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Tema 7: Habilidades sociales

1. Fundamentos teóricos y experimentales del entrenamiento en habilidades


sociales:
1.1.Los primeros modelos teóricos:

Salter fue uno de los primeros en sugerir que las personas con problemas psicológicos en las relaciones
sociales eran personas con un claro déficit en la expresión emocional debido a un predominio de los
procesos inhibitorios y que, en consecuencia, un tratamiento psicológico apropiado sería potenciar los
procesos excitatorios contrarios mediante técnicas de juego de roles. Tal tipo de entrenamiento debería
incluir ejercicios en los que se practicara la expresión abierta de sentimientos y opiniones personales

Wolpe, recoge las ideas de Salter y las integra en su modelo de contracondicionamiento pos inhibición
recíproca, utilizando el término asertividad para referirse a un tipo de respuesta emocional contraria a
la ansiedad que se puede manifestar tanto por el lado de la agresividad (ira) como por el lado de la
afectividad positiva (cariño, amistad). La ansiedad social sería la responsable de los comportamientos
socialmente inapropiados debido a la inhibición que provoca la ansiedad

El contracondicionamiento de la ansiedad se puede conseguir utilizando respuestas asertivas en los


mismos contextos sociales que provocan la ansiedad, siempre que se jerarquicen y programen los
ejercicios prácticos de forma parecida a la desensibilización sistemática

Entre los primeros modelos alternativos se encuentran el modelo de déficit de conductas, el modelo de
déficit de habilidades perceptivas y el modelo de déficit evaluativo-cognitivo:

- Modelo de déficit de conductas: entiende que la clave de los problemas en las relaciones
sociales no es la ansiedad, sino la propia carencia de comportamientos habilidosos. El
entrenamiento, por tanto, no debe ir dirigido a reducir la ansiedad, sino a enseñar, de forma
gradual y sistemática, los componentes de cada una de las habilidades que la persona carece
- Modelo de déficit de habilidades perceptivas: entiende que las conductas socialmente
inadaptadas se deben al uso incorrecto de las señales sociales de interacción. La clave del
entrenamiento sería enseñar a la persona a discriminar y utilizar correctamente esas señales
sociales
- Modelo de déficit cognitivo: asume que las personas poseen las habilidades sociales, incluso
que perciben correctamente las señales sociales de la interacción. Su problema es básicamente
cognitivo en el sentido de pensar que determinadas interacciones no deben realizarse por
cualquier razón, o anticipar resultados negativos de su propia actuación social. En
consecuencia, el entrenamiento no debe centrarse en la modificación de la ansiedad, de las
conductas o de las percepciones erróneas, sino en la modificación de los patrones inapropiados
de pensamiento

La explicación de los problemas de la interacción social en los términos que plantean estos modelos deja
claro que no se trata de modelos incompatibles, sino que todos los factores pueden estar presentes. El
principal modelo teórico de tipo general aplicado al entrenamiento de habilidades sociales, claramente
diferenciado de los modelos conductistas, fue el modelo de aprendizaje social de Bandura

1.2.El modelo cognitivo-social de Bandura:

El punto de partida del modelo de Bandura es la premisa de que, prácticamente toda la conducta
humana es adquirida y que los principios de aprendizaje son suficientes para explicar el desarrollo de los
comportamientos tanto normales como patológicos. No obstante, se critica que los modelos de
aprendizaje resaltados por el conductismo no tuvieran en cuenta el contexto social en el que las
conductas se aprenden ni el hecho de que gran parte de las conductas aprendidas se aprenden por
observación y no por la propia experiencia

El soporte empírico de este tipo de aprendizaje fue un conjunto de estudios en los que se demostraba
que niños y niñas que observaban a modelos realizando conductas que tenían determinadas
consecuencias, aprendían las conductas. Además, demostraban que el aprendizaje vicario era aplicable
tanto a las conductas operantes como a las conductas emocionales. Del mismo modo que se pueden
aprender conductas por aprendizaje directo o vicario, también se pueden extinguir, modificar o
contracondicionar conductas por procedimientos directos y vicarios

La nueva versión del modelo del aprendizaje social se estructura en torno al concepto de determinismo
recíproco, cuyos integrantes son la situación, la persona y la conducta. La situación controla la conducta
a través de la persona, y la persona es el auténtico mediador entre la situación y la conducta, por otra
parte, la propia conducta ejerce un claro control sobre la situación, modificando la conducta de los otros
y generando nuevas situaciones que, a su vez, influyen en nuestra conducta. La persona es, por tanto, al
mismo tiempo, agente y objeto de las influencias ambientales

El concepto de persona se entiende como un sistema de representación interior formado por ideas,
creencias, expectativas y autopercepciones de uno mismo y del mundo. Este sistema es el que dirige y
regula la conducta; no obstante, el modelo reconoce la existencia de 3 subsistemas regulatorios que
operan de manera integrada e interdependiente: los determinantes antecedentes, los determinantes
consecuentes y los procesos cognitivos intermedios

- Determinantes antecedentes: son estímulos que influyen en la conducta gracias a su función


predictiva y no porque determinen automáticamente su respuesta. Las experiencias crean
expectativas de relaciones entre estímulos más que conexiones automáticas
- Consecuencias: las conductas están también reguladas por sus consecuencias, pero por el valor
informativo y de incentivo que poseen, no por mecanismos de reforzamiento automático. Las
consecuencias influyen en la conducta porque crean la expectativa de que, en futuras
ocasiones, los resultados serán similares
- Procesos cognitivos intermedios: modulan la influencia de las variables externas antecedentes
y consecuentes siendo los que determinan qué estímulos externos serán atendidos, cómo se
les percibirá, qué importancia relativa tienen y en qué medida afectarán a futuras acciones

El nuevo modelo incorpora el aprendizaje por experiencia directa y el aprendizaje vicario:

- El aprendizaje por experiencia directa se basa en asociaciones positivas y negativas entre


estímulos que uno mismo experimenta o en los efectos positivos y negativos que producen las
propias acciones
- El aprendizaje observacional o vicario se basa en la adquisición de representaciones simbólicas
de las actividades efectuadas por el modelo, las cuales servirán de guía para futuras acciones.
Este aprendizaje se produce sin necesidad de que el observador efectúe ningún tipo de
respuesta y sin necesidad de reforzamiento extrínseco de la conducta a adquirir

Es posible hablar de una forma general de aprendizaje, el aprendizaje cognitivo social, que incluiría
tanto los aprendizajes básicos directos como el aprendizaje vicario

El aprendizaje cognitivo social permite explicar no sólo la adquisición de patrones y estilos de conducta y
pensamientos patológicos, sino también la eficacia diferencial de los tratamientos psicológicos. La clave
de la eficacia terapéutica es la modificación de las perspectivas de autoeficacia, siendo la autoeficacia la
convicción de que uno mismo es capaz de realizar con éxito la conducta requerida para producir los
resultados deseados. Además, la percepción de eficacia afecta a los esfuerzos que hace la persona por
enfrentarse a las situaciones problemáticas, lo que facilita el afrontamiento con posibilidades de éxito y
el consiguiente incremento de la autoeficacia

Bandura explica el papel central de la autoeficacia postulando la existencia de un procesador central de


la información sobre eficacia, según el cual, las personas procesan, valoran e integran diversas fuentes
de información relativa a su capacidad y eligen la conducta y el esfuerzo requeridos. Las fuentes de
información son diversas y se jerarquizan en función de su poder para modificar las expectativas de
autoeficacia del procesador central siendo, de mayor a menor:

- La experiencia directa de éxito o fracaso


- La experiencia de sensaciones corporales
- La persuasión verbal

El modelo permite incorporar los diferentes componentes que conforman los programas de
entrenamiento en habilidades sociales, así como los diferentes tipos de habilidades que suelen
incorporarse en los programas. Además, permite integrar la tradición conductista en terapia de
conducta y las nuevas aproximaciones terapéuticas cognitivas. Según Bandura, los procedimientos más
poderosos para modificar las expectativas de autoeficacia y, por tanto, los factores cognitivos que
mantienen la patología, son los propios cambios conductuales. No obstante, el modelo ha sido criticado
tanto desde la perspectiva conductista como desde la perspectiva cognitiva:

- Desde la perspectiva conductista, se ha criticado su falta de coherencia al reconocer la


potencia terapéutica de los cambios conductuales y defender que éstos se deben a cambios
cognitivos
- Desde la perspectiva cognitiva, se critica que su modelo se haya limitado al análisis de los
contenidos cognitivos conscientes, sin hacer distinciones entre contenidos cognitivos accesibles
a la conciencia y estructuras y procesos cognitivos no accesibles a la conciencia

Los últimos escritos de Bandura enfatizan aun más los aspectos fenomenológicos y funcionales de la
conciencia en el control de la conducta: la intencionalidad, la anticipación de las consecuencias de las
acciones, la autorregulación y la autorreflexividad. Este tipo de teorización sitúa al modelo de Bandura
en una posición más próxima a las grandes teorías fenomenológicas de la personalidad que a cualquiera
de las teorías experimentales sobre la conducta

1.3.Desarrollos recientes:

Las técnicas de entrenamiento en habilidades sociales se han ido transformando en programas amplios
en los que se integran múltiples componentes. Estos programas se han aplicado a una extensa gama de
problemas clínicos y no clínicos. Los programas han ido evolucionando hacia una concepción no
restrictiva del término habilidad social, entendida como cualquier comportamiento eficaz en una
situación social. El término asertividad queda incluido en el de habilidad social, ya que se trata de un
tipo de habilidad relacionada con la expresión de sentimientos y opiniones, situada a mitad de camino
entre la agresividad y la inhibición, por tanto, la asertividad debe entenderse como una habilidad social
consistente en la afirmación de sentimientos y opiniones propias en situaciones interpersonales

Los planteamientos recientes del entrenamiento en habilidades sociales se caracterizan por integrar en
un mismo programa los 4 componentes resaltados de los modelos teóricos (habilidades emocionales,
conductuales, perceptivas y cognitivas):

- Las habilidades emocionales implican la capacidad de expresar correctamente las propias


emociones, pero también la capacidad de identificar correctamente las expresiones de los otros
- Las habilidades conductuales se refieren a conductas observables emitidas en contextos
sociales que incluyen conductas no verbales, conductas paralingüísticas y conductas verbales
- Las habilidades perceptivas se refieren a la correcta interpretación de los parámetros
estimulares relevantes a la situación
- Las habilidades cognitivas hacen referencia a la capacidad de la persona la formular objetivos
socialmente adecuados, anticipar las consecuencias de determinadas acciones y planificar los
medios para conseguir los objetivos

En los últimos años, la importancia de los aspectos emocionales en el éxito o fracaso social ha vuelto a
ocupar el centro de interés. La emoción se ha empezado a recuperar en el contexto de las habilidades
sociales gracias a los teóricos y divulgadores de la inteligencia emocional, la cual implica el desarrollo de
dos habilidades emocionales fundamentales; la capacidad de control de las emociones y la empatía. Las
señales emocionales que emitimos afectan a las personas que nos rodean y constituyen la base del
contagio emocional y la empatía, transmitiéndose la emoción de forma, generalmente, inconsciente

Damasio y colaboradores han investigado las bases de la empatía y propuesto un modelo teórico que
denominan modelo de percepción-acción. El modelo asume que en el ámbito de la emoción ocurre lo
mismo que en el ámbito de la conducta motora, en el que la percepción de un movimiento activa los
mismos sustratos neurofisiológicos que generan el movimiento. Los resultados de su estudio sugieren
que los mecanismos de la empatía se basan en la activación, cuando observamos a otros, de los mismos
centros cerebrales que regulan nuestras emociones, aunque la intensidad de las respuestas periféricas
activadas no es la misma

2. Evaluación diagnóstica y funcional de las habilidades sociales:

La selección de las habilidades a entrenar supone haber realizado el diagnóstico diferencial y la


evaluación de los problemas sociales del paciente. Existen diferentes estrategias para la evaluación de
las habilidades sociales: los autoinformes, los informes de personas significativas, las observaciones
naturales y las pruebas de role play o ensayo conductual. Lo aconsejable es utilizar varias estrategias:

- Los autoinformes tienen la ventaja de su fácil administración, además de proporcionar


información de la percepción del paciente o de sus propias necesidades
- Los informes de personas significativas tienen la ventaja de reflejar la experiencia de personas
que han vivido directamente la falta de habilidades sociales del paciente
- Las observaciones naturales son las que tienen mayor validez externa, proporcionando mayor
nivel de especificidad sobre las características de las habilidades a incluir en el entrenamiento
- Las pruebas conductuales en ambientes simulados tienen la ventaja de permitir la evaluación
de un rango muy amplio de interacciones sociales, así como la utilización de sistemas
audiovisuales de registro para su posterior observación

El diagnóstico diferencial es otra condición previa al inicio de la intervención. La falta de habilidades


sociales puede ser el núcleo de los problemas de la persona o puede ser un problema adicional asociado
a otros problemas. La carencia de habilidades sociales también puede ocurrir sin que exista ningún
trastorno psicológico o físico específico. Además, existe un amplio conjunto de factores que pueden
incidir en la ausencia de habilidades sociales, aparte de los estrictamente psicológicos, que deben ser
tenidos igualmente en cuenta en la programación del tratamiento. Todo ello requiere una evaluación
específica que sirva para orientar u dirigir la selección y la secuencia de habilidades a entrenar

Los componentes del entrenamiento pueden aplicarse en formato individual o de grupo, siendo éste el
que se utiliza con mayor frecuencia

3. Componentes del entrenamiento:


El entrenamiento en habilidades sociales sigue una secuencia de pasos que se repite en cada sesión de
entrenamiento: justificación, modelado, ensayo conductual, feedback, reforzamiento y asignación de
tareas. Este esquema sirve para cualquier tipo de habilidad social que se vaya a entrenar y los principios
del aprendizaje que subyacen a esta secuencia son los que integran el modelo de aprendizaje cognitivo
social de Bandura: el aprendizaje por experiencia directa y el aprendizaje por experiencia vicaria, ambos
entendidos como potenciadores de las expectativas de autoeficacia. Los 2 requieren que se seleccionen
las habilidades de menor a mayor complejidad, que se apliquen los principios del feedback y el
reforzamiento y que, una vez adquiridas las habilidades, se programe su generalización a diferentes
contextos de la vida real

3.1.Justificación:

Se inicia cada sesión de entrenamiento explicando la importancia de la habilidad que se va a entrenar.


Generalmente, se pregunta a los miembros del grupo que expresen sus opiniones sobre esa habilidad en
particular intentando dar razones a favor y en contra. El objetivo es justificar la relevancia de la habilidad
y corregir posibles prejuicios o actitudes contrarias

La modificación de los pensamientos negativos sobre la puesta en práctica de la habilidad o sobre sus
posibles consecuencias es uno de los objetivos primarios de este componente. Un procedimiento que
suele ayudar en este sentido es recurrir a la lista de derechos asertivos (por ejemplo, si se cuestiona la
habilidad de pedir favores, se puede argumentar que es un derecho asertivo y que la clave de la
habilidad no es tanto pedir o no pedir favores, sino la forma de pedirlos). Así, la identificación de las
razones positivas para cada miembro del grupo de la habilidad social a entrenar se convierte en la
principal fuente de motivación para aprenderla

Una vez justificada la habilidad, el terapeuta explica los elementos que la integran. Ésta se descompone
de 3 o 4 pasos (por ejemplo, la habilidad de atender se puede descomponer en los siguientes elementos:
orientación del cuerpo hacia la persona que habla, contacto ocular, asentimiento con la cabeza y
expresiones faciales apropiadas). Cada elemento debe ser explicado, justificado y discutido por los
miembros del grupo, siendo aconsejable el uso de medios didácticos sencillos

3.2.Modelado:

En esta fase, el terapeuta demuestra a la persona individual o a los miembros del grupo cómo se realiza
la habilidad enfatizando cada uno de sus componentes. La observación es el componente más distintivo
del tratamiento. Cuando el entrenamiento se hace en grupo, el modelado puede irse ajustando a las
condiciones que facilita el aprendizaje por observación:

- Similitud en edad y sexo entre el modelo y el observador


- Prestigio o carisma del modelo para el observador
- Modelo aprendiz frente a modelo perfecto

En cualquier caso, es importante que la conducta del modelo no resulte demasiado compleja, siendo
preferible observar los componentes de la habilidad por separado. Igualmente, es importante que el
observador no interprete la conducta del modelo como la forma perfecta de comportarse, sino como
una manera de comportamiento social adecuada. Terminado el modelado, el terapeuta debe preguntar
a los miembros del grupo si quedaron claros los componentes de la habilidad y cómo evaluarían la
efectividad del modelo y, si fuera necesario, se puede repetir la ejecución del modelo

3.3.Ensayo conductual (role-play):


Una vez se ha justificado la habilidad y se ha observado, se pasa a practicarla. El ensayo conductual es
como un ensayo teatral en el que los miembros del grupo representan papeles de acuerdo con un
argumento. Si la habilidad se ha descompuesto en unidades más pequeñas, el ensayo se puede también
descomponer. Cuando el entrenamiento se realiza en grupo, una estrategia útil consiste en pedir a los
miembros del grupo que practiquen por parejas antes de realizar la representación delante de todos.
Otra estrategia consiste en los denominados ejercicios de calentamiento

Los ejercicios de calentamiento se diseñan para practicar, de forma exagerada y como si se tratara de
un juego, diferentes aspectos de la habilidad que se va a representar. Estos ejercicios suelen crear un
clima distendido en el grupo, facilitando la participación activa de todos los miembros (por ejemplo, la
escenificación de expresiones faciales o los ejercicios de observarse mutuamente por parejas)

El ensayo conductual, en contraste, debe simular situaciones reales que puedan encontrarse en el
ambiente social década persona. En los entrenamientos en grupo, cada miembro actúa como actores
secundarios u observadores. El terapeuta puede también participar, aunque lo habitual es que actúe
como director de escena guiando y ayudando a los actores principales y secundarios. En los ensayos, el
terapeuta debe recordar a los observadores qué habilidades específicas están siendo entrenadas para
que presten atención y puedan posteriormente proporcionar el feedback correspondiente

3.4.Feedback:

El feedback consiste en proporcionar información al actor principal sobre su actuación después de


haberla realizado. Cumple el mismo papel que el conocimiento de resultados en el aprendizaje de
habilidades motoras, por lo que es un elemento esencial en el aprendizaje. El feedback lo puede
proporcionar el terapeuta o cualquier miembro del grupo y puede ser de diversos tipos:

- Feedback positivo: suele identificarse con el reforzamiento positivo


- Feedback negativo: se identifica con el castigo. No obstante, feedback y reforzamiento no son
conceptos idénticos
- Feedback descriptivo: simplemente se describe lo que la persona ha hecho, por lo que no
constituye reforzamiento de ningún tipo
- Feedback correctivo
- Feedback autorrevelador: consiste en comunicar a las otras personas la reacción que ha
provocado en nosotros su conducta

Sólo cuando el feedback añade una valoración (positiva o negativa), se puede convertir, además, en
reforzamiento o castigo. El feedback que debe aplicarse después del ensayo conductual es el positivo,
seguido del correctivo. Su aplicación requiere tener en cuenta las siguientes consideraciones:

- Los observadores deben conocer las conductas que van a ser objeto de entrenamiento y
feedback
- El feedback debe ser específico y dirigido siempre a la conducta, no a la persona
- El feedback debe centrarse en los aspectos positivos de la actuación
- A continuación, se añade el feedback correctivo, identificando las conductas que pueden
mejorar y sugiriendo aquellos cambios que pueden ayudar a mejorar la actuación
- Finalmente, se da la oportunidad al actor de expresar su punto de vista y si está de acuerdo o
en desacuerdo con las sugerencias dadas

En todo este proceso, el terapeuta debe guiar la forma de dar el feedback. Además, debe evitar y, en su
caso, cortar cualquier tipo de feedback negativo, ya que saber dar este feedback es una habilidad más
que puede aprenderse durante el entrenamiento y constituye la base de lo que se denomina feedback
autorrevelador que coincide, en gran parte, con la habilidad de hacer cumplidos y críticas. Sus
componentes son, en principio, los mismos que los del feedback que se proporciona durante el
entrenamiento en habilidades sociales, simplemente que aplicados en contextos de la vida real y sin que
se solicite previamente dicho feedback: feedback positivo, feedback correctivo, sugerir posibles cambios
y solicitar la opinión de otra persona

3.5.Reforzamiento:

El reforzamiento se refiere a las consecuencias positivas de la actuación adecuada durante el ensayo.


Los reforzadores pueden ser sociales, de actividad, tangibles, generalizados… aunque el principal tipo
que se suele aplicar es el reforzador social. Sin embargo, cuando se traba con niños, los reforzadores
sociales suelen combinarse con otros tipos de reforzadores, incluso con reforzadores generalizados
típicos de los programas de economía de fichas

Debe tenerse en cuenta, que una de las condiciones de la efectividad del reforzamiento es su
contingencia e inmediatez con respecto a la conducta que se está aprendiendo; también, que el
mantenimiento a largo plazo de las conductas aprendidas se facilita cuando los programas de
reforzamiento se transforman en programas intermitentes y cuando los reforzadores naturales
(sociales) sustituyen a los arbitrarios

3.6.Tareas para casa:

Cada sesión de entrenamiento se desarrolla repitiendo el modelado, los ensayos conductuales, el


feedback y el reforzamiento de forma flexible y la sesión termina con la asignación de tareas para casa.
Las tareas deben referirse a las habilidades ensayadas previamente, que tienen una alta probabilidad de
realizarse con éxito y ser reforzadas

Es aconsejable que las tareas a realizar queden recogidas en una hoja de registro donde la persona,
además, anote cada una de las ocasiones en las que ha puesto en práctica la habilidad, indicando por
ejemplo, el día y la hora, la situación, la habilidad practicada y las consecuencias positivas y negativas
que tuvo. El terapeuta debe, por su parte, resaltar la importancia de las tareas y del autorregistro,
dedicando la parte inicial y final de cada sesión a revisar y comentar estos autorregistros, así como a
reforzar a la persona por realizarlos

4. Tipos de habilidades sociales:

Las habilidades sociales se suelen clasificar en 2 grandes categorías:

1) Habilidades verbales y no verbales


2) Habilidades de aproximación y rechazo

Las habilidades verbales de aproximación son las más desarrolladas y las que ocupan la mayor parte de
los programas de entrenamiento. Se suelen dividir, a su vez, en subconjuntos de habilidades:

- Habilidades de comunicación
- Habilidades conversacionales
- Dar y recibir cumplidos
- Hacer y rehusar peticiones
- Hacer críticas adecuadas
- Ser asertivos

Las habilidades verbales de rechazo o defensivas, se utilizan sólo en casos especiales, ya que tienen
como consecuencia la interrupción o finalización definitiva de la relación o interacción. Las principales
habilidades verbales defensivas son:
- El disco rayado
- El banco de niebla
- La aserción negativa
- La interrogación negativa

Por su parte, las habilidades no verbales son todas aquellas señales que utilizamos con nuestro cuerpo y
nuestra voz para indicar el interés o desinterés por la relación. Las principales habilidades verbales que,
según su aplicación, pueden indicar tanto rechazo como aproximación, son:

- Expresiones faciales
- Contacto ocular
- Postura del cuerpo
- Gestos y ademanes
- Distancia física
- Apariencia personal
- Saludos
- Características paralingüísticas de la comunicación verbal

Cada una de estas habilidades tiene componentes emocionales, conductuales, perceptivos y cognitivos.
Los aspectos cognitivos se tratan directamente durante la justificación de la habilidad, pero el terapeuta
debe recordarlos antes del ensayo conductual con el fin de que la persona los tenga en cuenta y los
practique durante su ejecución. Generalmente, se plantean en forma de autofrases negativas frente a
positivas con respecto a al interacción que se va a ensayar o se está ya ensayando (por ejemplo, “no
tengo nada interesante de que hablar” frente a “no es necesario hablar de cosas interesantes, puedo
hablar del tiempo o de lo que he hecho este fin de semana”). Estos tipos de pensamientos, que
constituyen el núcleo de las terapias cognitivas, se incorporan al entrenamiento en habilidades sociales
como un aspecto más a tener en cuenta siguiendo la secuencia del propio entrenamiento

En cuando a los aspectos perceptivos, su incorporación se lleva a cabo de forma similar. La correcta
interpretación de las señales de aproximación y evitación y del contexto en el que la interacción tiene
lugar se deben tratar, en primer lugar, durante la justificación y explicación de la habilidad. A
continuación, se van incorporando y practicando como parte de las habilidades no verbales de
aproximación y rechazo a observar, ensayar, dar feedback, reforzar y practicar

Otros aspectos perceptivos se refieren al contexto apropiado de la interacción, en particular el lugar y el


momento temporal en el que la aproximación social es apropiada, esto es, cuando tiene una alta
probabilidad de tener éxito. La interpretación correcta del contexto es aplicable a todas las habilidades
(por ejemplo, en las habilidades conversacionales, el contexto se refiere a cuando iniciar una
conversación, cuando entrar en una conversación iniciada, cuando cambiar el tema de conversación,
cuando interrumpir…)

Los aspectos emocionales fueron los primeros en introducirse en los programas de entrenamiento en
habilidades sociales. Los programas basados en los modelos de Salter y Wolpe estaban centrados en la
expresión emocional y el aprendizaje de respuestas emocionales contrarias a la ansiedad, pero la
influencia de los modelos conductuales, perceptivos y cognitivos hizo que quedara relegada a un
segundo plano

Si el intercambio emocional es la clave de las habilidades sociales, el primero paso debería ser aprender
a sentir e identificar correctamente las emociones en nosotros mismos y en los demás. Intentar
comunicar y expresar emociones que no se sienten no es el camino apropiado, entre otras razones,
porque la propia expresión facial delata cuándo la emoción es genuina y cuando no lo es. El
entrenamiento en expresión y comunicación emocional debería, por tanto, partir de una aprendizaje
emocional propio y ajeno y en la capacidad de responder empáticamente a las emociones y
sentimientos de los otros. Este tipo de aprendizaje, por lo general, escapa a los ámbitos de aplicación de
las técnicas de entrenamiento en habilidades sociales

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