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P R E PA R A C I O N I N T E G R A L PA R A L A M AT E R N I D A D

CAPÍTULO III
CONSTITUCIÓN DEL EQUIPO INTERDISCIPLINARIO

La Guía de PIM basa su propuesta en el trabajo interdisciplinario, entendiéndolo como una tarea partici-
pativa, con distintos roles y enfoques integradores, realizada por un conjunto de profesionales de múlti-
ples disciplinas, reunidos en una tarea común y con una ideología compartida.

La participación integrada mejora, desde todo punto de vista, las condiciones en que se llega a la mater-
nidad, pudiendo cambiar el curso de las experiencias posteriores.

El trabajo interdisciplinario es un aprendizaje asistemático; implica estar permeable, aprender del otro,
estar dispuesto a transmitir los conocimientos profesionales sin considerarlos centrales, estar dispuesto
a exponerlos para que puedan ser moldeados por otros puntos de vista, y adquiridos por distintas cultu-
ras para ser modificados de acuerdo a sus necesidades, contribuyendo a un nuevo saber.

En consecuencia, el equipo interdisciplinario es aquel que, a partir de la concepción integral del proceso
de la maternidad, es capaz de actuar protegiendo la salud de la embarazada desde el primer instante
que puede establecer contacto con ella y su familia.

El cuadro siguiente, intenta expresar lo dicho:

Protección de la Salud de la Embarazada

Prevención Control Clínico

Información y sostén afectivo. Eventual acción terapéutica.

Preparación Integral para la Maternidad

Pautas que disminuyan desconfianza, temores, confusión, miedo, ansiedad.

Para llevar adelante esta tarea será necesario, en primer lugar, propiciar la constitución de un equipo de
trabajo considerando la posibilidad de los profesionales interesados en el tema, dentro de la institución.
Es conveniente que el equipo esté compuesto por un Médico Obstetra, Obstétrica, Médico Pediatra/Neo-
natólogo, Psicólogo, Trabajadora Social, Terapista Físico o Kinesiólogo, Nutricionista y Enfermera.

Este equipo conformará una estructura capaz de aportar los conocimientos y métodos que aplicarán en
forma conjunta, con idéntico entusiasmo y empeño.

Cada profesional, en su especificidad, realizará las acciones que estime necesarias para disminuir las
desviaciones y alteraciones que pueden producir sufrimiento o poner en riesgo el proceso de gestación.

No obstante, es necesario delimitar, con fines prácticos, las funciones de cada uno de los integrantes del
equipo.

La siguiente propuesta podrá ser adaptada de acuerdo a las posibilidades, conocimientos y experiencia
de los profesionales en cada institución.

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Médico obstetra - Obstétrica: En la tarea asistencial las funciones de ambos profesionales se diferen-
cian en cuanto a las posibilidades de solución de determinadas patologías.

Dentro de la PIM, sus acciones son comunes en cuanto a prevención e información referente al proce-
so del embarazo, por lo que deberían mancomunarse.

Este rol, habitualmente es ejercido por la obstétrica, quien posee capacitación de pregrado para tal
fin, por lo que se considera que este recurso humano debería transformarse en el facilitador de la ta-
rea grupal.

Sin embargo, es válido aclarar que cualquier integrante del equipo podrá coordinar el trabajo grupal y po-
drá hacer su aporte a partir de la especificidad del tema que se esté tratando.

El papel preferentemente ejercido por estos profesionales (Médico Obstetra - Obstétrica) está dado por
el conocimiento del proceso de embarazo. La habilidad, experiencia, conocimiento de cualquier integran-
te del equipo permitirá la elección del profesional considerado por consenso para cumplir con la coordi-
nación grupal.

Ambos iniciarán las acciones para disminuir, en lo posible, todas las desviaciones o y alteraciones que
en el curso normal de la gestación puedan ser causa de sufrimiento físico o psíquico.

Realizarán entrevistas personales con la gestante y su familia, tratando en lo posible de conseguir un


buen vínculo y un nexo positivo de comunicación, a fin de obtener una buena anamnesis y un adecua-
do conocimiento de su situación.

Su papel primordial se centra en los encuentros de contenido educativo, cuidadosamente elaborados, en


los cuales se aclararán dudas y se propiciará la participación activa buscando el objetivo: la concientiza-
ción de la maternidad / parentalidad responsables.

Tales encuentros que, como se verá, apuntarán a la información respecto de todo lo referente al estado
de gravidez, intentarán abarcar también –para modificarlos– los conceptos erróneos o dudosos que pu-
diera traer la embarazada.

Su constante permanencia al lado de la gestante resulta valiosa durante el embarazo y parto. Para ello
es necesario que cuente con habilidad relacional (para comprender el contexto psico-afectivo y socio-
emocional de la embarazada), responsabilidad dentro del Grupo de Trabajo, convicción y entusiasmo en
la tarea, cualidades transcendentes para su labor.

Médico Pediatra/Neonatólogo: Su presencia es indispensable teniendo en cuenta que, por su interme-


dio, el equipo orienta a los padres en temas de puericultura y estimulación de la lactancia, lo que contri-
buye a desvanecer temores y prejuicios, a aumentar el nivel de información, y a modificar la actitud de
la madre hacia su futuro hijo. Luego del parto, generalmente pasa a ser el guía –como lo fuera el obste-
tra al principio–. Por eso es importante establecer un buen vínculo durante el embarazo, hecho que fa-
cilitará la relación postnatal.

En esta etapa, evitará que se produzca la disolución del vínculo con el Equipo de Salud, procurando dis-
minuir en la mujer la sensación de abandono propia después del parto, y estimulando de este modo la
consulta puerperal. Es importante que continúe sintiéndose apoyada y asegurada por un Equipo que ten-
ga en cuenta a la madre, el niño y a su familia.

Psicólogo: Su papel consiste en el esclarecimiento acerca del compromiso emocional del estado de gra-
videz, nacimiento, puerperio y atención del recién nacido. Coordinará espacios de intercambio entre las
embarazadas, a fin de promover los encuentros entre pares y para facilitar la expresión y la compren-
sión de las vivencias.
Coordinará entrevistas individuales con las embarazadas cuando el equipo lo estime necesario. Partici-

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pará en las entrevistas de admisión cumpliendo un papel de observador, con el propósito de registrar los
datos que considere relevantes para ser considerados por el equipo.
Trabajadora Social: Adaptará los contenidos del curso en los ámbitos individuales, grupales y comuni-
tarios a fin de difundir el método y lograr la mayor convocatoria posible de mujeres interesadas en la pre-
paración.

Asesorará y articulará con el equipo las estrategias para el trabajo en la comunidad, integrándolo en la
tarea comunitaria y aplicando las técnicas necesarias. De esta forma operará como nexo articulador en-
tre la comunidad, el equipo y los otros grupos de profesionales con los que se intercambiarán experien-
cias que enriquezcan la tarea y faciliten la divulgación del método.

Terapista físico o Kinesiólogo: Será el encargado de realizar una evaluación postural estática y diná-
mica de la embarazada, a fin de corregir vicios posturales, para evitar y/o solucionar la sintomatología
dolorosa si la hubiere, hecho común en las embarazadas por las modificaciones pélvicas y de columna
que genera la gestación.

Este profesional debidamente capacitado, colaborará en la confección del desarrollo de un plan de ejer-
cicios de gimnasia práctica, y en la enseñanza de ejercicios de relajación, respiración, elongación y for-
talecimiento de grupos musculares.

Cabe destacar que la enseñanza de la técnica de pujo siempre debe estar controlada, como veremos
oportunamente, por la Obstétrica o Médico Obstetra. Las clases de relajación pueden ser reforzadas por
prácticas de otras profesiones que refuercen al mismo tiempo la intensificación del vínculo madre-hijo.

Enfermera: Ayudará a acompañar, junto con el equipo, los cambios que afectan el normal proceso del
embarazo, parto, puerperio, así como la atención del recién nacido, sean estos cambios biológicos, psi-
cológicos o sociales.

Deberá contar con una formación adecuada, que le permita reconocer signos de alarma a fin de comu-
nicarlo al equipo de salud.

Establecerá una comunicación efectiva con la embarazada y su familia para facilitar el acercamiento al
equipo. Comprendiéndola y orientándola adecuadamente podrá obtener colaboración y cambios de com-
portamiento –si fueran necesarios–, que contribuyan al normal desarrollo del proceso perinatal.

Fomentará el desarrollo de un ambiente cálido y acogedor que será percibido por la embarazada y la fa-
milia que ingresa al grupo de trabajo.

Colaborará, junto al resto del equipo, en la evaluación para la captación de gestantes inasistentes al con-
trol prenatal, oportunidad ésta para proponer su ingreso al Curso de Preparación para la Maternidad.

Nutricionista: Es la integrante del equipo de salud que se ocupa de todos los aspectos relacionados con
el cuidado nutricional del binomio madre-hijo.

Recomienda los cuidados apropiados para sostener una alimentación completa y adecuada para esta si-
tuación biológica, caracterizada por una alta vulnerabilidad desde este punto de vista .

Planifica y desarrolla, junto con las embarazadas y sus familias, actividades de educación alimentaria nu-
tricional (EAN) con el propósito de lograr conductas positivas y duraderas en relación con la producción,
selección, higiene y conservación, preparación y consumo de los alimentos disponibles y culturalmente
aceptados por la comunidad.

Es importante destacar que todos los integrantes del equipo interdisciplinario, en un accionar mancomu-
nado, deben fomentar el sostenimiento de la Lactancia Materna. También asesoran sobre la correcta im-
plementación del proceso de destete y la oportuna alimentación complementaria del bebé, a partir del

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sexto mes de vida. Asimismo, pueden realizar visitas domiciliarias de motivación y capacitación de la
comunidad a fin de contar con multiplicadores de la tarea educativa en la promoción y protección de
la misma.

El trabajo interdisciplinario en la Preparación Integral de la Maternidad se constituye con los siguientes


objetivos:

▲ Incrementar los niveles de prevención para afrontar situaciones generadas por el embarazo.

▲ Reforzar la satisfacción de las necesidades de Salud y el normal desarrollo del embarazo.

▲ Motivar la participación de las embarazadas respecto de la promoción de su propia salud.

▲ Estimular la participación y promoción de la salud en los grupos de mayor riesgo.

▲ Promover la participación de distintos profesionales en el enfoque integral necesario.

El Equipo de Salud orienta sus funciones a:

▲ Fomentar la capacidad de autocuidado.

▲ Incrementar el apoyo mutuo de la pareja y la familia.

▲ Proteger el ambiente familiar en el que se incluirá el niño por nacer.

▲ Generar pautas de puericultura y control.

▲ Recuperar el protagonismo de la mujer en el parto.

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CAPÍTULO IV

METODOLOGÍA DE ENSEÑANZA

Entre el conjunto de elementos indispensables para cualquier integrante del equipo de trabajo y a fin de
poder desarrollar actividades que arriben a una correcta preparación de la embarazada, es de fundamen-
tal importancia el conocimiento del Método de Enseñanza, así como el lenguaje a emplear y el grado de
acercamiento que cada profesional debe tener con la o las embarazadas.

Esto involucra, por consiguiente, el conocimiento general del fenómeno educativo, su pedagogía y su di-
dáctica.

Si decimos que la Pedagogía es el conjunto de conocimientos sistemáticos relativos al proceso o fenó-


meno educativo, debemos considerar que este fenómeno educativo es un proceso social (transmisión
de valores del patrimonio cultural de una generación a otra) y al mismo tiempo un proceso individual (ca-
da individuo asimila los conocimientos en forma progresiva y en un constante intercambio con el medio).

Como vemos, el medio, la familia, el Equipo de Salud, son los campos propicios para la transmisión sis-
temática (intencional y selectiva) o asistemática (espontánea u ocasional), de cambios de conductas po-
sitivos para la concreción de un objetivo.

Por otra parte, la Didáctica estudia las “técnicas de enseñar”, esto es, el conjunto de principios, recursos
y normas que el docente debe conocer y saber aplicar para orientar en el aprendizaje.

En nuestro caso, se deberá tener claramente presentes los objetivos a alcanzar, la programación de ese
aprendizaje y el método a emplear, sabiendo que el éxito depende en gran parte de este punto.

La didáctica tradicional se diferencia de la moderna. En la primera el conocimiento docente era el prota-


gonista exclusivo. En la segunda, el docente orienta, estimula y evalúa el aprendizaje, teniendo como eje
primordial al interlocutor –en este caso la embarazada–, que acelerará o atrasará el proceso de acuer-
do a sus necesidades.

Es éste un punto importante a tener en cuenta, ya que en nuestro medio nos encontraremos con grupos
muy heterogéneos que regularán la enseñanza de maneras muy diversas.

Sabemos que todo método didáctico debe contar con los siguientes principios:

1. Finalidad: un objetivo determinado.

2. Ordenamiento: procedimientos continuos en una progresión calculada.

3. Adecuación: adaptación a la capacidad de la o las embarazadas.

4. Orientación: definida y concreta, para que el aprendizaje sea efectivo.

5. Economía: un proceso que transcurre en forma rápida y fácil.

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TÉCNICAS UTILIZADAS
Las técnicas son los medios utilizados para facilitar la interacción y la participación activa de las emba-
razadas y su familia en los encuentros. Como toda herramienta, hay que saber para qué sirve la técni-
ca, y cómo y cuándo debe utilizarse.

Posible clasificación de las técnicas:

según la tecnología que utilizan:

☛ Simples: carteles, collages, juegos, cartillas, etc.

☛ Complejas: videos, filmaciones, diapositivas, transparencias etc.

b) según los objetivos específicos para los que se utilizan:

☛ De relacionamiento o animación, juegos, expresión corporal o gráfica.

☛ De integración grupal, con diferentes grados de participación .

☛ De aprendizaje, cuya utilización requiere el concurso activo del que lo propone (juegos partici-
pativos o de mesa), que poseen mayor autonomía (video, audio cassette) para adquirir, socializar,
diseminar e investigar nuevos conocimientos.

Un buen método facilita el aprendizaje. En consecuencia, al elegirlo se procurará que su desarrollo cum-
pla las siguientes etapas:

☛ Motivación.

☛ Integración.

☛ Fijación.

Si bien la motivación del aprendizaje es un hecho individual, ligado generalmente a una necesidad o a
un interés personal, en muchas otras oportunidades, la función incentivadora resulta fundamental –es-
pecialmente en acciones de salud–.

La Integración, por su parte, permite la visión en conjunto de todos los conceptos vertidos, hecho clave
para la concreción de objetivos.

Por último, la Fijación es fundamental para que los conocimientos adquiridos pasen a ser permanentes,
efectivos y llevados a la práctica.

LENGUAJE, CONDUCCIÓN Y ACERCAMIENTO PROFESIONAL


El acto de capacitación implica necesariamente dos momentos.

El primero, inicial y asimétrico, de superioridad transitoria, determinado por el hecho de que el coor-
dinador grupal conoce el contenido que ha de transmitir y que ha de llevarle al fin que se propone,
contenido y fin usualmente desconocidos por la embarazada al inicio de las reuniones.

El segundo momento, de igualdad, corresponde al verdadero intercambio, a la verdadera transfor-


mación.

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Es por ello que resulta necesario que el coordinador grupal, además de su inclinación natural por el
tema, presente vocación, honestidad en la tarea y tacto pedagógico.

Este último concepto comprende al lenguaje como herramienta principal de acercamiento. El lenguaje
debe ser simple, adecuado al nivel intelectual del grupo, afectivo, nunca frío o triste, ni burlón o vulgar.

Los conceptos se deben expresar con claridad, despertando el interés vivencial, estimulando la partici-
pación activa, impulsando al integrante tímido y equilibrando al excesivo. Se procurará alentar un clima
grupal agradable donde cada uno pueda realizar el proceso a su propio ritmo.

Dicha comunicación puede provocarse por medio de preguntas tendientes al intercambio, la exposición
y el diálogo. Estas preguntas deben ser poco repetitivas, formuladas con la mayor claridad posible y evi-
tando las respuestas monosilábicas.

La exposición, como es sabido, ha sido una forma de enseñanza de la que se abusó en sobremane-
ra en el pasado. No obstante, en nuestro caso y en combinación con las otras, puede ser útil si se in-
cluye un relato sentido, sencillo y comprensible, lleno de sugestiones que movilicen las dudas y esti-
mulen la participación. Una buena exposición en temas desconocidos por los participantes del grupo
como “síntomas del trabajo de parto” o “higiene y puericultura del recién nacido”, por ejemplo, si ha si-
do bien hecha, construirá la imaginación del que escucha y vivenciará el hecho transformándolo posi-
tivamente.

El diálogo, al permitir la participación, exige la moderación necesaria de los integrantes para poder es-
cuchar y hablar oportunamente. Poco a poco, cada integrante irá comprendiendo lo necesario sobre
el respeto a las ideas ajenas, introduciendo el orden necesario, usando un tono natural, cortés y gen-
til que favorecerán la discusión y el aprendizaje. Es importante considerar que lo esencial en el pro-
ceso de aprendizaje grupal está dado por la posibilidad del diálogo vivencial de cada uno de los inte-
grantes.

El lenguaje no verbal puede sumarse al lenguaje hablado ya sea subrayándolo, reforzándolo o contra-
diciendo lo que se dice, por medio de la postura, la expresión facial, el contacto visual etc. Se puede
llegar a las personas por medio de mensajes de distinto tipo y provocar que las dificultades afloren
(permitiendo la posterior ayuda), o por el contrario, bloquear el proceso, impidiendo el vínculo de asis-
tencia.

Muchas veces, cuando una persona está tratando de superar una dificultad o hacer frente a una ex-
periencia emocional dolorosa, se producen silencios. En algunos casos, es un signo de que está tra-
bajando y luchando con sus sentimientos o con las palabras para poder expresarse. El profesional ne-
cesita ser sensible a estos momentos de silencio, teniendo cuidado de no molestar el proceso, por la
ansiedad individual de conversar o de explicar. Para facilitar a alguien a que retorne de su silencio se
requiere un tratamiento cuidadoso y respetuoso.

Por otro lado, hay rasgos que nos comunican imágenes positivas. Son éstos la flexibilidad, la gentileza,
la empatía, la sinceridad y la calidez no posesiva. Un trabajador de la salud puede reconocer que no po-
see naturalmente todos estos rasgos, pero seguramente podrá descubrir que se los puede cultivar en
forma consciente.

El facilitador debe estar alerta y ser sensitivo a los requerimientos grupales para ofrecer herramientas
apropiadas al grupo y que éstas tiendan a la solución de problemas.

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MÉTODO PROPUESTO
Consideramos que el método más eficiente es el de formación de grupos. Específicamente en la tarea
que nos compete, la idea es poder trabajar con la modalidad de Taller de Grupos Operativos.

Para ello, es necesario preguntarse cómo va a trabajar ese grupo de personas, lo que alude a una téc-
nica, a un dispositivo técnico, a un encuadre.

Dentro del Equipo de Salud se establecerán un facilitador y observadores. Es importante delimitar los
roles y funciones del facilitador, partiendo de un esquema referencial con el que vamos a operar.

Al constituir un Grupo de Trabajo con embarazadas, la Obstetria es el recurso humano que naturalmen-
te ejerce la función de facilitador, por sus conocimientos sobre el tema, aunque esto no es una condición
“sine qua non“, ya que todos los integrantes del Equipo de Salud deben contar con pleno conocimiento
del tema, la tarea y objetivos.

Los demás integrantes del Equipo asumirán una participación silente en la interacción grupal, pero ple-
namente activa en la elaboración de conclusiones del trabajo o la reunión.

Es importante el papel de los observadores grupales, que colaboran en la evaluación de cada integran-
te, ya que es fácil suponer que al facilitador se le escaparán actitudes, palabras, hechos, miradas, capa-
ces de originar actos evaluativos puntuales respecto a cada integrante del grupo.

Este trabajo colaborativo de los profesionales es fundamental para el logro de una perfecta evolución
del proceso grupal y personal de las participantes. En el caso particular del trabajo con embaraza-
das, la evaluación grupal permitirá establecer si todas o la mayoría de ellas son contenidas en el gru-
po, lo que implica favorecer el ciclo que vive la gestante, esto es, su embarazo. Sin embargo, tam-
bién es necesario tener en cuenta la actitud que demuestre cada embarazada en forma individual.

En síntesis, se puede afirmar que la evaluación grupal es el medio, mientras que la evaluación indi-
vidual la finalidad de nuestra tarea.

Es necesario destacar que, tanto en las evaluaciones de proceso del grupo (Equipo de Salud) como
en las del grupo gestantes-familia, se debe tener presente que, independientemente de la actividad
grupal, es conveniente individualizar a cada embarazada y sus acompañantes, a fin de evaluar el
proceso de ese grupo primario.

La frecuencia de ambas evaluaciones serán determinadas por el equipo, según conveniencia o ne-
cesidad.

ACERCAMIENTO A LA COMUNIDAD.
La Guía de Preparación Integral para la Maternidad tiene una dimensión intramural, (Centros de Sa-
lud, Posta Sanitaria, Hospital) y otra extramural (comunitaria), ambas necesarias y complementarias.

En la dimensión intramural, además de las acciones anteriormente mencionadas para el equipo


adaptadas localmente, resulta indispensable la capacitación del recurso humano dentro de la institu-
ción. No nos referimos al equipo interdisciplinario dedicado a la PIM, sino a todo aquel personal que
se halla involucrado en la asistencia materno infantil. De esta forma se potencian las acciones en be-
neficio de las embarazadas, los recién nacidos y sus familias durante todo el tiempo que permanez-
can en el efector, ofreciendo un máximo de oportunidades para proveer los servicios adecuada y
oportunamente. Esta cooperación mejora la accesibilidad, la captación, la cobertura y la calidad de
las prestaciones.

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En cuanto a las actividades extramuros, el trabajo dentro de un espacio social, cultural y geográfico
común hace posible compartir las acciones decididas por la misma comunidad y para la comunidad.

Con esta estrategia adicional se hace posible que, a nivel local, se asuma la responsabilidad de pro-
porcionar las mejores condiciones de desarrollo para las familias y sus integrantes.

Este trabajo facilita la captación de las embarazadas y permite mejorar las condiciones que pueden
afectar negativamente la parentalidad a través del diagnóstico oportuno de situaciones de riesgo, gra-
cias a la visita domiciliaria mediante la cual se realiza seguimiento, contención, evaluación de vivien-
da y de prácticas arraigadas, aporte de conocimientos, etc.

La cooperación con organizaciones no gubernamentales (ONG’s), entidades intermedias e institucio-


nales del estado (agrupaciones barriales, religiosas, de género, de capacitación, etc.) que comparten
objetivos con la PIM fortalece la participación social y da lugar a la formación de redes capaces de po-
tenciar acciones y dar apoyo complementario de las formas más variadas (desde la oferta de espa-
cios de discusión hasta recursos materiales y humanos).

La concientización que se logra a través de la difusión de los objetivos, contenidos y acciones de la


PIM permite que la población tome conciencia de su importancia y plantee sus necesidades. Debe
orientarse tanto hacia los niveles de decisión (dirigentes políticos, profesionales, líderes comunitarios
y de opinión) como hacia la población general.

La propuesta aconsejada es el proceso de debate constante y la posterior implementación de las ac-


ciones pertinentes, ya sea por demanda espontánea o por oferta del propio equipo. En este aspecto
tiene gran importancia el trabajo con los medios masivos de comunicación, no sólo mediante la trans-
misión de mensajes de prevención, sino con la oferta de espacios de discusión de los grupos compro-
metidos en el mejoramiento de la salud integral.

Decirle a la población lo que debe hacer o valorar es diferente a ayudar a que lo descubra por sí mis-
ma a través de la participación. Esta última opción posibilita el aprendizaje, haciendo que el “saber”
sobre la salud sea un patrimonio de todos. Asimismo, permite detectar, capacitar y aprovechar a los
líderes de la comunidad para la prevención y promoción de la salud.

El Equipo de Salud, en este rol, debe ajustarse a las características culturales locales y proponer so-
luciones nacidas de las propias necesidades de la comunidad, para insertarse dentro de ella de ma-
nera eficaz y sostenible en el tiempo. Es necesario tener en cuenta que “prevención“ implica pensar
en los factores que afectan la Salud de todos y esas causas dependen principalmente de la realidad
social.

Existen dos vocablos similares, prever y prevenir, que de ninguna manera son sinónimos.

Prever, significa saber con anticipación lo que va a suceder; mientras que prevenir quiere decir pre-
pararse con anticipación.

Por lo tanto, el Equipo de Salud que desee prevenir futuras patologías o desviaciones mediante la ca-
pacitación de las embarazadas deberá prepararse, organizarse, a fin de satisfacer las necesidades de
la manera más racional, económica y efectiva posible.

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