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PANORAMA DE UN MODELO

DE DESARROLLO DE AYUDA
CAPITULO 2
1. Este modelo se llama "de desarrollo" porque está compuesto de etapas
progresivas interdependientes.
2. El modelo puede comprenderse mejor si se consideran las metas
conductuales del proceso de ayuda. El cambio constructivo de la conducta es la
meta primera.
3. El modelo tiene una fase de preayuda que acentúa la importancia de prestar
atención y escuchar.
4. Las etapas del modelo son:
a. Etapa 1: El orientador responde al mundo del cliente con objeto de ayudarle a
explorarse a sí mismo.
b. Etapa II: El orientador usa las habilidades de empatía precisa avanzada, propio
descubrimiento, confrontación y proximidad para ayudar al cliente a ver un panorama
más objetivo de él mismo y darse cuenta de la necesidad de cambiar su conducta.
Etapa III: El orientador ayuda al cliente a escoger e implementar las clases de
programas de acción que conducen a metas de conducta constructiva. Sostiene al
cliente mientras éste se mueve a través de éxitos y fracasos en estos programas de
acción.
5. El modelo de desarrollo intenta proveerle al cliente las destrezas que necesita para
ayudarse y quizá convertirse en un orientador de otros.
COMENZANDO CON EL FINAL: LA NATURALEZA DE
DIRECCIÓN A LA META DE LA ORIENTACIÓN
La persona que viene buscando ayuda generalmente no es feliz con su conducta,
ya sea tanto por lo que él hace como por lo que deja de hacer.
Juan frecuentemente se enoja por cuestiones intrascendentes y le grita a su
esposa y a los niños.
Sally no puede dejar de beber aún cuando está arriesgando su trabajo.
 Memo tiene miedo a los maestros y no puede acercarse a ellos para que le
ayuden.
Juana se "enferma" cuando un varón disponible le pide una cita.
 Tomás está deprimido y todavía está lamentándose a pesar de que su esposa
murió hace dos años.
• La conducta puede ser pública o privada, interna o externa,
encubierta o descubierta, pero en todos los casos perturba al
cliente y/o aquellos que viven en contacto con él. Ayudar, de
acuerdo con el modelo de desarrollo, es más que ayudar al cliente
a explorar su conducta (Etapa l). Es aún más que ayudarle a
entender su mundo más objetivamente y ver la necesidad de
acción (Etapa II). Es ayudar a que
• Juan aprenda c6mo vivir correctamente con su familia
• Sally deje de beber y aprenda formas más creativas de manejar sus tensiones
• Memo hable con sus maestros
• Juana se deshaga de su temor a acercarse a un varón
• Tomás se sobreponga su pena y encuentre renovado significado en la vida
• En el modelo de desarrollo, el cambio constructivo de la conducta por parte
del cliente es central y por tanto el modelo completo es conductual. Las
Etapas I y II existen por dos razones básicas; el valor, como una expresión de
respeto hacia la persona del cliente; y la acción, preparar al cliente para
comprometerle en un cambio constructivo de la conducta. Las Etapas I y 11
son esenciales, pero no deben ser exageradas ni convertidas en fines en sí
mismas. Estas etapas ayudan al cliente a establecer armonía con el
orientador, reducen su ansiedad, aumentan su confianza en sí mismo,
exploran sus valores, aumentan su motivación, y colocan juntos los datos y
los recursos que él necesita para realizar un programa de acción inteligente
dirigido a la meta. Las Etapas I y II evitan el fijar metas prematuramente.
• El buen orientador, aunque es constantemente sensible a los patrones auto
frustrantes de conducta de sus clientes y a la necesidad final de cambio
conductual, aún aprecia a sus clientes por ser ellos mismos y no porque ellos
sean problemas para ser resueltos.

• Otra pregunta es relevante para la orientación centrada en la persona: ¿es


posible ayudar a una persona que a usted no le gusta?

Un buen orientador no trabaja para gustarle al cliente o ser querido por él. Está
satisfecho si se gana el respeto del cliente.
La fase de pre-ayuda
Esta fase se refiere solamente al orientador y no a la persona que viene buscando
ayuda.
• Destrezas del orientador. atender
• Las destrezas necesitadas por el orientador están resumidas en esta palabra atender.
El orientador, por su misma postura, debe dejar que el cliente sepa que está "con"
él, que durante el tiempo que están juntos, él está completamente "disponible" para
él.

• Verbal: Él tiene que escuchar atentamente las palabras de su cliente, no importa lo


confusas que pudieran ser.
• No verbales: Él tiene que escuchar los mensajes del cliente que van en el tono de la
voz, en los silencios, las pausas, los gestos y las expresiones de su cara y postura.
• En una palabra, el orientador tiene que estar preguntándose a sí mismo: ¿qué
es lo que esta persona está tratando de comunicar? ¿qué está diciendo sobre
sus sentimientos? ¿qué está diciendo sobre su conducta? Aún cuando las
destrezas de atender (prestar atención), son fáciles de aprender, atender
cuidadosamente a otro es trabajo que exige una gran cantidad de esfuerzo por
parte del orientador. Atender envuelve destrezas de pre-ayuda. La sola
atención no ayuda por sí misma al cliente, pero el orientador no será capaz de
ayudar si, al menos, no atiende tanto física como psicológicamente a la
persona necesitada. "Preayuda" no significa "sin importancia".
ETAPA I: RESPONDER AL CLIENTE / AUTO-
EXPLORACIÓN DEL CLIENTE

• La persona con problemas se presenta para ser ayudada. El orientador


primero que todo atiende a lo que el cliente está diciendo: después responde
en una forma que ayuda al cliente a explorar su conducta (sus sentimientos,
sus actitudes, lo que él hace, lo que deja de hacer, lo que es constructivo en
su vida, lo que es destructivo, y así siguen) ¿Qué habilidades necesita el
orientador para facilitar la auto-exploración de su cliente?
• Destrezas del orientador
• Empatía precisa (nivel primario). El orientador debe responder al cliente en
una forma que muestre que ha escuchado y que comprende cómo se siente el
cliente y lo que está diciendo sobre si mismo. No es suficiente comprender,
él debe comunicar su comprensión.

• Respeto. La forma en la cual él trata al cliente debe expresar que él lo


respeta, que básicamente está "para" él, que quiere estar disponible para él Y
trabajar con él.
• Genuinidad. Su oferta de ayuda no puede ser falsa. Él debe ser espontáneo,
abierto. No se puede esconder tras el papel de orientador. Debe ser humano
con el ser humano frente a él.

• Ser concreto. Aún cuando el cliente divague o trate de evadir temas reales al
hablar en generalidades, el orientador debe llevar el proceso de ayuda a
sentimientos concretos y a conducta concreta.
ETAPA II: ENTENDIMIENTO INTEGRATIVO/
AUTO-ENTENDIMIENTO DINÁMICO

• A medida que la persona en busca de ayuda explora las varias áreas


problemáticas de su vida, produce una gran cantidad de datos que son útiles,
generalmente hablando, solamente en el grado en que puedan ser colocados
juntos para revelar temas de conducta en su vida. El orientador, en cuanto
empieza a ver estos temas y ve los datos aislados en un contexto más amplio,
ayuda al cliente a ver también este panorama mayor.
TODAS LAS DESTREZAS DE LA ETAPA I.

• Empatía precisa (nivel avanzado). El orientador debe comunicar al cliente un


entendimiento, no solamente de lo que el cliente realmente dice sino también
de lo que implica, lo que sugiere y lo que dice no verbalmente. El orientador
empieza a hacer conexiones entre las declaraciones, aparentemente aisladas,
hechas por el cliente. En todo este proceso, sin embargo, el orientador no
debe inventar nada. Él es útil solamente en el grado en que sea preciso.
• Auto-descubrimiento. El orientador está dispuesto a compartir su propia
experiencia con el cliente si el compartir realmente ayuda al cliente a
entenderse mejor a sí mismo. Es extremadamente cuidadoso, sin embargo, de
no poner otra carga sobre el cliente.
• Proximidad. El orientador está dispuesto a explorar su propia relación con el
cliente (plática de "tú-yo"), a explorar el aquí y el ahora de las interacciones
cliente-orientador a tal grado que ayude al cliente a lograr un mejor
entendimiento de sí mismo, de su estilo interpersonal y de cómo está
cooperando en el proceso de ayuda
• Confrontación. El orientador desafía las discrepancias, distorsiones, juegos y
cortinas de humo en la vida de¡ cliente y en sus interacciones dentro de la
misma relación de ayuda, a tal grado que ayude al cliente a desarrollar la
clase de conocimiento propio que conduce al cambio constructivo de la
conducta.
• Marcos de referencia alternos. El orientador efectivo puede ofrecer al cliente
marcos de referencia alternos para observar su conducta, a tal grado que éstos
sean más precisos y más constructivos que aquellos del cliente.
Destrezas del cliente

• Escuchar sin estar a la defensiva. El orientador debe ayudar al cliente a


desarrollar la destreza de escuchar, tanto lo que el orientador mismo está
diciendo (pues comparte o se compromete en proximidad 0 Confrontación) y
al medio ambiente fuera de las mismas sesiones de ayuda.
• Auto-entendimiento dinámico. No es suficiente que el cliente se entienda a sí
mismo en una forma abstracta. La auto-comprensión debe servir a la causa del
cambio de conducta. En alguna forma, una actitud de "Ahora veo lo que estoy
haciendo y qué tan destructivo es; ¡tengo que hacer algo acerca de ello!" debe
caracterizar la Etapa II.
ETAPA III: FACILITAR LA ACCIÓN / LA
ACCIÓN

• El cliente debe finalmente actuar, en algún sentido del término, si va a vivir


más efectivamente.
• Destrezas del orientador
• Todas las destrezas de la Etapa I. Como veremos más adelante, la empatía
precisa (nivel primario) es útil y necesaria a través del proceso de ayuda. El
respeto, en la Etapa III, incluye esperanzas de que el cliente no vivirá menos
efectivamente de lo que es capaz.
• La elaboración de programas de acción. El orientador colabora con el cliente
en la elaboración de programas de acción. Estos pueden incluir técnicas de
solución de problemas, procesos de torna de decisiones, programas de
modificación de conducta, "tarea", o adiestramiento en destrezas
interpersonales y otras.

• Apoyo. A medida que el cliente se envuelve a sí mismo en programas de


acción, aparecen temores y dudas, falla a veces y, en varias formas, tiene
éxito. También aparecen nuevos problemas. El orientador debe reforzar los
éxitos del cliente y ayudarle en los problemas que emergen de esta fase de
acción.
Destrezas del cliente
• Cooperación. Si el proceso de ayuda está siendo realizado habilidosamente,
el cliente estará aprendiendo la cooperación a través del proceso.

• Riesgo. El cliente debe aprender cómo tomar riesgos por sí solo. Debe
aprender que, paradójicamente, es seguro el arriesgarse por sí solo.
• Actuar. Finalmente, no hay sustituto para la acción. El actuar tiene muchas
formas. Puede significar detenerse en alguna actividad autodestructiva (tal
como tomar drogas). Puede significar iniciar algún programa de crecimiento
Puede significar desarrollar nuevas actitudes, pero, en general, a nadie se le
debe aconsejar para que tome un programa de acción a menos que él tenga
las destrezas para realizar el programa efectivamente. Si él no las tiene, su
primer programa de acción debe ser el adiestramiento en ellas.
ACTIVIDAD

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