Está en la página 1de 3

Maestría en Políticas Públicas Francisco J. Julio R.

Política y Política Pública 01 de noviembre de 2021

Control de lectura VII – Giandomenico Majone – Evidencia, argumentación y


persuasión en la formulación de políticas

El presente control de lectura pretende sintetizar las ideas de los primeros tres
capítulos del texto de Giadomenico Majone sobre evidencias, argumentación y persuasión
en la formulación de políticas. El primer capítulo centra su atención en el análisis de las
políticas y la deliberación pública. Para Majone, la política pública está hecha de palabras.
Ya hemos visto a lo largo del curso diferentes ideas que muestran esta aseveración. Desde el
discurso, se moldea, se prescribe y se formulan problemas sociales que buscan soluciones.
No obstante, el ingrediente que le añade Majone a esta idea es el de la persuasión.

Este modelo pone de relieve que más allá de entender la elaboración de políticas sólo
en términos de poder e influencia, existe una seria de factores determinantes en la discusión
pública. Para Majone, la argumentación es el proceso fundamental que siguen los ciudadanos
y los gobernantes para llegar a juicios morales y a la elección de políticas. Majone explica
que la discusión pública moviliza el conocimiento, la experiencia y el interés de muchas
personas que centran su atención en un número limitado de problemas. Sin embargo, se
pregunta ¿cómo se pueden separar los componentes políticos y valorativos de los problemas
que incluyen a ambos?

Hemos analizado en textos anteriores como existe una relación estrecha y casi
indisoluble entre las percepciones de las realidades y la construcción de los problemas. Es
decir, la construcción social de los problemas deriva en formas particulares de observar la
realidad y construir en ella diferentes nociones para comprenderla y tratarla. El diseñador de
políticas tiene la tarea no sólo de juntar las diferentes percepciones del problema sino además,
de establecer las mejores herramientas técnicas y científicas para tratar dicha situación.
Majone afirma que cada participante se siente alentado para ajustar su visión de la realidad e
incluso para cambiar sus valores. Estos cambios muchas veces vienen influenciado por el
discurso y la argumentación que el político hace sobre una situación particular. De modo que
si bien los problemas sociales pueden entenderse como construcciones sociales, la percepción
de dichos problemas logra muchas veces estar influenciados desde el discurso.

Majone expone en este capítulo una idea central sobre el análisis político. Para el
autor, un buen análisis de políticas es algo más que el mero examen de datos o un ejercicio
de modelación; es también proveer de normas para la argumentación y una estructura
intelectual para el discurso público. Los argumentos persuasivos desempeñan un papel
fundamental en la construcción de las percepciones sociales, y evidentemente, en la
construcción social de la realidad y sus problemas públicos.

En el análisis como argumento, Majone expresa que se requieren juicios de valor para
decir algo importante en materia de política, juicios que deben ser explicados y justificados.
En este sentido, el analista de políticas es un productor de argumentos de las políticas que se
presentan de manera abierta. Para Majone, la argumentación difiere de la demostración. La
argumentación no parte de axiomas, sino de opiniones, valores o puntos de vista refutables;
utiliza inferencias lógicas pero no se agotan en sistemas deductivos de enunciados formales.
Las políticas no pueden generar pruebas concluyentes, sino sólo argumentos más o menos
convincentes. La persuasión puede ayudar siempre a incrementar la aceptabilidad del consejo
y la inclinación a actuar con pruebas incompletas.

Majone a lo largo del capítulo expone una idea científica de tratar los problemas
sociales. No obstante, deja claro que la política no debe generar explicaciones causales a
fenómenos complejos dentro de la sociedad. A lo sumo, puede acercarse desde diferentes
visiones científicas a interpretaciones que logren aproximarse a explicaciones acerca de
problemas sociales. También nos recuerda que la justificación principal de la defensa y la
persuasión en la elaboración de políticas democráticas es un proceso continuo de aprendizaje
recíproco mediante el discurso. Majone también nos advierte que debemos tener cuidada de
evitar la idea de que las políticas y la administración ocupan dos esferas completamente
separadas o que son responsabilidades de dos grupos de personas completamente distintos.
Este elemento que señala Majone es clave ya que desde una visión separada de política y
administración pública no se logra tejer una clara coherencia en el ejercicio de la política,
quedando fractura y muchas veces dividida y desligada de la realidad.
En el análisis como arte, Majone señala la importancia del método científico y su
importancia en el análisis de la política. En este capítulo, hace una relación entre el artesano
y el científico. Para Majone, el proceso de la investigación científica depende más del “saber
cómo” que del “saber qué”. Lo entiende como arte ya que lo identifica como un proceso
social, antes que una actividad puramente lógica.

Esta visión refleja una forma interesante de ver, incluso a la política como el arte de
gobernar y de tomar decisiones. Para Majone, las habilidades artesanales del científico
forman un repertorio de procedimientos y juicios que son en parte personales y en parte
sociales e institucionales. Majone entiende con esta relación entre el científico y el artesano,
más que una metáfora, se da una semejanza real en su trabajo y esencia. El artesano emplea
materiales concretos para producir un objeto que tenga una forma apropiada y desempeñe
una función específica. El analista trabaja con conceptos, teorías, datos y herramientas
técnicas para producir argumentos y pruebas que apoyen ciertas conclusiones.

Para Majone, los datos son la materia prima de la investigación de un problema o


quizás, el resultado de su primer procesamiento. En el análisis de las políticas, los datos a
menudo se encuentran en lugar de ser fabricados, es decir, los datos se obtienen mediante
observaciones imprevistas. Estos datos surgen a partir del método científico y su
procesamiento es parte de las ciencias sociales y de todas las áreas que la conforma. Con ello,
se busca establecer supuestos, hipótesis causales y elementos técnicos científicos que den
respuesta a múltiples factores. Majone explica que la evidencia, no es sinónimo de datos ni
de información. Más bien es una información seleccionada de entre el acervo disponible e
introducida en un punto específico del argumento, a fin de persuadir a la mente de que una
proposición fáctica dada es cierta o falsa.

Para finalizar, Majone deja claro que los aspectos artesanales del análisis de las
políticas se revelan muy claramente en el concepto de trampas. Una trampa es un error
conceptual en que caen los individuos con frecuencia y facilidad a causa de su razonabilidad
engañosa. También el autor insiste en que los problemas de las políticas no son ejercicios de
libro de texto. No existen garantías de que siempre habrá soluciones correctas para verificar
las conclusiones analíticas. Para Majone, la cuestión de la utilización del conocimiento en el
proceso de las políticas es considerablemente más complejo.

También podría gustarte