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El objeto de Estudio de la Ciencia Política

Leopoldo Salgado
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¿Por qué se deslegitima la democracia? - La Utilidad V Pareto - Burguesía,
Pequeñoburguesía y Proletariado León Trotsky - Teoría política de Raymond Aron
- El Poder y el Economista útil - Democracia Y Liberalismo - Karl Marx Vida y Obra
Introducción.

La Ciencia Política es una de las ciencias sociales. Su objeto de estudio son las
relaciones políticas, las cuales son relaciones de poder dentro del estado. Como
ciencia tiene conceptos que le son propios: estado, poder, gobierno, caciquismo,
democracia, partidos políticos, grupos de presión...
Es importante hacer notar que la Política como ciencia no es una doctrina o
filosofía sobre el arte de gobernar; sino un método que nos conduce a descubrir
las relaciones que se establecen entre los diferentes elementos que constituyen la
realidad social dentro del marco instituido del Estado.

Definición de Ciencia Política

La ciencia política tiene como propósito explicar las relaciones de autoridad y


obediencia y sus efectos sobre el comportamiento de los hombres, en el marco del
poder instituído en la sociedad, llamado estado.

La Ciencia Política no se limita a afirmar que unos hombres dominan a otros; sino
que intenta conocer cómo se originó esa dominación, sin que importen las
opiniones subjetivas. Esto da a la Política una de las características básicas de la
ciencia, la objetividad.

El estado, no es un hecho de la naturaleza, es una relación entre los hombres,


creada por ellos. En consecuencia no está sujeta a leyes inmutables e inviolables.

El Fenómeno Político.
Se dice que un hecho o acontecimiento tiene carácter de político cuando muestra
su existencia dentro de la estructura jurídico política del Estado. Es decir, cuando
ocurre dentro del poder o de los gobernados hacia el poder del estado.

En el fenómeno político se debe distinguir la estructura política, que es la


organización de las relaciones de dominio y la praxis política que son las
actividades de gobernantes y gobernados, bien sea para alcanzar el poder y
conservarlo o para obedecer a los que tienen la autoridad o para defenderse de
ella.

Las Relaciones Políticas.

Las relaciones políticas manifiestan: Relaciones de Dominación: una parte de la


sociedad domina al resto.

Gobernantes, clase dominante; Gobernados, clase dominada. Formas de Ejercer


la Dominación

La dominación se puede ejercer de dos maneras: por la fuerza, es decir por la


imposición obligada o brutal, y por convencimiento, el que obedece acepta
voluntaria-mente la presión de la norma.

Hay diferentes etapas o grados de poder:

1. El Poderío: tiene como base “la ley del más fuerte”, es decir se funda en la
desigualdad de fuerza y puede tener como asiento la fuerza física o la fuerza
económica.

2. La Influencia: tiene como origen la manipulación psicológica del sujeto. Se le


motiva a llevar a cabo cierta conducta sin que haya una indicación expresa para
tal efecto, es decir, se le chantajea a sentimental y emocionalmente para que
actúe de determinada manera.

3. El Mando: tiene como fundamento el derecho o los reglamentos que establecen


sanciones para aquél que no cumple con sus disposiciones.

4. La Autoridad: tiene su asiento en el reconocimiento de los valores y cualidades


implícitos manifiestos en el que manda. El que obedece lo hace porque admira el
estilo de vida del mandante.

Fuentes de Legitimación del Poder.


Atendiendo al Esquema de Max Weber las fuentes de legitimación del poder son
tres:

1. Racional-legal: se apoya en la aceptación de la “ley”, la cual vale tanto para el


que manda como para el que obedece. El aparato administrativo de este poder
estaría constituido por la burocracia.

2. Tradicional: Se fundamenta en la creencia de la legitimidad y el valor del poder


en la costumbre, “por-que ha existido siempre”.

3. Carismática: Tiene fundamento en los valores y cualidades excepcionales del


que manda. Son estos valores y cualidades los que llevan al que obedece a tener
determinadas conductas.

Tres tipos de poder conforme a la Sociología moderna.

Según las interpretaciones de la Sociología moderna se identifican tres tipos de


poder:

1. Poder Económico: Los poseedores de medios de producción se colocan en una


posición de poder con respecto de quienes sólo tienen su fuerza de trabajo y la
tienen que vender a los primeros.

2. El poder ideológico: se basa en la influencia que las ideas formuladas de cierta


manera y emitidas en determinadas circunstancias, por una persona o grupo que
tiene poder, difundidas con ciertos procedimientos, tienen sobre la conducta de la
(sociedad).

3. El poder político: tiene tres características: exclusividad sobre el ejercicio de la


fuerza física; universalidad, los que tienen el poder tienen la facultad legítima para
tomar decisiones que afecten a todos los miembros de la sociedad; inclusividad,
es decir la capacidad para intervenir en cualquier ámbito y grupo social apoyado
en su ordenamiento jurídico.

Por lo tanto son tres las esferas del poder político:

 Organización de las fuerzas productivas.

 Organización del consenso


 Organización de la coacción

Gramsci, al analizar la sociedad habla de dos componentes esenciales: la


estructura económica y la superestructura. La primera está constituida por la base
económica de la sociedad (organización de las fuerzas productivas); la segunda
por la sociedad civil (momento del consenso), y el Estado (momento del dominio).

Lo anterior manifiesta que existe una intersección entre poder y política.

Diferentes Interpretaciones de Política.

Doctrina del Derecho y la moral.

Arte o Ciencia de Gobernar.

Política como Estudio de los comportamientos ínter subjetivos.

Estudio del Estado y los asuntos públicos.

Históricamente podemos encontrar varios significados esenciales sobre política:

a) Aristóteles: Define, en su obra Ética, la política como la "ciencia del bien


supremo". Como doctrina del Derecho y de la Moral. Aquí la política se refería a la
ciencia de lo justo y de lo injusto, de lo equitativo y lo in equitativo.

b) Platón: En su obra titulada Política, la llama ciencia regia, considera la política


como el arte o la ciencia de gobernar.

c) Augusto Comte: Concibe la política, en su obra, "Sistema de Política Positiva",


como el estudio de los comportamientos ínter subjetivos. Por lo tanto el estudio de
la Política son las tendencias psicológicas constantes que rigen la existencia y la
evolución de los hombres en sociedad.

d) La Política como el estudio del Estado y de los asuntos públicos: Ya desde su


origen , el adjetivo polis (politikós) utilizado por Aristóteles se refería a la política
como el arte o ciencia del gobierno de la ciudad (lo ciudadano, lo civil, lo público).

Actualmente la política se delimita al ejercicio del poder político legítimo, en el


ámbito de un territorio y de una población específica: el Estado y más aún la
práctica misma de la constitución y sostenimiento del Estado.
Correspondencia entre el Orden socioeconómico y el Orden Político.

Orden socioeconómico Orden Político Clase Explotadora: Capitalistas Clase


Dominante: Gobierno Clase Explotada: Obreros Clase dominada: Gobernados.

La clase explotadora en el orden socioeconómico es la clase dominante o


gobernante en el orden político.

La clase explotadora tiene también el control de la ideología en todo el sistema.

Concepto Estado y Gobierno

Gobierno es la organización que realiza el poder del estado, es decir, el poder


organizado y las instituciones de autoridad de sujeción supremas de la comunidad.

El Estado es la organización del poder; es el poder mismo. El gobierno son los


individuos que ejercen ese poder, son agentes del poder. El Estado permanece,
los individuos que gobiernan cambian. El poder institucionalizado se encuentra
sobre las personas cambiantes que lo ejercen.

Carlos Marx decía que el poder político no es, en rigor, más que el poder
organizado de una clase para la opresión de la otra.

El Estado, asimismo, corresponde a un orden socioeconómico determinado; en


caso de la sociedad capitalista corresponde un estado capitalista. El estado hace
posible la continuidad del orden socioeconómico capitalista. Es decir la
reproducción de las clases sociales.

Estructura Política.

En lo que se refiere a la estructura política se puede decir : El conjunto de las


organizaciones desde donde se ejerce el poder y las organizaciones desde donde
se practica la política, forman la estructura política. Estas estructuras forman parte
del Estado —en un sentido amplio.

El Derecho: Esencia de la Estructura Política.

La base de la organización de la estructura política es el Derecho. De tal modo


que no podría existir el Estado, ni el gobierno, ni podrían actuar las organizaciones
que hacen política sin la existencia del Derecho. El Derecho es el que da
legitimidad a la estructura política.
Es el Derecho el que define la filosofía del Estado, su tipo, sus límites geográficos,
su forma de gobierno, las funciones de cada uno de los órganos y aparatos del
gobierno, los derechos y obligaciones de los gobernados, reglamenta sus
organizaciones, etc.... Incluso su reconocimiento internacional.

El Derecho legitima las prácticas políticas de los gobernantes y de los gobernados.

Funciones Particulares del Estado.

1. Funciones Técnico-Económicas: Todo estado organiza ciertos servicios


comunes: transportes y comunicaciones; servicios de limpia, etc. Esas son
funciones técnicas que, junto con las funciones económicas: recaudación de
impuestos, construcción de infraestructura para la producción industrial y
agropecuaria, fomento de la industria, del comercio, del turismo...; constituyen el
nivel técnico-económico de las funciones del estado.

2. Funciones Ideológicas: comprenden la educación de los ciudadanos para


conseguir un comportamiento adecuado al orden establecido, la cultura, la moral
oficial, la doctrina oficial del nacionalismo.

3. Funciones propiamente Políticas: Actúa, como mediador en el campo de las


luchas políticas y en los conflictos de intereses de los grupos sociales,
subordinando los conflictos a los intereses del Esta-do.

Función General del Estado.

Todas las funciones anteriores y actividades del Estado tienen una finalidad
última:

Conservar la unidad de la formación social: estructuras de clases económicas y


políticas.

Lo anterior significa que el estado mantiene las relaciones de explotador/explotado


que son propias del sistema capitalista y mantiene también la relación de las
clases políticas.

Instituciones del Estado Moderno


El Estado para realizar las funciones que le son inherentes crea determinadas
instituciones particulares interrelacionadas entre sí, que forman lo que se llama
sistema de Estado.

Primera Institución —Gobierno (gobernantes) — Es la representación del Estado


mismo y habla y hace en su nombre; es el gobierno, que se atribuye de inmediato
el monopolio de la fuerza física del Estado, ejercida por los agentes del poder en
quienes delega la representación de los ciudadanos.

Segunda Institución del Estado: Es el aparato administrativo. No comprende sólo a


la burocracia, sino también a las organizaciones instituciones, comisiones que
realizan infinidad de actividades: eco-nómicas, culturales, políticas y todas
aquellas donde el Estado participa directamente.

Tercera Institución del Estado: Es el Aparato de Fuerza; comprende las fuerzas


militares, policíacas, de seguridad, etcétera, cuyo manejo es exclusivo del Estado.

Cuarta Institución: Es el aparato Judicial; sirve para que el Estado haga coerción
(represión); pero también tiene como misión proteger del poder público a los
ciudadanos (tribunales, cárceles, cortes de justicia). Quinta Institución del Estado:
Son las diversas unidades del sector paraestatal (empresas y organismos
descentralizados). En algunos sistemas políticos no son sólo un canal
administrativo, sino que representan una verdadera autoridad en determinadas
regiones.

Soberanía del Estado

La soberanía implica que el Estado es la plenitud del poder, que crea el Derecho y
que puede imponerse a cualquier poder dentro del territorio.

Formas de Estado

Existen dos formas de Estado: la democracia y la dictadura.

Teóricamente en la democracia la soberanía reside en el pueblo que organiza el


poder.

En la dictadura la soberanía reside en el dominador, en el jefe de Estado, que es


el que organiza el poder.

Formas de Gobierno
1. Dictadura —dice F. Neuman— es el gobierno de una persona o de un grupo
que se apoderan del poder del Estado y lo monopolizan, ejerciéndolo sin
restricciones.

2. Democracia: Se puede entender la democracia de dos maneras:

Como Forma de Gobierno se inspira en interpretaciones ideológicas que tratan de


estructurar el poder limitando las atribuciones de los gobernantes y garantizando
las libertades jurídicas y políticas del pueblo.

Como Técnica Gubernamental consiste en crear medios de participación en la


gestión de determina-das funciones que competen al Estado.

Foco de Poder

El poder se organiza estableciendo una jerarquía entre sus órganos y su personal:


asigna funciones especializadas a cada uno.

La estructura de poder comprende los siguientes elementos:

1. Organización del Estado.

2. Distribución de funciones entre poderes.

3. Relaciones entre los poderes.

4. Determinación de los focos de poder.

Uno de los criterios más importantes para definir un régimen político, por su papel
decisivo en la distribución de competencia entre los poderes, es el de foco de
poder.

Foco de Poder es donde se concentra la autoridad sobre toda la estructura. Es el


centro de mando decisivo.

En aquellos regímenes políticos en que existe la división de poderes el foco de


poder puede estar en:

1. El poder Ejecutivo: Regímenes presidencialistas como el de México.


2. El poder Legislativo: Regímenes Parlamentarios como el de Inglaterra.

3. El poder Ejecutivo y Legislativo; Regímenes de Equilibrio como el de Francia.

4. Poder Ejecutivo y partido político: Regímenes de democracia popular como el


de Cuba.

PRACTICA POLÍTICA

Introducción

En el tema anterior, se ha tratado acerca del objeto de estudio de la Ciencia


Política: los fenómenos o acontecimientos que pueden llamarse políticos.

Ahora vamos a entrar al estudio de la práctica política y de las maneras de hacer


política.

Momentos de la Lucha por el poder.

En todo Estado existen conflictos. En el orden socioeconómico y en el orden


político ya que las clases y los grupos sociales tienen diferentes intereses que
proteger y defender. Esto produce enfrentamientos entre ellos o con el Estado.

En toda lucha política se dan tres momentos:

1. El de los intentos de llegar al poder (sobre todo al foco de poder.

2. El de la conservación del mando cuando ya se tiene.

3. La lucha por disolver la estructura del poder establecido.

Fuentes del Conflicto Político.

De cualquier manera en que se produzca la lucha política siempre están en juego


intereses reales de los grupos y de las clases sociales dominantes y dominadas.
El enfrentamiento de clases siempre tiene como base los interés materiales que se
expresan de manera consciente en las ideologías políticas.

El conflicto político en la sociedad, comprende a todos los individuos de las


distintas clases; aunque no participen directamente, resienten los efectos de la
política, pues caen en la relación de dominación y subordinación
Los participantes pueden ser conscientes de la existencia del conflicto, de los
intereses implícitos en el mismo; lo que se llama conciencia de clase.

Conciencia de Clase es tener conocimiento de los intereses de la clase o grupo a


que se pertenece.

En las clases sociales existen dos tipos de intereses, que en determinado


momento los llevan a actuar:

1. Intereses espontáneos: motivaciones que los llevan a buscar solución a


necesidades inmediatas, Por ejemplo: hacer huelga para conseguir una mejoría en
las condiciones laborales.

2. Intereses Fundamentales: Son aquellas motivaciones que llevan a la clase


dominante (en lo económico o político) a mantenerla como tal y las que tiene la
clase dominada para tratar de salir de la dominación en que se encuentra.

Por ejemplo: El interés fundamental de la burguesía es conservar la propiedad


sobre los medios de producción, porque logrando esto conservará su dominación.

La conciencia de clase es la que lleva a las clases sociales al conflicto político.

Elementos que intervienen en el Conflicto Político.

Los Partidos Políticos

Es común hablar de partidos políticos en nuestras sociedades; de hecho no se


puede concebir un sistema político sin la presencia de partidos. Los partidos
políticos propiamente dichos aparecen en el S. XIX, cuando el sufragio popular y
la actividad parlamentaria empezaron a ensanchar la esfera de poder en las
democracias. Los partidos políticos son organizaciones especializadas cuyo
propósito es llegar al Foco poder o al menos participar del mismo.

Los partidos políticos son grupos antagónicos que existen dentro de un


conglomerado mayor que es el sistema político y éste a su vez queda dentro del
Esta-do. La lucha institucional entre partidos políticos supone que la lucha política
entre ellos no se dirige en contra del Estado sino en busca del poder del mismo.

Características de los Partidos Políticos.


1. Son organizaciones permanentes.

2. Son organizaciones formales que dan continuidad y coherencia a sus planes.

3. Se basan en una identidad de opiniones sobre política, con la que conforma sus
principios y programas.

4. Al basarse en intereses de clase, plantean modificaciones al modelo de


sociedad vigente, o bien un modelo alternativo.

5. Promueven la acción política con el fin de conquistar el poder, mantenerlo y no


sólo influir en él, o ambas cosas.

Partiendo de las dos últimas características podemos distinguir los partidos


orgánicos de los partidos organización.

Los partidos orgánicos son aquellos que comparten un proyecto social identificado
con una clase social especifica y que buscan, por lo tanto, un nuevo tipo de
Estado.

Los partidos organización contemplan sólo acciones políticas inmediatas, y en


buena medida exclusivamente electorales.

El partido organización aglutina clientela política identificada con ciertos principios


y programas de acción política, en tanto que el partido orgánico se constituye
como el elemento fundamental de la lucha de una clase social determinada.

Pero, no es suficiente considerar la clase social como elemento definitivo del


partido político debemos considera otros dos aspectos: la ideología y la
maquinaria partidista. Un partido político reúne a hombres que profesan una
misma doctrina política, que puede corresponder o no a la clase social a que
pertenecen; por esto para identificar el rumbo de un partido político específico es
necesario no sólo analizar a su clientela, sino sus bases ideológicas establecidas
en sus criterios programáticos. El criterio de la maquinaria partidista también es
indispensable para saber cuándo estamos frente a un auténtico partido político.

Estructura de los Partidos Políticos.

1. Partidos Directos e Indirectos


La afiliación en los partidos directos es voluntaria. El individuo manifiesta
formalmente su voluntad de pertenecer a ellos. En los partidos indirectos, la
afiliación se da a partir de la pertenencia previa a una organización. Ejemplo: el
PRI en México.

2. Partidos de Cuadros o de Masas

Los partidos de cuadros pretenden conformarse con individuos altamente


capacitados y prestigiosos. Su interés no es la afiliación masiva sino selectiva con
orientación a los programas propios del partido. Sus miembros deben ser notables
en tres áreas: a) notables influyentes, personas cuyo prestigio atraiga votantes; b)
notables técnicos, que estarían integrados por elementos que conozcan
ampliamente el aspecto de organización de las campañas y de promoción del
voto; y c) notables financieros que provean de recursos suficientes para el
sostenimiento del partido.

Los partidos de masas tienden a conformarse con amplios sectores sociales


utilizando la afiliación indirecta o la directa; no hay control selectivo sobre sus
militantes, sólo el apoyo al programa y principios del partido.

Los Sistemas de Partido

1. Pluripartidismo: El sistema pluripartidista tiene dos vertiente básicas: la


bipartidista y la multipartidista.

En la bipartidista se da la existencia de dos partidos básicos (liberales y


conservadores; republicanos y demócratas) de donde la población puede escoger
a sus candidatos.

En la multipartidista hay más de dos partidos, que ofrecen diferentes alternativas


de proyectos sociopolíticos.

2. Partido Único: Se da una simbiosis extrema entre poder político, Estado y


partido; para la población no existe más que una sola alternativa de pertenencia o
no al partido.

3. Partido Dominante: En un régimen pluripartidista, el partido dominante actúa


como si fuera partido único, es decir, en las selecciones predomina en los
sufragios sobre todos los demás existentes. La dirección de la política está
acaparada por él, mayoritaria o totalmente. La competencia difícilmente crea una
oposición real.
Partidos y Política

La función de los partidos políticos en los sistemas políticos puede ser


transformadora o mantenedora del sistema.

Los partidos políticos, al presentar sus demandas, programas y plataformas y


sustentarlos en un análisis del contexto en donde se llevan a cabo contribuyen a la
formación de la opinión pública.

Los partidos políticos son el vínculo que relaciona la sociedad civil con el Estado.

En la medida en que un partido político es hegemónico, asume la dirección del


Estado, y si no lo es, en su búsqueda por la conquista del poder político, puede
intervenir en la acción del gobierno mediante la formulación sustentada de la
crítica.

Grupos de Presión.

Los grupos de presión, por su naturaleza, dinamizan e influyen en los procesos


políticos de la sociedad; su interés, a diferencia de los partidos políticos, no radica
en asumir el poder; sino tan sólo en influir en la instancias del poder a través de la
presión de los organismos de gobierno y sus funcionarios, para el logro de sus
intereses reivindicativos parciales.

Algunos autores llaman a estos grupos de interés. Sin embrago, el grupo de


presión se distingue porque no sólo tiene una comunidad de interés, sino que lleva
a la práctica las acciones necesarias para que su interés se cumpla.

Así, cuando el grupo de interés en camina su acción hacia el Estado y sus


instituciones es cuando podemos hablar de grupo de presión.

Clasificación de los Grupos de Presión.

Los grupos de presión pueden ser permanentes y eventuales.

1. Son Permanentes los que se constituyen para influir permanentemente en el


Estado, para consolidar sus objetivos: organizaciones patronales y sindicatos, etc.

2. Son Eventuales los que alcanzado su objetivo deja de tener sentido su


existencia.
Jean Meynaud distingue dos tipos básicos de grupos de presión:

1. Organizaciones profesionales basadas en la especialización y el


reagrupamiento laboral: uniones de agricultores, sindicatos por rama laboral,
grupos patronales.

2. Agrupaciones de vocación ideológica: que pro-pugnan por la difusión ideológica


de sus planteamientos y la bondad que tienen para la sociedad: la Iglesia, las
asociaciones ecológicas y antinucleares, las sociedades antialcohólicas, etc.

Los grupos de presión actúan creando vínculos de fuerza con las instituciones
gubernamentales, funcionarios o con partidos, para ejercer su presión usando muy
variados elementos:

1. Nivel de organización (dirigentes, y áreas de influencia y relaciones).

2. Número de miembros (adherentes y potenciales) 3. Capacidad financiera

4. Reputación del grupo ente la opinión pública. La reputación del grupo ante la
opinión pública es muy importante, ya que reviste tres aspectos fundamentales:

 La educación del público sobre los aspectos que interesan al grupo.

 La sensibilización del público para el apoyo de las causas del grupo.

Con todo esto se puede conseguir que a los poderes del Estado les sea más difícil
tomar medidas en contra del grupo ya que goza de una opinión favorable en la
sociedad.

Medios que los Grupos de Presión utilizan para el logro de sus objetivos:

1. Persuasión. Este instrumento pretende lograr el convencimiento, por medio de


la argumentación racional, de los que toman decisiones gubernamentales, de las
demandas del grupo.

2. Presión económica. Este medio, utilizado por grupos con buena posición
económica, comprende aspectos muy variados, que van desde la
desestabilización del gobierno mediante el retiro de inversiones hasta la práctica
de la corrupción funcionarios “clave” para que sostengan y defiendan los intereses
del grupo.
3. Amenazas. Recurso psicológico para intimidar e influir en las autoridades; más
que fuerza es amenaza de organizarla, o bien el chantaje sobre la difusión de
asuntos relacionados con la vida privada de los funcionarios.

4. Acción Directa. La acción directa se utilizaría como un recurso extremo para


manifestar la fuerza del grupo y su resolución de hacer cumplir sus demandas.

HACIA EL NUEVO HABITUS (Tomado de LA POLÍTICA SEGÚN LOS


MEXICANOS de Jaime Castrejón Diez) (FRAGMENTO)

Los actores del nuevo habitus

El campo político hasta aquí descrito y la actuación de los diversos actores


políticos han ido conformando un nuevo habitus. Por ello es indispensable valorar
a los actores colectivos que se mueven en esta realidad, a la luz de los hechos
más recientes.

Consideraremos catorce actores clave y recapitularemos sobre su papel en la


democratización del país: la sociedad civil, el gobierno, el congreso, la justicia, los
partidos políticos, el ejército, los obreros, los campesinos, los empresarios, las
iglesias, los medios masivos de comunicación, la corrupción y el narcotráfico.

Son estos actores los que han incidido directamente en la ruptura del habitus
tradicional, interactúan y comparten espacio y tiempo con las instituciones, las
estructuras y con el mismo concepto de flujo de la historia.

La sociedad en general, actor generalmente pasivo, ha ido adquiriendo dinamismo


conforme ha sido golpea-da por la crisis económica. Sus inquietudes se derivan de
problemas como el aumento del desempleo, el encarecimiento de la vida y la
insuficiencia de los salarios para cubrir sus necesidades, lo que amenaza su
integridad y la coloca en una situación de sobre vivencia. De hecho, una crisis
como la que vivimos puede desarticularla y empujarla a la violencia.

Pero esta sociedad también padece problemas añejos que no ha podido resolver:
una educación insuficiente, déficit de vivienda y de servicios en general,
especialmente de salud, entre otros que alcanzan especial dramatismo en el
campo.

La característica de adaptación a las nuevas circunstancias es su politización, si


bien todavía incipiente. Cada día cobra más conciencia del papel que puede
desempeñar en el proceso de cambio; por ello, demanda con mayor exigencia
soluciones reales y expeditas a sus problemas.

La sociedad civil ha crecido y se ha diversificado considerablemente en la última


década. Gracias a su creciente participación en los asuntos nacionales, ha podido
constituir una fuerza no gubernamental de presión para el Estado. De ahí que la
proliferación de sus organizaciones sacuda a la sociedad en general, la cual ha
empezado a reaccionar de acuerdo con tendencias que antes eran exclusivas de
la sociedad civil.

La nueva fuerza civil se apoya en el prestigio de quienes integran las ONG y en la


ardua tarea de conservar un lugar propio y exigir respeto a las dependencias y
funcionarios del gobierno. Esto ha creado una corriente de opinión que ve en estas
organizaciones civiles la alternativa del individuo para defenderse del gobierno
mismo.

Frente a esta floreciente sociedad civil, el gobierno y los partidos han ido
perdiendo liderazgo. Más pronto de lo que imaginamos, veremos una nueva
generación de líderes, ajenos a esas instituciones tradicionales y real-mente
comprometidos en la sociedad.

Como parte de la sociedad que confronta el poder del gobierno tendríamos que
considerar también a la guerrilla chiapaneca y a personajes como el sub
comandante Marcos, que no sólo integran un movimiento único, sino que han
manejado la presión de una manera sui géneris, apoyándose en los medios de
comunicación.

El gobierno es un actor de primer orden —desde luego no nos referimos a los tres
poderes, porque es evidente que el gobierno en México radica exclusiva-mente en
el ejecutivo— que, ante los cambios que experimenta la sociedad, transita hacia el
nuevo habitus con un capital muy disminuido: una tremenda deuda externa, una
crisis económica muy profunda, una impopularidad creciente y una crisis de
confianza patética, que ocasiona que la gente rechace todo lo que parezca oficial.

El programa de choque que diseñó el gobierno para superar la crisis económica —


ejemplo del más puro neoliberalismo— parece marchar tal y como se previó.
Prueba de ello son el desempleo —que todavía crecerá más— y la miseria en que
se han sumido millones de mexicanos. Como lo ha corroborado Michel
Camdessus, máximo dirigente del FMI: “la crisis de México ha sido resuelta
porque se ha convertido en un problema manejable”; pero “aun si México se
beneficia de estos enormes préstamos económicos, ¿existe un solo país en el
mundo que aceptaría las condiciones necesarias para producir tal préstamo?
Reducir en diez puntos reales los salarios de sus gentes (...) permitir tal
sufrimiento huma-no (...) permitir que aproximadamente un millón de personas
pierdan sus empleos (...) no, definitivamente.

La cantidad de salinistas en gobierno actual y el conflicto de valores que ha


surgido en torno a la anterior administración obliga a una ruptura y a continuar la
re-composición del gabinete, hecho por todos esperado, inclusive por los mismos
funcionarios. Esto ha ocasionado un impasse en las actividades del sector público,
ante la expectativa de más reacomodos.

La presentación del Plan Nacional de Desarrollo tampoco generó una respuesta


desalentadora. Es natural, se trata del quinto sexenio que utiliza un plan de
desarrollo como instrumento político de convencimiento de las bondades del
régimen, siempre apoyado en el sacrificio del pueblo, que es el que soporta el
peso de los cambios y paga las consecuencias de los errores. El escepticismo,
derivado de la depauperación y el desempleo galopantes, no ha sido todavía
mitigado.

El Congreso de la Unión, en sus dos cámaras, vive la peor época de su historia


por el gran desprestigio que ha alcanzado al actuar únicamente como sello
legitimador del ejecutivo y pasar por encima del mandato que ha recibido del
pueblo para representar sus intereses —diputados y senadores han legislado
contra la propia ciudadanía, como en el caso del debate sobre el incremento al
IVA.

Por ello, la necesidad de legislar sobre los medios de comunicación ha puesto en


alerta a gran parte de la sociedad civil, ya que —debido a la proclividad del
congreso de rendirse ante los deseos del presidente— podríamos acabar con una
ley mordaza.

Pero la sociedad ha comenzado a cuestionar no sólo su desempeño sino incluso


su propia representatividad, por la forma de selección de los candidatos de la
mayoría parlamentaria: el palomeo, muestra de vicios caciquiles. El congreso
plantea un problema de origen: la sujeción al presidente. Justamente esta
docilidad hace al poder legislativo uno de los actores más débiles del sistema y el
menos respetado de todos. Cuando decida recuperar la legitimidad perdida, tendrá
que desterrar los viejos vicios del corporativismo y recuperar la autonomía a que
constitucionalmente tiene derecho.
La justicia mantiene los bajos niveles de credibilidad que la han caracterizado
desde hace muchos años. El sistema judicial mexicano es considerado uno de los
más corruptos del mundo e incluso en el extranjero se refiere la tradicional
corrupción mexicana como una característica más de nuestro país.

La reforma judicial con que inició el régimen fue más un cambio de tipo político
que una transformación en el sistema de justicia, que mejoró sólo su concepción y
reorganizó la Suprema Corte de Justicia y la atención a los niveles macro. No
obstante la justicia cotidiana, la micro, la que sufre la gente en las barandillas de
los juzgados y en los atropellos policíacos permanece intocable, lo cual ha
cobrado especial dramatismo por el incremento de la violencia y la inseguridad
que vive el país.

Los cambios del sistema de justicia siempre se realizan después que la realidad
se transforma y rebasa a la letra, razón por la que la ley siempre llega tarde al
habitus. Es urgente una limpieza a fondo del sistema de justicia para erradicar un
activador que desde la colonia arrastramos: la ley se acata, pero no se cumple.

Los partidos políticos viven una época de redefinición, más obligada por las
circunstancias que por voluntad propia. El Estado de partidos que hasta hoy
impera les ha evitado la preocupación de posibles candidatos independientes,
candidatos comunes o coaliciones, que pudieran rebasar sus estructuras. Sin
embargo, esta etapa se tendrá que superar si el país transita a la democracia y la
sociedad comienza a expresar ideas por fuera de los principios y plataformas de
los partidos formales.

La clara tendencia al individualismo y la fuerza creciente de la sociedad civil llevan


a la ruptura del mono-polio de los partidos.

Actualmente todos los partidos luchan por conseguir un espacio en el centro del
espectro ideológico . lo que implicaría que su oferta política fuera similar. Sin
opciones reales, la población y los sectores radicalizados podrían buscar sus
propias soluciones fuera de los partidos.

A los partidos comienza a afectarles la macrotendencia de la tensión entre el


centro y la periferia, lo que podría desembocar en la aparición de partidos locales
que les restarían simpatizantes a los partidos nacionales. Muestra de ello son los
triunfos del PAN en Jalisco, Guanajuato y Baja California, donde la gente votó, no
por el partido nacional, sino por las figuras que real-mente representaban una
alternativa local.
No sería descabellado que pensar que en las elecciones presidenciales del 2000
contendiera Fox, al margen del PAN apoyado por una coalición de fuerzas
progresistas sin distintivo político.

El ejército ha adquirido nuevamente un papel central en el sistema político. Fue el


movimiento del 68 el que sumió a este actor en el desprestigio y lo condujo a la
marginación política, actitud que ocultó tras su institucionalidad y disciplina. No
obstante, a partir de entonces, los cuadros militares han recibido una mejor
preparación, lo que da al ejército una configuración diferente a la de hace
veinticinco años.
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Comte Conforme

En el régimen zedillista, su presencia ha sido contundente, participativa y firme, no


solo por el conflicto de Chiapas, sino por la cercanía que empieza a reconquistar
en el ánimo presidencial ante la inminencia de crisis sociales y políticas que
podrían trastornar el orden del país. Fue notable el discurso del secretario de
Defensa, general Cervantes Corona, el 5 de mayo, en el que afirmó
categóricamente: “no está usted solo, señor presidente”.

La fuerza que ha cobrado el ejército se deriva de la solidez de la institución y de su


franca intención de participar activamente en las decisiones relativas a la
conducción del país, quizá porque pretenda recuperar la posición que mantuvo en
el siglo XIX de fiel balanza, o tal vez simplemente porque la inercia les lleva por
esa ruta.

Los campesinos han tenido que soportar el crecimiento industrial y el desarrollo


del país con una producción barata de `primera necesidad, que permitiera un alto
nivel de vida de las ciudades. No obstante, el campo y la política agrícola han
significado el más estrepitoso fracaso del sistema y su problema parece no tener
solución a corto plazo.

La reforma al artículo 27 constitucional no ha sido la solución para la baja


productividad, a la que se suma ahora la severa crisis económica. Gran parte de la
superficie cultivable no ha sido sembrada y en algunos lugares la sequía de este
año hará improductivas esas tierras, lo que complicará la crisis. Su depauperación,
después de casi un siglo de rezago social, requiere una evolución política que
deseche al caciquismo como institución de control y seguridad pública.

Las organizaciones campesinas, como operadoras políticas y pilares del


corporativismo, han tenido que enfrentar el círculo vicioso en que las colocó la
crisis del campo y la baja productividad: precios bajos, financia-miento insuficiente
o extemporáneo y carteras vencidas. Panorama que ha liquidado la unidad
campesina —el voto verde como lo denominaba el priísmo tradicional, ha perdido
cohesión en los procesos electorales.

Todo ello hace previsible que la posición política de los campesinos se polarice, lo
que traducido en votos podría beneficiar al PAN y al PRD. El neocardenismo ha
logrado grandes avances en el proselitismo de los campesinos. Tanto en las
elecciones de 1988 como en las de 1994, gran parte de la votación por
Cuauhtémoc Cárdenas fue obtenida en el campo.

Entre los campesinos, debemos considerar aparte la problemática propia de los


indígenas. En ellos las mis-mas desventajas del campesinado y se les suman
otras marginaciones propias de su ubicación cultural. Los esfuerzos por asimilarlos
y sacarlos de sus etnias ha sido el método empleado por el gobierno durante
muchos años, sin que sea esa la solución. El dilema actual sigue siendo respetar
sus costumbres, idiomas y formas de vida o tratar de amoldarlos al estándar de
vida de los mexicanos, con independencia de la civilización a la que pertenezcan,
lo que implicaría un genocidio cultural.

Los obreros agrupados en las grandes centrales oficiales se han cansado de un


liderazgo poco combativo, que ha aceptado las limitaciones impuestas por el
gobierno y que sólo funciona para lucimiento personal y para conseguir prebendas
políticas a sus dirigentes. A la conducción obrera le han tocado virajes muy fuertes
en política laboral, que han soportado convencidos de que son la fortaleza del
gobierno y que éste finalmente los protegerá. Y. al igual que los poderes legislativo
y judicial, el movimiento ha sido avasallado por el ejecutivo.

El sindicalismo independiente podría perfilar un cambio radical a corto plazo,


especialmente después de la crisis económica y del incremento del desempleo,
que podría llegar a fin de año a nueve millones de trabajado-res. La gran prueba
del movimiento obrero organizado es justamente la crisis actual: mantener la
unidad a pesar del desempleo desbocado.

El sector obrero es el más deseoso de una opción partidista clara de la izquierda,


porque el corporativismo del que son parte —obligación de asistir a mítines de
campaña y ser utilizados como acarreados— es ya in-tolerable. Sin embargo, el
inevitable rompimiento que se dé en la conducción unificada tendrá serios efectos
políticos y económicos.
Los empresarios, especialmente de la pequeña y mediana industria han sido
fuertemente afectados por la crisis, sin que sus representaciones copulares hayan
protestado siquiera, porque éstas son más parte del gobierno que representantes
de sus intereses.

La presente crisis económica y la apertura de fronteras ha hecho quebrar a un


gran número de industrias, lo que ha incrementado el desempleo. Por todo ello, el
empresariado empieza a cambiar, a alejarse del gobierno y a manifestar una
actitud más independiente, lo que significa que probablemente comiencen a
buscar otras alternativas políticas. Si el corporativismo es un fenómeno ya en
extinción, las cámaras industriales y de comercio son una élite innecesaria y
onerosa. Prueba de ello fue el discurso de Germán González Quintero, presidente
de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, quien afirmó: “La crisis
mexicana pudo ser menos caótica y traumática si el cambio hacia la economía del
mercado se hubiera realizado con ‘responsabilidad social’ y a partir de una
verdadera reforma política”.

Las iglesias. Los cambios constitucionales que dieron un nuevo estatus a las
iglesias, las han convertido en acto-res políticos abiertos.

La iglesia católica, ya desde el Concilio Vaticano Segundo y del activo desempeño


de la teología de la liberación en la promoción del cambio político, cobró
relevancia. En la actualidad, con la derechización que se ha dado en el pontificado
de Juan Pablo II, la iglesia mexicana se ha dividido en dos facciones: una busca el
regreso a la tradición que marca el Vaticano y la otra, aun cuando no se trata de la
teología de la liberación, es una iglesia más preocupada por los problemas
sociales, que no desea regresar a la posición tradicional.

La participación de una iglesia militante, más interesada en resolver problemas de


derechos humanos y del mejoramiento de las condiciones de vida de los
indígenas, que en el tradicional ministerio de su fe, ha dado un cariz diferente a
esta fracción de la iglesia en su conjunto y ha protegido a personajes políticos que
son ministros católicos como el obispo de San Cristóbal, Samuel Ruiz, o el cura de
Simojovel, Joel Padrón.

La jerarquía católica se ha enfrentado al gobierno y al sistema en el caso del


asesinato del cardenal Posa-das de Guadalajara —cuya investigación ha estado
plagada de omisiones y desvíos—, rechazó tajante-mente las versiones del
entonces procurador general de la república, Jorge Carpizo, lo que implica una
nueva concepción de su capacidad política.
Don Samuel Ruiz se ha colocado en el punto de mayor visibilidad entre todos los
prelados del país, aun sobre las que fueron las cabezas de la iglesia en México: el
cardenal Ernesto Corripio y el nuncio apostólico Girolamo Prigione.

En Chiapas existe uno de los más serios problemas de confrontación entre las
iglesias. Muchos indígenas fueron expulsados de sus comunidades y despojados
de sus tierra por haber cambiado de religión. Este problema se presentará sin
duda en otras partes del país y creará una atmósfera de violencia que propiciará
más conflictos que podrían derivar en la ingobernabilidad.

De gran relevancia es el hecho de que el reino cristiano se haya montado en la ola


del conservadurismo. La designación del nuevo arzobispo primado de México
forma parte de ese juego político, en el que una vez más la iglesia universal se ha
impuesto a la iglesia mexicana, en aras de preparar la sucesión de Juan Pablo II.

La derechización que cubre al mundo se deriva del derrumbe del sistema bipolar.
¿A qué responde el conservadurismo de la Iglesia? Es evidente que el fin de las
ideologías ha empujado a un retorno del puritanismo en todo el mundo, que no es
sino un intento por aferrarse a los antiguos valores morales. Quizá ahí se
encuentra la explicación que buscamos: la iglesia católica ha recurrido al
tradicionalismo porque tiene necesidad de afirmar su posición de culto
hegemónico y fortalecer su oferta de fe, ahora tan desdibujada frente a la fuerza
que han mostrado las sectas.

Los medios masivos de comunicación tienen un papel cada vez más relevante
porque son el vehículo de opinión pública, pero también del resto de los actores
políticos, que los utilizan para su beneficio.

Quizá el medio que más refleja la pluralidad sea el de la prensa escrita, por la
variedad de opiniones que incluye: intelectuales, políticos y representantes de la
sociedad civil. No obstante, es el medio con menor penetración.

El medio televisivo es el menos heterogéneo porque la política informativa la


controlan exclusivamente los dueños de los medios.

Por otra parte, la radio ha evolucionado rápidamente. En ella también se escucha


una gran variedad de opiniones, más limitada que en los periódicos, por los
continuos conflictos entre dueños de los medios y los conductores de opinión,
derivados de una falta de reglamentación que proteja la libertad de opinión, como
en los casos de Miguel Ángel Granados Chapa o el de Mayté Noriega con Radio
Mil o el de Francisco Huerta en su paso por varias estaciones.
El ejercicio del poder sin control de los medios informativos tendrá que
reglamentarse en aras de una democratización real del país, evitando las
tentaciones de una ley mordaza.

La corrupción. Uno de los actores que más preocupa al país es la corrupción,


cuyos remotos orígenes dificultan su erradicación. Es actor ha provocado el
reclamo conjunto de la sociedad y ha sido motor de organización social en su
contra. Desde el policía hasta encumbrados funcionarios participan en este
problema que produce “comaladas sexenales de millonarios”, como dijera Emilio
Portes Gil.

La permanente presencia de este actor —que data de la época colonial— ha


provocado que se le vea con cierto cinismo, como algo normal y característico del
sistema, pese a que ha distorsionado los patrones culturales y ha frenado la
evolución política y social del país.

A esta desviación del sistema se le denomina en otros países economía


cavernosa, que tiene influencia política decisiva.

El narcotráfico. Éste es el más reciente de los actores que ha irrumpido en la


sociedad y la ha desquiciado. Aun cuando es parte de la corrupción —surge de
ella y la fomenta— debe observarse aparte por su magnitud, los recursos con que
cuenta y el grado de fuerza que tiene como grupo de presión política.

Gran parte de la población participa de los negocios del narcotráfico, que van
desde la producción, el transporte y el contrabando hasta el lavado de dinero.
Incluso desde los más altos círculos de la política hay quienes participan de ellos,
lo que es muy preocupante porque estamos al borde de una colombianización o
de una narcodemocracia.

El crecimiento del narcotráfico en México ha sido todo un fenómeno durante los


últimos sexenios. Antes, el tráfico de estupefacientes se reducía exclusivamente a
la marihuana. Sin embargo, diversos factores externos orillaron a los grupos que
se dedicaban a estas actividades a ampliar su giro con el transporte de cocaína: el
cierre de los accesos directos de Colombia a Estados Unidos, el descubrimiento
de los contactos que en Cuba facilitaban su distribución, los conflictos políticos en
Haití y el problema de ilegitimidad del ex presidente Miguel Noriega de Panamá,
que canceló esa ruta.
Así, entre 1984 y 1986 empezó la relación comercial entre los poderosos grupos
sudamericanos y los mexicanos, y surgieron los cárteles de Juárez, Sinaloa,
Tijuana, Jalisco y el del Golfo, todos ellos involucrados con prominentes políticos y
hombres de empresa, lo que dio lugar a la narcopolítica

Introducción a las Ciencias Sociales I

Prólogo

Estas notas tienen el propósito de contribuir a resolver la necesidad de disponer


de una guía para el logro de los objetivos de los programas de Introducción a las
Ciencias Sociales, que la reforma, realizada en 1998, al currículo del Nivel Medio
Superior de la Universidad de Guanajuato deanda.

En estas notas se dan los fundamentos básicos del Materialismo Histórico.

No son ideas nuevas, ni originales, el autor se ha limitado a organizar lo que otros,


más sabios han dicho.

Para el desarrollo del curso se recomienda que se inicie con el estudio del
concepto de Modo de producción, que es la fundamentación metodológica del
Materialismo Histórico y se continúe con su aplicación a los modos de producción
de la Comunidad Primitiva, la Esclavitud, el Feudalismo y el Capitalismo.

Lo anterior hará posible el estudio de la formación social mexicana, para lo cual se


sugieren dos lecturas: Feudalismo y Capitalismo en la Nueva España (1521—
1785) y México: País Capitalista dependiente y atrasado.

Los programas del Nivel Medio Superior de la Universidad de Guanajuato están


centrados en el aprendizaje de los alumnos, por lo que es recomendable que se
preste atención a las actividades de aprendizaje que en ellos se sugieren y que
además son la base de los criterios de evaluación.

El Autor

Leopoldo Salgado Tovar

Salvatierra, Gto., 12 de febrero de 1999

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