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Proyecto Educativo

Institucional -pei-
Índice

Presentación........................................................................................................... 5
Visión........................................................................................................................... 7
Misión.......................................................................................................................... 7
A. HISTORIA ......................................................................................................... 9
B. PROPUESTA EDUCATIVA IGNACIANA.............................................17
A. Fundamentación...............................................................................17
B. Criterios constitutivos de la visión ignaciana....................19
C. Características Generales ............................................................20
1. Dios...................................................................................................20
2. Libertad humana......................................................................20
3. Búsqueda de la libertad........................................................21
4. Cristo, modelo de persona..................................................21
5. La acción........................................................................................22
6. En la iglesia....................................................................................22
7. El “MAGIS” (Más)........................................................................ 23
8. La comunidad............................................................................ 23
9. El discernimiento...................................................................... 23
D. Paradigma Pedagógico Ignaciano..........................................24
Rol del docente................................................................................. 25
Rol del estudiante:............................................................................26
E. Metodología.........................................................................................26
F. Evaluación..............................................................................................28
G. Valores......................................................................................................29

H. Perfiles......................................................................................................30

a. Perfil del alumno .....................................................................31

b. Perfil del Docente.....................................................................33

c. Perfil del Padre y Madre de Familia............................... 34

I. Modelo De Gestión Ignaciano ................................................35

a. Organización: .............................................................................37

b. Administración:..........................................................................39

c. Formación.....................................................................................39

d. Acompañamiento: ................................................................ 40

e. Comunidad Educativa............................................................41

f. Redes Cooperativas.................................................................42

g. Actividades Extra Curriculares...........................................43

Bibliografía.............................................................................................................45
Presentación

Nuestro Colegio Loyola, con poco más de 50 años, se embarcó


en un proceso de cambio e innovación que concluyó en la
“reingeniería institucional”. Dio inicio en el 2007 y terminó en
el 2010. Hoy, les presentamos con esperanza e ilusión una pro-
puesta nueva, que se enmarca en ese deseo antiguo y común
de todos los colegios de la Compañía de Jesús de dar respuesta
a la realidad de nuestros países.

Nuestro fin primordial es acompañar a los niños y jóvenes en


su formación integral, en el desarrollo de sus capacidades aca-
démicas, propiciando su maduración personal y en valores, en
su compromiso de fe, y cultivando un liderazgo generacional,
que les convierta, como señala el recién aprobado Plan Apos-
tólico Provincial de la Compañía de Jesús en Centroamérica, en
mujeres y hombres nuevos.

Esta es una propuesta flexible, abierta, dinámica y sensible al


contexto y cultura. Responde a las nuevas corrientes educativas,
inspirada en los Ejercicios Espirituales y la Pedagogía Ignaciana.
Refleja participación, procesos de comprensión y construcción
que se relacionan y articulan para dar vida y significado a la co-
munidad educativa. Vinculamos lo académico con lo espiritual
y la formación en valores, colaborando como familia para la

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formación integral. Visualizamos el futuro en un trabajo coope-
rativo en red para obtener resultados más eficientes y acordes
a la educación jesuítica.

Nuestro proyecto educativo representa en definitiva, una


propuesta para formar estudiantes con las competencias ne-
cesarias no sólo para desenvolverse en nuestro país, sino para
que terminen siendo gestores de cambios en la sociedad, au-
ténticos líderes al modo de Ignacio de Loyola.

Confiamos en que sea una guía para las acciones que nos per-
mitan alcanzar las metas propuestas. Es un instrumento que
nos da la pauta para saber quiénes somos, qué hacemos y a
dónde vamos, todo ello, para lograr, como diría el P. Hurtado,
ser “un fuego que encienda otros fuegos”, (Congregación Ge-
neral 35).

La Dirección
Guatemala de la Asunción
Febrero del 2011

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VISIÓN

Para el 2015, el Colegio Loyola será reconocido como una ins-


titución que forma en valores, autoconocimiento y excelencia
académica por medio del desarrollo de habilidades y destrezas,
teniendo como modelo a la persona de Jesús y la causa del
Reino, atendiendo integralmente a los miembros de la Comu-
nidad Educativa Loyola.

MISIÓN

Somos una comunidad educativa inspirada en la Espiritualidad


Ignaciana enviados a evangelizar mediante la Propuesta Educa-
tiva de la Compañía de Jesús.

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a. HISTORIA

Muchas han sido las personas


que han pasado por las aulas
y patios del Colegio Loyola.
Muchos son quienes lo re-
cuerdan con cariño pues es
un recorrido de más de 50
años. Quienes estudian ac-
tualmente, sienten también
un especial aprecio, pues
la formación en valores y el
fuerte sentido de servicio, se
ha impregnado en el queha-
cer educativo. Pero… ¿cómo
surgió el Colegio y que ha
pasado en todos estos años?

Así empieza esta historia. El P.


Isidro Iriarte, se preocupa por
la realidad social de su entor-
no. Sueña y siente el deseo de
hacer realidad la fe y la justi-
cia. Es así, como se propone
fundar un colegio como una
obra social de la Iglesia de La
Merced. Su objetivo era el de
servir a las familias modestas
del barrio, brindando una for-
mación integral con calidad.
Quería que el dinero recau-
dado en la Iglesia se revirtiera
en la comunidad. Fue en 1958

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cuando ve realizado su sueño pues el 2 de febrero de ese año,
se inaugura el Colegio Loyola en la 12 avenida 4-30 zona 1, don-
de aún sigue funcionando.

Además de contar con fondos de la Iglesia, varias familias


colaboraron para que la obra se concluyera. Originalmente
se pensó construir un edificio con tres pisos y un cuarto para
instalaciones de radio. Los dos primeros pisos eran para aulas
y el tercero comprendía salones para las Hijas de María y otras
congregaciones. Al estar la obra avanzada el Viceprovincial
indicó que veía pequeños los salones del tercer piso y sugirió
levantar uno más. A pesar del desajuste económico que eso
significaba así se hizo y el cuarto piso se construyó con algunas
aulas y un salón con 300 asientos para conferencias, cine y otras
actividades.

Se inició con el Nivel Primario y todas las plazas se ocuparon.


Aunque el primer año se tuvo un déficit financiero, el segundo
año, fue un éxito y en el tercero de funcionamiento, fue auto-
sostenible. El horario de trabajo era, como en ese tiempo, una
jornada doble, de 8:00 a 11:30 y de 14:00 a 16:00 hrs. En 1965
se abrió el Nivel Pre primario y ocuparon el primer nivel del
edificio. En 1968 con el apoyo de varios docentes, el Director
ofrece el Ciclo Básico con orientación industrial.

Uno de los períodos más largos en la dirección del Colegio,


corresponden al P. Nicolás Alvarenga S.J., quien mostró ser un
hombre carismático, con una gran visión lo que le llevó a impul-
sar cambios y avances a favor de la educación de los alumnos y
formación de los docentes. El P. Jesús Navascués S.J., impulsó el
deporte y la identificación de la comunidad educativa hacia el
Colegio. El P. Ildefonso Gullón S.J., favoreció y apoyó la pastoral
con énfasis en la renovación ignaciana. Seguidamente, el P.
Laurentino Peña S.J., se preocupó por mejorar la infraestructura
e introducir las clases de inglés y computación.

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Debido al crecimiento urbano y por la demanda de inscripción,
en 1971 se abre la jornada vespertina para el nivel primario.
Además, la preprimaria se traslada a donde actualmente se
encuentra en la 12 avenida 3-69 zona 1. Un año después, se
ofrece también la jornada vespertina para el nivel pre primario.

Consolidado ya el Colegio, se fortalece la formación académi-


ca, el deporte y el desarrollo de las potencialidades de los estu-
diantes1 en respuesta a la propuesta educativa de los colegios
jesuitas centrada en la formación integral de la persona. Para
unificar y solidificar los nexos familiares y apoyar la formación
de los estudiantes, se integran grupos familiares dirigidos por
un sacerdote jesuita.

En los años ochenta, el Colegio supera el número de 2,000


alumnos en los tres niveles: Preprimario, Primario y Básicos. En
1984 se revisaron los objetivos de trabajo y se determinaron
cuatro finalidades:

1. Potenciar la vivencia y reflexión de lo que es ser cristia-


no hoy en día.

2. Integrar todas las fuerzas de la comunidad educativa


para mejorar el ambiente de trabajo.

3. Acrecentar la sensibilidad a las necesidades del mun-


do y en particular de Guatemala.

4. Fortalecer la comunicación a todo nivel fomentando


el diálogo, la apertura, el respeto, la confianza, la ver-
dad y la valoración de la persona humana.

En los años noventa, se priorizan mejoras a la infraestructura


pues la construcción de los años 50 lo requería. Se reformaron
las oficinas de Dirección, Administración, las Coordinaciones,

1 En respeto a la equidad de género, siempre que aparezca la palabra alumno, ésta


se referirá a los estudiantes de sexo femenino y masculino del Colegio Loyola.

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aulas de Preprimaria, construyéndose el domo en este nivel. Se
construyeron dos aulas más para el Ciclo Básico. Se amplió la
biblioteca, se habilitaron aulas para tener un salón de audio-
visuales y otro de formación musical. Se creó la Escuela de Pa-
dres dirigida por el P. Ildefonso Gullón S.J. con el sistema ECCA.
Uno de sus objetivos era la identificación de las familias con la
propuesta educativa. En lo que respecta al nivel académico, se
implementó la clase de inglés en el pensum de estudios del
nivel primario y se incorporó la clase de Mecanografía en el
Ciclo Básico.

Se inicia el proceso de estudio a todo lo que supone la Reno-


vación Pedagógica Ignaciana. Se asume este planteamiento
como una invitación a volver la mirada a las propias raíces, en
una aproximación a Ignacio de Loyola y su experiencia de vida
por medio de los Ejercicios Espirituales. Se tomaron como base
“Las Características de la Educación de la Compañía de Jesús”
(1986) y la “Pedagogía Ignaciana: un planteamiento práctico”
(1993).

En el 2003 se implementa la clase de informática en los distintos


niveles y se amplía el laboratorio de computación. Se atiende
a nivel del profesorado, la formación espiritual que parte de los
Ejercicios Espirituales. Se logra de ese modo el sentir y actuar
que surge de la experiencia personal. Se abre el espacio para la
participación en los Encuentros Académicos que a nivel de la
Provincia Centroamericana se promueven. Por no ser propio el
terreno donde se encuentra Ciclo Básico, en este año, se reno-
vó el usufructo hasta el 2050.

En el año 2005 surge como un desafío, la elaboración del Pro-


yecto Educativo Loyola luego del proceso de estudio del grupo
de Diplomado que ofrece la Compañía de Jesús a colaborado-
ras de los Colegios de la Provincia Centroamericana. El Proyecto
Educativo pasa a ser el marco en el que se han de plantear la
Identidad, Visión y Misión del Loyola, marcando el camino a

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seguir en un impulso dinámico y renovado de procesos peda-
gógicos. Es fruto de reflexiones y aportes de docentes y padres
de familia, donde los documentos de referencia primordiales
fueron el Proyecto Apostólico Provincial y las Características de
la Educación de la Compañía de Jesús para América Latina.

En el aspecto académico, se evalúa el proceso de enseñanza


de la lectoescritura. En Preprimaria, se implementa un proyec-
to alternativo e integrador, que se plantea desde un enfoque
constructivista y significativo. Se reorganizan los horarios para
favorecer los aspectos lúdicos y académicos, se implementa la
clase de inglés y se impulsan mejoras en el proceso de admi-
sión. En Básicos, se incorpora la clase de Educación en Valores
y se incrementa la remodelación del nivel. En lo relativo a la
formación del personal docente, se ha trabajado en talleres, se-
minarios, capacitaciones para dar respuesta a las necesidades
específicas del mismo.

En el 2007 asume como Director del Colegio, el P. Wilhem Ig-


nacio Lange Cruz, S.J. Como parte de su gestión, ha impulsado
la Reingeniería Institucional, que respondió a la inquietud de si
se estaban haciendo bien las cosas o se podrían mejorar. Esta
interrogante surgió después de haber realizado un diagnóstico
institucional a finales del 2006 y en el contexto de la celebra-
ción del Año Jubilar por los 50 años de fundación a celebrarse
en el 2007 y 2008. Estos años fueron propicios para redescubrir
las raíces y consolidar la identidad Loyola.

La Reingeniería para el Loyola, es un nuevo enfoque que ana-


liza y modifica los procesos básicos de trabajo y servicio que
se prestan. Incluye todas las áreas de trabajo. Significa brindar
un mejor y mayor servicio desde la concepción de la mística
educativa propia de los centros educativos de la Compañía de
Jesús en las diversas áreas de la misión.

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Partiendo de las necesidades que se descubrieron y analizaron
en el diagnóstico y FODA, se elaboró un Plan Marco que señala
las líneas de acción que desde el Colegio Loyola se ven como
prioritarias para desarrollar en los años 2007-2010. Estas giran
en torno a 5 ejes:

a. Organización, gestión y administración


b. Pedagógico
c. Infraestructura y mobiliario
d. Mística y carisma
e. Comunidad educativa

En estos años, se han impulsado varios proyectos que repercu-


ten en la mejora de los procesos de aprendizaje y enseñanza,
así como en la mejora de los servicios que se prestan. Dentro de
ellos están la estrategia de los amplios períodos de estudio, la
cultura de evaluación por medio de la evaluación formativa, de
proceso y de 360º, los talleres de lectura, la ciencia en la escuela,
proyecto integrado de ciencias sociales e informática, destrezas
de pensamiento lógico matemático y la atención al idioma in-
glés. Se ha consolidado el Departamento de Orientación y se
brinda apoyo de psicología clínica y educativa a los estudiantes
de los distintos niveles. La Escuela para Padres continúa pero
con una renovación para atender las necesidades propias de la
familia. Se han abierto espacios para la participación en activi-
dades extra curriculares del día sábado. El enfoque de gestión
con los padres de familia se ha renovado y se cuenta con el
Proyecto de Padres y Madres Loyola en Acción. Se ha sistema-
tizado el proceso de admisión –ADMILOYOLA–. Se ha dado un
cambio en la metodología de Preprimaria, elaborando un folle-
to de lectoescritura. Se ha impulsado el proyecto de biblioteca
infantil, y la integración de la clase de inglés a la informática.

Caracteriza a esta gestión, el fortalecimiento del Equipo Di-


rectivo quien se consolida y enfoca los procesos a metas co-

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munes que benefician a la comunidad educativa. Es así como
se impulsa el trabajo en equipo entre el personal docente y
administrativo.

Se han introducido mejoras en la infraestructura como el remo-


zamiento en la pintura en la entrada al Colegio y en los distintos
niveles, remodelación de la biblioteca y sala de lectura, intro-
ducción de mobiliario y equipo adecuado a la metodología.
Tanto en lo administrativo como en lo pedagógica se ha imple-
mentado la informática y tecnología.

Se han fortalecido alianzas con instituciones educativas como


la Universidad Rafael Landívar y Colegio Liceo Javier.

Debido a la incorporación de madres de familia al campo la-


boral, la proliferación de pequeños colegios en los sectores de
donde proceden los alumnos, crecimiento urbano y al clima
generalizado de inseguridad que se vive en la ciudad capital, se
realizó un estudio para determinar la continuidad de la jornada
vespertina en preprimaria y primaria. Luego de conocer los re-
sultados, se decidió cerrarla en ambos niveles, lo que permitió
una nueva oferta educativa.

Actualmente funcionan 8 secciones en Preprimaria, 18 en Pri-


maria y 6 en Ciclo Básico. Todas ellas son atendidas por más de
50 Profesores.

Por su larga trayectoria educativa, servicio a la comunidad y


por brindar una educación de calidad, el Colegio recibe tres
condecoraciones. En julio de 2007, la Orden José Rolz Bennet,
otorgada por la Municipalidad de Guatemala. En noviembre de
2007, la Orden del Quetzal, otorgada por el Gobierno de Guate-
mala y en julio de 2008, la Orden Pedagógica Juan José Arévalo,
otorgada por el Ministerio de Educación.

El 2010 es el año de evaluación y cierre de la Reingeniería Ins-


titucional, a la vez del planteamiento de nuevos retos con el

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fin de dar seguimiento a lo iniciado y responder a la meta de
brindar un mejor y mayor servicio.

Cuadro de directores del Colegio Loyola


desde su fundación hasta la actualidad

Nombre Duración en el cargo


P. Isidro Iriarte, S.J. (+) 1958
P. José María Rodríguez, S.J. (+) 1959 - 1960
P. Mario Martínez de L., S.J. (+) 1961 - 1968
P. Benigno Fernández, S.J. 1969
P. Nicolás Alvarenga, S.J. (+) 1969 - 1988
P. Jesús Navascués, S.J. 1988 - 1992
P. Ildefonso Guyón, S.J. 1993 - 2000
P. Laurentino Peña, S.J. 2001 - 2006
P. W. Ignacio Lange Cruz, S.J. 2007 - 2010
P. Alfredo Flórez, S.J. 2011 a la fecha

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b. PROPUESTA EDUCATIVA
IGNACIANA

A. Fundamentación
La tradición educativa de la Compañía de Jesús a lo largo de
sus 450 años ha probado ser exitosa y valiosa. Jesuitas y laicos
son herederos de una tradición educativa de inmensa riqueza
tanto por la Espiritualidad Ignaciana que la inspira como por su
pedagogía. Esta tradición permite que se mantenga el espíritu
peculiar de todo colegio de la Compañía. Ella se refiere al modo
propio de proceder, o sea, la inspiración, los valores, las actitu-
des y el estilo que la han caracterizado.

El objetivo fundamental de los colegios ha sido la formación


integral, el enseñar a pensar y el educar para participar cons-
tructivamente en la sociedad. Este se encuentra expresado en
la Ratio Studiorum, documento que ha marcado las líneas edu-
cativas desde la fundación de los primeros colegios. Sin embar-
go, la educación jesuita toma en cuenta los cambios, avances y
propuestas que permiten responder a las nuevas exigencias de

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la época. Surgen así, nuevos documentos que dan respuestas
actualizadas pero que mantienen el carisma ignaciano. Dentro
de ellos están: Características de la Educación de la Compañía
de Jesús, la Pedagogía Ignaciana: un planteamiento práctico, el
Proyecto Educativo Común de la Compañía de Jesús –PEC-, la
Congregación General 35 y el Proyecto de Provincia “Puestos
en camino con el Hijo”.

Estos documentos junto con los fundamentos de la espiritua-


lidad ignaciana son la base de nuestra propuesta educativa ya
que reflejan una forma de abordar y participar en el desarrollo
de la sociedad. Llevan el sello característico de la espiritualidad
ignaciana que tiene sus raíces en la experiencia espiritual de
Ignacio de Loyola quien en su libro los “Ejercicios Espirituales”
nos acerca a su modo de conocer la realidad. Para responder a
nuestro contexto y a la función social por la que ha sido creado
el Colegio, incorporamos aspectos propios tomados del socio
constructivismo y respondemos al Curriculum Nacional Base
–CNB– del Ministerio de Educación.

El Colegio Loyola, como dice el P. Kolvenbach S.J., (1989), busca


“el crecimiento global de la persona que lleva a la acción… el
hombre para los demás”. Ello implica el desarrollo de sus po-
tencialidades para lograr una persona equilibrada, intelectual-
mente competente, abierto al crecimiento, religioso, amable y
comprometido. Se refiere a formar líderes en el servicio y en el
campo en el que se desenvuelven. Este liderazgo ignaciano es
un estilo de vida que al servicio de la misión de Jesucristo, se
inspira en los Ejercicios Espirituales para orientar y acompañar
el proceso de desarrollo humano en lo personal y comunitario,
hacia la excelencia integral, en la formación de hombres y mu-
jeres para los demás y con los demás.

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B. Criterios constitutivos de la visión
ignaciana

El término ignaciano se refiere a un camino o modo de pro-


ceder nacido de una larga tradición educativa y a un modo
particular de mirar hacia el futuro. Este modo de proceder im-
plica directivas y sabias observaciones inspiradas en el sentido
común, en principios cristianos, en experiencias educativas y
en la percepción de las necesidades del futuro.

La Pedagogía Ignaciana asume que el aprendizaje es un pro-


ceso siempre contextualizado. Cada persona construye sus
aprendizajes a través de procesos individuales y colectivos.
Por lo tanto, la práctica educativa debe recoger los intereses,
necesidades, sentimientos y competencias de cada uno para
que tenga sentido y desde allí, construir juntos el futuro. Parte
de la convicción de que se aprende mejor lo que tiene senti-
do cuando se realizan las actividades, se investiga, se hacen
preguntas, buscan soluciones, cuándo se dialoga, cuando se
anima a pensar y se ensayan respuestas.

Se parte de formar para promover una mejor calidad de vida,


forjando una cultura democrática en el ámbito de la vida co-
tidiana; tejiendo relaciones de justicia y solidaridad que abran
espacios para la libre determinación de las personas y grupos
como una forma de vivir desde el respeto a los demás y en la
afirmación de la igualdad de derechos para todos. Es así, que se
toman los siguientes criterios comunes a los colegios jesuitas.

 El fin de la Educación jesuita que es “formar hombres


y mujeres para los demás y con los demás”

 Una formación integral, inspirada y dirigida por un


humanismo cristiano.

 “El servicio a la fe y la promoción de la justicia, el diálo-


go y la inculturación” (cfr. CG. 34)

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 Una educación dirigida por la excelencia humana
integral.

 Una educación centrada en la persona.

 Una estructura como centro educativo de la Compa-


ñía de Jesús que sea corresponsable y participativa.

C. Características Generales
Tomamos en cuenta también, los principios generales descritos
en las Características de la Educación de la Compañía de Jesús.
1. Dios
Para Ignacio, Dios es Creador y Señor, Suprema Bondad, la
única Realidad que es absoluta; todas las demás realidades
proceden de Dios y tienen valor únicamente en cuanto
nos conducen a Dios. Este Dios está presente en nuestras
vidas, «trabajando por nosotros» en todas las cosas; puede
ser descubierto, por medio de la fe, en todos los aconteci-
mientos naturales y humanos, en la historia en su conjunto,
y muy especialmente en lo íntimo de la experiencia vivida
por cada persona individual.
Afirma la realidad del mundo. Ayuda a la formación total de
cada persona dentro de la comunidad humana. Ofrece una
dimensión religiosa que impregna la educación entera. Es
un instrumento apostólico. Promueve el diálogo entre la fe
y la cultura.

2. Libertad humana
Cada uno de los hombres o mujeres son conocidos y ama-
dos personalmente por Dios.
Este amor invita a una respuesta que, para ser auténtica-
mente humana, debe ser expresión de una libertad radical.

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Por eso, en orden a responder al amor de Dios, toda perso-
na es llamada a ser:

 Libre para darse a sí misma, aceptando la responsabi-


lidad y las consecuencias de las propias acciones: libre
para ser fiel.

 Libre para trabajar en fe en pro de la felicidad verda-


dera, que es el objetivo de la vida humana: libre para
trabajar con otros en el servicio del Reino de Dios por
la redención de la creación.

3. Búsqueda de la libertad
A causa del pecado y de sus efectos, la libertad para res-
ponder al amor de Dios no es automática. Ayudados y ro-
bustecidos por el amor redentor de Dios, estamos compro-
metidos en una lucha permanente por identificar y hacer
frente a los obstáculos que bloquean la libertad -incluidos
los efectos del pecado- , desarrollando al mismo tiempo
las capacidades necesarias para el ejercicio de la verdadera
libertad.
Está orientada hacia los valores. Promueve un conocimiento,
amor y aceptación realistas de uno mismo. Proporciona un
conocimiento realista del mundo en que vivimos.
4. Cristo, modelo de persona
La visión que Ignacio tiene del mundo está centrada en la
persona histórica de

Jesucristo. Él es el modelo de toda vida humana, por su


respuesta total al amor del Padre en el servicio a los demás.
Él comparte nuestra condición humana y nos invita a se-
guirle bajo la bandera de la Cruz , como respuesta de amor
al Padre. Él está vivo en medio de nosotros y sigue siendo el
Hombre para los demás en el servicio de Dios.

21
Propone a Cristo como modelo de vida humana. Ofrece
una atención pastoral adecuada. Celebra la fe en la oración
personal y comunitaria, en otras formas de culto y en el
servicio.

5. La acción
Una respuesta de amor y una respuesta libre al amor de
Dios no puede ser simplemente especulativa o teórica.
Por mucho que cueste, los principios especulativos deben
conducir a una acción decidida pues «el amor se muestra
en las obras». Ignacio pide un compromiso total y activo a
los hombres y mujeres para que, «por imitar y parecer más
actualmente a Cristo Nuestro Señor», pongan en práctica
sus ideales en el mundo real de la familia, de los negocios,
de los movimientos sociales, de las estructuras políticas y
legales y de las actividades religiosas.

Es una preparación para comprometerse en la vida activa.


Sirve a la fe que realiza la justicia. — Pretende formar «hom-
bres y mujeres para los demás. Manifiesta una preocupa-
ción particular por los pobres.

6. En la iglesia
Para Ignacio, la respuesta a la llamada de Cristo se realiza
en y por medio de la Iglesia Católica, el instrumento a
través del cual Cristo está sacramentalmente presente en
el mundo. María, la Madre de Jesús, es el modelo de esta
respuesta. Ignacio y sus primeros compañeros fueron todos
sacerdotes y pusieron la Compañía de Jesús al servicio del
Vicario de Cristo, para ir a «dondequiera que él juzgase ser
conveniente para mayor gloria divina y bien de las almas».

Es un instrumento apostólico, al servicio de la Iglesia, sir-


viendo a la sociedad humana. Prepara a los alumnos para

22
una participación activa en la Iglesia y en la comunidad
local, y para el servicio a los demás.

7. El “MAGIS” (Más)
Ignacio insistía repetidas veces en el «magis», el más. Su
preocupación constante fue el mayor servicio de Dios por
medio del más estrecho seguimiento de Cristo; y aquella
preocupación se extendió a toda la acción apostólica de los
primeros compañeros. La respuesta concreta a Dios debe
ser «de mayor estima y momento»

Busca la excelencia en su acción formativa. Da testimonio


de excelencia.

8. La comunidad
Cuando Ignacio llegó a conocer el amor de Dios revelado en
Jesucristo y comenzó a responder entregándose a sí mismo
al servicio del Reino de Dios, atrajo e hizo partícipes de su
experiencia a otros compañeros que se hicieron «amigos
en el Señor», para el servicio de los demás. La fuerza de una
comunidad trabajando en el servicio del Reino es mayor
que la de cualquier individuo o grupo de individuos.

Acentúa la colaboración entre jesuitas y laicos. Se basa en


un espíritu de comunidad entre: el equipo de profesores
y los directivos; la comunidad de jesuitas; los consejos de
gobierno; los padres; los estudiantes; los antiguos alumnos;
los bienhechores.

Se realiza dentro de una estructura que promueve la comu-


nidad...

9. El discernimiento
Ignacio y sus compañeros tomaban sus decisiones desde
un proceso permanente de discernimiento personal y el
común, realizado siempre en un contexto de oración.

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Cuando reflexionaban en oración, acerca de los resultados
de sus actividades, los compañeros revisaban las decisiones
anteriores e introducían adaptaciones en sus métodos, bus-
cando constantemente el mayor servicio de Dios («magis»).

Adapta medios y métodos en orden a lograr sus finalidades


con la mayor eficacia. Es un «sistema» de escuelas con una
visión y unas finalidades comunes. Proporciona la prepa-
ración profesional y la formación permanente necesaria,
especialmente de los profesores.

D. Paradigma Pedagógico Ignaciano


El Paradigma Pedagógico Ignaciano facilita el cómo acompañar
a las personas y ayudarlas a reflexionar sobre sus propias viven-
cias. Permite construir nuevos y más complejos significados. De
esta manera el aprendizaje conduce al cambio en el significado
de las propias experiencias para que el aprendizaje llegue a ser
significativo. Enseña a ver la realidad en su contexto social y
personal, incorpora la vida al proceso de aprender y de edu-
carse. Integra la experiencia, los sentimientos, la motivación, los
intereses, el pensamiento y la expresión personal.

El Paradigma a través de la reflexión, enseña a pensar, a analizar


críticamente la realidad, la búsqueda de la verdad y el compro-
miso con ésta. La reflexión se une a una vida comprometida
con la acción y al servicio a los demás. Implica también una
evaluación en la búsqueda de la excelencia y la obtención de
resultados.

Para ello, se toman en cuenta 5 dimensiones: contexto, expe-


riencia, reflexión, acción y evaluación.

El contexto permite conocer el entorno concreto en el que


se lleva a cabo el proceso de enseñanza y aprendizaje. Incluye

24
entender el mundo del estudiante, familia, compañeros, cos-
tumbres, intereses, presiones sociales, la vida escolar y otros
que afectan al estudiante en lo positivo y negativo. Es la acti-
vación de los conocimientos y experiencias previas. Es como
dice el documento de la Pedagogía Ignaciana, “conocer todo
lo que podamos del con­texto concreto en el que tiene lugar el
enseñar y el aprender.

La experiencia permite un aprendizaje eficaz y significativo


y sucede en la interacción del alumno con la experiencia. Los
alumnos seleccionan lo relevante para el tema a tratar sobre
hechos, sentimientos, valores e introspecciones que luego, por
medio de la asimilación de la nueva información, les lleva a
progresar en profundidad y verdad. Implica lo cognoscitivo y
afectivo pues ello lleva a la acción.

La reflexión utiliza los conocimientos, sentimientos e imagina-


ción para captar el significado de lo que se estudia. Es discernir
tomando en cuenta opiniones, causas, consecuencias, opcio-
nes y valorarlas para alcanzar el objetivo propuesto. La reflexión
es un proceso formativo y liberador pues forma la conciencia
ya que promueve la decisión y el compromiso.

La acción implica adoptar una actitud para llegar al hacer y


actuar. Toma en cuenta los contenidos percibidos y analizados
para realizar acciones concretas y coherentes.

La evaluación incluye el progreso de los contenidos acadé-


micos y actitudinales de los estudiantes. Cada uno de estos se
realiza por medio de instrumentos y métodos formativos que
permiten retroalimentar y conocer los avances. Se estimula la
reflexión, se presentan nuevas perspectivas y se sugieren mo-
dos de ver las cosas desde otros puntos de vista.

Rol del docente


El rol del docente es de facilitador y mediador para la cons-

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trucción del conocimiento. Es quien crea las condiciones
y proporciona las oportunidades para que el estudiante
pueda abordar los distintos procesos. Guía en la reflexión
y atiende individualmente a los alumnos para que todos
aprendan, maduren y desarrollen sus habilidades.
El educador aparece como un testigo de los valores y principios
ignacianos, como un facilitador del proceso de crecimiento
personal. “Como una presencia educativa que acompaña
en la búsqueda de la verdad”. (C.E., 42 – 48)

Rol del estudiante:


El estudiante es el centro del aprendizaje, por lo que su
participación es importante y activa. Se compromete con
lo que hace y dice, pues ello le lleva a la construcción de
conocimientos. Es responsable de sus logros y limitaciones,
buscando alternativas para superarlas. Colabora con las
distintas actividades programadas y aporta buscando el
bien común. Opina y reflexiona lo que le permite plantear
y resolver problemas. Es crítico ante la realidad que le rodea
y proyecta los valores que le llevan a dar lo mejor de sí y
servir a los demás.

E. Metodología
Hablar de la integralidad de la persona, es tomar en cuenta las
distintas áreas que la conforman. Nuestro enfoque educativo
prioriza a la persona en su contexto interpersonal e intraper-
sonal.

Para nosotros, la enseñanza es un proceso que tiene como


fin, andamiar el logro de aprendizajes significativos donde se
da la reciprocidad y la construcción conjunta entre maestros,
alumnos y comunidad educativa. Lleva a nuestros estudiantes
a ser autónomos y dotados de las herramientas para aprender

26
a aprender. Se desarrollan procesos metacognitivos que permi-
ten al alumno explorar su pensamiento y procesos cognitivos
para que en la reflexión, valoren lo que hacen, introduzcan
mejoras y lo transfieran a otras situaciones. Se promueven
contenidos declarativos, procedimentales y actitudinales que
responden a procesos cognitivos, afectivos, conductuales y la
formación en valores.

Para el Loyola, el aprendizaje es la apropiación de los saberes


de la cultura por medio de la participación en actividades con-
juntas. Para lograrlo se planifican centros de aprendizaje que
permiten a los estudiantes interactuar logrando así, una par-
ticipación y maduración por la interacción entre los compañe-
ros, maestros y contenidos. El estudiante se propone y controla
sus metas y establece nuevas, llegando con esto a procesos de
metacognición y autorregulación. Ello lleva al crecimiento en
conocimientos y destrezas. Es como dice la Pedagogía Ignacia-
na, en la Anotación 1, “aprender es todo modo de experiencia,
reflexión y acción en torno a la verdad; toda forma de preparar
y disponer la persona para vencer todos los obstáculos que
impiden la libertad y el crecimiento”.

Para lograrlo, hemos adoptado la estrategia de los amplios


períodos de estudio, que además de permitir los procesos
descritos y la profundización de los temas, está centrada en el
estudiante. Estos períodos son amplios porque se trabaja un
período de 60 minutos, eliminando el de 40 minutos. Incluye
4 momentos: a) introducción motivante y activación de presa-
beres, b) construcción del conocimiento y trabajo personal, c)
aprendizaje cooperativo, d) reflexión y puesta en común.

Involucra un aprendizaje cooperativo y participativo donde el


estudiante se compromete con su aprendizaje. Le permite que
aprenda a pensar; aprenda a aprender, aprenda a plantear y
resolver problemas. Por medio de distintas tareas académicas
se ejercita activamente y experimenta, reflexiona, actúa y se

27
autoevalúe. Al cooperar, se produce una interacción promocio-
nante en la que las acciones de uno contribuyen a la consecu-
ción de todos y cada uno. Se pretende el beneficio mutuo y las
recompensas son compartidas.

La Congregación 35, señala que toda institución educativa


jesuita debe poseer la “capacidad de renovarse a sí misma
y contribuir a las necesidades de la sociedad”. Con esto en
mente, se introducen las nuevas tecnologías de información y
comunicación –TICs– que favorecen el aprendizaje por medio
de la tecnología y la web. Ello requiere de capacidades para la
gestión de la información ya que se necesitan de estrategias
para seleccionar, generalizar, analizar, contrastar, construir, eva-
luar e integrar la información. Para lograrlo, se realizan proyec-
tos integrando las distintas áreas del currículo, se incorporan
aprendizajes en línea y se desarrolla el pensamiento creativo y
reflexivo, cuestionando la información desde distintos puntos
de vista.

F. Evaluación
El PEC invita a las instituciones educativas jesuitas a orientar
los procesos dentro de una cultura evaluativa, donde el Magis
Ignaciano lleve a una continua renovación, ajuste de sus obje-
tivos, planes y proyectos institucionales, realizada con criterios
coherentes a la identidad ignaciana.

En este sentido la evaluación del Colegio, está orientada al


alumnado, docentes, clima del aula, programaciones y materia-
les curriculares, a la toma de decisiones, al logro de los objetivos
y a la funcionalidad del aprendizaje, con una proyección al fu-
turo y a la inserción de la persona en la sociedad. Es vista como
una herramienta de reflexión y como un proceso integrador.
Es así, que se lleva a cabo la Evaluación de 360º, la evaluación

28
formativa y de proceso y la investigación acción en el aula.

La Evaluación 360º es una evaluación del desempeño dirigida


a los colaboradores del Colegio. Es realizada por el propio inte-
resado, el jefe inmediato y superior, los compañeros y benefi-
ciarios. Ello permite tener una visión completa y objetiva de los
servicios prestados.

La evaluación formativa y de proceso incluye a los estudiantes


en respuesta a la formación integral que se promueve. Implica
la evaluación de los contenidos declarativos, procedimientales
y actitudinales que se concretiza en la Boleta del Logro de los
Aprendizajes que los alumnos reciben al final de cada bloque.
Abarca distintos instrumentos para la valoración del dominio
cognoscitivo y académico como los propios para los valores y
actitudes. Dentro de ellos están las autoevaluaciones, diálogos
personales, revisión de diarios y metas. Como es una evalua-
ción de proceso, permite introducir los cambios para la mejora
personal y de los distintos elementos que se involucran en los
procesos de aprendizaje y enseñanza.

G. Valores
Consideramos primordial formar en valores para dar testimonio
de la verdad frente a las corrientes que deshumanizan, margi-
nan y alienan.

Educar en valores para el Colegio, es abrir diferentes caminos y


opciones y, ayudar a que cada uno vea cuales son las mejores.
Es ayudar a los estudiantes a desarrollar la capacidad de elec-
ción y a actuar de acuerdo a las metas e ideales, impulsando la
coherencia entre lo que se piensa, dice y hace. Toma en cuenta
el discernimiento pues indaga, busca, se cuestiona, evalúa. Las
Características de la Educación de la Compañía de Jesús dicen
al respecto que “las líneas de acción de la escuela y su vida im-

29
pulsan el respeto mutuo y promueven la dignidad humana y
los derechos humanos de toda persona, adultos y jóvenes, en la
comunidad educativa.”

Los valores aportan una mejor calidad de vida a las personas.


Ayudan a crecer, al desarrollo armonioso de todas las cualida-
des del ser humano. Le llevan a su propia construcción, y por
consiguiente, a su plena realización y a la de los demás.

Los valores ignacianos que promovemos son:

a) Amor, en un mundo egoísta e indiferente.


b) Justicia, frente a tantas formas de injusticia y
exclusión.
c) Paz, en oposición a la violencia.
d) Honestidad, frente a la corrupción.
e) Solidaridad, en oposición al individualismo y a la
competencia.
f) Sobriedad, en oposición a una sociedad basada
en el consumismo.
g) Contemplación y gratuidad, en oposición al
pragmatismo y al utilitarismo.

La formación en valores es un eje transversal, lo que implica la


enseñanza en todas las áreas, momentos y lugares. Cualquier
situación es aprovechada para reforzarlos e inculcarlos.

H. Perfiles
Se presentan a continuación los perfiles del alumno, del do-
cente y de los padres de familia. Conscientes del enfoque por
competencias en el que actualmente se enfoca la educación,
tomamos como base las competencias desarrolladas por un
equipo del Liceo Javier asesorados por el P. Achaerandio del

30
libro “Competencias fundamentales para la vida”. Es así, que
el perfil del estudiante incluye competencias instrumentales,
interpersonales y sistémicas.

El Loyola asume como competencias instrumentales las habi-


lidades de pensamiento lógico, crítico constructivo, reflexivo y
analítico. Estas permiten relacionar, comparar, analizar, sinteti-
zar, deducir, inducir, resolver, y evaluar.

Las interpersonales se refieren a las relaciones que promueven


el diálogo con el fin de crear relaciones constructivas y positivas
entre las personas y ambientes. Toma en cuenta las habilidades
para la automotivación, la comunicación, la ética y el trabajo
en equipo.

Las sistémicas tienen que ver con el liderazgo ignaciano y la


gestión por objetivos. Ambas se enfocan en guiar, influir y lograr
llevar a la acción lo propuesto. Además del desarrollo personal
se enfoca en lo profesional y comunitario. Aplica habilidades
para planificar, organizar, comunicar y evaluar.

a. Perfil del alumno


El alumno egresado del Colegio Loyola:

Competencias instrumentales:
 Aplica y relaciona los conocimientos de las distintas
áreas académicas y prácticas en la solución de proble-
mas de su comunidad y sociedad.
 Aplica estrategias metacognitivas que le permiten
autorregular sus procesos de aprendizaje.
 Investiga, selecciona e integra la información prove-
niente de diferentes fuentes que le permiten aprender
y generar nuevas ideas.
 Analiza críticamente su contexto y propicia acciones
que lo llevan a la mejora personal y comunitaria.

31
 Organiza y planifica su tiempo, las tareas y la infor-
mación para crear, aprender, proponer y resolver
problemas.
 Reflexiona en torno a acontecimientos o pensamien-
tos que le permiten planificar e intervenir a futuro.
 Cuestiona ideas, posturas y propuestas para reelabo-
rar y crear nuevas actitudes y soluciones.
 Aplica el discernimiento en las distintas reflexiones y
evaluaciones que realiza.
 Maneja, integra y utiliza las TICs como una herramien-
ta de trabajo.

Competencias interpersonales:
 Se comunica, expresa sus ideas y sentimientos de
forma coherente en lo oral y escrito.
 Trabaja en forma autónoma y en equipo aportando
creativamente sus experiencias y conocimientos.
 Se conoce, valora, se respeta a sí mismo y a las distin-
tas culturas del país y del mundo.
 Se responsabiliza de sus propias acciones que reper-
cuten en las relaciones con los demás.
 Muestra en su experiencia de vida una actitud de
respeto y contemplación de la naturaleza.
 Valora y actúa en su ambiente natural y social colabo-
rando en su conservación y mejora.
 Posee y pone en práctica estrategias para la automo-
tivación, el reconocimiento de aciertos y errores que
lo lleven a generar relaciones propositivas.
 Desarrolla habilidades sociales asertivas, armónicas y

32
edificantes de las cuales disfruta y favorecen su creci-
miento personal.
 Es responsable del trabajo en equipo ejerciendo lide-
razgo y compromiso en la tarea compartida.
 Aplica la solidaridad, justicia y libertad que le permiten
afrontar los problemas de forma positiva.
 Reflexiona en base a la experiencia y a los conocimien-
tos adquiridos para la toma de decisiones asertivas.

Competencias sistémicas:
 Escucha y es receptivo de las ideas y propuestas de los
demás.
 Planifica y organiza el trabajo para lograr la meta
común.
 Comunica asertivamente las líneas de acción a seguir
para el logro de objetivos.
 Evalúa y reflexiona para introducir cambios y mejoras.
 Vive desde una actitud de seguimiento a Jesús.

b. Perfil del Docente


Persona compatible con la identidad jesuítica y consciente de
su rol dentro de un centro de inspiración cristiana. Capaz de
procurar un contexto dialogal, estableciendo procesos que
permitan la comunicación en general.

 Ser humano en formación permanente como educa-


dor; esta formación contendrá aspectos en la dimen-
sión técnico-pedagógica, de desarrollo personal y de
identidad ignaciana.
 Persona proactiva, que sea capaz de proyectarse a
través de comisiones, consejos, equipos de trabajo,

33
que relacionen las diferentes áreas según necesidades
y características propias del centro educativo.
 Líder capaz de activar la comunidad educativa ejer-
ciendo un rol dinámico, que promueva la investiga-
ción, el intercambio de conocimientos, y la construc-
ción colectiva de saberes en permanente diálogo con
el entorno.
 Ser, capaz de buscar y hallar la voluntad de Dios en su
vida profesional y personal, para ensanchar el corazón
a las dimensiones del mundo, pero aterrizando en lo
concreto, en reconciliación constante con los ambien-
tes que le rodeen.
 Conocedor de la realidad, posibilitando examinarla
periódicamente.
 Discerniente, a la luz de la oración y de la razón ilumi-
nada por la fe, para mejorar, para que la vida personal
sea más acorde con el Evangelio.
 Persona al encuentro de Dios en todo lo creado, sien-
do contemplativo en la acción y unido a Él en todo lo
que se realice.
 Persona que forma para la vida con el dominio de
las disciplinas básicas, humanísticas y científicas; que
incluya una creciente capacidad de razonamiento
y reflexión lógica y crítica, sabiendo usar también la
tecnología.
 Promotor del diálogo entre fe y cultura, fe y ciencia.

c. Perfil del Padre y Madre de Familia


Se identifica con el Proyecto Educativo, su misión y visión y
lo lleva a la acción en los diferentes momentos de la vida del
Colegio.

34
 Es entusiasta y colabora en las diferentes actividades
escolares y extra escolares.
 Acompaña a su hijo en la reflexión y toma de decisio-
nes que le permiten un crecimiento integral, fomen-
tando la autonomía y libertad responsable.
 Crea relaciones positivas entre los distintos miembros
de la comunidad educativa.
 Fomenta el diálogo respetando los canales de comu-
nicación establecidos.
 Colabora con el Colegio en la formación de conoci-
mientos, actitudes y valores.
 Analiza los informes de progreso de su hijo para re-
troalimentarlo de forma constante y positiva.
 Anima a su hijo a interiorizar y asumir las orientaciones
del Manual de Convivencia para desarrollar la respon-
sabilidad y sana convivencia.

I. Modelo De Gestión Ignaciano


El modelo de gestión de calidad del Colegio Loyola da res-
puesta a lo planteado en el PEC, Proyecto Educativo Común
de la Compañía de Jesús en un estilo coherente con la visión
ignaciana del ser humano y de la sociedad, dando testimonio
de los valores que se desean promover, con la capacidad de
adaptación a “tiempos, momentos y lugares”.

Este modelo de gestión se traduce en proyectos orientados a


articular evangelización, educación y promoción social en pro-
puestas abiertas y flexibles, atentas a las corrientes educativas
actuales, sensibles a los distintos contextos sociales y culturales.
Se apuesta con ello a la transformación de la educación y a
generar caminos de humanización, que abran horizontes y
den sentido al encuentro con Dios presente y encarnado en la

35
historia y que nos revela la dignidad de la persona.

La “Ratio Studiorum“ sentido y estructuración de los Estudios


de la Compañía de Jesús van a dar vida a la visión educativa,
gerencial y administrativa y su origen está presente en los E.E.

Las anotaciones en los E.E. nos orientan a la comprensión del


“Enfoque Personalizado de la educación ignaciana que dan
sentido al acompañamiento personal y al estilo pedagógico
Ignaciano.

El proceso de construcción de conocimiento desde la integra-


ción del contexto, experiencia, reflexión acción evaluación, en
su Paradigma Pedagógico Ignaciano PPI.

Así, estos principios pedagógicos ignacianos parten de la con-


vicción de la valoración de la educación en la medida que for-
me personas capaces de actuar en sintonía con los valores, una
pedagogía que ubica a la persona como centro del proceso
educativo, que se construye en interacción con los demás y en
contextos socioculturales concretos.

Nuestro modelo de gestión de la educación, favorece la cons-


trucción de personas sociales, colectivas, comprometidas con
la transformación de la sociedad y la globalidad del planeta,
que se fundamenta en el desarrollo de una comunicación hori-
zontal entre los sujetos involucrados en el proceso.

Es medular la apuesta por la vida, por la realización de las per-


sonas, por la humanización de nuestra sociedad, en una visión
de la educación en la que se forma para promover una mejor
calidad de vida, forjando una cultura democrática en el ámbito
de la vida cotidiana. Tejiendo relaciones de justicia y solidaridad
que abran espacios para la libre determinación de las personas
y grupos como una forma de vivir desde el respeto a los demás
y en la afirmación de la igualdad de derechos para todos y
todas.

36
El diseño de gestión de institucional del colegio Loyola respon-
de a la corresponsabilidad de la misión global de la Compañía
de Jesús para el sector educación en un modelo innovador,
capaz de vivir el cambio y orientar mirando al futuro en un
proceso continuo de formación, innovación y mejora, que nos
permita, mantener nuestros rasgos de identidad, reflexionar
sobre la tarea educativa y responder satisfactoriamente a las
necesidades que nuestro entorno y la sociedad nos plantea.

Los Indicadores de gestión que nos permitirán la implemen-


tación del despliegue del direccionamiento estratégico del
colegio son:
 Planificación y organización anual
 Gestión del conocimiento como soporte del trabajo
educativo
 Plan de seguimiento y medición que permita evaluar
los avances de acuerdo a los objetivos planteados
 Estrategias de mejora y calidad de acuerdo a las líneas
de la misión, visión y valores
 Establecer estrategias de comunicación horizontal y
vertical a lo interno de la institución.
 Plan de formación psicopedagógica, psicoespiritual
y sociocultural del recurso humano. de la institución
(directivos, docentes, administrativos).
 Políticas de gestión y relación de redes y alianzas inte-
rinstitucionales con obras de la Compañía de Jesús.

a. Organización:
El Colegio Loyola realiza su gestión desde un organigrama
matricial de parrilla que muestra la relación entre instancias y
departamentos. Este diseño da seguimiento a los procesos,
líneas de pensamiento, valores, visión y misión de forma global
e integrada. Fluye desde la Dirección, consejo consultivo y la

37
gestión administrativa, y conecta con las Coordinaciones, las
cuales dan seguimiento desde la verticalidad, a la cotidianidad
de la vida en el Colegio.

La horizontalidad es desde donde ejercen su función los dife-


rentes Departamentos lo que asegura una visión progresiva y
el continuo educativo.

Los puntos de convergencia e integración entre Coordinacio-


nes y Departamentos son clave en la comunicación y segui-
miento de procesos institucionales.

La Administración hace su enlace con las Direcciones y esto


asegura una visión integrada en la toma de decisiones en la
gestión administrativa y psicopedagógica del Colegio.

La identidad y visión ignaciana de la educación, los valores


distintivos, la formación integral, el sentido personalizado de
la pedagogía y el Magis, en este diseño de gestión matricial
permite que esta Propuesta Educativa se haga realidad en el
día a día, a partir del liderazgo ignaciano.

Se presenta a continuación, el organigrama que ejemplifica las


relaciones entre las distintas instancias.
Director General

Director
Técnico

Consejo del
Administración
Director

Coordinación Coordinación Coordinación


Preprimaria Primaria Secundaria

Departamento Maestros Maestros Maestros


de pastoral y alumnos y alumnos y alumnos

Departamento Maestros Maestros Maestros


pedagógico y alumnos y alumnos y alumnos

Departamento de Maestros Maestros Maestros


convivencia y alumnos y alumnos y alumnos

Departamento de Maestros Maestros Maestros


orientación y alumnos y alumnos y alumnos

38
b. Administración:
A partir del año 2007, el Colegio cuenta con el Sistema Integral
de los colegios de la Compañía de Jesús, el cual consta de 5
módulos: Cuenta Corriente, Académico, Bancos, Contabilidad,
Planillas y Presupuestos. Estos se han implementado gradual-
mente, terminando en el 2011.

El espacio físico está diseñado para el Colegio. Esta ventaja nos


hace ser competentes ante otros colegios del sector, los cuales
son residencias con adaptaciones. Se han tenido mejoras en la
infraestructura del edificio y se ha mejorado la distribución del
espacio físico y ubicación de salones.

Dentro de las mejoras está el remozamiento en la pintura ex-


terior, en la entrada del Colegio y en los distintos niveles. Se
han remodelado la biblioteca, sala de lectura y audiovisuales.
Se ha introducido nuevo mobiliario y equipo el que responde
a la metodología implementada. El cambio de mobiliario se
ha dado en su totalidad en el nivel preprimario. Para el resto de
niveles se irá realizando en forma gradual.

Se cuenta con nuevos espacios. Uno de ellos es el “Salón Padre


Arrupe”, que se utiliza como comedor y sala de usos múltiples.
Otro es la capilla, que se encuentra ubicada en el cuarto nivel
del área de primaria. También se ha reestructurado el Departa-
mento de Orientación, con cinco nuevas clínicas, oficina y sala
de reuniones.

c. Formación
La formación docente permite que el maestro esté actualizado,
posea las herramientas para una enseñanza efectiva, se identi-
fique con el modelo educativo y crezca como persona. Incluye
formación pedagógica y de crecimiento espiritual la que se
planifica en forma integral y continua. Se cuenta para ello con
formaciones de tres días o más, en tres momentos del año y

39
las actualizaciones que se ofrecen un sábado al mes. Se brinda
también formación a los padres de familia, en temas de interés
para apoyar la actividad educativa en familia.

d. Acompañamiento:
Otro aspecto clave en la formación ignaciana es el acompaña-
miento a la persona ya sea docente, estudiante, personal ad-
ministrativo y padres de familia. Se denomina “cura personalis”
pues como su nombre lo indica, es el cuidado de la persona.
Es una característica muy propia de la Espiritualidad Ignaciana
y de la educación jesuítica. Ignacio experimentó, que en su
camino hacia Dios la persona tiene necesidad de la “cura”, de la
ayuda de un compañero de ruta, que le acompañe en el creci-
miento y desarrollo personal y pueda “reflectir en sí mismo” en
un ambiente de mutua confianza.

La “cura personalis” no es sino la ayuda de persona a persona,


en donde Dios y el hombre se encuentran. Ocurre desde la
vocación de cada persona, su historia particular, el presente y
las metas a futuro. Se tiene un acompañante que es ejemplo
de vida y que contribuye a la formación de los alumnos siendo
coherente en palabras y acciones.

Como se propone en las Características de la Educación de


la Compañía de Jesús, el Colegio Loyola no sólo forma en la
excelencia académica sino en la integralidad de la persona para
una vida responsable en el pueblo de Dios y en la sociedad.

El enfoque de acompañamiento para el Colegio Loyola es


multidisciplinario y pretende con ello guiar al padre de familia,
docente y alumno para que se conozcan y reflexionen juntos,
sobre sus acciones, propongan soluciones, diseñen planes de
acción, mejoren su rendimiento académico y se potencie su
crecimiento personal. Esto se trabaja por medio de sesiones
individuales y pequeños grupos en donde se desarrollan pro-
cesos de observación, diálogo y reflexión.

40
El Departamento de Orientación Psicopedagógica del Colegio
Loyola aporta y apoya el acompañamiento. Se visualiza como
un componente integrado a la vida misma del Colegio. Integra
un modelo con aspectos relativos al desarrollo psicopersonal,
de aprendizaje y conductual, en diferentes fases de interven-
ción. Estas son:

 Interacción y acompañamiento
 Intervención psicopedagógica

El Departamento de Orientación Psicopedagógica se adentra


en el proceso educativo mismo y en el crecimiento personal
con el fin de mejorarlo. Se convierte así en un elemento dinámi-
co de la acción educativa, razón por la cual se ha trabajado en
la mejora de la infraestructura, en el fortalecimiento del equipo
de trabajo y en una visión integrada a la dinámica escolar.

e. Comunidad Educativa
En el modelo educativo jesuitico, la familia es el primer factor
y el principal para la socialización, transmisión de la cultura y
formación en valores. El Colegio es un agente importante que
complementa y contribuye a ello por medio de la calidad in-
tegral que ofrece. Por ello, es necesaria la compatibilidad de
criterios y acciones educativas entre ambos.

Para que los alumnos logren el nivel de excelencia deseado,


el involucramiento de los padres de familia es necesario. Se
espera el compromiso y se fomenta una sana comunicación
buscando en todo la implementación del Proyecto Educativo.

El Colegio abre el espacio para la participación por medio del


Proyecto Madres y Padres en Acción Loyola. Ofrece formación
por medio de la Escuela para Padres, invita al diálogo e integra
las sugerencias que llevan a la mejora de los procesos. Un espa-
cio privilegiado que permite la unidad y relación familia colegio
es el Día Familiar, programado cuatro domingos al año.

41
A este respecto, el PEC dice que, “las comunidades educativas
configuren una red animada en sus relaciones por el mismo
espíritu y la misma vocación y generen políticas que impulsen
una gestión coherente para contribuir juntos a conseguir la
misión y la visión”.

La Comunidad Educativa para la espiritualidad ignaciana es una


experiencia de crecimiento humano integral y por ello es una
experiencia de paz personal y de paz social, es la encarnación
de la sociedad nueva que buscamos y se convierte automática-
mente en un nuevo modelo de relaciones interpersonales y en
testimonio esperanzador. Es una experiencia integral de vida y
desarrollo. Estas educan desarrollando una ética que respeta la
dignidad de cada uno y hace posible la libertad, la convivencia
democrática y pacífica y el respeto a los derechos humanos. Su
fin último es el de formar hombres y mujeres que sean capaces
de vivir en plenitud y con dignidad, asumiendo responsable-
mente su condición humana.

f. Redes Cooperativas
La cooperación entre las obras de la Compañía de Jesús permite
la complementariedad y la realización de actividades conjuntas
con el fin de integrar los servicios educativos y dar continuidad
a los principios, valores y procesos que se promueven.

El Colegio pertenece a la Asociación de Colegios Jesuitas


de la Provincia Centroamericana –ACOSICAM– y a la Federa-
ción Latinoamericana de Colegios de la Compañía de Jesús
–FLACSI–. La primera da las bases para la gestión educativa. A
la vez, promueve los encuentros de homólogos y formación
espiritual que posibilita el desarrollo de los principios, valores y
procesos que se fomentan. FLACSI es un organismo internacio-
nal que reúne a las 96 instituciones educativas de Latinoamé-
rica de los niveles inicial, primario, secundario y superior con
el fin de unificar y fortalecer la formación educativa ignaciana.

42
Abarca también la educación no formal y popular así como dos
Centros Pedagógicos de reflexión ignaciana.

Para ir consolidando el trabajo en red, el Colegio Loyola y la


Universidad Rafael Landívar desde distintos programas colabo-
ran en proyectos que benefician a los estudiantes de ambas
instituciones.

En el 2010 se inició la cooperación con el Liceo Javier por


medio del diálogo y el acercamiento del personal y alumnos
en actividades organizadas en conjunto. Nos hemos integra-
do para unificarnos en distintas áreas como las académicas,
administrativas, deportivas, espirituales y de convivencia. Esta
colaboración nos permitirá ir creando la plataforma educativa
de la Compañía de Jesús en Guatemala.

Otras instituciones con quienes se tiene relación es la Funda-


ción Jorge Toruño con quien se trabaja el Programa de Cuotas
Diferenciadas que beneficia a familias con necesidades eco-
nómicas. Esta fundación está integrada por antiguos alumnos
de instituciones jesuitas quienes han hecho vida el servir a
los demás. Se pertenece también a la Asociación de Colegios
Católicos –ANACC– quienes se promulgan y responden a los
planteamientos públicos y eclesiales en el contexto social gua-
temalteco.

Se colabora también no sólo a lo interno sino a lo externo, rea-


lizando actividades y proyectos con universidades, editoriales
y Ministerio de Educación. A pesar de que cada institución es
independiente, se aporta desde la diversidad, enriqueciendo
los procesos educativos.

g. Actividades Extra Curriculares


El Colegio Loyola ofrece actividades extra curriculares que
complementan y desarrollan las habilidades y destrezas para
una formación integral.

43
Dentro de ellas están:
 Coro
 Teatro
 Danza folklórica
 Círculos de lectura
 Cultura de paz
 Grupos MAGIS
 Grupo Scout
 Pintura
 Deporte
 Ajedrez

44
BIBLIOGRAFÍA

Asociación de Colegios de la Provincia Centroamericana. 1986.


Características de la Educación de la Compañía de Jesús en
América Latina.

Liceo Javier. 2010. Competencias Fundamentales para la Vida.


Guatemala.

Ministerio de Educación. 2008. Manual para la elaboración del


Proyecto Educativa Institucional. Guatemala. DIGEACE.

Ministerio de Educación 2005. Curriculum Nacional Base. Gua-


temala

Najarro Arriola, Armando. 1986. Evaluación institucional de los


veintisiete años de labor educativa del Colegio Loyola. Guate-
mala. Universidad Rafael Landívar.

Pedagogía Ignaciana: un planteamiento práctico (1998). Roma.


Curia S.J.

Proyecto Educativo Común de la Compañía de Jesús en Améri-


ca Latina. 2005. 11º Asamblea de la CPAL. Brasil

45

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