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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN


UNIVERSITARIA, CIENCIA Y TECNOLOGÍA
UNIVERSIDAD CATÓLICA SANTA ROSA
FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES
CARRERA DE DERECHO

Caracas, 23 de febrero de 2018.


Materia: Identidad Institucional y Formación Humana
Profesor: Lcdo. Carlos Torres Sección: “01D”
Elaborado por: Pérez Núñez, Meily Milagros C.I. V-13.992.174

La Ética y los acontecimientos actuales

A diario, se aprueba o desaprueba la conducta propia y la ajena, ya sea en


conversaciones familiares, con la pareja, entre amigos o colegas. Lo mismo sucede en el
terreno de lo público, por ejemplo, en periódicos, televisión, radio y otros medios de
comunicación masiva. En la intimidad, todos los individuos en algún momento de su
vida han reflexionado sobre las cosas que hizo en el día; sí ofendió a alguien, piensa en
cómo lo repara el daño, qué decir o, por el contrario; en el caso contrario sí alguien lo
ofende o lo agredió, piensa que va hacer ante eso. Diariamente se discuten temas como
el aborto, la eutanasia y la sexualidad, o bien otros de carácter más general, como los
derechos humanos, la democracia, la ecología, la violencia, la justicia social y la
pobreza. Con el simple hecho de emitir declaraciones como: “la guerra es mala”, “la
pobreza es injusta”, “no debes abortar”, indica un lenguaje ético.

Todo ser humano exprese lo que en lenguaje más técnico se conoce como juicios
morales1. Estos juicios aparecen cuando manifestamos sentimientos de admiración,
indignación, asombro, descalificación, culpa, arrepentimiento y otros similares. Basta un
momento para percatar que resulta casi imposible tratar esas cuestiones con argumentos
lógicos, políticos, jurídicos o científicos, pues siempre aparecen consideraciones éticas o
morales.

1
El artículo de 1991, Krebs, Denton, Vermeulen, Carpendale y Bush concluyen que (…) el juicio moral
no se organiza en estructuras totales homogéneas. Porque la gente tiende a evocar diferentes estadios en
respuesta a diferentes problemas, de ellos no pueden decir que construyen sus juicios morales en términos
de su estadio actual. (…). Los juicios morales resultan de una interacción entre las estructuras
interpretativas disponibles para la gente, la capacidad de interpretar los procesos individuales de
información y las motivaciones individuales para interpretar la información en formas particulares (pp.
1020-1021).
Con el fin de enriquecer el presente ensayo, la compresión y reflexiones que se
desarrollan en el mismo, se hace necesario plantear el significado de la palabra ética
desde un sentido etimológico y desde las posturas de algunos filósofos que han tratado
este tema.

Ahora bien, la “ética” es una disciplina filosófica que se ocupa del valor del bien,
su naturaleza, su relación con otros valores y de la fundamentación de las normas
morales que rigen nuestras acciones. La palabra a la que se hace referencia en el párrafo
anterior, tiene su raíz etimológica que proviene del griego ethikós ἠθικός2, quiere decir
costumbre o significa temperamento, carácter, hábito o modo de ser. Debido a ello, y
partiendo de su etimología tendríamos que la ética se refiere a los hábitos y las buenas
costumbres3.

Entre los postulados filosóficos se encuentra en primer lugar a Sócrates


(470-399 a. C.)4, fue el primero en hacer de la reflexión moral un asunto filosófico. Los
filósofos anteriores a él, llamados presocráticos, centraron su atención en el cosmos o la
naturaleza; Sócrates, en cambio, se interesó en la conducta humana. Solía conversar de
temas filosóficos con amigos en la Atenas del siglo IV antes de Cristo, en lugares que
hoy podrían parecer poco usuales desde nuestra perspectiva de la enseñanza formal.
Platón (427-347 a. C.)5, describe escenas a la sombra de un árbol, recorriendo un
camino, en un banquete y otros lugares.

Algo que ha llamado la atención de la vida de Sócrates es la congruencia entre su


pensar y su obrar, vivía conforme a lo que enseñaba: sus necesidades materiales eran
muy reducidas, y, como él mismo lo expresó en el juicio donde fue acusado de impío y
corruptor de la juventud, dedicó su vida al servicio de la patria y de los demás, por lo
que no hizo fortuna.

2 https://definiciona.com/etica/
3 Escobar Valenzuela, Gustavo. (2001) Ética. (4ª.ed.). Ciudad de México: McGraw-Hill Interamericana
Editores, S.A., p.23
4
https://es.wikipedia.org/wiki/S%C3%B3crates
5
https://es.wikipedia.org/wiki/Plat%C3%B3n

2
Este pensador tiene un dicho que define su filosofía, y que es muy usada entre las
personas, la frase célebre es: “conócete a ti mismo”6. ¿Qué quiere decir Sócrates con
esta expresión?, esa frase es tomada como guía de su filosofía y como una máxima para
guía de su conducta, el opinaba que cuando el hombre toma conciencia de su lugar en el
mundo, empieza a cuestionar sus propios actos o su propio hacer y sobre la necesidad de
solucionar los problemas se pudiera generar como consecuencia de esos actos.

Para Sócrates el saber fundamental, era el saber acerca del hombre. Él


consideraba importante conocer para poder actuar bien y sostenía que el secreto del
actuar bien estaba en el conocimiento, decir cuando el hombre conoce el bien, obra con
rectitud porque nadie se equivoca cuando tiene conocimiento.

Cuando se menciona una ética que tenga como objeto determinar la buena vida,
surgen automáticamente algunas preguntas: ¿qué significa eso?, buena vida ¿para
quién?, lo que es bueno para mí ¿será bueno para los demás? Existen discrepancias entre
la ética particular de cada individuo.

Para Platón, el bien es algo absoluto, independiente de las opiniones, por lo que
sólo hay una forma de llegar a la buena vida. Quien logre descubrirla deberá ayudar a los
demás a conocer ese bien y, una vez que se conoce, se actuará conforme a él. A la teoría
platónica se le ha objetado en un doble sentido: i) el supuesto de que basta conocer el
bien para actuar moralmente y ii) que existe sólo una buena vida para todos.

Sin embargo el postulado filosófico de Aristóteles (384-323 a.C.)7, que a


diferencia de tradiciones como la platónica, no basa su ética en una metafísica
intelectual, fundada sólo en la razón, sino en la investigación práctica del
comportamiento humano, a través de este estudio pretende encontrar qué buscan los
hombres y llega a la conclusión de que todos tienen como fin último la felicidad.
Aristóteles, en el contexto de la polis8, afirmaba que la virtud radica en un término

6
http://www.revistaobgin.cl/files/pdf/2009_vol4_2_163a1720.pdf
7
https://es.wikipedia.org/wiki/Arist%C3%B3teles
8
Polis es la denominación dada a las ciudades-estado independientes de la antigua Grecia, surgidas en
la Edad Oscura mediante un proceso de agregación de núcleos y grupos de población (anteriormente
vinculados por el oikos o casa) denominado sinecismo (synoikismós, συνοικισμóς, «juntar las casas» o

3
medio entre el exceso y el defecto, que son vicios. La educación adecuada, las
circunstancias de cada caso y un criterio, que denominó prudencia, son elementos
indispensables para reconocer ese término medio, ese equilibrio. La virtud se adquiere
repitiendo una conducta, hasta que se vuelve hábito. Notarás que la virtud se refiere a
una cualidad del individuo, a una forma de ser de quienes toman en serio el “cuidado de
sí” en una búsqueda consciente. Pero a la vez está relacionada con la aceptación social.
Sin embargo, para llegar a adquirir tal condición, el camino es arduo, pues el hábito no
se adquiere sin conflicto. La virtud tiene que ver con el interior del ser humano.

De lo anteriormente expuesto, surge algunas inquietudes, pues al no haber una


idea de felicidad válida para todos, lo que puede conducir a un relativismo moral.

Para evitar confundirnos sin entrar en muchos detalles, entendemos como moral
a un conjunto de normas de cómo comportarse en sociedad. Es importante tener presente
que se menciona sociedad y no de un individuo aislado, sino individuos que se
relacionan entre sí. Ese conjunto de normas puede estar determinado por la cultura, las
tradiciones; las costumbres, puede estar influenciada por la religión, la empatía como la
capacidad de sentir por el otro o de ponerse en su lugar.

Según un diccionario digital, la de fine de la siguiente manera: “La moral es un


conjunto de normas, valores y creencias existentes y aceptadas en una sociedad que
sirven de modelo de conducta y valoración para establecer lo que está bien o está mal”9.

Desde el utilitarismo, lo que es moralmente correcto o incorrecto dependerá de


las consecuencias del acto, los cuales determinan su moralidad. Así el valor de las
acciones humanas se mide por sus consecuencias. Si las consecuencias son buenas, la
acción será valiosa; una consecuencia es buena si maximiza la felicidad general de la
sociedad, donde la felicidad se identifica con elementos tales como el placer, el bienestar
económico, entre otros.

«habitar juntos»). La unificación entre el núcleo urbano y su entorno rural, característica esencial de la
polis arcaica y clásica, se había completado ya hacia la segunda mitad del siglo VII a. C. La polis fue el
marco esencial donde se desarrolló y expandió la civilización griega hasta la época helenística y
la dominación romana. https://es.wikipedia.org/wiki/Polis
9
https://www.significados.com/moral/

4
La ética y moral son conceptos que están interrelacionados aunque no poseen el
mismo significado. De un modo genérico, se puede decir que la moral está
fundamentada en las concepciones y valoraciones establecidas dentro de una sociedad,
mientras que la ética supone un estudio más amplio, basado en un análisis teórico,
científico y racional, acera del conjunto de normas, creencias y costumbres de una
sociedad. Entonces debemos decir que la moral son normas o percepciones de cómo
comportarse en sociedad y la ética es el estudio formal y racional de la moral.

Las normas morales tienen por objetivo el mejoramiento continuo del individuo
en sí mismo. Preciado Hernández dice: “que formulan imperativamente los deberes
ordenados al bien personal del hombre, considerado éste individualmente”10. La moral
busca que el hombre actúe correctamente, y que se conforme con sus normas, mediante
la convicción personal, es decir, no juzga las acciones del hombre, sino lo que motiva a
realizar tales actos. Persigue valores, para la formación de un individuo meritorio.

Los seres humanos interiorizan los valores morales en el núcleo familiar. De ahí
aprende el respeto, la tolerancia, la honestidad, la generosidad, la responsabilidad, la
lealtad y la perseverancia, entre otros. A medida que un individuo crece asume valores
sociales, y comienza a pensar en sus semejantes, la cooperación, la comprensión, la
vocación de servicio, entre otros.

Lamentablemente, hoy en día son más quienes obedecen las leyes debido al
poder coercitivo de éstas, que por el firme convencimiento de no obrar indebidamente;
la moral ha quedado en cierto modo relegada, dejando a un lado una serie de valores
fundamentales para la dinámica de una sociedad sana.

Durante los últimos 30 años, la humanidad ha sufrido cambios profundos y sobre


todo muy rápidos. Estos cambios se han dado en todas las áreas de acción del hombre
como el político, económico, religioso, social, tecnológico, entre otros. Los soportes
sobre los que se asienta su dinámica social –la familia- se están tambaleando y como

10
Citado por: Egaña, M. Notas de introducción al derecho. Editorial Criterio. Caracas. Año. 1984. Pp. 34.

5
consecuencia se ha sentido e identificado la transformación y nueva jerarquización de
los valores.

Actualmente parece que este proceso ha dejado de funcionar, los valores han
dejado de apreciarse, se transmite una idea de progreso equivalente a la destrucción de
todo lo pasado. El pilar de la sociedad -la familia- y la educación, como transmisores de
los valores morales tradicionales, se ha deteriorado distanciándose y se haciéndose ajena
a su función en la sociedad. Como resultado de ello, se percibe a la amistad que bebe
estar basada en la lealtad y el honor, se está transformando en amistad por interés; el
respeto, la tolerancia y la generosidad hacia los demás, es algo que cada vez queda en
peligro de extinción; mientras que la solidaridad se canaliza, a través de organizaciones
no gubernamentales, muchas de dudosa reputación y algunas incluso protagonistas de
escándalos de corrupción.

Las normas morales han sido siempre el limitador real de la interacción social
entre los seres humanos, su negación es la causa principal de la crisis social que
actualmente se padece. Sin una ética de valores adecuada hace difícil la relación entre
las personas, ya que los valores no sólo son una cuestión personal, sino que permean en
todos los ámbitos de la sociedad. De esta manera las crisis de valores personales
constituyen un problema social.

No obstante, la mayoría de las personas entiende por "crisis de valores", la


ausencia de éstos; pero la situación actual no responde exactamente a su desaparición, lo
que está ocurriendo es que se están transformando, se están cambiando unos por otros
producto de las modificaciones a las que está sometida la dinámica social.

Los valores tradicionales, están siendo sustituidos por otros basados en el


individualismo. Se promueven, de forma globalizada, corrientes de materialismo y
hedonismo, creando una sociedad donde lo más importante es tener, creándose la
necesidad de consumir, dejando a un lado el valor del ser humano y ofreciendo un
ambiente altamente nocivo lleno de tensión social, en consecuencia el conformismo
basado con tener garantizada la supervivencia y la seguridad.

6
En consecuencia, las relaciones interpersonales se vuelven superficiales sin
implicar ningún tipo de compromiso generando conductas antisociales basadas en una
total ausencia de moral y en algunos casos incluso podríamos hablar de doble moral.

Todo esto se acentúa por la pasividad social, incrementada por el


adoctrinamiento permanente, a través de las redes sociales y medios de comunicación,
que pretenden imponer un pensamiento único relacionado con los “nuevos valores”,
hace que la sociedad se convierta en una sociedad hegemónica, conformista y fácil de
manipular; mejor ilustrada por al concepto de hombre-masa de Ortega y Gasset que, en
su libro “La rebelión de las masas”11, describe al individuo como aquel que se afirma a
sí mismo tal cual es, que da por bueno y completo su haber moral e intelectual y
manifiesta libremente sus deseos vitales y una radical ingratitud hacia cuanto ha hecho
posible la facilidad de su existencia; sólo le preocupa su bienestar y al mismo tiempo es
insolidario con las causas de ese bienestar. Como resultado cree que con lo que sabe ya
tiene más que suficiente y no tiene la más mínima curiosidad por saber más.

En cualquier caso, como siempre, queda la esperanza y la confianza en el ser


humano; en su capacidad y en el uso de su libre albedrío. Cualquier paso que deba darse
en la recuperación de los valores morales habrá de hacerse desde la libertad, el cual sólo
llegaremos a ella, mediante el rescate de la enseñanza de los principios y valores
naturales del hombre en el seno de la familia, y el conocimiento, a través de una
educación con la firme intención de la formación constante, coherente y sostenida, en
aras de la búsqueda del bien común al mayor número de personas12. Sólo así se podrá
cambiar la estructura social impuesta y hacer un mundo más justo en el que el poder se
diluya y los Estados cumplan con su única función de administrar con transparencia la
sociedad que los designa.

11
https://filosofiauacm.files.wordpress.com/2010/02/jose_ortega_y_gasset_-
la_rebelion_de_las_masas.pdf
12
El principio utilitarista señala que las acciones produzcan ciertas consecuencias que no afectarán la
libertad de los demás, pues producirán placer, felicidad, a una mayoría. Se trata de hacer un cálculo sobre
los costos y los beneficios de la acción, el que desde las intervenciones sociales ha tomado gran
importancia en el último tiempo. Estos costos y beneficios tienden a medirse monetariamente, lo cual no
necesariamente implica que se puedan éstos equiparar a los beneficios sociales, ni homologarse; son
lógicas distintas. Maturana, H. Citado en: Kisnerman, N. Ética, ¿Un Discurso o una Práctica Social?
Editorial Paidós. Argentina, 2001. P. 110.

7
BIBLIOGRAFÍA

Caparrós, R., La crisis del modelo de crecimiento de la posguerra y su repercusión en la


vitalidad del modelo social europeo; Revista de Estudios Políticos, 105(1999) jul-sep,
pp.97-146.
Carrasco, A. La Justicia Utilitarista y las Paradojas del Liberalismo de Mill. Anuario
Filosófico, 1999. Disponible en sitio Web Revistas Electrónicas, Universidad de
Navarra: http://dspace.unav.es/ retrieve/755/Carrasco,+Al2.doc 2.
Krebs, D. L., Vermeulen, S. C., Carpendale, J. I., & Denton, K. (1991). Influencias
estructurales y situacionales en el juicio moral: la interacción entre el escenario y el
dilema. En W. Kurtines & J. Gewirtz (Eds.), Manual de comportamiento moral y
desarrollo: teoría, investigación y aplicación (pp. 139-169).
Maturana, H. Citado en: Kisnerman, N. Ética, ¿Un Discurso o una Práctica Social?
Editorial Paidós. Argentina, 2001. Pág. 110-120.
Nussbaum, M. (1996): «Virtudes no relativas: un enfoque aristotélico», en M. Nussbaum
y A. Sen (comps.), La calidad de vida, México: fce.
Universidad Bolivariana de Venezuela; Dirección General Académica; Dirección de
Planificación y Diseño Curricular. (2005). Ética Guía de Estudio. Caracas, Venezuela.

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