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TECNOLÓGICO NACIONAL DE MÉXICO

INSTITUTO TECNOLÓGICO DE DELICIAS

CARRERA: INGENIERÍA ELECTROMECÁNICA

MATERIA: TRANSFERENCIA DE CALOR

GRUPO: 2Q7-5PR
TRABAJO DE INVESTIGACIÓN UNIDAD 4: TRANSFERENCIA CON CAMBIO DE
FASE
ALUMNO NÚMERO DE CONTROL
DAVID VILLAGRÁN LUÉVANO 17540116

DOCENTE: HÉCTOR HASSAM VÁZQUEZ ARZAGA


CD. DELICIAS, CHIHUAHUA, A 1 DE JULIO DEL 2020, A LAS 13 PM 25 PÁGINAS

Contenido
Mecanismos físicos para la ebullición.............................................................................................1
Generalidades...............................................................................................................................1
Ebullición en estanque.................................................................................................................3
Regímenes de ebullición y la curva de ebullición...................................................................4
Ebullición en convección natural (hasta el punto A sobre la curva de ebullición)..............4
Ebullición nucleada (entre los puntos A y C).........................................................................5
Ebullición de transición (entre los puntos C y D sobre la curva de ebullición)...................7
Ebullición en película (más allá del punto D).........................................................................7
Ebullición en flujo........................................................................................................................8
Mecanismos físicos para la condensación.....................................................................................10
Generalidades.............................................................................................................................10
Condensación en película...........................................................................................................11
Regímenes de flujo.................................................................................................................13
Condensación en película dentro de tubos horizontales..........................................................14
Condensación por gotas.............................................................................................................15
Calor latente de vaporización........................................................................................................16
Evaluación de coeficientes locales.................................................................................................17
Definición de los coeficientes locales de transferencia de masa gas-líquido (kL y kG).........17
Definición de los coeficientes globales de transferencia de masa gas-líquido (KGa y KLa). 19
Aplicación en evaporadores y condensadores..............................................................................22
Transferencia de calor en flujo bifásico no hirviente..............................................................22
Ejercicios.........................................................................................................................................23
Bibliografía.....................................................................................................................................25
Mecanismos físicos para la ebullición
Generalidades
La transferencia de calor hacia líquidos en ebullición es un proceso de convección que
comprende un cambio en fase de líquido a vapor. Los fenómenos de la transferencia de
calor por ebullición son considerablemente más complejos que los de convección sin
cambio de fase debido a que además de todas las variables asociadas con la convección,
también son relevantes las asociadas con el cambio de fase. En la convección con fase
líquida, la geometría del sistema, viscosidad, densidad, conductividad térmica, coeficiente
de dilatación y el calor específico del fluido son suficientes para describir el proceso. Sin
embargo, en la transferencia de calor por ebullición, las características superficiales, la
tensión superficial, el calor latente de vaporización, presión, densidad y posiblemente otras
propiedades del vapor desempeñan una parte importante. Debido a la gran cantidad de
variables implicadas, no existen ecuaciones generales que describan el proceso de la
ebullición ni correlaciones generales de datos de transferencia de calor por ebullición. No
obstante, se ha hecho un progreso considerable al adquirir una comprensión física del
mecanismo de la ebullición. Al observar los fenómenos de la ebullición con ayuda de la
fotografía de alta velocidad, se ha determinado que existen diferentes regímenes de
ebullición en los que los mecanismos de transferencia de calor difieren radicalmente. Por
tanto, para correlacionar los datos experimentales es mejor describir y analizar cada uno de
los regímenes de ebullición por separado.
La ebullición es un proceso de cambio de fase de líquido a
vapor precisamente como la evaporación, pero existen
diferencias significativas entre las dos. La evaporación
ocurre en la interfase vapor-líquido, cuando la presión de
vapor es menor que la de saturación del líquido a una
temperatura dada. Por ejemplo, el agua en un lago a 20°C se
evapora hacia el aire a 20°C y humedad relativa de 60%, ya
que la presión de saturación del agua a esa temperatura es 2.3
kPa y la presión de vapor del aire en las condiciones
mencionadas es 1.4 kPa. Se encuentran otros ejemplos de
evaporación en el secado de ropa, frutas y vegetales; la
evaporación del sudor para enfriar el cuerpo humano y el
rechazo de calor de desecho en las torres húmedas de
enfriamiento. Note que la evaporación no comprende la
formación de burbujas o el movimiento de éstas (figura 10-
1).
Por otra parte, se tiene ebullición en la interfase sólido-
líquido cuando un líquido se pone en contacto con una
superficie mantenida a una temperatura Ts suficientemente
por arriba de la de saturación Tsat de ese líquido (figura 10-
2). Por ejemplo, a 1 atm, el agua líquida en contacto con una superficie sólida a 110°C

1
hervirá, puesto que la temperatura de saturación del
agua a 1 atm es 100°C. El proceso de ebullición se
caracteriza por la rápida formación de burbujas de vapor
en la interfase sólido-líquido que se separan de la
superficie cuando alcanzan cierto tamaño y presentan la
tendencia a elevarse hacia la superficie libre del líquido.
Al cocinar no se dice que el agua hierve hasta que las
burbujas suben hasta la parte superior. La ebullición es
un fenómeno complicado debido al gran número de
variables que intervienen en el proceso y los patrones
complejos del movimiento del fluido causados por la
formación y el crecimiento de las burbujas.
Como una forma de transferencia de calor por convección, el flujo de calor en la ebullición,
de una superficie sólida hacia el fluido, se expresa con base en la ley de Newton del
enfriamiento como

en donde ΔTexceso = Ts – Tsat se llama temperatura en exceso, la cual representa el exceso


de la temperatura superficial por encima de la de saturación del fluido.
El análisis de la transferencia de calor en la ebullición comprende estas propiedades del
líquido (indicadas por el subíndice l) o del vapor (indicadas por el subíndice v), así como
las propiedades hfg (el calor latente de vaporización) y σ (la tensión superficial). El hfg
representa la energía absorbida conforme una unidad de masa del líquido se vaporiza a una
temperatura o presión especificada y es la cantidad primaria de energía transferida durante
la transferencia de calor en la ebullición.
Las burbujas existen debido a la tensión superficial s en la interfase líquido- vapor
producida por la fuerza de atracción sobre las moléculas que se encuentran en dicha
interfase hacia la fase líquida. La tensión superficial disminuye al aumentar la temperatura
y se hace cero a la temperatura crítica. Esto explica por qué no se forman burbujas durante
la ebullición a presiones y temperaturas supercríticas. La tensión superficial tiene la unidad
de N/m.
Las burbujas existen debido a la tensión superficial σ en la interfase líquido- vapor
producida por la fuerza de atracción sobre las moléculas que se encuentran en dicha
interfase hacia la fase líquida. La tensión superficial disminuye al aumentar la temperatura
y se hace cero a la temperatura crítica. Esto explica por qué no se forman burbujas durante
la ebullición a presiones y temperaturas supercríticas. La tensión superficial tiene la unidad
de N/m.
En la práctica los procesos de ebullición no ocurren en condiciones de equilibrio, y
normalmente las burbujas no se encuentran en equilibrio termodinámico con el líquido que
las circunda. Es decir, la temperatura y la presión del vapor en una burbuja suelen ser
diferentes a las del líquido. La diferencia de presión entre el líquido y el vapor es

2
equilibrada por la tensión superficial en la interfase. La diferencia de temperatura entre el
vapor en una burbuja y el líquido circundante es la fuerza impulsora para la transferencia de
calor entre las dos fases. Cuando el líquido está a una temperatura más baja que la de la
burbuja, se transferirá calor de ésta hacia aquél, lo que provoca que algo del vapor del
interior de la burbuja se condense y ésta llegue finalmente a aplastarse. Cuando el líquido
está a una temperatura más alta que la de la burbuja, el calor se transferirá de aquél hacia
ésta, haciendo que la burbuja crezca y suba hasta la parte superior bajo la influencia de la
flotación.

3
La ebullición se clasifica como ebullición en estanque o ebullición en flujo, dependiendo de
la presencia de movimiento masivo del fluido (figura 10-3). Se dice que la ebullición es en
estanque cuando no se tiene flujo masivo del fluido, y
que es en flujo (o ebullición en convección forzada) en
presencia de ese flujo. En la ebullición en estanque el
fluido se encuentra en reposo y cualquier movimiento
en él se debe a corrientes de convección natural y al
movimiento de las burbujas bajo la influencia de la
flotación. La ebullición del agua en una cacerola
colocada sobre una estufa es un ejemplo de ebullición
en estanque. También se puede lograr este tipo de
ebullición de un fluido al colocar un serpentín de
calentamiento en su seno. En la ebullición en flujo el
fluido se fuerza a moverse en un tubo caliente o sobre
una superficie por medios externos, como una bomba.
Por lo tanto, la ebullición en flujo siempre viene
acompañada por otros efectos de convección.

Ebullición en estanque
En la ebullición en estanque no se fuerza el fluido a que se mueva por medio de un
impulsor, como una bomba, y cualquier movimiento en él se debe a corrientes de
convección natural y al movimiento de burbujas por influencia de la flotación.
Como un ejemplo conocido de la ebullición en estanque considere la ebullición de agua de
la llave sobre una estufa. Inicialmente el agua está a alrededor de 15°C, bastante abajo de la
temperatura de saturación de 100°C a la presión atmosférica estándar. En las primeras
etapas de la ebullición nada significativo advertirá el lector, excepto algunas burbujas que
se pegan a la superficie de la cacerola. Éstas son causadas por la liberación de moléculas de
aire disueltas en el agua líquida y no deben confundirse con las burbujas de vapor.
Conforme se eleva la temperatura del agua el lector advertirá porciones de agua líquida
rodando hacia arriba y hacia abajo como resultado de las corrientes de convección natural,
seguidas por las primeras burbujas de vapor formándose en la superficie del fondo de la
cacerola. Estas burbujas se hacen más pequeñas al separarse de la superficie y empezar a
subir, y llega el momento en que se aplastan en el agua más fría que está arriba. Esto es
ebullición subenfriada, dado que la masa del agua líquida todavía no ha alcanzado la
temperatura de saturación. La intensidad de la formación de burbujas aumenta a medida
que se eleva la temperatura del agua y el lector verá olas de burbujas de vapor salir del
fondo y elevarse hasta la parte superior cuando esa temperatura alcanza la de saturación
(100°C en condiciones atmosféricas estándar). Esta ebullición a plena escala es la
ebullición saturada.

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Regímenes de ebullición y la curva de ebullición
Probablemente la ebullición es la forma más conocida de
transferencia de calor, sin embargo es la forma menos
comprendida. Después de cientos de informes escritos
sobre el tema todavía no se comprende por completo el
proceso de formación de burbujas y aún se debe apoyar
en relaciones empíricas o semiempíricas para predecir la
velocidad de la transferencia de calor en la ebullición.
El trabajo que abrió el camino en relación con la
ebullición fue realizado en 1934 por S. Nukiyama, quien
utilizó en sus experimentos alambres de nicromo y de
platino calentados eléctricamente sumergidos en
líquidos. Nukiyama advirtió que la ebullición toma
formas diferentes, dependiendo del valor de la
temperatura en exceso, ΔTexceso. Se observaron cuatro
regímenes diferentes de ebullición: ebullición en
convección natural, ebullición nucleada, ebullición de
transición y ebullición en película (figura 10-5). En la
figura 10-6 se ilustran estos regímenes sobre la curva de
ebullición, la cual es una gráfica del flujo de calor en la
ebullición contra la temperatura en exceso. Aun cuando
la curva de ebullición dada en esta figura es para el agua
su forma general es la misma para diferentes fluidos. La forma específica de la curva
depende de la combinación de materiales en la superficie de calentamiento del fluido y de
la presión de este último, pero es prácticamente independiente de la configuración
geométrica de dicha superficie. Se describirá con detalle cada régimen de ebullición.
Ebullición en convección natural (hasta el punto A sobre la curva de ebullición)
En la termodinámica se aprende que una sustancia pura a una presión específica empieza a
hervir cuando alcanza la temperatura de saturación a esa presión. Pero en la práctica no se
ven burbujas formándose sobre la superficie de calentamiento hasta que el líquido se
calienta unos cuantos grados arriba de la temperatura de saturación. Por lo tanto, en este
caso, el líquido está ligeramente sobrecalentado (una condición metaestable) y se evapora
cuando sube hasta la superficie libre. En este modo de ebullición la convección natural rige
el movimiento del fluido y la transferencia de calor de la superficie de calentamiento al
fluido se realiza por ese mecanismo.

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Observe la figura 10-6, donde la zona de ebullición por convección natural para el agua
termina 5ºC arriba de su temperatura de saturación.

Ebullición nucleada (entre los puntos A y C)


Las primeras burbujas se empiezan a formar en el punto A de la curva de ebullición, en
varios sitios preferenciales sobre la superficie de calentamiento. Las primeras burbujas se
empiezan a formar en el punto A, que recibe el nombre de comienzo de la ebullición
nucleada de la curva de ebullición. Las burbujas se forman con rapidez cada vez mayor, en
un número creciente de sitios de nucleación, conforme nos movemos a lo largo de la curva
de ebullición hacia el punto C. El régimen de ebullición nucleada se puede separar en dos
regiones distintas, como muestra la figura 10-6, con el rango aproximado de 5ºC a 30ºC por
arriba de la temperatura de saturación.
El régimen de ebullición nucleada se puede separar en dos regiones distintas. En la región
A-B (5°C ≤ ΔTexceso ≤ 10°C), se forman burbujas aisladas en varios sitios preferenciales
de nucleación sobre la superfiie calentada. Pero éstas se disipan en el líquido poco después
de separarse de la superficie. El espacio que dejan vacío las burbujas que suben lo llena el
líquido que se encuentra en la vecindad de la superficie del calentador y el proceso se
repite. Las vueltas que da el líquido y la agitación causada por su arrastre hacia la superficie
del calentador son las principales responsables del coeficiente de transferencia de calor y
del flujo de calor más altos en esta región de la ebullición nucleada.
En la región B-C (10°C ≤ ΔTexceso ≤ 30°C), la temperatura del calentador se incrementa
todavía más y las burbujas se forman a velocidades tan grandes en un número tan grande de
sitios de nucleación que forman numerosas columnas continuas de vapor en el líquido. Las
burbujas se mueven a todo lo largo del camino hasta la superficie libre, en donde se
revientan y liberan su contenido de vapor. Los grandes flujos de calor que se pueden
obtener en esta región son causados por el efecto combinado del arrastre de líquido y de la
evaporación.

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A valores grandes de ΔTexceso la rapidez de la evaporación en la superficie del calentador
alcanza valores tan altos que una gran fracción de esa superficie se cubre con burbujas, lo
cual dificulta que el líquido llegue hasta ella y la humedezca. Como consecuencia, el flujo
de calor se incrementa con menor rapidez al aumentar ΔTexceso y alcanza un máximo en el
punto C. En este punto el flujo de calor recibe el nombre de flujo crítico (o máximo) de
calor, q · máx. Para el agua, el flujo crítico de calor sobrepasa 1 MW/m2. A partir de la ley
de Newton del enfriamiento, el coeficiente de transferencia de calor en el punto C es h = q ·
máx/ΔTexceso = (10^6 W/m2)/30 K = 3.3 x 10^4 W/m2 · K. Para el rango entero de la
ebullición nucleada de la figura 10-6, el coeficiente de transferencia de calor varía de
alrededor de 2 000 a 30 000 W/m2 · K.
En la práctica la ebullición nucleada es el régimen más deseable porque en él se pueden
lograr altas razones de transferencia de calor con valores más o menos pequeños de
ΔTexceso, por lo general de menos de 30°C para el agua. En las fotografías de la figura 10-
7 se muestra la naturaleza de la formación de burbujas y el movimiento de éstas asociado
con la ebullición nucleada, la de transición y en película.

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Ebullición de transición (entre los puntos C y D sobre la curva de ebullición)
A medida que se incrementa la temperatura del calentador y, por consiguiente, la ΔTexceso
más allá del punto C, el flujo de calor disminuye, como se muestra en la figura 10-6. Esto
se debe a que una fracción grande de la superficie del calentador se cubre con una película
de vapor, la cual actúa como un aislamiento debido a su baja conductividad térmica en
relación con la del líquido. En el régimen de ebullición de transición se tienen en forma
parcial tanto ebullición nucleada como en película. La ebullición nucleada que se tiene en
el punto C es reemplazada por completo por la ebullición en película en el punto D. En la
práctica se evita operar en el régimen de ebullición de transición, el cual también se conoce
como régimen inestable de ebullición en película. Para el agua la ebullición de transición se
presenta sobre el rango de temperatura en exceso de alrededor de 30°C hasta más o menos
120°C.
Ebullición en película (más allá del punto D)
En esta región la superficie de calentamiento queda cubierta por completo por una película
continua estable de vapor. El punto D, en donde el flujo de calor alcanza un mínimo, se
llama punto de Leidenfrost, en honor de J. C. Leidenfrost, quien en 1756 observó que las
gotitas de líquido sobre una superficie muy caliente saltan de un lado a otro y se evaporan
con lentitud. La presencia de una película de vapor entre la superficie del calentador y el
líquido es la responsable de las bajas razones de la transferencia de calor en la región de
ebullición en película. La razón de la transferencia de calor aumenta al incrementarse la
temperatura en exceso como resultado de la transferencia de calor de la superficie calentada
hacia el líquido, a través de la película de vapor, por radiación, la cual se vuelve
significativa a altas temperaturas.
Un proceso típico de ebullición no seguirá la curva más allá del punto C, como Nukiyama
ha observado durante sus experimentos. Nukiyama advirtió, con sorpresa, que cuando la
potencia aplicada al alambre de nicromo sumergido en agua sobrepasaba q · máx incluso
ligeramente, la temperatura de ese alambre se incrementaba de manera repentina hasta el
punto de fusión del alambre (1 500 K) y se extinguía sin que pudiera controlarlo. Cuando

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repitió los experimentos con alambre de platino, el
cual tiene un punto de fusión mucho más alto (2 045
K), pudo evitar que se consumiera y mantener flujos
de calor más altos que q · máx. Cuando redujo en
forma gradual la potencia, obtuvo la curva de
ebullición que se muestra en la figura 10-8, con una
súbita caída en la temperatura en exceso cuando se
alcanzaba q · máx. Cuando redujo de manera gradual
la energía, obtuvo la curva de enfriamiento mostrada
en la figura 10-8 con una caída repentina en el exceso
de temperatura cuando se alcanzó hasta llegar a q ·
mín. Note que el proceso de ebullición no puede
seguir la parte de ebullición de transición de la curva
correspondiente más allá del punto C a menos que la
potencia aplicada se reduzca en forma repentina.

Ebullición en flujo
La ebullición en estanque considerada hasta ahora
comprende un estanque de líquido aparentemente inmóvil, con burbujas de vapor
elevándose hasta la parte superior como resultado de los efectos de flotación. En la
ebullición en flujo se fuerza al fluido a moverse por medio de una fuente externa, como una
bomba, a medida que pasa por un proceso de cambio de fase. En este caso, la ebullición
exhibe los efectos combinados de la convección y de la ebullición en estanque. La
ebullición en flujo también se clasifica en ebullición en flujo externo o en flujo interno,
dependiendo de si el fluido se fuerza a moverse sobre una superficie calentada o en el
interior de un tubo calentado.
La ebullición en flujo externo sobre una placa o cilindro es semejante a la ebullición en
estanque, pero el movimiento agregado incrementa de manera considerable tanto el flujo de
calor en la ebullición nucleada como el flujo crítico de calor, como se muestra en la figura
10-18. Note que entre más alta es la velocidad, más alto es el flujo de calor en la ebullición
nucleada y el flujo crítico de calor.
La naturaleza de la ebullición en flujo interno es mucho más complicada, debido a que no
existe superficie libre donde el vapor se escape y, por ende, tanto el líquido como el vapor
son forzados a fluir juntos. El flujo en dos fases en un tubo exhibe regímenes diferentes de
ebullición, dependiendo de las cantidades relativas de las fases de líquido y de vapor. Esto
complica el análisis todavía más.
En la figura 10-19 se ilustran las diferentes etapas que se encuentran en la ebullición en
flujo en un tubo calentado, junto con la variación del coeficiente de transferencia de calor a
lo largo del tubo. Inicialmente el líquido está subenfriado y la transferencia de calor hacia él
es por convección forzada. Entonces se empiezan a formar burbujas sobre las superficies
interiores del tubo y las que se separan son arrastradas hacia la corriente principal. Esto da

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al flujo una apariencia burbujeante y, de ahí, el nombre de régimen de flujo en burbujas. A
medida que el fluido se calienta todavía más, las burbujas crecen y llega el momento en que
se unen formando masas de vapor. En este régimen de flujo tapón, hasta la mitad del
volumen del tubo es ocupado por el vapor. Después de un tiempo el núcleo del flujo consta
sólo de vapor y el líquido se confina en el espacio anular entre el núcleo de vapor y las
paredes del tubo. Éste es el régimen de flujo anular, y en él se presentan coeficientes muy
altos de transferencia de calor. Conforme el calentamiento continúa, la capa anular de
líquido se adelgaza cada vez más y llega el momento en que empiezan a aparecer manchas
secas sobre las superficies interiores del tubo. La aparición de las manchas secas viene
acompañada por una brusca disminución en el coeficiente de transferencia de calor. Este
régimen de transición continúa hasta que la superficie interior del tubo queda seca por
completo. En este momento cualquier líquido se encuentra en la forma de gotitas
suspendidas en el núcleo de vapor, lo cual asemeja a una neblina y se tiene un régimen de
flujo en neblina hasta que se vaporizan todas las gotitas. Al final de este último régimen se
ha saturado el vapor, el cual se vuelve sobrecalentado con cualquier transferencia adicional
de calor.

Mecanismos físicos para la condensación


Generalidades
Se presenta la condensación cuando la temperatura de un vapor se reduce por debajo de su
temperatura de saturación, Tsat. Esto suele llevarse a cabo cuando el vapor entra en
contacto con una superficie sólida cuya temperatura Ts esté por debajo de la temperatura de

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saturación Tsat de ese vapor. Pero la condensación también puede ocurrir sobre la
superficie libre de un líquido o incluso en un gas, cuando la temperatura de éstos a la cual
se expone el vapor está por debajo de Tsat. En este último caso las gotitas de líquido
suspendidas en el gas forman una niebla. En este capítulo sólo se considerará la
condensación sobre superficies sólidas. Se observan dos formas distintas de condensación:
en película y por gotas. En la condensación en película el condensado moja la superficie y
forma una película de líquido sobre la superficie, la cual resbala hacia abajo debido a la
influencia de la gravedad. El espesor de la película aumenta en la dirección del flujo a
medida que se condensa más vapor sobre ella. Ésta es la forma en la que por lo general
ocurre la condensación en la práctica. En la condensación por gotas el vapor condensado
forma gotitas sobre la superficie, en lugar de una película continua, y esa superficie se
cubre de un número incontable de gotitas de diámetros variables (figura 10-20).
En la condensación en película la superficie se cubre por una película de líquido de espesor
creciente y esta “pared líquida” entre la superficie sólida y el vapor sirve como una
resistencia a la transferencia de calor. El calor de vaporización hfg liberado a medida que el
vapor se condensa, debe pasar a través de esta resistencia antes de que pueda llegar a la
superficie sólida y ser transferido al medio que está al otro lado. Sin embargo, en la
condensación por gotas éstas resbalan hacia abajo cuando llegan a tener cierto tamaño,
despejando la superficie y exponiéndola al vapor. En este caso no se tiene película de
líquido que oponga resistencia a la transferencia de
calor. Como resultado, en la condensación por gotas
se pueden lograr razones de transferencia que son
más de 10 veces mayores que las asociadas con la
condensación en película. Por lo tanto, la
condensación por gotas es el modo preferido de
condensación en las aplicaciones de transferencia de
calor y durante mucho tiempo se ha tratado de lograr
una condensación por gotas sostenida usando varios
aditivos para el vapor y recubrimientos de la
superficie. Sin embargo, estos intentos no han tenido
mucho éxito, ya que la condensación por gotas
lograda no fue de larga duración y se convirtió en
condensación en película después de algún tiempo.
Por lo tanto, para una mejor transferencia de calor, es
deseable utilizar superficies cortas, debido a la menor
resistencia térmica.

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Condensación en película
Considérese ahora la condensación en película sobre una
placa vertical, como se muestra en la figura 10-21. La
película de líquido se empieza a formar en la parte
superior de la placa y fluye hacia abajo por la influencia
de la gravedad. El espesor d de la película se incrementa
en la dirección x del flujo debido a la condensación
continuada en la interfase líquido-vapor. Durante la
condensación se libera calor en la cantidad hfg (el calor
latente de vaporización) y es transferido a través de la
película hasta la superficie de la placa que se encuentra a
la temperatura Ts. Note que Ts debe estar por debajo de
la temperatura de saturación Tsat del vapor para que
ocurra la condensación.
En la figura 10-21 también se dan perfiles típicos de las
velocidades y las temperaturas. Note que la velocidad del
condensado en la pared es cero, por la condición de “no
deslizamiento” y alcanza un máximo en la interfase
líquido-vapor. La temperatura del condensado es Tsat en
la interfase y disminuye gradualmente hasta Ts en la
pared.
Como fue el caso en la convección forzada que comprende una sola fase, la transferencia de
calor en la condensación también depende de si el flujo del condensado es laminar o
turbulento. Una vez más, el número de Reynolds proporciona el criterio para el régimen de
flujo el cual se define como

en donde
Dh = 4Ac/p = 4δ = diámetro hidráulico del flujo de condensado, m
p = perímetro mojado del condensado, m
Ac= -pδ = perímetro mojado x espesor de la película, m2, área de la sección transversal del
flujo de condensado en su parte más baja.
ρ1 = densidad del líquido, kg/m3

μ1 = viscosidad del líquido, kg/m · s

V = velocidad promedio del condensado en la parte más baja del flujo, m/s
ṁ = ρ1 Vl Ac = gasto de masa del condensado en la parte más baja, kg/s

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En la figura 10-22 se ilustra la evaluación del diámetro hidráulico Dh para algunas
configuraciones geométricas comunes. Note que una vez más el diámetro hidráulico se
define en tal forma que se reduce al diámetro común para el flujo en un tubo circular, como
se hizo en el capítulo 8 para el flujo interno, y es equivalente a 4 veces el espesor de la
película de condensado en el lugar en donde se evalúa ese diámetro hidráulico; es decir, Dh
= 4δ .
El calor latente de vaporización hfg es el liberado cuando se condensa una unidad de masa
de vapor y normalmente representa la transferencia de calor por unidad de masa de
condensado. Sin embargo, en un proceso real el condensado se enfría todavía más hasta
alguna temperatura promedio entre Tsat y Ts, liberando más calor. Por lo tanto, la
transferencia real de calor será mayor. En 1956 Rohsenow demostró que se puede tomar en
cuenta el enfriamiento del líquido al reemplazar hfg por el calor latente de vaporización
modificado h*fg, definido como

en donde cpl es el calor específico del líquido a la temperatura promedio de película.


Se puede tener un argumento semejante para el vapor que entra en el condensador como
vapor sobrecalentado a una temperatura Tv, en lugar de como vapor saturado. En este caso,
el vapor primero debe enfriarse hasta Tsat antes de que pueda condensarse, y el calor debe
transferirse a la pared. La cantidad de calor liberado cuando una unidad de masa de vapor
sobrecalentado a una temperatura Tv se enfría hasta Tsat es simplemente cpv(Tv - Tsat), en
donde cpv es el calor específico del vapor a la temperatura promedio (Tv + Tsat)/2. En este
caso, el calor latente modificado de vaporización queda

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Con estas consideraciones, la razón de la transferencia de calor se puede expresar como

en donde As es el área de transferencia de calor (sobre la cual ocurre la condensación). Al


despejar ṁ de las ecuaciones anteriores y sustituyéndolo en la 10-8 da otra relación para el
número de Reynolds,

Esta relación resulta conveniente para determinar el número de Reynolds cuando se conoce
el coeficiente de transferencia de calor o la razón de la transferencia de calor en la
condensación.
Regímenes de flujo
El número de Reynolds para la condensación sobre las
superficies exteriores de los tubos o las placas verticales
se incrementa en la dirección del flujo debido al aumento
del espesor δ de la película de líquido. El flujo de esta
película exhibe regímenes diferentes, dependiendo del
valor del número de Reynolds. Se observa que la
superficie exterior de la película de líquido permanece
lisa y sin ondas para alrededor de Re ≤ 30, como se
muestra en la figura 10-23 y, por consiguiente, resulta
evidente que el flujo es laminar. Conforme el número de
Reynolds aumenta, aparecen rizos u ondas sobre la
superficie libre del flujo de condensado y éste se vuelve
completamente turbulento a alrededor de Re ≈ 1 800. En
el rango de 450 < Re < 1 800, se dice que el flujo es
laminar ondulado y que es turbulento para Re > 1 800. Sin
embargo, existe cierto desacuerdo acerca del valor de Re
en el cual el flujo se vuelve laminar ondulado o
turbulento.

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Condensación en película dentro de tubos horizontales
Hasta ahora se ha discutido la condensación en película sobre las superficies exteriores de
tubos y otras configuraciones geométricas, la cual se caracteriza por una velocidad
despreciable del vapor y el flujo no restringido del condensado. Sin embargo, la mayor
parte de los procesos de condensación que se encuentran en las aplicaciones de
refrigeración y acondicionamiento de aire están relacionados con la condensación sobre las
superficies interiores de tubos horizontales o verticales. El análisis de la transferencia de
calor de la condensación en el interior de tubos se complica por el hecho de que la
velocidad del vapor y la rapidez de la acumulación de líquido sobre las paredes de los tubos
influyen fuertemente sobre ella (figura 10-34). Para velocidades bajas del vapor, Chato
(1962) recomienda esta expresión para la condensación

Para

en donde el
número de Reynolds del vapor se debe evaluar en las condiciones de admisión del tubo,
mediante su diámetro interno como la longitud característica. Rohsenow da las
correlaciones del coeficiente de transferencia de calor para velocidades más altas del vapor.

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Condensación por gotas
La condensación caracterizada por gotitas de diámetros variables sobre la superficie de
condensación en lugar de una película continua de líquido, es uno de los mecanismos más
eficaces de la transferencia de calor y con él se pueden lograr coeficientes de transferencia
extremadamente grandes (figura 10-35).
En la condensación por gotas éstas se forman en
los sitios de nucleación sobre la superficie y
crecen como resultado de la condensación
continuada, se juntan formando otras más
grandes y resbalan hacia abajo cuando alcanzan
cierto tamaño, despejando la superficie y
exponiéndola al vapor. En este caso no existe
película de líquido que oponga resistencia a la
transferencia de calor. Como resultado, con la
condensación por gotas se pueden logran
coeficientes de transferencia que son más de 10
veces más grandes que los asociados con la
condensación en película. Los coeficientes de
transferencia grandes permiten a los diseñadores
lograr una velocidad específica de transferencia
de calor con un área superficial más pequeña y, por consiguiente, un condensador más
pequeño (y menos caro). Por lo tanto, la condensación por gotas es el modo preferido en las
aplicaciones de transferencia de calor.
El reto en este tipo de condensación no es lograrla sino sostenerla durante largos periodos.
La condensación por gotas se logra al agregar una sustancia química promotora en el vapor,
tratando con ésta la superficie o recubriéndola con un polímero, como el teflón, o con un
metal noble, como oro, plata, rodio, paladio o platino. Los promotores usados incluyen
diversas ceras y ácidos grasos, como los ácidos oleico, esteárico y linoico, No obstante,
pierden su efectividad después de un tiempo, debido a la incrustación, la oxidación y la
remoción del promotor de la superficie. Es posible sostener la condensación por gotas
durante un año mediante los efectos combinados de recubrimiento de la superficie e
inyección periódica del promotor en el vapor. Sin embargo, cualquier ganancia en la
transferencia de calor debe tasarse contra el costo asociado con el sostenimiento de este tipo
de condensación.
La condensación por gotas se ha estudiado en forma experimental para varias
combinaciones superficie-fluido. De ellas, los estudios sobre la condensación de vapor de
agua sobre superficies de cobre ha atraído la mayor parte de la atención debido a su
extendida aplicación en plantas generadoras que funcionan con vapor. P. Griffith (1983)
recomienda estas sencillas correlaciones para la condensación por gotas del vapor de agua
sobre superficies de cobre:

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en donde Tsat se da en °C y el coeficiente de transferencia de calor, hpor gotas se obtiene
en W/m2 · °C.
Los coeficientes de transferencia de calor que se pueden lograr con la condensación por
gotas tienen poco significado si el material de la superficie de condensación no es un buen
conductor, como el cobre, o si la resistencia térmica del otro lado de la superficie es
demasiado grande. En operación estacionaria la transferencia de calor de uno de los medios
hacia el otro depende de la suma de las resistencias térmicas en la trayectoria del flujo del
calor, y una resistencia térmica grande puede eclipsar todo lo demás y dominar el proceso
de transferencia. En esos casos la mejora de la exactitud de una resistencia pequeña (como
una debida a la condensación o a la ebullición) difícilmente produce alguna diferencia en
los cálculos del coeficiente de transferencia de calor total.

Calor latente de vaporización


En general, cuando un material cambia de
fase de sólido a líquido, o de líquido a gas,
una cierta cantidad de energía está
involucrada en este cambio de fase. En
caso de cambio de fase de líquido a gas,
esta cantidad de energía se conoce como
entalpía de vaporización, (símbolo ∆H vap;
unidad: J) también conocido como calor
(latente) de vaporización o calor de
evaporación. El calor latente es la cantidad
de calor agregado o eliminado de una
sustancia para producir un cambio de fase.
Esta energía descompone las fuerzas de
atracción intermoleculares, y también debe
proporcionar la energía necesaria para
expandir el gas (el trabajo pΔV) Cuando se
agrega calor latente, no ocurre cambio de
temperatura. La entalpía de la vaporización
es una función de la presión a la que tiene
lugar esa transformación.
El calor de vaporización disminuye al
aumentar la presión, mientras que aumenta
el punto de ebullición. Se desvanece por
completo en un cierto punto llamado punto crítico. Por encima del punto crítico, las fases
líquida y de vapor son indistinguibles, y la sustancia se llama fluido supercrítico. El calor
de vaporización es el calor requerido para vaporizar completamente una unidad de líquido
saturado (o condensar una unidad de masa de vapor saturado) y es igual a h lg = h g – h l.

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El calor que es necesario para derretir (o congelar) una unidad de masa en la sustancia a
presión constante es el calor de fusión y es igual a h sl = h l – h s, donde h s es la entalpía
del sólido saturado y h l Es la entalpía del líquido saturado.

Evaluación de coeficientes locales


Definición de los coeficientes locales de transferencia de masa gas-líquido
(kL y kG)
La operación de transferencia de masa
representada en la Ilustración 1; en ella el
punto P hace referencia a las concentraciones
iniciales de contaminante en la fase gaseosa
(CG) y en la fase líquida (CL) y el punto I a
las concentraciones en la interfase (CLi y
CGi), donde según postularon Lewis y
Whitman existe un equilibro regido por la ley
de Henry.

Ilustración 1 Transferencia de masa de contaminante gas-


líquido.
El cálculo de los coeficientes de transferencia
de masa se prefiere en función de números adimensionales. En ingeniería de reactores
heterogéneos, considerando l0 y v0 la longitud y velocidad característica del sistema, los
más comunes son:
 El número de Reynolds

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 El número de Schmidt

 El número de Sherwood

Debido a que la interfase es tan


delgada, en ella no hay acumulación de masa de contaminante; de tal manera que la
velocidad con la cual el contaminante abandona la fase gaseosa es igual a la velocidad con
la cual ingresa en la fase líquida. En este caso la velocidad de transferencia de masa es
proporcional a las fuerzas motrices que se presentan en cada una de las fases; así se obtiene
que para la transferencia de masa del contaminante A:

Donde NA es el flux de transferencia de masa que puede ser expresado en g.l-1 .s-1 y a es
el área interfacial específica en m2 .m-3 . Para eliminar la proporcionalidad se incorporan
en la ecuación los coeficientes locales de transferencia de masa de la película gaseosa kG y
de la película líquida kL; haciendo un análisis dimensional se pude inferir que estos
coeficientes se expresan usualmente en unidades de m.s -1 .

reorganizando la ecuación anterior se obtiene la siguiente expresión:

Esta ecuación relaciona a los coeficientes locales de transferencia de masa y representa la


pendiente de la recta P-I que se muestra en la Ilustración 1.

Se han desarrollado ecuaciones empíricas para determinar los coeficientes de transferencia


de masa locales en operaciones de transferencia de masa. La Ilustración 2, resume las
ecuaciones empíricas más utilizadas para columnas empacadas aleatoriamente.

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Ilustración 2 Ecuaciones empíricas para determinar los coeficientes locales de
transferencia de masa en columnas empacadas

Definición de los coeficientes globales de transferencia de masa gas-


líquido (KGa y KLa)
Debido a que las concentraciones en la interfase CL i y CG i no se pueden determinar
fácilmente y prácticamente es imposible; es necesario desarrollar un modelo que relacione
las concentraciones en las fases (CL y
CG) que se muestran la
Ilustración 1; estas concentraciones son
fácilmente medibles a partir de equipos
de medición convencionales.

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La Ilustración 3 también representa la transferencia de masa mostrada en la figura 4. En
ella, si a partir del punto P se traza una línea recta paralela al eje y hasta la curva de
equilibrio se obtiene el punto a de coordenadas (CL, CG*); donde CG* es la concentración
de contaminante en el gas que está en equilibrio con la concentración en el líquido CL. De
igual manera si a partir del punto P se traza una línea recta paralela al eje x hasta la curva
de equilibrio se obtiene el punto b de coordenadas (CL*, CG); en este caso, CL*es la
concentración de contaminante en el líquido que está en equilibrio con CG. Puesto que la
curva de equilibrio es única a una presión y temperatura dadas, CG* en el equilibrio con
CL es una medida adecuada de CG (Treybal et al., 1980); en este sentido, se obtiene que el
flux de transferencia de masa es igual a:

Donde KG es el coeficiente global de transferencia de masa para la fase gaseosa que puede
expresarse en m.s -1 o m.h -1 . Debido a que las concentraciones en el punto a se
encuentran en equilibrio, se puede utilizar la ley de Henry para relacionarlas con la
concentración real en el sistema:

reemplazando se obtiene que:

De manera análoga el flux de transferencia de masa NA puede expresarse en función de las


concentraciones en la fase líquida entre los puntos P y b, así se obtiene:

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Donde KL es el coeficiente global de transferencia de masa para la fase líquida que puede
ser expresado en unidades de m.s -1 o m.h -1 . Las concentraciones en el punto b que se
encuentran sobre la curva de equilibrio también se pueden relacionar de acuerdo a la ley de
Henry:

finalmente se obtiene que:

El área interfacial específica a es muy difícil de determinar experimentalmente puesto que


la interfase gas-
líquido no se
puede visualizar;
en este sentido, los
estudios de
transferencia de
masa por medio de
la valoración
experimental de
los coeficientes
globales de
transferencia de
masa expresan este
coeficiente como
KLa cuyas
unidades de
medida
generalmente se
expresan en s -1 o
h -1 . La tabla de
la derecha resume
algunos modelos
desarrollados en
estudios de transferencia de masa que se han realizado en BTFs mediante la cuantificación
experimental de los coeficientes de transferencia de masa globales a partir de balances de
materia y datos experimentales de concentraciones.

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Aplicación en evaporadores y condensadores
Transferencia de calor en flujo bifásico no hirviente
Los diferentes patrones (regímenes) de flujo encontrados en
la ebullición de flujo (véase figura 10-19) también se pueden
observar en el flujo bifásico no hirviente en tubos verticales y
horizontales (figuras 10-36 y 10-37). El flujo bifásico no
hirviente tiene muchas aplicaciones industriales, como el
flujo de petróleo y gas natural en redes de flujo y pozos
abiertos, para lo que es necesario el conocimiento de la
transferencia de calor bifásica y no hirviente de dos
componentes (líquido y gas permanente). Durante la
extracción de hidrocarburos bifásicos de un yacimiento
petrolero a la superficie, la temperatura de los fluidos de
hidrocarburo cambia debido a la diferencia en las
temperaturas del yacimiento y la superficie. El cambio en la
temperatura genera transferencia de calor entre los fluidos del
hidrocarburo y la tierra que rodea al pozo petrolero, y la
capacidad para estimar el perfil de temperaturas del flujo es
necesaria para abordar varios problemas de diseño en la
ingeniería de producción petrolera.
En la producción submarina de petróleo y gas natural, los
fluidos de hidrocarburos pueden salir del yacimiento a una
temperatura de 75ºC y fluir en el entorno submarino a 4ºC.
Como resultado del gradiente de temperatura entre el
yacimiento y el entorno, conocer la transferencia de calor es
crucial para impedir la hidratación del gas y bloqueos por
depósitos de cera. Los depósitos de cera pueden ocasionar
problemas como la reducción del diámetro interno del tubo lo
que a su vez causará bloqueos, incrementará la aspereza de la
superficie del tubo, restringirá la presión de la línea de flujo,
disminuirá la producción y otros problemas relacionados.
En situaciones en las que sea necesario un flujo a baja
velocidad y sean deseables altas velocidades de transferencia,
se utilizan dispositivos para mejorar la transferencia de calor
como la inserción de cables embobinados, de cintas
enroscadas y espigas helicoidales para promover la
turbulencia, lo que aumenta la transferencia de calor. Aunque estos esquemas para mejorar
la transferencia de calor han demostrado su eficacia, tienen sus desventajas, como la
contaminación, el incremento en la caída de presión y algunas veces hasta las taponaduras o
bloqueos. Un método alternativo para mejorar la transferencia de calor en el flujo tubular es
inyectar gas dentro del líquido para promover la turbulencia.

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Ejercicios
Tomados del libro de Frank Kreith Principios de Transferencia de Calor 7ma edición

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Bibliografía
Cengel. Y. A., Ghajar, A. J. (2011). Transferencia de calor y masa. Fundamentos y
aplicaciones 4° Ed.). Editorial McGraw Hill.
Kreith, F., & Bohn, M. S. (2012). Principios de Transferencia de Calor (7.a ed.). Editorial
Cengage Learning.
Incropera, F. (2007). Fundamentos de transferencia de calor (3°Ed.). MCGraw- Hill.

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