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CAPÍTULO
11
RECUERDO ANATÓMICO cisa o por otra parte fuerte (pero en este caso con una posición
espacial de la muñeca limitada).
Un capítulo sobre la anatomía de la mano podría suponer Los gestos finos se caracterizan por colocar previamente a
por sí mismo un solo libro. Desgraciadamente, el método Pi- la muñeca en flexión cubital o en extensión radial, además de
lates (como ya se ha dicho) es poco activo y efectivo en las la orientación en pronosupinación. Para la presa digital, los
articulaciones distales, por lo que, aunque existen técnicas de músculos dominantes suelen ser los extrínsecos (lo que impone
terapia ocupacional muy valiosas, Pilates también tiene sus a la muñeca una extensión radial), pero cuando se utilizan los
ejercicios, o mejor aún, sus conceptos de movimiento, que pulpejos de los dedos funcionan preferentemente los músculos
pueden ayudar mucho a conseguir una auténtica rehabilitación intrínsecos, con la muñeca en flexión cubital.
funcional. Y para ello destacamos algunos aspectos en este Los movimientos de fuerza exigen que la muñeca se man-
breve recuerdo anatómico. tenga en una posición de referencia con una extensión de 30o
La mano no se reduce a una entidad anatómica, sino que de los metacarpianos en relación al eje del antebrazo.
está fuertemente integrada en las actividades humanas más so- Los ejercicios Pilates deben tener en cuenta estos aspectos
fisticadas. Por ello, no pueden reeducarse de la misma manera para conseguir una buena rehabilitación funcional.
las manos de una persona que ejerce una profesión poco ma-
nual (futbolista, locutor) que, por ejemplo, las de un pianista.
No me resisto a trascribir un brevísima parte del excelente REHABILITACIÓN CON PILATES:
capítulo del libro “Biomecánica funcional” de Michel Dufour PATRONES DE EJERCICIO
y Michel Pillou sobre la muñeca. Entre muchas otras cosas
dice así: Desde el punto de vista de la rehabilitación con ejercicios
· Existen dos manos: una dominante y otra no. La mano do- del entorno Pilates, tenemos que decir que la muñeca es la
minante suele ser la derecha (80%), pero la mayoría de los articulación con menos repertorio de todas.
individuos no son diestros puros, sino que son ambidiestros. Son muchos los ejercicios Pilates para otras articulaciones
· Existen dos manos: una palmar y otra dorsal: la mano pal- y que implican un apoyo de las muñecas en carga, pero para
mar es la mano funcional que asegura el apoyo, llevar ob- rehabilitar la muñeca después de una inmovilización prolon-
jetos o la sujeción, si bien hace falta poco para impedir el gada o por otras patologías, las fases son básicamente dos: una
trabajo a este nivel. La dorsal es la mano social; por ello, es primera fase de movilización pasiva o asistida y una fase de for-
el lado de las joyas, del pintauñas y del besamanos. Una talecimiento, por lo que entre los numerosos ejercicios de Pi-
herida en la mano dorsal no molesta desde el punto de vista lates apenas encontramos modelos de movimiento que incidan
funcional, pero puede ser muy incómoda a nivel estético. específicamente en la muñeca. Han sido varios los maestros de
· Existen dos manos: una cubital y una radial. La primera es Pilates que han propuesto ejercicios para las muñecas y las ma-
la mano de la fuerza, la de los golpes con el filo de la mano, nos, pero eso no quiere decir que sean ejercicios Pilates, pues
y la segunda es la mano de la finura, que asegura las suje- en cualquier manual de rehabilitación o de terapia ocupacional
ciones de precisión. podemos encontrar infinitamente más posibilidades.
Nosotros nos vamos a ceñir a las acciones cinesiológicas en
el entorno Pilates que utilizamos para la rehabilitación en pro-
La muñeca suele tener poco aguante a la presión, por lo que, al
principio y siempre que haya patología, conviene fortalecerlas sin
blemas de muñeca y mano, dejando de lado otros usos de los
carga. Poco a poco, en base al entrenamiento, las muñecas van implementos que entrarían en el campo de otras técnicas, pero
siendo más estables y fuertes. Por eso, en ausencia de patología, no de Pilates.
hay que estimular al paciente a que se apoye en las muñecas en
períodos de tiempo cortos pero repetidos.
Movilización
El complejo articular de la muñeca y la mano está organi- La mayoría de las patologías de la muñeca y la mano tienen
zado pensando en la prensión, que puede ser o bien fina y pre- un tratamiento médico y fisioterápico previo que constituye
368 PARTE ESPECIAL
A B
Movilización pasiva o asistida en flexión articular podemos conseguir facilitar la movilidad en prona-
o en extensión de la muñeca en el cilindro ción y en supinación, flexión y extensión (Fig. 11-3).
A B
Entre el gran número de lesiones podemos destacar por su utilizan férulas en lugar de yeso, debido al riesgo sobre la circu-
mayor frecuencia tres de ellas: esguince de muñeca, fracturas lación periférica de éstas últimas.
de cúbito y radio, en el antebrazo y en la muñeca, y síndrome Es importante la movilización activa de los dedos, el codo
del túnel del carpo, que abordamos dentro del apartado global y el hombro durante el tiempo que dure la inmovilización
de síndromes canaliculares del miembro superior. (unas 4 a 7 semanas).
Otras fracturas pueden afectar a las diáfisis del radio y/o
Esguince de muñeca cúbito, y suelen requerir un tratamiento de osteosíntesis en
placa, o con enclavado medular con agujas de Kirschner.
Es muy frecuente, aunque el resultado es diferente en fun- Otras patologías quirúrgicas, como las fracturas del esca-
ción del mecanismo de producción. Eso no varía el trata- foides o de los metacarpianos, también requieren inmoviliza-
miento, aunque sí el tiempo de evolución. ción (poscirugía o no).
Dolor e inflamación. Dificultad para la movilización de la Durante la inmovilización (unos 45 días) se realizan ejer-
muñeca. Hay que descartar la presencia de fractura. cicios de manos, codos y hombros, masaje y otras medidas para
mantener activada la musculatura. Pero, salvo en el caso del
hombro, en las demás articulaciones del miembro superior se
Tratamiento
trata de suaves pero repetidas contracciones isométricas. El
En un esguince de 1.°-2.° grado hay que inmovilizar du- hombro podemos movilizarlo activamente en flexión y exten-
rante 6 semanas (mes y medio) u 8 semanas si hay operación sión, en abducción, y en rotación interna y externa; el propio
(3.er grado). peso de la férula o escayola supone una carga suficiente para
Los ejercicios consisten en ayudar a movilizar la articula- mantener fortalecida la musculatura.
ción, lo que se consigue mejor con implementos, y cuando el
rango de movimiento no sea ya doloroso, intentar a la vez el Fase II: movilización articular
reentrenamiento propioceptivo y el fortalecimiento. Para ello
utilizamos ejercicios asistidos hasta recuperar un rango sin do- Es cuando podemos comenzar a aplicar Pilates, una vez eli-
lor suficiente en todos los planos. Luego incluiremos aumentos minada la escayola o la férula. El objetivo es conseguir un
progresivos de la fuerza a desarrollar. rango de movimiento articular “subtotal”, para, a continua-
ción, iniciar progresivamente el apoyo. Hay que tener mucho
cuidado con la pronosupinación, cuando el radio se desplaza
Fracturas y luxaciones del antebrazo
sobre el cúbito, ya que puede modificar la línea fracturaria.
y de la mano Los ejercicios deben ser asistidos sin que aparezca dolor du-
La fractura más frecuente es la de la extremidad distal del rante el movimiento. Utilizamos todas las posibilidades de va-
radio. rios de los implementos, como el cilindro, pelotas, balón, etc,
Se pueden clasificar en fracturas por flexión (raras) y por facilitando y asistiendo los movimientos en todos los planos
extensión –o fractura de Colles*– (frecuentes). Por supuesto, (Fig. 11-10).
existen otros tipos de fracturas con mayor o menor repercusión
terapéutica.
Su tratamiento es casi siempre incruento y con buen resul-
tado: una reducción de la fractura (a veces, es suficiente la anes-
tesia local del foco) e inmovilización con yeso. El objetivo del
tratamiento es la restauración del ángulo articular del radio,
su superficie articular y su longitud. Para la inmovilización se
*Abraham Colles (1773-1843). Profesor de Anatomía y Cirugía. Figura 11-10. Ejercicios para incorporar en la fase II tras la inmoviliza-
Dublín. ción de la muñeca.
372 PARTE ESPECIAL
Fase III: integración con el miembro superior a posiciones con mayor o menor flexoextensión y en carga
progresiva (Fig. 11-11).
Además de seguir con la movilización, hay que reintegrar
el codo, la muñeca y la mano en las actividades cotidianas,
además de limitar las compensaciones que se producen en el SÍNDROMES CANALICULARES
hombro durante esos movimientos. Se sigue ganando rango DEL MIEMBRO SUPERIOR
de movimiento, especialmente, en flexoextensión; con la pro-
nosupinación hay que seguir siendo muy cuidadoso y, en todo Causas
caso, evitar los ejercicios contra resistencia.
Se puede movilizar en cadena abierta o cerrada todo el Los síndromes canaliculares son relativamente frecuentes,
miembro superior siguiendo la siguiente secuencia: flexión del en especial en profesiones sedentarias que requieren mucha
hombro-extensión de la muñeca-extensión máxima del codo precisión gestual y mucho tiempo manteniendo una tensión
y pronación máxima de la mano, seguida de una retropulsión postural, como músicos, oficinistas, maquetadores, dibujantes,
del hombro-extensión de codo-pronación de la mano con el dentistas y cirujanos.
puño cerrado. También intentamos fortalecer primero de Consiste en la compresión más o menos intensa de los ner-
forma isométrica y en posición neutra y, poco a poco, pasando vios del miembro superior, a su paso por zonas anatómicas re-
Figura 11-11. La mayoría de posibilidades Pilates en esta fase para fortalecer las muñecas se muestra en esta serie, aunque hay más.
Capítulo 11. La muñeca y la mano 373
res, como canal anatómicamente estrecho, retención de lí- de la mano que entran más en el campo de la terapia ocupa-
quidos, etcétera. cional.
Los síntomas son típicas parestesias de predominio noc- En el atrapamiento del nervio cubital, el planteamiento es
turno o en determinados gestos (lavando los platos), hipo- similar al del tratamiento del síndrome del canal del carpo, in-
estesias superficiales y déficit motores, sobre todo, del opo- tentando la liberación del nervio con masaje e infiltraciones y
nente y separador corto del pulgar, que llegan a provocar estiramientos.
atrofia tenar. El método Pilates puede ser útil como medio comple-
· Atrapamiento del nervio cubital: El nervio cubital puede mentario de tratamiento en la medida que enseña a relajar la
verse comprometido en los dos canales fibrosos que atra- musculatura proximal, a organizar la cintura escapular, a diso-
viesa. Uno es en el codo, tras la epitróclea, donde la pro- ciar el hombro, a integrar los movimientos de hombro, codo
tección ligamentosa puede estrechar el canal en posiciones y muñeca, a estirar cadenas musculares del miembro superior.
de máxima flexión y valgo del codo. El otro atrapamiento Un buen ejercicio “específico” para ayudar a las distintas
ocurre en la entrada del nervio cubital a la mano, entre el relajaciones musculares durante el movimiento consiste en rea-
pisiforme y el gancho del hueso ganchoso. La causa puede lizar movilizaciones de patrones Pilates bajo la perspectiva de
ser traumatismo (fractura de muñeca) o microtraumatis- Feldenkrais. Como es un tema muy amplio y con aplicaciones
mos repetidos. muy variadas en diferentes articulaciones, solamente lo referi-
remos aquí con un ejemplo.
Protocolo de tratamiento Se trata de lograr un movimiento funcional fluido, armo-
nioso, amplio y sin apenas tensión. Hay que conseguir que
En la mayoría de los casos, el tratamiento es conservador y todo el miembro superior actúe en los diferentes planos de mo-
sólo en casos resistentes se requiere la liberación quirúrgica del vilidad. Para ello realizamos una serie de ejercicios en el plano
nervio. El masaje sobre los músculos implicados y los ligamen- de movilidad que deseamos mejorar, llevando la atención del
tos (Cyriax) es esencial. Asimismo, la electroestimulación del paciente acerca de la calidad y las sensaciones que se producen
nervio afectado (TENS) ayuda a mejorar los síntomas. Estira- en varios niveles (proximal, distal, en la amplitud del movi-
mientos selectivos y también en cadenas musculares y la ree- miento, la tensión, la respiración, etc.); a continuación, cam-
ducación de la tensión gestual son los dos pilares de la cinesi- biamos el patrón de movimiento en un plano diferente, pero
terapia. continuando con la estimulación propioceptiva. Finalmente,
Como norma general hay que evitar las posiciones que es- le pedimos al paciente que piense cómo era el primer movi-
trechan los desfiladeros, buscando flexibilizar la musculatura miento que hizo y qué sensaciones le produjo para, a conti-
y abrir la zona de paso. nuación, pedirle que lo realice lenta pero continuadamente
En el síndrome cervicobraquial se evita la abducción y ex- hasta sus máximos rangos. El resultado es muy llamativo en
tensión forzada del hombro, se tonifican suavemente los ele- cuanto al aumento de movilidad y fluidez.
vadores del hombro, el serrato mayor y la musculatura anterior Ejercicio 1: el paciente se coloca en decúbito lateral con la
y los flexores de la cabeza, como el esternocleidomastoideo. mano superior apoyada en el cilindro, formando el codo un
En el caso del subescapular se debe evitar la aducción y cru- ángulo de 90º. Se debe revisar la colocación escapular, de la
zar los brazos delante del tórax. La enseñanza de las compen- cabeza, etc. El paciente comienza deslizando el cilindro a me-
saciones que disminuyen la molestia funcional puede ser sufi- dida que el codo se extiende pasivamente, hasta continuar con
ciente, pero podemos ayudar también con la movilización la protracción del hombro. Luego se vuelve lentamente a la
asistida primero y, luego, activa de la articulación del hombro posición inicial. Al paciente se le pide que busque las sensa-
y escapulotorácica. ciones que le produce, la secuencia con la que mueve una
En el caso del pronador redondo se debe impedir la pro- articulación respecto de otra, la mayor o menor facilidad del
nación en reposo, así como los ejercicios activos de pronación gesto, la tensión muscular en diferentes zonas, etc., mientras
simultáneos a las flexiones de los dedos. Aquí, los ejercicios de repetimos el ejercicio 6 a 8 veces.
Pilates deben buscar las posiciones en cadenas favorecedoras Sin cambiar de posición, la siguiente serie consiste en mo-
de la supinación, tanto en cadena abierta como cerrada, y uti- ver el codo arriba y abajo, manteniendo como puntos fijos el
lizar durante los ejercicios fases de estiramiento pasivo y activo hombro y la mano, como si fuera un limpiaparabrisas o la
PNF. aguja de un metrónomo. También le pedimos que centre su
Para los músculos de la arcada de Frohse se pueden practi- atención en la calidad del movimiento durante un tiempo si-
car ejercicios de pronosupinación con poca tensión muscular, milar.
y aprovechando diferentes colocaciones de la muñeca, para fa- Finalmente, tras unos segundos de reposo, en los que debe
cilitar estiramientos en varios planos. recordar cómo era el primer ejercicio e imaginarse cómo va a
Canal del carpo: evitar los movimientos que lo favorecen, ser de nuevo, se le pide que repita el ejercicio inicial sin res-
junto con las medidas generales de masaje, electroterapia an- tricciones.
tiinflamatoria. Si se requiere cirugía se trata de una rehabilita- Podemos variar el patrón de movimiento, haciendo que en
ción convencional de la mano con movilización pasiva, activa lugar de extender el codo empujando el cilindro, sea el brazo
asistida y luego activa, junto a todo un catálogo de ejercicios el que describa un movimiento en protracción-retracción
Capítulo 11. La muñeca y la mano 375
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS