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Reseña del libro:


Las elecciones vocacionales de los
jóvenes escolarizados.
Proyectos, expectativas obstáculos
Sergio Rascovan.

Pedroza Yaquelina.
4°psicopedagogia.
Materia: práctica profesional.
Prof: Graciela Bischoff
Las elecciones vocacionales de los jóvenes escolarizados.
Proyectos expectativas y obstáculos.

La ambiciosa investigación desarrollada por APORA con el objeto de obtener un


panorama exploratorio que permita conocer las elecciones vocacionales de los
jóvenes escolarizados, constituye el marco a partir del cual se desgranan planteos
de orden metodológico y conceptual, necesarios para poder dar sustento a los
resultados parciales y finales del estudio sobre los proyectos, expectativas y
obstáculos intervinientes en las elecciones de futuro de quienes cursan el último
año del nivel medio.
Desde una perspectiva extensiva, los resultados finales de la investigación
nacional pueden ser tomados como una integración de los avances y resultados
emergentes de las distintas localidades y regiones, reconociendo la diversidad de
realidades socio- culturales, los puntos de encuentros y divergencias en las
expectativas e intención de futuro y la singularidad de los perfiles de los proyectos
personales y profesionales de los jóvenes.

Introducción

Las problemáticas subjetivas asociadas al contexto de época han sido motivo de


diversos estudios en los últimos años. Entre ellos, los referidos a la transición de
los jóvenes a la vida adulta, que fueron y son una preocupación constante en la
comunidad de profesionales que trabaja en el campo de la denominada
orientación vocacional.
Convencidos de que es mucho lo que se dice y poco lo que efectivamente se
investiga, un grupo de colegas, interesados en impulsar la sistematización de la
información sobre las problemáticas del pasaje de los estudiantes secundarios a la
vida ulterior, comenzamos a trabajar en un ambicioso proyecto colectivo. Fruto de
ello, logramos diseñar y poner en marcha la investigación en el ámbito nacional
titulada “Las elecciones vocacionales de los jóvenes escolarizados. Proyectos,
expectativas y obstáculos”. Dicho estudio fue coordinado y dirigido por la
Secretaría Científica de la Asociación de Profesionales de la Orientación de la
República Argentina (APORA) 1 durante los años 2006 y 2007.
De él participaron profesionales de orientación vocacional de las universidades
nacionales de Rosario, Salta, Nordeste, Noroeste de la Provincia de Buenos Aires
y Catamarca; las universidades privadas de Flores, Católica de Santa Fe,
Empresarial Siglo 21 de Córdoba y de Río Cuarto, el Municipio de Morón y la Red
de Orientación en Trabajo y Educación, integrada por hospitales dependientes del
Ministerio de Salud del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
El interés de la investigación se centró en conocer las intenciones de los jóvenes
escolarizados que están por terminar el último ciclo lectivo, en torno a sus
proyectos futuros, las expectativas frente a ellos, los factores que ayudarían a su
cumplimiento y los obstáculos que operarían para su consecución, como una
forma de explorar las implicancias que los cambios sociales, políticos, económicos
y culturales producen en la constitución subjetiva.

Objetivos generales
• Conocer y analizar las características principales de las elecciones vocacionales
que efectúan los jóvenes que están cursando el último año de escolaridad media
en instituciones públicas y privadas de diferentes localidades de nuestro país.
• Comparar los datos recogidos con la investigación realizada en ocho escuelas de
sectores populares de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en 2002. 2
• Comparar los datos recogidos con otras poblaciones de la República Argentina. 3
Otros objetivos propuestos por el equipo de trabajo
• Revisar los discursos y las prácticas de la orientación vocacional para procurar
dar respuestas a las exigencias propias de la época que vivimos.
• Proponer líneas de acción concretas en el campo de las políticas públicas.
• Estimular a las autoridades educativas de las diferentes jurisdicciones y de nivel
nacional para instituir este tipo de estudios de manera periódica y sistemática en el
sistema educativo.

Para explorar los proyectos, las expectativas y los obstáculos de los jóvenes
escolarizados del último año, se administró una encuesta -durante octubre y
noviembre de 2006- a 4323 jóvenes (2160 varones y 2163 mujeres)

La encuesta 4 diseñada para efectuar el relevamiento constó de siete partes.


• Datos personales
• Nivel educativo de los padres
• Nivel ocupacional de los padres
• Proyectos personales futuros
• Expectativas sobre la futura elección
• Factores que ayudarían al cumplimiento de las expectativas
• Principales obstáculos para el cumplimiento de las expectativas

Se administró en 108 colegios de enseñanza media (56 de gestión pública y 52 de


gestión privada, laicas y confesionales), de diversas modalidades: técnicas,
agrotécnicas, bachilleres, polimodales en Ciencias Naturales, Ciencias Sociales,
Salud y Medio Ambiente, Economía y Gestión de las Organizaciones,
Humanidades, Producción de Bienes y Servicios (Construcción, Electromecánica,
Turismo, etc.).
Con respecto a la población encuestada, podemos señalar que casi el 20% de los
estudiantes que cursaban el último año de sus estudios de enseñanza media
trabajaban, prácticamente sin distinción de género (10% de los varones, poco más
del 9% de las mujeres). Aproximadamente el 70% de los padres y madres de los
estudiantes encuestados (sin diferencia significativa de género) habían finalizado
el nivel secundario. A su vez, alrededor del 45% del total de los padres y madres
declaraban haber alcanzado estudios terciarios y/o universitarios incompletos y
más (estudios terciarios y/o universitarios completos).
Los estudiantes manifestaron su intención de trabajar, estudiar y hacer otros
proyectos en más del 70%. Por su parte, apenas el 6% afirmó pretender sólo
trabajar, mientras que la opción sólo estudiar fue elegida por más del 20% de los
estudiantes. 5
El 67% de los jóvenes manifestaron interés en continuar sus estudios en el nivel
universitario; de ellos, el 82% privilegió el ámbito público. Los estudios terciarios
no universitarios concentraron apenas el 14% del total de los encuestados. Los
que optaron por esta última alternativa no revelaron diferencias significativas entre
el ámbito público y privado. En ambos casos (nivel y ámbito de estudio), no se
observaron diferencias relevantes por género.
En cuanto a las carreras elegidas, no se advirtieron diferencias manifiestas con
respecto a las tendencias ya conocidas por otras investigaciones y a las
estadísticas aportadas por las principales universidades del país.
Entre las 15 carreras más elegidas figuraron: contador público, abogacía,
psicología, administración de empresas, medicina, profesorado de educación
física, diseño gráfico, ingeniería en informática, ciencias de la comunicación,
ingeniería agronómica, ingeniería civil, kinesiología, veterinaria, ingeniería
mecánica, diseño de indumentaria.
Resultó muy significativo el papel que los jóvenes le otorgaron al estudio para el
logro de las expectativas futuras. “Estudiar”, considerado como expectativa, sin
ningún agregado, fue concebido como importante y muy importante por el 86% de
los estudiantes.
La importancia de estudiar para conseguir un empleo y para obtener satisfacción
personal fue valorada por el 85%, los guarismos más altos, seguidos muy de cerca
por estudiar para tener dinero, que fue ponderado por el 78% de los estudiantes.
Por debajo de estos datos, se le otorgó importancia a estudiar para desarrollarse
intelectualmente (74%) y estudiar para desarrollar un autoempleo (70%). Con un
porcentaje un poco menor se encontró estudiar para ayudar a cambiar algo de la
realidad social (62%).
Fue muy significativa la poca importancia que los estudiantes encuestados les
otorgaron a los diferentes ítems correspondientes a las expectativas 6 que no
incluían estudiar. Desde el 85%, que consideró de ninguna, poca o regular
importancia a conseguir un empleo sin estudiar, hasta el 60%, que expresó
ninguna, poca o regular importancia a hacer algo que les dé satisfacción personal
sin estudiar, pasando por el 71%, que coincidía en la misma posición con respecto
a tener dinero sin estudiar.
Finalmente, la expectativa de hacer algo que les permita ser famosos y sobresalir
sin estudiar fue considerada como poco importante por el 76% de los estudiantes,
dato que disminuía levemente (60%) para el ítem estudiar para hacer algo que me
permita ser famoso y sobresalir.
La motivación personal para emprender actividades fue calificada como importante
y muy importante, como factor que ayudaría al cumplimiento de las expectativas
futuras, por casi el 84% de los jóvenes encuestados. De este modo, éste es el
ítem con porcentaje más alto.
Muy poco por debajo de estos porcentajes se ubicaron otros ítems concebidos
como importantes y muy importantes para el logro de las expectativas: estabilidad
económica, personal y/o familiar (82%), compromiso y constancia para emprender
actividades (80%), interés por el estudio (79%), satisfactoria relación con la familia
y de su situación personal–emocional (75%).
Las políticas públicas que garanticen empleo para todos obtuvieron una
importancia en sólo el 50% de los estudiantes encuestados, mientras que la
estabilidad social, económica y política del país ha sido ponderada con
importancia por el 72%.
Los factores que obstaculizarían el cumplimiento de las expectativas concebidas
como importantes y muy importantes tuvieron un porcentaje considerablemente
menor a los factores estimados como que ayudarían al cumplimiento de los
proyectos futuros. Así, por ejemplo, la inestabilidad económica, personal y/o
familiar alcanzó una importancia del 65% y fue el porcentaje más alto. Muy poco
por debajo de estos porcentajes se ubicaron otros ítems identificados como
obstáculos para la consecución de las expectativas: falta de motivación personal,
compromiso y constancia para emprender actividades (62%), falta de interés por el
estudio (60%). Más abajo aún, se situaron las dificultades personales-emocionales
y las dificultades de relación con la familia (aproximadamente el 54%).
La falta de empleo y la inestabilidad social, económica y política del país
obtuvieron una importancia del 55% para los estudiantes encuestados.

Observaciones
El estudio en el nivel nacional permitió realizar algunas observaciones.
En primer lugar, queremos destacar la fuerte intención de los jóvenes por encarar
proyectos futuros, tan contrastante con el discurso que los presenta como sujetos
apáticos, desinteresados, desganados. Indudablemente, advertimos la diferencia
entre la intención de los estudiantes sobre sus proyectos futuros y la concreción
de éstos. Es probable que las expresiones de desinterés o abulia que muchas
veces los jóvenes manifiestan sean formas fallidas de resistencia a un sistema que
no les ofrece posibilidades de desarrollo. Nos parece importante poder metaforizar
estos enunciados antes que tomarlos literalmente, reforzando de este modo los
procesos de estigmatización. Frente al discurso pretendidamente homogeneizador
de “no hay futuro”, los miles de jóvenes encuestados respondieron con intenciones
de proyectos futuros.
Un aspecto importante del estudio realizado está asociado con el papel de la
familia como institución productora de subjetividad. En este sentido, podríamos
decir que una población con estudios, produce proyectos de estudios. De acuerdo
con los datos aportados por esta muestra de más de 4000 encuestados, pareciera
que los estudiantes que logran finalizar el colegio secundario son aquellos cuyos
padres también pudieron terminarlo. Recordemos que el 70% de los padres de los
jóvenes encuestados había completado la escolaridad secundaria.
A su vez, la apuesta al estudio se prolonga una vez finalizada la escolaridad. Más
del 90% de los estudiantes manifiesta su intención de estudiar a través de
variadas respuestas. Algunos tienen la intención de estudiar solamente, otros de
estudiar y trabajar, y por último, de estudiar, trabajar y desarrollar otros proyectos.
En la investigación vuelve a aparecer el papel del trabajo como posibilitador para
la continuidad en los estudios superiores. La intención de trabajar, estudiar y hacer
otros proyectos en un 70% estaría indicando, en coincidencia con otros estudios
(Kaplan, Kantarovich, Gluz, 2002; Aisenson, 2002; Rascovan 2005), que los
jóvenes en la actualidad se plantean el trabajo como condición necesaria para
poder seguir estudiando. No se trata de trabajar para tener experiencia, para hacer
algo afín a lo estudiado o a lo que estudiarán, sino básicamente para garantizar
las condiciones que les permitan proseguir los estudios. Esto es, ayudar
económicamente en su casa para costear sus gastos en general o sus actividades
académicas en particular.
Otro rasgo relevante es la alta correlación entre estudios secundarios cursados y
elección de carrera terciaria y/o universitaria. La presente investigación, con una
muestra muy representativa, refuerza dicha línea de análisis que se había
constatado en estudios anteriores (Rascovan, 2005). Además de las carreras
tradicionales ubicadas en los primeros cinco lugares (contador público, abogacía,
psicología, administración y medicina), aparecen carreras como profesorado de
educación física, diseño gráfico y comunicación, asociadas a las orientaciones que
tenían las escuelas de enseñanza media. Podríamos sostener que el dispositivo
pedagógico muestra –al menos en este aspecto- cierta eficacia de su misión, en
tanto aparece como productor de subjetividad, por ejemplo, en la construcción de
representaciones de proyectos futuros.
La prevalencia de las carreras tradicionales (abogacía, contador, medicina, etc.)
podría relacionarse con factores sociohistóricos ya que han sido, por muchos
años, las que garantizaron (aunque hoy no sea necesariamente así) inclusión y
ascenso social.
Una observación coincidente de los distintos equipos que participaron de esta
investigación fue la notoria desinformación que los jóvenes tenían sobre la oferta
educativa, los campos profesionales y las relaciones entre carreras y profesiones.
Este aspecto reforzó la voluntad de los investigadores de insistir en la necesidad
de incluir espacios formalizados de orientación vocacional en los colegios
secundarios, cuyo objetivo debería ser promover el análisis crítico de la educación
de nivel superior, incorporando diversos contenidos conceptuales, actitudinales y
procedimentales propios de los procesos de transición a la vida adulta.
El análisis de los datos en el nivel nacional permitió hipotetizar sobre la relevancia
que para los jóvenes encuestados tienen los aspectos subjetivos con respecto a
los sociales. Si tomamos en cuenta los factores que ayudarían a cumplir
expectativas, observamos un fuerte predominio de las variables individuales por
sobre las macrocontextuales. Por ejemplo, el porcentaje de mayor importancia
corresponde a la motivación, el compromiso, la constancia, e incluso la estabilidad
económica personal y/o familiar. En este rubro, las políticas públicas no fueron las
más valoradas como factores que ayuden al logro de las expectativas. A su vez, la
falta de empleo y la inestabilidad social, económica y política del país son
consideradas como importantes y muy importantes sólo por el 55% de los
estudiantes encuestados.
Esto permitiría aventurar una tendencia a la culpabilización individual por los
fracasos ocurridos y, al mismo tiempo, a una exaltación singular por los logros
obtenidos. Posiblemente sea ésta una de las maneras en las que el discurso
neoliberal produjo formas de subjetivación en los últimos años. Al respecto
debemos recordar que es el propio discurso neoliberal el que propone pensar la
subjetividad por fuera del contexto socio-económico de época.
En sintonía con el predominio de los rasgos individualistas en nuestra civilización,
obtener satisfacción personal fue considerada la expectativa más importante, un
atributo que ilustra una de las características sobresalientes de la cultura
dominante de estos tiempos. La satisfacción personal pareciera estar ligada a
conseguir un empleo y obtener dinero y no tanto a otros aspectos, como por
ejemplo, a cambiar ciertos tópicos de la realidad social, o a inventar – descubrir
algo
Es posible, también, advertir acerca de la dificultad que podrían tener los jóvenes
que participaron de la muestra para registrar los obstáculos frente a sus propias
expectativas de futuro. Los mismos factores, cuando son presentados como
elementos que ayudarían a cumplir las expectativas y no como obstáculos, son
considerados más importantes. Por ejemplo, el factor situación económica,
personal y/o familiar asciende al 82% de las respuestas como facilitador, mientras
que cuando se lo presenta como obstáculo desciende al 65%. Esto podría estar
indicando cierta conducta defensiva de los jóvenes encuestados con respecto a
los posibles obstáculos que potencialmente podrían encontrar en su proceso de
transición.
Se desprende del presente estudio, la necesidad de instituir espacios para la
transición de los jóvenes a la vida adulta de manera obligatoria en las instituciones
educativas, tanto de enseñanza media como de nivel superior (universidades e
institutos terciarios no universitarios). En un caso se trata de las instituciones
encargadas de despedir a los jóvenes y, en el otro, de las que deben recibirlos, en
un proceso cargado de vulnerabilidad social y potencialmente de exclusión.
La implementación de políticas públicas tendrá como principal objetivo ubicar al
Estado como garante de los procesos de transición de los jóvenes, evitando
responsabilizarlos de manera exclusiva de la gestión de sus vidas.
Las estrategias y los dispositivos a desarrollar deberían ofrecer, como aspecto
sobresaliente, la colaboración para mitigar las dificultades que los estudiantes
presentan en los primeros años de estudios superiores, cuyos datos de abandono
son alarmantes. A su vez, ayudar en el ingreso al mercado laboral, donde la
prevalencia del desempleo juvenil es muy alta con respecto a los porcentajes de
desempleo en general.
Hasta aquí algunos de los datos obtenidos y las posibles lecturas sobre ellos. A lo
largo de la obra, el lector podrá acercarse a las particularidades locales–regionales
donde se aplicó el estudio y tomar contacto con diferentes nudos problemáticos
que los autores eligieron como centros de interés para profundizar.

Sergio Rascovan

Capitulo 1. Los jóvenes y la construcción de itinerarios vocacionales en un


mundo sin amarras.

La crisis barrio con a representación del progreso que sostenía que el mañana
sería mejor que el hoy y que se podía confiar en el futuro.
Los jóvenes en un mundo sin amarras.
Vivimos en un mundo dislocado, desordenado, inquietante y perturbador.la
perdida de la certeza que el mundo moderno ofrecía se ha vuelto contra los
sujetos, aquellos indicadores externos, sociales, firmes y seguros, sobre los cuales
se consolidaba la subjetividad hoy emiten una luz tenue. La reproducción de
proyectos futuros se halla interrogada, ya que los jóvenes se encuentran
desanclados de referentes y emblemas históricos sólidos.
Hoy esas significaciones de la modernidad, han comenzado a corroerse,
disolverse y transformarse en categorías zombis, a partir de la redistribución y
reasignación de los “poderes de disolución” de la modernidad misma.las
categorías de trabajo vocación carrera, profesión. Flotan hoy desustancializadas,
sin un anclaje preciso, ni muertas ni vivas, haciendo imposible emanciparlas de la
sensación de incertidumbre y vacio.
La posibilidad de proyecto se encuentra cercenada fundamentalmente por la caída
de las instituciones donadas de sentido.
El modelo social fundado durante la modernidad temprana hundía sus raíces en el
trabajo y en la ética que de este emanaba.
Las elecciones que el sujeto debía realizar estaban orientadas a la conformación
de ser, a la presión por ser alguien y el imperativo categórico principal era: ¡Tú
debes!
La etapa presente de esta modernidad tardía, liquida, impone a sus miembros la
obligación de ser consumidores, configurándose la una sociedad de
consumidores, donde los proyectos de vida se construyen sobre las opciones de
consumo y no sobre el trabajo y la educación.
La elección ha adquirido el status de obligatoria. Se nos presenta una nueva
obligación (obligación de elegir) como libertad de opción. Vivimos una época
histórica asediada por la acuciante necesidad de hacer elecciones, de decidir, sin
el respaldo del otro que legitime o asuma sus consecuencia incluso,” el acto de
elegir una carrera al terminar el colegio secundario se ha se ha convertido en un
acto de consumo”
Las transiciones de los jóvenes a la madurez están sufriendo un proceso de
desestandarización, mientras las instituciones y políticas orientadas a facilitar tales
transiciones siguen operando bajo el supuesto de un mundo lineal del curso de la
vida, en el que l integración social es equivalente a la integración en el mercado
laboral.la transición desde la etapa juvenil a la vida adulta ha dejado de ser un tipo
de “trayectoria lineal”, o concebida como una trayectoria de final conocido, donde
el eje de la transición fue el paso de la educación al trabajo. Actualmente, este
transito esta mas vinculado con un fase imprevisible, vulnerable, de incertidumbre
mayor que en las trayectorias tradicionales o lineales.
Frente a todo este panorama, Carina Kaplan brinda un par de interesantes
interrogantes:
 “¿Seria muy osada plantear que los jóvenes que apuestan hoy por la
educación son una suerte de Quijotes contemporáneos?”
 “¿Qué grado de influencia ejercen las instituciones de educación y las
políticas de inclusión en la conformación de posibilidades para la inserción
cultural y social y para el despliegue del proceso de subjetivación?”
Jóvenes y educación secundaria.
“la escuela no es simplemente un lugar donde se aprenden cosas, saberes,
técnicas, es también una institución que otorga títulos es decir derechos y confiere
al mismo tiempo aspiraciones. El antiguo sistema escolar producía menos
confusión que el sistema actual con sus ramificaciones complicadas, que provocan
que las personas tengan aspiraciones mal ajustadas a sus oportunidades reales.
Diferentes estudios muestran como a lo largo de los últimos años se ha producido
un importante crecimiento de la educación secundaria, si bien la equidad y la
cálida construyen un tema controvertido.
Hay cierta obligatoriedad social o subjetiva y a esto se le suma la obligatoriedad
legal.
¿Para que obtener un título? La mayoría de los jóvenes que finalizan la escuela
secundaria construyen un sentido positivo acerca de ella. En muchos casos,
apuestan con ellos a expectativas de construir itinerarios laborales, de estudio y
sociales que superen las referencias familiares de origen. También se asocia a la
construcción subjetiva de ser alguien desde el querer evitar trabajos poco
calificados o estigmatizados, considerando que la continuidad de estudios
permitirá un mejor posicionamiento en el mercado laboral y su inserción futura a
través de poseer una mayor credencial educativa. Esto otorga a la escuela un
sentido instrumental y el de ser una instancia de pasaje, de puente para
escenarios futuros.
Los jóvenes y el acceso a la educación superior.
En América latina, cuatro de cada diez jóvenes entre 18 y 24 años finalizaron sus
estudios secundarios y de ellos, la mitad cursa alguna carrera en el nivel superior.
A su vez, aclara que un factor que influye en la continuidad de los estudios
superiores es el peso de la tradición familiar, esto es haber nacido en hogares con
adultos que hayan cursado estudios superiores conlleva a una naturalización del
nivel de instrucción. En el último caso, pareciera ser que la posibilidad de pensar
carreras terciarias constituye una opción, para las generaciones jóvenes, de
ruptura y superación con respecto a la instrucción de sus padres.
Los jóvenes y sus elecciones vocacionales.
“La vocación es simplemente la transfiguración ideológica de la relación objetiva
que se establece entre una categoría de agentes de un estado de la demanda
objetiva o, si se quiere, del mercado de trabajo.”
“Un determinado tipo de condiciones objetivas, que implican un cierto tipo de
posibilidades objetivas es interiorizado por una categoría de agentes y produce en
ellos un sistema de disposiciones, a través de las cuales, su relación objetiva con
el mercado de trabajo se traduce en una carrera.”
Pierre bourdieu opina que le “principio unificador y generador de todas las
practicas y en particular de las orientaciones habitualmente descriptas como
elecciones de la voca-cion o directamente como efectos de la toma de conciencia,
no es otro que el habitus, sistema de disposiciones inconscientes producido por la
interiorización de estructuras objetivas. Como lugar geométrico de los
determinismos objetivos y las esperanzas subjetivas, el habitus tiende a producir
practicas,- y en consecuencias cerreras-objetivamente adherentes a las
estructuras objetivas”.
Aspiraciones de estudiar y/o trabajar.
“Esta misma representación conforma un efecto de realidad, y colabora en realizar
una predicción basada en condicionamientos sociales”
Hoy, la opción para los jóvenes dejo de ser estudiar o trabajar para constituirse en
estudiar y trabajar. Mientras existe una tendencia a seguir estudiando entre los
jóvenes encuestados, no todos piensan esa actividad aislada de un trabajo.la
mayoría de los jóvenes piensan que pueden sostener un estudio superior
trabajando. Mientras que un sector cada vez más pequeño de jóvenes piensa que
podrán seguir sus estudios sin la necesidad de trabajar.
Clima educativo.
Otro dato significativo que podemos estimar es que el nivel de estudios de los
padres es una de las variables que, en términos generales, esta mas asociada al
éxito o al fracaso escolar, y que influye en las expectativas futuras.
Reflexiones finales.
Frente a las intenciones futuras de estudio y trabajo de estos jóvenes, podemos
aseverar que muy a pesar de encontrarse en un entorno contemporáneo de gran
dispersión apuesta, a construir proyectos y aunque de manera frágil en su
configuración, invisten objetos vocacionales, buscan sentidos provisionales frente
a la diversificación de los itinerarios de transición a la vida adulta, intenta realizar
un proceso de negociación de lo que serán sus trayectorias. Aunque en términos
generales su capacidad de negociar su transición a la vida adulta, el rumbo que en
este tomen, dependerá sustancialmente de los capitales económicos sociales y
culturales del que dispongan para apostar, como así también de los apoyos que
les puedan proporcionar o de las oportunidades que puedan delinear.

Capitulo 2. Elecciones vocacionales, políticas públicas y subjetividad.

Acerca de las elecciones vocacionales.

Lo vocacional es una trama indisoluble entre lo subjetivo y lo social. En esa


intrincada fusión, la dinámica singular apelaría a un llamado desde el deseo como
algo que esta mas allá de los imperativos del deber hacer, de las exigencias para
la incorporación al aparato productivo. Propone “desear lo que yo deseo que
desees” es la principal maniobra ideológica del sistema. O, dicho de otro modo
pretender circunscribir el horizonte de las elecciones a la utilidad de un sistema
que, en nombre de la libertad, se desentiende de las decisiones por considerarlas
“libres”
Lo que define a la elección vocacional no es el que, sino el cómo, es decir, la
posición subjetiva, la búsqueda o no de ese plus que haga que un sujeto pueda
ubicarse mas allá de su condición de pieza integrante de un engranaje.
La elección vocacional incluirá, entonces, lo “interesado” y “desinteresado”, lo
“productivo” e “improductivo”, en definitiva la elección produce una particular
ligazón libidinal que une un sujeto a uno o varios “objetos” del quehacer.
Acerca de las políticas públicas.
Se trata de que las políticas públicas garantice la inclusión social. que una
sociedad tenga lugar para todos. Aspecto que sin duda, el capitalismo como
sistema social, político, y económico, no ha podido resolver.
Las políticas públicas vinculadas a los procesos de elección vocacional deberán
centrarse en las acciones que el Estado y otros actores de la vida colectiva hacen
para garantizar la inclusión de los sujetos en los circuitos educativos y laborales.
Una práctica de orientación vocacional que articule políticas públicas y
subjetividad deberá promover que el propio sujeto pueda definir por donde pasa
su elección que se juega al elegir. En este sentido, no habrá elecciones
adecuadas, maduras, responsables.
Las primeras políticas públicas en orientación vocacional.
Las primeras políticas públicas en orientación vocacional estuvieron relacionadas
con las demandas que las incipientes sociedades capitalistas industriales iban
imponiendo a la población.
Como señala Hugo Klappenbanch, en dicho contexto, la orientación profesional
llego a alcanzar rango constitucional tras la reforma de 1949, cuando fuera
incorporada en el artículo 37. El cual reconocía los derechos del trabajador, de las
familias, de la ancianidad, de la educación y la cultura.
La orientación vocacional nunca llego a establecerse en la argentina de manera
efectiva en el conjunto del sistema educativo.
Tal como sostenía por aquellos años Emilio Mira y Lopez la orientación profesional
como política publica solamente puede llevarse a cabo por un centro oficial, que
cuente con la posesión de todos los datos estadísticos que se requieren para
efectuarla y además, los revise periódicamente y los reajuste, de acuerdo con la
marcha de los acontecimientos.
En la Argentina, al igual que en el resto del mundo, las primeras prácticas de la
orientación como política de estado tuvieron su fundamento en la modalidad
psicotécnica.
El lugar de la orientación en la legislación.
A partir de la vuelta a la democracia a fines del año 1983, se retoma la discusión
sobre el papel de la orientación vocacional y el estado. La legitimidad de la
práctica no fue sufrientemente acompañada por la legislación. Recién en 1993 se
promulgo en nuestro país una ley federal de educación (N°24.195) que solo en el
apartado, derechos y deberes de los miembros de la comunidad educativa, se
refería a la orientación.
Ubicar la orientación como derecho no obliga al estado a definir políticas
específicas acerca de su implementación.
Mas de diez años después, a fines de 2006, se promulga la ley nacional de
educación (N°26.206) que reemplaza a la precedente. Es elocuente la diferencia
con la legislación anterior. En el articulo 30 del capitulo IV, titulo II, sostiene que la
educación secundaria en todas sus modalidades y orientaciones tiene la finalidad
de habilitar a los /las adolescentes. Y jóvenes para el ejercicio pleno de la
ciudadanía para el ejercicio pleno de la ciudadanía , para el trabajo y para la
continuación de estudios.
A su vez en el articulo 32, sostiene que el consejo federal de educación, fijara las
disposiciones necesarias para que las distintas jurisdicciones garanticen, entre
otros aspectos, los siguientes:
 La alternativas de acompañamiento de la trayectoria escolar de los/as
jóvenes.
 La inclusión de adolescentes y jóvenes no escolarizados en espacios
escolares.
 La atención psicopedagógica y medica de aquellas adolescentes y jóvenes
que la necesiten.
Por otra parte, en el articulo 126 del capitulo VI, titulo X, señala que los/as
alumnas/os. Tienen derecho, entre otros a:
 Recibir orientación vocacional académica y profesional-ocupacional que
posibilite su inserción en el mundo laboral y la prosecución de otros
estudios.
 Participar en la toma de decisiones sobre la formulación de proyectos y en
la elección de espacios curriculares complementarios que propendan a
desarrollar mayores grados de responsabilidad y autonomía en su proceso
de aprendizaje.
Resulta evidente el cambio-discursivo- de esta ley con respecto a la anterior.
Señalar que el consejo federal de educación debe garantizar, por ejemplo el
desarrollo de prácticas de orientación vocacional supone reconocer el papel del
estado en las problemáticas subjetivas referidas al desarrollo de las trayectorias
vitales, los procesos de transición entre niveles educativos y la inserción en el
mundo laboral.
En argentina se sigue reclamando la inclusión de la orientación vocacional en el
sistema educativo.
Orientación, políticas públicas y subjetividad.
Las políticas públicas serán respetuosas de la subjetividad si reconocen la
importancia de la singularidad de cada institución educativa y de la participación
de la comunidad educativa y de la participación de la comunidad educativa,
principalmente la estudiantil, en el armado de los diferentes proyectos y
programas de orientación en general y de orientación vocacional en particular.
La legislación debe ser acompañada por notorios y categóricos lineamientos
ministeriales que orienten y sostengan de alguna manera las prácticas en las
instituciones y los problemas que su ejecución genera.
En el interior de cada institución, los educadores tienen una doble tarea: exigir al
estado los recursos para el cumplimiento de su obligación de brindar educación de
calidad para todos, por una parte y desarrollar sus capacidades creativas por otra.
Las políticas publicas serán respetuosas de la subjetividad en la medida en
generar las condiciones para que el colectivo institucional decida que y como
llevarlo a cabo.
La orientación tendrá así una función instituyente promoviendo la creación de
diversos dispositivos de acompañamiento.
La noción de participación que proponemos remite incidencia o injerencia efectiva
de los estudiantes en la toma de decisiones sobre cuestiones que los involucran.
Análisis de las políticas publicas.
Hay dos observaciones de la investigación en el nivel nacional, que se presenta en
este libro, que nos interesa resaltar, en primer lugar termino la expectativa mas
elegida de los estudiantes que están por egresar del colegio secundario es
estudiar. Seguidamente, la manifestación necesidad de trabajar para poder
sostener los estudios. De manera que “de un lado del mostrador” están los
jóvenes, señalando sus intenciones futuras y del otro, las estadísticas de
abandono en los primeros años de estudios superiores y los altos índices de
desempleo juvenil.
Los desafíos por venir
Esperamos que la presentación investigación recree el debate en torno a las
políticas publicas en diferentes campo y su articulación con los procesos de
subjetivación. Practicas que deberán sostener a través del financiamiento y de
lineamientos generales rigurosos y sostenidos en el tiempo, justo a la libertad para
recrear inventar y concretar experiencias singulares en cada institución.
La articulación entre políticas públicas y subjetividad en el campo de la orientación
tendrá algún destino si logramos profundizar la discusión sobre la tensión existen
entre los modelos adaptacioncitas y críticos para pensar y operar en el terreno de
las elecciones vocacionales. Desde el paradigma critico todavía en ciernes,
intentamos incidir en esta disputa y ansiamos que esta obra colectiva sea un hito
que refuerce su construcción.

Capitulo 3 la orientación y la inclusión laboral de los jóvenes.

El servicio de orientación vocacional ocupacional del municipio de Morón trabaja


desde la perspectiva de la psicología comunitaria por medio de programas
realizados en función de las necesidades y recursos de la comunidad.
Estos programas alcanzan no solo a los jóvenes escolarizados próximos a
terminar el respectivo ciclo lectivo, tercer año la escuela secundaria básica y tercer
año de la escuela media, sino también jóvenes no escolarizados y a poblaciones
juveniles que se encuentran bajo programas diversos, ya sean estos municipales,
provinciales, nacionales o desarrollados por organizaciones comunitarias.
Es significativo señalar que el servicio de orientación pertenece a la dirección de
juventud del municipio, cuya misión fundamental consiste en la definición e
implementación de las políticas públicas en el ámbito local, respecto de ese sector
de población.
Desde allí sostenemos que nuestra responsabilidad como orientadores es
promover el desarrollo de ciudadanía, privilegiado a la vez el trabajo con los
sectores mas postergados, promoviendo condiciones de equidad que tiendan a
favorecer la inclusión, lejos de toda perspectivas asistencialistas desde el
reconocimiento de los derechos sociales de nuestros ciudadanos.
Objetivos de la investigación.
En este contexto la investigación a tenido principalmente 3 objetivos:
 Permitirnos reconocer las características actuales de las problemáticas que
se abordan en la investigación entre los jóvenes escolarizados de nuestro
distrito.
 La posibilidad de comparar dichos resultados con una población mas
extensa y heterogénea integrada por jóvenes pertenecientes a distintas
zonas de nuestro país.
 Junto con la comunidad de orientadores integrados alrededor de esta
propuesta promovía desde APORA el reconocimiento de un estado de
cosas sobre las problemáticas del campo de la orientación que permita
trabajar en la construcción colectiva de propuestas a efectos de que estas
puedan ser formuladas ante los decisores de políticas públicas.
Sobre las intenciones de trabajar.
En esta ocasión nos interesa focalizar particularmente la cuestión referida a: “las
expectativas de los jóvenes de trabajar al terminar la escuela”.
Trabajar no parece tanto como un fin en si mismo, sino como la condición de
posibilidad de sostener diversos proyectos de futuro, entre los cuales el estudio
tiene un papel privilegiado.
Contexto e inserción laboral.
Desde el ámbito económico-laboral se observa un proceso signado por la
informalidad laboral, el aumento del desempleo y la precariedad, con el
consecuente incremento de la desprotección social, la pobreza estructural y la
emergencia de nuevos pobres.
En el contexto referido de las últimas décadas, se ha hecho evidente que la
inserción laboral de los jóvenes ha dejado de ser un simple pasaje entre la
educación y el trabajo para convertirse, cuando se logre en una transición larga y
compleja.
La inserción laboral es definida como el proceso de incorporación a la actividad
económica de los individuos, lo que generalmente se concreta en la juventud.
Entendemos que la problemática del empleo en lo jóvenes no solo debe ser
explicada a partir de la oferta de puestos existentes en el mercado, sino también
debe incluir el estudio de las características y los resultados del tránsito que ellos
realizan entre posiciones y las conductas que a la vez desarrollan en las distintas
esferas de la vida social, pero sobre todo atendiendo al ámbito educativo,
ocupacional y familiar.
Educación y transiciones.
Las transiciones juveniles pueden entenderse como una etapa particular del
proceso de socialización que en las sociedades capitalistas implica el pasaje de la
dependencia familiar a la autonomía propia de la vida adulta.
En esta transición, la educación juega un papel predominante, pero las
posibilidades de acceso y permanencia en la escuela han estado desde un
principio condicionadas por la pertenencia de clase.
El seguimiento del desarrollo histórico ocurrido en las transiciones entre la
educación y el trabajo en nuestro país permite establecer distintos momentos en
los que se ha configurado el rol de la escuela en el proceso de reproducción
social.
La escuela secundaria en los distintos momentos históricos se ha caracterizado,
sin lugar a dudas, por la capacidad para favorecer los procesos de movilidad
social ascendente entre quienes egresan de ella.
La causa del desempleo en los jóvenes.
Uno es el desajuste entre la educación y l trabajo en términos de que las
calificaciones que brinda el sistema educativo ya no son las requeridas por el
sistema educativo ya no son las requeridas por el sistema productivo, en cuyo
seno se generan permanentes cambios.
El otro es el de las características del mercado de trabajo, el que no genera los
opuestos necesarios como para incluir en forma suficiente a los nuevos
postulantes.
Políticas públicas e inclusión laboral.
La problemática del desempleo juvenil comenzó a incluirse en el espacio de las
agendas públicas de los gobiernos en los últimos 20 años.
En la argentina y en términos generales, las políticas publicas han sostenido un
argumento clásico propuesto desde distintos sectores sociales en la década
pasada: el que supone que los cambios tecnológicos en el sistema productivo
ponen en riesgo de desempleo a los jóvenes en condiciones de vulnerabilidad
social, ya que ellos no alcanzarían la competencias educativas necesarias para
ocupar los nuevos puestos que demandan las empresas.
Así, las principales políticas aplicadas para revertir el desempleo juvenil se
plantearon en términos de:
 Nuevas regulaciones laborales.
 Reformas educativas.
 Programas de empleo y capacitación.
 Programa de becas escolares.
Las dificultades que presenta la sociedad para incluir sus nuevas generaciones no
son solo un problema realmente serio en la actualidad, sino que también
constituyen un pronóstico sumamente preocupante respecto del futuro.
Perspectivas de la orientación vocacional/profesional.
La orientación profesional es definida como:
“los servicios y actividades cuya finalidad es asistir a las personas, de cualquier
edad y en cualquier momento de sus vidas , a ejercer opciones educativas de
formación y laborales y a gestionar sus profesiones”.
Reubica la orientación como practica social.
Entendemos que la problemática de la inclusión laboral de los jóvenes, dada su
importancia en el escenario social actual, debería ser considerada nuevamente
por los orientadores como una cuestión altamente significativa y ocupa
consecuentemente un lugar central en nuestra practica.

Capitulo 4 a las puertas del futuro: ¿una cuestión de intención?

En este capítulo se reflexiona acerca de las anticipaciones de proyectos


profesional que los jóvenes salteños manifiestan en el momento de egresar del
colegio secundario y de tomar una decisión respecto del futuro inmediato, teniendo
en cuenta la complejidad de las dimensiones que atraviesan las expectativas en el
contexto regional y particular en el que se resuelve la elección de carrera.
Para ello se toman los resultados provinciales, de la investigación nacional
desarrollada por el APORA acerca de los proyectos profesionales de alumnos del
último año del nivel secundario en busca de una reflexión crítica sobre la
anticipación de “las puertas del futuro”
Planteando el problema y preparando el terreno.
Cuando hablamos de jóvenes lo hacemos desde una categoría sociológica, en la
que se privilegia el contexto del ciclo vital en relación con una situación de
transición, por sobre el de estadios o fase evolutivas de desarrollo.
¿Proyecto profesional o intención de futuro?
A la finalización de los estudios de nivel medio, los jóvenes suelen enfrentarse a
situaciones de elección y decisión significativamente criticas y que ello supone, por
parte de quienes pueden elegir y tomar decisiones , la puesta en acción de una
serie de intenciones, deseos y proyectos gestados y configurados durante la
trayectoria vital y académica, permeados por supuestos ampliamente compartidos.
Intervienen en estos supuestos los imaginarios que se comparten y se instalan en
la trama socio-cultural, relacionados-por ejemplo- con algunas de las condiciones
inherentes para “elegir”. En el caso de la inserción laboral temprana suele
justificarse la elección por cuestiones de necesidad personal/familiar y por
condiciones socio-económicas adversas entre la respuestas más frecuentes,
recayendo la “motorización” de la decisión en aspectos externos al sujeto.
En el caso de la elección por los estudios superiores, las respuestas más
frecuentes se basan en imaginarios como la “libertad de elección” y en
expresiones como el “gusto, interés o afinidad” por una tarea y/o por lo que se
supone representa una carrera/profesión/ocupación. Datos de estas afirmaciones
se derivan-además-de otras investigaciones, desarrolladas en el ámbito
universitario salteño, que ahondan en los motivos de elección vocacional de los
estudiantes en las distintas titulaciones. En ellas emergen con fuerza los intereses-
muchas veces fortuitos y con argumentaciones tautológicas- prevalentes en el
momento de dar cuenta de los motivo de elección de los inscriptos en el primer
año de las carreras universitarias de la región, lo que pone al descubierto- en la
anticipación de futuro- la fragilidad con que suelen configurarse los proyectos
profesionales.
En el marco de un proyecto vital, hablar de “elección” y de proyectos vocacionales
y/o ocupacionales supone referirse no solo a aptitudes y preferencias, sino
además a un complejo proceso de inter juego de competencias intelectuales,
estereotipos, historia de aprendizaje, experiencias de si, redes de apoyo afectivo y
referencial de las que disponen, percepción de la dinámica y estructura del
sistema familiar, representaciones y creencias del contexto cultural, acceso a las
oportunidades del sistema formal de educación, percepciones subjetivas acerca
de las expectativas de las personas de su entorno que tengan significación y
resonancia afectivas e, incluso, representaciones que los profesores y referentes
académicos tienen sobre los comportamientos, habilidades y desempeños de
estos alumnos “sujetos” de elección que transitan el último año del nivel medio.
La elección y conformación de un proyecto vital esta en estrecha relación con el
proceso de construcción psicosocial identitaria.
El proyecto vocacional necesita de la conformación reconstrucción permanente de
la identidad ocupacional, a la que en un primer momento entendemos como la
“representación subjetiva de la inserción concreta en el mundo del trabajo en el
que puede auto percibirse incluido o excluido”

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