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TEMA 2.

PROCESO DE HOMINIZACIÓN: CONDUCTA


ANIMAL Y CONDUCTA HUMANA.

1.- GÉNESIS Y DESARROLLO DEL EVOLUCIONISMO: IDEAS EVOLUTIVAS


ANTERIORES A DARWIN.

En el pensamiento precientífico y religioso son frecuentes ciertos mitos en los que fuerzas
divinizadas actúan sobre los cuerpos vivos, transformándolos en tipos de organismos diferentes. Pero
en realidad se trataba de mitos cuya finalidad era más religiosa que científica.
Por otro lado, la idea de inmutabilidad de las especies defendida por Platón y Aristóteles coincidía
con la visión del Antiguo Testamento y fue aceptada por el cristianismo durante siglos. Durante este
tiempo, los fósiles se consideraban como restos de organismos desaparecidos y enterrados por el
Diluvio Universal.
Hubo que esperar, pues, hasta el Siglo de las luces para encontrar otros antecedentes del
evolucionismo, basados ya en una mirada cientifista sobre la realidad.
En ese sentido, destaca la obra del botánico sueco Linneus, creador de una clasificación de plantas
y animales, donde (aunque manteniendo la fijeza de las especies, por eso a su teoría se la conoce con el
término de “fijismo”) establece una jerarquía de parentesco y diferenciación gradual entre éstas que
evoca, a su pesar, un posible origen común a muchas de ellas. El propio abuelo de Darwin, Erasmus,
especuló sobre la transmutación de las especies vivientes, aunque sin concretar ninguna teoría
evolutiva.
Sería Lamarck, a principios del XIX, el primero en plantear abiertamente la evolución, aunque
desde una perspectiva equivocada. Partió de la hipótesis de que los seres vivos evolucionan siguiendo
un proceso gradual ascendente en cuya cúspide se halla el ser humano; es decir, los organismos
evolucionan de manera continuada a lo largo del tiempo desde formas simples a otras más complejas.
La causa de la evolución radica en el esfuerzo de las especies por adaptarse al medio en que viven.
Como fruto de esa adaptación, desarrollan progresivamente aquellos órganos que más utilizan por
motivos de necesidad, atrofiándose, sin embargo, los que no usan. Según él, las características
adquiridas por el uso y desuso de los órganos se transmiten hereditariamente a la descendencia. En
suma, la teoría evolutiva de Lamarck se fundamenta en tres asertos: adaptación al medio, la función
crea el órgano y la herencia de caracteres adquiridos. Estas dos últimas afirmaciones han sido rebatidas
radicalmente por los descubrimientos genéticos del siglo XX. Sólo tenemos que pensar que aunque una
persona haga mucho ejercicio y logre desarrollar una musculatura envidiable no transmitirá estas
características a sus hijos, y éstos no serán musculosos a menos que desarrollen sus músculos de la
misma forma, es decir, a base de ejercicio. Si andamos descalzos logramos engrosar la piel de la planta
del pie de forma que se vuelva muy dura, pero este carácter adquirido no se transmite a las
generaciones siguientes.

2.- LA TEORÍA DE LA SELECCIÓN NATURAL DE DARWIN.

En diciembre de 1.831, el recién graduado Charles Darwin embarcó en el “Beagle” con el fin de
realizar un viaje alrededor del mundo. Su misión a bordo consistía en reunir plantas y animales
exóticos que, posteriormente, debían ser estudiados por zoólogos y naturalistas británicos.
El viaje duró hasta 1.835, y en él Darwin encontró evidencias sobre la variabilidad de las especies. Los
dos hallazgos que mayormente influyeron en el joven médico fueron el descubrimiento en Argentina de
fósiles de mamíferos extintos y la catalogación de catorce especies de pinzones en las Islas Galápagos,
todas ellas distintas a las del continente americano.
A su vuelta a Inglaterra, reflexiona largamente sobre esos hallazgos, buscando una explicación
científica de los mismos. En 1.859 edita El origen de las especies, libro donde expone los grandes
principios de la evolución. Su publicación desató una gran polémica en la que no faltaron elementos de
intolerancia racista y religiosa.
El punto central sobre el que gira la teoría darwinista es el de la selección natural. En síntesis, esto
quiere decir que aquellos organismos que posean variaciones más favorables para su adaptación al
medio ambiente tendrán mayores ventajas para sobrevivir que aquellos otros que carezcan de ellas. De
esa manera se produce la selección natural o supervivencia del más apto, que dará lugar a la evolución
de las especies, seleccionándose en ellas las características que mejor resuelvan sus diferentes
necesidades.
Mediante ése y otros mecanismos, las especies varían progresivamente a lo largo del tiempo, hasta que,
por un conjunto de causas diversas, se producen alteraciones que desembocan en la aparición de una
nueva especie. La conclusión lógica de la teoría es que todos los seres orgánicos provienen de un
tronco común que se ha diversificado evolutivamente a lo largo de los milenios
Sin embargo, una cuestión que no supo explicar satisfactoriamente el darwinismo fue la de cómo se
transmitían los caracteres adquiridos, de tal manera que las variaciones favorables perdurasen
generación tras generación. En 1.866, el monje agustino Mendel publica los resultados de sus
experimentos con guisantes. En ese artículo, Mendel explica los principios básicos de las leyes de la
herencia. Desgraciadamente, la repercusión del artículo fue nula para los darwinistas, permaneciendo
en el olvido hasta que, en 1.900, Hugo de Vries lo redescubre.
Sería precisamente este último el principal valedor del mutacionismo, una teoría que intentaba rebatir
la selección natural como principal mecanismo de la evolución. Según él, existen dos clases de
variaciones: una, las modificaciones ordinarias (p.e., en el color del cabello o en la altura de una
población), que no pueden dar lugar a nuevas especies; y otra, las mutaciones genéticas, que se
transmiten por herencia de unas generaciones a otras y que, originan profundas transformaciones en los
individuos, dando lugar a especies originales. Las mutaciones, y no la selección natural, serían, pues,
las causantes de la evolución.

La polémica entre los mutacionistas y el darwinismo clásico fue agria y ocupó las primeras décadas del
siglo XX. La controversia se resolvió parcialmente con el avance y profundización de los estudios
genéticos. Estos últimos permitieron integrar las posturas enfrentadas mediante la constatación
empírica de que las mutaciones y la selección natural son complementarias entre sí, ya que ambas
resultan indispensables para la evolución de los organismos. A esta corriente se la conoce con el
nombre de teoría sintética. Con el descubrimiento de la estructura del ADN por Watson y Crick surgió
una nueva disciplina científica: la biología molecular. Su espectacular desarrollo propició una
avalancha abrumadora de pruebas a favor de la teoría sintética; pruebas que no han hecho sino
confirmar los principios básicos del evolucionismo, aunque todavía perduran entre los científicos
pequeñas diferencias de matices a la hora de explicar la importancia de los distintos mecanismos que
impulsan la evolución de las especies.

3.- EL ORIGEN DE LA ESPECIE HUMANA.

El ser humano pertenece al árbol genealógico de los primates, mamíferos que sobrevivieron a la
extinción generalizada del Cretácico, en la que desaparecieron numerosas especies.
Los iniciales primates eran pequeños mamíferos que vivían en los árboles, alimentándose
básicamente de insectos. Por necesidades adaptativas al medio ambiente, adquirieron un modo de vida
diurno e incluyeron en su dieta alimentos vegetales, aumentando notablemente de tamaño. Las manos,
el aparato digestivo y la visión ocular sufrieron grandes cambios evolutivos gracias a la presión
selectiva. Pero, sin duda, los cambios más cruciales para la aparición del ser humano fueron el
bipedismo y el aumento del tamaño cerebral.

3.1. El bipedismo
La explicación más habitual del bipedismo es la siguiente: hace entre cinco y diez millones de
años, debió producirse un enfriamiento del clima y un cambio del régimen de lluvia en África,
disminuyendo la masa forestal en amplias zonas del continente. Ante esa situación extrema, quedaban
dos alternativas para los monos antropomorfos: o permanecer en los escasos bosques existentes o
adaptarse al transformado medio ecológico. Los ancestros del gorila y el chimpancé probablemente
eligieron la primera solución, mientras que otros antropomorfos desarrollaron un nuevo método para la
obtención de alimento, a saber, la marcha bípeda. Así, podían explorar y recorrer extensos territorios en
busca de comida.
Las consecuencias de ese hecho fueron grandes, ya que la postura vertical liberó a las manos de la
función locomotriz, permitiendo incrementar su capacidad manipuladora. Con el paso del tiempo, la
nueva especie realizó un hallazgo crucial: el instrumento. Al principio, los homínidos utilizarían
instrumental mente los objetos tal y como los encontrasen en la naturaleza: palos, piedras, etc. Pero
finalmente terminarían por aprender a fabricar utensilios.

3.2. Útiles y cerebro.


La relación entre los útiles y el cerebro sigue siendo objeto de polémicas. Según ciertas hipótesis
clásicas, la elaboración de instrumentos fue el hecho que propició la expansión del cerebro humano.
Pero en los últimos tiempos parecen proliferar las hipótesis contrarias, a saber, que el crecimiento del
cerebro en relación con el tamaño corporal precedió a la aparición de los útiles
Se ha afirmado que el volumen del cerebro se halla vinculado al modo de alimentación, ya que existe
relación entre el tamaño cerebral y la energía necesaria para su desarrollo y funcionamiento. Así se
explicaría que las especies que se alimentan de hojas posean menor volumen cerebral que aquellas
otras que comen frutos.
Ciertos autores, por el contrario, achacan el incremento del cerebro a la conducta social: los primates
que vivían en grupos sociales amplios desarrollaron cerebros mayores.
Otros cambios evolutivos muy importantes se produjeron en la dentición y la estructura de la
mandíbula, en la columna vertical y la posición de la cabeza, en el desarrollo de la capacidad visual
adaptada a la nueva posición erguida, en la introducción de la carne en la dieta alimentaria, etc. Todos
estos cambios permitieron a los ancestros humanos una gran movilidad geográfica, lo que posibilitó la
emigración de la nueva especie hacia otras zonas, diversificándose así sus características raciales como
fruto de las diferentes condiciones ambientales a las que tuvo que adaptarse.

3.3. El árbol filogenético.


La moderna biología molecular ha desarrollado métodos para comparar la estructura genética de los
distintos organismos. De esa forma, se puede estudiar la filogenia (es decir, el origen y desarrollo de las
especies), con el objeto de construir el árbol filogenético, donde se establecen las relaciones de
parentesco entre ellas. Dicho árbol comienza con un tronco común para todos los organismos vivos,
que se subdivide en ramas a medida que surgen nuevas especies.
Aunque no haya acuerdo definitivo sobre las cifras temporales, hoy sabemos que hace
aproximadamente 50 millones de años la evolución de los monos se ramificó en dos direcciones como
consecuencia de la separación de los continentes: los del Nuevo y el Viejo Mundo. De esos últimos
provienen los homínidos. La postrera divergencia se produjo entre el gorila el chimpancé y el ser
humano. La distancia genética que separa a estos dos últimos es menor que la que existe entre los
humanos y los gorilas. los especialistas discuten la fecha exacta de la ramificación entre los monos
antropomorfos y nuestra especie sin llegar a un acuerdo final; las cifras oscilan entre cinco y diez
millones de años. Cuando Darwin, en El Origen del hombre, extendió sus ideas evolutivas al ser
humano, hubo muchos críticos que esgrimieron la necesidad de hallar restos de especies intermedias
entre simios y humanos para aceptar la teoría. El famoso eslabón perdido no tardó en aparecer en forma
de fósiles.
De manera global, se distinguen las siguientes especies intermedias:
- Australopithecus, un homínido quevivió hace 3-3,5 millones de años aproximadamente, y que
poseía una capacidad craneana de entre 300 y 450 c.c.

- Homo habilis, con un significativo aumento de la cavidad craneal, superior ya a los 600 c.c.
Existió hace 2 millones de años. La aparición de útiles de piedra en el registro arqueológico es
contemporánea a esta especie.

-Homo erectus, alrededor de un millón de años y con una capacidad craneal media cercana a los
1.000 c.c. Había incorporado definitivamente la carne a su dieta alimentaria, obtenida mediante
la actividad organizada de la caza.

Las transformaciones evolutivas que condujeron a la aparición del Homo Sapiens (cerebro alrededor de
1.400 c.c.) comenzarían hace 500.000 años. De esa especie provenimos humanos actuales, aunque en la
clasificación taxonómica se nos incluya en una subdivisión especial, la de Homo sapiens sapiens, para
diferenciarnos de un grupo más primitivo extinguido ya hace 40.000 años, el Horno sapiens
neanderthalensis
Nuestra especie, la última y la única aún existente del linaje de los homínidos, apareció hace apenas
125.000 años.

4.- LOS PROCESOS DE LA HOMINIZACIÓN.

No existe acuerdo generalizado sobre la sucesión de los pasos esenciales que condujeron desde los
homínidos al ser humano. La discusión se centra básicamente sobre cuál fue la causa primera que forzó
el proceso de hominización. Los antropólogos suponen varias: el aumento del cerebro, la postura
bípeda, el lenguaje, el inicio de la socialización ...
La discusión se mantiene en el terreno hipotético, puesto que el registro fósil, como es obvio, no
aporta información suficiente sobre aspectos como la aparición de la sintaxis o el desarrollo neuronal
alcanzado por los homínidos.
Por ello, algunos autores han propuesto integrar en un solo modelo las relaciones entre los elementos
biológicos, ecológicos y culturales implicados en la hominización. Así Bielicki, señala los siguientes:
a) Postura y locomoción erecta.
b) Expansión del cerebro.
c) Receptivídad sexual no cíclica de la hembra.
d) Retraso de la ontogenia (desarrollo embrionario).
e) Caza organizada.
f) Fabricación de instrumentos.
g) Comunicación simbólica.
h) Organización social preagrícola.
El registro fósil nos proporciona ciertos datos útiles para la descripción de las etapas
hominizadoras. Así, por ejemplo, mientras el Australopithecus apenas presenta signo alguno de
culturización, con la aparición del género Homo surgen ya la actividad instrumental y el inicio,
aún incipiente, de la caza. Hay que esperar al periodo del Homo erectus para hallar signos evidentes de
una socialización arcaicamente estructurada: actividad cazadora sistemática y grupal, uso del fuego,
celebración de ceremonias rituales que implican el uso de símbolos...
Finalmente, la hominización dio paso a la humanización con el auge del Homo sapiens, quien
sentó las bases culturales sobre las que habría de apoyarse el ser humano moderno: división del trabajo,
dominio de la técnica, economía de subsistencia, uso pleno del lenguaje y desarrollo del arte y de un
sistema de creencias.
De forma sintética, y sin atender a controversias academicistas, podemos escenificar la
evolución del psiquismo de la siguiente manera:

“Debido a la selección natural se perpetúan variaciones adaptativas en algunos primates, tales como la
postura erecta y el aumento cerebral. El azar o el incremento de las capacidades manuales modifican la
conducta de esos seres cuando comienzan a utilizar algunos objetos como instrumentos, aún de forma
rudimentaria. Simultáneamente se desarrolla la señalización fónica y gestual, surgiendo así la
capacidad lingüística de unir sonidos y frases. Con la inclusión de la carne en la dieta alimentaria,
aumentan las energías disponibles para los individuos, lo que influye, a su vez, en un incremento
cerebral por el mayor aporte energético que éste necesita para el desarrollo de sus funciones. El
alargamiento de la ontogénesis y el cuidado de los padres hacia los hijos, ya que su estrategia
reproductiva consiste en tener pocas crías que puedan ser bien alimentadas, aumentan el período y la
complejidad del aprendizaje, así como la estabilidad de la familia. La dependencia de los hijos con
respecto a las madres favorece una división del trabajo en la que el hombre ejecuta básicamente una
actividad cazadora y la mujer, junto con los niños, recolecta frutos y semillas que traslada a una
vivienda en común.
Esto crea una fuerte interdependencia económica y comunitaria que genera un proceso selectivo
a favor de la socialización y la comunicación cultural. El auge de la técnica y la necesidad de garantizar
más adecuadamente la supervivencia impulsan la organización en grupo de los cazadores y la creación
de comunidades más amplias. Aparecen así las arcanas formas de organización política y los primitivos
sistemas de creencias míticas-simbólicas.
Con la aparición del pensamiento, el ser humano logró sustraerse a los rígidos patrones de la
selección natural, puesto que pudo intervenir en la previsión y modificación de los procesos naturales.
Esa capacidad llevó a nuestra especie a evolucionar básicamente mediante un proceso de selección
cultural. Con el desarrollo de la ciencia y la técnica ha alcanzado incluso la posibilidad de manipular la
estructura genética del ADN. Las perspectivas científicas que abre la biología molecular son realmente
extraordinarias, pero ya se han alzado voces contra los peligros potenciales que encierra un uso
indiscriminado de la misma, pidiendo un código ético universal que regule las nuevas tecnologías
genéticas.

5. IMPLICACIONES PARA LA PSICOLOGÍA.

La teoría evolutiva explica la consecución de determinadas características morfológicas y


fisiológicas a través de la información contenida en los genes,, pero también, aunque nos resulte difícil
de imaginar, determinadas facetas del comportamiento están en buena parte codificadas y se transmiten
de generación en generación por medio de la molécula de ADN de los cromosomas.
Una vez reconocido que el hombre es producto de la evolución biológica, es necesario admitir,
y está corroborado experimentalmente, que algunos comportamientos humanos se heredan e incluso se
pueden encontrar antecedentes de los mismos en otras especies de la escala biológica, especialmente en
primates.

Por otra parte, es importante conocer cómo los fenómenos biológicos son la base de los
psicológicos, pues la conducta se apoya en el funcionamiento del sistema nervioso central. La
neurofisiología tiene estrechas conexiones con la psicología y cualquier modificación biológica del
organismo tiene repercusiones en el ámbito psicológico, ya sea de forma directa o indirecta. Como, a su
vez, el sistema nervioso se forma a partir de la información transmitida por los genes, podemos deducir
claramente la relación entre la herencia y el comportamiento.
6. LA CONDUCTA DE LOS ANIMALES

Cuando la teoría de la evolución mostró nuestro parentesco con los animales, aumentó el interés
por conocer su comportamiento y compararlo con el nuestro. ¿Cuánto hay de animal en nosotros?
Cuando observamos metódicamente el modo en que los animales resuelven los problemas,
solemos sorprendernos y preguntarnos hasta qué punto son inteligentes. En la antigüedad se adoptó el
punto de vista de que las bestias actúan por instinto, mientras que los seres humanos lo hacemos
mediante la razón. Por eso se definía al hombre como "animal racional", considerando esta
característica como exclusiva de los humanos.
Pero la teoría de la evolución hizo pensar a algunos autores que, en el fondo, somos unos
animales más. Estos autores creyeron que resolvemos los problemas utilizando unos instintos muy
refinados o bien que los animales también tienen inteligencia, aunque no esté aún suficientemente
desarrollada. Pensaron, incluso, que si dejásemos pasar el tiempo suficiente, casi todas las especies
podrían alcanzar un nivel mental similar al nuestro.
La manera más adecuada de saber cuánto hay de razonamiento inteligente en los animales y
cuánto de instinto en nosotros consiste en estudiar el comportamiento animal y el humano: a ello se
dedica la Psicología comparada.
Una de las ventajas que proporcionaba la nueva disciplina era la mayor facilidad de
experimentación, puesto que abordaba investigaciones sobre la conducta y el cerebro en situaciones de
laboratorio; experimentos que, por motivos éticos, no podían plantearse con seres humanos como
cobayas. El auge de la Psicología comparada fue creciendo paulatinamente, alcanzando su máximo
desarrollo con el Conductismo, movimiento psicológico cuyos más famosos representantes fueron
Pavlov en Rusia y Skinner en Estados Unidos.
Por otra parte, los zoólogos perfeccionaron también sus técnicas de investigación, pasando de
una zoología puramente descriptiva y clasificatoria a otra mucho más moderna donde ya se incorporaba
el método experimental. Surgió así la Etología o ciencia que estudia el comportamiento de los animales
en relación con su medio ambiente, sobre todo, en lo relativo a las conductas innatas de las distintas
especies. Se considera a Lorenz y a Tinbergen como los dos grandes creadores de la nueva ciencia.

7. PAUTAS INNATAS Y PAUTAS APRENDIDAS EN LA CONDUCTA.

El estudio metódico de la conducta animal ha conducido a hacer una clasificación bastante


elemental: hay algunos comportamientos que son innatos y otros que han sido adquiridos mediante el
aprendizaje. Los primeros se encuentran, por decirlo de alguna manera, inscritos en los genes, de modo
que cuando un animal se encuentra en disposición de manifestarlos lo hará independientemente de las
circunstancias en las que se haya desarrollado. Se trata de respuestas fijas a ciertos estímulos. Frente a
las pautas innatas, encontramos otras que son menos rígidas, que son aprendidas por algunos individuos
y que no se dan en otros de la misma especie. Son comportamientos plásticos o flexibles.

7.1. La polémica sobre el innatismo.


El debate sobre lo innato y lo aprendido en la conducta de los organismos provocó grandes
polémicas entre los especialistas en Psicofisiología. Gran parte de la controversia se debía al
significado incorrecto que muchos autores otorgaban al término innato. Igualmente las posturas
extremas de atribuir exclusivamente a los genes o al medio ambiente la determinación de ciertas
conductas llevaba a enfrentamientos radicales. Los avances en la investigación científica permitieron
clarificar y unificar criterios.
Hoy en día se acepta mayoritariamente que todas las pautas de conducta, y también las
características fisiológicas de los organismos, son el resultado de una interacción entre el código
genético y el medio ambiente en el que se desarrollan los seres vivos. Por lo tanto, podemos afirmar
que en cualquier pauta de conducta existen simultáneamente componentes innatos y componentes
adquiridos. Así, por ejemplo, un niño aprenderá una u otra lengua según sea el medio ambiente en el
que crezca, pero para realizar esa tarea necesita ciertas estructuras cerebrales innatas que predisponen
al niño a la comprensión de cualquier lengua.

7. 2. Significado de innato.
Conviene aclarar, pues, el significado del término innato. Con él no se quiere expresar una
conducta que no recibe influencias del medio ambiente, sino aquella otra que se da sin haber poseído
una experiencia previa. Para ilustrarlo, veamos el conocido experimento realizado por Tinbergen con
peces espinosos: Tomó un macho y lo privó desde su nacimiento de cualquier experiencia con otros
animales de su especie; al cabo de un tiempo introdujo en la pecera a otro macho. La reacción del pez
fue inmediata: atacó al intruso, a pesar de que era la primera vez que observaba un pez espinoso.
Cuando se le introdujo una hembra, la cortejó. Puesto que dichas conductas no podían haber sido
aprendidas por el individuo, ya que no había poseído experiencias anteriores similares, era necesario
concluir su carácter innato. Posteriormente, Tinbergen demostraría que los estímulos que activaban la
conducta innata del pez espinoso consistían en los esquemas de mostrar agresividad ante la presencia
de vientres rojos (rasgo fisiológico que caracteriza a los machos) y cortejo sexual ante los vientres
abultados de las hembras.)
Las pautas innatas del comportamiento implican la existencia de conexiones fijas dentro del
sistema nervioso. Además, cuando hablamos de conductas innatas expresamos que todos los individuos
de una misma especie reproducen esas pautas fijas de comportamiento ante la presencia de
determinados estímulos. Diferenciamos este tipo de conducta del comportamiento estrictamente
aprendido, esto es, del que no es común a la totalidad de la especie, ya que ha surgido como fruto de las
experiencias individuales de un ser en concreto.
Las conductas innatas no han existido desde siempre en cada una de las especies, sino que han
aparecido a lo largo del proceso filogenético: son el resultado de la evolución y se han perpetuado por
el mecanismo de la selección natural. Así, cada especie se distingue tanto por unas características
fisiológicas propias como por unos comportamientos innatos específicos.

7.3. Distinción entre innato y propio de la especie.


Decimos que un comportamiento es propio de una especie cuando dicho comportamiento se
observa en la práctica totalidad de individuos que pertenecen a ella. Pero ese hecho no quiere decir
necesariamente que tal conducta sea innata, puesto que en parte puede obedecer a la influencia de algún
tipo de aprendizaje. Así, todos los seres humanos (si no tienen lesiones orgánicas que lo impidan)
pueden hablar una lengua. Pero para hacerlo necesitan oír a otros seres humanos. En caso contrario,
poseerán las estructuras innatas que posibilitan el habla, pero serán incapaces de desarrollarla por
carecer de un referente al que imitar.
Desde esa perspectiva, cada especie posee unos esquemas innatos que hacen posible su
supervivencia dentro de un medio ambiente restringido. Sobre esa base, se despliegan las conductas
individuales: guiadas por un programa genético, pero inmersas en procesos diferenciadores
(aprendizajes concretos, influencia de un medio ambiente específico, o de la cultura en el caso de los
seres humanos, etc; es decir, de conductas adquiridas), llevan a un individuo a distinguirse
completamente de los demás miembros de la especie.

7.4. La necesidad del aprendizaje.


Si los organismos sólo tuviesen mecanismos innatos de respuesta poseerían graves problemas
para adaptarse al medio ambiente. En efecto, el medio externo que rodea a un individuo no es algo
uniforme; al contrario, se halla compuesto por una multitud prácticamente ilimitada de acontecimientos
diferentes y, en ocasiones, totalmente novedosos para los organismos. Al ser altamente cambiante el
medio, resulta necesario habilitar continuos y originales mecanismos de adaptación. Por lo tanto, un
sistema exclusivo de respuestas fijas resultaría totalmente perjudicial, porque no permitiría programar
conductas de anticipación a los acontecimientos ni interpretar correctamente los datos del mundo
exterior.
De ahí que las especies hayan desarrollado, a lo largo de la filogenia, una solución: el aprendizaje.
Probablemente, los primeros seres vivos poseían exclusivamente un sistema de respuestas fijas. Con el
paso de los milenios fueron evolucionando, dando lugar a otros organismos que ya incluían, entre sus
sistemas de respuesta, la capacidad de aprender mediante la relación con el medio ambiente. Cuando
más nos elevamos en la escala evolutiva de las especies, mayor resulta su capacidad de aprendizaje y
menor su dependencia con respecto a los comportamientos heredados.

7.5. Reflejos o instintos.


Aunque no existe unanimidad a la hora de catalogar qué conductas deben considerarse innatas,
los psicofisiólogos suelen otorgar esta denominación a los reflejos y a los instintos. Unos y otros son
pautas fijas de comportamiento ante ciertos estímulos del medio ambiente. Como ya dijimos, dichas
pautas no provienen de experiencias o aprendizajes previos, sino de conexiones fijas del sistema
nervioso, seleccionadas a lo largo de la filogenia.
Se denomina arco reflejo a la más elemental de las conexiones nerviosas: la que vincula una neurona
sensorial (aferente) con una neurona motora (eferente). Por ejemplo, un estímulo del medio externo (la
llama de una vela) es captado por los receptores sensoriales (los que se hallan en la piel del dedo).
Dicho estímulo se transforma en un impulso nervioso de excitación que, a través de las vías sensitivas o
aferentes, llega hasta la médula espinal, donde se produce una sinapsis entre las neuronas sensitiva y
motora. Ello provoca que el impulso nervioso descienda por las vías eferentes hasta provocar la
respuesta de los músculos o las glándulas (la retirada del dedo).
Sin embargo, habitualmente se emplea la palabra reflejo para designar asociaciones neuronales más
complejas, que activan respuestas automáticas ante la presencia de determinados estímulos (p.e., el
parpadeo o la succión de los recién nacidos). Los reflejos constituyen una asociación
estímulo-respuesta innata, involuntaria, predecible, universal y prácticamente invariable.
El instinto o los instintos son mecanismos más evolucionados que los reflejos. Sus funciones
esenciales se relacionan con la conservación y supervivencia del individuo o de la especie, mediante la
regulación de actividades tales como la alimentación, la reproducción, la agresión, el mantenimiento de
las crías, el cortejo sexual, etc.

8. CONDUCTAS INNATAS EN EL HOMBRE

Muchas de las ciencias humanas se basan, todavía hoy, en que el ser humano llega al mundo como una
hoja en blanco y que sólo a través
del aprendizaje adquiere sus comportamientos típicos. En este postulado se basan algunas escuelas
sociológicas y pedagógicas, que estiman que a través de una educación concreta se pueden conseguir
personas con unas determinadas características.

Pero la realidad es que en los animales y en el hombre, como ha demostrado repetidamente el estudio
comparado del comportamiento, existen preprogramaciones comunes a todos los individuos de una
especie. Incluso en el aprendizaje tenemos capacidades innatas para aprender lo oportuno en el
momento necesario (no aprendemos con igual facilidad todo), adaptándonos a las diferentes
situaciones. El ser humano tiene una capacidad especial para aprender a hablar durante los primeros
años de su vida. Existen unos períodos sensibles en los que se adquieren y graban ciertas conductas
básicas.
El hombre tiene bastantes más comportamientos innatos que los supuestos por los psicólogos
(conductistas). A partir de la observación de niños sordos y ciegos de nacimiento, se ha demostrado que
son innatos el reflejo de succión, la sonrisa, el llanto, la expresión de ira, etc., y en los adultos existen
comportamientos, como la risa y el saludo, que son comunes a todos los pueblos y razas de la Tierra:
en todas las culturas, al saludar amistosamente, sonríen y elevan las cejas con un rápido movimiento.

8.1. LA AGRESIVIDAD.

Al principio, la agresividad pudo nacer por la necesidad de defensa de un territorio (para obtener el
alimento necesario, las hembras para criar, etc.). En los ratones surge como un mecanismo de control
de la descendencia para no agotar los recursos vitales en situaciones de superpoblación. De esta manera
habría tenido su función adaptativa, y aún hoy la sigue teniendo, en la mayoría de las especies. Pero
hay comportamientos que pudieron ser adaptativos en un momento de la historia humana y que han
dejado de serlo por el desarrollo cultural, permaneciendo como residuos históricos. Recordemos que
anatómicamente también conservamos algunos “residuos del pasado”, como el apéndice vermiforme,
del que todavía no se sabe su función.
Freud y Lorenz han señalado la espontaneidad de la agresión y han postulado la hipótesis de un
instinto agresivo innato. El comportamiento agresivo no se desencadenaría simplemente por
determinados estímulos, sino que funcionaria como un mecanismo interno que les impulsa a ello: los
animales que no pueden pelear durante mucho tiempo, cada vez están más dispuestos a hacerlo. Es
como si la agresividad se acumulara en ausencia de posibilidades para descargarla.

El ser humano ha buscado desde siempre medios para descargar su agresividad de forma inocua:
duelos deportivos, juegos de guerra, etc. Pero en ocasiones renace la pulsión agresiva a raíz de lo que
únicamente debería ser un espectáculo (pensar, por ejemplo, en los desperfectos y violencia provocados
por los hinchas de un equipo de fútbol tras un fracaso en los resultados). También existen antagonistas
naturales de la agresión, como la formación de vínculos, la socialización, la ayuda mutua o el
altruismo.

Los demagogos de todas las épocas han sabido manipular las fuertes emociones que produce la
amenaza al grupo al que se pertenece, utilizando este entusiasmo (muchedumbres enfervorizadas) para
conseguir sus propios fines. Parece que la violencia tiene en el hombre algunos componentes innatos,
pero puede ser favorecida, enmascarada o redirigida por la educación y el ambiente. No faltan autores
que postulan que, en la sociedad actual, la agresividad sirve como acicate para el fomento de la
competitividad y que, si se encauza, puede servir al bien común de la civilización actual, e incluso es
necesaria para su progreso.

Eibl-Eibesfeldt, seguidor de Konrad Lorenz, que ha estudiado el comportamiento humano en tribus y


civilizaciones de todo el mundo, cree que incluso en los pueblos “pacíficos por naturaleza,” existe una
pulsión agresiva, presente pero ritualizada de diferentes maneras.
La ritualización se produce cuando una pauta de comportamiento va perdiendo su finalidad primordial
para quedar reducida a una acción puramente simbólica: en algunas aves, el macho ofrece comida a la
hembra como parte del cortejo, simulando la alimentación paterna de las crías.
EJERCICIOS: TEMA 2

Nº 1.- Comenta el siguiente texto, a partir de las preguntas planteadas:

“Dado que se producen más individuos que los que pueden sobrevivir tiene que haber en cada caso
una lucha por la existencia, ya sea de un individuo con otro de su misma especie o con individuos de
especies distintas, ya sea con las condiciones físicas de la vida (...). Viendo que indudablemente se
han presentado variaciones
útiles al hombre, ¿puede acaso dudarse que de la misma manera aparezcan otras que sean útiles a los
organismos mismos, en su grande y compleja batalla por la vida, en el transcurso de las
generaciones? Sí esto ocurre, ¿podemos dudar -recordando que nacen muchos más individuos de los
que acaso pueden sobrevivir- que los individuos que tienen ventaja, por ligera que sea, sobre otros
tendrán más probabilidades de sobrevivir y reproducir su especie? Y al contrario, podemos estar
seguros de que toda variación perjudicial, por poco que lo sea, será rigurosamente eliminada. Esta
conservación de las diferencias y variaciones favorables de los individuos y la destrucción de las que
son perjudiciales es lo que yo he llamado selección natural”'
Darwin, Ch.: El origen de las
especies

1. Explica, a partir del texto, qué es la selección natural para Darwin.

2. Define los siguientes conceptos: “lucha por la existencia", "especie" y “variaciones biológicas".

2. Realiza una valoración crítica del texto, destacando la importancia histórica que tuvo para la ciencia
el concepto de selección natural.

Nº 2.- Realiza un comentario sobre los siguientes textos del libro “El gen egoísta” de Richard Dawkins.
Dicho autor se caracteriza por una interpretación, polémica del neodarwinismo.

- Defenderé la tesis de que la unidad fundamental de selección, y por tanto del egoísmo, no es la
especie ni el grupo, ni siquiera estrictamente hablando, el individuo. Es el gen, la unidad de la
herencia.

- Nosotros somos máquinas de supervivencia, pero nosotros no implica solamente a las personas.
Abarca a todos los animales, plantas, bacterias y virus (...) Los diferentes tipos de máquinas de
supervivencia presentan una apariencia muy variada tanto en el aspecto exterior en como sus
órganos internos (...). Sin embargo, en su química fundamental son casi uniformes, y, en especial,
en lo que se refiere a los replicadores que portan, los genes, son básicamente el mismo tipo de
moléculas para todos nosotros, desde las bacterias a los elefantes.'

- Empleo la palabra gen para designar a una unidad genética que es bastante pequeña para durar
un gran número de generaciones y para ser distribuida y esparcida en forma de muchas copias.

- Otro aspecto de la peculiaridad del gen es que no se vuelve senil; no es más probable que muera
cuando tiene un millón de años que cuando sólo tiene cien. Salta de un cuerpo a otro a través de
las generaciones, manipulando un cuerpo tras otro de acuerdo a sus propias maneras y según sus
propios fines, y abandona una sucesión de cuerpos mortales antes de que se hundan en la senilidad
y en la muerte.
- Los genes son los inmortales, o más bien, son definidos como entidades genéticas que casi merecen
esta calificación. Nosotros, las máquinas individuales de supervivencia en el mundo, podemos
esperar una vida que se prolongue una cuantas décadas. Pero los genes tienen en el mundo una
expectativa de vida que debe ser medida no en términos de décadas sino en miles y millones de
años."

Nº 3.- Después de la secuencia de “Odisea 2001”, contesta a estas preguntas:

a) ¿Pudo suceder realmente así el inicio de la hominización? ¿Qué dice las teorías clásicas de
la evolución al respecto?

b) ¿Por qué tuvo tanta importancia, según las hipótesis evolutivas, la aparición del instrumento
para el desarrollo psiquico del cerebro humano?

c) ¿Cómo cabe interpretar 1a e1ipsis de1 hueso y 1a nave espacial? Proponer posibles
interpretaciones.

d) La competencia por el dominio de la charca, ¿puede interpretarse como un primer gesto de


egoísmo en el incipiente ser humano? ¿Qué dice la teoría evolutiva sobre el egoísmo?.

Nº 4.- Lee el texto con detenimiento y contesta a las preguntas.

La teoría de la evolución parece hoy día la interpretación más racional de la génesis biológica.
Aunque el postulado evolucionista -todos los seres vivos están ligados por la herencia- es
experimentalmente indemostrable, la acumulación científica de datos observada en su favor -Paleon-
tología, Anatomía comparada de los seres vivos y otras formas ya extintas, desarrollo embrionario en
diversas especies vegetales y animales- hace que en la actualidad se imponga la validez de tal hipótesis
y se acepte como un hecho el proceso de la evolución.
Su mecanismo, sin embargo, está aún muy lejos de una total aceptación científica: aunque no se
conoce con exactitud, la tendencia dominante se basa en la explicación causal dada por Darwin -la
selección natural de la variabilidad hereditaria-, aplicada a las variaciones bruscas o mutaciones. Nos
encontramos ante dos antinomias: de una parte, la infidelidad de las mutaciones, de los errores
genéticos, de los cambios implícitos en la naturaleza viva; de otra, el proceso de selección natural, que
intenta corregir ese exceso de infidelidad no aceptando aquellos cambios deletéreos no adecuados para
la vida. Se puede decir, por tanto, que la evolución es el resultado de los cambios producidos por
variabilidad genética a través de largos períodos de tiempo, y que la variabilidad genética es
precisamente la base del proceso evolutivo.
Aunque no parece que sea posible resolver muchas de las actuales «lagunas» mediante una
metodología experimental, lo más importante es su valor heurístico: sirve para ordenar y poner en
perspectiva una ingente variedad de fenómenos biológicos; es la primera teoría unitaria en biología,
convirtiéndose hoy en día en un marco de interpretación de todas las ciencias naturales, y también de la
Psicología.
Interés especial tendrá el tema sobre la evolución de la conducta, pues la teoría de la evolución
ha facilitado la explicación de la función de la conducta y de sus mecanismos en la supervivencia y
reproducción de las especies. La moderna teoría sintética de la evolución puede enriquecer a los
psicólogos como fuente de ideas explicativas sobre conductas no fácilmente explicables por las
actuales teorías psicológicas. Una perspectiva evolutiva, al enfocarse sobre los mecanismos que han ido
permitiendo a los organismos adaptarse a las condiciones ambientales variantes, puede aportar insights
sobre el análisis de la naturaleza humana, integrando los costes y los beneficios del aprendizaje sobre el
pensamiento, aclarando el origen y desarrollo de las diferencias sexuales y atendiendo a la interacción
entre el desarrollo comportamental y sus posibles intervenciones ambientales.
Un resumen de lo conocido sobre las formas y el origen de las distintas conductas en diversas
especies permitirá ver si hay suficiente consistencia en las conductas y en sus mecanismos a lo largo de
las especies existentes como para poder concluir algo sobre los fundamentos biológicos de la
Psicología humana. El comportamiento humano sería fruto de un largo proceso evolutivo que va
desarrollando el Sistema Nervioso con comportamientos cada vez más complejos. De ahí que quien
esté interesado en la perspectiva biológica del comportamiento humano procure estudiar aquellos
comportamientos similares «producidos» por estructuras nerviosas semejantes, comunes a distintas
especies de mamíferos.
Por ejemplo, las emociones, el sueño, los ensoñamientos, las respuestas al estrés, algunos aspectos de la
sexualidad, pueden explicarse por mecanismos neuroendocrinos fundamentalmente similares en gatos,
monos y humanos. Más aún, algunos otros aspectos comportamentales, considerados como
«típicamente humanos», como la capacidad de ciertas células de la corteza visual para reconocer
algunas características del rostro humano, también se han detectado en otras especies; por ejemplo, se
ha descubierto que tanto en el cerebro humano como en el del mono, o incluso en el de una oveja, hay
algunas neuronas capaces de distinguir entre un rostro conocido y otro desconocido, entre una
expresión amistosa y una amenazante.

(Martin, J.: Fundamentos biológicos de la educación: lavida. Madríd. Ed. Playor, 1996, págs. 102-103.)

1. ¿Por qué ha sido relevante el hecho de la evolución para la Psicología?

2.¿Qué pruebas taxonómicas, anatómicas, paleontológicas y embriológicas aportan hechos para


explicar la evolución de los seres vivos?

3. Realiza un cuadro comparativo sobre las semejanzas y diferencias entre las explicaciones dadas por
Lamarck y Darwin respecto a la evolución de las especies.

4. ¿Por qué posibles causas y mecanismos pudo aparecer la inteligencia como característica distintiva
de la especie humana?

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