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El documento resume los primeros 6 capítulos del libro "El Orientador Experto" de Gerard Egan. Describe un modelo de orientación en 3 etapas. La primera etapa se enfoca en la empatía y escucha activa. La segunda etapa implica el uso de habilidades avanzadas como la confrontación para ayudar al cliente a ganar perspectiva. La tercera etapa se enfoca en la acción y el cambio de conducta. Además, destaca la importancia de la atención, la comunicación efectiva y la reproducibilidad del modelo para entren
Descripción original:
control de lectura del libro el orientador experto de Egan
El documento resume los primeros 6 capítulos del libro "El Orientador Experto" de Gerard Egan. Describe un modelo de orientación en 3 etapas. La primera etapa se enfoca en la empatía y escucha activa. La segunda etapa implica el uso de habilidades avanzadas como la confrontación para ayudar al cliente a ganar perspectiva. La tercera etapa se enfoca en la acción y el cambio de conducta. Además, destaca la importancia de la atención, la comunicación efectiva y la reproducibilidad del modelo para entren
El documento resume los primeros 6 capítulos del libro "El Orientador Experto" de Gerard Egan. Describe un modelo de orientación en 3 etapas. La primera etapa se enfoca en la empatía y escucha activa. La segunda etapa implica el uso de habilidades avanzadas como la confrontación para ayudar al cliente a ganar perspectiva. La tercera etapa se enfoca en la acción y el cambio de conducta. Además, destaca la importancia de la atención, la comunicación efectiva y la reproducibilidad del modelo para entren
El primer capítulo, sostiene un modelo de trabajo para la ayuda, principalmente,
desde el campo profesional, basado en los estudios de Carkhuff. Señala los momentos a través de los cuales oscila el proceso de ayuda, como las destrezas básicas que el orientador debe formar en cada fase del modelo con el objeto de lograr la efectividad en cada etapa. La ayuda es una acción y una conducta, o bien, un comportamiento social, con un cambio en el cliente, y el orientador es un agente de cambio en un proceso colaborativo de influencia social. El que se adiestra, también, debe ser un agente es decir, que él mismo debe afanarse y rodearse activamente en el programa de adiestramiento mucho antes de someterse pasivamente a él y nada más. Las destrezas y técnicas a demostrar en el proceso de ayuda por parte del orientador, son, principalmente, el prestar atención, comunicar la empatía precisa, respetar, ser concreto y auténtico. Aunque usado en psicoterapia algunos de estos elementos que menciona el autor, un profesional, o una persona adiestrada hacia la orientación basada en el modelo que indica el libro, no siempre dispone de una preparación tan completa como la ofrece la psicoterapia, no obstante, como personal opinión, el mantener una postura de psicología clínica ante un problema en una persona a la cual se desea ayudar, abarca un rango más amplio de resolución de problemas y de ayuda en el cliente, es decir, algo como una fusión de preparaciones. Capítulo 2: Panorama de un Modelo de Desarrollo de ayuda. En éste capítulo, Egan menciona y sintetiza las fases del modelo de ayuda que se propone en el texto entero. En la etapa no. 1, el orientador responde al entorno del cliente con la meta de ayudarle a completar su autoexploración, como objetivo básico. En la etapa no. 2, el orientador hace uso de las habilidades de empatía precisa avanzada, el propio descubrimiento, la confrontación, la proximidad para ayudar al cliente a mantener la vista en un panorama más objetivo de él mismo y que se produzca, como se llama en psicología, el insight para que el cliente pueda darse cuenta de que deba cambiar su conducta, asimismo, el orientador prevalece como una fuente de soporte para el cliente mismo. 2El Orientador Experto Capítulo 3: Atender. En este capítulo, se procuran diseñar las características de un buen orientador, o bien, de un buen modelo de orientador. Entre las características a mencionar, en el libro se encuentran: el atender cuidadosamente a la otra persona que se le está brindando la ayuda, y escuchar sus mensajes tanto verbales como no verbales. Asimismo, el buen orientador, o el buen modelo de orientador profesional, distingue la discriminación de la comunicación, las cuales son cosas distintas, es decir, un buen discriminador como orientador es la persona que logra comprender o entender varios componentes sociales, además, puede entenderse a sí mismo y estar en contacto con su persona, percibe lo que ocurre en el ambiente donde se encuentra y tiene un nivel alto de empatía, de manera que puede ponerse en el rol de la otra persona, dándose cuenta de los problemas que la otra persona tiene, y qué programas de acción pueden beneficiar a la otra persona. Un buen comunicador dentro delo modelo del orientador profesional, ejercita una mediación en varias formas como el comunicarle al cliente que lo entiende en determinada situación por la que el cliente pasa, compartir las experiencias dolorosas, y permite dar la colaboración con los modelos y programas de acción previamente aprendidos. El ser un buen comunicador implica el ser un buen discriminador, puesto que el buen comunicador realiza discriminaciones precisas en determinados momentos del proceso de ayuda. Es muy importante el punto de la atención, como nos menciona el título, que engloba básicamente cada conducta que se debe tener en el modelo de ayuda, es decir, el mantenerse atento a las necesidades del cliente en el proceso de ayuda, esto implica, por supuesto, el mantenerse en contacto verbal y físico con el cliente por sobre todo. Capítulo 4, 5 y 6: Las Etapas. Este breve capítulo en el texto nos muestra las destrezas del orientador dadas en la etapa 1, de manera muy sólida, es decir, la empatía, autenticidad y genuinidad, respeto, etc. No obstante, en el capítulo V, la segunda etapa, de entendimiento integrativo/auto-entendimiento dinámico, tiene como meta ser más profunda, dirigida hacia la ayuda del cliente, para descubrir la clase de entendimiento objetivo de su persona, de sí mismo, de sus problemas, y bien, de su mundo, que conduce hacia la acción afectiva cliente-orientador. Cabe mencionar, que con el objetivo de ayudar al cliente a lograr el auto-entendimiento, el orientador mismo cambia la perspectiva del proceso de orientación en la etapa no. 2, por lo que en la etapa 1 el orientador se concentra en el marco de referencia muy personal del cliente. Es de acentuar, que la meta de todo el proceso de ayuda es la acción, el cambio conductual constructivo. En este sentido, es importante que el orientador internalice y aplique los principios básicos que sobrelleva al cambio de conducta; tales como: reforzamiento y castigo. Finalmente, el capítulo final, tiene como objetivo la reproductividad; no solamente ayuda, sino adiestra a otros en las destrezas que él posee y les enseña una metodología sistemática con la cual ellos, también, puede adiestrar a otros para ser orientadores. Cuando un orientador se adiestra, de modo que puede reproducir la manera en el cómo ayudar, es posible que pueda servir de ejemplo para demás aprendices a orientadores mismos.