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Tema 8: Habilidades cognitivas

1. Fundamentos teóricos y experimentales de las terapias cognitivas:

1.1.El desarrollo del paradigma cognitivo-conductual:

El paradigma cognitivo-conductual de los tratamientos psicológicos se puede considerar como el más


reciente. Su configuración tuvo dificultades iniciales debido al rechazo de los conceptos cognitivos por
su carácter “mentalista”. Sin embargo, se empiezan a incorporar nuevas técnicas y planteamientos
teóricos, muchos de ellos, relacionados con los procesos cognitivos. La incorporación de las variables
cognitivas como mediadoras en la modificación de la conducta humana fue un proceso lento en el que
confluyeron múltiples influencias (aunque difíciles de determinar)

Bajo el paraguas del prestigio de la psicología experimental cognitiva, y aprovechando el zeitgeist del
momento, diferentes formas de entender lo cognitivo se fueron abriendo paso hasta llegar a configurar
un conjunto diverso de procedimientos terapéuticos, caracterizados por centrar la intervención en la
modificación de los mediadores cognitivos de las conductas, y no en las conductas mismas y, por aceptar
que la eficacia de las técnicas y validez de sus modelos explicativos deberían fundamentarse en datos
empíricos y experimentales

Algunas de las influencias que fueron configurando el paradigma cognitivo-conductual fueron la


transición desde el conductismo, las teorías psicosociales cognitivas, las terapias racionales, las teorías
cognitivas de la personalidad y la psicología experimental del procesamiento de la información

1.1.1. Transición desde el conductismo:

Ha habido diversos intentos de introducir variables de tipo cognitivo a partir de los propios presupuestos
conductistas. Algunos de estos, apenas se alejaron del marco teórico general conductista, mientras que
otros supusieron una clara ruptura

Entre los primeros se encuentra en encubiertalismo, que asume que, junto a las conductas manifiestas,
existen conductas encubiertas y éstas se rigen por los mismos principios y leyes que las externas. Los
sucesos privados tendrían el mismo status epistemológico que los estímulos y las conductas externas y,
por tanto, podrían ser susceptibles de utilización para producir aprendizajes asociativos encubiertos. Las
técnicas encubiertas son procedimientos que hacen uso de la imaginación para asociar conductas
desadaptadas con consecuencias aversivas (sensibilización encubierta), para asociar conductas
adaptadas con consecuencias reforzantes (reforzamiento encubierto) o para observar imaginativamente
esas mismas asociaciones en otras personas (modelado encubierto)

Una segunda línea de evolución fueron las técnicas de autocontrol. Skinner defendía el autocontrol
como una forma de control antecedente y consecuente sobre la conducta con la característica de ser la
propia persona la que establece los estímulos discriminativos y las contingencias de reforzamiento. Sin
embargo, dentro de la terapia de conducta, otros autores empezaron a proponer modelos de
autocontrol alternativos en los que las variables controladoras serían autogeneradas internamente. Por
ejemplo, Kanfer defendió que el autocontrol se ejerce cuando se realiza una conducta que tiene menor
probabilidad de realizarse que otras en ausencia de variables externas que lo expliquen, de forma que
las nuevas variables controladoras son cognitivas

Las técnicas de biofeedback constituyen otra área de investigación terapéutica. Son consideradas como
técnicas de autocontrol de respuestas biológicas, el feedback biológico se entendió como un tipo de
reforzador operante. Sin embargo, desde otras perspectivas, se entendió como información
retroalimentada al sistema biológico, que este procesa para ajustar su conducta a los objetivos
perseguidos. Este nuevo concepto de feedback conecta mejor con el concepto de “conocimiento de
resultados”, utilizado por la psicología experimental cognitiva para explicar el aprendizaje y el control
motor

Finalmente, las críticas que se formularon desde la propia terapia de conducta a los modelos de
condicionamiento se referían a las insuficiencias del condicionamiento clásico e instrumental para
explicar la mayor parte de los trastornos psicopatológicos, aunque fueron desacreditadas. Ésta fue una
evolución lenta y compleja dentro del propio conductismo, que dio como resultado la aceptación de las
variables mediadoras de tipo cognitivo como los principales determinantes del modelo animal. Desde
esta perspectiva, lo que se aprende no son respuestas asociadas a estímulos antecedentes o
consecuentes, sino representaciones centrales de las relaciones entre estímulos o de las relaciones
entre la conducta y sus consecuencias

1.1.2. Teorías psicosociales cognitivas:

Una parte importante de la psicología social se desarrolló alejada de los postulados conductistas (por
ejemplo, la teoría de la disonancia cognitiva, la teoría del lugar de control, la teoría de la atribución o la
teoría del arousal-cognición). En general, estas teorías tienen en común resaltar la importancia de las
expectativas y las interpretaciones que uno hace de su propia conducta y de la conducta de los demás,
en cuanto a determinantes de la propia acción

De especial relevancia pata las terapias cognitivas fueron las teorías de la emoción y el estrés, en las
que lo importante no son los sucesos externos, sino las valoraciones e interpretaciones que hacemos de
ellos. Este tipo de valoraciones e interpretaciones son contenidos cognitivos y se pueden considerar
como pensamientos conscientes que median entre la situación y la respuesta emocional o respuesta al
estrés. El modelo transaccional del estrés, de Lazarus, es, tal vez, el modelo teórico de más influencia en
el desarrollo del paradigma cognitivo-conductual. Este modelo entiende el estrés como resultado de una
interacción dinámica entre la persona y el ambiente, mediada por la forma en que la persona evalúa
cognitivamente, tanto las situaciones externas, como las habilidades que tiene para afrontarlas

Las teorías psicosociales de la emoción han generado un gran número de investigaciones orientadas a
conocer el papel de esta evaluación cognitiva o appraisal en la generación y control de las reacciones
emocionales. Esta línea de investigación enfatiza la importancia de nuestros pensamientos en nuestras
reacciones emocionales. Conceptos utilizados para referirse a estos procesos cognitivos fueron los de
atribución, expectativa y evaluación, considerados muchas veces como intercambiables, aunque hay
algunas diferencias:

- La atribución es un proceso cognitivo no evaluativo orientado a la descripción objetiva de los


hechos
- El appraisal es un proceso cognitivo de evaluación del significado del suceso para el bienestar
emocional

1.1.3. Terapias racionales:

La terapia racional de Ellis y la terapia cognitiva de Beck comparten la misma premisa estoica y
racionalista de que “las perturbaciones emocionales no son creadas por las situaciones, sino por las
interpretaciones que hacemos de esas situaciones”. Tanto Ellis como Beck asumen que los trastornos
comportamentales tienen su punto de partida en patrones de pensamiento irracionales, los cuales se
manifiestan en las verbalizaciones que las personas hacen de sí mismos, de las otras personas y del
mundo que les rodea. Desde esta perspectiva, el objetivo terapéutico es desarrollar directamente
patrones de pensamiento racionales y adaptativos
Por otra parte, tanto Ellis como Beck, se alejaron del psicoanálisis (por ejemplo, en el énfasis que ponen
en la experiencia consciente, en el análisis directivo de los patrones de pensamiento mediante
introspección y cuestionarios o en la mayor relevancia de la historia reciente frente a la historia remota),
pero en otros aspectos, se mantuvieron próximos a él (por ejemplo, en la necesidad de comprensión o
insight de los patrones de pensamiento, la importancia de las elaboraciones cognitivas o la importancia
de reconciliar las creencias y actitudes internas con las realidades externas

1.1.4. Teorías cognitivas de la personalidad:

Existen numerosas líneas de conexión entre la terapia de conducta y la psicología de la personalidad


(por ejemplo, el propio Eysenk compatibilizó su teoría sobre los rasgos de personalidad con el modelo
conductista mediacional). Por otra parte, el paradigma situacionista representa la alternativa
conductista ortodoxa a los planteamientos psicodinámicos y fenomenológicos predominantes en la
psicología de la personalidad y en la psicología clínica hasta la llegada del conductismo y del
cognitivismo. Sin embargo, con la llegada de la nueva psicología cognitiva quedaron patentes las
influencias de otras líneas de pensamiento

El interaccionsimo es, igualmente, un desarrollo importante en la psicología de la personalidad,


posterior al situacionismo conductista, que conecta tanto con las teorías psicosociales de la interacción,
como con las terapias derivadas de estos modelos. No obstante, la teoría cognitiva de la personalidad
que más influencia ha tenido es la teoría de los constructos personales de Kelly, cuya aportación central
fue la de considerar al ser humano como un científico que construye su teoría para predecir los
acontecimientos y, por tanto, los constructos personales hacen referencia al sistema de creencias y
juicios que uno construye sobre sí mismo y sobre los demás

1.1.5. Psicología experimental del procesamiento de la información:

Las raíces de la psicología experimental del procesamiento de la información están sumamente


diversificadas. Aunque la génesis del nuevo paradigma experimental cognitivo tuvo mucho que ver con
la crisis conceptual del conductismo, no es menos cierto que otros muchos factores contribuyeron
positivamente a su emergencia

El paradigma cognitivo del procesamiento de la información se estructuró formalmente como


consecuencia del esfuerzo de numerosos psicólogos que intentaban superar el estrecho marco teórico
en el que se movía el conductismo

Entre el estímulo y la respuesta se interponen una serie de estructuras y procesos cognitivos que
transforman activamente la información proporcionada por el estímulo y guían la respuesta que se
produce y estos mecanismos mediacionales tienen una naturaleza no consciente, aunque el resultado
final sí lo sea o pueda serlo

Las aplicaciones directas de este paradigma a la terapia de conducta han sido muy limitadas, aunque
algunos autores han insistido en sus importantes influencias, al menos indirectas, en el desarrollo del
modelo cognitivo-conductual. Entre las técnicas sí consideradas cognitivas (como las terapias
racionales), es evidente que algunos conceptos utilizados en sus versiones más actualizadas demuestran
un claro interés por acercarse a los planteamientos cognitivos del procesamiento de la información

1.2.Características comunes y diferenciales de las técnicas cognitivas:

Ha habido numerosos autores que han intentado identificar un denominador común a todas las terapias
autodenominadas cognitivas o cognitivo-conductuales. Se recogen 7 supuestos que comparten
prácticamente todas estas terapias:
1) Las personas responden a representaciones cognitivas del ambiente más que a los
acontecimientos per se
2) El aprendizaje está mediado cognitivamente
3) La cognición media las disfunciones emocionales y conductuales
4) Al menos, algunas condiciones, o formas de cognición, pueden ser evaluadas objetivamente
5) Algunas formas de cognición pueden ser modificadas
6) El cambio cognitivo puede cambiar los patrones disfuncionales de las emociones y conductas
7) Los métodos cognitivos y conductuales de cambio terapéutico son deseables, pudiendo quedar
integrados en un modelo cognitivo-conductual común

De estas características se deduce que el denominador común sería el reconocimiento de la importancia


de estas variables cognitivas como mecanismos causales de la disfunción y, por consiguiente, la
orientación de las técnicas de intervención hacia la modificación de tales variables, aunque las tácticas
utilizadas puedan ser tanto cognitivas como conductuales

En cuanto a la diferenciación entre las técnicas, ha habido diversos intentos de agrupación y


clasificación. Una de las agrupaciones que más aceptación ha tenido es la que clasifica a las técnicas en 3
categorías: técnicas de reestructuración cognitiva, de afrontamiento y de resolución de problemas

1.2.1. Técnicas de reestructuración cognitiva:

Estas técnicas tienen como característica enfatizar la importancia de analizar y modificar los patrones
de pensamiento disfuncionales del paciente. En esta categoría se incluirían “La terapia racional
emotiva” de Ellis, “La terapia cognitiva” de Beck y el “Entrenamiento en autoinstrucciones”

Dentro de esta categoría, también podrían incluirse las “terapias constructivistas”, basadas en la teoría
de los constructos personales de Kelly, que enfatiza el carácter no realista y no racionalista del
pensamiento y del sistema de creencias. Por consiguiente, la reestructuración cognitiva no tiene por qué
orientarse a sustituir un tipo de pensamiento irracional por uno racional, sino a sustituir un tipo de
pensamiento constructivo desadaptativo por otro adaptativo

1.2.2. Técnicas de afrontamiento:

Entrarían en esta categoría aquellas técnicas orientadas a ampliar el repertorio de habilidades de las
personas para que puedan hacer frente a las situaciones problemáticas. Aquí se incluirían técnicas como
la “inoculación contra el estrés” o el “entrenamiento en manejo de la ansiedad”

1.2.3. Técnicas de resolución de problemas:

La característica diferencial de estas técnicas sería la orientación de la intervención al entrenamiento de


las personas en una metodología sistemática para evaluar e interpretar los problemas interpersonales y
para generar y evaluar métodos alternativos de responder a ellos. Aunque existen diferentes formas de
enfocar el entrenamiento, la técnica más extendida es la “técnica de resolución de problemas sociales”

2. La terapia racional-emotiva de Albert Ellis:

El supuesto básico de la terapia racional-emotiva es que los problemas y trastornos psicológicos tienen
en su base patrones irracionales de pensamiento. Estos patrones presentan 3 características:

- Son irracionales porque son empíricamente falsos


- Son disfuncionales, ya que producen o pueden producir patología
- Son automáticos, ya que están tan bien aprendidos que no caemos en la cuenta de su
existencia y de su papel mediador en todo lo que hacemos y sentimos
Ellis los llama creencias y entiende que tienen su origen en 2 tendencias biológicas:

- La tendencia a pensar de forma irracional, con consecuencias negativas (por ejemplo, la


condenación de uno mismo y los otros, la intolerancia a la frustración y el catastrofismo)
- La tendencia a trabajar contra el pensamiento irracional, con consecuencias positivas (por
ejemplo, la autoaceptación, la tolerancia a la frustración y la no culpabilización)

Desde el punto de vista clínico, las claves de la terapia emotivo-racional se resumen en el esquema
ABCDE:

- A: Activating Events (sucesos activantes)


- B: Believes (Creencias)
- C: Consequences (Consecuencias)
- D: Debate
- E: Effects (Efectos)

La secuencia ABC corresponde al modelo explicativo de la psicopatología. Se trata de un modelo


cognitivo mediacional en el que la relación entre estímulos (a) y las repuestas (c) mediada por factores
cognitivos (b). Tanto los estímulos como las respuestas no son elementos simples del ambiente o de la
actividad del organismo, sino elementos complejos que, a su vez, pueden estar formados e influidos por
factores emocionales, comportamentales y cognitivos

En la teoría racional-emotiva, los sucesos ambientales no causan directamente las conductas y las
emociones. Entre los sucesos y las consecuencias se interponen pensamientos que hacen que los
acontecimientos se juzguen de una forma u otra y, en función de ese juicio, hacen que reaccionemos
también de una forma u otra. Las creencias pueden ser de 2 tipos:

- Racionales: generan conductas de autoayuda y emociones positivas


- Irracionales: generan conductas autodestructivas y emociones negativas

Existen también pensamientos que no entran dentro de estas categorías, y que Ellis denomina
observaciones e inferencias no evaluativas. Son descripciones objetivas de acontecimientos
(observaciones) que van más allá de los propios acontecimientos (inferencias), pero no tienen ninguna
relación con nuestros objetivos personales. Las creencias racionales e irracionales son siempre
evaluativas y suelen tener la forma de inferencias encadenadas a partir de un acontecimiento

Si las emociones y las conductas patológicas (c) son la consecuencia de las conductas irracionales, el
objetivo terapéutico debería ser la modificación de tales creencias. Éste es el núcleo de la terapia
racional-emotiva y se presenta por las letras D (Debate) y E (Efectos). El debate es, sin duda, la clave de
la terapia, pero no se limita a la discusión de la racionalidad o irracionalidad de las creencias. Incluye u
conjunto de técnicas orientadas a la modificación del conjunto de creencias que constituyen la
estructura mental de la persona

El objetivo es, por tanto, la sustitución de los patrones irracionales de pensamiento ante los
acontecimientos activantes (a) por patrones racionales de pensamiento. La puesta en práctica y
asimilación de los nuevos patrones deberían ahora producir unas nuevas consecuencias emocionales y
conductuales no patológicas (los Efectos)

2.1.Componentes de la terapia racional-emotiva:

Los principales componentes de la terapia racional-emotiva son el debate científico-filosófico, los


autorregistros, los ejercicios en imaginación, los ejercicios de exposición emocional y las técnicas
conductuales
2.1.1. El debate científico-filosófico:

Consiste en u diálogo entre paciente y terapeuta en el que este último va ayudando al primero a
descubrir sus creencias irracionales a través de preguntas que le llevan a caer en la cuenta de la
existencia de pensamientos negativos mediadores y a cuestionar la veracidad de tales pensamientos

Se trata de un método claramente didáctico (método socrático) orientado a que sea la propia persona la
que llega a la conclusión de que sus pensamientos irracionales son los que explican su patología. El
debate se facilita su el terapeuta sigue determinadas estrategias para identificar las creencias
irracionales del paciente y para refutar sus argumentos

Según Ellis, las 2 características distintivas de las creencias irracionales son el absolutismo (valoración de
cualquier cosa en términos extremos) y el dogmatismo (asunción de obligaciones y deberes como
consecuencia de ideas o principios que se tienen como innegables y ciertos). De este tipo de creencias
absolutas y dogmáticas se derivan una serie de inferencias evaluativas sobre uno mismo y el mundo, de
carácter puramente negativo, que se resumen de 3: tremendismo, insoportabilidad y condenación

Una vez identificadas las creencias irracionales y las inferencias negativas, el debate se dirige a la
discusión y refutación de su veracidad o racionalidad. Ellis aconseja seguir las reglas del método
científico:

a) Empirismo: aceptar como realidad solo aquellos hechos que pueden ser observados y
comprobados por la experiencia
b) Lógica: aceptar como válidas sólo aquellas proposiciones que se deriven de forma lógica
c) Flexibilidad: disposición a cambiar las propias ideas o teorías en función de los nuevos hechos
d) No valoración moral: no puede condenar o premiar en términos absolutos y universales por
actuar de una forma u otra
e) Probabilismo: si se realizan determinadas acciones, sólo puede establecerse la mayor o menor
probabilidad de que eso ocurra

El terapeuta guía y orienta las respuestas de la persona señalando los puntos débiles de su
razonamiento y haciendo que sea ella la que llegue a la conclusión de que su pensamiento es irracional

2.1.2. Los autorregistros:

Los autorregistros constituyen un componente complementario al debate científico-filosófico. Con ellos,


la persona practica diariamente la identificación de sus creencias irracionales (b) ante los sucesos
ambientales (a) y su papel mediador en las consecuencias emocionales y conductuales negativas que le
ocurren (c). Así mismo, practica la autorrefutación de sus creencias irracionales sustituyéndolas por
creencias racionales (d) y experimenta las nuevas consecuencias emocionales y conductuales de su
pensamiento racional

Ellis denomina a este autorregistro Formulario de autoayuda de la terapia racional-emotiva. Como en


todos los autorregistros, el terapeuta debe revisar y prestar atención a la forma en que la persona los va
realizando, ayudándole a mejorar y mantener el autorregistro. Así mismo, debe utilizar el autorregistro
como fuente de información para incorporar en el debate científico-filosófico y en los otros
componentes de la terapia aquellos aspectos más relevantes

2.1.3. Los ejercicios en imaginación:

Consisten en ejercicios similares a los que se realizan en las técnicas de exposición en la imaginación,
con la diferencia de que, durante ésta, la persona debe tomar un rol activo intentando practicar la
sustitución de los pensamientos
En ellos, el terapeuta selecciona una serie de acontecimientos activantes que puedan generar
sentimientos negativos y, en cada ejercicio, se le pide que cierre los ojos e imagine la situación,
verbalizando los pensamientos que le vienen a la mente. A continuación, se le pide que inicie el
autodebate sustituyendo los pensamientos irracionales por racionales mientras mantiene una imagen
vívida de la situación. Finalmente, se le pide que verbalice los efectos que dicha sustitución está
teniendo en sus emociones y sentimientos

2.1.4. Los ejercicios de exposición emocional:

Estos ejercicios se realizan para afianzar el pensamiento racional en situaciones que suelen generar
incomodidad y sentimientos negativos, pero que no suponen ningún peligro real. Contribuyen a ejercitar
el debate científico-filosófico y a aceptar que las emociones negativas son parte de la vida real y que
sentirlas no significa que exista una patología

Estos ejercicios consisten en pedir a la persona que, de forma deliberada, se exponga a determinadas
situaciones que generan temor, tristeza, vergüenza… y que, estando en la misma situación, intente
aceptarse a sí mismo y la incomodidad que siente, relativizando tanto la situación como la emoción

2.1.5. Las técnicas conductuales:

Estas técnicas pueden contribuir al cambio cognitivo y a la consolidación de los nuevos patrones de
pensamiento racional entrenados mediante las técnicas propiamente cognitivas. La inclusión de este
tipo de técnicas implica la aceptación del carácter mediador de las propias conductas y de las emociones
sobre las propias creencias y pensamientos, asumiendo un planteamiento relativista del propio modelo
cognitivo

“Las causas más directas de las alteraciones emocionales (c) suelen ser las creencias irracionales (b),
aunque no siempre. Hay alteraciones emocionales que, a veces, pueden surgir de unos acontecimientos
(a) muy poderosos, siendo tales acontecimientos (a), las causas directas de las consecuencias

En sus últimas formulaciones, Ellis defiende un planteamiento interaccionista, según el cual, tanto los
acontecimientos activantes como las creencias y las consecuencias están intrínsecamente relacionados,
no pudiendo existir ninguno de ellos sin los otros

2.2.Principales creencias irracionales:

Ellis proporciona un listado de creencias irracionales que son muy frecuentes y pone ejemplos de cómo
se hará el debate científico-filosófico:

 Debo ser querido y aceptado por todas las personas que considero importantes:

La principal interferencia es el tremendismo. La consecuencia puede ser un miedo patológico a ser


criticado o perder la aprobación de las personas. El debate se dirige a demostrar que estas creencias es
empíricamente falsa, ilógica, inflexible, que no implica merecimiento y que no garantiza resultados
positivos

El debate también se dirige a refutar las inferencias negativas, en este caso, el tremendismo, y termina
cuando el paciente es capaz de cambiar esa creencia irracional por otra racional sustituyendo el debo
por un prefiero o me gustaría, y admitiendo que es incómodo que no te acepten todas las personas que
tú valoras, pero no es ni catastrófico ni terrible

 Debo ser siempre competente y hacer las cosas con la máxima perfección:
La principal inferencia negativa es la condenación. La consecuencia puede ser un miedo patológico a
cometer errores. La autocondenación, por el hecho de no ser competente en todo no tiene ningún
fundamento, ya que uno puede ser competente en unas cosas y no en otras

El pensamiento racional acepta las limitaciones humanas y errores. La sustitución del deber por el me
gustaría y la aceptación de los errores como parte de la actividad humana son los principales objetivos
del debate

 Todas las personas deben tratarme con consideración y justicia, y si no lo hacen, son seres
despreciables y malos que merecen ser castigados severamente:

La principal inferencia de esta creencia es la condenación a los demás. La consecuencia es la frustración


y la amargura por vivir en un mundo tan injusto, así como la hostilidad y la agresividad hacia esas
personas que no te tratan con consideración

El pensamiento racional relativiza el deseo de ser tratado con consideración y justicia y separa lo que
una persona hace de lo que esa persona es. El trato injusto puede ser en ocasiones producto de la
ignorancia y no necesariamente de la intencionalidad o maldad

 Debo sentirme siempre a gusto y es terrible y catastrófico si las cosas no salen como yo
quiero:

La principal inferencia es la insoportabilidad y la consecuencia es un miedo excesivo al fracaso. El


debate intenta demostrar que es una creencia falsa porque los sentimientos y emociones nunca son
totalmente estables y porque no es terrible ni catastrófico no lograr siempre lo que uno quiere

Como en las creencias anteriores, el pensamiento racional flexibiliza la creencia, convirtiendo el deber
en un deseo o preferencia al tiempo que minimiza las expectativas negativas en el caso de no cumplirse
el deseo

El tipo de análisis que se aplica a las creencias irracionales es un proceso de enseñanza de una nueva
forma de pensar sobre el mundo y los acontecimientos que nos ocurren

La terapia racional-emotiva de Ellis ha servido para llamar la atención de los terapeutas de conducta
sobre la importancia de la mediación verbal en el aprendizaje y la conducta. Aunque en muchos
trastornos psicológicos, la irracionalidad y el miedo son su principal característica y que los tratamientos
basados en la simple persuasión han demostrado ser ineficaces, muchos psicólogos se sienten
insatisfechos con una explicación exclusivamente en términos de condicionamiento. Además, la terapia
de Ellis es incoherente con otras muchas demostraciones experimentales de la influencia de las
creencias conscientes sobre los sentimientos y las conductas, constituyendo los fundamentos científicos
de las teorías cognitivas de la motivación y la emoción

La conexión de las terapias cognitivas con la investigación experimental cognitiva, que no es evidente en
los trabajos de Ellis, queda, sin embargo, resaltada en las formulaciones de la terapia cognitiva de Beck

3. La terapia cognitiva de Beck:

Se encuentran muchas similitudes entre los planteamientos de Ellis y Beck, por ejemplo:

- Utilizar el paradigma ABC en la explicación del trastorno, asumiendo que los síntomas son la
consecuencia de patrones de pensamiento desadaptativo
- Plantear la terapia como una forma de tratamiento breve con una duración variable entre 10 y
20 sesiones
- Utilizar en la terapia un estilo activo y directivo, guiando a la persona a descubrir sus
pensamientos disfuncionales a través del método socrático
- Focalizar la terapia en la solución de los problemas del paciente a través de una evaluación
funcional de sus síntomas y una priorización acordad de los problemas a abordar en la terapia
- Ampliar progresivamente el ámbito de aplicación de la terapia cognitiva

La terapia de Beck, sin embargo, también tiene aspectos distintivos, como una mayor elaboración del
modelo teórico, la mayor vinculación de la terapia con las investigaciones experimentales sobre
mecanismos cognitivos y la diferente forma de organizar y estructurar la terapia

El planteamiento inicial de Beck parte del análisis del estilo de pensamiento típico de las personas con
depresión: una visión amplia y negativa sobre sí mismo, el mundo y el futuro, lo que Beck denominó la
triada cognitiva negativa. Esta forma de pensar se expresa en pensamientos automáticos y habituales
negativos que se producen y mantienen debido a la existencia de unos errores en el procesamiento de la
información ambiental con un claro sesgo negativo que Beck denomina distorsiones negativas

La consecuencia de todos estos elementos cognitivos es un estado afectivo negativo, así como el
conjunto de síntomas fisiológicos, motivacionales, cognitivos y conductuales propios de la depresión

Este modelo teórico inicial se fue ampliando y revisando. Por ejemplo, se amplía a los trastornos de
ansiedad, pero cambian los contenidos de los patrones de pensamiento y la forma en que se
manifiestan: una forma amplia y general de uno mismo como vulnerable, del mundo como amenazante
y del futuro como impredecible e incontrolable. Esta forma de pensar se manifiesta en la forma de
pensamientos automáticos y de imágenes visuales amenazantes

Las distorsiones cognitivas son las mismas que en la depresión, pero los pensamientos genéricos (o
esquemas) son diferentes ya que, mientras en la depresión predominan los temas relacionados con la
pérdida del amor, la aprobación, la omnipotencia y los logros, en el caso de la ansiedad predominan los
temas relacionados con el peligro, la amenaza, la vulnerabilidad, la falta de control y la impotencia.
Aunque, en ambos casos, estos pensamientos tienden a ser rígidos e indiferenciados

El modelo hace una distinción entre 3 elementos coincidentes con los que propone la psicología
experimental cognitiva: las estructuras cognitivas, las operaciones cognitivas y los productos cognitivos

1) Las estructuras cognitivas:

Son los esquemas genéricos de pensamiento almacenados en la memoria a largo plazo. Beck utiliza el
término esquema para referirse a esa forma general de pensamiento y que representan el conjunto de
experiencias previas actuando como moldes que dirigen la atención e influyen en la interpretación de
los acontecimientos y facilitan el recuerdo. Se distinguen 2 tipos de esquemas:

- Esquemas incondicionales: tienen forma de proposiciones absolutas


- Esquemas condicionales: tienen la forma de proposiciones condicionales y, de ellos, se derivan
determinadas reglas

2) Las operaciones cognitivas:

Son los mecanismos de codificación, almacenamiento y recuperación de la información existente en las


estructuras cognitivas. Se refieren al propio procesamiento de la información, pudiéndose producir
errores en cualquiera de sus fases, que tienen como consecuencia una alteración o distorsión en la
valoración e interpretación de los hechos
Los errores o sesgos interpretativos pueden ir en la dirección negativa o positiva. De esta forma, cuando
los esquemas básicos son negativos, las distorsiones son siempre negativas. Las principales distorsiones
cognitivas son la atención selectiva, la inferencia arbitraria, el pensamiento dicotómico, la
sobregeneralización, la maximización y la personalización. En el caso de la depresión, el sesgo parece
centrarse en la memoria y el recuerdo, mientras que en el caso de la ansiedad, se centra en la atención

3) Los productos cognitivos:

Son los pensamientos concretos que uno tiene ante las situaciones o acontecimientos del entorno como
consecuencia de su procesamiento a través de estructuras y operaciones cognitivas. Beck los denomina
pensamientos negativos automáticos

El planteamiento de Beck es partidario de entender el automatismo como habilidad aprendida. Según


Beck, los pensamientos negativos automáticos tienen las siguientes características:

- Son mensajes o proposiciones específicas referidas a una situación concreta


- No importa lo irracionales que sean
- Entran de forma espontánea en lamente, siendo o pudiendo ser conscientes
- Se expresan generalmente en forma de deberes y obligaciones
- Tienden a dramatizar y exagerar lo negativo de la situación
- Son difíciles de detectar y controlar porque se entremezclan de forma inadvertida en el flujo del
diálogo interno
- Son aprendidos

La terapia cognitiva de Beck está fundamentada en este modelo teórico y orientado a modificar los
esquemas cognitivos negativos, las distorsiones negativas y los pensamientos negativos automáticos

3.1.Componentes de la terapia:

Las estrategias de tratamiento incluyen diferentes métodos y técnicas cognitivas y comportamentales,


pero se enfatiza que la terapia cognitiva no consiste en la aplicación de la técnica de un conjunto de
procedimientos terapéuticos independientes. Es un proceso clínico que requiere un buen conocimiento
de la teoría psicológica cognitiva, una familiarización con la investigación experimental y una amplia
experiencia práctica en la psicopatología de cada trastorno, además de las habilidades clínicas de un
buen terapeuta

Beck distingue entre métodos terapéuticos conductuales y cognitivos. Los conductuales son, en general,
los primeros en ser aplicados porque contribuyen a reducir la sintomatología y a aumentar su
motivación, además, se utilizan para que se familiarice poco a poco con las técnicas cognitivas

3.1.1. Métodos conductuales:

Consisten en programar actividades y tareas de forma gradual orientadas a conseguir resultados


positivos con relación a los problemas del paciente. Con ello se espera reducir su sintomatología e
incrementar su autoestima y autoeficacia, los métodos conductuales suelen aplicarse mediante un
listado de actividades a realizar fuera del contexto clínico y que se programan específicamente para
abordar cada problema: inactividad, indecisión, falta de placer, falta de concentración y/o falta de
motivación

Los métodos conductuales también pueden incluir técnicas terapéuticas más elaboradas que necesitan
ser aplicadas en el contexto clínico, como las técnicas de relajación, los ejercicios de respiración, las
técnicas de exposición y las técnicas de entrenamiento en habilidades sociales. Estas técnicas, no
obstante, se aplican dentro de un marco cognitivo general orientado a que la persona aprenda a
identificar los pensamientos que acompañan a sus problemas y pueda poner a prueba el papel mediador
de los pensamientos en su mantenimiento y posterior modificación

3.1.2. Métodos cognitivos:

Estos métodos se introducen cuando la persona ha empezado a sentirse mejor. Sus principales
componentes son: la identificación de los pensamientos automáticos, la evaluación de estos
pensamientos y la modificación de las distorsiones cognitivas y la modificación de los esquemas
cognitivos básicos

1) Identificación de los pensamientos automáticos:

La persona tiene que entender la naturaleza de los pensamientos automáticos y cómo afectan a sus
emociones y conductas. Durante las fases de evaluación diagnóstica y aplicación de los métodos
conductuales ya se les va orientando. Sin embargo, al inicio de los métodos cognitivos, el principal foco
de atención es esa identificación. Los procedimientos a aplicar son diversos:

a) Preguntas directas
b) Preguntas indirectas propias del método socrático
c) Ensayos imaginados
d) Ensayos conductuales
e) Autorregistros de los pensamientos disfuncionales

El autorregistro es el método clásico para incrementar la conciencia de los pensamientos automáticos.


Al principio de la terapia, se puede pedir a la persona que, simplemente, cuente el número de veces que
ocurren estos pensamientos. Posteriormente, se introduce el registro de pensamientos disfuncionales,
que es utilizado tanto en la propia sesión terapéutica para enseñar al paciente su uso como tarea a
realizar entre sesiones

2) Evaluación de pensamientos automáticos y modificación de las distorsiones cognitivas:

Una vez identificados los pensamientos negativos automáticos, la persona tiene que aprender a
distanciarse de esos pensamientos y a tratarlos como interpretaciones de la realidad y no como la
realidad misma. Para ello, tanto terapeuta como paciente deben aplicar el método socrático
cuestionando la realidad del pensamiento

Para ayudar a identificar los errores es importante que el/la terapeuta señale al paciente el tipo de
distorsiones cognitivas más frecuentes, que son: la inferencia arbitraria, la abstracción selectiva, la
sobregeneralización, la maximización y minimización, el pensamiento dicotómico y la personalización

Esta fase de la terapia tiene como principal objetivo que la persona reevalúe sus pensamientos
negativos automáticos y los sustituya por pensamientos alternativos no disfuncionales. Como en el caso
de la terapia racional-emotiva, es importante que sea ella quien llegue a la conclusión de la
disfuncionalidad de sus pensamientos

Los efectos positivos de la sustitución dependen de la credibilidad que la persona otorgue a los
pensamientos alternativos y, para afianzar esta sustitución se pueden utilizar diferentes métodos:

- Registros de pensamientos disfuncionales: permite aprovecharlas situaciones cotidianas para


poner en práctica la identificación de los pensamientos negativos automáticos que disparan las
emociones negativas, la reevaluación de tales pensamientos, sustituyéndolos por pensamientos
racionales, y la comprobación de los efectos beneficiosos de los nuevos pensamientos
- Ensayos en la imaginación: el terapeuta sugiere a la persona una típica situación que le
provoque pensamientos negativos automáticos y le pide que haga mentalmente la
reevaluación de los mismos, sustituyéndolos por pensamientos funcionales
- Ensayos conductuales: el terapeuta crea una situación estresante para evocar en la persona los
pensamientos y emociones negativas, teniendo ésta que modificar los pensamientos
- Tests de realidad: se programan comprobaciones de que las nuevas interpretaciones de los
hechos son más probables que las antiguas

3) Modificación de los esquemas cognitivos básicos:

La terapia cognitiva se considera incompleta si no aborda y modifica el sistema cognitivo que sustenta
las distorsiones cognitivas y los pensamientos negativos automáticos del paciente. En la medida que la
terapia avanza, su forma de pensar básica se debe ir haciendo más evidente, lo que aprovecha el
terapeuta para indagar y hacer explícitos los esquemas cognitivos básicos. Esta forma de indagación
tiene como objetivo hacer explícito el significado último de los pensamientos automáticos que causan el
malestar de la persona

El terapeuta puede concluir formulándole de forma explícita sus posibles esquemas básicos
(condicionales e incondicionales) y, para ayudar a la identificación de los esquemas básicos, el terapeuta
puede utilizar los cuestionarios que existen para evaluar este tipo de pensamiento (por ejemplo, el DAS),
aunque los cuestionarios no deben utilizarse al margen del diálogo terapéutico

Los métodos para modificar los esquemas básicos son similares a los que se utilizan para evaluar los
pensamientos automáticos y para modificar las distorsiones cognitivas. Estos métodos pueden
resumirse en 4:

- Métodos cognitivos
- Métodos conductuales
- Métodos emocionales
- Métodos interpersonales

3.2.Las distorsiones cognitivas:

Si en la terapia racional-emotiva de Ellis las creencias irracionales constituyen su aspecto más distintivo,
en la terapia cognitiva de Beck su principal seña de identidad son las distorsiones cognitivas. El estudio
de los sesgos o distorsiones en el procesamiento de la información se ha llevado a cabo de múltiples
formas: aparte de las observaciones clínicas y de los estudios correlacionales basados en cuestionarios,
la investigación experimental ha utilizado diferentes procedimientos, como la tarea tipo Stroop, la
escucha dicótica, el priming semántico, los juicios de contingencia, el recuerdo de palabras…

- En las tareas tipo Stroop, el sesgo se identifica por la mayor o menor interferencia sobre el
reconocimiento del color
- En la escucha dicótica, el sesgo viene señalado por la presencia de respuestas ante las palabras
significativas pese a no haber sido atendidas o procesadas conscientemente
- En las tareas de priming semántico, la manipulación del contenido amenazante o negativo de
ambas palabras y que la palabra precedente se presente de forma consciente o no consciente
es la clave para identificar el sesgo semántico
- En el priming motivacional, la decisión léxica se sustituye por la evocación de reflejos
psicofisiológicos y las palaras precedentes, por fotografías de objetos o situaciones
amenazantes
- En las tareas de juicio de contingencias, la diferencia entre la percepción de control y el control
real indica la presencia y la dirección del sesgo
- En las tareas de recuerdo de palabras, el mayor número de palabras de contenido afectivo
negativo recordadas o reconocidas es la medida del sesgo

La terapia cognitiva de Beck asume que las personas tendemos a cometer este tipo de sesgos o
distorsiones cuando procesamos los estímulos ambientales, y que son estas distorsiones las que explican
nuestros pensamientos negativos automáticos. Las principales distorsiones propuestas por el modelo
son las siguientes:

1) Abstracción selectiva: tendencia a prestar atención a un solo aspecto o detalle de la situación


sin procesar su totalidad. En general, el aspecto atendido y procesado es de carácter negativo y
poco importante, mientras que los ignorados suelen ser positivos y más relevantes
2) Pensamiento dicotómico: tendencia a clasificar en 2 categorías extremas y opuestas. Coincide
con el absolutismo de la terapia racional-emotiva
3) Inferencia arbitraria: sacar conclusiones de una situación que no están apoyadas por los
hechos, incluso cuando la evidencia es contraria a la conclusión
4) Sobregeneralización: tendencia a sacar conclusiones generales a partir de un solo hecho. En
este caso, la conclusión no es arbitraria porque el hecho ha ocurrido, pero no está justificada
porque asume que bajo cualquier circunstancia, el mismo hecho volverá a ocurrir
5) Maximización y minimización: tendencia a exagerar lo negativo de una situación, un suceso o
una cualidad propia y a minimizar lo positivo. En general, son pensamientos que sobreestiman
el significado negativo que tienen para uno determinados hechos, dándole más importancia de
la que realmente tienen
6) Personalización y despersonalización: tendencia a atribuirse la responsabilidad de sucesos
ajenos y a no atribuirse la responsabilidad de sucesos propios. La personalización se manifiesta
en la tendencia a culparse por todo lo que ocurre a uno mismo, mientras que la
despersonalización se manifiesta por la tendencia contraria de culpar a los otros

Las distorsiones que resalta la terapia cognitiva son distorsiones del procesamiento de la información
que deberían confirmarse bajo condiciones de control experimental. La investigación en este campo ha
sido abundante, aunque los datos no siempre confirman la presencia de los sesgos predichos, sino que
tienden a confirmarse cuando se utilizan personas no clínicas, siendo los resultados menos evidentes al
utilizar a personas con trastornos clínicos de ansiedad o depresión

En el caso de los trastornos de ansiedad, el sesgo atencional hacia las señales de peligro parece tener un
buen apoyo empírico, pero los estudios sobre procesamiento preatencional de estímulos fóbicos
resaltan el carácter automático de este tipo de procesamiento, no sujeto a control voluntario y difícil de
modificar mediante argumentos racionales. En el caso de la depresión, el sesgo parece centrarse en la
recuperación de información almacenada en la memoria, favoreciendo la recuperación de sucesos
negativos, pero no parece afectar a la codificación de la información ni a la percepción de las relaciones
de causalidad (atribuciones)

La investigación sobre la eficacia de la terapia cognitiva de Beck ha sido también abundante, con datos
que la confirman en el caso de la depresión y de los trastornos de ansiedad. Pero también se ha
señalado que la terapia, por si sola, no es superior a otros tratamientos psicológicos (en el caso de la
depresión) o farmacológicos (en el caso de la ansiedad) o que la investigación clínica no ha aportado
evidencias a favor de los componentes críticos de la terapia. Igualmente, se ha criticado el supuesto
papel mediador que desempeñan los pensamientos automáticos, así como la evidente ineficacia de los
argumentos racionales para cambiar y controlar el miedo fóbico o el miedo obsesivo
Tal vez el punto más débil de las terapias cognitivas sea, por una parte, no diferenciar entre mediadores
y moduladores de la conducta, atribuyendo a los productos cognitivos el papel de mediadores, tanto en
la experiencia emocional como en la conducta externa y, por otra parte, no diferenciar entre
mecanismos cognitivos que son accesibles a la consciencia y entre mecanismos cognitivos que no lo son

Otras terapias cognitivas que han evolucionado a partir de los modelos de Ellis y Beck (como las terapias
constructivistas) han resaltado el carácter no racional del pensamiento alternativo y adaptativo que se
pretende implantar mediante la terapia cognitiva, pero tampoco ha conseguido acercarse a la actual
investigación experimental sobre esos mecanismos no conscientes, tanto cognitivos como emocionales,
ni integrar en un modelo teórico más convincente los componentes conductuales y cognitivos que
conforman el llamado modelo cognitivo-conductual

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