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É T I C A Y E D U C A C I Ó N : U N A P R O P U E S T A E D U C A T I V A

EDITORIAL. Revista Virtual Redipe: Año 7 Volumen 8


RECIBIDO EL 11 DE MAYO DE 2018 - ACEPTADO EL 13 DE JUNIO DE 2018

ÉTICA Y EDUCACIÓN:
UNA PROPUESTA EDUCATIVA
Pedro Ortega Ruiz

·
Director Red Internacional de Pedagogía de

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la alteridad. RIPAL- REDIPE

·
Comité de Calidad Redipe, España

B O L E T Í N
portega@um.es

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“Todas las tentativas de luchar contra la
frialdad que penetra por todas partes están
condenadas al fracaso mientras no se dirijan
a sus raíces sociales, es decir, al sistema
social que produce y reproduce la frialdad.
Si algo puede ayudar contra la frialdad como
condición de la desgracia es la comprensión
de las condiciones que la hacen posible”

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(Th.W. Adorno).

I S N N
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Resumen: es acogida al otro en la singularidad de su


existencia; es respuesta responsable al otro en
Toda acción educativa es deudora de una la realidad de su contexto o circunstancia; es
determinada ética que le da soporte y coherencia. memoria de aquellos que nos han precedido y
Este trabajo tiene su anclaje en la ética de la ayudado, desde su testimonio a vivir una vida
compasión de Levinas. Urge recuperar al sujeto más humana; es denuncia de las situaciones de
de la educación y hacer que sobre él recaiga injusticia que oprimen a los individuos e impiden
toda la acción educativa a partir del contexto una vida justa; y es, finalmente, una actividad
en el que vive. El carácter singular del ser atravesada, de principio a fin, por la ética.
humano es todavía una deuda pendiente en el
discurso pedagógico y en la praxis educativa. Palabras clave: ética, educación, acogida,
Desde la ética de la compasión, la educación contexto, memoria.
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Summary educativo nos permite hacer una valoración de


“lo que nos ha pasado y de lo que hemos vivido”,
Every educational action is indebted to a certain por emplear el lenguaje del filósofo Ortega y
ethic that gives it support and coherence. This Gasset. Nuestra praxis educativa y nuestro
work has its anchor in the Levinas ethics of discurso pedagógico no se pueden desligar de
compassion. It is urgent to recover the subject cómo entendemos al ser humano, de cómo nos
of education and make all educational action relacionamos con los demás y con el mundo.
fall on him from the context in which he lives. Nuestras creencias (valores) atraviesan nuestra
The singular character of the human being is vida cotidiana dándole sentido, dirección y
still a pending debt in pedagogical discourse coherencia. No son acompañantes inocuos
and educational praxis. From the ethic of que asisten indiferentes a nuestro devenir.
compassion, education is to “welcome” the Constituyen, por el contrario, “el estrato básico,
other in the singularity of its existence; it is a

·
el más profundo de la arquitectura de nuestra

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responsible response to the other in the reality vida. Vivimos de ellas y, por lo mismo, no solemos

·
of its context or circumstance; It is the memory pensar en ellas. Pensamos en lo que nos es
of those who have preceded and helped us,

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más o menos cuestión. Por eso decimos que
from their testimony to live a more human life; tenemos estas o las otras ideas; pero nuestras
it is a denunciation of situations of injustice that creencias, más que tenerlas, las somos” (Ortega
oppress individuals and impede a just life; and it y Gasset, 1973, 18).

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is, finally, a traversed activity, from beginning to
end, by ethics. La idea de una escuela competitiva, vinculada
al éxito académico va dando paso, lentamente,
Key words: ethics, education, reception, a otra más preocupada por la apropiación de
context, memory. valores éticos, al menos a nivel de declaraciones
formales. Se entiende que una persona “formada”
Introducción
ya no es aquella que posee unos conocimientos
El carácter singular, excepcional del individuo y habilidades o competencias adecuados para

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humano es, sin duda, uno de los aspectos más la sociedad de su tiempo, sino, además, aquella
olvidados en el discurso y práctica educativos, que ha interiorizado unos valores éticos que
y su influencia se ha hecho sentir en una le permiten situarse en el mundo y con los I S N N

enseñanza demasiado escorada al cultivo de la demás de una manera responsable y solidaria.


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inteligencia, marginando otras dimensiones del Educar ya no se identifica con instruir o enseñar.
ser humano indispensables para una formación Implica, además, apropiarse de los valores
integral. Recuperar al sujeto de la educación, éticos que hacen del ser humano un sujeto
hacer que sobre él vertebre toda la acción moral, es decir, responsable; una educación
educativa, es hoy una tarea inaplazable (Ortega que capacite al educando para leer e interpretar
y Romero, 2014). Ello conlleva incorporar al los acontecimientos de su tiempo; que frente
individuo concreto, histórico, a los procesos a los retos de la sociedad actual (inmigración,
educativos; exige encontrarnos con él, en su pobreza y marginación, degradación ambiental,
cultura, en la urdimbre de su vida, desde donde corrupción y narcotráfico…) pueda decir “su”
se expresa, piensa y siente. Es decir, hacer que palabra y actuar desde la responsabilidad.
el educando sea el punto de partida y el punto
Levinas no aborda formalmente el tema de la
de llegada de toda acción educativa.
“educación”, como tampoco se muestra sensible
Analizar nuestro presente y nuestro pasado al estudio de la “cuestión social”. Su reflexión
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ética permanece en el ámbito de las relaciones memoria es reconocimiento del pasado y justicia
interpersonales. Levinas entreabre la puerta a con las víctimas; y 4) la denuncia de “lo que no
“lo social” cuando escribe sobre la relación ética debe ser” es integrante necesario de la acción
con el otro, en la que contempla la presencia de educativa.
un “tercero”. A pesar de esta ausencia, es fácil
1. La educación es, en su misma raíz,
encontrar en la obra de esto autor el impulso y
una acción ética
el soporte teórico para una educación que tenga
en cuenta al otro en su realidad histórica, y no “No hay educación sin ética. Aquello que
como pretexto para otros fines supuestamente distingue la educación del adoctrinamiento
educativos. es precisamente que la primera tiene
ineludiblemente un componente ético” (Mèlich,
La ética levinasiana (soporte teórico de este
2002, 51). Sólo puede haber acción educativa
trabajo) obliga a contemplar la educación como

·
si ésta tiene como finalidad la consecución de

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acontecimiento ético situado en el tiempo y en
objetivos en sí mismos valiosos, éticamente

·
el espacio, como acogida responsable al otro
asumibles por todos, y si es una acción ética en
que implica a ambos, educador y educando, y

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todo el proceso de su realización. Una educación
que a ambos dignifica. Pero la compasión no
que prescinda de los valores, en la pretensión
se da hacia un ser abstracto, ideal, sin rostro ni
de ser “neutral” u “objetiva”, además de ser
contexto, sino hacia alguien concreto necesitado

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imposible e indeseable, es una contradicción
de ayuda y de acogida. “La compasión tiene
en sus propios términos. La acción educativa
delante al individuo concreto no separado de la
se sostiene en función de que asume que algo
circunstancia en la que vive; la compasión no
éticamente deseable merece ser enseñado
suple a la justicia, ni es una forma adulterada
y aprendido. En cada acción educativa se
de practicar la beneficencia y tranquilizar las
transmiten, inevitablemente, determinadas
conciencias; la compasión establece una relación
preferencias, actitudes y valores, ligados a
ética, es decir, de responsabilidad entre el que
la cultura en la que aquella se realiza. La
compadece y el compadecido, y que solo queda
dimensión ética forma parte inevitable de nuestro

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saldada cuando el otro recupera su dignidad,
equipaje humano. También la acción educativa,
es atendido y cuidado” (Ortega, 2016, 246). La
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como conducta humana, está sometida a la
educación, desde la ética de la compasión es,
“servidumbre” de la ética. “Educar es ya una
por tanto, un acto de acogida a alguien concreto,
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tarea moral; refugiarse en la enseñanza de unos


situado, no a un ente ideal, sacado del tiempo
contenidos meramente instructivos, al final, se
y del espacio. Y si la educación es memoria,
ha mostrado como una pretensión ingenua. La
lo es de aquellas personas significativas para
decisión misma de transmitir unos contenidos
el educando por pertenecer a la memoria
u otros es ya una opción moral, en cuanto se
de su comunidad; y si es denuncia, lo es de
estima valiosa para contribuir a la “mejora” de
aquellas situaciones injustas que impiden a sus
los alumnos” (Bolívar, 1998, 48).
conciudadanos vivir en una sociedad justa y
solidaria. El carácter ético de la educación no hace
referencia a la deontología que obliga al
La propuesta educativa que aquí se hace se
profesor, como a cualquier otro profesional, al
configura en torno a estos contenidos básicos:
cumplimiento de las normas establecidas o
1) la ética de la compasión es acogida y
contrato adquirido, ni de unas reglas o normas
responsabilidad hacia el otro; 2) el contexto
que han de orientar la acción educativa en las
o circunstancia es contenido educativo; 3) la
aulas o salones de clase, como cumplimiento de
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un deber. Tal obligación ética vendría impuesta partida (Ortega y Mínguez, 1999), y encuentra
“desde fuera”, sería externa a la misma acción en los filósofos de la Escuela de Frankfurt
educativa, vendría después. Aquí se habla (Horkheimer y Adorno) y, en especial, en la
de “otra cosa”, de algo distinto que es previo obra de Levinas su soporte teòrico consistente.
al cumplimiento del deber como profesor, de En estos autores he encontrado la fuente de
aquello que se sitúa en la entraña misma de la inspiración para una propuesta educativa que
acción educativa y por lo que ésta se define y tiene como contenido las experiencias reales
constituye (Ortega, 2004). de vida del ser humano en las circunstancias en
que le ha tocado vivir.
Pero si la ética está en el núcleo mismo de la
acción educativa, hemos de admitir también De la lectura de estos autores se desprende que
que los presupuestos éticos son muy diversos, la ética es: a) compasión hacia el necesitado, el
nos llevan a metas también muy distintas, y sufriente; b) resistencia al mal; c) compromiso

·
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condicionan inevitablemente las estrategias con la justicia; y d) memoria de las víctimas.

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de actuación. Quizás la pregunta que nos “No cabe la vida justa en la vida falsa” (Adorno,
debamos formular sea ésta: ¿qué ética debe 2004, 44). Con estas palabras denuncia Adorno

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inspirar nuestra acción educativa? La respuesta la hipocresía de una sociedad que pretende
que demos a esta pregunta no es retórica, alcanzar un nivel de vida humana, moralmente
ni indiferente. El paradigma moral por el que digna, en complicidad con las estructuras

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optemos en nuestra acción educativa nos de dominación que ahogan la libertad y la
lleva, necesariamente, a una determinada posibilidad misma de vivir. La resistencia a lo
construcción de la persona, y también a una que “no debe ser”, la denuncia del sufrimiento
determinada manera de hacernos presentes en histórico de tantos inocentes, la lucha pacífica
la sociedad. contra toda forma de explotación y humillación
no ha encontrado en la moral idealista de la
Es obvio que todo discurso educativo es deudor Ilustración la fuerza suficiente para oponerse
de unos presupuestos éticos y antropológicos a tanta barbarie (Horkheimer y Adorno, 1994).
y está orientado hacia unas determinadas

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“Que la injusticia no tenga la última palabra”
finalidades o metas a conseguir. No hay (Horkheimer, 2000) no ha sido nunca el
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discurso pedagógico neutro o indiferente. Pero frontispicio de la moral idealista.
todas las éticas no hablan el mismo lenguaje,
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ni tienen el mismo contenido y tampoco los Este enfoque de la ética conlleva la


mismos propósitos. Este trabajo encuentra en el “deconstrucción” y pérdida de significado
sentimiento moral de acogida al otro el núcleo del sujeto moderno (Derrida, 1989) y la
básico o soporte de la acción educativa (Ortega, construcción de una subjetividad que no se
2016), propio de la ética material (no formal), no defina como relación del yo consigo mismo, sino
en la ética idealista de raíz kantiana que pretende como relación con el otro, como respuesta al
justificar e impulsar el comportamiento moral de otro, hasta el punto del abandono del punto de
los individuos desde la obligatoriedad de unos vista posesivo de “mis” derechos o “nuestros”
principios universales y abstractos, ajenos a derechos y su sustitución por la perspectiva de
todo contexto y a toda consideración subjetiva los derechos de “los otros” (Bello, 2004, 105).
de un individuo, a toda afección o sentimiento Las éticas ilustradas de raíz kantiana, por el
que pueda poner en riesgo la objetividad y contrario, se muestran incapaces de asumir la
universalidad de esos principios. Me apoyo en primacía del otro, la centralidad del otro, en la
la ética que tiene en la compasión su punto de constitución misma del sujeto moral.
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Desde mediados del siglo XX se ha producido concreto a la que se reacciona inmediatamente


una revisión profunda de las éticas ilustradas, sin ninguna mediación ulterior del pensamiento”
y su programa de racionalización, a causa (Schopenhauer, 1993, 270). En Schopenhauer,
de los desastres y de las víctimas que se las no es posible la moral sin compasión, porque
asociaban con aquellas. Horkheimer y Adorno no existe un ser humano que no necesite ser
(1994) criticaron duramente ese proyecto por compadecido.
considerarlo deshumanizador. Foucault (1999)
También en Levinas la ética tiene su origen en
y Derrida (1989), por su parte, han puesto
la compasión. “Para mí, el sufrimiento de la
de manifiesto los límites de los discursos y
compasión, el sufrir porque otro sufre, no es
planteamientos en los que se apoyaba el
más que un momento de una relación mucho
proyecto ilustrado supuestamente emancipador.
más compleja, y también más completa, de
Nada de lo que aconteció de destrucción en el
responsabilidad respecto del otro” (Levinas,

·
pasado siglo es ajeno a este proyecto ilustrado.

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1993, 133). Para Levinas el individuo sólo llega

·
Para Schopenhauer y Levinas hay ética (moral, a ser sujeto moral en la medida que compadece.
diría Schopenhauer) cuando se da una respuesta En esta respuesta compasiva el sujeto pierde su

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compasiva a la situación de vulnerabilidad identidad, se rompe y se transforma, se quiebra
del otro. Habrá también educación, y no mera por la presencia del otro. “En la prehistoria del
instrucción, cuando el educador acoja al otro, se Yo, puesto para sí, habla una responsabilidad.

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haga cargo de él. Esta respuesta ética al otro no El sí mismo, en su plena profundidad, es rehén
se fundamenta en argumentos de la razón que de modo más antiguo que es Yo, antes de los
me “obliguen” a una determinada conducta hacia principios (Levinas, 1999, 187). En este acto
los demás, como sostiene la ética kantiana, sino de abandono (desgarramiento) del propio yo
en la fuerza del sentimiento de compasión hacia es cuando el sujeto se hace responsable del
el otro necesitado .”La ética es, en verdad, la otro, es decir, sujeto moral (Ortega, 2016).
más fácil de todas las ciencias, tal y como es Somos sujetos morales no por un ejercicio de
de esperar; porque cada uno tiene la obligación autonomía, sino cuando respondemos del otro,

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(obliegenheit) de construirla por sí mismo y, a cuando nos hacemos cargo de él desde la más
partir del principio supremo que radica en su radical heteronomía. La ética no nace de la razón
corazón, deducir por sí mismo la regla para cada del sujeto, de los mejores argumentos, sino de I S N N

caso que se presente… La compasión, como su dolor, o de la reacción ante el dolor ajeno. La
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el único móvil no egoísta, es también el único ética no es algo originario, sino una respuesta
auténticamente moral, resulta, de una manera a la realidad degradada del otro. “El rostro del
extraña y hasta casi incomprensible, paradójica” prójimo significa para mí una responsabilidad
(Schopenhauer, 1993, 255). En Schopenhauer irrecusable que antecede a todo consentimiento
no es necesario acudir a la razón como fuente libre, a todo pacto, a todo contrato” (Levinas,
última para garantizar la moralidad de una 1999, 150).
conducta, tal recurso constituiría una ofensa
He afirmado más arriba que la educación es una
hacia la persona que demanda una respuesta
respuesta ética (responsable) a la persona del
de ayuda y cuidado. “Para el descubrimiento de
otro. Es el sujeto en todo lo que es quien debe
la compasión, mostrada como la única fuente
ser educado (atendido, reconocido, acogido), no
de las acciones desinteresadas y, por tanto,
una parte o dimensión de éste y en su contexto,
como la verdadera base de la moralidad, no se
pues la compasión siempre acontece en una
precisa de ningún conocimiento abstracto sino
circunstancia. La educación no se entiende, ni
sólo del intuitivo, de la mera captación del caso
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se da al margen de la ética y del contexto, sin una “gramática”, es decir, un conjunto de


una relación responsable con el educando. No símbolos, ritos, signos, creencias, normas e
postulo una ética que se desentiende del otro y instituciones que configuran un universo cultural
de su situación, sino aquella ética material que (Mèlich, 2010) y le acompañan y condicionan
interpreta al hombre no como un ser en sí y para siempre.
sí, como lo hace la ética kantiana, sino aquella
La tarea de educar se realiza siempre en las
que lo entiende como ser abierto al otro y para
coordenadas espacio-temporales, dentro de las
el otro, cuya realización como ser moral no está
cuales todo individuo se expresa y vive. Hacer
en su autonomía, sino en la dependencia radical
de la “circunstancia” el principio vertebrador
del otro (Levinas,1987). “Ya no es posible
de la actuación educativa constituye hoy una
(después de esa catástrofe) seguir practicando
exigencia inaplazable. Este enfoque rompe
como evidentes las típicas acciones educativas
todos los esquemas en los que se ha venido

·
orientadas por aquella idea de autonomía del

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asentando nuestro discurso pedagógico y
sujeto racional y emancipado que le ha venido

·
nuestra práctica educativa, desde un paradigma
sirviendo de justificación en el proyecto de la
deudor de la filosofía idealista que ha dejado a

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modernidad” (Zamora, 2009, 21). Vaciar de
un lado la condición histórica del ser humano,
contenido ético a la educación significa convertir
sujeto de la educación. Y nos obliga a elaborar
a la escuela en un instrumento de manipulación
otra filosofía del ser humano, y, por ende,
y adiestramiento de nuestros jóvenes, sin

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también de la educación, otro modo de situarnos
otro horizonte que ser eficaces y aptos para
en el mundo y con los demás, de modo que
englobarse en la sociedad del consumo. Sin
cuanto acontece en la vida real de la calle
ética la escuela hace suyo un discurso “que
penetre en las aulas y forme parte esencial de
tiende a tomar la técnica por la cosa misma,
nuestra actuación como educadores. Conlleva
tiende a considerarla como un fin en sí misma,
cuestionar una praxis educativa que se nutre
como una fuerza dotada de entidad propia,
de recursos didácticos ajenos a la realidad del
olvidando al hacerlo que la técnica no es otra
contexto. Si cada individuo es único, singular,
cosa que la prolongación del brazo humano”

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original, la utilización de unos mismos recursos
afirmaba Adorno (1998, 88) a mediados del
en las aulas o salones de clase, la programación
pasado siglo.
de unos mismos objetivos para todos, sin atender I S N N

2. La educación siempre acontece a la singularidad de cada educando y al contexto


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en un contexto o circunstancia en el que vive, es un claro despropósito. Se ha


implantado una educación “a distancia” que fija
“No podemos hacer frente a los problemas de contenidos, objetivos y estrategias al margen
nuestro tiempo sin tener en cuenta las culturas de la realidad de cada educando, como si todos
matriciales en las que esos problemas se ellos fuesen iguales, e iguales sus necesidades
manifiestan” (Mate, 1999, VIII). Esta advertencia e intereses.
vale también para la educación como problema
de “nuestro” tiempo, pues no hay educación Cuando se educa, la respuesta no se da a un
sin tiempo ni espacio. No hay educación sin individuo sin rostro y sin entorno, sin biografía.
una cultura en la que encuentra significado. Siempre se da a un individuo concreto, histórico.
Prescindir del contexto significa desnaturalizar Por ello, la educación se entiende como
la acción educativa. Todo individuo lleva consigo responder “del” otro singular (Ortega, 2010).
una herencia genética de la que no se puede El otro siempre es pregunta que nos interpela,
desprender. Del mismo modo, al nacer hereda que nos concierne, que irrumpe “violentamente”
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en nuestra vida (Levinas, 1991), alguien de siempre se han entendido desde enfoques
quien debemos responder en una situación idealistas difícilmente aplicables a contextos
concreta. Esta responsabilidad situada hacia concretos en los que se da cualquier proceso
el otro es la pesada carga que siempre nos educativo (Coll, 2009). El discurso y la praxis,
acompaña como equipaje de nuestra existencia, el lenguaje y la acción se han ubicado en
mientras decidamos vivir éticamente. La espacios distintos, cuando no contrapuestos.
primera exigencia del educador es asumir e Se ha construido un discurso pedagógico
integrar la “circunstancia” (tiempo y espacio), escasamente operativo para orientar la acción
y comenzar desde aquí su tarea educadora. educativa; se ha ignorado que cualquier texto
“No tenemos ninguna posibilidad de escapar escrito, sin su contexto, es una página en
de nuestra herencia conceptual, lingüística o blanco carente de significado, incapaz de
simbólica. La vida es siempre concreta como lo interpretar y decir nada acerca de la realidad.

·
es también la circunstancia en la que se vive. Y en educación, como en otro ámbito del saber

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Toda situación humana, también la educativa, práctico, no se puede entender un texto sin

·
está históricamente condicionada” (Ortega y tener en cuenta las indispensables coordenadas

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Gárate, 2017, 115). Esta afirmación implica un espacio-temporales en las que necesariamente
giro profundo no sólo en cómo pensamos la se inserta toda acción educativa. Entre contexto
educación, sino también en cómo la hacemos. y educación hay siempre una relación dialéctica.
Implica abandonar una praxis educativa Un contexto marca unas líneas concretas de

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que ha estado muy alejada de los intereses actuación; habla y explica lo que sin él nos
y necesidades de nuestros alumnos, más sería del todo ininteligible. Sin contexto, no hay
preocupada por instruir que por educar. posibilidad alguna para el discurso educativo,
como no hay posibilidad tampoco para la acción
Históricamente existe en nuestro discurso y educativa.
nuestra praxis educativa una preocupante
y extendida ausencia del contexto-situación El discurso educativo, influenciado por la
en la acción educativa que lleva a ignorar las filosofía idealista, ha ignorado las condiciones

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condiciones de vida del sujeto a quien se socio-históricas de vida de los educandos. Y
pretende educar. Y si se ignora el contexto (la esta “circunstancia” le condiciona y le constituye
“circunstancia”, diría Ortega y Gasset), si la esencialmente. Nuestro mismo pensamiento es I S N N

realidad socio-cultural en la que vive el educando un diálogo con la “circunstancia”. Nos pasamos
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no cuenta para nada, entonces es imposible la vida en diálogo, a veces áspero y tenso, con
educar. Es indispensable integrar el contexto o la circunstancia. Es la sombra de la que no nos
situación como elemento clave en la educación. podemos desprender. Nos acompaña siempre.
Sólo desde un mundo gramatical compartido, Sin ella nada hay inteligible, en absoluto (Ortega
es decir, de tradiciones, costumbres, lengua, y Gasset, 1973). Todo está afectado por la
valores es posible la relación educativa. Sólo circunstancia-situación. El hombre mismo es
desde este mundo compartido se responde a un ser situacional y vive y se entiende en y
la pregunta de una persona concreta. Fuera de desde una situación. Todo lo que acontece,
este contexto hay retórica, discurso, pero no sucede siempre en una situación”. Y fuera de su
educación (Ortega, 2016). situación es ininteligible.

Si analizamos la producción bibliográfica La visión platoniana del ser humano ha echado


pedagógica se observa que el término raíces profundas en la cultura occidental.
“educación”, y la acción misma de educar, casi Cuerpo y alma, bien y mal, como mundos
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separados y opuestos; es la cosmovisión en universal (Ortega, 2009). Cualquier acto


la que hemos sido formados, con todo lo que educativo se da necesariamente en “un aquí y
esto significa de menosprecio u “olvido” de en un ahora”, se da siempre en el contexto de
la corporeidad del ser humano, en definitiva una tradición, en una cultura. No hay un punto
de la “circunstancia”. Estar instalados en la cero en el que nos podamos ubicar. Estamos
corporeidad (circunstancia), como forma de necesariamente atrapados por “nuestro” tiempo
vivir y de existir produce resistencia a aquellos y “nuestro” espacio. Si un hecho no es algo que
que se sienten más cómodos con una imagen ha ocurrido al margen de todo contexto, sino
espiritual, desencarnada del hombre. El gozo que necesariamente es un hecho interpretado,
y el sufrimiento, el amor y el odio, la venganza también el ser humano es un hecho o
y el perdón, en una palabra, el mundo de acontecimiento que necesita ser interpretado y
los sentimientos ha estado ausente en la leído en su contexto para que se pueda decir

·
preocupación y ocupación de los educadores. Y algo de él. Somos irremediablemente contexto,

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si “el espacio y el tiempo son tan decisivos para situación, y sólo cuando convertimos “nuestra”

·
la configuración de una existencia individual y situación en contenido imprescindible de nuestra

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colectiva con rostro humano, sería necesario acción educativa, estamos en condiciones
que todos los agentes implicados en los de educar. “Estoy convencido, escribe Duch
procesos de transmisión, que operan en una (2004, 160), de que pedagogos y antropólogos
determinada sociedad, se propusieran como deberían ejercer de terapeutas del tiempo y del

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tarea fundamental una auténtica “pedagogía espacio humanos”.
del tiempo y del espacio” (Duch, 2004, 173-74);
Si el contexto debe estar presente en la acción
es decir, sería necesario entender la educación
educativa, ésta debe asumir, en la práctica, no
como equipaje que permita al hombre habitar su
sólo la realidad psico-biológica del educando,
mundo y construir humanamente su espacio y
sino, además, toda su realidad socio-histórica.
su tiempo.
Somos biografía, historia narrada de sucesivas
La investigación educativa ha utilizado unas experiencias que han ido configurando, en el

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herramientas con las que ha pretendido tiempo, nuestra identidad múltiple. Somos lo que
acercarnos a la realidad del ser humano, y con hemos “ido viviendo”. Y la vida a los humanos
ellas se ha querido “dar cuenta” de la formación no es algo que les venga dado por naturaleza, I S N N

integral de cada individuo. El paradigma utilizado sino, por el contrario, tarea permanente, un
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ha seguido una tendencia que la vincula a un “quehacer”, en expresión feliz de Ortega y


enfoque idealista del hombre, olvidando que Gasset. Las múltiples experiencias vividas
éste sólo se entiende en y desde la “urdimbre han conformado en nosotros una determinada
de la vida” en la que se resuelve, día a día, su manera, entre otras posibles, de situarnos en el
existencia. mundo, un modo particular de existir.

El carácter histórico, situacional del ser humano Desde la ética de la compasión la educación,
conlleva para la educación varias exigencias: como acontecimiento situado, se entiende como
a) no se puede educar si no se conoce la una acción que pretende:. a) ayudar a alguien
situación y el momento (contexto) en que concreto a construir, desde la ética, su propio
vive el educando; b) no se puede educar en proyecto de vida; b) ayudar a “leer” y juzgar los
“tierra de nadie”, haciendo abstracción de las acontecimientos a la luz de los principios éticos;
características singulares de cada educando, c) ayudar a alumbrar un nuevo nacimiento, una
pretendiendo hacer una educación de validez manera original e inédita, todavía, de realizar
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la existencia humana por la que el mundo “experimenta” por otro. Pero sí el contenido o
se renueva sin cesar (Arendt, 1996). Y este significado de la experiencia, transmitido bajo el
recorrido educativo es único e irrepetible para ropaje de unas formas o expresiones. Es lo que
cada individuo, porque para cada uno la situación nos permite saber de dónde venimos y quiénes
en la que vive es vivida e interpretada de forma somos. Lo que nuestros mayores han vivido
singular y única. A diferencia de la ciencia o de (sus experiencias) se realizó en un contexto o
la filosofía sistemática que se dirige al hombre circunstancia que no ha tenido continuidad en
universal y abstracto, la educación se dirige a el presente. Pero sí lo que esas experiencias
cada persona concreta en la singularidad de una significaban para ellos. De lo contrario sería
vida humana. Educación”. imposible la transmisión de la cultura como
herencia o legado recibido de ellos. Somos
La filosofía idealista ha pervertido el sentido biografía, venidos a un mundo habitado por
y la naturaleza de la educación al entender

·
otros que nos han precedido. Lo que hoy

3 8
los valores éticos como ideales abstractos somos nunca está libre de la contingencia del

·
a los que toda actuación educativa debe pasado. La memoria es una historia narrada de
tender. Ha olvidado que los valores también

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lo que “hemos sido” y ahora traemos a nuestro
son experiencia, y ésta necesariamente está presente. “Narración y experiencia, experiencia
condicionada por las formas distintas en las y narración es el juego en el que discurre el
que cada individuo y cada cultura los expresa relato de nuestra vida. Es también el espacio

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y manifiesta. El carácter histórico de los valores para una educación con “sentido” de lo humano”
éticos obliga a que cada acción educativa esté (Gárate y Ortega, 2013, 174-75).
fijada a una determinada circunstancia sin la
cual aquella sería irreconocible e in-significante. En la ética, la memoria de lo acontecido no ha
tenido un papel relevante. La reflexión ética
3. La educación es memoria se ha ocupado, fundamentalmente, de las
(anámnesis) relaciones interpersonales entre coetáneos. Y
la mirada al pasado se ha hecho con criterios
“Los seres humanos no solamente nos limitamos

7 - 8
historiográficos. Han sido los filósofos de la
a vivir con la memoria. Además convivimos
Escuela de Frankfurt (Adorno, Horkheimer)
con ella, con la nuestra y con la de nuestros
y los supervivientes del Holocausto los que I S N N
predecesores, porque las relaciones entre
nos han “obligado” a una nueva lectura de los
hombres y mujeres son relaciones de memoria”
2 2 6 6 - 1 5 3 6

acontecimientos pasados, de sus experiencias


(Mèlich, 2010, 154). La memoria no es una mirada
sufridas. “Sería ya tiempo de liberar al fenómeno
nostálgica hacia el pasado, porque no se refiere
de la memoria de la nivelación dentro de la
al pasado, sino al tiempo. “Son esos huecos que
psicología de las capacidades reconociéndolo
permiten a la ausencia hacerse presente” (Mate,
como un rasgo esencial del ser histórico y
2011, 195). La memoria es traer al presente las
limitado del hombre” (Gadamer, 2001, 45).
experiencias vividas antes por otros para darles
hoy un significado nuevo en un nuevo contexto. Los acontecimientos, en tanto que experiencias
Es la pedagogía de los ausentes. “Sería un error vividas, no agotan su significado en quienes los
importante fijar en la memoria la recuperación han protagonizado. Adquieren nuevo significado
del pasado y, por lo mismo, el sentido de la vida (sentido) en quienes los recuerdan o rememoran.
en el vínculo a una comunidad ya dada y a una
identidad ya prefijada que el individuo tiene que Los acontecimientos pasados no pertenecen
limitarse a reproducir” (Mèlich, 2006, 54). La sólo a la historia, ni siquiera a aquellos que
experiencia es en sí misma irrepetible. Nadie los protagonizaron. Nos pertenecen también a
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nosotros. Todas las experiencias narradas, al toda experiencia del mal; se ha querido borrar
ser contadas, pertenecen también a los demás nuestro pasado “incómodo” echándonos en
(Larrosa, 1996). La memoria (anámnesis) de brazos de un progreso emancipador que oculta
lo ocurrido, y nunca cancelado, nos reconcilia la autoridad de los que sufren (Metz, 1999 ). “Y
con el pasado porque se le hace justicia. La una pedagogía que no haga memoria de “lo que
memoria hace que la justicia recupere su nos ha pasado y hemos sido” queda reducida
verdadero sentido. Somos responsables de a una función más del engranaje social, a una
aquellos con quienes convivimos, de los “recién legitimación del supuesto orden social” (Ortega,
llegados”, y de los que han de venir. Pero 2016, 258).
también somos deudores de aquellos que nos
La educación para la memoria se convierte en
han precedido, de todos aquellos que hicieron
narración de las experiencias vividas por otros,
posible la experiencia de justicia y de libertad, de
y, hoy, significativas para nosotros. El hecho

·
solidaridad y de tolerancia que hoy nos permiten

3 9
de narrar es equiparable a un rito por el que se
ejercer de humanos. “Nuestra vida tiene algo

·
participa de un modo inmediato en lo “sagrado”
pendiente que nos impide instalarnos de una vez
de lo narrado, que de esta manera es incorporado

B O L E T Í N
por todas, algo pendiente con los que nos han
a la propia vida del sujeto en lo que aquél tiene
precedido, y que nos demanda una constante
de sentido en las circunstancias actuales. En la
reubicación y resituación” (Mèlich, 2010, 120).
narración la experiencia trasciende al narrador,
La “presencia” del otro que está y vive junto a

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le sobrepasa, para ser, de alguna manera,
nosotros nos debería llevar a preguntarnos por
“nuestra” experiencia, hoy. Y aquí radica la
las “ausencias” de aquellos que ya no están, de
fuerza educativa de la memoria narrada. En la
los que ya no viven. En los que aún vivimos, en
narración de las experiencias de los que nos
los que aún estamos aquí pervive la huella, la
han precedido encontramos la clave para saber
memoria de sus vidas sin la cual es imposible
quiénes somos, de dónde venimos. El hoy está
descifrar y entender el presente.
presente en el pasado, y desconocerlo significa
Una ética de la compasión, a la vez que configura poner en riesgo nuestra propia identidad.

7 - 8
espacios de cordialidad entre los vivos, hace
justicia también de las “ausencias” de los que ya La educación para la memoria es, también,, una
no están físicamente entre nosotros; recupera revindicación de las víctimas (memoria ética), I S N N

la memoria de los otros para que el pasado no y se identifica con su sufrimiento injustamente
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muera en el olvido. La relación de compasión no padecido. Se opone a todo intento de negación,


sólo se establece con los contemporáneos, sino eufemización o instrumentalización del dolor.
también con los antepasados, los ausentes. El Y es también contraria a la visión de la historia
discurso pedagógico, y nuestra praxis educativa, como progreso que, “además de producir
han vivido de espaldas, o han intentado víctimas, justifica estos actos en el avance
cancelar nuestro pasado más inmediato; no que logra y, por tanto, está autorizada a seguir
han encontrado un espacio para hacer justicia adelante, a reproducir sus estrategias” (Almanza,
a los sufrimientos y trabajos, a las ilusiones y 2013, 24). Es una pedagogía crítica sobre las
esperanzas de tantos hombres y mujeres que huellas del mal acontecido con el propósito de
construyeron nuestro presente. Se ha puesto en hacer justicia con quienes lo padecieron. “Una
práctica, por el contrario, una pedagogía y una construcción crítica de la historia no tiene que
educación centradas en la mirada hacia el futuro, dirigir su atención sólo a la dinámica dominante,
en la búsqueda del “equilibrio y de la armonía sino también, como dice Adorno, a lo que no
social”, reticente a toda mirada al pasado, a intervino en esa dinámica, quedando, por así
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decirlo, al borde del camino, los materiales de 4. La educación es denuncia y


desecho y los puntos ciegos que se le escapan resistencia
a la dialéctica” (Zamora, 2004, 49). No es una
pedagogía de la memoria passionis que ayuda a La crítica social forma parte del contenido de
autoafirmarse y afianzar la propia identidad, sino la acción educativa. Juzgar, criticar aquello
una memoria que cuestiona la identidad firme y que no se ajusta al derecho, o denigra la
segura en la que nos hemos instalado. Es una vida de los ciudadanos no es una actividad
pedagogía de la memoria que cuestiona la razón “añadida” a la acción de educar. Cuando se
argumentativa por insuficiente para abordar el educa, se hace siempre en un contexto. Pero
sufrimiento de las víctimas. Es una pedagogía éste presenta contradicciones, conductas
que entiende la memoria no “como una categoría éticamente reprobables que pueden interferir u
compensatoria (que se ocuparía de zonas a las obstaculizar la apropiación de valores por los

·
que no llegaría la razón argumentativa), sino educandos. No vivimos en un mundo ideal de

4 0
como una categoría constitutiva del espíritu individuos perfectos. Al contrario, la violencia,

·
humano en virtud de la cual puede entender la injusticia, el odio y la venganza, la falta de

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el mundo de una manera nueva” (Mate, 1999, libertad forman parte de nuestro escenario
166). social. En este contexto también es necesario
educar. Y, entonces, la propuesta de conductas
Sólo una educación que se proponga la éticas deseables se hace a partir de la crítica

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cancelación de la explotación y del sufrimiento de aquellos comportamientos que se alejan de
de los inocentes, la cancelación del mal gratuito los referentes morales (modelos) que deben ser
infligido puede instaurar la justicia para aquellos imitados por los educandos, lo que se denomina
que nos han precedido en el sufrimiento. Lejos pedagogía negativa.
de convertirnos en estatuas de sal atrapadas por
el pasado, la memoria de las víctimas constituye Desde la ética de la compasión, la crítica a
un revulsivo para demandar “las esperanzas lo que no “debe ser” ocupa un papel central
incumplidas y denunciar las injusticias en la acción educativa. Es una crítica de las

7 - 8
pendientes de resarcimiento contra todo aquello estructuras socioeconómicas que impiden una
que sigue produciendo dolor y sufrimiento, vida justa, la resistencia a todas las formas del
I S N N
aniquilando a los individuos” (Zamora, 2004, mal. Es denuncia de un sistema educativo que
15). En la situación actual, marcada por una se ha convertido en correa de transmisión de los
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crisis que afecta no solo a la economía, sino intereses de la clase dominante, cuyo objetivo
a todo el sistema socio-político, la educación es aumentar la productividad y los beneficios por
para la memoria puede ser una herramienta medio de inversiones que mejoren el proceso
poderosa para la integración social desde la formativo de cara a moldear funcionalmente
justicia y la verdad para todos. “Se trata de los cerebros de los individuos, y transformarlos
anclar el pensar en el pesar, y de proponer una en un factor productivo. Un ejemplo de este
estructura anamnética de la razón, conscientes propósito es el encargo por parte de la OCDE,
de que desentenderse de la más leve huella del a finales de la última década del pasado siglo,
sufrimiento es condenar todo discurso, aunque de un estudio comparativo conocido por el
sea ontológico, a la mentira” (Mate, 2011, 207). nombre PISA.
Volver al pasado, desde la memoria, no es un
ejercicio retórico, sino la condición indispensable Deberíamos preguntarnos si los contenidos
para entender y tener presente. que se imparten en las aulas ayudan a los
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alumnos a una toma de conciencia de la que el ser humano tiene una dignidad, que
realidad que les envuelve, o, por el contrario, no puede ser vejado, humillado… si no es de
son indiferentes a la misma; habríamos la experiencia acumulada de sufrimiento…
de preguntarnos por qué los procesos de Convertir dicha dignidad en principio formal
la distancia social, invisibilización de las que ha de regir la conducta, al menos no
víctimas, indiferencia colectiva, exclusión ha servidlo para evitar las catástrofes que
social, personas superfluas o descartadas... conforma el oscuro reverso de la historia ”
no han tenido presencia, o ésta ha sido muy (Zamora, 2004, 271-72).
débil, en los centros de enseñanza como
contenidos necesarios para una educación Hay preguntas que se echan de menos en el
ética y socio-política (Maiso, 2016). discurso pedagógico y en la praxis educativa.
¿Para quién o quiénes educamos? ¿A quién

·
4 1
Junto a la denuncia de las situaciones injustas o quiénes sirve la escuela? Se supone, con

·
se hace indispensable romper con la lógica de gran ligereza, que la tarea de educar discurre
la frialdad que caracteriza a la sociedad actual, en ámbitos de neutralidad, que los objetivos

B O L E T Í N
y extirpar su arraigo en la dinámica social. “Si y fines propuestos son los adecuados, aquí
algo puede ayudar al hombre contra la frialdad y ahora, a los intereses y necesidades de
generadora de desdicha es el conocimiento de los educandos. Se percibe una confianza

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las condiciones que determinan su formación ciega en el sistema educativo por parte
y el esfuerzo por oponerse anticipadamente del profesorado. “Se simula un paraíso de
a ellas en el ámbito individual” (Adorno, educación supuestamente no directiva,
1998, 90). Pero el solo cambio de estructuras porque los alumnos evalúan y critican
puede llevar a la tiranía si el ser humano es permanentemente los procedimientos, sin
puesto al servicio de las mismas. Se hace poder decidir nada respecto al sentido y la
necesario, además, un cambio de actitudes y finalidad del dispositivo educativo mismo”
la apropiación de valores éticos que propicien (Zamora, 2017, 30). La esperanza puesta

7 - 8
el cambio de las conductas que dañan a la en la escuela de capacitar a los individuos
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persona. Y esto pasa por implementar una para su emancipación y una confrontación
educación que parta de una ética en la que se crítica con las relaciones impuestas por el
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reconozca la primacía del ser humano como sistema socio-económico dominante, se


ser histórico. ve hoy cuestionada por las exigencias de
adaptación del individuo al mismo sistema,
Desde las éticas ilustradas, de raíz kantiana, promoviendo las capacidades de cada
se defiende que sólo desde el respeto a individuo, pero encaminadas al rendimiento
la dignidad del ser humano, como fin en sí económico. De este modo el conjunto de
mismo, se puede poner fin a la situación de la educación adquiere el carácter de una
explotación de tantas víctimas, producida “inversión” cuantificable, como cualquier
por un sistema socioeconómico injusto que otra inversión, por el rendimiento económico
invade todas las esferas de la vida individual que pueda producir, es decir, en términos de
y colectiva. Pero no ha sido la razón formal coste-beneficio. La adaptación del sistema
incontaminada, capaz de formular los mejores educativo a las exigencias del mercado se
argumentos, la que ha resistido la barbarie de hace patente en la correspondencia entre
antes y de ahora. ¿”De dónde sabe la razón las transformaciones del sistema productivo
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y los cambios producidos en las instituciones Considero que es imprescindible un cambio de


educativas: programas, prácticas, contenidos... rumbo en nuestro pensar y hacer la educación;
El reciente discurso sobre las “competencias” que es indispensable prestar atención a las
es un ejemplo paradigmático de la orientación circunstancias concretas de cada sujeto que
instrumental y tecnocrática del sistema reclama ser atendido y escuchado en “su”
educativo. Ante esto caben dos posibilidades: situación, en la experiencia concreta de su vida
resistir a la represión social, aun a costa de para poder ser educado en “su” proyecto de
la propia supervivencia, o adoptar estrategias construcción personal; que es necesaria una
de pacificación que impidan tener que afrontar “reubicación” del profesor que le permita invertir
situaciones límite difíciles de sobrellevar. sus prioridades y sus papeles como agente de la
enseñanza; que lo sitúe en un escenario distinto
Ocupados en aplicar en su enseñanza las y lo coloque en una “situación ética” en la que

·
estrategias más innovadoras, el profesorado no el alumno deje de ser objeto de “conocimiento

4 2
encuentra tiempo para hacerse una pregunta y de control” para convertirse en interlocutor

·
básica: ¿para qué educamos? La escuela necesario en su proceso de construcción

B O L E T Í N
no demanda tanto nuevas estrategias (cómo personal.
enseñar), cuanto qué y para qué enseñamos.
La educación como denuncia se hace imposible Es indispensable una nueva filosofía de la
si los educadores no asumen como tarea la educación que no sólo cambie nuestra manera

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vigilancia permanente de un sistema que se de entender la enseñanza, sino también el
mueve siempre entre el servicio a la comunidad modo de entender al ser humano, una filosofía
y la “obediencia” a los intereses de la clase de la educación que nos permita ejercer
dominante. responsablemente la tarea de educar. La
función del educador es acompañar, orientar y
5. ¿Qué hacer? guiar, alumbrar “algo nuevo”, pero no suplantar
al educando, ni imponerle un determinado modo
A principios del siglo pasado, el filósofo Ortega y de pensar y vivir. La educación es construcción,

7 - 8
Gasset ( 1973, 49) hacía una advertencia a los edificación; y construir el edificio de lo que uno
intelectuales y políticos españoles: “No se han proyecta ser en “su” vida es una tarea en la que
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hecho bien las cosas sino cuando de verdad han la participación del propio sujeto es insustituible.
hecho falta”. También nosotros, hoy, deberíamos La educación prepara para vivir éticamente, es
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prestar atención a esta advertencia del pensador decir, en la responsabilidad. Y esta iniciación
español y desterrar de nuestro discurso cualquier a una vida ética, que es la educación, viene
atisbo de autocomplacencia; los resultados de siempre acompañada de la mano y presencia
tantos esfuerzos y recursos invertidos en del otro, de su acompañamiento y testimonio
educación no invitan a ella. Deberíamos ético.
preguntarnos si junto al desarrollo tecnológico
y científico, nuestras instituciones educativas Es necesario recuperar al sujeto de la educación,
también han contribuido a construir una sociedad atender a la realidad de cada sujeto concreto.
más justa; si han hecho posible un desarrollo y Ello implica incorporar un nuevo lenguaje, un
bienestar más compartido; si han promovido la nuevo pensamiento, nuevas actitudes y unos
tolerancia y el diálogo, haciendo del respeto y la nuevos contenidos en la acción educativa.
solidaridad compasiva la única herramienta para Significa tomarse en serio la inevitable
la convivencia. condición histórica del ser humano y hacer de la
educación un acontecimiento ético de acogida
E D I T O R I A L . É T I C A Y E D U C A C I Ó N : U N A P R O P U E S T A E D U C A T I V A

y reconocimiento del otro. Implica incorporar siempre se es peregrino porque nada está
a la acción educativa la vida concreta de cada acabado; siempre nos acecha algo nuevo, nunca
educando, de tal modo, que sea ésta la que hay una respuesta definitiva porque nunca nos
ocupe el tiempo y el espacio de toda la tarea del encontramos con la misma pregunta a la que
educador, si lo que pretendemos es educar y no debemos responder. Es el ámbito de la ética, de
hacer “otra cosa”. la respuesta provisional y de la incertidumbre.
Es la condición de la existencia humana.
Resaltar el carácter histórico de la educación,
y su inevitable eticidad; hacer que la educación Dirección electrónica de autor: portega@
sea un espacio para la reconciliación y um.es
denuncia de las situaciones injustas que nos
degradan a todos, constituye hoy una urgencia Referencias

·
para los educadores. Esta demanda no está

4 3
necesariamente vinculada a implementar nuevas Adorno, Th. W. (1975) Dialéctica negativa,

·
estrategias, sino a una nueva concepción de (Madrid, Taurus).

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la educación desde una nueva concepción del
Adorno, Th. W. (1998) “La educación después
hombre situado en “su” tiempo. “Vivir es habitar
de Auschwitz”, en Adorno, Th. W. Educación
en lo abierto y, por ello, lo que caracteriza a
para la emancipación, (Madrid, Morata), pp. 79-
la vida es, precisamente, la situacionalidad,

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92.
la ambigüedad, la provisionalidad”, afirma el
prof. Mèlich (2010, 92). Si hay ética, si hay Adorno, Th. W. (2004) Minima Moralia, (Madrid,
educación es porque nunca estamos ajustados Akal).
al mundo, porque siempre seremos individuos
Almanza, T. (2013) “La memoria de la experiencia
desajustados, abocados a despegarnos
como respuesta ética ante las víctimas”,
de “lo dado” y establecido y comenzar algo
Franciscanum, vol. IV, n.º 160, pp. 17-50.
nuevo. Es necesario abandonar un concepto
determinista de la educación que ha propiciado Arendt, H. (1996) Entre el pasado y el futuro,

7 - 8
la repetición de modelos adecuados para otros (Barcelona, Península).
contextos, pero que ahora se ven obsoletos.
I S N N
Bello, G. (2004) “Ética contra la ética. Derechos
La necesidad de adaptación a la circunstancia, humanos y derechos de los otros”, en M. Barroso
la incorporación de la realidad de la calle a la
2 2 6 6 - 1 5 3 6

y D. Pérez Chico (eds.). Un libro de huellas.


vida de las aulas, obliga a los educadores a una Aproximaciones al pensamiento de Emmanuel
constante reinvención de su tarea educadora. Levinas, (Madrid, Trotta), pp. 83-110.
“La educación no es la interpretación petrificada
Bolívar, A. (1998) Educar en valores. Una
de la existencia humana, sino la reinterpretación,
educación de la ciudadanía, (Sevilla, Junta de
en un nuevo contexto, de las tradiciones
Andalucía).
humanas que siempre están en el ahora”
(Gárate y Ortega, 2013, 86). Coll, C. (2009) “Los enfoques curriculares
basados en competencias y el sentido de
Ser educador entraña una actitud abierta aprendizaje escolar”, X Congreso Nacional
al cambio, ser un nómada de la educación de Investigación Educativa. Conferencias
dispuesto a transitar por caminos aún no magistrales, (México, D. F. Edit. Consejo
roturados, en la confianza de no encontrar el Mexicano de Investigación Educativa, A. C.),
paraíso en el que definitivamente descansar. En pp.71-107.
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