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Manual de Emergencias Clínicas Unidad 1 PDF
Manual de Emergencias Clínicas Unidad 1 PDF
Reanimación
cardiopulmonar
Manual
2018
Sello UCSG
xxxxxxxxxxx
ISBN XXXXXXXXXX
Edición general
Dr. Carlos Guarderas. Médico cardiólogo. Director del Programa de textos de enseñanza
UTE.
Dr. Alfonso Sánchez. Editor
MSc Anabel Castillo: Directora de la Editorial UTE
Dra. Carla Torres. Médica cirujana. Docente de la FCSEE UTE
Dr. Iván Cevallos. Médico ginecobstetra. Docente de la FCSEE UTE
Dr. Alejandro Mora. Médico ginecobstetra. Docente de la FCSEE UTE
Dr. Leonardo Márquez. Médico ginecobstetra. Docente de la FCSEE UTE
Ing. Josué Martínez. Ingeniero mecatrónico. Jefe de Mantenimiento del Centro de
simulación UTE
Msc Álvaro Pazmiño, Director de Televisora UTE
Tgla. Verónica Buenaño. Tecnóloga en emergencias médicas. Técnico docente del Centro
de simulación UTE
Martín Pastor. Periodista. Coordinador de Relaciones Públicas UTE
Marcela Placencia. Interna rotativa
Contenido
Presentación. ...................................................................................................................................... 4
Introducción....................................................................................................................................... 5
Antecedentes y justificación. ............................................................................................................ 5
Objetivos. ........................................................................................................................................... 5
1.1 Objetivo General. ............................................................................................................ 5
1.2 Objetivos específicos. ...................................................................................................... 5
Alcance. .............................................................................................................................................. 6
Unidad 1. Reanimación Cardiopulmonar
1.1 Morfofunción cardiovascular y respiratoria aplicada a reanimación cardiopulmonar .... 8
1.2 Reanimación cardiopulmonar básica ............................................................................. 25
1.3 Ritmos de paro cardíaco ................................................................................................ 54
1.4 Taquicardia inestable ..................................................................................................... 59
1.5 Fármacos en reanimación cardiopulmonar avanzada .................................................... 70
1.6 Reanimación cardiopulmonar avanzada del adulto ....................................................... 81
1.7 Algoritmo de reanimación cardiopulmonar avanzada en pediatría ............................... 90
1.8 Bradicardia inestable………………………………………………………………….104
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Introducción
El trabajo cuotidiano en el sistema de atención prehospitalaria está lleno de retos,
dificultades y demanda un gran desgaste físico, mental y emocional, porque en los
primeros minutos de atención de una emergencia, está en juego la vida y el futuro de las
víctimas.
La presente unidad servirá de guía y acompañamiento como texto de
referencia en las principales causas de emergencias clínicas, brindando
El presente manual servirá como texto de referencia y está dirigido al
equipo de salud de atención prehospitalaria.
Antecedentes y justificación.
Objetivos.
Objetivo General.
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b. Ofrecer un material de consulta que permita desarrollar la fase presencial práctica
del curso.
Alcance.
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UNIDAD 1
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CAPÍTULO 1
Morfofunción cardiovascular y respiratoria aplicada a la
reanimación cardiopulmonar
Introducción
1. Situación a tratar: en el presente capítulo se abordarán los aspectos básicos de cómo están
constituidos y cómo funcionan de manera integrada, los aparatos cardiovascular y
respiratorio.
2. Enfoque: descripción de la morfofunción básica del aparato cardiovascular y respiratorio.
3. Población meta: personal que labora en el ámbito prehospitalario de las emergencias médicas,
que requiere fundamentos específicos para aprobar un curso-taller de reanimación básica y
primeros auxilios y de atención prehospitalaria.
4. Profesionales que se encargarán de la ejecución del documento: Médicos, preferiblemente
especialistas en emergencias o medicina crítica.
5. Utilidad: obtener una síntesis direccionada de la morfofunción aplicada a emergencias.
6. Ámbito de acción: previo a un curso taller de reanimación básica, emergencias básicas y
atención prehospitalaria.
7. Finalidad: que los participantes en el curso taller mejoren su comprensión respecto a las
maniobras y procedimientos que se realizan durante la reanimación o atención de
emergencias médicas.
Justificación
Beneficios del estudiante: el personal que atiende en la fase prehospitalaria tiene diverso
grado de preparación en el ámbito médico, no obstante, se requiere de mínimos conocimientos
estandarizados que permitan un adecuado abordaje de las emergencias médicas. Este capítulo facilita
un breve repaso de los aspectos relevantes de la morfofunción cardiovascular, respiratoria y del
transporte sanguíneo de oxígeno, al médico, enfermera o tecnólogo en emergencias médicas, pero
también ofrece un resumen asequible al personal que no ha tenido la oportunidad de abordar estos
temas.
En la mayoría de emergencias médicas, el conocimiento de la morfofunción de los aparatos
respiratorio y circulatorio constituye un requisito imprescindible para el entendimiento de las
diferentes condiciones que puedan presentarse en la práctica prehospitalaria, de esta manera el
personal mejorará su planteamiento diagnóstico y terapéutico.
Objetivo general
Objetivos específicos
8
Alcance
Generalidades
Cada día el ser humano necesita ingresar al cuerpo muchas sustancias que sus células
requieren para funcionar de manera adecuada, por ejemplo: oxígeno, agua, carbohidratos, lípidos,
proteínas y una serie de pequeños elementos químicos como son las vitaminas y los minerales. Las
necesidades celulares de cada elemento son variadas, pues dependen de la velocidad de consumo de
los mismos, así como de los depósitos de reserva que de cada una de estas sustancias posee el cuerpo.
En condiciones habituales una persona puede subsistir unas semanas sin ingerir alimentos, algunos
días sin ingerir agua, pero no más de unos pocos minutos sin recibir oxígeno (O2) y sin eliminar
dióxido de carbono (CO2), porque todas las células del cuerpo requieren del O2 y producen CO2 de
manera permanente, sin que existan reservas de estas sustancias.
Las neuronas son células que no disponen de alternativas para remplazar al oxígeno,
indispensable para su funcionamiento. También la concentración excesiva de CO2 y la deficiencia de
glucosa en la sangre afectan el funcionamiento neuronal y las alteraciones de estos elementos tienen
consecuencias nocivas sobre el sistema nervioso, a veces irreversibles.
9
El aire ambiente cuya composición aproximada es 79% de nitrógeno y 21% de oxígeno,
ingresa hasta los pulmones. El CO2 debe ser eliminado desde los pulmones hacia el ambiente, esta es
la función principal del aparato respiratorio. Se requiere de un sistema transportador que lleve el
oxígeno desde los pulmones hacia todas las células del cuerpo, entregue el oxígeno junto con otros
nutrientes, y que retorne hacia los pulmones con el CO2 producido por las células, para eliminarlo
hacia el ambiente. La transportadora de sustancias es la sangre que fluye dentro del aparato
circulatorio.
El aparato respiratorio está constituido por las vías respiratorias y los pulmones. Las vías
aéreas conducen el aire hasta los pulmones, donde se produce el intercambio de gases entre el aparato
respiratorio y la sangre contenida en los capilares pulmonares, que son parte del aparato
cardiovascular.
El movimiento de un volumen en un tiempo determinado se denomina flujo, el flujo aéreo es
el volumen de aire moviéndose dentro de las vías del aparato respiratorio.
Por convención las vías respiratorias se dividen en superiores e inferiores. Las vías aéreas
superiores están constituidas por la nariz y la faringe (figuras 1 y 2), esta última localizada atrás de la
nariz, de la boca y de la laringe (nasofaringe, orofaringe y laringofaringe). Las vías aéreas inferiores
inician en la laringe que es una estructura cartilaginosa y se la aprecia como una prominencia en la
parte anterior y central del cuello, la nuez de Adán, se continúa hacia abajo con la tráquea que dentro
del tórax, se dividirá en dos bronquios principales, uno derecho y otro izquierdo (figura 3). La tráquea
y los bronquios tienen cartílago como parte de su estructura, por lo tanto no colapsan. Cada uno de
los bronquios se dividirá de manera sucesiva en muchos bronquios más pequeños y cada uno de ellos,
a su vez, en bronquiolos terminales que ya no tienen cartílago, pero si tienen músculo liso, cuando
este músculo se contrae de manera exagerada los bronquiolos reducen su calibre de manera
significativa. Finalmente los bronquiolos terminales se dividirán en finas estructuras tubulares que
han perdido ese músculo liso y son capaces de intercambiar los gases con la sangre, son los
bronquiolos respiratorios, que terminarán a manera de racimos, en sacos alveolares constituidos por
alvéolos (figura 4).
Las vías aéreas también se dividen en vías de conducción y en vías de intercambio. Las vías
aéreas de conducción únicamente conducen el aire, pero no existe intercambio gaseoso con la sangre
y están conformadas por las vías aéreas superiores y por las inferiores hasta los bronquiolos
terminales. Las vías de intercambio están constituidas por los bronquiolos respiratorios, los sacos
alveolares y los alvéolos (figura 4). Los alvéolos constituyen la estructura básica de cada uno de los
dos pulmones, uno derecho y otro izquierdo, este último pulmón algo más pequeño que el derecho,
por la presencia del corazón (figura 5).
Cavidad pleural
Los pulmones se encuentran dentro de la cavidad torácica, adherida a cada pulmón está una
fina membrana denominada pleura visceral y adherida a la cara interna de la caja torácica se encuentra
otra membrana denominada pleura parietal. Las dos pleuras están adosadas una con otra debido a la
presencia de presión negativa entre ellas, pero dejan una cavidad virtual que en condiciones anormales
puede ser llenada con líquido o aire y separarlas. Se llama presión negativa a un valor de presión
inferior a la atmosférica.
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Gas atmosférico, inspirado, alveolar y espirado
El aire con el oxígeno necesario es captado desde el ambiente a través de las vías respiratorias
durante la inspiración, llegará a las zonas de intercambio y se lo expulsa, con menos oxígeno, pero
cargado de CO2, durante la espiración. Un ciclo respiratorio está formado por inspiración y espiración.
El aire ambiente o atmosférico, ingresa por las vías aéreas superiores, en la nariz se calienta,
purifica y humidifica, luego continúa por la faringe (figuras 1 y 2). Al humidificarse, esta mezcla de
gases toma el nombre de aire inspirado y fluye dentro de las vías de conducción hacia las zonas de
intercambio gaseoso (figuras 3 y 4). El aire inspirado tiene nitrógeno, oxígeno y vapor de agua, no
tiene dióxido de carbono, al llegar a las zonas de intercambio se llama gas alveolar, que contiene los
gases del aire inspirado, más dióxido de carbono, que de manera permanente sale desde los capilares
sanguíneos hacia los alvéolos, también el aire alveolar contiene menos oxígeno, porque este gas
ingresa desde los alvéolos hacia la sangre que circula por el interior de los capilares pulmonares y
reduce su concentración en los alvéolos. Durante el inicio de la espiración, el aire espirado es el mismo
que el contenido en las vías de conducción (espacio muerto anatómico), cuya composición es similar
al aire inspirado. Cuando el aire inspirado contenido en el espacio muerto anatómico ha terminado de
salir durante la primera etapa de la espiración, sigue el aire alveolar cargado de dióxido de carbono y
con poca cantidad de oxígeno.
Durante una maniobra de respiración boca-boca, aunque por razones de bioseguridad no se
recomienda, el aire espirado de la persona que aplica estamaniobra contiene suficiente concentración
de oxígeno para mantener con vida a la víctima, ya que la primera etapa del aire espirado es igual al
aire inspirado. El aire exhalado tiene aproximadamente 16% de oxígeno y 4% de CO2.
Una manera de evaluar la eficacia del masaje cardiaco durante la reanimación cardiopulmonar
es con la medición del dióxido de carbono exhalado por la víctima, si las compresiones torácicas no
ocasionan adecuado movimiento de la sangre, los alvéolos podrán estar ventilados, pero no irrigados
o perfundidos; si no existe suficiente sangre en los capilares pulmonares, tampoco habrá dióxido de
carbono en el aire espirado de la víctima.
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Figura 2.- Vista de lado de las vías aéreas superiores
El espacio muerto anatómico, en un adulto promedio oscila entre 100 y 150 mililitros. Existen
varios métodos para estimar el espacio muerto anatómico, cada uno de ellos con sus limitaciones, y
cuyos detalles escapan la intencionalidad del presente documento. Aunque no es exacta, a manera de
orientación en emergencias prehospitalarias, se sugiere la aproximación habitual de 2 ml/kg del peso
ideal, tanto en adultos como en niños.
Espacio muerto alveolar: cuando los alvéolos están ventilados, pero no tienen irrigación
sanguínea, se llama “espacio muerto alveolar”. En condiciones normales no tiene relevancia y su
valor es cercano a cero. Adquiere importancia en condiciones de baja irrigación sanguínea, como en
un paciente con presión arterial muy baja; también mientras se aplica ventilación con presión positiva
mediante un balón de reanimación a una víctima de parada cardiorrespiratoria con mala calidad de
compresiones torácicas, los alvéolos ventilados, pero con deficiente irrigación sanguínea por parte de
los capilares pulmonares, se comportan como zonas de conducción, no de intercambio, entonces se
dice que existe espacio muerto alveolar.
Espacio muerto fisiológico es la suma del espacio muerto anatómico más el espacio muerto
alveolar (que normalmente es de cero). Por lo tanto, en condiciones normales de reposo el espacio
muerto anatómico es igual al espacio muerto fisiológico. En el ejemplo de la aplicación de ventilación
con presión positiva con una bolsa de reanimación o un ventilador mecánico, el espacio muerto
alveolar puede crecer significativamente, lo que impide un adecuado intercambio de gases entre los
alvéolos y la sangre. En estas condiciones, el espacio muerto fisiológico es mayor que el anatómico.
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Figura 4.- zonas de intercambio gaseoso
Es importante recalcar que siempre que se hable de ventilación pulmonar, debe tomarse en
cuenta el “peso ideal” de un paciente. El tamaño de los pulmones de una persona no tiene relación
con su peso, sino con su estatura; dos personas de la misma estatura deben tener un tamaño pulmonar
parecido, independientemente de su peso real.
Modo de obtener el peso ideal: existen varias fórmulas, pues son aproximaciones, una de ellas
fue propuesta por el Dr. Paul Broca, en el siglo XIX y permite una rápida, aceptable y sencilla
“aproximación del peso ideal” para un adulto, en situaciones de emergencias (12).
Peso ideal = Estatura en centímetros – 100.
Ejemplo: dos varones adultos, de la misma edad miden 1,70 metros, el primero pesa 70 Kg
y el segundo es una persona con obesidad y pesa 140 Kg.
Los dos tendrán un tamaño pulmonar parecido, más aún, el paciente obeso tendrá reducidas
sus capacidades y volúmenes pulmonares debido a la restricción ocasionada por la grasa para que sus
pulmones puedan expandirse de la misma manera que lo harán en una persona con peso dentro de
límites normales.
El espacio muerto anatómico será igual en los dos casos, aproximadamente 140 mililitros (2
ml/Kg de peso ideal).
13
Inervación de las vías aéreas inferiores
El músculo liso de los bronquiolos tiene inervación por parte del sistema nervioso autónomo:
las fibras simpáticas estimulan los receptores adrenérgicos beta 2 y lo relajan, mientras que las fibras
parasimpáticas estimulan los receptores colinérgicos muscarínicos y provocan contracción del
músculo bronquiolar. Por lo tanto, la estimulación beta 2 adrenérgica “broncodilata”, mientras que la
estimulación muscarínica ocasiona “broncoconstricción” que deriva en dificultad para el flujo aéreo.
La cantidad de aire que ingresa hacia las vías respiratorias durante una inspiración relajada y
que se exhala durante una espiración relajada, se llama volumen corriente o volumen tidal.
La cantidad máxima de aire que puede eliminarse desde una inspiración profunda hasta una
espiración forzada, se llama capacidad vital. Aunque intente exhalar todo el aire del interior de los
pulmones, no será posible, al final quedará un “volumen residual” dentro de los pulmones ya que en
condiciones normales estos nunca colapsan. La suma de la capacidad vital y del volumen residual es
la capacidad pulmonar total.
Mediante una prueba denominada espirometría (figura 6) se pueden obtener todos los
volúmenes y capacidades pulmonares, excepto el volumen residual que se lo obtiene por otros
métodos. La capacidad funcional residual y la capacidad pulmonar total involucran al volumen
residual y tampoco podrán ser valoradas únicamente por espirometría. El espirograma es un esquema
que permite visualizar los volúmenes y capacidades pulmonares.
Se comprende que los valores son referenciales, pues existen pequeñas variaciones
dependientes de las características de la población estudiada.
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Ventilación alveolar
Hay que aclarar que no toda esta ventilación llegará a los alvéolos, una parte se quedará en el
espacio muerto anatómico (2 ml/Kg de peso ideal). La ventilación alveolar es cantidad de aire que
llega de manera efectiva hasta las zonas de intercambio.
En el ejemplo anterior: 400 ml de volumen corriente, menos 120 mililitros de espacio muerto
anatómico (2 ml/Kg), son solamente 280 mililitros los que llegan en cada respiración hasta las zonas
de intercambio.
VA = (VC – VEM) FR
VA = (400 – 120) x 12
VA = 3.360 ml/min
Para fines prácticos lo que interesa es que exista una adecuada ventilación alveolar.
Ya se mencionó que el aire debe “moverse” dentro de las vías aéreas hasta las zonas de
intercambio, a esto se llama “flujo” de aire. Todo flujo requiere una diferencia de presiones y siempre
se desplazará desde un lugar con mayor presión hacia el sitio que tiene menor presión. Con una
jeringuilla llena de aire, si se empuja o presiona el émbolo, el aire saldrá a través de la aguja hacia el
ambiente. La explicación física es que mientras se aplasta el émbolo, se reduce el volumen del
recipiente (la jeringuilla), se genera mayor presión y el aire fluye desde un sitio de mayor presión a
uno de menor presión (Ley de Boyle). De manera inversa, si se tira del émbolo, el aire ingresa desde
el ambiente hacia la jeringuilla, porque mientras se realiza esta acción, incrementa el volumen dentro
de la jeringuilla y reduce la presión dentro de la misma. Siempre fluye de un sitio de mayor presión
hacia un sitio de menor presión.
Por convención se denomina presión ¨0¨ (cero), a la presión atmosférica, es decir, del
ambiente en el que se encuentre la persona. Se llama presión positiva a aquella mayor que la
atmosférica y presión negativa será una presión menor a la atmosférica. La presión atmosférica
depende de varios factores, pero principalmente depende de la altitud geográfica. A nivel del mar será
de 760 mmHg y en la ciudad de Quito de 547 mmHg.
La cavidad torácica o tórax, contiene a los dos pulmones, uno a cada lado, separados por el
mediastino, que contiene al corazón y a los grandes vasos sanguíneos (figura 5). El tórax está separado
de la cavidad abdominal por un musculo llamado diafragma (figura 7), que al contraerse “desciende”
hacia el abdomen e incrementa el volumen de la cavidad torácica, esto ocasiona el descenso de la
presión dentro del tórax (Ley de Boyle) y el ingreso del aire durante la inspiración. Cuando el
diafragma se relaja, “sube” hacia el tórax y reduce el volumen de la cavidad torácica, se incrementa
la presión dentro del tórax y se produce la salida de aire hacia el ambiente durante la espiración. Si se
hace una comparación, la jeringuilla son los pulmones, el émbolo es el diafragma y la aguja
constituyen las vías aéreas.
El ingreso de gases desde la atmósfera hacia los pulmones y la salida de gases desde los
pulmones hacia la atmósfera, dentro del proceso de respiración, se conoce como “ventilación”.
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El aire ambiente contiene aproximadamente 21% de O2, pero mediante implementos para la
terapia con oxígeno, se lo puede subir de manera paulatina hasta al 100%, para garantizar la total
“oxigenación” del aire inspirado. Será muy difícil garantizar una adecuada oxigenación en los
alvéolos y por ende en la sangre, si es que no hay una correcta ventilación.
El aparato circulatorio está constituido por una inmensa “tubería” de vasos sanguíneos (figura
8), en cuyo interior viaja la sangre, que se mueve debido a la presión producida por el corazón, órgano
que está localizado en la parte anterior de la cavidad torácica, en medio de los dos pulmones (10)
(figura 5).
La circulación sanguínea
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El corazón
El corazón tiene 4 cavidades, dos aurículas que tienen una pared muscular delgada y dos
ventrículos, cuya pared muscular es más gruesa, en especial el ventrículo izquierdo. Las aurículas,
una derecha y una izquierda, son las encargadas de recibir la sangre de las venas, y su función es
ayudar en el llenado de sangre al ventrículo de su lado, derecho e izquierdo respectivamente (figura
9). Durante la contracción de los ventrículos cada uno expulsa la sangre hacia el sistema arterial
correspondiente y constituye la sístole cardiaca. Durante la relajación ventricular estas cavidades
reciben la sangre desde sus respectivas aurículas y se llama diástole cardíaca. El conjunto de sucesos
que ocurren durante una sístole cardíaca y una diástole cardíaca se llama ciclo cardíaco (5,3,4).
El corazón es un músculo hueco encargado de recibir sangre desde un sistema de baja presión,
a través de los vasos sanguíneos llamados venas, y mediante la contracción cardíaca, genera presión
alta que produce la salida de la sangre hacia las arterias (figuras 10 y 11).
El propio corazón genera los impulsos eléctricos que “ordenan” la contracción mecánica del
corazón y cuya actividad puede registrarse con un electrocardiógrafo, en un electrocardiograma.
Detalles adicionales escapan a los objetivos del presente capítulo.
El corazón tiene 4 válvulas internas, 2 que permiten el ingreso de sangre desde las aurículas
hacia los ventrículos que se llaman aurículoventriculares y dos válvulas sigmoideas que permiten el
paso de sangre desde los ventrículos hacia sus respectivas arterias. En el lado derecho la válvula
aurículoventricular se llama tricúspide y en el lado izquierdo es la válvula mitral o bicúspide. Las
válvulas sigmoideas son la pulmonar en el lado derecho y la aórtica en el izquierdo (10,9).
Una válvula normal solamente permite el flujo de la sangre en sentido unidireccional
anterógrado: de la aurícula derecha al ventrículo derecho y de este hacia la arteria pulmonar, para
continuar el flujo en esa dirección. La sangre que llega a la aurícula izquierda fluye hacia el ventrículo
izquierdo y de allí hacia la arteria aorta. En condiciones normales, la sangre no debe regresar a la
cavidad desde la cual ingresó (figuras 10 y 11).
El cierre de las válvulas mitral y tricúspide produce el primer ruido cardíaco y el cierre de las
válvulas sigmoideas aórtica y pulmonar, produce el segundo ruido cardíaco (5,3).
17
Figura 10.- Esquema de los flujos de sangre dentro del corazón
18
Figura 9.- El corazón visto de frente
El aparato circulatorio está constituido también por vasos sanguíneos, los que salen de los
ventrículos son las arterias, diseñadas para soportar una mayor presión, estas se dividirán en arterias
más pequeñas que a su vez también se volverán a dividir de manera sucesiva, hasta convertirse en
millones de capilares que irrigan sangre por todo el cuerpo humano.
Las arterias se caracterizan por tener más fibras elásticas que musculares y en la parte interna
tienen un endotelio. Entre las arterias de menor calibre y los capilares, se encuentran las arteriolas,
cuya importancia radica en que pueden incrementar o reducir notablemente su diámetro interno
porque están constituidas por tejido muscular liso y endotelio.
Relación entre grado de contracción del músculo de las arteriolas y la presión arterial: Cuando
el músculo de las arteriolas se relaja, estos vasos se abren más (vasodilatación periférica), reducen las
resistencias vasculares sistémicas y dejan pasar más sangre, pero la presión arterial disminuye.
Cuando las arteriolas reducen su diámetro (vasoconstricción periférica), las resistencias sistémicas se
elevan y la presión arterial aumenta. Puede decirse que las arteriolas son las llaves que se abren y se
cierran para permitir mayor o menor flujo de sangre hacia los capilares de un determinado órgano y
constituyen un factor importante en la regulación de la presión arterial (5, 3,4):
La vasoconstricción de las arteriolas eleva la resistencia vascular sistémica: eleva la presión
arterial.
La vasodilatación de las arteriolas desciende la resistencia vascular sistémica: baja la presión
arterial.
Los capilares son los vasos sanguíneos más pequeños del sistema y tienen una sola capa de
células que los conforman, el endotelio. Esta característica de los capilares permite el intercambio de
nutrientes y gases entre la sangre y el intersticio, que es el líquido que rodea a los miles de millones
de células del cuerpo humano. En el extremo “arterial” de cada capilar los nutrientes y el oxígeno
pasarán desde la sangre al intersticio y del intersticio hacia cada una de las células, mientras que en
el extremo “venoso” de los capilares, los productos de desecho, con inclusión del dióxido de carbono,
pasarán desde la célula hacia el intersticio y de este hacia el interior de cada capilar.
Al juntarse los capilares forman las vénulas, que van agrupándose de manera progresiva hasta
formar venas de pequeño, luego mediano y finalmente venas de gran calibre. El objetivo de la
circulación mayor es llevar nutrientes y O2 hacia todo el cuerpo y recoger sus desechos, incluyendo
el CO2. Por tener un recorrido amplio, requiere de una elevada presión para que la sangre circule de
manera adecuada.
19
Figura 10.- Circulación sistémica o mayor. Recorre todo el cuerpo
La circulación mayor
La circulación mayor o sistémica (figuras 8, 9, 10) inicia en el ventrículo izquierdo, sale hacia
la arteria aorta de la que nacen otras arterias de menor calibre que se dirigen hacia todas las regiones
del cuerpo. La sangre circula por arteriolas, capilares, vénulas, venas y llega a la aurícula derecha del
corazón, a través de dos grandes venas, la vena cava inferior y la vena cava superior. La vena cava
inferior recolecta la sangre de las extremidades inferiores, pelvis, casi toda la del abdomen y del tórax.
La vena cava superior recolecta de manera preponderante la sangre venosa proveniente de la cabeza,
cuello y de las extremidades superiores. La circulación mayor o sistémica termina en la aurícula
derecha, de allí la sangre pasará al ventrículo derecho.
La circulación menor
20
Figura 11.- Circulación pulmonar o menor. Recorre solamente por el tórax
21
Figura 13.- Esquema de la membrana alvéolo capilar
22
PAM: (60 mmHg / 3) + 60 mmHg
PAM= 80 mmHg,
La frecuencia cardíaca es el número de veces que los ventrículos se contraen en cada minuto,
su valor normal aproximado para un adulto en reposo es de 60 a 90 latidos por minuto. Los atletas
entrenados tienen menor frecuencia cardíaca durante el reposo y pueden llegar a cifras de 40 por
minuto, porque su volumen sistólico es más elevado que en el resto de personas. Frecuencias muy
bajas (bradicardia) o muy elevadas (taquicardia), reducen el gasto cardíaco. Cuando la frecuencia
cardíaca es muy elevada, el ventrículo no tiene el tiempo suficiente para llenarse de sangre. Un adulto
promedio tolera como máximo aproximadamente hasta 170 latidos por minuto en situaciones de
mayor demanda.
La cantidad de sangre que expulsa el ventrículo izquierdo en cada latido se conoce como
volumen sistólico y la cantidad de veces que el ventrículo se contrae en un minuto, es la frecuencia
cardíaca. Se llama gasto cardíaco a la cantidad de sangre expulsada por el ventrículo izquierdo, a
través de la válvula aórtica en un minuto.
Gasto cardíaco (GI) = volumen sistólico (VS) x frecuencia cardíaca (FC).
El valor promedio de gasto cardíaco, estimado para una persona de contextura normal, de
aproximadamente 1,70 metros de estatura y durante el reposo, es de 5 l/min.
Es evidente que el tamaño del corazón y, por consiguiente, del volumen sistólico de un
basquetbolista de 2 metros de altura, no será igual al de una mujer pequeña y delgada, por este motivo
el concepto de gasto cardíaco no es suficiente para la práctica médica.
Índice cardíaco. Se lo obtiene al dividir el gasto cardíaco de cada persona para su propia
superficie corporal, expresada en metros cuadrados. De esta manera, todos tenemos un mismo valor
normal aproximado de índice cardíaco.
Valor normal del índice cardíaco: 2,5 l/min/m2.
Para obtener el área de superficie corporal (ASC) de una persona adulta existen varias
fórmulas, inclusive calculadoras “en línea” del ASC, disponibles de manera gratuita en la internet.
Para este manual se utilizará la de Mosteller, por ser una de las más simplificadas, pero mantiene
validez.
Ejemplo:
1.- Un basquetbolista mide 2 metros y pesa 100 Kg tiene un volumen sistólico de 94 ml y una
frecuencia cardíaca de 70 por minuto, ¿Cuánto es su índice cardíaco?
2.- Una joven mide 1,50 metros y pesa 45 Kg, tiene un gasto cardíaco de 3,9 l/min, ¿Cuánto
es su índice cardíaco?
Resolución:
Gasto cardíaco (GC) del basquetbolista:
VS x FC = 94 ml x 70 lpm = 6.580 ml/min = 6,58 l/min
Índice cardíaco (IC) = GC / ASC = 6,58 l/min / 2,35 m2 = 2,8 l/min/m2
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El basquetbolista tiene un gasto cardíaco de 6,58 l/min y la joven tiene 3,9 l/min. Los dos
tienen un mismo índice cardíaco: 2,8 l/min/m2, considerado como normal en condiciones de reposo.
Una vez clarificados estos conceptos, se recuerda que la presión arterial media es el producto
del gasto cardíaco multiplicado por las resistencias vasculares sistémicas.
Presión arterial media = Gasto cardíaco x resistencias vasculares.
Puntos claves
24
CAPÍTULO 2
Presentación
Introducción
En 1997, el Comité de enlace mundial «ILCOR» publicó las primeras Guías de Consenso
Internacional en RCP, ellas son el resultado del trabajo conjunto de expertos del Comité Europeo de
Resucitación (ERC), American Heart Association (AHA), Consejo Australiano de Resucitación
(ARC), Consejo Sudafricano (RCSA), Heart and Stroke Foundation of Canadá (HSFC) y del Consejo
Latinoamericano de Resucitación (CLAR) (Monsieurs & al., 2015).
La Reanimación cardiopulmonar tiene una historia larga en el tiempo. En 1992 se creó
ILCOR, que representa la agrupación de Comités de Reanimación cardiopulmonar de varios países
de todos los continentes. Quienes se encargan de consolidar y consensuar los conocimientos
científicos, cuya misión es la de proveer un mecanismo de consenso, para la revisión del conocimiento
y los avances científicos relevantes en los cuidados de emergencias cardíacas. Estos conocimientos
son usados para proveer Guías internacionales de RCP, tanto de nivel Básico como Avanzado.
El Consejo Europeo de Resucitación (ERC) y la Asociación Americana del Corazón (AHA),
concluyen que gran parte de las recomendaciones 2015, no han variado de las publicadas en el 2010,
debido a que los estudios validados no justifican cambios, y hay nuevas evidencias que refuerzan las
acciones que se realizan hasta el momento (Robert Greifa & al, 2015).
La parada cardio pulmonar PCR súbita es responsable de más del 60% de las muertes por
enfermedad coronaria en adultos. El mecanismo del PCR es la fibrilación ventricular (FV), causa
potencialmente reversible y su tratamiento es la desfibrilación temprana acompañada de soporte vital
básico. La eficacia de la reanimación cardiopulmonar -RCP- alcanza casi el 90% en el primer minuto,
disminuyendo alrededor del 10-12% con cada minuto de retraso. Rara vez el PCR es súbito en
lactantes y niños; se presenta como el final de un deterioro progresivo de una enfermedad de base con
alteración principalmente respiratoria (Topjian AA1, 2008).
Varios estudios internacionales demuestran que el apoyo brindado por los sistemas pre
hospitalarios a los casos de PCR, en pocas ocasiones interviene dentro de los 4 primeros minutos
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posteriores al PCR, en consecuencia la atención brindada posterior a este tiempo demuestra poca
efectividad sobre todo si ningún testigo o respondiente primario no ha iniciado la RCP.
Los países que han logrado mejorar la sobrevida de los PCR extra hospitalarios desarrollaron
programas de entrenamiento masivo de la población, quienes actuando como primeros respondientes
han podido restablecer la circulación espontánea de los PCR en un 40% superior en relación con los
pacientes que no pudieron recibir este apoyo de forma inmediata (Monsieurs & al., 2015).
Finalmente, el trabajo principal en la prevención primaria tanto en adultos como en niños y
lactantes es fundamental para evitar daños orgánicos de origen cardiaco o alteraciones respiratorias
como la ocasionada por la obstrucción de cuerpos extraños, para evitar que se produzcan alteraciones
que ocasionen paro respiratorio o cardiorespiratorio.
Antecedentes y justificación
El reconocer que más del 70% de los PCR extra hospitalarios del adulto se producen por
fibrilación ventricular (FV) y cuya sobrevida depende de las compresiones y desfibrilación temprana
(antes de 10 minutos); y que la causa más frecuente de PCR en niños y lactante es de origen
respiratorio, enfatiza la importancia de la implementación de programas de capacitación y
entrenamiento continuos en este tema.
Los resultados de sobrevida del paro cardiaco pediátrico causado por taquicardia ventricular,
a pesar de que son menos frecuentes, son superiores a los ocurridos en adultos. (27% a 17%). De igual
manera la tasa de supervivencia en niños de edad pre-escolar es mayor en niños mayores o adultos.
(Topjian AA1, 2008)
En el Ecuador hace 20 años se conformó la Sociedad Ecuatoriana de Reanimación
Cardiopulmonar SERCA encargada de impartir los conocimientos actualizados sobre los
procedimientos para realizar la reanimación cardiopulmonar de manera adecuada y oportuna.
Posteriormente este conocimiento ingresa a las aulas de clases a nivel de pregrado
especialmente de las carreras de Medicina y Odontología; se crean carreras tecnológicas y
universitarias destinadas a la atención médica prehospitalaria donde esta temática es aprendida de
manera obligatoria.
La conclusión de los expertos mundiales es que sólo la participación activa de la comunidad,
la capacitación y entrenamiento continuo de los profesionales de la salud tanto hospitalario como
extra hospitalario, puede modificar el resultado de este complejo problema médico epidemiológico.
Objetivos
Objetivo general
Objetivos específicos
Identificar el estado de gravedad del paciente para ejercer la toma de decisiones que permitan
su recuperación inmediata.
Aplicar la secuencia de pasos para la reanimación de manera técnica y organizada para lograr
la recuperación de los pacientes con un mínimo de secuelas orgánicas y funcionales.
Manejar los dispositivos médicos y equipos básicos necesarios para lograr una reanimación
pulmonar y cardiopulmonar de calidad, resguardando en todo momento la seguridad de los
pacientes
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Alcance
Este documento está dirigido a los estudiantes que proporcionan cuidados de la salud a
pacientes en varios escenarios tanto intrahospitalarios como extrahospitalarios.
El contenido del documento es de utilidad para la atención de emergencia en pacientes con
riesgo potencial de la vida, y sobre todo para generar destrezas y tomas de decisiones de manera
inmediata en el personal de atención de pacientes en las áreas hospitalarias y pre hospitalarias, hasta
la llegada de grupos especializados para continuar con el manejo de estos pacientes.
Además de su utilidad para aplicarlo en áreas de emergencias tanto hospitalarias como pre
hospitalarias.
Definiciones y conceptos
Soporte vital. Es la secuencia ordenada de acciones que deben llevarse a cabo en una situación
inminente o efectiva de parada cardiaca, a fin de evitarla, si aún no se ha producido, o de tratarla, si
ya se ha producido.
Conceptualización
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No causar más daño, no realice maniobras de las cuales no está seguro que están indicadas.
Mantenga siempre la bioseguridad personal: guantes, gafas, mascarilla.
Gráfico N. 1
Equipo y Materiales de Bioseguridad
La seguridad operativa y del paciente se mantiene durante toda la atención del paciente, ya
que la situación puede variar tanto en el escenario como con el paciente.
Cadena de supervivencia
Existe evidencia de que puede disminuir la mortalidad y las secuelas que origina la PCR si se
mejora la respuesta asistencial, acortando los retrasos en la atención mediante la aplicación de la
“cadena de la supervivencia”.
La cadena de supervivencia comprende los eslabones vitales necesarios para realizar una
reanimación exitosa, tanto para víctimas de parada cardiaca primaria como de parada por asfixia.
La cadena de supervivencia tanto para la Asociación Americana del Corazón (AHA), como
para el Consejo Europeo de Resucitación (ERC) sigue los siguientes pasos:
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Gráfico N. 2
Cadena de supervivencia intrahospitalaria en niños mayores de 8 años y adultos
Elaborado: Autora
Fuente: American Heart Association. Aspectos destacados de la actualización de la Guía de la AHA
para RCP y ACE 2015 Dallas, Texas: American Heart Association; 2015.
Gráfico N. 3
Lo importante es saber que la principal causa de paro cardio respiratorio en estas edades es
de origen respiratorio y de ellos la obstrucción por cuerpo extraño. Por lo cual el inicio de la
cadena es la prevención en todos los escenarios donde se encuentren niños.
Luego de reconocer el PCR de inmediato se deber realizar las maniobras necesarias.
Debido a que la principal causa de PCR en estas edades es de origen respiratorio, el uso de
desfibriladores no consta en la cadena inicial de supervivencia.
Todos los pasos son simultáneos especialmente si se cuenta con más de un rescatador.
Parada cardíaca en niños mayores de 8 años y adultos en el ámbito pre hospitalario, o fuera
de la unidad de salud.
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Gráfico N. 4
Cadena de supervivencia pre-hospitalaria en niños mayores de 8 años y adultos
Elaborado: Autora
Fuente American Heart Association. Aspectos destacados de la actualización de la Guía
de la AHA para RCP y ACE 2015 Dallas, Texas: American Heart Association; 2015
Los testigos y operadores del SEM juegan un papel importante en el diagnóstico y manejo
inmediato del PCR.
El rápido reconocimiento (detección precoz) de síntomas o signos (No respira, no se mueve,
hay convulsiones), que indiquen peligro inminente para la vida, así como acciones de
prevención en lo posible para evitar la ocurrencia de la parada cardíaca u otras eventualidades
con resultados similares.
Si se produce la PCR, los pacientes dependen de una intervención rápida tanto de testigos como
de personal del SEM entrenados en brindar un soporte vital básico, hasta la llegada de equipos
especializados.
Parada cardíaca en lactantes y niños menores de 8 años en el ámbito pre hospitalario o fuera
de la unidad de salud.
Gráfico N. 5
Cadena de supervivencia pre-hospitalaria en lactantes y niños menores de 8 años
Elaborado: Autora
Fuente American Heart Association. Aspectos destacados de la actualización de la Guía de la
AHA para RCP y ACE 2015 Dallas, Texas: American Heart Association; 2015
La prevención es clave en pacientes lactantes y niños menores de 8 años para evitar el paro
respiratorio y cardiorespiratorio.
El rápido reconocimiento e inicio de las acciones de compresiones y respiración, incluso antes
de activar el sistema de emergencias médicas, es necesario para mejorar la sobrevida de estos
pacientes.
Todos los pasos deben realizarse de manera simultánea en especial si existe más de un
reanimadora en la escena.
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Gráfico N. 6
Determinación del estado del paciente
Elaboración: Autora
31
Gráfico N. 7
Valoración del estado de conciencia
Se procede abrir la vía aérea, para lo cual se realiza la maniobra de cabeza atrás y mentón
arriba, de manera cuidadosa para evitar lesionar el cuello de la persona.
Si hay sospecha de lesión cervical realizar la maniobra de subluxación de mandíbula.
En el caso de niños menores de 8 años y lactantes se realiza la rectificación de la vía aérea,
es decir cuando más pequeño es el niño se híper extiende menos el cuello. Se puede
colocar una toalla u otra prenda a nivel de los omóplatos del lactante para que su cabeza
se dirija hacia atrás y la vía aérea se rectifica y se abra.
Se observará de manera rápida la presencia de objetos o secreciones que obstruyan la vía
aérea, solo se extraerá si los objetos están visibles, y se limpiará las secreciones que
obstruyen la vía aérea y boca, de manera rápida.
Con estas maniobras se eleva la lengua y libera la vía aérea y se puede lograr que la
persona comience a respirar nuevamente y manifiesta otros signos de vitalidad
(movimientos motores, apertura ocular, etc.), si este fue su problema inicial. Si esto
sucede, mantener la vía aérea abierta hasta la llegada del equipo especializado.
Se verifica de manera visual o táctil el movimiento del tórax o del abdomen de la persona.
El escuchar la respiración NO es útil, ya que confunde con las respiraciones agónicas.
Esta verificación se la realiza entre 6 a 8 segundos, debido a que este es el tiempo en que
una persona realiza una respiración, además NO debemos demorar más de 10 segundos
para no retrasar las maniobras de reanimación, si fuere el caso. En el caso de lactantes y
niños pequeños el tiempo de evaluación va de 3 a 5sg.
Es importante el movimiento de pecho o abdomen, no la frecuencia ni el tipo de
respiración.
Gráfico N. 8
Valoración de la Vía aérea y Respiración
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C. Circulación
Se colocará los dedos índice y medio sobre la arteria carótida ubicada paralela a la tráquea. De
esta manera no es importante el lado en que se proceda a tomar el pulso, pero de preferencias
realizarlo al mismo lado en que se encuentra el reanimador.
Se desliza los dedos del reanimador desde la tráquea de la persona hacia uno de los lados del
cuello y se palpa las pulsaciones.
Esta verificación se la realiza en más de 5 y menos de 10 segundos.
Si no se siente el pulso o es dudoso, se inicia de inmediato las compresiones cardíacas.
En el caso de lactantes o niños pequeños se palpa en la arteria braquial, para ello se coloca los
dedos índice y medio en el lado interno del brazo del niño y con el dedo pulgar se aprieta el
brazo para sujetarlo. Si no se siente el pulso o existe menos de 60 pulsaciones (1 x seg), se
considerará que el paciente se encuentra en paro cardíaco.
Gráfico N. 9
Valoración de la Circulación
Gráfico N. 10
Valoración simultánea del ABC
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Solicitar ayuda de inmediato
Gráfico N. 11
Solicitud de ayuda
En situaciones en las cuales el paciente esta consiente, o este inconsciente pero respira y tiene
pulso, se debe colocar al paciente en una posición que asegure su vía aérea.
Si el paciente está consciente y puede responder, se lo coloca en la posición en la cual él se
sienta cómodo, pero verificando que no hay peligro en la vía respiratoria.
Si el paciente esta inconsciente pero respira y tiene pulso (coma), colocarlo de lado en posición
que asegure que su vía aérea queda permeable sin peligro de asfixia o atragantamiento.
La posición de seguridad es la siguiente:
o Con el paciente colocado boca arriba, el rescatador se coloca de rodillas en uno de los lados
del paciente.
o Colocar el brazo de la víctima, más cercano al rescatador, sobre la cabeza de la misma, se
dobla el codo, de tal manera que el brazo queda colocado en ángulo recto, con la palma
hacia arriba.
o Cruzar el otro brazo de la víctima sobre el pecho, colocando el dorso de la mano cerca de
la cara.
o Flexionar la pierna de la víctima, más alejada al rescatador, tratando de que el pie se apoye
en el suelo, de manera que tanto la cadera como la rodilla se doblen en ángulo recto.
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o Coger al paciente del hombro y de la rodilla del lado más alejado al rescatador y girar a la
víctima hacia su lado, apoyando el cuerpo sobre la rodilla que ha girado y sobre el brazo
que se encontraba extendido en ángulo de 90 grados.
o La cabeza quedará apoyada sobre el brazo extendido con el dorso de la otra mano apoyada
en la cara, siguiendo la línea de la columna.
o Inclinar la cabeza de la víctima hacia atrás para cerciorarse de que la vía aérea sigue abierta,
la boca mira hacia abajo de forma que cualquier fluido puede drenar sin obstaculizar la
respiración del paciente; la barbilla está inclinada hacia la parte alta de la cabeza, de forma
que la epiglotis se mantenga abierta; los brazos y piernas quedan bloqueados de manera
que la postura sea estable.
En el caso de lactantes, colocarlos de lado sujetándolos con una almohada al lado de su pecho
y abdomen y otra en la espalda, o cójalo en sus brazos.
Gráfico N. 12
Posición de seguridad
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Sospecha de paro respiratorio
En situaciones en las cuales el paciente esta inconsciente, no respira pero tiene pulso, nos
encontramos ante un paro respiratorio.
Mantenemos la posición de apertura de la vía aérea con las maniobras antes detalladas.
Proceda a dar ventilaciones con un ritmo de 1 respiración cada 6 a 8 segundos, de manera que
se mantenga entre 10 a 12 respiraciones por minuto, en adultos; y 1 respiración cada 3 a 5
segundos en lactantes y niños pequeños.
Cada respiración tiene una duración de un segundo y luego dejamos que salga el aire en otro
segundo, posteriormente contamos los 6 a 8 segundos, o de 3 a 5 segundos, para repetir la
secuencia de respiración.
Se usa la técnica de boca a boca, boca nariz, boca dispositivos de barrera, boca estoma, boca
bolsa- balón- máscara (BBM).
Al finalizar un minuto, y sin dejar de sostener la cabeza atrás para mantener la vía aérea abierta,
procedemos a valorar el pulso.
Si el paciente tiene pulso y continua sin respirar, reiniciamos solamente las respiraciones.
Si el paciente sigue sin respirar y además no tiene pulso iniciamos de inmediato las
compresiones cardíacas.
Si el paciente ya respira y tiene pulso, lo colocamos en posición de seguridad, vigilando la
respiración, hasta la llegada de la ayuda.
Gráfico N. 13
Manejo del paro respiratorio
Cuando se ha determinado que el paciente esta inconsciente, sin ninguna respuesta verbal o
motora, no respira o solo jadea o tiene respiraciones agónicas y no tiene pulso, es dudoso, o las
pulsaciones son menos de 60 (1 x seg.) en lactantes y niños pequeños, determinamos que el
paciente está en paro cardiorespiratorio.
Iniciamos el manejo inmediato siguiendo la secuencia CAB.
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C. Compresiones cardíacas
Realizar compresiones torácicas de al menos 100 x´ (hasta máximo 120 x´), rítmicas, fuertes y
constantes.
Compresiones con una profundidad mínima de 5cm (2 pulgadas) no mayor de 6cm en niños
mayores de 8 años y adultos, y de 4cm no mayor a 5cm en lactantes y niños pequeños.
Permitir una descompresión torácica completa después de cada compresión.
Reducir al mínimo las interrupciones de las compresiones. (menos de 10 seg.).
Evitar la ventilación excesiva.
Realizar ciclos de 30 compresiones con una duración entre 15 a 18 segundos, en lactantes,
niños y adultos con un solo reanimador.
Ciclos de 15 (compresiones) en lactantes y niños cuando se cuente con dos reanimadores, sin
dispositivo de vía aérea avanzada.
En adultos con dos reanimadores los ciclos se mantienen en 30 compresiones.
Equilibrar el tiempo de comprensión con el de descompresión del tórax (50 y 50%).
Gráfico N. 14
Relación compresiones/ rescatadores
Técnica
Trazar una línea imaginaria entre los dos pezones y otra línea que cruza siguiendo el eje del
esternón. El cruce de las dos líneas indica el sitio de colocación del talón de la mano del
reanimador.
Sobre la mano que está en el pecho del paciente colocamos paralela la otra mano, entrelazando
los dedos para sujetar los dedos inferiores para que estos no presionen el pecho y produzcan
rotura de costillas.
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Los codos deben estar fijos, los brazos rectos, y los hombros colocados directamente sobre sus
manos, de tal forma que la fuerza de cada compresión torácica se dirija directamente sobre el
esternón.
No debe retirar las manos del pecho del paciente, ni cambiar en nada su posición, debido al
riesgo de perder la colocación correcta de sus manos.
Mantener la espalda recta del rescatador y ejercer su fuerza desde la espalda y hombros hacia
abajo al esternón del paciente.
En el caso de niños o personas delgadas se puede usar la misma técnica pero solo colando el
talón de una mano.
Gráfico N. 15
Técnica de compresiones torácicas en niños y adultos
Trazar una línea imaginaria entre los dos pezones y otra línea que cruza siguiendo el eje del
esternón. El cruce de las dos líneas indica el sitio donde se coloca los pulpejos de los dedos
índice y medio, o medio y anular del reanimador.
Los dedos deben quedar rectos y alineados a lo largo del esternón del lactante. Esto evitará que
se presione sobre las uniones costo- esternales y ocasionen lesiones en el lactante.
Con la otra mano, si es posible sostener la cabeza del lactante o del niño pequeño para mantener
la vía aérea abierta.
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La presión se ejerce desde la muñeca de la mano del reanimador de tal forma que cada
compresión torácica se dirija directamente sobre el esternón.
No debe retirar los dedos del pecho del paciente, ni cambiar en nada su posición, debido al riesgo
de perder la colocación correcta de sus dedos.
En el caso de niños pequeños (menores de 8 años) se puede usar la técnica de adultos pero solo
colocar el talón de una mano.
En el caso de lactantes, cuando se cuenta con dos reanimadores, el sitio de las compresiones se
mantiene en el mismo sitio a nivel del esternón.
El reanimador se coloca a los pies del lactante, y rodea el tórax con sus dos manos, coloca los
pulpejos de los dos dedos pulgares en el sitio establecido en el esternón.
Sus otros dedos abrazan el tórax y espalda del lactante y comprimen el pecho.
Si el reanimador tiene los pulgares muy gruesos o el lactante es muy pequeño, se colocará un
pulgar sobre el otro, encima del esternón para realizar las compresiones.
Gráfico N. 16
Técnica de compresiones torácicas en lactantes y niños menores de 8 años
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Gráfico N. 17
Técnica de las compresiones y respiraciones de rescate
Se puede usar dispositivos no invasivos para la vía aérea como el balón, bolsa máscara-BBM
la técnica para usar es la siguiente:
El reanimador debe colocarse de rodillas a la cabeza de la persona que se encuentra
inconsciente.
Colocar la cabeza de la persona afectada entre las rodillas e inicio de los muslos del reanimador,
para sujetarla.
Abrir la vía aérea con la maniobra cabeza atrás mentón arriba.
Colocar la máscara sobre el rostro del paciente, para ello ubique la parte delgada de la misma
sobre el puente de la nariz evitando presionar los globos oculares.
La parte ancha de la máscara debe ubicarse a nivel de la quijada, si le queda muy arriba o
debajo de esta, proceda a cambiarla con otra de la medida adecuada.
En el caso de niños pequeños y lactantes las máscaras son redondas y se colocarán tomando en
cuenta no presionar los ojos del paciente y que cubran nariz y boca.
Cuando este colocada se debe sujetarla realizando un sello hermético sobre el rostro para que
pueda introducir el oxígeno en las vía aérea
Para ello aplique la técnica C-E, que consiste en sujetar la máscara con una mano colocando
los dedos pulgar e índice en forma de “C”, con los tres dedos restantes levantar la mandíbula y
sujetar la máscara a nivel de la quijada formando la letra “E”. Evitar aplastar la zona del cuello
del paciente.
Presionar con la otra mano el balón del dispositivo verificando la entrada del aire al observar
la elevación del pecho del paciente. No presione de manera brusca.
Al finalizar suelte su mano del balón para que regrese a la normalidad.
El dispositivo debe estar conectado a una toma de oxigeno externo para dar una mejor
ventilación al paciente.
Cuando no sea necesario administrar oxígeno debido a que se encuentran realizando
compresiones, se puede retirar la máscara de la cara del paciente, o separarla un poco del rostro
o dejarla sobre el mismo.
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Gráfico N. 18
Técnica de las compresiones y respiraciones de rescate
Este dispositivo se utiliza para lograr una desfibrilación temprana y mejorar la respuesta en la
reanimación cardíaca.
El DEA o el desfibrilador manual se inician en cualquier parte del ciclo de reanimación,
preferiblemente si se ha realizado al menos un ciclo de 30 compresiones, para poder tener flujo
sanguíneo de inicio.
Dependerá del modelo del DEA para proceder a ponerlo en funcionamiento, de manera general
se sigue los siguientes pasos:
o Encender: apretar el botón de encendido, destapar el equipo, de acuerdo al modelo
del DEA.
o Seleccionar los parches a ser colocados: parches de adultos se pueden colocar en
adultos y en niños, pero no viceversa.
o Colocar los parches: este paso es necesario realizarlo antes de que el aparato inicie el
análisis, de esta manera si estos se encuentran conectados al equipo, no debería
encenderse primero el equipo, sino colocar primero los parches.
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Medidas generales para colocar los parches: Determinar el tamaño, secar la zona, rasurar,
retirar parches de medicamentos, y colocarlos alejados de marcapasos.
Conectar los cables al equipo: si los parches no están conectados al DEA, en este momento se
procede con este paso. Si el equipo los mantiene conectados, en este momento encender el
DEA.
Durante todo este tiempo se debe seguir dando compresiones y respiraciones.
Luego de colocar los parches alejarse del paciente hasta que el equipo analice el ritmo del
paciente y determine si el ritmo es desfibrilable o no.
Si el ritmo es desfibrilable, el equipo sugerirá que se administre una descarga, para lo cual el
aparato comenzará a recargarse. Durante este tiempo es recomendable reiniciar las
compresiones.
Cuando el equipo se ha cargado anunciará que se pulse el botón de descarga para administrarlo
al paciente. Se solicitará que todos se alejen de la víctima y se observará que se cumpla “ A la
cuenta de tres se dará una descarga, todos alejados” “ A la cuenta de uno, dos tres,
descarga”
Posteriormente se reanudarán las compresiones cardíacas, con evaluaciones cada 5 ciclos.
Gráfico N. 19
Técnica de manejo del desfibrilador externo
42
Casos especiales de reanimación cardiopulmonar
Sobredosis de opiáceos: se puede administrar naloxona con una aparente seguridad y eficacia en
situaciones de reanimación cardiopulmonar básica.
Embarazadas: la prioridad es realizar una RCP de alta calidad. Si el fondo uterino se encuentra a la
altura del ombligo o por encima, el desplazamiento uterino manual hacia la izquierda puede ser
beneficioso para retirar la compresión aorta-cava (Association, 2015) durante las compresiones
torácicas. Si el embarazo es menor a 20 semanas iniciar la reanimación cardiopulmonar de manera
normal.
Recordar siempre:
La seguridad operativa y del paciente se mantiene durante toda la atención del paciente, ya que la
situación puede variar tanto en el escenario como con el paciente.
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Gráfico N. 20
Obstrucción parcial y total de la vía aérea
Manobras para
Niños grandes y
Animarle a toser desobstruir
adultos: toser
Elaborado: Autora
Gráfico N. 21
Decisiones a base de la evolución del paciente
Situación
controlada:
Objeto Consiente: continuar con
expulsado maniobras de desobstrucción
o paciente
mejora la
respiración Tiene pulso y
respira
NO
No tiene Maniobras
pulso NI de
respira: Paro reanimación
cardio
Ver Gráfico
respiratorio
N. 6
Elaborado: Autora
Evaluación Primaria
Estado de conciencia/respuesta
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Sí el responde afirmativamente con su voz o asentamiento de su cabeza u otro gesto positivo,
y él se encuentra tosiendo, estimule a que continúe tosiendo.
Sí el paciente comienza a perder la conciencia o la pierde totalmente, colocarlo en posición
supina sobre una superficie plana y continuar con la valoración.
Sí el paciente está consiente, respira con dificultad o tiene sus manos sobre el cuello en señal
de atragantamiento, iniciar maniobras de desobstrucción.
Sí el paciente responde inadecuadamente pero respira, o cuando no responde pero respira y
tiene pulso, colocarlo en posición de seguridad y vigilarlo frecuentemente hasta la llegada de
personal de apoyo.
Posición de seguridad o de recuperación: (ver gráfico N.12. pp. 17).
o Arrodíllese al lado de la persona y coloque sus piernas rectas.
o Colocar el brazo de la persona más cercano a usted en ángulo recto hacia la cabeza con la
palma de la mano hacia arriba.
o El brazo opuesto pasarlo por el tórax de la persona hasta que el dorso de la mano toque la
mejilla del paciente.
o Flexionar la pierna más alejada de la persona apoyando el pie en el suelo.
o Sujetar a la persona por el hombro y por la parte posterior de la rodilla opuesta, y girarla
hacia usted.
o De esta manera la boca de la persona queda mirando hacia un lado de modo que cualquier
fluido drenará sin dificultad facilitando la respiración del paciente, al mantener la
epiglotis abierta.
o Mantener alineados la cabeza, tronco y extremidades y la vía aérea abierta.
Si la persona no responde, no respira o solo jadea pero tiene pulso, iniciar con el procedimiento
indicado para paro respiratorio.
Niño de 1 a 8 años
Verifique si el niño responde. Gentilmente toque al niño en los hombros y pregunte fuerte:
“¿estás bien?”
Si el responde adecuadamente: dejarlo en la posición que se le encontró, siempre que no
exista un peligro mayor, tratar de encontrar la causa y ayudarlo si necesita.
Si el niño está consciente, respira con dificultad, presenta cianosis labial, no hay llanto, no
tose, o tiene sus manos sobre el cuello en señal de atragantamiento, iniciar maniobras de
desobstrucción.
Si responde inadecuadamente pero respira, o cuando no responde pero respira y tiene pulso,
colocarlo en posición de seguridad y vigilarlo frecuentemente hasta dejarlo con familiares o
con personal de apoyo.
Posición de seguridad: similar a la de un adulto.
Si el niño no responde, no respira o solo jadea, pero tiene pulso, mantenerlo en posición
supina e iniciar con el procedimiento indicado para paro respiratorio.
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o Girar al niño de lado.
o Su boca mira hacia abajo de forma que cualquier fluido puede drenar sin
obstaculizar la respiración.
o La barbilla elevada, de forma que la epiglotis se mantenga abierta.
o Se colocan almohadas o toallas grandes en la parte anterior y posterior del tórax y
espalda para sujetarlo.
Si el niño no responde, no respira pero tiene pulso, mantenerlo en posición supina e iniciar la
reanimación inmediata.
Gráfico N. 22
Posición de seguridad del lactante
Fuente: https://www.ebay.com/itm/Baby-Infant-Newborn-Sleep-Anti-Roll-Sleeping-Pillow.
Paciente consciente
Paciente de un año de edad en adelante
Paciente tosiendo: No de palmadas ni ofrezca líquidos hasta que haya pasado su acceso de tos.
Si la tos se vuelve silenciosa o solo escucha un sonido como silbido o no hay sonido de voz y
el paciente se encuentra angustiado, coloca sus manos alrededor del cuello en señal de ahogo,
actúe de inmediato.
Colóquese detrás del paciente en posición adecuada para que lo pueda sostener si el paciente
pierde la conciencia.
Coloque una de sus piernas entre las piernas del paciente, quien debe tener sus piernas
separadas para realizar la maniobra.
Si el paciente es de menor tamaño que usted, súbale a un sitio más alto o usted arrodíllese, para
lograr que su pecho y la espalda del paciente se encuentren al mismo nivel y pueda sostenerlo
al momento de la maniobra.
Pida al paciente que se incline un poco hacia adelante.
Rodéele con sus brazos el abdomen del paciente.
o Coloque el pulgar de una de sus manos en el apéndice xifoides y el dedo meñique a
nivel del ombligo.
o Con la otra mano haga un puño guardando el dedo pulgar dentro del puño.
o Coloque este puño con la base al lado del pulgar en la parte media del espacio entre
el apéndice xifoides y el ombligo.
o Con la otra mano rodee el puño.
o Realice un movimiento fuerte y sostenido hacia arriba y adentro.
Repita este movimiento hasta que el objeto salga o hasta que el paciente pierda el conocimiento.
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Gráfico N. 23
Maniobra para la desobstrucción de la vía aérea: niños mayores de un año y adultos
Paciente tosiendo: no de palmadas ni ofrezca líquidos hasta que haya pasado el acceso de tos.
Si la tos se vuelve silenciosa o solo escucha un sonido como silbido o no hay sonido de voz y
el paciente se encuentra angustiado o no, o existe cianosis, no llora, actúe de inmediato.
Acomódese en un sitio adecuado, preferiblemente sentado.
Coloque al niño boca abajo sobre uno de sus brazos el cual estará apoyado en su muslo.
Coloque las piernas del niño abierta en su brazo “horcajadas”.
Sujételo entre su brazo y tórax para que no resbale.
Incline su brazo lo más vertical posible, para que la cabeza del niño se encuentre baja.
Con su otra mano coloque sus dedos índice y medio cada uno sujetando los pómulos del
paciente y permitiendo que en medio de ellos la boca y nariz del niño queden libres. Esta
maniobra permite abrir vía aérea para que el objeto pueda salir.
De 5 palmadas fuertes y seguidas en el centro de la espalda del niño dirigidas hacia abajo.
Verifique si el objeto sale, el niño llora o se queja.
o Colóquelo en posición de seguridad y espere a la llegada del equipo de apoyo.
o Si el objeto no ha salido, no llora y no se queja continúe con el siguiente paso.
De la vuelta al niño en posición supina sobre su otro brazo, el cual apoya en su muslo.
Con la mano que utilizó para dar las palmadas, sostenga la cabeza y cuello del niño para poder
girarlo.
Mantenga siempre la cabeza del niño más abajo que el resto de todo el cuerpo.
Coloque sus dedos índice y medio, o medio y anular sobre la parte media del tórax del niño a
nivel del esternón, tratando de que las puntas de sus dedos se encuentren paralelas al largo del
esternón para evitar aplastar las uniones costocondrales del niño.
Comprima en este sitio 5 veces fuerte y seguido hacia adentro del pecho del niño.
Observe si el objeto sale, el niño llora o se queja.
Repita las compresiones y palmadas hasta que el objeto salga, el niño llore o se queje o quede
inconsciente.
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Gráfico N. 24
Maniobra para la desobstrucción de la vía aérea: niños menores de un año
Situaciones especiales
Gráfico N. 25
Paciente inconsciente
Si el paciente ha quedado inconsciente independientemente de su edad, colóquelo en
posición supina sobre una superficie para evaluarlo e inicie de inmediato con:
Conciencia/respuesta
Verifique si la persona se encuentra bien: gentilmente pregúntele “¿está usted bien?”, si es
menor de un año, muévalo para ver su reacción.
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Si el responde afirmativamente con su voz o asentamiento de su cabeza u otro gesto positivo,
o llora, colóquelo en posición de seguridad, continúe evaluándose hasta la llegada del equipo
de apoyo.
Si el paciente responde inadecuadamente pero respira, o cuando no responde pero respira y
tiene pulso, colocarlo en posición de seguridad y vigilarlo frecuentemente hasta la llegada de
personal de apoyo.
Posición de seguridad o de recuperación.
Si la persona no responde, no respira pero tiene pulso iniciar con el siguiente procedimiento.
A: abrir la vía aérea con suavidad con la maniobra “CAMA”, cabeza atrás mentón arriba, o posición
horizontal en niños menores de un año. Si hay sospecha de trauma utilizar la maniobra de subluxación
de mandíbula inferior. Coloque su mano sobre la frente del paciente y gentilmente colóquela hacia
atrás; con las yemas de los dedos bajo el mentón elevarlo y dejar la vía aérea abierta.
Gráfico N. 26
Maniobra para abrir la vía aérea en sospecha de lesión cervical
C: Al mismo tiempo que verificar la respiración, palpar el pulso a nivel de cuello (carotideo),
preferiblemente del mismo lado que se encuentra examinando al paciente. En caso de niños menores
de un año tomar el pulso a nivel braquial o femoral. Esto no debe tardar más de 10 segundos.
Gráfico N. 27
Maniobra para tomar el pulso
49
Si el paciente NO tiene pulso iniciar de inmediato la RCP.
Si el paciente SI tiene pulso, prepararse para reanimación de paro respiratorio.
Solicitar ayuda
Pedir que llamen a los servicios de emergencia (ECU 911), si esto no es posible llamar uno
mismo. Si está en la unidad de salud, solicitar el equipo de emergencia y el coche de paro. En
ambos casos solicitar que traigan un desfibrilador (DEA).
Quedarse con la víctima cuando se realice la llamada a los servicios de emergencia. Activar el
altavoz del teléfono para ayudar a la comunicación con el despachador.
Enviar a alguien que consiga un equipo DEA disponible. Si usted está solo, no deje a la víctima,
comience la reanimación.
Gráfico N. 28
Solicitar ayuda
50
B: respiración/ventilación
Pinzar de forma suave la nariz, usando la parte interna de los dedos índice y pulgar.
Nota: es recomendable que la primera y las siguientes evaluaciones se las realice de manera
simultánea, al mismo tiempo abre vía aérea, evalúa respiración y pulso, en un tiempo mayor a 5
segundos pero menos de 10 segundos.
51
Continuar con los siguientes pasos:
Si el paciente respira y tiene pulso, colocarlo en posición de seguridad, continuar evaluando
hasta que llegue el personal de soporte avanzado.
Si el paciente no respira pero tiene pulso continuar con el manejo de Paro respiratorio.
Si el paciente no respira y no tiene pulso, iniciar con el manejo de Paro cardiorespiratorio.
Esta técnica también se la puede utilizar colocando al paciente sobre una camilla y el
reanimador de pie a la cabecera del paciente.
Continuar con las respiraciones de rescate por el tiempo de 1 minuto y finalizado este
tiempo, evaluar nuevamente a la víctima con el ABC.
52
ANEXO 1
Técnico/Tecn Operador
Auxiliar Operado
ólogo/ o
Enferme de r de
Médico Licenciado en despachad
ro/a enfermer ambulan
emergencias or de
ía cia
médicas consola
Seguridad de
X X X X X X
la escena
Bioseguridad X X X X X X
Valoración
estado X X X X X X
conciencia
Solicitar
X X X X X X
SEM
A.- Vía aérea X X X X X X
B.-
Respiración
comprobar X X X X X X
expansión
torácica
C.-
Circulación-
X X X x x x
examinar
pulso
C.-
Compresione X X X X X X
s
A.- abrir vía
X X X
aérea
B.-
respiraciones
ventilaciones
X X X x x x
con BVM o
dispositivo de
barrera
D.- DEA X X X x x X
Maniobras de
desobstrucció X X X X X X
n
Posición de
X X X X X X
seguridad
53
CAPÍTULO 3
Introducción
El presente capítulo planteará los criterios básicos para diagnosticar los cuatro ritmos
eléctricos cardíacos, que provocan paro cardiorrespiratorio (PCR) en el paciente adulto. El
diagnóstico es fundamental para administrar el tratamiento efectivo. La identificación del ritmo se
debe realizar en 5 a 10 segundos, para decidir la aplicación de la desfibrilación temprana en los casos
de ritmos desfibrilables. El acceso precoz a la desfibrilación incrementa la probabilidad de sobrevida,
si se realiza dentro del primer minuto en los casos de fibrilación ventricular, el porcentaje de éxito de
la reanimación cardiopulmonar puede llegar al 90%.
Antecedentes y justificación
Objetivos
Objetivo general
Diagnosticar con eficiencia los cuatro ritmos de paro cardíaco.
Objetivos específicos
Diferenciar los ritmos desfibrilables de aquellos, no desfibrilables.
Reconocer el ritmo sinusal y asociarlo a recuperación de circulación espontánea.
Alcance
Los conceptos descritos pueden ser aplicados por profesionales de salud, médicos,
enfermeros, técnicos y tecnólogos de emergencias médicas, tanto en el ámbito prehospitalario como
en el hospitalario, en el contexto de RCPA.
Definiciones y conceptos
Los ritmos de PCR son: fibrilación ventricular, taquicardia ventricular sin pulso, asistolia y
actividad eléctrica sin pulso. Los dos primeros se tratan con desfibrilación por tanto se denominan
desfibrilables y los dos últimos son no desfibrilables.
54
Paro cardiorrespiratorio: ausencia de función de bombeo de sangre por parte del corazón
concomitante al cese de respiración.
Desfibrilación: tratamiento que consiste en aplicar una descarga eléctrica al corazón a fin de
interrumpir las actividades eléctricas cardíacas desorganizadas, para que el nodo sinusal
retome el control normal.
Reanimación cardiopulmonar avanzada: conjunto de acciones encaminadas a restablecer la
circulación sanguínea, la respiración, la actividad eléctrica cardiaca normal y la
investigación-resolución de las causas potencialmente reversibles de PCR.
Onda P: onda eléctrica que representa el inicio del ciclo cardíaco con la despolarización
auricular y consecuente contracción de las aurículas.
Segmento PR: segmento isoeléctrico que representa el paso del impulso eléctrico de las
aurículas a los ventrículos a través del nodo aurículoventricular.
Intervalo PR: la suma de la onda T y el segmento PR conforman el intervalo PR. La duración
normal de este intervalo es 0.12 a 0.20 segundos.
Complejo QRS: complejo formado de una o tres ondas: Q, R y S, representa la
despolarización ventricular y consecuente contracción de los ventrículos. El complejo QRS
normal dura de 0.06 a 0.10 segundos.
Segmento ST y onda T: Segmento y onda que siguen al QRS, representan a la repolarización
ventricular y consecuente relajación ventricular.
Las ondas, segmentos, intervalos y complejos del registro electrocardiográfico normal se
visualizan en las Figuras 1 y 2.
Conceptualización
Electrofisiología
La conducción eléctrica normal del corazón inicia con la fase de despolarización en el nódulo
sinusal y se distribuye a las aurículas, esta actividad grafica una onda P que representa la contracción
o sístole auricular, es el principal componente del ritmo sinusal. El paso del impulso eléctrico al
nódulo auriculoventricular se refleja en el segmento PR y la distribución a lo largo de los ventrículos
se observa en el complejo QRS, que representa la contracción o sístole ventricular. A continuación
del QRS se desarrolla la fase de repolarización graficada en el segmento ST y la onda T, los cuales
corresponden a la fase de relajación o diástole ventricular (Figura 1 y Figura 2).
55
Figura 2. Registro eléctrico cardíaco normal
Figura 3. Fibrilación ventricular registrada en monitor cardíaco comparada con trazado normal
56
Taquicardia ventricular sin pulso (TVSP)
Se caracteriza por frecuencia de complejos QRS mayor a 150 por minuto. El complejo QRS
en la taquicardia ventricular tiene una duración igual o mayor a 0.12 segundos, lo que se denomina
QRS ancho (Figura 2). La taquicardia ventricular que más frecuentemente degenera de estable a
inestable y a paro cardíaco, es la taquicardia ventricular polimorfa, en la cual los complejos QRS
tienen diferente morfología.
Las causas más frecuentes de TVSP son: síndrome coronario agudo, ya que las áreas de
isquemia o lesión se convierten en focos ectópicos de actividad eléctrica, alteraciones de electrolitos,
alteraciones del equilibrio ácido base, contracciones ventriculares prematuras frecuentes, efectos
secundarios farmacológicos, electrocución, hipoxia, entre otras.
El tratamiento de la TVSP es desfibrilación.
Asistolia
Es la ausencia de registro eléctrico, graficado como una línea plana o casi plana (isoeléctrica
continua), con menos de seis complejos eléctricos por minuto, ausencia de complejos QRS, podrían
observarse ondas P aisladas sin conducción (Figura 3). No existe actividad contráctil del corazón y
es el ritmo de fin de vida. Corresponde a un ritmo no desfibrilable, por tanto su tratamiento es
secuencia de compresiones-ventilaciones, adrenalina y solución de causa. Se asocia a etiologías como
la hipoxia, neumotórax a tensión, taponamiento cardíaco, tromboembolia pulmonar, isquemia
cardíaca entre otras.
57
Actividad eléctrica sin pulso (AESP)
58
CAPÍTULO 4
Taquicardia inestable
Introducción
Objetivo general
Realizar un diagnóstico adecuado y aplicar un tratamiento oportuno en taquicardias inestables
Objetivos específicos
1. Identificar signos y síntomas de taquicardia inestable
2. Aplicar la técnica de cardioversión a través de un desfibrilador de forma segura y efectiva
3. Planear un manejo poscardioversión
Taquicardia inestable
La taquicardia inestable es aquella que se asocia con síntomas o signos graves. Se consideran
síntomas graves el dolor torácico, la disnea y la alteración del estado de conciencia. Los signos graves
son estertores, hipotensión, ingurgitación yugular, ortostatismo y alteraciones en el
electrocardiograma (tabla1). El tratamiento debe realizarse de forma inmediata con cardioversión
eléctrica sincronizada.
.
Fisiopatología de taquicardia inestable
Se produce cuando la frecuencia cardíaca es demasiado rápida para el estado clínico del
paciente, por los siguientes mecanismos:
59
1. Está latiendo tan rápido que el gasto cardíaco se reduce, esto puede causar edema pulmonar,
isquemia coronaria y reducción del flujo sanguíneo a órganos vitales (cerebro y riñones).
2. Esta latiendo de forma ineficaz de modo que la coordinación entre aurícula y ventrículo o entre
los propios ventrículos reduce el gasto cardíaco
3. Late muy rápido ocasionando una diástole más corta, disminuyendo el llenado ventricular.
4. Late en forma inefectiva ocasionando un menor volumen sistólico
Las frecuencias auriculares <150 lpm, frecuentemente no causan ni síntomas ni signos graves.
Clasificación de la taquicardia
1. Taquicardia ventricular.
- Taquicardia ventricular monomorfa
- Taquicardia ventricular polimorfa
- Taquicardia ventricular helicoidad o “torsade de pointes”
2. Taquicardia paroxística supraventricular
3. Fibrilación auricular
4. Aleteo auricular
Taquicardia ventricular
Se caracteriza por:
60
Gráfico 1: taquicardia ventricular monomórfica
Se caracteriza por:
- P-R corto
- La onda P puede estar oculta del complejo QRS produciendo un patrón de pseudo-R’ en V1 y una
pseudo-S en derivaciones inferiores.
- Para apreciar estos mínimos cambios en el QRS, es importante comparar la morfología del QRS
durante taquicardia con el QRS en ritmo sinusal siempre que esté disponible.
- FC mayor de 160 – 220 lpm regular.
61
Fibrilación auricular
Se caracteriza por:
Flúter auricular
Se caracteriza por:
62
Medidas generales
Cardioversión eléctrica
La cardioversión eléctrica inmediata está indicada para un paciente con signos y síntomas
graves relacionados con la Taquicardia (3). En caso de fibrilación auricular con frecuencia cardíaca
alta inestable, tome la precaución de descartar la presencia de trombos intracavitarios.
Preparación
63
5. Aplique gel a las paletas y ubíquelas sobre el paciente (esternón- punta)
6. Realizar la descarga
7. No sincronizar en taquicardia ventricular polimorfa
Gráfico 6 : desfibrilador
64
Puntos clave
Cuidados posreanimación
Recuerde
Complicaciones
Paciente
1. Hipoventilación o hipoxia secundaria a la sedación en caso CV.
2. Quemaduras superficiales (raramente profundas) si no se aplica gel conductor o sí se aplica
de forma no apropiada.
3. Daño miocárdico en forma de arritmias cardíacas:
- Arritmias inducidas tras la descarga eléctrica: como bradicardia, bloqueo AV,
asistolia, TV o FV. En este caso la FV responde bien habitualmente a una descarga
asincrónica.
- Si hay isquemia miocárdica: bradicardia o BAV que necesitan marcapasos
implantable externo.
Personal sanitario
En el personal sanitario el riego de descarga accidental se produce si se contacta directamente
con el paciente o con superficies conductoras cercanas a este como la cama, electrodos, monitor y
otras piezas metálicas conectadas al enfermo y su incidencia se estima en torno a 1/1700
procedimientos. Tendremos quemaduras y arritmias cardíacas inducidas.
65
ANEXO 1
Algoritmo gráfico de taquicardia inestable
66
ANEXO 2
Algoritmo de taquicardia inestable
67
ANEXO 3
Fuente: Tomado de: AHA/ACC/ESC Guidelines for the management of patients with supraventricular
arrhythmias – Executive Summary. Circulation 2005; 108: 1871–1909.
68
ANEXO 4
69
CAPÍTULO 5
Introducción
El presente capítulo tiene el propósito de ser una guía de consulta rápida de los fármacos y
las vías de administración recomendadas en reanimación cardiopulmonar (RCP).
Aunque la utilización de fármacos constituye una medida de segunda línea en situaciones de
paro cardiorrespiratorio (PCR), es importante conocerlos e identificar el momento oportuno de su
administración, de forma que contribuyan a incrementar la supervivencia al igual que el resto de las
maniobras.
Antecedentes y justificación
Objetivos
Objetivo General
Potenciar las habilidades del participante en la selección de los fármacos y vías de administración
en situaciones de paro cardiorrespiratorio (PCR).
Objetivos Específicos
- Describir los fármacos, sus indicaciones precisas y dosis necesarias en situaciones de PCR.
- Describir las vías de administración de fármacos y fluidos que se utilizan en situaciones de
PCR.
70
Alcance
Definiciones y conceptos
Conceptualización
Fármacos
Adrenalina
Indicaciones
Si el ritmo monitorizado es Fibrilación ventricular/Taquicardia ventricular sin pulso
(FV/TVSP) se administra por vía intravenosa o intraósea (IV/IO) después de la tercera descarga.
Si el ritmo inicial es Actividad eléctrica sin pulso (AESP) o asistolia, comenzar RCP y
administrar 1 mg de adrenalina tan pronto como se consiga un acceso venoso. No se recomienda el
uso de otras drogas en esta situación.
Posología
En adultos: administrar 1 mg (1 ml de solución al 1:1.000 ó 10 ml de solución al 1:10.000),
IV/IO. Independientemente del ritmo de la parada, después de la primera dosis de adrenalina se
administrarán dosis de 1 mg de adrenalina cada 3-5 minutos hasta que se consiga RCE; esto será, en
la práctica, en uno de cada dos ciclos del algoritmo. No interrumpir la RCP para administrar fármacos.
71
Presentación
Epinefrina (adrenalina - figura 1).
Forma farmacéutica: Líquido parenteral.
Concentración: 1mg/ml
1mg/ml equivale a 1ml de solución al 1:1000. Para hacer la dilución 1:10.000, le añadimos
9ml de suero fisiológico a la ampolla al 1:1000.
Figura 1. Epinefrina
Amiodarona
Indicaciones
Se administrará si el ritmo monitorizado FV/TVSP persiste después de tres descargas, en este
caso se administrará en el mismo ciclo, primero adrenalina seguida de amiodarona.
Posología
En adultos: administrar 300 mg IV/IO por inyección en bolo, después de la dosis de epinefrina
si no hay respuesta inicial a la desfibrilación. Se puede dar una siguiente dosis de 150 mg, seguida de
una infusión de 900 mg en 24 horas en la FV/TVSP recurrente o refractaria.
Pasar abundante suero después de la administración para reducir la incidencia de
tromboflebitis.
Presentación
Amiodarona: (figura 2).
72
Forma farmacéutica
Líquido parenteral.
Concentración: 150 mg/3 ml.
Figura 2. Amiodarona
Lidocaína
Indicaciones
Se debe administrar en FV/TVSP refractaria a la RCP, desfibrilaciones y uso de vasopresor
cuando no se dispone de amiodarona.
Posología:
En adultos: administrar la dosis de carga de 1 a 1,5 mg/kg de bolo IV lento durante 2-3
minutos, Puede repetir dosis de 0,5-0,75 mg / kg en 5-10 minutos hasta un máximo de 3 mg / kg.
Infusión continua: 1-4 mg / min IV. Si IV no es factible puede utilizar IO.
Presentación
Lidocaína: (figura 3).
Forma farmacéutica:
Líquido parenteral.
Concentración: 2%*.
1 ampolla de 2 ml al 2% contiene 40 mg y 1 ampolla de 10 ml al 5% contiene 500 mg.
73
Figura 3. Lidocaína
Atropina
Indicaciones
Se ha desaconsejado su uso en el algoritmo de PCR. Durante la parada cardíaca, la asistolia
es generalmente causada por patología miocárdica primaria más que por un tono vagal excesivo y no
hay evidencia que el uso rutinario de atropina sea beneficioso en el tratamiento de asistolia o AESP.
Posología
En adultos: administrar una dosis de 0.5 - 1 mg IV/IO, cada 3 - 5 minutos, dosis máxima 3mg.
Presentación:
Atropina.
Forma farmacéutica: Líquido parenteral
Concentración: 1mg/ml.
Magnesio
Indicaciones
Es indicado en la taquicardia ventricular polimorfa tipo Torsade de pointes y en FV refractaria
relacionada con hipomagnesemia.
74
Reacciones adversas e interacciones
No utilizar rutinariamente magnesio para el tratamiento de la parada cardíaca. Puede producir
prolongación de los intervalos PR, QRS y QT, arritmias, hipotensión y muerte por parada respiratoria
o asistolia.
Posología
En adultos: administrar una dosis de 2g (diluidos en 100 ml de suero glucosado al 5%) en 1
a 2 minutos. Se puede repetir después de 10-15 minutos.
Presentación
Sulfato de magnesio.
Forma farmacéutica: Líquido parenteral
Concentración: 20%.
1 ampolla de 10 ml al 20% contiene 200 mg.
Bicarbonato de sodio
Indicaciones
Solo se utilizará si la parada cardíaca se asocia con hiperpotasemia o sobredosis de
antidepresivos tricíclicos (ADT).
Posología
En adultos: para calcular la dosis adecuada se necesita una gasometría y así poder valorar las
necesidades.
Se utilizarán dosis de 1 mEq/kg IV/IO a pasar lentamente, repetir según la condición clínica
y el resultado de las gasometrías seriadas.
Presentación
Bicarbonato de sodio
Forma farmacéutica: Líquido parenteral
Concentración: 1 mEq/ml (8.4%)
1 ampolla de 10 ml al 8.4 % contiene 0.84 g).
Calcio
Indicaciones
Se reserva para los paros cardíacos asociados a hiperpotasemia o hipocalcemia severa y en
casos de intoxicación con bloqueadores de los canales del calcio (BCC).
75
Mecanismo de acción en PCR
Su utilidad en el paro cardíaco pudiera justificarse por el importante papel que desempeña en
los mecanismos que favorecen la contractilidad miocárdica, pero no hay evidencias suficientes que
reporten el beneficio de su utilización.
Posología
En adultos: gluconato de calcio: 1 a 3 g/IV en 3 a 5 minutos.
Administrar dosis de 10 ml en soluciones al 10%. Si es necesario, se puede repetir la misma
dosis.
Presentación
Gluconato de calcio:
Forma farmacéutica: Líquido parenteral
Concentración: 10%.
1 ampolla de 10 ml al 10 % contiene 9.95 g de gluconato de calcio anhidro.
Naloxona
Indicaciones
Se administrará en el paro causado por las intoxicaciones de opiáceos. En casos de sospecha
o sobredosis conocida que tengan pulso palpable pero no respiren con normalidad o solo jadeen (paro
respiratorio - figura 4) Aunque no hay pruebas que la naloxona pueda ayudar en un paciente en paro
cardiaco, si puede beneficiar a un paciente con depresión respiratoria grave y en aparente paro
cardiaco.
76
Mecanismo de acción
Antagonista de receptores opioides con utilidad terapéutica comprobada para el tratamiento
de la sobredosificación de opioides. Impiden o eliminan los efectos de los opioides en los receptores
µ, aumenta la frecuencia respiratoria en pacientes con depresión respiratoria en un plazo de 1- 2
minutos, normaliza la presión arterial y suprime los efectos sedantes.
Posología
Administrar dosis de 0,4 mg IV, que puede repetirse cada 4-5 minutos hasta un máximo de
6-10 mg.
Presentación
Naloxona:
Forma farmacéutica: Líquido parenteral
Concentración: 0.4 mg/ml.
Líquidos
Indicaciones
En la AESP y la sospecha de PCR producida o acompañada por hipovolemia. Se debe administrar lo
más rápido posible 20 ml/kg de solución salina fisiológica o lactato de Ringer, se revaluará la
condición clínica del paciente para decidir la necesidad de dosis adicionales.
Consideraciones
Existe escasa evidencia para respaldar y estandarizar la utilización de líquidos o fluidos
durante la reanimación.
Se deben utilizar soluciones cristaloides balanceadas tales como solución de Hartmann o
cloruro de sodio al 0.9%.
Evitar sueros glucosados por peligro de edema cerebral.
En PCR secundaria a hipovolemias la reposición de volumen es imprescindible.
77
Taquicardia ventricular Sulfato de Administrar 2g (diluidos en 100
polimorfa. FV magnesio ml de suero glucosado al 5%) en
refractaria con 1 a 2 minutos. Se puede repetir
hipomagnesemia después de 10-15 minutos.
PCR con Bicarbonato 1 mEq/kg IV/IO a pasar No se administrará
hiperpotasemia o de sodio lentamente, repetir según la conjuntamente con el
intoxicación por ADT condición clínica y el resultado calcio
de las gasometrías seriadas
PCR con Calcio 1 a 3 g en 3 a 5 minutos No se administrará
hiperpotasemia o conjuntamente con el
hipocalcemia, bicarbonato de sodio
intoxicación con BCC
PCR en intoxicación Naloxona 0,4 mg, que puede repetirse cada
por opiáceos 4-5 minutos hasta un máximo de
6-10 mg
PCR con hipovolemia Solución 20 ml/kg No usar sueros
salina 0,9 % glucosados
Fuente: elaborada por la autora
Vías de administración
La administración de fármacos solo debe ser considerada después que se hayan dado las
descargas, si corresponde, y se haya iniciado la RCP 30:2.
El acceso vascular de elección es una vía intravenosa periférica, mientras que la vía intraósea
será la segunda opción.
Si se tiene en cuenta que tras administración intratraqueal las concentraciones plasmáticas
son impredecibles y las dosis óptimas de la mayoría de los fármacos se desconocen, ya no se
recomienda esta vía de administración.
78
Localización
Se prefiere el acceso periférico en venas de las extremidades y yugular externa. Son de
elección las venas antecubitales y el angiocatéter el dispositivo más apropiado.
Ventajas
Más segura, más rápida, no interfiere con las maniobras de RCP.
Desventajas
Retraso en el acceso a la circulación central.
Consideraciones
En esta condición puede estar retrasado el acceso de los fármacos a la circulación central por
lo que se recomienda la inyección rápida de 20 ml de solución salina isotónica y elevar la extremidad
para aprovechar el efecto de la gravedad.
Localización
Se describen varias zonas de inserción como la tibia distal, fémur distal, metáfisis posterior
distal del radio y la tibia proximal que es la más utilizada en adultos y niños.
Tibia proximal: palpada la tuberosidad tibial, localizar el punto de inserción entre 1 y 3 cm
(2 traveses de dedo) por debajo de ella, en línea media tibial.
Ventajas
Técnica rápida con alto porcentaje de éxito, permite administrar diversos fármacos, líquidos
y sangre.
79
Desventajas
Si el tiempo de permanencia supera las 24 horas pueden producirse complicaciones como:
síndrome compartimental, fracturas óseas, osteomielitis, necrosis y abscesos cutáneos, embolismo
graso y alteraciones del crecimiento por lesión del cartílago de crecimiento
Consideraciones
Los dispositivos de inserción para esta vía son las agujas intraóseas de inserción manual, la
pistola de inyección ósea y el taladro intraóseo.
La pistola de inyección ósea se considera de elección por ser más rápido, sencillo y menos
doloroso. Para canalizar la vía es preciso elegir la profundidad de penetración según la edad del
paciente.
Aunque son relativas si existe riesgo vital es importante recordar que existen
contraindicaciones para la vía intraósea, que son: fractura ósea, material protésico o punción previa,
infección en quemadura en la extremidad, osteogénesis imperfecta, osteopenia, osteoporosis, huesos
extremidades inferiores en traumatismo abdominal grave.
Puntos claves
- La administración de fármacos solo debe ser considerada después que se hayan dado las
descargas, si corresponde y se haya iniciado la RCP 30:2.
- La canalización de una vía y la administración de fármacos a dosis óptimas se realizarán
inimizando al máximo las interrupciones de la RCP.
- La adrenalina y la amiodarona son los dos fármacos indicados regularmente en situaciones
de PCR.
- La adrenalina se administrará después de 3 descargas en FV/TVSP y tan pronto como se
consiga un acceso venoso en AESP.
- La amiodarona se administrará después de 3 descargas en FV/TVSP.
- La administración de fármacos como lidocaína, atropina, sulfato de magnesio, gluconato de
calcio, bicarbonato de sodio y naloxona se hará solo bajo indicaciones precisas.
- La RCP de alta calidad tiene prioridad sobre la administración de naloxona.
- La administración de fluidos se realizará en AESP y sospecha de PCR producida o
acompañada por hipovolemia. Se utilizará soluciones cristaloides.
- El acceso vascular de elección es una vía intravenosa periférica, mientras que la vía intraósea
será la segunda opción.
- Después de la administración de fármacos se recomienda la inyección rápida de 20 ml de
solución salina isotónica y elevar la extremidad para aprovechar el efecto de la gravedad.
80
CAPÍTULO 6
Introducción
Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en adultos. Casi el 60%
de pacientes con enfermedad arterial coronaria debutarán con un evento agudo, muchos de ellos con
un colapso súbito debido a un paro cardiorrespiratorio (PCR).
La única posibilidad de sobrevida para una víctima en paro cardiorrespiratorio, que no
responde al soporte vital básico, es la secuencia de reanimación cardiopulmonar avanzada (RCPA).
Las guías internacionales de la Asociación Americana del Corazón (AHA en inglés) y del Consejo
Europeo de Reanimación (ERC), unidas a través del Comité de Enlace Internacional en Reanimación
(ILCOR), ofrecen la mejor evidencia científica sobre la aplicación de algoritmos secuenciales que
aseguren la cadena de supervivencia. En 1991 se denominó a esta cadena como “acciones
representadas en eslabones, que de forma concatenada y eficiente se deben dar para lograr que el
paciente restablezca la circulación espontánea y no se presenten secuelas neurológicas graves por
encefalopatía hipóxico-isquémica”. Las actualizaciones a las guías se realizan cada cinco años, la
última fue en el año 2015.
La RCPA se basa en compresiones cardíacas, ventilaciones, análisis de ritmo cardíaco para
decidir desfibrilación precoz, obtención de acceso venoso o intraóseo para administrar medicación,
identificar y tratar causas potencialmente reversibles. Toda esta secuencia se trabajará en equipo, con
funciones claramente establecidas, actitud proactiva y al final se evalúa con retroalimentación de todo
el grupo a fin de mejorar constantemente.
Antecedentes y justificación
Objetivos
Objetivo general
Brindar los lineamientos para ejecutar con eficiencia el algoritmo de manejo de paro
cardiorrespiratorio (PCR) en el adulto.
Objetivos específicos
Reconocer al paciente en PCR y activar equipo de respuesta funcional
81
Decidir al término de 10 segundos iniciar Reanimación Cardiopulmonar (RCP) de calidad
Analizar ritmos de paro y administrar desfibrilación precoz en ritmos desfibrilables
Obtener acceso venoso o intraóseo y administrar medicación
Buscar las causas potencialmente reversibles de PCR y corregirlas
Trabajar en equipo, evaluar acciones y registrar evento
Alcance
Los conceptos descritos pueden ser aplicados por los miembros del equipo de atención
prehospitalaria: médicos, enfermeros, técnicos y tecnólogos en emergencias médicas, auxiliares de
enfermería y chofer de ambulancia de acuerdo a la tabla de competencias del Anexo 1.
Definiciones y conceptos
1. Paro cardiorrespiratorio: ausencia de función de bombeo de sangre por parte del corazón, al
mismo tiempo se presenta cese de la respiración.
2. Desfibrilación: tratamiento que consiste en aplicar una descarga eléctrica al corazón a fin de
interrumpir las actividades eléctricas cardíacas desorganizadas, para que el nodo sinusal retome
el control normal.
3. Reanimación cardiopulmonar avanzada: conjunto de acciones encaminadas a reestablecer la
circulación sanguínea, la respiración, la actividad eléctrica cardíaca normal y la investigación-
resolución de las causas potencialmente reversibles de PCR.
4. Recuperación de circulación espontánea: circulación sanguínea a través del sistema
cardiovascular de forma normal, lo cual se traduce en recuperación de pulso palpable.
5. Manejo avanzado de vía aérea: se refiere al uso de dispositivos para asegurar el mantenimiento
de la vía aérea permeable. La intubación endotraqueal suele ser el procedimiento más frecuente;
también se puede colocar mascarilla laríngea.
Conceptualización
82
Para identificar el PCR, la víctima no responde, se encuentra inconsciente, no respira, boquea
o jadea (figura 1), con lo cual inmediatamente se activa el equipo que atenderá esta emergencia, se
procede a examinar pulso carotídeo o femoral 5 a 10 segundos (figura 2), en caso de estar ausente se
procede ya sea a RCP básica o RCP avanzada de acuerdo con la disponibilidad de personal y equipos.
El líder asigna funciones en cuanto a compresiones cardíacas, ventilaciones, manejo de monitor
desfibrilador, obtención de acceso venoso o intraóseo.
Compresiones cardíacas
83
Control de vía aérea y ventilación
Posicionamiento de cabeza (cabeza atrás mentón arriba en pacientes sin trauma), revisión de
vía aérea, durante RCP se administrará oxígeno al 100% para optimizar el contenido de
oxihemoglobina arterial. Durante paro respiratorio y PCR se recomienda ventilación con Bolsa
válvula mascarilla (figura 4), entregando un volumen promedio de 600ml o lo suficiente para elevar
el tórax 1cm durante 1 segundo, la secuencia será 30 compresiones torácicas seguidas de 2
ventilaciones.
Lo más rápido posible el paciente debe ser conectado ya sea a monitor cardíaco a través de
electrodos o colocando las paletas del monitor desfibrilador (figura 5) para examinar el ritmo de paro,
se solicitará a quien realiza las compresiones cardíacas que cese 5 a 10 segundos para analizar un
registro real en el monitor una de las cuatro posibilidades, como son fibrilación Ventricular (FV),
taquicardia ventricular sin pulso (TVSP) los dos ritmos desfibrilables y asistolia, actividad eléctrica
sin pulso ritmos no desfibrilables. Una vez cesado el análisis, inmediatamente se reinician las
compresiones ya sea hasta alistar la descarga (desfibrilación) o en casos de ritmos no desfibrilables
se continúa con RCP hasta concluir 5 ciclos y volver a revaluar.
La desfibrilación se puede realizar con equipo bifásico o monofásico. El personal de atención
prehospitalaria debe conocer qué tipo de equipo posse. En caso de contar con equipo bifásico la
primera descarga se realizará con el nivel de energía recomendado por el fabricante del equipo, este
rango varía entre 120 a 200J (figura 6), la segunda descarga si persiste un ritmo desfibrilable tras
cinco ciclos o 2 minutos de RCP, de preferencia se utilizará un nivel mayor de energía, de igual
manera la tercera descarga.
Por ejemplo: se pueden aplicar 200J en la primera descarga, 300J en la segunda descarga y
360J en la tercera descarga, este último es el límite superior.
El procedimiento para desfibrilar incluye el uso de gel conductor en las paletas para reducir
la impedancia a la trasmisión de la energía eléctrica y evitar quemaduras de tejidos blandos,
colocación de las paletas en región subclavicular derecha y región torácica lateral izquierda entre 4to
y 5to espacios intercostales. Las medidas de seguridad para una técnica de desfibrilación eficiente
incluye alertar en voz alta que el desfibrilador está listo y por tanto los reanimadores deben alejarse
del paciente, seleccionar el nivel de energía, cargar, comprobar antes de descargar que nadie toque al
paciente y contar hasta tres para aplicar la desfibrilación. Inmediatamente luego de administrada la
descarga se debe reiniciar RCP.
84
Figura 5. Monitor desfibrilador Figura 6. Desfibrilador cargado 200J
Un miembro del equipo debe obtener un acceso venoso periférico con un catéter de alto flujo,
calibre entre 14G a 18G, esta acción es la cuarta prioridad tras compresiones cardíacas, ventilaciones
y manejo de monitor desfibrilador. Tras obtención del acceso venoso se administrará adrenalina 1mg
en bolo en todos los ritmos de paro e inmediatamente una inyección de 10 a 20cc de solución salina
al 0.9% o agua destilada para asegurar la circulación del medicamento, esta acción más la elevación
del miembro se repetirá luego de cada administración de medicación. La dosis de un 1mg/ml de
epinefrina se continuará cada 3 a 5 minutos. La epinefrina es un fármaco alfadrenérgico, cuya función
es incrementar el riego sanguíneo coronario y cerebral, durante e inmediatamente después de RCPA.
En los ritmos desfibrilables tras la segunda o tercera descarga se debe administrar 300mg de
amiodarona por vía intravenosa y en 3-5 minutos una segunda dosis de 150mg, como antiarrítmico
para disminuir la probabilidad de arritmias letales recurrentes.
En caso de ser imposible obtener un acceso venoso periférico como por ejemplo en casos de
amputaciones, quemaduras de miembros superiores, síndrome de aplastamiento, la opción es colocar
un dispositivo intraóseo para administrar medicación (figura 7).
La secuencia de RCP avanzada debe incluir la búsqueda, análisis y tratamiento de causas del
evento, las cuales son potenciamente reversibles, pues sin lo cual no lograremos superar la condición
crítica. A fin de favorecer la nemotecnia las agrupamos en H y T (tabla 1).
H: Hipoxia, hipovolemia, acidosis (hidrogeniones), hiper e hipopotasemia e hipotermia
T: Tóxicos, trauma con taponamiento cardíaco y/o neumotórax a tensión y trombosis ya sea
pulmonar o coronaria.
85
Tabla 1. Causas potencialmente reversibles de PCR (Nemotecnia H y T)
H Tratamiento T Tratamiento
Ventilaciones efectivas con
Hipoxia Tóxicos Naloxona
O2 al 100%
Cristaloides intravenosos
Hipovolemia Neumotórax a tensión Descompresión con aguja fina
20ml/kg
Ingresar a Unidad de
Reponer potasio en el Coronarios tras recuperación de
Hipopotasemia Trombosis coronaria
hospital circulación espontánea para
reperfusión
Cristaloides y mantas
Hipotermia
calientes
Fuente: elaborada por la autora
86
Intervalos entre cinco ciclos
Todo el evento debe ser registrado en el formulario HCU Anexo 2, con el tiempo de inicio,
tiempo total, ritmo de paro y acciones en cuanto a inicio de RCP, desfibrilaciones, medicación, causas
reversibles detectadas, tratamiento y hora de recuperación de circulación espontánea o muerte.
Puntos clave
1. Las compresiones torácicas eficientes deprimen el esternón de 5 a 6 cm, a una velocidad de 100
a 120 por minuto, lo cual asegura perfusión cerebral y coronaria.
2. Las ventilaciones eficientes elevan la pared torácica y duran un segundo, deben administrarse con
el BVM conectado a una fuente de oxígeno. La secuencia en adultos es 30 compresiones: 2
ventilaciones.
3. Se debe conectar el monitor desfibrilador lo más rápido posible (menos de un minuto),
diagnosticar el ritmo cardíaco en 5 a 10 segundos.
4. Los ritmos desfibrilables: fibrilación ventricular y taquicardia ventricular sin pulso deben recibir
una desfibrilación de 120 a 200J con equipo bifásico.
5. Las precauciones para realizar una desfibrilación segura son: colocar gel en las paletas, alertar a
los miembros del equipo para que no toquen al paciente durante la descarga.
6. La obtención de un acceso venoso o intraóseo se realiza luego de asegurar compresiones,
ventilaciones y desfibrilación. En cuanto se logre el acceso se administrará adrenalina 1mg.
7. La revaluación se realiza cada 5 ciclos o 2 minutos de reanimación,
8. La búsqueda de las causas potencialmente reversibles (H y T) debe realizarse para solucionarlas
de inmediato.
9. La comunicación efectiva es indispensable para el trabajo en equipo y la retroalimentación del
grupo luego de la resucitación ayuda a mejorar los futuros resultados.
87
Figura 8. Algoritmo de RCPA
88
ANEXO 4
89
CAPÍTULO 7
Introducción
Las nuevas recomendaciones para la resucitación cardiopulmonar del 2015, hacen hincapié
en que es prioritaria la detección de signos del fallo respiratorio o circulatorio que precede a la parada
cardíaca en el niño, para iniciar de forma inmediata maniobras de tratamiento precoz. En contraste
con los adultos, el paro cardíaco en bebés y niños no suele ser el resultado de una causa cardíaca
primaria. Más a menudo es el resultado terminal de la insuficiencia respiratoria progresiva que
comienza con la asfixia en un período variable de hipoxemia sistémica, hipercapnea, y acidosis,
progresando a bradicardia e hipotensión, y culmina con un paro cardíaco. Estos signos ayudan a
detectar de forma precoz el deterioro del estado del paciente y son elementos clave para reducir la
morbilidad y mortalidad de los niños graves y los accidentados. La llamada a un equipo de respuesta
rápida o un equipo de emergencia médica puede reducir el riesgo de parada respiratoria y cardiaca en
el niño de atención extrahospitalaria.
La Parada Cardio Respiratoria (PCR) en el niño es un evento raro. La incidencia estimada de
PCR extrahospitalaria en la edad pediátrica, es de 8 a 20 casos/100.000 niños/ por año, y la PCR
hospitalaria, aproximadamente, cien veces mayor (2-6% de los niños ingresados en unidades de
cuidados intensivos).
Es importante capacitar al médico en formación y paramédicos con la incorporación de
tecnologías que brindan los medios sociales para conseguir reanimadores que se encuentren cerca de
las posibles víctimas de paro cardíaco extrahospitalaria estén dispuestos y sobre todo capacitados para
realizar la reanimación cardiopulmonar avanzada.
Justificación
90
extrahospitalaria no se ha modificado sustancialmente, manteniéndose en torno al 6% (3% para
lactantes y 9% para niños).
La enseñanza mediante simulación como herramienta de aprendizaje en reanimación
pediátrica avanzada puede mejorar las habilidades al personal de salud extrahospitalaria, y disminuir
los errores con graves consecuencias para el niño, mediante una atención inicial mejorando el
pronóstico esencial en el niño y creando seguridad del paciente.
Objetivo General
Identificar a un niño con parada cardíaca y/o respiratoria para iniciar maniobras de
resucitación cardiopulmonar con eficiencia orientados a lograr la adecuada protección de órganos
vitales en el niño, a base de un algoritmo de reanimación cardiopulmonar avanzada realizado por
personal capacitado.
Objetivos Específicos
Reconocer signos de falla respiratoria y cardíaca que lleven a un paro cardíaco en pediatría.
Capacitar al personal del sistema prehospitalario para optimizar los programas de reanimación
cardiopulmonar pediátrica.
Aplicar la secuencia de algoritmo para una reanimación cardiopulmonar avanzada en el paciente
pediátrico.
Definiciones y conceptos
Parada cardiorrespiratoria
Se entiende por parada cardiorrespiratoria, (PCR), la interrupción, generalmente inesperada
y potencialmente reversible, de la respiración y de la actividad mecánica del corazón.
91
Causas de parada cardiorrespiratoria en la edad pediátrica
Su valoración tiene como objetivo descubrir aquellos síntomas que demuestran un incremento
en el trabajo respiratorio. La respiración normal en el niño es tranquila, el tórax se expande
suavemente durante la inspiración, es silenciosa y el aspecto del niño es apacible, su llanto es enérgico
y vigoroso. Por el contrario, cuando padece una insuficiencia respiratoria moderada o grave aparecen
una serie de signos entre los que destacan los siguientes.
Sistema respiratorio
0-1 24-38
1-3 22-30
4-6 20-24
7-9 18-24
10-14 16-22
14-18 14-20
Datos tomados de Harriet Lane handbook 2015
92
Circulación
Procedimiento
Ventilaciones
Respiraciones de rescate
Asegúrese de que la cabeza del niño esté en posición neutra, cuando está en decúbito supino,
esto puede requerir alguna extensión (una toalla / manta enrollada debajo de la parte superior del
cuerpo (hombro y espalda superior) puede ayudar a mantener la posición) y una elevación de mentón
93
(barbilla) • Tome un respiro y cubra la boca y la nariz del niño con su boca, Asegurándose de tener
un buen sello. Si la boca y la nariz no pueden ser cubiertas por el niño mayor, el rescatista, puede
tratar de sellar solamente la nariz o la boca del niño con la boca del rescatista (si se usa la nariz, cierre
los labios para evitar el escape de aire) • Mantener la posición de la cabeza y la elevación de la barbilla,
alejar la boca de la víctima y observar que su pecho se baje al salir el aire • Tome otra respiración y
repita esta secuencia cinco veces (figura 3).
Compresiones
El socorrista solitario comprime el esternón con las puntas de dos dedos. Coloque los dos pulgares
uno al lado del otro en la mitad inferior del esternón con las puntas, dirigidas hacia la cabeza del bebé.
Separe ambas manos con los dedos juntos para rodear la parte inferior de la caja torácica del bebé.
Los otros dedos deben apoyar la espalda. Presione el esternón inferior por al menos una tercera parte
de la dimensión anterior-posterior del pecho del niño o 4 cm. (1, 2,7) (figura 4).
Fuente: Centro de simulación. European Resuscitation Council Guidelines for Resuscitation 2015.
Section 6. Paediatric life support
Para evitar comprimir la parte superior del abdomen, ubique el ángulo donde se une el
apéndice xifoides con las costillas, en el tercio inferior del esternón.
94
Coloque el talón de una mano en el esternón, levante los dedos para asegurarse que no haya
presión aplicada sobre las costillas del niño. Posicionese por encima del pecho de la víctima y, con el
brazo derecho, comprima el esternón hasta por lo menos un tercio de la dimensión anterior-posterior
del tórax aproximadamente 5 cm. (figura 5).
En niños más grandes o para pequeños rescatistas, esto se logra fácilmente usando ambas
manos, con los dedos del rescate entrelazados (figura 6).
Figura 5: compresiones con una sola mano Figura 6: Compresiones torácicas con dos manos
Vía Aérea
Aunque la ventilación con bolsa y mascarilla sigue siendo la primera técnica recomendada
para el control de la vía aérea y la ventilación en el niño, los dispositivos supraglóticos como la
cánula orofaríngea, mascarilla facial, tubo endotraqueal para aspiración de secreciones y ventilación
y mascarilla laríngea, pueden ayudar al manejo en la ventilación de la vía área a los reanimadores que
están formados en su uso.
La intubación traqueal es el método más seguro y efectivo para conseguir y mantener la vía
aérea. La intubación orotraqueal es la vía indicada durante la reanimación. La intubación solo debe
ser realizada por reanimadores formados y con experiencia.
Los tubos con balón son tan seguros como los sin balón para los lactantes y niños, pero no
para los neonatos. Se debe monitorizar la presión de inflado del balón y mantenerla por debajo de 25
cmH2O.
Para comprobar la posición del tubo se deberían utilizar la exploración física, la
monitorización de los signos vitales y la capnografía. Después de confirmar que la colocación es
correcta, el tubo endotraqueal se debe fijar y luego volver a comprobar su posición.
Ventilación y Oxigenación
Una vez controlada total o parcialmente la vía aérea, es preciso oxigenar y ventilar al paciente.
Administre oxígeno a la mayor concentración posible (100%) durante la reanimación inicial. Una vez
que el niño esté estable o haya alcanzado la recuperación de la circulación espontánea (RCE), regule
la concentración de oxígeno inspirado (FiO2) para conseguir la normoxemia (SO2 entre 94 y 98%).
Tras administrar las 5 ventilaciones de rescate iniciales, use una relación de 15 comprensiones
torácicas y 2 ventilaciones con una frecuencia entre 100 y 200 comprensiones por minuto (figura 7)
95
Figura 7: compresiones cardíacas con dos dedos
La decisión de ventilar a un paciente con presión positiva puede tomarse cuando el paciente
no tiene respiración espontánea (parada respiratoria), o cuando su respiración es inefectiva. La
ventilación durante la RCP se hará mediante una bolsa autoinflable, conectada a la mascarilla facial,
a la mascarilla laríngea o al tubo endotraqueal, según los casos.
Una vez que el niño esté intubado administre ventilación con presión positiva a 10
respiraciones por minuto sin interrumpir las compresiones torácicas. El objetivo durante la RCP debe
ser la normo-ventilación; ya que, tanto la hiper como la hipoventilación, tienen efectos perjudiciales.
Para conseguir este objetivo, se recomienda una frecuencia respiratoria relativamente baja (entre 20
respiraciones/min en el lactante y 12 en el niño mayor), realizando insuflaciones suaves (no bruscas).
Durante la RCP avanzada, las compresiones torácicas se realizarán del mismo modo que en la RCP
básica, insistiéndose en su calidad en cuanto a: continuidad, frecuencia, profundidad y
descompresión. Si el paciente está intubado, no es necesario la sincronización entre el masaje y la
ventilación (figura 8).
Fuente: http://3.bp.blogspot.com/--4AZ5870-Bs/U-
mm5eOENvI/AAAAAAAAA3o/UsoLM1nvOnM/s1600/rcp5.gif
96
Co2 espirado
Figura 9: Capnógrafo
Fuente: http://www.cardiosistemas.com.ar/productos/capnografo-bci-capnocheck-plus.htm
97
6. Retirar el fiador, comprobar la posición e infundir 2-3ml de SSF. No se debe notar resistencia al
paso ni extravasación de líquidos al tejido celular subcutáneo (si al aspirar se extrae sangre o
médula ósea se confirma la buena situación de la aguja, pero solo ocurre en un pequeño porcentaje
de los casos).
7. Fijar el sistema a la piel e iniciar infusión de líquidos o fármacos tras bolo inicial de 10ml para
acelerar la llegada de la medicación a la circulación sistémica.
Fuente:http://enfermeroenurgencias.blogspot.com/2017/01/tecnica-xvii-canalizacion-intraosea-en.html
Llame al equipo de resucitación, esta técnica puede ayudar a detectar actividad cardíaca y
causas de parada cardíaca tratables.
Evalúe el ritmo
Coloque los electrodos del electrocardiograma o los parches autoadhesivos (figura 12) tan
pronto como sea posible, para permitir distinguir entre un ritmo desfibrilable y no desfibrilable.
98
Los ritmos no desfibrilables son:
1. Actividad eléctrica sin pulso (AESP)
2. Bradicardia (< 60 lpm.) sin signos vitales
3. Asistolia
Estos aparecen en el 3,8 al 19% de las PCR en los niños. La incidencia de los ritmos desfibrilables
aumenta con la edad.
Desfibrilación
Deben existir desfibriladores manuales con capacidad para tratar desde neonatos hasta
adolescentes en todos los hospitales, centros sanitarios y ambulancias de rescate, que cuidan a niños
con riesgo de sufrir una parada cardíaca.
Seleccione las palas y parches más grandes posibles para conseguir un buen contacto con la
pared torácica. No se sabe cuál es el tamaño ideal, pero debe existir una buena separación entre las
mismas. Las medidas recomendadas son 4,5 cm de diámetro para los lactantes y niños con peso
inferior a 10 kg y de 8 a 12 cm para los que pesen más de 10 kg (mayores de un año). Los parches
autoadhesivos facilitan la realización de una RCP continua de buena calidad al reducir el tiempo de
interrupción de las compresiones torácicas para administrar la descarga eléctrica.
Aplique las palas firmemente sobre el tórax en posición anterolateral. Coloque una pala
debajo de la clavícula derecha y la otra en la axila izquierda. Si las palas son demasiado grandes y
hay riesgo de que se produzca un arco eléctrico, se puede colocar una en la espalda debajo de la
escápula izquierda y la otra adelante y a la izquierda del esternón (figura 12).
En Europa se continúa recomendando utilizar una dosis de 4 J/kg para todas las descargas (la
inicial y las siguientes). Dosis más elevadas, hasta de 9 J/kg, han conseguido desfibrilar a niños sin
producir efectos secundarios.
La descarga eléctrica inmediata es el tratamiento de elección en la fibrilación ventricular y en
la taquicardia ventricular sin pulso. La energía recomendada es de 4 J/kg.
99
Algoritmos de tratamiento
Figura 13: Algoritmo de RCP del ERC en caso de ritmo no desfibrilable (asistolia, bradicardia severa y
actividad eléctrica sin pulso (5)
Figura 14 Algoritmo de RCP del ERC en caso de ritmo no desfibrilable (fibrilación ventricular y taquicardia
ventricular sin pulso)
100
Durante RCPA (puntos claves)
Causas reversibles
Fuente: European Resuscitation Council Guidelines for Resuscitation 2015 Section 6. Paediatric life support
Fármacos
101
También puede administrarse en casos de inestabilidad hemodinámica con hiperpotasemia y en el
tratamiento de la intoxicación por antidepresivos tricíclicos. Tratamiento que debe realizarse en un
medio hospitalario.
Fuente: Análisis de las nuevas guías AHA y ERC 2015. Soporte Vital Avanzado Pediátrico (2° parte)
(Peramato, 2015) http://apptimiza.com/algoritmos/algoritmo-soporte-vital-avanzado-pediatrico/
102
Glosario de términos
Paro cardíaco.- Cese del latido cardíaco que lleva a la inconsciencia en segundos y paro respiratorio
en menos de 1 minuto.
Desfibrilación.- Técnica que consiste en aplicar una corriente eléctrica directa sobre la pared torácica,
por un tiempo breve (unos 5 msg.) de suficiente magnitud para interrumpir la arritmia cardiaca.
Desfibrilación manual.- Aparato que puede acumular energía para posteriormente liberarla,
transfiriéndola al tórax del paciente a través de 2 palas para que atraviese el corazón.
Mascarilla laríngea.- La mascarilla laríngea Air-Q es un dispositivo supraglótico (DSG) que permite
la intubación a su través. Los DSG juegan un importante papel en el manejo de la vía aérea (VA).
103
CAPÍTULO 8
Bradicardia inestable
Introducción
Las arritmias como una alteración del ritmo cardíaco, y en su contexto las bradiarritmias son
un capítulo muy importante dentro del manejo de este complejo de estructura y función miocárdicas.
Las bradiarritmias y los bloqueos de la conducción son una observación clínica frecuente y pueden
ser una reacción fisiológica (p. ej., en deportistas sanos) o corresponder a un trastorno patológico.
De manera arbitraria, las bradiarritmias se definen por la presencia de una frecuencia cardíaca
menor de 60 latidos por minuto (lpm). Pueden clasificarse en función del nivel de la alteración del
sistema de conducción cardiaco.
Las dos categorías principales son la disfunción del nódulo sinusal (DNS) y los trastornos o
bloqueos de la conducción auriculoventricular (BAV).
Consecuentemente es de vital importancia el conocimiento de los fundamentos
electrofisiológicos que ya se han descrito en esta obra, por lo que en este apartado nos vamos a enfocar
específicamente en este trastorno del ritmo que corresponden a las bradiarritmias.
Justificación
Objetivo general
Objetivo específico
Definición
Se denomina bradicardia a cualquier ritmo cardíaco con una frecuencia (FC) inferior a 60
lpm.
104
Sistema de conduccion especializada y sus frecuencias
Ritmo sinusal
Manifestaciones clínicas
• Generalmente asintomáticas
• Puede presentarse como síncope, o presíncope
• Debilidad y fatiga
• Falla cardiaca
• Angina
• Síntomas relacionados con taquiarritmias
105
Clasificación
Tipos de Bradicardia
1. Bradicardia sinusal
2. Disfunción sinusal (Bloqueo o paro sinoauricular)
3. Bloqueo aurículoventricular
a. BAV de 1er grado
b. BAV de 2º grado:
i. Tipo I o Wenckebach
ii. Tipo II o Mobitz
iii. Tipo 2:1
c. BAV avanzado (alto grado 3:1, 4:1)
d. BAV de 3er grado (completo)
Bradicardia sinusal
FC < 60 lpm
Ritmo regular
P y QRS normales
Intervalo P-Q normal
No suele tener significado patológico
Bradicardia sinusal
Disfunción sinusal
Manifestaciones ecg
Incompetencia cronotropa
Pausas sinoauriculares
Bloqueo sinoauricular
106
Alternancia bradicardia sinusal-taquicardia supraventricular (taquicardia auricular), taquicardia
sinusal o Fibrilación Auricular (FA). Síndrome taquicardia-bradicardia o enfermedad del seno.
Alteración de la conducción AV en el 25% de casos (alteración asociada a cualquiera de las
condiciones previas).
Pausa sinoauricular
Bloqueo sinoauricular
Bradicardia-taquicardia
Parada sinoauricular
107
Trastornos de la conducción Auriculoventricular (AV)
Se define como bloqueo AV al retraso o ausencia de la conducción del impulso de las aurículas
a los ventrículos.
Las causas son múltiples.
Bloqueo de la conducción AV de tipo familiar.
La prevalencia se incrementa con la edad.
Se puede presentar en personas sanas. (3,5).
Se caracteriza por:
Presentar ritmo regular
La onda P y el complejo QRS son normales
Cada onda P es seguida de un complejo QRS
El intervalo P-R está aumentado, es > a 0.20 seg.
Suele ser un hallazgo casual
Vigilar en cardiopatía aguda y/o intervalo P-R muy prolongado.
108
Bloqueo auriculoventricular de 2º grado mobitz I o tipo wenckebach
Se caracteriza por:
Presentarse como ritmo irregular
Alargamiento progresivo del intervalo P-R hasta que una de las ondas P no es conducida
Los intervalos R-R se van acortando en cada ciclo
Cada ciclo supone un enlentecimiento en la conducción del Nódulo AV, con recuperación del
mismo.
109
Bloqueo auriculoventricular de 2º grado mobitz II o tipo mobitz
Se caracteriza por:
Presentarse como ritmo irregular
Alguna onda P no es conducida
No hay un alargamiento del intervalo P-R (MEDIR EXACTAMENTE)
No confundir con una onda P´ que no se ha conducido
Puede ser intermitente o seguir una secuencia.
Puede presentar complejos QRS normales (más raro) o con morfología de Bloqueo completo
de rama derecha (BCRD) o Bloqueo completo de rama izquierda (BCRI), (más habitual).
Pueden progresar a bloqueo auriculoventricular completo
Requieren marcapasos obligatoriamente
SON RAROS.
110
2. En sujetos con IAM (anterior):
Predictor de muerte (por necrosis del septo) (1,3)
Se caracteriza por:
Dos o más ondas P consecutivas no se conducen
Puede coexistir con otros bloqueos
Se caracteriza por:
Presentar un ritmo regular
Ninguna onda P es conducida
La frecuencia de las ondas P es diferente a la frecuencia de los complejos QRS (disociación
AV)
La morfología de los QRS puede ser estrecha ESCAPE NODAL
La morfología de los QRS puede ser ancha ESCAPE VENTRICULAR.
111
Revisión de las Imágenes de los patrones electrocardiográficos
Si la situación clínica del paciente lo permite, deberíamos evaluar una bradicardia siguiendo
varios pasos:
1. BAV / DS: en general los casos de DS son de mejor pronóstico que los BAV.
2. En BAV valorar QRS: en general si el QRS es ancho presenta peor pronóstico que si es estrecho.
3. Clínica: un síncope es peor que un mareo (síncope en bradicardia puede equivaler a asistolia).
4. Antecedentes previos: peor pronóstico si hay antecedentes de cardiopatía
5. Si es asintomático: valorar función renal (si hay bajo gasto, la creatinina tiende a aumentar).
112
Tratamiento
1. Tratar la causa
2. Opciones:
ATROPINA: 0.5-1 mg iv. Se puede repetir cada 3-5´ hasta un total de 3 mg.
Aparato con el cual se transmiten estímulos eléctricos a través de unos electrodos adhesivos
situados en el tórax del paciente, produciendo una despolarización miocárdica y la consiguiente
contracción cardíaca. Adecuados para una primera atención de urgencia. Normalmente, integrado en
el monitor-desfibrilador. No existe riesgo para el personal que está atendiendo al paciente.
El Marcapasos externo o transcutáneo requiere de una fuente de energía, que genera estímulos
de duración constante pudiéndose seleccionar intensidad y frecuencia.
Las indicaciones para el marcapasos externo o transcutaneo son las siguientes:
1. Bradicardia con compromiso hemodinámico
2. Bradicardias con ritmos de escape que no responden al tratamiento farmacológico
3. Bradicardia extrema que evoluciona a asistolia
113
Colocación de marcapasos transcutáneo
Marcapasos endocavitario. Definitivo o temporal según los casos, pero en unidad hospitalaria
especializada.
Competencias en bradiarritmias
Médico Análisis Diagnóstico de la Prescripción del Análisis y tratamiento
electrocardiográfico bradiarritmia tratamiento de causas reversibles, y
del ritmo cardíaco. farmacológico y no respuesta a las medidas
farmacológico. ejecutadas.
Enfermero Análisis Interpretación del No No
electrocardiográfico electrocardiograma y
del ritmo cardíaco. administración de
medicación
Técnico/ Análisis ADMINISTRACIÓN No No
Tecnólogo en electrocardiográfico DE MEDICACION
emergencias del ritmo cardíaco.
médicas
Auxiliar de Análisis ADMINISTRACIÓN No No
enfermería electrocardiográfico DE MEDICACION
del ritmo cardíaco.
Chofer o no No No No
despachador de
consola
114
ANEXO 1
115
Referencias
116
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Abreviaturas
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Glosario
Arritmia.- Se caracteriza por presentar un ritmo irregular, que ocurre cuando se presentan anomalías
en el marcapaso fisiológico del corazón (nodo sinusal) o en el sistema de conducción del corazón, o
por aparición de zonas marcapaso anormales (ectópicos).
Cardioversión.- Es una descarga eléctrica de alto voltaje que mediante la aplicación de un choque
eléctrico de corriente continua consigue revertir distintos trastornos del ritmo cardíaco.
Desfibrilación.- Es una descarga eléctrica de alto voltaje que se utiliza en los casos de parada
cardiorrespiratoria, con el paciente inconsciente, que presenta fibrilación ventricular.
Taquicardia.- Es un ritmo cardíaco rápido o irregular, normalmente de más de 100 latidos por minuto
en reposo y hasta 400 latidos por minuto. Con un ritmo tan elevado, el corazón no puede bombear
eficazmente sangre con altos niveles de oxígeno a su cuerpo.
La taquicardia puede ocurrir en las cámaras del corazón superiores (taquicardia auricular) o
inferiores (taquicardia ventricular).
Revisado
Elaborado
121