Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Una dieta para bajar de peso implica comer alimentos saludables en cantidades moderadas. En este plan de alimentación se incluyen alimentos
con alto contenido en nutrientes, pero con un bajo contenido calórico proveniente de grasas e hidratos de carbono. Los elementos claves son las
verduras, las proteínas magras, cereales integrales y las frutas. Es importante que el paciente con sobrepeso u obesidad controle su ingesta de
azúcares simples, o complejos ya que por medio de la insulina que se segrega en el páncreas convierte todo el exceso de estos alimentos en grasa
para bajar los niveles de azúcar en la sangre. Por eso es por lo que las dietas para bajar de peso son muy similares a las dietas que deben seguir
las personas con diabetes.
Haz que las calorías que consumes se encuentren en alimentos nutritivos con carbohidratos saludables como frutas, vegetales, cereales
integrales, legumbres como fríjoles, arvejas garbanzo o lenteja, pues los azucares incluidos en estos alimentos tienen una absorción lenta que
evita que sus azúcares pasen rápidamente a la sangre; gracias a la fibra que contienen en sus estructuras, evita que estos azúcares se transformen
en grasa por acción de la insulina. Evita carbohidratos simples o refinados, como helados, bebidas azucaradas, postres, azúcar, caramelos, dulces,
productos industrializados de panadería y snacks entre otros, ya que estos promueven rápidamente la formación de grasa en el cuerpo.
Es importante que tenga en cuenta los tamaños de las porciones de los alimentos que ingiere, ya que por muy saludables que sean, un exceso en
su ingesta incrementa el aporte calórico que usted está proporcionando a su organismo.
Añada grasa saludable a su dieta como aceites de oliva, maní, aguacate, y nueces sin exagerar en su consumo. Estos alimentos aportan bastantes
calorías en tamaños de porción pequeños por lo tanto su consumo debe ser controlado. A su vez evite grasas como margarinas, mantequillas,
carnes gordas o alimentos chatarra como pizza, hamburguesas, perros calientes, embutidos, vísceras y similares ya que en su estructura incluyen
grasa saturada y colesterol en grandes cantidades; también evitar productos refinados de panadería porque son ricos en grasas dañinas como las
grasas trans.
A continuación, se suministra un modelo de alimentación que puede seguir para dirigir su metabolismo hacia una pérdida de peso:
Incremente su actividad física. Al incrementar su actividad física diaria, se disminuye la resistencia a la insulina y por ende a disminuir el
exceso de tejido graso corporal. Gracias a esto, los niveles de colesterol y triglicéridos en sangre comenzarán a regularse y de esta forma
usted empezará a mejorar la salud de su corazón y la de su organismo en general.
Evite situaciones que le generen estrés. El estrés hace que el organismo responda hormonalmente incrementando los niveles de cortisol y
este a su vez es inductor de formación de grasa. Emplee técnicas de relajación o actividad física que ayuden a disminuir las cargas de
estrés del día a día.
Siga las recomendaciones dietéticas con rigurosidad, ya que de esto depende el éxito de la disminución de su peso evitando de igual
forma posibles complicaciones derivadas.
Evite el consumo de alcohol o bebidas embriagantes. El consumo de estas bebidas incrementa los niveles de glucosa en sangre y de
triglicéridos. Contienen un alto contenido de calorías por porción y no aporta ningún otro nutriente de beneficio para el organismo.
Importante que controle el contenido de sal de sus comidas, si es posible consuma todo sin sal añadida debido a su patología.
Recuerda que:
Debe tener paciencia y constancia, pues el exceso de peso no lo obtuvo en un día, y por lo tanto no lo va a perder en un día. La perdida
de peso debe ser progresiva y en un periodo de tiempo que le permita a su cuerpo adaptarse a este buen cambio.