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UNIVERSIDAD NACIONAL DE UCAYALI

FACULTAD DE EDUCACIÓN Y CIENCIAS SOCIALES

ESCUELA PROFESIONAL DE EDUCACION SECUNDARIA

ESPECIALIDAD MATEMATICA, FISICA E INFORMATICA

LA MOTIVACIÓN

Curso : Psicología

Docente : Mg. Geni LLerme Tafur Flores

Alumno : Mijaíl Elvis Huaracha Vilchez

Ciclo : I

Pucallpa – Perú

2020
INTRODUCCIÓN

La motivación es el estado interno que nos anima a actuar, es quien no dirige

en determinadas direcciones y nos mantiene con ahincó al realizar las

actividades que nos gustan; es el ingrediente esencial que hace que seamos

capaces de aprender algo, además la motivación es la responsable de que

continuemos aprendiendo ya que los procesos cognitivos necesarios para el

aprendizaje son voluntarios y están bajo el control de la persona.

Si bien existen muchas teorías sobre la motivación y las cuales abordarlas

sería un estudio complejo de análisis y síntesis, en esta ocasión se describen

conceptos puntuales y generales para un entendimiento satisfactorio sobre este

tema.
MARCO TEÓRICO

LA MOTIVACIÓN

Etimológicamente el término motivación procede del latín ¨motus¨,

relacionado con aquello mueve, en este caso es algo que mueve a la

persona para ejecutar una actividad (Trechera, 2005).

1. Definición

El motivo es una necesidad o deseo específico que activa al organismo y

dirige la conducta hacia una meta, todos los motivos son desencadenados

por algún tipo de estímulo: una condición corporal, como bajos niveles de

azúcar en la sangre o deshidratación; una señal en el ambiente, como un

letrero de “oferta”; o un sentimiento, como la soledad, la culpa o el enojo.

Cuando un estímulo induce una conducta dirigida a una meta, decimos que

ha motivado a la persona (Maisto, 2005).

Así mismo la motivación es un proceso multifactorial puesto que abarca

experiencias, metas e intereses profesionales, además del contexto familiar,

social y cultural (Romero y Pérez 2009).

La motivación también es considerada como el impulso que conduce a una

persona a elegir y realizar una acción entre aquellas alternativas que se

presentan en una determinada situación, en efecto, la motivación está

relacionada con el impulso, siendo el impulso más intenso es la

supervivencia en estado puro cuando se lucha por la vida, seguido por las

motivaciones que derivan de la satisfacción de las necesidades primarias y

secundarias (hambre, sed, abrigo, sexo, seguridad, protección. etc.)

(Escuela de Organización Industrial, s.f).


2. Tipos de motivación

2.1. Motivación intrínseca

La motivación intrínseca se refiere a aquellas situaciones donde la persona

realiza actividades por el gusto de hacerlas, independientemente de si

obtiene un reconocimiento o no (Ajello, 2003).

Así, cuando las personas realizan actividades para satisfacer necesidades

de causación personal (autodeterminación), efectividad o curiosidad

entonces actúan por motivación intrínseca; en otras palabras, cuando la

conducta está autorregulada y surge de los intereses, curiosidades,

necesidades y reacciones personales. Las necesidades psicológicas

adquieren un papel principal aquí, en especial cuando se comprende al ser

humano como un organismo que busca dominar su entorno y actuar en

consecuencia con competencia y autodeterminación, sintiendo emociones

positivas como el interés y el placer (Bardales M., 2018).

Las conductas intrínsecamente motivadas, lejos de ser triviales y carentes

de importancia (por ejemplo, el juego) animan al individuo a buscar

novedades y enfrentarse a retos y, al hacerlo, satisfacer necesidades

psicológicas importantes. La motivación intrínseca empuja al individuo a

querer superar los retos del entorno y los logros de adquisición de dominio

hacen que la persona sea más capaz de adaptarse a los retos y las

curiosidades del entorno.

2.2. Motivación extrínseca

Obedece a situaciones donde la persona se implica en actividades

principalmente con fines instrumentales o por motivos externos a la

actividad misma, como podría ser obtener una recompensa (Ajello, 2003).
Se considera que las causas fundamentales de la conducta se encuentran

fuera y no dentro de la persona, es decir, alude a fuentes artificiales de

satisfacción que han sido programadas socialmente, como, por ejemplo, los

halagos y el dinero.

El estudio de este tipo de motivación se relaciona con dos conceptos

fundamentales: recompensa y castigo. Tanto las recompensas como los

castigos ocurren después de una determinada conducta y afectan la

probabilidad futura de ocurrencia de dicha conducta. Una recompensa es

“un objeto ambiental atractivo que se da después de una secuencia de

conducta y aumenta las probabilidades de que esa conducta se vuelva a

dar (Bardales M., 2018).

Por otra parte, un castigo se refiere a un objeto ambiental no atractivo que

se da después de una secuencia de comportamiento y que reduce las

probabilidades de que esa conducta se vuelva a dar. Los dos procesos de

aprendizaje que subyacen a las recompensas y los castigos son el

condicionamiento clásico y el condicionamiento operante.

3. Elementos de la motivación

3.1. La homeostasis

La homeostasis es un mecanismo orgánico y psicológico de control

destinado a mantener el equilibrio dentro de las condiciones fisiológicas

internas del organismo y de la psiquis. Consiste en un proceso regulador de

una serie de elementos que han de mantenerse dentro de unos límites

determinados, pues de lo contrario peligraría la vida del organismo

Así conocemos que existe una serie de elementos y funciones que han de

estar perfectamente regulados y cuyo desequilibrio sería de consecuencias


fatales para la vida; por ejemplo, la temperatura, la tensión arterial, cantidad

de glucosa o de urea en la sangre. Estas y otras funciones están reguladas

y controladas por los mecanismos homeostáticos, y cada vez que surge una

alteración en uno de estos elementos y funciones, el organismo regula y

equilibra la situación poniendo en marcha una serie de recursos aptos para

ello (Teorías motivacionales, s.f.)

Podemos señalar que los procesos homeostáticos son especialmente

relevantes en las necesidades primarias, aunque en estos sistemas

motivacionales también ejercen una importancia fundamental los factores

externos, generalmente aprendidos (Chóliz, 2004)

3.2. El motivo

Es una disposición relativamente estable para ejecutar determinado tipo de

acciones, muy relacionado con las características de personalidad, además

influye en la fuerza de una tendencia de acción, que es una de las variables

principales de la necesidad, en tanto que supone la particular disposición a

ejecutar unas conductas motivadas concretas en ciertas situaciones (Chóliz,

2004).

Así mismo es una tendencia individual relativamente estable a comportarse

de una forma característica, tiene mucho que ver tanto con los factores de

personalidad como con los hábitos de conducta (Chóliz, 2004).

3.2.1. Los motivos primarios

Directamente involucrados en la preservación del individuo o de la especie,

se relacionan con sistemas motivacionales como el hambre, sed, o sueño,

tienen un componente innato importante y dependen en gran medida de

bases fisiológicas (Chóliz, 2004).


3.2.2. Los motivos secundarios

Para Chóliz (2004) los motivos secundarios Son aprendidos y no son

directamente necesarios para la conservación del individuo, ni de la

especie. Derivan de motivos primarios, pero una vez establecidos pueden

modificar a éstos. Pueden ser personales o sociales, si son independientes

o no, de las distintas relaciones sociales. A nivel conceptual, y desde la

perspectiva de los valores, los motivos sociales se han considerado como

características relativamente permanentes adquiridas por aprendizaje

social. Son generales, como los valores, pero se pone mayor énfasis en las

satisfacciones que obtiene el organismo con el logro de determinadas

metas.

Las diferencias entre ambos, no obstante, son escasas. Quizá los motivos

sociales asumidos por toda la comunidad científica como tales y que han

generado una mayor cantidad de investigación sean el motivo de logro, el

de poder y el de afiliación. Según (Chóliz, 2004) dentro de los motivos

sociales tenemos:

a. Motivo de logro

El motivo de logro, descrito inicialmente por Murray y desarrollado

especialmente por McClelland es la tendencia a buscar el éxito en tareas

que implican la evaluación del desempeño, o en palabras del propio

McClelland, el interés por conseguir un “estándar de excelencia”. Para este

autor, se trata de una disposición estable de la personalidad adquirida

durante la infancia (Chóliz, 2004).

b. Motivo de poder
El motivo de poder caracteriza la relación entre dos personas en la cual una

de ellas ejerce control sobre la conducta de la otra, lo que se traduce en una

capacidad para modificar los resultados de dicho comportamiento. El motivo

de poder se manifiesta por el interés en dominar y controlar el

comportamiento de los demás. En un texto clásico sobre motivo de poder,

Winter defendía que las características principales de éste estarían

definidas por una tendencia estable a buscar influencia, persuasión y control

sobre los demás y conseguir reconocimiento. Las personas con

puntuaciones elevadas en este motivo buscan satisfacer la necesidad

generada de diferentes formas, bien como líder de un grupo u organización,

bien eligiendo profesiones en los que se potencien dichas características

conductuales (Chóliz, 2004).

c. Motivo de afiliación

El motivo de afiliación puede definirse como “el interés por establecer,

mantener o restaurar una relación afectiva positiva con una o varias

personas”, en otras palabras, establecer relaciones agradables, dar y recibir

afecto (sentirse bien y no hacer daño a nadie)

d. El amor

Relacionado con el motivo de afiliación está uno de las experiencias vitales

más profundas y plenas del ser humano, motor de las acciones más

intensas, responsable de innumerables conductas, explicación del porqué

de tantas otras. Suele comenzar con el enamoramiento, sin duda una de las

experiencias emocionales más intensas, que sirve para facilitar el

acercamiento y ejecución de conductas destinadas a establecer la relación

amorosa. Los teóricos de la psicología del amor y especialmente los


terapeutas de pareja, indican que la relación amorosa no es algo estático,

sino que evoluciona no sólo por el paso del tiempo, sino por la propia forma

de comportarse de cada uno de los dos (Chóliz, 2004).

3.3. Motivo y aprendizaje

Los conceptos de motivación y aprendizaje van integrados; el

establecimiento de metas y la autoevaluación del progreso constituyen

importantes mecanismos motivacionales. Algunas conductas son totalmente

aprendidas; precisamente, la sociedad va moldeando en parte la

personalidad, nacemos con una gran carga instintiva, con un equipo

orgánico; pero la cultura va moldeando nuestro comportamiento y creando

nuestras necesidades a través del aprendizaje (Atlantic Internacional

University, s.f.).

Las normas morales, las leyes, las costumbres, las ideologías y la religión,

influyen también sobre la conducta humana y esas influencias quedan

expresadas de distintas maneras, en cualquiera de tales casos, esas

influencias sociales externas se combinan con las capacidades internas de

la persona y contribuyen a que se integre la personalidad del individuo,

aunque, en algunos casos y en condiciones especiales, también puede

causar la desintegración (Atlantic Internacional University, s.f.),

Según Atlantic Internacional University (s.f.), el mecanismo por el cual, y

mediante el aprendizaje se moldea a las personas a comportarse de una

determinada manera, se da de la siguiente manera:

1. Todo inicia cuando la homeostasis (equilibrio) se rompe.

2. La persona responde de alguna manera ante la rotura de homeostasis.


3. La sociedad, por intermedio de un miembro con mayor jerarquía (padre,

jefe, sacerdote, etc.), trata de enseñar, juzga el comportamiento y decide

si éste es adecuado o no.

4. La recompensa (incentivo o premio) se otorga de ser positivo. Si se

juzga inadecuado, proporciona una sanción (castigo).

5. La recompensa aumenta la probabilidad de que, en el futuro, ante

estímulos semejantes, se repita la respuesta prefijada. Cada vez que

esto sucede ocurre un refuerzo y, por tanto, aumentan las

probabilidades de la ocurrencia de la conducta deseada. Una vez

instaurada esa conducta se dice que ha habido aprendizaje.

6. El castigo es menos efectivo; disminuye la probabilidad de que se repita

ese comportamiento ante estímulos semejantes.

7. El aprendizaje consiste en adquirir nuevos tipos actuales o potenciales

de conducta, este esquema no sólo es válido para enseñar normas

sociales sino, además, cualquier tipo de materia, una vez que se ha

aprendido algo, esto pasa a formar parte de nuestro repertorio

conductual.

3.4. Necesidades e impulso

3.4.1. Necesidad

La necesidad es una carencia captada por el cerebro, la carencia se

transformará en necesidad dependiendo de la resistencia de cada individuo

y de sus experiencias respecto a la satisfacción de determinadas

necesidades. Las necesidades básicas existen en el individuo, sin que haya

ningún bien destinado a satisfacerla, pueden ser modificadas por la cultura,


pero no creadas ni anuladas, no ocurre así con otras necesidades de rango

superior (Rivera, 2015).

Las necesidades se convierten en motivación cuando se hacen conscientes

e impulsan al individuo a la acción. Así como las necesidades preexisten en

el individuo y no son creadas por la publicidad, las motivaciones sí pueden

recibir su influencia y conducir al individuo a la satisfacción de la necesidad.

3.4.2. Impulso

El impulso abarca los agentes internos responsables de la conducta

motivada y ha servido para entender tanto el hecho de que en algunas

ocasiones se pone en funcionamiento una conducta sin instigadores

externos de la misma, como el que en determinadas condiciones internas

del organismo un mismo instigador produce respuestas diferentes

(acercamiento a comida si está hambriento o repulsión si está saciado)

(Bardales M., 2018).

Siempre se ha entendido que la motivación es una propiedad que emerge,

que se activa tanto por factores internos como externos (impulso e

incentivo, respectivamente). El resultado conductual siempre es una

interacción entre ambos, de forma que el impulso no ejerce su acción

energizadora de forma invariable, sino que está en función de los incentivos

situacionales más o menos sutiles, al mismo tiempo, un mismo incentivo

puede inducir en mayor o menor medida una conducta, en función del

estado de necesidad del organismo (Chóliz M., 2004).

Habitualmente se suele entender al impulso como un mecanismo

homeostático que intenta recuperar la estabilidad después de un

desequilibrio generado por diferentes agentes, sería la fuerza que impele al


organismo a eliminar el estado de necesidad en que se encuentra, cuando

se consigue la meta deseada, se elimina el estado de necesidad y se

reduce el impulso (Chóliz M., 2004). Su influencia sobre la conducta puede

manifestarse de diferentes formas, tales como:

Acentuando las preferencias de unos hábitos sobre otros, en el caso que

haya preferencia por un hábito conductual sobre otro, el impulso hace que

esa preferencia todavía se acentúe más (podemos preferir carne al

pescado, pero si estamos muy hambrientos la preferencia todavía será

mayor).

Incrementando el vigor de otras acciones, además de la propia conducta

motivada, el impulso favorece la ejecución de otras conductas con mayor

intensidad, aumentando la persistencia de la conducta, con un impulso

elevado la conducta puede mantenerse a niveles elevados de ejecución

durante más tiempo.

En resumen, el impulso se ha considerado desde diferentes posiciones

teóricas como la variable energizadora que emerge directamente de un

estado de necesidad e impele a la ejecución conductual. Pese a ello, no

siempre existe una relación positiva entre impulso y conducta, sino que

otras variables como las tendencias de acción, o los hábitos modulan su

influencia. Es decir, actúan en conjunción con otras variables para producir

o inhibir determinadas reacciones conductuales.

3.5. Teoría de la jerarquía de las necesidades de A. Maslow

Según (Espada 2003) una de las teorías de la motivación más conocida es

la teoría de la jerarquía de las necesidades desarrollada por el psicólogo

Abrahán Maslow donde ordeno las necesidades humanas según un orden


jerárquico, que asciende desde el punto más bajo hasta el punto más alto,

primero llego a la conclusión de que cuando se satisfacen un grupo de

necesidades, estas dejan de ser motivadoras.

3.5.1. Necesidades fisiológicas

Son de origen biológico y están orientadas hacia la supervivencia del

hombre; son necesidades básicas e incluyen cosas como: necesidad de

respirar, de dormir, de comer, de refugio.

3.5.2. Necesidades de seguridad

Cuando las necesidades fisiológicas están en su gran parte satisfechas,

surgen las necesidades orientadas hacia la seguridad personal, el orden, la

estabilidad y la protección, tales como: seguridad física, de empleo, de

ingresos y recursos, familiar, de salud.

3.5.3. Necesidades de amor, afecto y pertenencia

Cuando las necesidades de seguridad están medianamente satisfechas,

surgen las necesidades que contiene el amor, y la afiliación a un cierto

grupo social y están orientadas, a superar los sentimientos de soledad, por

ejemplo, cuando el ser humano muestra deseos de ser parte de una

comunidad, o simplemente asistir a un club social.

3.5.4. Necesidades de estima

Maslow señaló dos necesidades de estima: una inferior que incluye el

respeto de los demás, la necesidad de estatus, reconocimiento, reputación,

y dignidad; y otra superior, que determina la necesidad de respeto de sí


mismo, incluyendo sentimientos como confianza, competencia, logro,

maestría, independencia y libertad.

3.5.5. Necesidades de autorrealización

Se hallan en la cima de la jerarquía; Maslow describe la autorrealización

como la necesidad de una persona para ser y hacer lo que la persona

"nació para hacer", es decir, es el cumplimiento del potencial personal a

través de una actividad específica.

3.6. La conducta motivada

Según Psicología Cepunt (2008, 25 de enero), gran parte de las conductas

de las personas son motivadas, es decir que se explican por la carencia de

algo cuya satisfacción busca y se caracterizan por estar acompañadas de

tensión. A continuación, se muestran las características de la conducta

motivada:

- Cíclica: La conducta motivada tiende a ocurrir en ciclos, el motivo (sea

fisiológico o social) ocasiona una serie de conductas cuando se alcanza

o logra el objetivo, el motivo se reduce o termina.

- Selectiva: Los motivos hacen que la conducta humana sea selectiva.

cuando estamos motivados hacia algún determinado objetivo, los demás

motivos u objetos no nos interesan.

- Activa y constante: Si el motivo es poderoso, tendemos a volvemos

más activos y constantes en nuestros esfuerzos para lograr los

objetivos.

3.6.1. Elementos de la conducta motivada


a. Dirección: Las personas rara vez actúan al azar, Para explicar la

conducta motivada es necesario que el individuo pueda seleccionar los

objetivos o metas hacia dónde dirigir sus conductas.

Para que se produzca la conducta motivada es esencial considerar la

dirección de la conducta que realiza el individuo; es decir, cómo éste va

cambiando de una actividad a otra. La dirección proporciona la posibilidad

de variedad de acciones y tendencias que van a mostrar los individuos en

las diferentes situaciones y estados internos del organismo. Se refiere a las

características selectivas por las cuales se produce la variación de la clase

de objetivos a los que responde el individuo. La dirección es un índice del

estado motivacional que tiene el individuo, y por eso adquiere una

importante función para predecir la conducta motivada. Cuando la dirección

de la conducta es única, no resulta relevante, pero cuando existen varias

posibilidades de elección, que le permitan decidir qué conducta hacer y

hacia dónde orientarla, es más difícil que se produzca la predicción de la

conducta motivada, y en estos casos, adquiere una importante

consideración (Psiquipedia, s.f).

b. Persistencia:   Podemos considerar que cuando un organismo está

motivado, persiste en su conducta hasta conseguir su objetivo. Se ha

considerado que la persistencia es un índice de la motivación, en el sentido

de que, a mayor activación, mayor persistencia del comportamiento.

Depende también de otros factores, como pueden ser las opciones

disponibles para realizar la conducta; de manera que, cuanto menores sean

esas opciones disponibles, la persistencia será más claramente un índice

de la motivación, y al contrario (Psiquipedia, s.f).


c. Intensidad: A mayor motivación, mayor intensidad en la conducta, Existe

una correlación positiva entre el nivel de intensidad de la conducta y el nivel

de motivación, así que, a mayor intensidad de la conducta, se producirá una

mayor activación. Aunque algunos indican que interviene el aprendizaje. La

conducta manifiesta, la persistencia y la intensidad son las características

de las propiedades activadoras que, en condiciones adecuadas, constituyen

los indicadores de la existencia de la motivación (Psiquipedia, s.f).

Vistas desde otro punto de vista conciliador, podemos decir pues que la

conducta motiva manifiesta lo siguiente:

- Dirige el comportamiento hacia alguna meta (hambre - comida).

- Nos impulsa a cierta clase de acción que puede ser el simple tamborilleo

de los dedos contra una mesa, como un asesinato.

- Tiene lugar sin importar que la advirtamos o no (no es necesario que

sepamos que tenemos miedo para retirarnos de un precipicio).

- Puede provocar distintas conductas en las personas (a uno la ambición

le llevará a matricularse en una universidad y a otro a unirse a una

pandilla criminal).

- El mismo comportamiento puede provenir de diferentes motivos (vamos

al cine porque estamos alegres, deprimidos o aburridos).

3.7. La satisfacción

La satisfacción es aquella sensación que el individuo experimenta al lograr

el restablecimiento del equilibrio entre una necesidad o grupo de

necesidades y el objeto o los fines que las reducen. Es decir, satisfacción,

es la sensación del término relativo de una motivación que busca sus

objetivos (Ecured, s.f.).


CONCLUSIONES

- La necesidad es la responsable de incitar mediante el impulso las

conductas apropiadas para conseguir el objetivo que se precisa obtener.

- Una vez satisfecho la necesidad, deja de haber conducta motivada hasta

que de nuevo haya una situación que favorezca un estado de necesidad

subsiguiente.

- La motivación no puede observarse directamente, pero sí la conducta

motivada (todas lo están de alguna manera).

- El motivo es función tanto del estado de necesidad de ejecutar una

conducta, como del incentivo que se consigue con la misma.

- El análisis del proceso motivacional debe atender a todos estos factores,

puesto que todos ellos son responsables de cualquier conducta que

aparezca.
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