Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Marco Legal de La AP
Marco Legal de La AP
Análisis
de Leyes
UNIDAD
II:
Marco
Legal de
la Facilitador Participante
Medina Carlos Acosta José C.I. V-26.620.764
tración
Pública
MARCO LEGAL DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA EN LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE
VENEZUELA
En esta ley estipula las bases y fundamentos bajo las que se regirá las funciones del administrador
público, sus principios, el modo de gestión y los lineamientos a seguir para el buen funcionamiento
y desarrollo de la Administración Pública Nacional dentro de las organizaciones gubernamentales.
Tiene como objetivo principal la organización y dar eficacia a los principios, valores y normas
consagrados en la CRBV, y actúa bajo el principio legal sujetas a la carta magna, otorgando
garantía que debe ofrecer la Administración Pública a los particulares acerca de los servicios que
requiere la población para la satisfacción de sus necesidades, así como también la garantía al
derecho de petición formuladas por los particulares. Estipula ciertos principios de responsabilidad,
tales como la responsabilidad fiscal, patrimonial, de eficacia para la el cumplimiento de los
objetivos y metas planteados, la gestión en l asignación y utilización de los recursos públicos;
principios de suficiencia, racionalidad y adecuación de los medios para fines institucionales. La
LOAP también insta la tendencia de cooperación, coordinación, transparencia y cercanía
organizativa a los particulares.
La Ley Orgánica de Administración Financiera del Sector Público (LOAF), aprobada en septiembre
del 2000, incorpora un conjunto de innovaciones orientadas hacia la disminución de la
discrecionalidad y la volatilidad de la gestión fiscal. Destacan las disposiciones sobre reglas de
equilibrio fiscal plurianual, de estabilización y coordinación macroeconómicas, y de ahorro
intergeneracional; así como también nuevas disposiciones sobre la administración financiera del
sector público en las áreas de presupuesto, crédito público, tesorería, contabilidad y control de
gestión. Aunque en la LOAF se perciben avances importantes respecto a la modernización de la
legislación fiscal, se constata la existencia de inconsistencias que hacen perder efectividad a dicho
documento. Se concluye que de no ser corregidas, ellas harán de la LOAF un documento legal sin
importancia, postergándose así una vez más la oportunidad de que los principales problemas
estructurales que caracterizan a las finanzas públicas venezolanas puedan corregirse de manera
permanente.
La presente ley se creó mediante la Gaceta Oficial N° 5.554 de fecha 13 de noviembre del 2001. La
Ley Orgánica de Planificación Pública y Popular es el artífice jurídico en la coordinación e
interrelación entre las organizaciones populares, los consejos comunales, los consejos del Poder
Popular y el resto de las instituciones del Poder constituido, como son las instancias nacional,
estadal, municipal y comunal, a fin de establecer los canales que permitan que la planificación
popular en el barrio y en el caserío sea tomado en cuenta en la planificación de una zona en
particular.
Este sistema cuenta con distintos instrumentos denominados planes, que se identifican según el
nivel político en el que se construyen, pero aun cuando son varios instrumentos, la Ley es
insistente al recordar que los mismos deben estar en armonía y deben articularse con el Plan
Nacional de Desarrollo Económico y Social de la Nación, que vendría a ser el Plan Macro y
Supremo del Sistema Nacional de Planificación.
Sistema de seguridad social es definido por la LOSS como «el conjunto integrado de sistema y
regímenes prestacionales, complementarios entre si e interdependientes, destinados a atender las
contingencias objeto de la protección de dicho sistema». La LOSS concibe al sistema de seguridad
social como una estructura integrada por sistemas prestacionales que a su vez agrupan en su seno
uno o más regímenes prestacionales, definidos estos por la Ley como «el conjunto de normas que
regulan las prestaciones con las cuales se atenderán las contingencias, carácter, cuantía, duración
y requisitos de acceso; las instituciones que las otorgarán y gestionarán, así como su
financiamiento y funcionamiento». La LOSS establece el carácter público del sistema y de las
normas que lo regulan y, en tal sentido, prevé que en la formulación de las políticas y planes de los
distintos regímenes prestacionales que conforman el sistema de seguridad social se garantizará la
participación protagónica de los ciudadanos, en particular de los afiliados, trabajadores,
empleadores, pensionados, jubilados y organizaciones de la sociedad civil y promoverá
activamente el desarrollo de una cultura de la seguridad social fundamentada en una conducta
previsiva, y en los principios de solidaridad, justicia social y equidad. Las modalidades en que se
verificará la participación ciudadana en la estructuración del sistema serán establecidas en las
leyes que se dicten para regular cada régimen prestacional y sus reglamentos. En cuanto a su
estructura organizativa y funcional, el sistema de seguridad social estará integrado por los
sistemas prestacionales de salud, previsión social y vivienda y hábitat cada uno de los cuáles
tendrá a su cargo un régimen prestacional específico como seguidamente se indica:
Conforme se establece en el artículo 106 de la LOSS, los recursos para el financiamiento del
Sistema de Seguridad Social estarán constituidos por:
3. Los remanentes netos de capital, destinados a la salud y la seguridad social, que se acumularán
a los fines de su distribución y contribución en estos servicios, en las condiciones y modalidades
que establezcan las leyes de los respectivos regímenes prestacionales.
4. Las cantidades recaudadas por concepto de créditos originados por el retraso del pago de las
cotizaciones.
Los recursos del Sistema de Seguridad Social constituyen un patrimonio único afecto a los fines
que le son específicos y distinto del patrimonio de la República, y no podrán ser destinados a
ningún otro fin diferente al previsto para el Sistema de Seguridad. Así, la ley prohíbe la
transferencia de recursos entre los fondos de los distintos regímenes prestacionales, salvo que ello
se haga de acuerdo a las condiciones previstas en la propia LOSS y en las leyes que se dicten para
regular los regímenes prestacionales del Sistema de Seguridad Social. Los recursos financieros del
Sistema de Seguridad Social no forman parte de la masa indivisa del Tesoro Nacional y son
inembargables, así como sus correspondientes intereses, rentas o cualquier otro producto
proveniente de sus inversiones.
Esta ley tiene por objeto implementar los conceptos de ética pública y moral administrativa, en
referencia a la conducta que deben mantener los funcionarios públicos en el desempeño de sus
funciones, con preeminencia de los intereses del Estado, sobre el interés particular, fundamentado
en los principios constitucionales que rigen la Administración Pública y se considera corrupción,
además del daño al patrimonio público.
La diferencia entre la Ley Contra la Corrupción y la ya derogada Ley Orgánica de Salvaguarda del
Patrimonio Público es que la primera no es sólo una ley represiva, ya que no se detiene
únicamente en el establecimiento de sanciones administrativas y penales contra los funcionarios
públicos que infrinjan las normas allí previstas, sino que se busca crear mecanismos preventivos
que procuran dotar de mayor transparencia la administración de recursos públicos.
La Ley Orgánica del Poder Público Municipal (LOPPM, 2010), reproduciendo las normas
constitucionales, caracteriza a la autonomía como la facultad que tiene el Municipio para la
elección de sus autoridades; gestionar las materias de su competencia; creación, recaudación e
inversión de sus recursos; dictar el ordenamiento jurídico municipal; organizarse; entre otras.
Partiendo de la premisa que el ámbito municipal posee un Poder Ejecutivo, a cargo del Alcalde, el
cual comprende todo lo concerniente a la administración o gobierno municipal; un Poder
Legislativo, llamada también función deliberante, que corresponde al Concejo Municipal,
integrado por concejales. Ambos tienen en común que acceden a los cargos por vía de elección
popular. Acerca de la gestión de las materias de su competencia, la LOPPM trae como fundamento
que es competencia de los municipios el gobierno y administración de los intereses de la vida
local, la gestión de sus actividades y servicios que requiera la comunidad municipal. Al respecto,
cada municipio puede organizar sus órganos y entes, al igual que normar su funcionamiento; el
Concejo Municipal dictará instrumentos jurídicos que regulen su autonomía funcional y su
ordenamiento interno. Como en toda actividad pública se requiere disponer de un patrimonio
para satisfacer necesidades colectivas, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela
(CRBV, 1999) – al reconocer la autonomía municipal – ha previsto de la manera más amplia que el
nivel local pueda desarrollar sus cometidos. En tal sentido el Poder Municipal – dentro de lo que
comprende la autonomía – puede crear, recaudar e invertir sus ingresos. Para ello fue dotado de
potestad tributaria originaria, es decir, el Texto Fundamental le ha asignado ramos rentísticos
propios, por ejemplo: impuesto sobre actividades económicas, de industria, comercio, servicios o
de índole similar; impuesto sobre inmuebles urbanos; impuesto sobre vehículos; impuestos sobre
espectáculos públicos; impuestos sobre juegos y apuestas lícitas; impuestos sobre publicidad y
propaganda comercial; contribución sobre plusvalías de las propiedades generadas por cambios de
uso o de intensidad de aprovechamiento con que se vean favorecidas por planes de ordenación
urbanística. Tasas por el uso de bienes y servicios. Por otra parte, deja en manos del legislador
nacional la creación de otros tributos como el impuesto sobre transacciones inmobiliarias o el
impuesto sobre predios rurales.
La organización del Poder Público Municipal proviene desde el Constituyente como una de las
características o consecuencias del reconocimiento expreso de la autonomía del ámbito local. En
efecto, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV, 1999) establece un modelo
uniforme de organización: estatuye un Poder Ejecutivo a cargo del Alcalde, el cual comprende
todo lo concerniente a la administración o gobierno municipal; un Poder Legislativo, llamada
también función deliberante, que corresponde al Concejo Municipal, integrado por concejales.
Ambos tienen en común que acceden a los cargos por vía de elección popular. La Ley Orgánica de
la Administración Pública (2008) define lo que son los órganos y entes, siendo aquellos las
unidades administrativas – en este caso de los municipios – a las que se atribuyen efectos jurídicos
o cuya actuación tenga carácter regulatorio. Ejemplos: El Concejo Municipal, la Contraloría
Municipal. Mientras que los entes son toda organización administrativa descentralizada
funcionalmente con personalidad jurídica propia; sujeta al control, evaluación y seguimiento de
sus actuaciones por parte de sus órganos rectores, de adscripción y de la Comisión Central de
Planificación. Ejemplos: Instituto Autónomo de Policía Municipal del Municipio Baruta, Estado
Bolivariano de Miranda; Fundación del Niño del Municipio Iribarren, Estado Lara.
Debido a que la Ley de Carrera Administrativa no logró su objetivo, surge la necesidad de una
transformación en la Administración Pública, por lo que durante el gobierno del Presidente Hugo
Rafael Chávez Frías, se publicó en gaceta oficial N° 5557, el 13 de noviembre de 2001, la exposición
de motivos del Decreto con Fuerza de Ley sobre el Estatuto de la Función Pública, y el 06 de
septiembre de 2002, se publica en gaceta oficial N° 37.522, la Ley del Estatuto de la Función
Pública.
Crear el marco regulador que conforme un sistema de incentivos definidos para el funcionario
público, con reglas claras de actuación, para que su gestión se oriente a garantizar que la
Administración Pública Nacional esté al servicio de los ciudadanos, fundamentada en los principios
de honestidad, participación, solidaridad, celeridad, eficacia, eficiencia, transparencia, rendición
de cuentas y responsabilidad en el ejercicio de la función pública, con pleno sometimiento a la ley
y el derecho.
Esta ley promueve que el funcionario público se identifique como servidor público, que actúa en
función de la acción del Estado para llevar a cabo sus fines esenciales y forma parte de una
Administración Pública al servicio de la ciudadanía. Crear un régimen que oriente la actuación de
los funcionarios públicos hacia una conducta intachable, regida por los códigos de ética y moral
administrativa, con el más alto sentido de dedicación y compromiso para la realización de los
principios y normas de la Constitución. Crear las condiciones para que los funcionarios que
ingresen y permanezcan en la Administración Pública, respondan a los más altos niveles de
capacitación y experiencia técnica y profesional. Establecer las normas que garanticen que el
acceso y ascenso en la Función Pública, sólo se realice en el más estricto respeto a la igualdad
efectiva y real, con base en la selección objetiva del más apto, mediante la competencia pública
sobre conocimientos, méritos y experiencia. En consideración a que el funcionario público debe
actuar dentro de condiciones que compensen adecuadamente su comportamiento, el Estatuto de
la Función Pública crea las condiciones para el establecimiento de:
1. Beneficios o prerrogativas, sean o no económicas, que equilibren sus condiciones laborales y
que el disfrute de los mismos, esté en relación con los méritos logrados en su desempeño
individual, determinado en forma objetiva
2. Garantizar a los aspirantes y miembros de la Función Pública, así como a los ciudadanos, en
sus relaciones con aquella, el debido proceso en todas las actuaciones administrativas y judiciales,
para que sea efectivo el Estado democrático y social de Derecho y de Justicia, así como la
promoción de medios alternativos para la solución de conflictos.
3. Garantizar a los funcionarios públicos las peculiaridades del ejercicio del derecho a la
sindicación, la negociación colectiva y la huelga, conforme a los intereses, derechos y garantías
constitucionales de la población y a los fines del Estado y de la Administración Pública.
El Estatuto de la Función Pública persigue lograr un adecuado equilibrio entre los intereses de los
funcionarios públicos como trabajadores, los derechos y garantías constitucionales de la población
y los objetivos de la Administración Pública como instrumento para el logro de los fines del Estado.
En Gaceta Oficial Extraordinaria N° 6.452 de fecha 25 de abril de 2019, fue publicado el Decreto N°
3.830 de la Presidencia de la República, mediante el cual se regula y establece la Escala General de
Sueldos para Funcionarias y Funcionarios Públicos de Carrera de la Administración Pública.