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LECTURA: LOS DOCE PROBLEMAS DE LA PRÁCTICA HORIZONTAL 

"Una Escuela de Gobierno, en vez de ser un supermercado de variada oferta


interdisciplinaria, debería tener como espina dorsal de su actividad formativo, la
teoría del juego social, y en torno a ese eje teórico, destacar un conjunto de
disciplinas que respondan a los doce problemas básicos comunes a cualquier tipo
de práctica social." 
Carlos Matus

1. PROBLEMAS COMUNES DE LA PRÁCTICA HORIZONTAL 

El juego social no constituye una práctica autosuficiente. Requiere de una teoría


para jugar con efectividad. Esa teoría se refiere a procesos y problemas comunes
a cualquier tipo de práctica, en cualquier ámbito del juego social. La práctica
horizontal destaca problemas teóricos que no son obvios, aunque son muy
comunes y repetitivos. 

Estos problemas, comunes a cualquier actividad práctica, que reclaman teoría,


son los siguientes: 

Problema 1: Comprender la realidad global como protagonista, desde


adentro, como actor participante de un juego conflictivo y cooperativo. Los
jugadores están motivados por visiones distintas sobre el presente y el futuro.
Entender el juego social exige lidiar con las subjetividades, admitir varias
explicaciones sobre una misma realidad, reexaminar el concepto de
diagnóstico e incorporar el concepto de situación, como categoría central de
la explicación de un actor. Este problema sólo resulta evidente cuando el
investigador, acostumbrado al uso del diagnóstico, trata de aplicarlo a las
complejidades de un juego, y constata allí sus limitaciones. Sólo ante esa
disyuntiva comprende que no puede haber una sola explicación de la realidad
compartida con el otro desde posiciones distintas. La explicación del otro es válida
porque fundamenta su acción, y no puede encasillarse en los criterios de
verdadera o falsa. Así surge la necesidad del análisis situacional. Pero, esta
comprensión de la realidad implica apropiarse de las ciencias verticales desde
fuera y comprender la realidad desde adentro, para disolver las ilusiones del
conocimiento. Las ciencias verticales, desde su visión externa, proporcionan el
fundamento científico de la apreciación situacional. Pero esa visión externa,
vertical y anónima, sin la visión interna, subjetiva, horizontal y con autor explícito,
jamás podría comprender la realidad de la dinámica del juego social. Sería una
explicación ilusoria. Como dice Habermas (7): "La disolución crítica de tales
ilusiones es el punto central de la emancipación de restricciones previas
inconscientes. Este autorreflexión es la clave para la liberación por el
conocimiento". Esa liberación exige el complemento del diagnóstico con la
explicación situacional. 
Problema 2: Comprender el papel del lenguaje en la acción práctica y las
conversaciones del juego social. El lenguaje es un medio de dominación y es la
herramienta privilegiada para acumular conocimientos. Pero, para ello, el lenguaje
debe estar depurado de mitos. Para participar en las conversaciones del juego
social se requiere competencia lingüística, competencia comunicativa y poder
comunicativo. La competencia lingüística se refiere a producir frases
gramaticalmente bien formadas. Es el requisito más elemental. La competencia
comunicativa apunta a producir actos de habla exitosos, tal como fueron
precisados por Austin (8), y Searle (9). El poder comunicativo se refiere al control
de los procesos de amplificación o amortiguación de la acción comunicativa. La
teoría de la acción conduce a preguntarse por los actos de habla que generan las
acciones y producen la interacción humana. Implica comprender que las palabras
no sólo dicen cosas, sino que hacen cosas. Ergo, el lenguaje es parte del proceso
de producción social. Cuando un hombre habla con otro, declara, se compromete,
ordena, afirma y expresa posiciones que mueven el mundo de la acción práctica.
Detrás de cada jugada hay actos de habla. ¿Cómo es esta relación entre el
lenguaje y la acción práctica? ¿Cómo es que se hacen cosas con las palabras,
para usar la frase de Austin? Al emitir un acto de habla, el sujeto que habla asume
que lo que dice es: a) inteligible, b) verdadero en su contenido propositivo, c)
correcto en el componente performativo, y d) sincero en sus intenciones. Como
dice Habermas: "estas cuatro demandas de validación constituyen un consenso
en los juegos del lenguaje". Pero, en la práctica las conversaciones sociales son
opacas y controladas. No son siempre entendibles, se falsifica su contenido
propositivo, se aplican a actos incorrectos y se ocultan las intenciones. Además,
según sean los intereses de los jugadores y el control que tienen sobre el sistema
de conversaciones, éstos las amplifican y amortiguan a su conveniencia. 

Problema 3: Identificar y analizar problemas cuasi estructurados. Ni es obvia


la identificación de los problemas que genera el juego social, porque muchos de
ellos no están en la superficie de la práctica, ni es simple el modo de analizarlos,
pues se trata de problemas cuasi estructurados en etapa de malestar difuso. Para
identificarlos y analizarlos es preciso realizar el trabajo previo de transformar el
malestar indefinido en un problema bien descrito por su marcador. Se trata de
problemas conflictivos, condicionados por variables que combinan lo cualitativo
con lo cuantitativo, lo preciso con lo difuso y relacionadas entre ellas de modo
poco preciso. Se trata, además, de variables cambiantes que sólo se pueden
identificar y enumerar parcialmente, nunca todas. No se prestan para la
modelación matemática, aunque ciertos aspectos de los mismos pueden ser
simulados matemáticamente. Aquí, los principios fundamentales son los siguientes
a) todo problema social es un problema cuasi estructurado. b) todo problema cuasi
estructurado es el resultado momentáneo de un juego dónde un jugador lo declara
insatisfactorio y evitable, c) todo problema del juego social es relativo a un jugador,
al mismo tiempo que puede ser una oportunidad, un beneficio o una amenaza
para otros, d) todo problema tiene un marcador que lo describe, denuncia y
verifica, e) en todo problema se pueden distinguir causas, descripción y
consecuencias, f) la relaciones entre las causas pueden ser difusas y cualitativas,
y g) las causas pueden estar dentro o fuera del juego, y dentro y fuera del espacio
de control del actor que lo declara. Respetando estas características, el método
PES construyó un modelo sistémico causal, fundamentalmente cualitativo, que
combina las relaciones sistémicas entre las causas, con la distinción de las
variables típicas de un juego: reglas, acumulaciones y flujos. Se trata, en el fondo,
de una propuesta teórica para analizar problemas cuasi estructurados. 

Problema 4: Identificar posibilidades de acción en un juego creativo. En un


sistema creativo las posibilidades no están dadas ni están a la vista. Están en
constante creación. El futuro no está dado, se crea. Los actores del juego crean
posibilidades y contribuyen a crear el futuro. Pero, ¿cómo se pueden enumerar
posibilidades que, al momento del análisis, sólo están en proceso de gestación en
la cabeza creativa de los actores sociales? Nadie puede enumerar todas las
posibilidades, porque la palabra todas es inaplicable. Sin embargo, para tomar
decisiones es necesario identificar posibilidades y evaluarlas. El juego social no
permite la enumeración completa de posibilidades. Siempre habrá posibilidades
creativas que escapan a nuestra capacidad de imaginación. Sin embargo, el
concepto de profecía auto cumplida ayuda a abordar parte del problema. Mientras
más fuerza tiene la creación y el actor que la produce, mayor es la posibilidad de
enumerar una parte significativa del futuro. 

Problema 5: Evaluar la eficiencia y eficacia de las posibilidades técnicas de


acción. En el juego social, la acción de los jugadores está limitada por múltiples
recursos escasos de diversa naturaleza: poder político, recursos económicos,
conocimientos y capacidades organizativas. No hay tal cosa como un sólo recurso
escaso homogéneo. Los conocimientos aportados por las diversas ciencias
verticales también son variados, heterogéneos y escasos. Se trata de un vector de
recursos escasos que origina múltiples criterios de eficiencia y eficacia que
pueden ser contradictorios. ¿Cómo se evalúa y decide cuando los criterios de
eficiencia y eficacia aportados por el compartimento A de las ciencias contradicen
los criterios aportados por el compartimento B? ¿Que pesa más en una decisión,
la eficacia económica o la política? etc. eficacia ecológica o la productiva? ¿La
rentabilidad de un hospital o la eficacia médica? 

Problema 6: Evaluar la viabilidad estratégica y concertadora de la acción. Si una


acción es técnicamente factible, ello no asegura que sea políticamente viable. Es
necesario analizar si la acción concertadora es capaz de producir el acuerdo, o se
requiere de la acción estratégica para vencer la resistencia de oponentes. ¿Hasta
dónde el beneficio tecno¬económico justifica el costo político de una decisión?
¿Cuál es el límite de la construcción de viabilidad? ¿En qué consiste la capacidad
de jugar de un actor? ¿Cómo puede acrecentarla o perderla? 

Problema 7: Lidiar con la incerteza y las sorpresas. En el juego social la


capacidad de predicción de los jugadores sobre los resultados de su acción es
muy baja, pues prevalece la interacción entre los actores sociales y no una simple
relación del hombre con la naturaleza. La incerteza pasa a ser lo general y la
certeza un caso particular. Es necesario teorizar sobre el modo de lidiar con la
incertidumbre y las sorpresas. ¿Cómo tomar decisiones cuyos resultados son
altamente sensibles a variables inciertas? ¿Cómo decidimos sobre una apuesta
social? ¿Qué vale más, el beneficio de un resultado brillante, pero incierto, o el
producto de un resultado cierto, pero mediocre? 

Problema 8: Ejercer el juicio humano para evaluar la conveniencia o aceptabilidad


de las posibilidades en el plano de los valores. Lo que es técnicamente posible
puede ser inaceptable, de acuerdo a los valores dominantes en la sociedad. El
juicio humano debe jugar un papel para adecuar lo posible con lo deseable.
¿Cómo se analiza el intercambio de problemas que genera una decisión o una
jugada? ¿Cuál es la relación entre la aceptabilidad, la eficacia y la viabilidad?
¿Cómo analizar y calcular con valores? ¿Cómo tomar decisiones que implican
valores contradictorios? ¿Cómo abordar las decisiones trágicas, o sea aquellas
que nos obligan a elegir entre dos males? 

Problema 9: Experimentar y ensayar para simular la realidad antes de actuar.


Cuando domina la incertidumbre, no puede haber seguridad sobre los cálculos
que anticipan resultados, reacciones y jugadas de los otros actores. Conviene
ensayar y simular el juego, para verificar mediante ese tipo de experimentación
social las posibilidades más plausibles y los resultados más probables asociadas a
ellas. Es necesario desarrollar la teoría de la simulación humana. ¿Cómo se
puede hacer experimentación social? ¿Qué deducciones permite la simulación
humana? 

Problema 10: Acompañar el impacto de la acción sobre la realidad y corregir. No


es posible descansar sólo en el cálculo de previsión y confiar en que los
resultados se aproximarán a las metas. Es indispensable monitorear, corregir y
aprender de los errores. El cálculo debe estar acompañado del ensayo, la
verificación del error y la corrección pertinente. Y este circuito cálculo-acción-
corrección debe realizarse bajo presión de tiempo y en la tensión del juego, no en
la tranquilidad de un laboratorio. El actor, muchas veces está obligado a decidir y
corregir bajo extrema presión de tiempo, y en condiciones de estrés. ¿Qué se
debe monitorear? ¿Cómo se puede monitorear? ¿Cuáles son las dificultades para
corregir en condiciones de in certeza? 

Problema 11: Organizarse para la acción. La acción no es siempre individual.


Muchas veces requiere una organización para coordinar muchas personas en una
acción colectiva. La teoría de la organización, y especialmente la teoría de las
macroorganizaciones, constituyen parcelas retrasadas del desarrollo científico y,
en la medida que hacen aportes aceptables, padecen de las mismas limitaciones
de las ciencias verticales. ¿Cuándo la acción colectiva justifica una organización?
¿Cómo se diseña una organización? ¿Cómo se reforma una organización
atrasada? 

Problema 12: Explorar el futuro para fundamentar la acción presente, a fin de


participar con inteligencia en la creación del futuro. Para participar activa y
creativamente en la construcción del futuro se requiere planificación. La teoría de
la planificación tiene que ser reconstruida a partir de la visión de los actores en un
juego libre de final abierto. En eso consiste la propuesta de la teoría y el método
PES. No basta con las llamadas políticas públicas, que eluden la mayoría de los
problemas teóricos que reclama la teoría de la praxis. Detrás de las políticas
públicas no hay ciencia horizontal. Sólo hay fragmentos de trazos horizontales,
carentes de visión global. Son la negación de la teoría general del juego social y
están restringidas al simple análisis parcial interdisciplinario. Las ciencias y
técnicas de gobierno, como nueva disciplina, sólo pueden construirse a partir de
una nueva teoría de la planificación. Se trata, naturalmente de la planificación de
la acción, capaz de integrar la diversidad de los juegos componentes del gran
juego social. El enfoque de las políticas públicas es la negación de la teoría
general del juego social. Renuncian a la visión global del proceso social y eluden
el problema de fondo de las ciencias horizontales. 

Los doce temas mencionados son comunes a cualquier actividad práctica. Son los
frentes de contacto de la relación del hombre con la acción. Son el tipo de
cuestiones que debe resolver el médico en el papel de Ministro de Salud, el
abogado en la defensa de un caso en tribunales, el arquitecto que diseña una
ciudad, el economista que propone un plan de ajuste macroeconómico, el
administrador que reforma el aparato público, el político que lucha en una
campaña electoral y el Presidente que dirige el equipo de gobierno. Estos frentes
de contacto erigen interrogantes que no tienen una respuesta obvia. Deben ser
objetos de reflexión teórica, aunque sólo adquieren una complejidad digna de la
teoría en la práctica social compleja que exige la interacción humana. Ninguno de
estos temas está bien desarrollado en las ciencias verticales departamentales,
limitadas, además, a comprender la realidad determinísticamente y desde fuera. 

Estos doce problemas conforman la estructura cotidiana de la práctica. Son


comunes en cualquier actividad de interacción humana y destacan conceptos no
valorados por el enfoque científico tradicional. Son conceptos que la teoría del
juego social demanda y debe precisar. Ellos surgen naturalmente cuando la
reflexión teórica se sitúa en la perspectiva de un actor comprometido en la praxis
horizontal. 

Nuestra propuesta consiste en entregarle esa responsabilidad, en el plano


científico, a la teoría de la producción en el juego social. Esta teoría, como el
centro de las ciencias de la acción, cumpliría la función de alimentar en la práctica
las disciplinas, métodos y técnicas capaces de elevar la calidad de la práctica
horizontal. Proponemos que ese sea el soporte teórico metodológico que compita
con la improvisación en la práctica política y de gobierno, hasta ahora dominada
por el pragmatismo más simple. De este modo, podemos esperar en la práctica
política un mejor equilibrio entre el juicio intuitivo y el juicio analítico, en favor de
este último y con las ventajas consecuentes. 

En el cuadro adjunto puede apreciarse la relación entre los doce problemas que el
hombre de acción está obligado a resolver, con o sin teoría, y los conceptos
básicos que propone la teoría del juego social. Los conceptos enumerados en la
columna derecha del cuadro constituyen las unidades básicas de trabajo de la
propuesta teórica del juego social.

LOS DOCE PROBLEMAS DE LA PRÁCTICA HORIZONTAL 

Esta propuesta teórica no puede olvidar, sin embargo, que aunque la teoría se
formule con el propósito de reflexionar sobre la práctica, por ello no deja de ser
teoría. No se convierte, por sí misma, en actividad práctica. A esa teoría destinada
a servir una práctica la llamaremos ciencias de la acción, y a sus aplicaciones
concretas las denominaremos disciplinas. La teoría del juego social que propone
esta obra es una ciencia de la acción. Los métodos y técnicas concretas de
gobierno que aquí se mencionan y han sido desarrollados por el método PES, son
disciplinas. Ergo, una Escuela de Gobierno, en vez de ser un supermercado de
variada oferta interdisciplinaria, debería tener como espina dorsal de su actividad
formativa, la teoría del juego social, y en torno a ese eje teórico, destacar un
conjunto de disciplinas que respondan a los doce problemas básicos comunes a
cualquier tipo de práctica social. 

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