de 100/64 mm Hg y frecuenc a respiratoria de 22 resplrac¡oneyminuto y regular. Los ruidos respiratorios están presentes de forma bilateral Usted
lo transfiere a a ambulancia para preparar su tr¿slado al hospital.

r ¿Qué lesiones espera ver después de este ataque?


I ¿Córno rnanejaría estas lesiones en campo?
r Está a 15 m nutos de d stancia del centro de trauma rnás cercano. ¿Cómo ¿fecta esto sus planes de manejo?

I
Usted reconoce que este pac¡ente presenta signos de hipovo emia (aumento de ia frecuencia c¿rdiaca, drsminucrón de la tensión atrerial y
¿umento de ia frecuencia resprrator a) Usted es1á preo(upado por a posibrl d¿ci de un¿ es ón en el b¿zo de este paciente. Lo tr¿nsfiere de lnme-
d ato a la ¿mbu anc a y dd nstrucciones a su cornp¿ñero para comenzar el tras ado ¿ centro de trauma más cercano.
En el camrno, e ¿plica oxigeno e n cra una línea lV de calrbre grande, dando en este punto só o liqu do en c¿ntidades minrmas. Usted avisa
al centro de trautna de sus hallazqo5 y preocupaciones y que está en cam no. E pac ente es trds adado sin problemas sin cambios en su condic ón
nl en los signos v tales.

Flefenenc¡as 10. \\tJk(,r


derice
Sl']. ( l,itl\' S. IIiggi[s ]l
rr(l nLüllr¡l pressurf in
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1S;1r. 11. Sin()rr.\. B:rluug¡rner ll. ( l¡fk li .t al. \li ru¿l \r'rsüsnl(\'hani(.rl
2 Th¡l .\P Sht\.li: ,\ I'htt\¡.l.tt¡t Il sls loj litt!1)jtr t ( hi( ¿r¡¡o, ll,: ( c¡n\]] ( ssi(xl ll)f f¡rtor¡l ¡r'iery h('rnosril\is afief {'¡r(lir( ( ilthct('r
1¡¿rrl!nk lleriL(rl P'n,llshelsr l ! r; 1 iz¡ion lr, ./ I / t/ ail/? lÍrlls:7::llJl'j
;i \11'( lfli¡rld R\. Shif{,s (;T. Barl('r ( fi. ft :rl. B¿LltLlr(.d sall soiuti(i s t2 l.chnrüür ¡,(l llfrttir l,¡||gr Sl, f orris Sl. nrudourized (1)|lrJ)xrisr)ll
ir ih( 1rc¡rurfrl ol herr(,nlx{r( sho(-k ./.1 ll1. llrt;i:1{l{l:$lo. of hrr¡roslrsis 1o( hnj(lLr('s ¿11()1iI\ ¡si\ e ( rr(lio\ rs( Lüar fro(.e(lu'r's
1. I)u(lr(.srx,.Ii IILurrJll\\iürl(1.(tiil.llt\if\oI(. rrtnrl)l(rr11fensfr1 .\tji lltttt.l lirlr1':l3S:1 I lS
slotlsslraleAii,siIla]ttrrurcle\.el l 1r¿rulllil(1,lrtal wcre r\'e\\nxrgirf I.l Ilorjkl(I A(, S|l,r's]a J,\, tslar'l(l¡)üm(j LII ct al. Irrehl)strilrLl toLu'
lhcLLslrill:r'als:'./7)7//,ii r 20()Silj5ll ):l;l 2ttj:¡lis( ussi,rnji0 2;S lrirlr{ l rsf in ( \\,ratir)f If:r(li Irforl.)Ilr: { lli'( l (rn hfmorfhrgc .r)ll
; IIol,,r l).IB..l.nl.rnsiI lllr.{ llcl¡l.l)u rage(.()|rf(,lresus(il:¡ti(rr rrol ar(l o1r('ol¡rs. J 7ia¿,rr l0{lS:lj-l(l):SlS S:l;
c]úe( ll\ ¡dr|r's,jing thf c¿fh (1)rLgul(rt,¡r(h\ of lfr rnl¿. ./ i¡,./1l//llr lir'agh ,ll.'.ir. \\'irll(iÉ Il, lt¡er l)(;, ('l al. l\ ¡ctjcal rs(' of i'rrrL rgcnc\
J1l0;:lill i J::ilr; :lla) l()rrriri(tLrcts rir sr()J) lt{\'ding ir ru¡rjof liutb tt¡I r¿1../-/Lrlür2¿.
ii. 'lixL\ in Srri'nce llrsi(rI :i( rcncc (luores lr\ B¿Ifoll \\itlirirrr l0{)S:1 j 1( lt:-s,lS-5;0.
'lhrnirs(,f Xi l\in lrht):iit¡xi¿r\ins(.irollLlil]\chrll l,r)rd,K(lrinLor'(l t:) L]t.ll¡nr\ RI'l 'llrc .¿üs¡.s (rl ¡li:r1h if (\ \'ellIi(,nal Lind \\'ar-
(Juc¡¡lrnrs.hlrf. ai sult¡clo el ill) {le s, tnirullxl ¡lr'llrl:i iruf: irrtrh.riti,,rs fof (onrl)ar |rrsualt¡ cale fes|rr(ü 11;l -l-¡rrl
;. Ii(r'',n) []. Rie{trirLrlk,r Ii. \ikf¡f(tiru ll, (l :tI..\l1( ¡lpun(1rrre ( los l1l8li L llrr;ar
irrg rk\iccs tufrl)l{1e(1 \\ilhsl¿Lrrrl¡r'dnr¡|lLral(1)rrt,rrssiol¡t1er-(1 ' lú l\l¿lrI\ lil-. llol(t)1nL -Jlj. Bakcr 1l\1. r,t ;rl. I-nilfd Slar(s Ar¡\
diar (':Lrh{rtrriz¡1ionr s\rre rrri( rf\ir.\\ :ur{l relir ¡n:rl\\is ./-{1,1 1 R¡ngeN rrr -s()rlilhar arr irl¡hsis r)f coml)iü ( asLrirlti( s on ¡n urhun
i0l){i1t l::l'l(1. batileli( |1. -/ frtl ¡r,¡¡(. :{)01)i.111:;)I;
s Ircl)..lJIl. ItLr(!ll(r(l LLrricli(l.el al Eln(,rÍfnc\ \.nlilalr)f\ nr¿lt¿rg(. li \\¡ltLrs l.l. \1rl,r\ RL I sc ofl¡,||mirlucrs on rhe l)nrll('fit,I¡l ¡ c.nr
nrollr in hcnrorrlr¿iti(' \r;(t's: r.l(.lrenlirl {)r (lolrir .ltral:'./ 7;?¡lr,d. s('rrsus l)¡nel rfJ)()li. ¡/¡I ,II.d ]ttt).-t:lil:i1l).
xl0ll:Ir;1:lrl-lS. Kr xgli .ll¡.L: Lillrel UL. .lon{,s ,l-\, ct al. l!rlllc c.rsualtT survi\ ¡1 $,illr
{r Irel)el'l.l Rot)r¡)lo l.ll I.¡¡\i(! Iil, TlLf (l,jnnie rll ( llil.ts ()i \enrrll¡ {'rner{, n(': rourniqrrel rs(, ¡o sl(Jp lrnrl) l,i{\\lnr! J fnt n¡ \ltrl
iion (lrlrrnglo\! i)lood llr)n sl¡l( s. ( r,1 t )1,¡)t ( r¡/ ( i¡t lll(l¡.11:lll :011ill:.-)ll0 ;1.r;.
CAP|TULO 9 Shock ?47

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€¿48 SOPORTE VITAL DE TRAUIVA PREHOSPITALARIO, OCTAVA EDICIÓN

Principio: establecer un sitio de acceso vascular para líquidos y medicamentos cuando


no se puede obtener un acceso lV tradicional-
Esta técnica se puede realizar en pacientes adultos y pediátricos, utilizando una variedad de dispositivos comercialmente drspon bles.

Reúna el equ¡po, que debe ¡nclu¡r aguja de


infus¡ón intraósea, jeringa llena con al menos 5 mL
de solución salina estéril. antiséptico, l¡quido lV y
tubos, y cinta. Asegure elaislamiento adecuado
de sustancia corporal (ASU). Coloque al páciente
en posic¡ón supina.
La ooción del sitio de ¡nserción ouede ser la
tibia anterior, en n¡ños o adultos, o el esternón,
que se utiliza sólo en adultos. Para la inserción ti-
bial en pacientes adultos, el s¡tio de ¡nserción se
encuentra en la tibia d¡stal anteromedial. En el
caso de pacientes pediátricos, el s¡tio de inserción
es la tibia proximal anteromedial y justo debajo
de la tuberosidad tibial. El proveedor de atenc¡ón
prehospit¿lari¿ identifica el lugar de la inserción y
los puntos de referencia. 5i la tib¡a es el lugar de la
inserción, la extremidad infer¡or es estabilizada por
otro proveedor de atención prehosp¡talaria. Limpie
el área del sit¡o de ¡nserción con un antiséptico.

Con el taladro y la aguja en un ángulo de 90 Cuando sienta falta de resistencia contra l¿


grados. y habiendo seleccionado el hueso, active aguja, libere el gat¡llo del taladro. Mientras
el taladro e inserte l¿ aguja girator¡a a través de sostiene la aguja, retire el tal¿dro de l¿ ¿guja.
la p¡ely dentro de la corteza del hueso. Se sentirá
un "chasquido" al entrar en la corteza del hueso.
CAPITULO 9 Shock E¿49

Acceso vaaclulan intnaóEléGl rconrtnuactónr

Suelte y retire eltrocar desde el centro de la Conecte la jeringa con soiución salina al centro
aguja. de la aguja. Tire hacia atrás ligeramente con
el émbolo de la jeringa, en busca de líquido
de la cavidad de la médula para mezclar con
la solución salina. Las punciones "secas"
son comunes.

Después inyecte 5 mL de la solución sal¡na,


sin dej¿r de observar para detectar signos de
infiltración. 5i no hay signos de infiltración, retire
la jeringa del centro de la aguja, coloque el tubo
lV y establezca la velocidad de flujo. Asegure la
aguja y el tubo de intravenosa.
Él50 SOPORTE VITAL DE TRAUMA PREHOSPITALARIO, OCIAVA EDICION

Aplicación de tonniquete
E n estas fotos se presenta el torn q uete Con]bat Appl catron Tourniquet (C -A-T). 5e puede ut izar cualq u er torniquete aprob¿do Tenga

en cuent¿, que en las fotos el proveedor no llev¿ gu¿ntes porque está demostrando la autoap cación del torn quete C-A-T a su prop a
extremidad. Siempre se debe usar PPE adecuado dur¿nte ¿ evaluacrón y e tratamiento de un paciente.

Autoaplicación de C-A-T a una extremidad superior


-ryn\\
É

:
;

Inserte la extremidad herida a través del bucle de .lale y apriete la banda autoadhesiva, y sujete de
la banda autoadhesiva. manera firme sobre la misma.

Adhiera l¿ banda alrededor del brazo. No


adhier¿ la banda más allá de la pinza.
-

t
CAPÍTULO 9 ShOCK 851

Aplicación de tonniquGltG! rconrínuac,iónr

Grre ¿ varil ¿ de mo inete hdst¿ que l¿ Bloquee la varilla en su lugar con el c[p de
hemorr¿gi¿ se detenga (por o general, no más rarol nete.
de tres q ros de 180 gr¿dos)

Adh er¿ la band¿ sobre la vari i¿ de mo inete. Asegure La varilla y la b¿nd¿ con a b¿nd¿ de
Dórd ó, F.t.o-1 d rdó peq-end> Co.tr, .e mo inete. SLrjete a banda, trre con fuerza,
con la adhes ón de a b¿nd¿ alrededor de l¿ y adhiera a] g¿ncho opuesto en e c|p de
exlrer¡ roa o molinete
E5E! SOPORTE VITAL DE TRAUMA PREHOSPITALARIO, OCTAVA EDICiÓN

Apficación de toFn¡quGtüe rconürnuaciónr


Autoaplicación de C-A-T en una extremidad inferior

Pase la banda de autoadhesión a través de la Pase la band¿ a través de la ranura fuera de la


ranura en el interior de la hebilla del adaptador hebilla del adaptador de fricción, que fijará la
de fricción. banda en su lugar.

Tire de l¿ banda autoadhesiva, apriete, y sujete Gire la varill¿ de molinete hasta detener Ia
con fuerza sobre la misma. hemorragia (por lo general, no más de tres
vueltas de 180 grados).
GAPÍTULO 9 Shock e53

Aplicación de üonniquGtt€ roonunuáctóñ,

Bloquee la varilla en su lugar con el clip de Fije la varilla con la banda de molinete. Sujete
molinete. la banda, tire con fuerza, adhiera al gancho
opuesto en el clip de molinete.
254 SOPORTE VITAL DE TRAUI\,1A PREHOSPITALARIO. OCTAVA EDICIÓN

Golocación de apóeiüo lremostático üópico


o gasa simple sn la henida
a

Exoonoa la herida. Retire con cuidado el exceso de sangre del


@ sitio de la herida al mismo tiempo que intenta
preservar cualquier coágulo formado. Localice
la fuente de la hemorragia activo en la herida (a
menudo en la b¿se de la her¡da).

Retire el apósito seleccionado de su empaque y Aplique presión directa sobre la herida y el


coloque bien el apósito completo dentro de la apósito durante un mínimo de 3 minutos o hasta
herida, directamente sobre el punto más activo que la hemorragia se ha detenido.
de hemorragia.
CAP|TULO 9 Shock e55

Eoloeación de apósito hernosüático tópico


o gasa sirnple en la h€nida icon¿inuaa;tónr
a
Evalúe de nuevo para asegurarse que se ha
detenrdo ¡a hemorragia. De ser neces¿rio
controlar la hemorragia continua, tape de
nuevo la herida o inserte un segundo apósito
en l¿ herida sr neces'ta controlar la hemorragra
continua.5¡ la hemorragia está controlada, deje
e¡ apósito en su lugar y aplique un vendaje de
compresión alrededor de la herida para asegurar
el vendaje.

a
E5€¡ SOPORTE VITAL DE TRAUMA PREHOSPITALARIO, OCTAVA EDICION

Apóeito da pnesión usando un vendaie de


tFalrn'¡a isnaelí
Principio: proporcionar una presión circunferencial mecánica y un apósito a una
herida abierta de una extremidad con hemorraqia no controlada.

nseOurese Oe que el ASU sea el correcto y coloque el apósito sobre la herida.


@

Envuelva la venda elástica alrededor de la easar et vendaje elástico a través de la barra.


extremidad al menos una vez. @
CAPíTULo 9 shock 257

Apósito de presión usando un vendaie de


tFau]l1a israelí tcon¿tnuac;íónr

Envuelva el vendale con fuerz¿ alrededor de Contrnúe envolviendo el vendaje alrededor de la


la extremidad herida en la dirección opuesta, extremto¿o.
y aplique suficiente presión para controlar la
hemorragia.

aseOure et extremo distal del vendaje para mantener la presión constante ¿ fin de controlar l¿ hemonagia.
@
r Relacionar la cinemática del traumatismo con la I Comparar la fisiopatología, el manejo y las
posibilidad de lesión cerebral traumática (LCT). consecuencias potenciales de tipos específrcos de
LCT primaria y lesión cerebral secundaria.
¡ Incorporar el reconoctmiento de las
manifestaciones f isiopatoló9icas y los datos r ldentificar los criterios para las decisiones
históricos significativos de l¿ LCT en la evaluación de atención en lo que respecta al modo de
del paciente traumatizado para formular una transporte, el nivel de atención prehospitalari¿
impresión de campo. y los recursos hospitalarios necesarios para el
manejo adecuado del paciente con LCT.
¡ Formular un plan de intervención de campo para
tiempos cortos y prolongados de traslado de los r Anal¡zar el papel de la hiperventilác¡én en el

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