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Consejería Psicológica
La ayuda, el orientador y el que se adiestra
Cap.1
El que se adiestra
1. Un modelo de trabajo para la ayuda u orientación facilita al que se adiestra a que
comprenda la vasta literatura sobre la, relación de ayuda.
2. Se presenta aquí un modelo de trabajo para la ayuda, más que una teoría o una
escuela.
3. Hay una crisis en la profesión de ayuda: muchas personas que "ayudan",
simplemente no ayudan.
4. Muchos de los ayudados tienen problemas porque no poseen las habilidades que
necesitan para enfrentarse a la vida, especialmente a la vida interpersonal.
5. Un orientador de alto nivel es socialmente inteligente, trabajador, orientado a la
acción, se siente a gusto con la gente y en contacto con la condición humana.
• ¿Desorden o riqueza?

Se asombra uno del número de escuelas y sistemas, aproximaciones y


técnicas,' todos los cuales son propuestos con igual seriedad y reclamando
un grado muy alto de éxito. El principiante, entonces, necesita una
orientación que sea eficaz en sí misma y que le ayude a dar sentido a toda la
vasta literatura que trata sobre relaciones de ayuda. En una palabra, el
principiante necesita un modelo práctico de trabajo que le diga:
• Este 1ibro no trata sobre escuelas específicas de orientación y
psicoterapia. Una escuela, en el sentido con el cual se describe aquí,
tiende a ser identificada con una figura histórica particular, como el
psicoanálisis se identifica con Freud.
El orientador principiante necesita un marco referencial de trabajo de dos clases.

• 1. Un marco práctico. El principiante necesita un sistema que le diga a él qué hacer


para ayudar. El modelo de ayuda presentado aquí proporciona una estrategia
práctica para ayudar. Indica tanto las etapas a través de las cuales, como regla
general, se mueve el proceso de ayuda como las destrezas que el orientador debe
ejercitar en cada etapa del modelo con objeto de lograr las metas de cada etapa
• 2. Un marco integrante. El principiante también necesita un marco de trabajo que
le capacite para tomar ideas, técnicas y metodología de otras teorías y enfoques e
integrarlos con su propio concepto y práctica de ayuda.
La crisis en la ayuda

• Las profesiones de ayuda necesitan ayuda. En una serie de artículos, Eysenck (1952,
1960, 1965) ha sugerido que la gente que necesita ayuda emocional social puede ser
rehabilitada con psicoterapia o sin ella. Carkhuff y Berenson (1967) ven un
panorama más desalentador. Orientar no es un , proceso neutral: o es para mejorar o
es para empeorar. Si la persona con tensiones encuentra un orientador experto,
probablemente va a mejorar-esto es, empezar a vivir más efectivamente de acuerdo
con una variedad de criterios.
• Sin embargo, si ella está envuelta con un orientador de "bajo nivel", es
absolutamente probable que ella se ponga peor.
• Hay muchas profesiones de ayuda: aquéllas asociadas con el ministerio ,sacerdotal,
con trabajo social, psiquiatría, orientación, enseñanza, psicología, leyes y otras más.
Hay alguna evidencia de que estas profesiones son usualmente desempeñadas por
orientadores de relativamente bajo nivel -es decir, orientadores que clasifican bajo
en las habilidades esenciales del proceso de ayuda, tales como ser genuinos y
concretos, poseer adecuado entendimiento empático y respeto.
La ayuda, el orientador y el que se adiestra
• Hay muchos orientadores profesionales con las credenciales apropiadas (grados,
licencias, etc.) pero sin las habilidades esenciales. Carkhuff llama a un orientador un
profesional "funcional" si tiene las habilidades que se necesitan para la ayuda
efectiva. Hay una gran necesidad de profesionales funcionales, tengan o no,
credenciales.
• Las profesiones de ayuda encaran los mismos problemas. Los profesionales tienden
a transferir el peso del fracaso al cliente. No hemos ayudado a un cliente porque no
está "inmotivado" o por que se "resiste" a nosotros o porque deja la terapia
"demasiado pronto" y las excusas se multiplican. Las profesiones de ayuda tienen
que elaborar criterios concretos de éxito y fracaso y delinear los procesos esenciales
que conduzcan al éxito. Solamente entonces podremos determinar si el fracaso se
debe a un cliente no motivado o a un orientador poco hábil.
Destrezas y problemas socio-emocionales
• Este libro presenta un enfoque de destrezas para ayudar. Los presupuestos son
1. Que el orientador es una persona experta, una persona que vive realizada y que
ciertamente está viviendo más realizada que el cliente, en las áreas de los
problemas del cliente
2. Que el cliente aprenda las habilidades que necesita para vivir más efectivamente a
través del proceso de orientación.
Entonces, ¿cómo se ayuda a la gente? Una respuesta es que se les ayuda al
ser adiestrados en las destrezas que necesitan para vivir la vida y para
enfrentarse a sus crisis más efectivamente. Un conjunto de habilidades es
de suprema importancia: habilidades para las relaciones humanas básicas
• ¿Qué aprenden los niños sobre las relaciones humanas en la escuela o en
sus contactos humanos diarios? La evidencia indica que ellos aprenden
Retrato de un orientador

• ¿Cómo debe ser entonces un orientador? Idealmente, él mismo está esforzádonse


por llegar a ser como dice Ivey (1971) una "persona intencional" o como dice
Carkhuff (1969a, b) una persona "viviendo efectivamente" o como dice Maslow
(1968) una "persona actualizada" o como dice Jourard (1971b) una persona
"transparente". Es decir, un orientador antes que nada está comprometido con
su propio crecimiento: físico, intelectual, emocional, social (la gente orientada
religiosamente agregarla "espiritual"); ya que se da cuenta de que debe modelar
la conducta que él espera ayudar a que otros alcancen.
• Un buen orientador sabe que el ayudar pide mucho trabajo. Atiende a la otra persona
tanto física como psicológicamente. Sabe lo que su propio cuerpo está diciendo y
puede leer los mensajes no verbales de su cliente. Escucha atentamente al otro,
conociendo que la acertada orientación es un proceso intenso en el cual se puede
conseguir mucho si las dos personas están dispuestas a colaborar. Responde
frecuentemente al otro, ya que está trabajando para comprenderlo. Responde desde
el marco de referencia de su cliente, porque él puede ver el mundo a través de los
ojos de su cliente. Respeta a su cliente y expresa su- respeto al estar disponible para
él, trabajando con él, no juzgándole, confiando en las fuerzas constructivas
encontradas en él y finalmente con la esperanza de que viva la vida tan
efectivamente como pueda. Se interesa auténticamente por la persona que ha venido
buscando ayuda; esto es, no está a la defensiva.
Actividad

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