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INTRODUCCION

Pedro Almeyda

Viviana Allauca

Los lípidos en el torrente sanguíneo pueden encontrarse ya sea libre o ligado a proteínas
transportadoras. En general se encuentran triglicéridos, fosfolípidos, colesterol y ácidos grasos no
esterificados (AGNE).

Por lo general se estima que la lipemia (lípidos totales) en un individuo normal es de 60


mg/dl, por término medio, oscilando entre 500 y 700 mg/dl.

La insolubilidad de las proteínas frente al agua hace que ellas se asocien a las proteínas para
de eta manera poder ser transportadas en el plasma, estas moléculas complejas son las
lipoproteínas, según su composición y densidad ella se clasifican en:

a) Quilomicrones: poseen una densidad < 0.95 y se localizan en el inicio del corrido
electroforético.
b) Lipoproteínas de muy baja densidad o VLDL: poseen una densidad entre 0.95 y 1.006,
corresponde a las pre- β
c) Lipoproteínas de baja densidad o LDL: poseen densidad de 1.006 a 1.063 y corresponde a
la fracción β electroforética.
d) Lipoproteínas de alta densidad o HDL: poseen una densidad comprendida entre 1.063 y
1.210 y electroforéticamente corresponden a la fracción α.

Cuando un suero presenta apariencia lechosa decimos que es lipémico, siendo no


hiperlipémico cuando es transparente.

Existen dos condiciones fundamentales que pueden encontrarse en clínica: la hiperlipemia y la


hipolipemia. Dislipidemia es cualquier alteración de los niveles de lipoproteínas.

Hiperlipidemias: Cuando se produce incremento de una o más fracciones de las lipoproteínas


se originan cuadros clínicos que se conocen como hiperlipoproteinemias, Fredrickson, Levy y Lees
(1967) han clasificado las hiperlipoproteinemias en cinco grupos, clasificación que ha sido
adoptada por la OMS.

Las anomalías lipídicas séricas de los exámenes de rutina (colesterol, triglicéridos y las
fracciones LDL, VLDL y HDL) pueden revestir desde formas relativamente groseras o formas sutiles,
pasando por diversos grados. La mayor parte de casos cursan sea con colesterol total, triglicéridos,
LDL y VLDL, o bien valores bajos de HDL, por lo que se justifica mejor usar el término de
dislipidemias.
De otro lado, las hiperlipidemias pueden ser secundarias a una causa orgánica o metabólica,
siendo la expresión clara que domina el cuadro clínico, como sucede con la hipercolesterolemia de
los hipotiroideos o los nefróticos o del diabético. Algunos tipos de mieloma también pueden cursar
con hiperlipidemia secundaria. La obesidad de causa nutricional es un factor de riesgo de
dislipidemia.

Las hiperlipoproteinemias primarias son de origen genético, es decir se transmiten


hereditariamente, parece ser una de las causas más frecuentes de hiperlipemia, tacaría a un 2% de
la población europea, siendo casi el doble de la incidencia de la diabetes mellitus.

Frente a una hiperlipemia es necesario realizar las siguientes exploraciones:

a) Determinación del tipo de hiperlipidemia que presenta el paciente (según la clasificación


de Fredrickson.
b) Exploración de las conexiones d dicha hiperlipemia: genética, hormonal, etc.
c) Búsqueda de un trastorno del metabolismo o factores de origen nutricional.

Hipolipoproteinemias: son excepcionales y poseen escasa importancia. Suelen verse con ayor
frecuencia en casos de:

a) Hipertiroidismo
b) Anemia perniciosa

El colesterol e un lípido simple no saponificable que participa en innumerables procesos


dentro de los seres vivos, bien sea como parte de la estructura de las membranas celulares o como
precursor de compuestos, de importancia biológica como hormonas esteroides, sales y pigmentos
biliares, vitaminas D, etc.

Desde el punto de vista médico esta sustancia recibe atención particular desde que se
encuentra relacionada con procesos patológicos tales como: ateromatosis, xantomatosis,
síndrome de Hans- Christian-Shuller, acumulo en las vías biliares (con formación de cálculos), de
allí que sea importante la tasa de colesterolemia para poder evaluar el proceso evolutivo de
algunas de estas entidades. Se asigna papel importante al hígado para el mantenimiento de la
tasa plasmática de colesterol, es en este órgano donde el colesterol va experimentar un proceso
de esterificación, aun cuando se pueda esterificar en otros órganos. Se ha calculado la vida media
del colesterol en ocho días.

La disminución del colesterol en sangre se denomina hipocolesterolemia y es frecuente


encontrarla en afecciones difusas del hígado (intoxicaciones con tetracloruro de carbono, fósforo,
etc.). El aumento se conoce como hipercolesterolemia y puede hallarse en la diabetes mellitus,
síndrome nefrótico, hipotiroidismo, enfermedades obstructivas de las vías biliares y en la
hipercolesterolemia familiar de origen genético.

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