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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DE EDUCACIÓN SUPERIOR


UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL SIMÓN RODRÍGUEZ
NÚCLEO: LA GUAIRA
CÁTEDRA: ÉTICA DE LA PROFESIÓN

LA ÉTICA Y LA MORAL DESDE DIFERENTES PERSPECTIVAS


HISTÓRICAS

Profesor: Dr. Robert Jurado


Autor: Howard Izaguirre
C.I: V-16.507.185

La Guaira, de noviembre de 2020


La ética nace en la época esclavista. Su aparición está relacionada con las
profundos cataclismos producidos en las relaciones entre los hombres en el
proceso de la Sociedad primitiva a la Civilización clasista. En el cual
desempeñó un papel decisivo la separación de la moral como forma especial.
El análisis de los primeros momentos escritos de la cultura europea muestra
que el desarrollo del pensamiento ético va paralelamente al desglose de las
normas morales abstractas. La ética medieval centró toda la atención principal
en la consideración de las formas objetivadas exteriores de la moral. La moral
empezó a entenderse como sistema de leyes y normas que dan sentido
valorístico a la condición humana.

EVOLUCION DE LA ETICA

La evolución de la ética se remonta a los orígenes mismos de la filosofía en la


antigua Grecia, y su desarrollo histórico ha sido amplio y variado.

Ética en el pasado

Remontarse al pasado implica una remembranza de ideas, enseñanzas,


consejos o máximas de las personas a las que en nuestro trayecto por la vida
hemos conocido. La familia, célula fundamental de la sociedad, ha jugado un
papel trascendental en la ética del hombre en general. Desde sus primeros
años, va abrevando conocimientos, vivencias y enseñanzas de sus
progenitores y familia cercana con quien convive; de ellos depende gran parte
de la formación de sus valores; el que pueda determinar sobre el bien y el mal
a sus semejantes; el respeto a los demás, en su persona, en sus bienes o
derechos. Desafortunadamente, muchas personas aveces han influenciado
conductas deshonestas, irrespetuosas, con falta de valores; por ejemplo los
programas televisivos en los cuales, se pueden apreciar ciertas faltas de
respeto que, paradójicamente, lejos de reprobarse esas actitudes, causan
hilaridad.

Esta desviación “moral o ética” del individuo, tiene corrección y podrá erigirse al
inicio de sus estudios profesionales, con el contacto de sus profesores.

Ética en el presente
Advertimos una ligera descomposición social, debido a la gran
transformación mundial, donde día con día, se van perdiendo, poco a poco, los
valores entre los seres humanos.

Es deber de los actores del mundo social y político, el que se corrija tal
descomposición humana, esto es, inculcando a sus hijos o familia aquellos
valores básicos de respeto hacia las personas, derivado de sus ideas, grupo
social, ideología política, raza, sexo o cualquier otra característica que hace
diferenciarnos de los demás.

Para el logro de tal cometido, estamos inmersos los actores del mundo
académico, jurisdiccional, investigadores y personal administrativo de la
burocracia, quienes debemos poseer principios éticos básicos, para el mejor
desarrollo de nuestras actividades.

Ética en el futuro

Si hacemos caso omiso al establecimiento de los valores éticos a los que


nos hemos referido, vislumbramos un caos político, social y económico, que no
conducirá a nada, más que a la propia autodestrucción e imperio de la ley del
más fuerte o más poderoso, falta de valores o principios, pero vacío e
intranquilo en cuanto a su seguridad humana.

En efecto, mezclados aspectos del Derecho, la moral y aún, la arbitrariedad,


temas destacados magistralmente el profesor Juan Manuel Terán en su obra,
conducirían a un caos social.

Siendo optimistas y desde otro punto de vista, está en la juventud de


abogados que actualmente se forjan en nuestras aulas de clase, el que tomen
conciencia del resquebrajamiento social, falta de valores y principios; una vez
que perciban a conciencia el problema, estará en sus manos el resolver la
problemática que se les presente, en aras de una vida tranquila y con recato.

Aún está a tiempo el estudiante de leyes, por recobrar o reforzar esos


valores derivados de la virtud ética, que lo conducirá a una vida profesional
más armoniosa, con mínimos problemas sociales y con una mejor calidad de
vida y desarrollo personal.

La ética ha sido abordada desde diferentes posiciones, desde éticas


humanitarias a éticas aplicadas. Las aproximaciones siempre han sufrido las
críticas de aquellos que apoyan la relatividad y la personalidad de los valores.

La disciplina misma puede también entenderse como una invitación a


reflexionar sobre la imperiosa necesidad de crear comunidad en diseño. En esa
tarea, la ética es un pilar que conllevará al pensarse racionalmente a sí mismo
y su actuación e impacto en la sociedad.

EL DESARROLLO MORAL DEL SER HUMANO.

Recordemos que la moral se origina en las costumbres o hábitos de


comportamiento de una persona o grupo. Así, según nuestras costumbres y
comportamientos, vamos construyendo nuestra “manera de ser” a lo largo de
nuestra vida. Porque la vida humana es un proyecto, es decir, no está
previamente determinada ni definida por algo o alguien ajeno al sujeto que vive.
La vida es, pues, un constante “quehacerse”. Y la moral tiene que ver con ese
"quehacerse", que está compuesto de actos, hábitos y costumbres y que tiene
que ver con proyectos, fines y normas o códigos que orientan de alguna
manera nuestra vida.

En el comportamiento animal predominan las respuestas innatas. Por eso,


los animales tienen respuestas “específicas” perfectamente adecuadas a los
estímulos del medio. Ejemplos de tales respuestas son: coleccionar y
almacenar nueces (las ardillas); construir pequeñas presas (las nutrias); la
danza de las abejas para indicar a sus congéneres dónde hay flores; el tejer
telarañas; las columnas de hormigas; el nadar de los perros; ir al lugar donde
nacieron, después de haber estado varios años en el mar, para desovar (los
salmones).

Los seres humanos, en cambio, carecemos de comportamientos instintivos


(lo más cercano al instinto, en los seres humanos, son los reflejos). Quedamos,
pues, en suspenso ante los estímulos del medio, "libres-de" ellos (primera
dimensión de libertad). Son nuestra plasticidad cerebral y la aparición de la
"inteligencia" las que nos permiten la adaptación al medio y, por tanto, la
continuidad de la especie. "Inteligencia" significa aquí que los seres humanos,
para subsistir biológicamente, necesitamos "hacernos cargo" de la situación,
esto es, habérnoslas con las cosas y con nosotros mismos como "realidad", y
no meramente como estímulos. En el comportamiento humano, las respuestas
son inespecíficas. Los seres humanos, a diferencia del resto de animales,
tenemos que considerar la realidad antes de ejecutar un acto. Esto significa
que nos movemos en el ámbito de la posibilidad y de la libertad. Y, a través de
la posibilidad y de la libertad, nos abrimos necesariamente al ámbito de las
preferencias, esto es, nos vemos forzados a elegir de entre todas las
posibilidades una, de acuerdo con un determinado sistema de preferencias. He
aquí la segunda dimensión de libertad: libertad no sólo de tener que responder
al medio, sino también libertad para preferir según nuestro propio proyecto de
vida.
Referencias Bibliográficas

Aristoteles. (1566). Etica nicomaquea. Antigua Grecia.

Camps, V. (2013). Breve historia de la etica. RBA.

Cardenas, D. J. (2015). Historia de la etica. Medellin: HT.

Cortina, A. (2000). Etica Minima. España: Introduccion a la filosofia.

Smith, A. (1759). Teoria de los sentimientos morales. Antigua Grecia.

Spaemann, R. (2019). Etica cuestiones fundamentales. Pamplona: novena


edicion.

Torres, H. (2014). Ramas de la etica. Santiago: RTE.

Torres, Z. (2014). Introduccion a la etica. Mexico: EBOOK.

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