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1.

negociación colectiva
la negociación colectiva es el proceso voluntario que se lleva adelante entre asociaciones de
trabajadores (generalmente, aunque no siempre, reunidos a través de un sindicato o grupo de
sindicatos) y asociaciones de empleadores.1 Las asociaciones pueden formarse a nivel de empresa,
de sector, de región y/o nacional. La finalidad de la negociación es llegar a un acuerdo en cuanto a
las condiciones laborales aplicables a la generalidad de los trabajadores del ámbito en el que se
circunscribe la negociación (contrato colectivo de trabajo).En ocasiones, como medida de presión
para la negociación y para hacer cumplir los acuerdos cuando consideran que no han sido
cumplidos, los trabajadores pueden acudir a la huelga.

La negociación colectiva es una manifestación particular del diálogo social, y está considerado
como un derecho fundamental básico integrante de la libertad sindical. A nivel internacional se
encuentra garantizado en el Convenio 98 y 154 de la OIT.

La negociación colectiva podrá adelantarse sobre aspectos tales como:

1. La remuneración establecida para los diferentes empleos, resaltando que para las entidades del
nivel

territorial (Departamentos, Distritos y Municipios) se deberán tener en cuenta los límites salariales

máximos establecidos por el Gobierno Nacional, para lo cual se deberá contar previamente con la

disponibilidad presupuestal y responder a la política macroeconómica del Estado.

2. El horario de trabajo, dentro de la jornada laboral de 44 horas a la semana, sin afectar la


prestación

del servicio.

3. Calidad de vida laboral (mejoramiento de las condiciones en el puesto de trabajo, propender


por un

ambiente laboral seguro).

4. Adopción de medidas encaminadas a promover y mantener el más alto grado de bienestar


físico,

mental y social de los empleados.

5. Capacitación y estímulos.

6. Bienestar social e incentivos.

7. Los demás aspectos que contribuyan a mejorar las condiciones laborales de los empleados
públicos.
Laudo arbitral

Es la decisión final que concluye el juicio arbitral. Salvo disposición o acuerdo en contra,
los árbitros han de dictar laudo en el plazo de seis meses contados desde el inicio del
procedimiento; si la materia sometida a arbitraje está regulada por la normativa de
arrendamientos urbanos, dicho plazo se reduce a tres meses. Transcurrido el referido
plazo sin haberse dictado la resolución final, quedará sin efecto el convenio arbitral y
expedita la vía judicial para plantear la controversia. Se dictará el laudo por escrito y será
motivado cuando sea arbitraje en derecho. Será firmado por los árbitros, se protocolizará
notarialmente y será notificado de modo fehaciente a las partes. Dentro de los cinco días
siguientes a la notificación, podrán las partes pedir aclaraciones a los árbitros. Cuando el
laudo sea firme produce idénticos efectos que la cosa juzgada. Contra el mismo, sólo cabe
el recurso de revisión. Si el laudo no es cumplido dentro del plazo legal, podrá obtenerse
su ejecución forzosa ante el Juez de Primera Instancia correspondiente.

Ley de Arbitraje, artículos 30 a 37, y 52 a 55, con las modificaciones introducidas por la Ley
29/1994, de 24 de noviembre, de Arrendamientos urbanos, disposición adicional séptima.

Si durante las actuaciones arbitrales las partes llegan a un acuerdo que ponga fin, total o
parcialmente, al conflicto, el órgano arbitral dará por terminadas las actuaciones con
respecto a los puntos acordados, incorporando el acuerdo adoptado al laudo, salvo que
aprecie motivos para oponerse.
El órgano arbitral también dará por terminadas sus actuaciones y dictará laudo poniendo
fin al procedimiento arbitral.
Presentación de un pliego

Se entiende por pliego de peticiones, la


solicitud escrita que los obreros o empleados
2.) presentan al patrón o empleador
conteniendo aspiraciones de orden
económico o social y cuya finalidad es
obtener mejoramientos de salarios o sueldos
y otras conquistas sociales. El pliego de
peticiones, cuyo fundamento lo encontramos
en el derecho de petición garantizado
expresamente por la Constitución Política del
Estado, es uno de los medios más eficaces .de
que en la actualidad disponen los
trabajadores para lograr una participación
más efectiva en los beneficios de la empresa.
A través de los actuales pliegos de peticiones
Etapas del conflicto los obreros pueden irse perfeccionando para
iniciar con éxito la contratación colectiva que
laboral en Colombia
fije normas económico-sociales mínimas en el
Etapa de
plano de la profesión organizada.
arreglo
directo La etapa de arreglo directo termina
cuando el período inicial de su vigencia
caduque, o 20 días después en caso de
prórroga solicitada por las partes. Si al
terminar la etapa de arreglo directo
persisten diferencias sobre alguno o
algunos de los puntos del pliego, las
partes deben suscribir un acta final que
registre los acuerdos y dejar las
constancias expresas sobre las diferencias
que subsistan, así lo establece el
parágrafo 1 del artículo 60 de la Ley 50 de
1990.

Tribunal de arbitramento

La estabilidad de los tribunales constituye un principio medular del derecho


laboral colectivo. El laudo arbitral laboral pone fin al conflicto laboral, imprime
certeza a los derechos y obligaciones de las partes, fija el marco normativo para
el desarrollo del contrato de trabajo y tiene la fuerza jurídica de una convención
colectiva, con todo lo cual brinda seguridad jurídica a quienes se encuentran
cobijados por él así como a la sociedad en general. Es por ello que el principio
general de la estabilidad de un laudo sólo puede tener excepciones en casos
extraordinarios de desconocimiento de unos requisitos mínimos establecidos en
la Constitución y en la ley. El ordenamiento jurídico ha previsto el control judicial
del laudo por vía del recurso de homologación. Por lo demás, sólo en casos
ciertamente extremos, donde se presenta una vulneración clara de derechos
fundamentales por vías de hecho, es posible exceptuar la intangibilidad de los
laudos, para garantizar, la supremacía de la Constitución.
3.)
LA SALA LABORAL DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA (SL-22224-2017)

Contra el laudo arbitral procede el recurso extraordinario de anulación, que deberá interponerse
debidamente sustentado, ante el tribunal arbitral, con indicación de las causales invocadas, dentro
de los treinta (30) días siguientes a su notificación o la de la providencia que resuelva sobre su
aclaración, corrección o adición. Por secretaría del tribunal se correrá traslado a la otra parte por
quince (15) días sin necesidad de auto que lo ordene. Vencido aquél, dentro de los cinco (5) días
siguientes, el secretario del tribunal enviará los escritos presentados junto con el expediente a la
autoridad judicial competente para conocer del recurso.

Hay causales para el recurso de anulación. Son causales del recurso de anulación según art 41:

1. La inexistencia, invalidez absoluta o imposibilidad del pacto arbitral.

2. La caducidad de la acción, la falta de jurisdicción o de competencia.

3. No haberse constituido el tribunal en forma legal.

4. Estar el recurrente en alguno de los casos de indebida representación, o falta de notificación o


emplazamiento, siempre que no se hubiere saneado la nulidad.

5. Haberse negado el decreto de una prueba pedida oportunamente o haberse dejado de practicar
una prueba decretada, sin fundamento legal, siempre y cuando se hubiere alegado la omisión
oportunamente mediante el recurso de reposición y aquélla pudiera tener incidencia en la
decisión.

6. Haberse proferido el laudo o la decisión sobre su aclaración, adición o corrección después del
vencimiento del término fijado para el proceso arbitral.

7. Haberse fallado en conciencia o equidad, debiendo ser en derecho, siempre que esta
circunstancia aparezca manifiesta en el laudo.

8. Contener el laudo disposiciones contradictorias, errores aritméticos o errores por omisión o


cambio de palabras o alteración de éstas, siempre que estén comprendidas en la parte resolutiva o
influyan en ella y hubieran sido alegados oportunamente ante el tribunal arbitral.

9. Haber recaído el laudo sobre aspectos no sujetos a la decisión de los árbitros, haber concedido
más de lo pedido o no haber decidido sobre cuestiones sujetas al arbitramento.

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