Está en la página 1de 11

La muñeca y la mano

CAPÍTULO

11

RECUERDO ANATÓMICO cisa o por otra parte fuerte (pero en este caso con una posición
espacial de la muñeca limitada).
Un capítulo sobre la anatomía de la mano podría suponer Los gestos finos se caracterizan por colocar previamente a
por sí mismo un solo libro. Desgraciadamente, el método Pi- la muñeca en flexión cubital o en extensión radial, además de
lates (como ya se ha dicho) es poco activo y efectivo en las la orientación en pronosupinación. Para la presa digital, los
articulaciones distales, por lo que, aunque existen técnicas de músculos dominantes suelen ser los extrínsecos (lo que impone
terapia ocupacional muy valiosas, Pilates también tiene sus a la muñeca una extensión radial), pero cuando se utilizan los
ejercicios, o mejor aún, sus conceptos de movimiento, que pulpejos de los dedos funcionan preferentemente los músculos
pueden ayudar mucho a conseguir una auténtica rehabilitación intrínsecos, con la muñeca en flexión cubital.
funcional. Y para ello destacamos algunos aspectos en este Los movimientos de fuerza exigen que la muñeca se man-
breve recuerdo anatómico. tenga en una posición de referencia con una extensión de 30o
La mano no se reduce a una entidad anatómica, sino que de los metacarpianos en relación al eje del antebrazo.
está fuertemente integrada en las actividades humanas más so- Los ejercicios Pilates deben tener en cuenta estos aspectos
fisticadas. Por ello, no pueden reeducarse de la misma manera para conseguir una buena rehabilitación funcional.
las manos de una persona que ejerce una profesión poco ma-
nual (futbolista, locutor) que, por ejemplo, las de un pianista.
No me resisto a trascribir un brevísima parte del excelente REHABILITACIÓN CON PILATES:
capítulo del libro “Biomecánica funcional” de Michel Dufour PATRONES DE EJERCICIO
y Michel Pillou sobre la muñeca. Entre muchas otras cosas
dice así: Desde el punto de vista de la rehabilitación con ejercicios
· Existen dos manos: una dominante y otra no. La mano do- del entorno Pilates, tenemos que decir que la muñeca es la
minante suele ser la derecha (80%), pero la mayoría de los articulación con menos repertorio de todas.
individuos no son diestros puros, sino que son ambidiestros. Son muchos los ejercicios Pilates para otras articulaciones
· Existen dos manos: una palmar y otra dorsal: la mano pal- y que implican un apoyo de las muñecas en carga, pero para
mar es la mano funcional que asegura el apoyo, llevar ob- rehabilitar la muñeca después de una inmovilización prolon-
jetos o la sujeción, si bien hace falta poco para impedir el gada o por otras patologías, las fases son básicamente dos: una
trabajo a este nivel. La dorsal es la mano social; por ello, es primera fase de movilización pasiva o asistida y una fase de for-
el lado de las joyas, del pintauñas y del besamanos. Una talecimiento, por lo que entre los numerosos ejercicios de Pi-
herida en la mano dorsal no molesta desde el punto de vista lates apenas encontramos modelos de movimiento que incidan
funcional, pero puede ser muy incómoda a nivel estético. específicamente en la muñeca. Han sido varios los maestros de
· Existen dos manos: una cubital y una radial. La primera es Pilates que han propuesto ejercicios para las muñecas y las ma-
la mano de la fuerza, la de los golpes con el filo de la mano, nos, pero eso no quiere decir que sean ejercicios Pilates, pues
y la segunda es la mano de la finura, que asegura las suje- en cualquier manual de rehabilitación o de terapia ocupacional
ciones de precisión. podemos encontrar infinitamente más posibilidades.
Nosotros nos vamos a ceñir a las acciones cinesiológicas en
el entorno Pilates que utilizamos para la rehabilitación en pro-
La muñeca suele tener poco aguante a la presión, por lo que, al
principio y siempre que haya patología, conviene fortalecerlas sin
blemas de muñeca y mano, dejando de lado otros usos de los
carga. Poco a poco, en base al entrenamiento, las muñecas van implementos que entrarían en el campo de otras técnicas, pero
siendo más estables y fuertes. Por eso, en ausencia de patología, no de Pilates.
hay que estimular al paciente a que se apoye en las muñecas en
períodos de tiempo cortos pero repetidos.
Movilización
El complejo articular de la muñeca y la mano está organi- La mayoría de las patologías de la muñeca y la mano tienen
zado pensando en la prensión, que puede ser o bien fina y pre- un tratamiento médico y fisioterápico previo que constituye
368 PARTE ESPECIAL

A B

Figura 11-1. Movilización pasiva en


pronación o supinación del codo en
la barra de torre del Cadillac, con aga-
rre en pronación (A) y supinación (B)
de la mano.

una fase esencial del tratamiento. El método Pilates contribuye


de una manera efectiva en la recuperación en base a ejercicios
que siguen 2 patrones de movimiento diferentes: la moviliza-
ción y la estabilización mediante el fortalecimiento.
En el primer caso se trata de facilitar la flexibilización de
las estructuras musculoesqueléticas que han permanecido in-
movilizadas un tiempo hasta que remite la inflamación. Para
esa movilización disponemos de varios ejercicios propios de un
“entorno Pilates”. Figura 11-2. Movilización pasiva o
asistida en flexión o en extensión
de la muñeca en el cilindro.
Movilización pasiva en pronación o supinación
del codo en la torre
Como ya vimos en el codo, en este ejercicio, las manos pue-
den colocarse en flexión o en extensión. La barra de torre nos
ayuda a mantener agarrado el equipo, mientras que la flexión
y extensión del codo asiste a esa movilización de la muñeca de
manera pasiva (Fig. 11-1).
La resistencia de los muelles proviene de arriba, como se
muestra en la figura, pero también podemos colocarla desde
abajo, con lo que tiene más participación las partes proximales
del miembro superior y estaría indicado en una fase posterior
de fortalecimiento. Figura 11-3. Movilización activa
También varía el sentido del ejercicio cuando el agarre ocu- en tracción de la muñeca en el
Reformer.
rre con las manos en pronación (A) o en supinación (B).

Movilización pasiva o asistida en flexión articular podemos conseguir facilitar la movilidad en prona-
o en extensión de la muñeca en el cilindro ción y en supinación, flexión y extensión (Fig. 11-3).

Desde diferentes posiciones podemos agarrar el cilindro y


Estabilización y fortalecimiento
descargar parte o todo nuestro peso sobre él. Pero el objetivo
es facilitar la movilidad en flexión y en extensión de la mu- La estabilización y el fortacimiento de la mano y la mu-
ñeca, al tiempo que enriquecemos las sensaciones de la mano ñeca tiene dos componentes: la musculatura del antebrazo y
(Fig. 11-2). la musculatura de la mano. Pilates actúa sobre la primera,
pero hay que ser muy precisos en ello: hay que procurar un
Movilización activa en pronosupinación correcto alineamiento y estabilización de toda la mitad supe-
y tracción en el Reformer rior del cuerpo. Desde la cabeza-cuello-dorso, pasando por
las escápulas y hombros, y siguiendo con el codo-muñeca-
En el Reformer podemos conseguir una tensión de tracción mano. Y no solamente el alineamiento y estabilización, sino
suficiente, pero menos que en el ejercicio de fortalecimiento la propia fuerza y tensión muscular con la que ejecutamos
(más adelante) en el remo. Si aprovechamos esa distracción cada movimiento.
Capítulo 11. La muñeca y la mano 369

A B

Figura 11-4. Estabilización y movili-


zación en Cuadrupedia: en el cilindro
(A) o en los discos (B).

Estabilización en cuadrupedia en el cilindro


o discos
La intensidad de la carga sobre las muñecas se puede regu-
lar mediante la colocación de nuestro cuerpo en cuadrupedia
directamente o apoyados en la caja larga en prono. Este apoyo,
además, es una fuente de información propioceptiva necesaria
para una correcta recuperación de la muñeca (Fig. 11-4).
En fases más avanzadas, una vez estabilizado el apoyo, po-
demos iniciar suaves movimientos en flexoextensión (desli-
zando el cilindro de la Fig. A) o en rotaciones en el disco (B).

Figura 11-6. Tracción asistida


Fortalecimiento isométrico con la espiga
sobre la muñeca.
en el Cadillac
Al tirar de la espiga del Cadillac sujeta por muelles de mantiene la tensión isométrica. Es un ejercicio útil en las pri-
cierta resistencia, y manteniendo la muñeca en perfecto ali- meras etapas tras la inmovilización, pues apenas hay movi-
neamiento con el antebrazo (lo que se facilita al alargar los miento, solamente descompresión articular y ligero estira-
dedos), creamos una tensión isométrica en los músculos que miento ligamentoso (Fig. 11-6).
cruzan la muñeca, que es útil para iniciar la recuperación de Con el tiempo, el paciente puede deslizar su mano sobre
la fuerza de los músculos del antebrazo sin cargar sobre la mu- la barra, tanto en flexión de muñeca como en extensión en la
ñeca (Fig. 11-5). misma posición o (como variante) tirar de la barra de torre con
la muñeca colocada de antemano en flexión o en extensión, o
Tracción asistida sobre la muñeca en pronación o supinación.
Al traccionar la barra de torre podemos fijar un límite, por
ejemplo, a 90o. Los muelles fuertes traccionan hacia arriba y Fortalecimiento de la pronosupinación en tracción
nosotros tiramos del codo hacia abajo, mientras el paciente Durante la realización de muchos ejercicios Pilates el
miembro superior se puede sujetar a los muelles con diferentes
asas. El asa para la mano es más cómoda y ergonómica y su di-
seño permite girar el codo y la muñeca en pronación y supi-
nación. Si a eso le añadimos una tracción suficiente, consegui-
mos un ejercicio estupendo para fortalecer o movilizar el
movimiento pronador o supinador. Las figuras muestran una
secuencia supinadora de la mano izquierda (Fig. 11-7).

Fortalecimiento de la pronosupinación en carga


El volumen de la carga puede variar si lo hacemos en cua-
drupedia (en las fotos) o simplemente apoyadas las manos so-
bre los discos, sin apenas carga. Una vez alineado correcta-
mente el miembro superior, podemos realizar los giros del
Figura 11-5. Fortalecimiento isométrico con la espiga en el Cadillac. disco tanto en rotación interna como externa, pero que en el
370 PARTE ESPECIAL

Figura 11-9. Flexo extensión de la muñeca contra resistencia.

PATOLOGÍA DE LA MUÑECA Y LA MANO

El método Pilates es una serie de ejercicios que mejoran el


movimiento con el control, el alargamiento, el alineamiento y
Figura 11-7. Fortalecimiento de la pronosupinación en tracción. la integración funcional desde el centro. Muchos de sus ejer-
cicios son en cadena cinética abierta, lo que permite a los ex-
tremos distales (manos y pies) mayor movilidad y otros, en ca-
dena cinética cerrada, con el apoyo de manos o pies.
Las posibilidades terapéuticas de estos ejercicios sobre las
patologías de los pies y las manos no son tan numerosas ni bri-
llantes como las que tienen lugar en zonas más proximales: la
columna, los hombros, los codos, las caderas y las rodillas. Es
más, la terapia ocupacional ha desarrollado toda una aparato-
logía y un catálogo de ejercicios que cumplen con amplitud
las exigencias de la recuperación funcional.
Asistimos con cierta asiduidad a intentos de hacer pasar por
ejercicios Pilates para las manos o los pies lo que no son más
que ejercicios terapéuticos inventados hace ya mucho tiempo
y en un entorno completamente diferente al de Joseph Pilates.
Otra cosa es que cuando se realizan estos ejercicios se procure
incorporar alguno de los principios de Pilates, como la respira-
ción o el alargamiento, la disociación, etc., pero no se puede
hablar en propiedad de “ejercicios Pilates para la mano”.
Figura 11-8. Fortalecimiento de la pronosupinación en carga. Revisando el repertorio de Joseph Pilates y el de las princi-
pales escuelas, y dejando de lado la experiencia personal con
codo (y también la mano) son el equivalente a la pronación y ejercicios provenientes de otras técnicas (Alexander, RPG), nos
quedamos con un breve pero interesante listado de ejercicios
supinación. La diferencia en este caso es que participan todas
útiles para facilitar el movimiento de la muñeca y el estira-
las cadenas de músculos del miembro superior, en un sentido
miento o fortalecimiento de los músculos que la cruzan.
externo o interno (Fig. 11-8).
Las patologías susceptibles de tratamiento con Pilates sue-
len ser las que han obligado a una inmovilización prolongada,
Fortalecimiento de la flexoextensión de muñecas lo que provoca atrofia muscular y rigidez articular. En otros
contra una resistencia casos se trata de reentrenar la movilidad con fines de estira-
mientos de cadenas musculares del miembro superior y de me-
Joseph Pilates diseñó, junto a otros contemporáneos de jora propioceptiva, normalmente, en cadena cinética cerrada.
la rehabilitación, un sencillo ejercicio para fortalecer la muscu-
latura flexora y extensora de la muñeca (sobre todo ésta úl-
tima). Hay que esperar a la resolución de la inflamación para intentar
Se trata de movilizar en torno al giro de una barra o ci- cualquier movilización de la muñeca. Otra cosa es trabajar los
músculos del antebrazo en isométrico para recuperar pronto la
lindro de madera, al que se le ha colgado una resistencia sensación de seguridad y la fuerza.
(Fig. 11-9).
Capítulo 11. La muñeca y la mano 371

Entre el gran número de lesiones podemos destacar por su utilizan férulas en lugar de yeso, debido al riesgo sobre la circu-
mayor frecuencia tres de ellas: esguince de muñeca, fracturas lación periférica de éstas últimas.
de cúbito y radio, en el antebrazo y en la muñeca, y síndrome Es importante la movilización activa de los dedos, el codo
del túnel del carpo, que abordamos dentro del apartado global y el hombro durante el tiempo que dure la inmovilización
de síndromes canaliculares del miembro superior. (unas 4 a 7 semanas).
Otras fracturas pueden afectar a las diáfisis del radio y/o
Esguince de muñeca cúbito, y suelen requerir un tratamiento de osteosíntesis en
placa, o con enclavado medular con agujas de Kirschner.
Es muy frecuente, aunque el resultado es diferente en fun- Otras patologías quirúrgicas, como las fracturas del esca-
ción del mecanismo de producción. Eso no varía el trata- foides o de los metacarpianos, también requieren inmoviliza-
miento, aunque sí el tiempo de evolución. ción (poscirugía o no).

Causas Rehabilitación tras la inmovilización


de la muñeca
Se produce por el apoyo forzado de la muñeca en flexión o
extensión, o inclinación cubital. En definitiva es un mecanismo El proceso en ambos casos pasa por tres fases, aunque con
idéntico al de la fractura distal del radio y de otras fracturas una duración diferente en cada uno de ellos. Nosotros nos refe-
pero que no han llegado a ser tan intensos como para provocarla riremos a la fractura de Colles por su mayor frecuencia. En el
y se quedan en una distensión de los ligamentos de la muñeca. caso del esguince, los plazos son considerablemente más cortos.

Clínica Fase I: fortalecimiento isométrico

Dolor e inflamación. Dificultad para la movilización de la Durante la inmovilización (unos 45 días) se realizan ejer-
muñeca. Hay que descartar la presencia de fractura. cicios de manos, codos y hombros, masaje y otras medidas para
mantener activada la musculatura. Pero, salvo en el caso del
hombro, en las demás articulaciones del miembro superior se
Tratamiento
trata de suaves pero repetidas contracciones isométricas. El
En un esguince de 1.°-2.° grado hay que inmovilizar du- hombro podemos movilizarlo activamente en flexión y exten-
rante 6 semanas (mes y medio) u 8 semanas si hay operación sión, en abducción, y en rotación interna y externa; el propio
(3.er grado). peso de la férula o escayola supone una carga suficiente para
Los ejercicios consisten en ayudar a movilizar la articula- mantener fortalecida la musculatura.
ción, lo que se consigue mejor con implementos, y cuando el
rango de movimiento no sea ya doloroso, intentar a la vez el Fase II: movilización articular
reentrenamiento propioceptivo y el fortalecimiento. Para ello
utilizamos ejercicios asistidos hasta recuperar un rango sin do- Es cuando podemos comenzar a aplicar Pilates, una vez eli-
lor suficiente en todos los planos. Luego incluiremos aumentos minada la escayola o la férula. El objetivo es conseguir un
progresivos de la fuerza a desarrollar. rango de movimiento articular “subtotal”, para, a continua-
ción, iniciar progresivamente el apoyo. Hay que tener mucho
cuidado con la pronosupinación, cuando el radio se desplaza
Fracturas y luxaciones del antebrazo
sobre el cúbito, ya que puede modificar la línea fracturaria.
y de la mano Los ejercicios deben ser asistidos sin que aparezca dolor du-
La fractura más frecuente es la de la extremidad distal del rante el movimiento. Utilizamos todas las posibilidades de va-
radio. rios de los implementos, como el cilindro, pelotas, balón, etc,
Se pueden clasificar en fracturas por flexión (raras) y por facilitando y asistiendo los movimientos en todos los planos
extensión –o fractura de Colles*– (frecuentes). Por supuesto, (Fig. 11-10).
existen otros tipos de fracturas con mayor o menor repercusión
terapéutica.
Su tratamiento es casi siempre incruento y con buen resul-
tado: una reducción de la fractura (a veces, es suficiente la anes-
tesia local del foco) e inmovilización con yeso. El objetivo del
tratamiento es la restauración del ángulo articular del radio,
su superficie articular y su longitud. Para la inmovilización se

*Abraham Colles (1773-1843). Profesor de Anatomía y Cirugía. Figura 11-10. Ejercicios para incorporar en la fase II tras la inmoviliza-
Dublín. ción de la muñeca.
372 PARTE ESPECIAL

Fase III: integración con el miembro superior a posiciones con mayor o menor flexoextensión y en carga
progresiva (Fig. 11-11).
Además de seguir con la movilización, hay que reintegrar
el codo, la muñeca y la mano en las actividades cotidianas,
además de limitar las compensaciones que se producen en el SÍNDROMES CANALICULARES
hombro durante esos movimientos. Se sigue ganando rango DEL MIEMBRO SUPERIOR
de movimiento, especialmente, en flexoextensión; con la pro-
nosupinación hay que seguir siendo muy cuidadoso y, en todo Causas
caso, evitar los ejercicios contra resistencia.
Se puede movilizar en cadena abierta o cerrada todo el Los síndromes canaliculares son relativamente frecuentes,
miembro superior siguiendo la siguiente secuencia: flexión del en especial en profesiones sedentarias que requieren mucha
hombro-extensión de la muñeca-extensión máxima del codo precisión gestual y mucho tiempo manteniendo una tensión
y pronación máxima de la mano, seguida de una retropulsión postural, como músicos, oficinistas, maquetadores, dibujantes,
del hombro-extensión de codo-pronación de la mano con el dentistas y cirujanos.
puño cerrado. También intentamos fortalecer primero de Consiste en la compresión más o menos intensa de los ner-
forma isométrica y en posición neutra y, poco a poco, pasando vios del miembro superior, a su paso por zonas anatómicas re-

Figura 11-11. La mayoría de posibilidades Pilates en esta fase para fortalecer las muñecas se muestra en esta serie, aunque hay más.
Capítulo 11. La muñeca y la mano 373

lativamente estrechas o que se estrechan como consecuencia de UN CASO CURIOSO


la contracción muscular, la tensión muscular o la congestión.
A propósito de la compresión en la zona subclavia, en cierta
Hay varias zonas identificadas en la literatura médica, pero
ocasión atendimos a una mujer joven que llevaba meses con dife-
en nuestra experiencia (sobre todo, con músicos) hemos aten- rentes tratamientos (el último, psiquiátrico) porque su problema era,
dido los siguientes: y así lo contaba a los médicos, que “cuando miraba a la gente se
le dormían las manos”. La rareza de aquel padecimiento, y el pa-
· Síndrome cervicobraquial (síndrome de los escalenos, outlet rentesco con una de nuestras pacientes, nos hizo atenderla. Tras
syndrome o costilla cervical): el plexo braquial, a medida una exhaustiva anamnesis causal y la exploración posterior confir-
que se dirige hacia el brazo va atravesando diferentes “des- maron el diagnóstico. La señora presentaba el problema cuando
filaderos”. El primero está en el mismo cuello: la muscula- viajaba en autobús, de pie y agarrada al asa para sujetarse, y en-
tonces, al girarse para mirar a la gente… se le dormían las manos.
tura de los escalenos, que con cierta asiduidad puede estar
La repetición del gesto en la camilla provocaba una disminución
contracturada o suficientemente rígida para crear una cierta del pulso, como ya llegaron a describir Galeno y Vesalio.
compresión; a continuación, el espacio subclavio, entre la
primera costilla, la clavícula y el músculo subclavio, que en
ciertas variantes anatómicas puede quedar reducido; y, poco · Atrapamiento del nervio radial: El nervio radial se divide
después, por detrás del pectoral menor, que en ciertos tras- en la flexura del codo en una rama sensitiva superficial y
tornos posturales puede estrecharse. Es un síndrome predo-
en una rama profunda motora que inerva a los músculos
minantemente femenino. Se trata de una compresión vas-
de la cara posterior del antebrazo. En este problema se pro-
culonerviosa (vasos subclavios y raíces inferiores del plexo
duce una compresión de la rama profunda (motora) del
braquial C8-D1), con síntomas de dolores y parestesias del
nervio radial entre el borde del 1.er radial y del supinador
borde interno del antebrazo y de la mano, acentuado en po-
corto (síndrome de la arcada de Frohse), provocando una
siciones que estrechan el desfiladero. Con el tiempo puede
pérdida de fuerza de la extensión de la muñeca, de la ex-
haber una ligera atrofia de los músculos de la mano e incluso
tensión de los dedos y de la extensión del pulgar.
signos vasculares como frialdad, edema. Se han descrito va-
De forma más rara se puede comprimir la rama superficial
rias etiologías de este pinzamiento neurovascular:15
(sensitiva del nervio radial), a nivel del tercio inferior del
– Costilla cervical supernumeraria completa o incompleta. antebrazo. Esta rama superficial pasa por debajo del tendón
– Anomalías de la primera costilla o de la clavícula. del músculo brachioradialis o supinador largo. Este sín-
– Apófisis transversa larga en C7. drome es conocido como síndrome de Wartenberg. Se ma-
– Cayo óseo prominente o fractura desplazada de la cla- nifiesta por dolor y parestesias en el primer espacio interó-
vícula y/o la primera costilla. seo dorsal entre el pulgar y el índice.
– Bandas fibrosas congénitas o bandas musculares anó- · Síndrome del pronador redondo: El nervio mediano pasa
malas. entre las cabezas larga y corta del pronador redondo, a nivel
– Variaciones e inserción del músculo escaleno anterior. del tercio interno de la cara anterior del codo. Muchos ins-
– Hipertrofia o contractura espástica del músculo escaleno trumentos musicales exigen un gran trabajo a los flexores
anterior. de los dedos con actitudes forzadas del antebrazo en pro-
– Anomalías del músculo subclavio. nación y a veces con cambios de pronación a supinación.
– Factores congénitos o adquiridos por la posición ocupa- La irritación del nervio mediano entre ambos fascículos del
cional. músculo pronador redondo produce pequeños déficit de
– Descenso de la cintura escapular. inervación que en profesiones con gran habilidad técnica
– Estrechamiento de la cintura escapular (véase recuadro se notan como una pérdida de precisión.
“Un caso curioso”).
· Atrapamiento del nervio supraescapular: El nervio atra- Los atrapamientos en el miembro superior son especialmente
viesa 2 canales osteofibrosos que se forman en la escápula sutiles e importantes entre los músicos, ya que se resiente la eje-
y que permiten el paso del paquete vasculonervioso a la re- cución musical; primero en cuestiones muy puntuales y específi-
cas, pero luego llegan a constituir un problema de movilidad y co-
gión posterior bajo la protección que les brinda el túnel: el
ordinación.
ligamento coracoideo y el ligamento espinoglenoideo. Esa
protección, a veces, se convierte en un problema, debido a
la estrechez del túnel: a consecuencia de caídas o trauma- · Síndrome del túnel del carpo: Es la compresión del nervio
tismos sobre la zona, de llevar cargas pesadas en el hombro mediano por debajo (detrás) del ligamento anular anterior
o del estiramiento del nervio puede producirse una irrita- de la muñeca. Es una zona de gran congestión, por los nu-
ción del mismo que produce un dolor sordo en el hombro merosos tendones flexores y vasos y el estrecho espacio que
posterolateral, que puede irradiarse al brazo, y una debili- dejan los huesos pisiforme, piramidal y ganchoso, por un
dad en los músculos de la zona. lado, y el escafoides, por otro.
Es un problema muy “sutil” para ser diagnosticado, pero Las causas son numerosas, pero lo más frecuente son mi-
una buena anamnesis y exploración clínica puede ponerlo crotraumatismos repetidos de flexión-extensión de los de-
en evidencia. dos con flexión dorsal de la muñeca, y factores favorecedo-
374 PARTE ESPECIAL

res, como canal anatómicamente estrecho, retención de lí- de la mano que entran más en el campo de la terapia ocupa-
quidos, etcétera. cional.
Los síntomas son típicas parestesias de predominio noc- En el atrapamiento del nervio cubital, el planteamiento es
turno o en determinados gestos (lavando los platos), hipo- similar al del tratamiento del síndrome del canal del carpo, in-
estesias superficiales y déficit motores, sobre todo, del opo- tentando la liberación del nervio con masaje e infiltraciones y
nente y separador corto del pulgar, que llegan a provocar estiramientos.
atrofia tenar. El método Pilates puede ser útil como medio comple-
· Atrapamiento del nervio cubital: El nervio cubital puede mentario de tratamiento en la medida que enseña a relajar la
verse comprometido en los dos canales fibrosos que atra- musculatura proximal, a organizar la cintura escapular, a diso-
viesa. Uno es en el codo, tras la epitróclea, donde la pro- ciar el hombro, a integrar los movimientos de hombro, codo
tección ligamentosa puede estrechar el canal en posiciones y muñeca, a estirar cadenas musculares del miembro superior.
de máxima flexión y valgo del codo. El otro atrapamiento Un buen ejercicio “específico” para ayudar a las distintas
ocurre en la entrada del nervio cubital a la mano, entre el relajaciones musculares durante el movimiento consiste en rea-
pisiforme y el gancho del hueso ganchoso. La causa puede lizar movilizaciones de patrones Pilates bajo la perspectiva de
ser traumatismo (fractura de muñeca) o microtraumatis- Feldenkrais. Como es un tema muy amplio y con aplicaciones
mos repetidos. muy variadas en diferentes articulaciones, solamente lo referi-
remos aquí con un ejemplo.
Protocolo de tratamiento Se trata de lograr un movimiento funcional fluido, armo-
nioso, amplio y sin apenas tensión. Hay que conseguir que
En la mayoría de los casos, el tratamiento es conservador y todo el miembro superior actúe en los diferentes planos de mo-
sólo en casos resistentes se requiere la liberación quirúrgica del vilidad. Para ello realizamos una serie de ejercicios en el plano
nervio. El masaje sobre los músculos implicados y los ligamen- de movilidad que deseamos mejorar, llevando la atención del
tos (Cyriax) es esencial. Asimismo, la electroestimulación del paciente acerca de la calidad y las sensaciones que se producen
nervio afectado (TENS) ayuda a mejorar los síntomas. Estira- en varios niveles (proximal, distal, en la amplitud del movi-
mientos selectivos y también en cadenas musculares y la ree- miento, la tensión, la respiración, etc.); a continuación, cam-
ducación de la tensión gestual son los dos pilares de la cinesi- biamos el patrón de movimiento en un plano diferente, pero
terapia. continuando con la estimulación propioceptiva. Finalmente,
Como norma general hay que evitar las posiciones que es- le pedimos al paciente que piense cómo era el primer movi-
trechan los desfiladeros, buscando flexibilizar la musculatura miento que hizo y qué sensaciones le produjo para, a conti-
y abrir la zona de paso. nuación, pedirle que lo realice lenta pero continuadamente
En el síndrome cervicobraquial se evita la abducción y ex- hasta sus máximos rangos. El resultado es muy llamativo en
tensión forzada del hombro, se tonifican suavemente los ele- cuanto al aumento de movilidad y fluidez.
vadores del hombro, el serrato mayor y la musculatura anterior Ejercicio 1: el paciente se coloca en decúbito lateral con la
y los flexores de la cabeza, como el esternocleidomastoideo. mano superior apoyada en el cilindro, formando el codo un
En el caso del subescapular se debe evitar la aducción y cru- ángulo de 90º. Se debe revisar la colocación escapular, de la
zar los brazos delante del tórax. La enseñanza de las compen- cabeza, etc. El paciente comienza deslizando el cilindro a me-
saciones que disminuyen la molestia funcional puede ser sufi- dida que el codo se extiende pasivamente, hasta continuar con
ciente, pero podemos ayudar también con la movilización la protracción del hombro. Luego se vuelve lentamente a la
asistida primero y, luego, activa de la articulación del hombro posición inicial. Al paciente se le pide que busque las sensa-
y escapulotorácica. ciones que le produce, la secuencia con la que mueve una
En el caso del pronador redondo se debe impedir la pro- articulación respecto de otra, la mayor o menor facilidad del
nación en reposo, así como los ejercicios activos de pronación gesto, la tensión muscular en diferentes zonas, etc., mientras
simultáneos a las flexiones de los dedos. Aquí, los ejercicios de repetimos el ejercicio 6 a 8 veces.
Pilates deben buscar las posiciones en cadenas favorecedoras Sin cambiar de posición, la siguiente serie consiste en mo-
de la supinación, tanto en cadena abierta como cerrada, y uti- ver el codo arriba y abajo, manteniendo como puntos fijos el
lizar durante los ejercicios fases de estiramiento pasivo y activo hombro y la mano, como si fuera un limpiaparabrisas o la
PNF. aguja de un metrónomo. También le pedimos que centre su
Para los músculos de la arcada de Frohse se pueden practi- atención en la calidad del movimiento durante un tiempo si-
car ejercicios de pronosupinación con poca tensión muscular, milar.
y aprovechando diferentes colocaciones de la muñeca, para fa- Finalmente, tras unos segundos de reposo, en los que debe
cilitar estiramientos en varios planos. recordar cómo era el primer ejercicio e imaginarse cómo va a
Canal del carpo: evitar los movimientos que lo favorecen, ser de nuevo, se le pide que repita el ejercicio inicial sin res-
junto con las medidas generales de masaje, electroterapia an- tricciones.
tiinflamatoria. Si se requiere cirugía se trata de una rehabilita- Podemos variar el patrón de movimiento, haciendo que en
ción convencional de la mano con movilización pasiva, activa lugar de extender el codo empujando el cilindro, sea el brazo
asistida y luego activa, junto a todo un catálogo de ejercicios el que describa un movimiento en protracción-retracción
Capítulo 11. La muñeca y la mano 375

mientras la mano permanece estable. O podemos hacerlo apo-


yando la mano sobre un disco rotatorio y ensayar patrones
complementarios según este mismo concepto.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1. Nicholson CG. The effects of passive joint mobilization on pain


and hypomobility associated with adhesive capsulitis of the
shoulder. J Orthop Sports Phys Ther 1985;6:238-246.
2. Warner JJP, Lephart SM, Fu FH. Role of propioception in pa-
thoetiology of shoulder instability. Clin Orthop 1996;330:
35-39.
3. Lephart SM et al. The role of propioception in the management
and rehabilitation of athletic injuries. Am J Sports Med 1997;25
(1):130-137.
4. Ubinger ME, Prentice WE, Guskiewicz KM. Effect of closed
kinetic chain training on neuromuscular control in the upper
extremity. J Sport Rehab 1999;8(3):184-194.
5. Wilk K, Arrigo C, Andrews J. Closed and open kinetic-chain exer-
cise for the upper extremity. J Sport Rehab 1995;5(1):88-102.
6. Hillman S. Principles and techniques of open-kinetic-chain re-
habilitation: the upper extremity. J Sport Rehab 1994;3(4):
319-330.
7. Lephart SM, Henry TJ. The physiological basis for open and
closed kinetic chain rehabilitation for the upper extremity. J
Sport Rehab 1996;5:71-87.
8. Issacowitz R. Pilates exercises for the upper quarter stability.
Corpora Pilates Conference. Valencia (Spain), 2005.
9. King MA. Functional stability for the upper quarter. Athletic
Ther Today 2000;15(2):17-21.
10. Myers JB, Lephart SM. The role of sensorimotor system in the
athletic shoulder. J Athletic Training 2000;35(3):35-63.
11. Nicholson CG. Rehabilitación de las lesiones habituales del
hombro. En: Clinicas de Medicina Deportiva. Vol 4. Rehabili-
tación: 667-691. WB Saunders Company: Filadelfia, 1989.
12. Kiviluoto O, Pasile M, Jaroma H et al. Immobilization after primary
dislocation of the shoulder. Acta Orthop Scand 1980;51:915-919.
13. Cook EE, Gray VL, Savinar-Nogue E et al. Shoulder antagonistic
strength ratios: a comparison between college level baseball pitchers
and nonpitchers. J Orthop Sports Phys Ther 1987;8:451-461.
14. Okind S, Miyaji H, Matoba M. The quadrilateral space
syndrome. Neuroradiology 1995;37:311-312.
15. Artaza H, Mena R. Síndrome de compresión neurovascular de
la salida superior del tórax. II Congreso Virtual Neurocirugía’02.
16. Duschatko DM. Certified Pilates and Gyrotonic trainer (Adhe-
sive capsulitis: the frozen shoulder syndrome). J Body Mov Ther
2000;4(1):13-19.

También podría gustarte