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WEBTRABAJO Nº 11

SANTA MARÍA EUFRASIA Y LOS VOTOS: LA CASTIDAD

1. El Voto de Castidad según la enseñanza de la Iglesia:


El CÓDIGO DE DERECHO CANÓNICO precisa:
Can. 599 El consejo evangélico de castidad asumido por el Reino de los cielos,
que es signo del mundo futuro y fuente de una fecundidad más abundante
en un corazón no dividido, lleva consigo la obligación de observar perfecta
continencia en el celibato.

El documento ELEMENTOS ESENCIALES DE LA ENSEÑANZA DE LA


IGLESIA SOBRE LA VIDA RELIGIOSA- (Congregación para los Institutos de
Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica) nos dice:
Nº 16. …El religioso o religiosa se compromete a vivir la castidad por un
nuevo título, el del voto, y a vivirla en el celibato consagrado por el Reino.
Esto lleva consigo una manera de vida que es testimonio convincente y
verosímil de una entrega total a la castidad y que cierra la puerta a todo
comportamiento, relación personal y forma de recreación incompatibles.
Nº 18. Esta comunión está enraizada en la consagración religiosa misma. Esta
animada por el espíritu del Evangelio, alimentada por la oración, marcada por
una mortificación generosa y caracterizada por el gozo y la esperanza que
brotan de la fecundidad de la cruz (cf ET 41).

La Exhortación post-sinodal VITA CONSECRATA


Nº 87. El cometido profético de la vida consagrada surge de tres desafíos
principales dirigidos a la Iglesia misma…Atañen directamente a los consejos
evangélicos de castidad, pobreza y obediencia, y alientan a la Iglesia y
especialmente a las personas consagradas a clarificar y dar testimonio de su
profundo significado antropológico… Los consejos evangélicos no han de
ser considerados como una negación de los valores inherentes a la
sexualidad, al legítimo deseo de disponer de los bienes materiales y de decidir
autónomamente de sí mismo. Estas inclinaciones, en cuanto fundadas en la
naturaleza, son buenas en sí mismas. La criatura humana, no obstante, al estar
debilitada por el pecado original, corre el peligro de secundarlas de manera
desordenada. La profesión de castidad, pobreza y obediencia supone una
voz de alerta para no infravalorar las
heridas producidas por el pecado
original, al mismo tiempo que, aun
afirmando el valor de los bienes
creados, los relativiza, presentando a
Dios como el bien absoluto. Así,
aquellos que siguen los consejos
evangélicos, al mismo tiempo que
buscan la propia santificación,
proponen, por así decirlo, una « terapia
espiritual » para la humanidad, puesto
que rechazan la idolatría de las
"Me acordé de Dios y me alegré”
criaturas y hacen visible de algún
Vitral del Comedor CASA MADRE-ANGERS
modo al Dios viviente…
Nº 88. La primera provocación
proviene de una cultura hedonística que deslinda la sexualidad de cualquier
1
norma moral objetiva, reduciéndola frecuentemente a mero juego y objeto de
consumo, transigiendo, con la complicidad de los medios de comunicación
social, con una especie

de idolatría del instinto. Sus consecuencias están a la vista de todos:


prevaricaciones de todo tipo, a las que siguen innumerables daños psíquicos y
morales para los individuos y las familias. La respuesta de la vida consagrada
consiste ante todo en la práctica gozosa de la castidad perfecta, como
testimonio de la fuerza del amor de Dios en la fragilidad de la condición
humana. La persona consagrada manifiesta que lo que muchos creen
imposible es posible y verdaderamente liberador con la gracia del Señor
Jesús. Sí, ¡en Cristo es posible amar a Dios con todo el corazón,
poniéndolo por encima de cualquier otro amor, y amar así con la libertad
de Dios a todas las criaturas! Este testimonio es necesario hoy más que
nunca, precisamente porque es algo casi incomprensible en nuestro mundo. Es
un testimonio que se ofrece a cada persona - a los jóvenes, a los novios, a los
esposos y a las familias cristianas - para manifestar que la fuerza del amor de
Dios puede obrar grandes cosas precisamente en las vicisitudes del amor
humano, que trata de satisfacer una creciente necesidad de transparencia
interior en las relaciones humanas.

Es necesario que la vida consagrada presente al mundo de hoy ejemplos de


una castidad vivida por hombres y mujeres que demuestren equilibrio,
dominio de sí mismos, iniciativa, madurez psicológica y afectiva. Gracias a
este testimonio se ofrece al amor humano un punto de referencia seguro, que
la persona consagrada encuentra en la contemplación del amor trinitario, que
nos ha sido revelado en Cristo. Precisamente porque está inmersa en este
misterio, la persona consagrada se siente capaz de un amor radical y
universal, que le da la fuerza del autodominio y disciplina necesarios para
no caer en la esclavitud de los sentidos y de los instintos. La castidad
consagrada aparece de este modo como una experiencia de alegría y de
libertad. Iluminada por la fe en el Señor resucitado y por la esperanza en los
nuevos cielos y la nueva tierra (cf. Ap 21, 1), ofrece también estímulos valiosos
para la educación en la castidad propia de otros estados de vida.

Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de


Vida Apostólica, CAMINAR DESDE CRISTO. Un renovado compromiso de
la Vida consagrada en el tercer milenio.
Nº 34… El testimonio de una vida totalmente entregada a Dios y a los
hermanos, a imitación del Salvador que, por amor del hombre, se hizo
siervo». Al participar en la misión de la Iglesia, las personas consagradas no se
limitan a dar una parte de tiempo sino la vida entera.
Nº 45 Los consagrados deben saber proclamar, con la vida y con la palabra,
la belleza de la pobreza del espíritu y de la castidad del corazón que liberan el
servicio hacia los hermanos.

Constituciones RBP/CBP
Nº 15: …Nuestra castidad tiene su fundamento en el amor de Jesús por
nosotras y en nuestro creciente conocimiento y experiencia de ÉL. Esta
intimidad debe ser continuamente alimentada por la contemplación y por una
vida eucarística intensa.

2
Nº 16: La castidad consagrada nos libera para darnos a los demás a través de
relaciones penetradas de la ternura de Cristo.
Nº 18: La pureza de corazón se intensifica por la humildad, la fortaleza y el
renunciamiento. Perseverando en la oración y viviendo de fe, con la ayuda
de María, aprendemos en el misterio de la Cruz, la insondable profundidad del
amor.

2. Visión general de la Castidad.


Les etnólogos sostienen que en casi todas las sociedades los célibes han sido
objeto de profunda incomprensión. Son considerados como desviados o
anormales, o se les asigna un rol específico, generalmente relacionado con una
dimensión sacra. Los célibes del tiempo de Jesús fueron muy mal tolerados1.

Desde el principio de la Iglesia el martirio y la virginidad fueron vistos como


una manera suprema de seguir a Cristo. Una vez terminadas las
persecuciones, la virginidad fue considerada como un verdadero martirio: el
testimonio supremo de amor dado a Cristo y a los hermanos/as. La virginidad
fue una de las formas específicas del ascetismo en la vida religiosa. En una
sociedad en la que la mujer era vista casi exclusivamente como esposa y
madre, la virginidad tenía un significado profético. Se interpretaba la castidad
como liberación por el amor, como el signo más significativo, como el
carisma específico de la vida religiosa, como la forma concreta de vivirla.

Después, el acento sobre el sistema de la pureza presentó una visión muy


pesimista y negativa de la sexualidad: se recelaba de la materia, del cuerpo, de
la sexualidad, del matrimonio, y se presentaban la virginidad y el celibato como
una liberación. La clausura monástica estuvo inspirada por esta desconfianza
del mundo: había que evitar a los puros todo contacto con los impuros. Era una
interpretación sobre todo ascética, disciplinar y moral del voto de castidad.
A los candidatos se los formaba mediante prácticas basadas en la voluntad, la
precaución, el temor al pecado, más que en la búsqueda del amor. Había una
serie de preceptos negativos. El resultado era la disminución de la
personalidad, y unas relaciones rígidas.

La castidad ha sido cuestionada por la psicología como antinatural. Pero el


celibato por motivos religiosos es conocido en todas las grandes religiones. Es
un carisma: hay que vivirlo como una experiencia religiosa. El no anula la
condición sexuada de la persona. Ser célibe no implica prescindir de su ser de
hombre o mujer. Implica la continencia sexual, y por lo tanto la renuncia a la
procreación, pero no a la condición sexual de la persona célibe.

El celibato no es renunciar a la afectividad ni al amor. Sólo es renuncia a una


determinada manera de expresar la afectividad que conduce al amor
conyugal. El celibato es una forma de amor gratuito que testimonia el amor
gratuito de Dios. Esta es la fuente de su valor de testimonio y de su
contribución a la construcción de la comunidad humana.

En su dimensión universal el amor célibe debe ejercerse hacia personas


concretas: los marginados, los pobres, los huérfanos, los ancianos… El voto

1
Xavier Thévenot, s.d.b. “Les célibats, risques et chances », Revue Études, Extracto del número de
Mayo 1980, París, p-2.
3
de castidad y el de pobreza va n aquí juntos. El servicio pastoral desinteresado
es muy gratificante, pero aunque faltare este reconocimiento, la gratuidad del
servicio y del amor llena de sentido el celibato.

El celibato implica la continencia sexual y la renuncia al amor conyugal, a


la paternidad/maternidad carnales. La paternidad/maternidad necesitan ser
sublimadas, más que reprimidas. La misión tiene un fuerte poder de
sublimación. En ella la paternidad/maternidad están compensadas en un nivel
humano, y realizadas a nivel espiritual. La opción por aquéllos a quienes nadie
ama es una forma de vivir el celibato positivamente. Es gratificante ver crecer la
vida en las personas y comunidades. Pero no se puede confundir la
sublimación de la paternidad/maternidad, con ciertas transferencias
compensatorias de paternalismo/maternalismo dictatorial o proteccionista. La
verdadera vocación paternal/maternal deja crecer y permite a las personas
que evolucionen hacia la vida adulta. La Teología del celibato, prefiere hoy
la imagen fraternal amigable, a la imagen paternal/maternal. 2

El célibe, lo mismo que la persona casada experimenta que la regulación de su


sexualidad necesita toda una ascesis. No es el celibato en sí mismo el que es
portador de amor, no es la fecundidad la que porta en sí mayor amor o mayor
disponibilidad, es la manera como ellas son asumidas3.

La psicología puso de relieve la importancia de la sexualidad y de la


afectividad para la madurez de la persona, para la convivencia, para la
realización de su proyecto de vida y de su misión. Se trata de una de las
pulsiones más fuertes e integrantes o desintegrantes de la personalidad.

Si ayer, se subrayaba la dimensión ascética y disciplinaria del voto, hoy se


privilegia su dimensión teologal. Si ayer se relacionaba el voto con la
santidad personal, hoy se la valoriza en relación con la comunidad y la
misión, y su riqueza humana y humanizante. Hoy se la ha liberado de
muchos tabúes y tendencias represivas.

La castidad no es una virtud exclusiva de la vida religiosa4; ella es propia de la


vida cristiana en todos sus estados: celibato, matrimonio, viudez… inclusive,
algunas formas de vida religiosa reconocieron la castidad conyugal. Pero la
virginidad y el celibato siempre han tenido un lugar central en la vida
religiosa.5

La especificidad del celibato de los consagrados reside en una forma


concreta de vida específica para la misión propia del célibe en la
comunidad de la Congregación religiosa (o presbiteriano) al cual
pertenece.6

2
Felicísimo Martínez Díez, Refundar la vida Religiosa, Vida carismática y misión profética,
Editorial. San Pablo, Madrid, 1994. págs. 168 -196.
3
Xavier Thévenot, s.d.b. op. cit. p 16
4
En España “Los Caballeros de Santiago”, una Orden Militar, hacían los Votos de Pobreza, Obediencia,
Castidad Conyugal. Era una Orden religiosa reconocida oficialmente.(Felicísimo Martínez Díez, op. cit,
pag. 170)
5
Martínez Díez, idem
6
Xavier Thévenot, s.d.b., ibid, p.14
4
La vida celibataria porta en sí una experiencia de soledad personal
“habitada” por una comunión intensa con Dios y con las personas. No es
posible un celibato integrado, sin una vida comunitaria , que es el ambiente
normal para vivir el celibato.

La nueva familia es la comunidad guiada por la Palabra de Dios, la fe en


Jesús, comprometida en la construcción del Reino, dedicada a mostrar un
nuevo modelo de relaciones más fraternales que sobrepasan toda relación
posesiva y dominadora. (Mt 10,37-39).

El celibato así vivido es una fuente de esperanza y de alternativas para el


mundo. Un celibato libre, integrado y alegre es una denuncia de la erotización
de la vida y de la instrumentalización de la persona. El afirma que el placer
sexual no es la única forma que puede dar sentido y gratificar la vida, y que es
posible llenar la vida de sentido con una relación interpersonal gratuita, con
un profundo respeto por la dignidad de todas las personas.

La interpretación profética de la castidad reconoce el valor del matrimonio y


de la familia: la Castidad significa amor y fecundidad de otra manera: explica
el voto de castidad en la perspectiva del amor, de la comunidad y de la
misión. De acuerdo a ella la Castidad tiene un significado pleno en relación
con la misión y el servicio a causa de Reino.7

El Nuevo Testamento

El Nuevo Testamento es muy discreto sobre el celibato. Del celibato de Jesús


no de dice nada explícitamente. Podemos preguntarnos cómo el celibato de
Jesús favoreció su proyecto de vida al servicio del Padre. Parece evidente que
supo utilizar las características del celibato (disponibilidad, soledad,
autonomía, marginalidad) para realizar su misión y desplegar plenamente sus
virtualidades de Hijo de Dios. Se le ve libre respecto a su familia, móvil para
hacer frente a la evangelización, audaz para afrontar los riesgos de la
militancia a favor de la verdad, disponible para orar solo por largas horas. El
celibato de Jesús se inscribe en un proyecto de vida lleno de sentido:
anunciar el Reino.

Algunos textos del Nuevo Testamento que hacen alusión al celibato,


especialmente 1Cor 7 sugieren la misma conclusión: el celibato toma todo su
sentido cuando es un elemento constitutivo de un estilo de existencia que
busca construir el Reino de Dios en el cual toda la ley se resume en el
precepto: “Ama tu prójimo como a ti mismo” porque el que ama al otro, dice
Pablo, ha cumplido con toda la Ley (Rom 13,8)

Así el Evangelio invita a poner las características propias del celibato al servicio
de un tipo de existencia donde se acepta ser plenamente solidario de los
pobres (Lc 4, 18-21), a servir la gloria del Padre en el Espíritu, en una
palabra, a seguir la lógica del misterio pascual:”perder la vida para encontrarla”
(Mt 16, 25) 8.

7
Martínez Díez, idem
8
Xavier Thévenot, s.d.b. ibid, pp. 8-9
5
El texto de Mateo (Mt 19, 10-12 y 16-26) invita a una renuncia voluntaria. Habla
de su dificultad sobrehumana y de las condiciones del seguimiento y de su
recompensa. Afirma que la renuncia es un dón de Dios. Se trata de una
renuncia libre a una cosa legítima “por el Reino de los Cielos”.

El seguimiento radical de Jesús también es posible en el matrimonio. No se


trata de la renuncia de una cosa mala o perversa. El célibe crea las
condiciones para darse plenamente al Señor (Cfr. 1 Cor 7, 32-34). Se trata de
un carisma especial, de una gracia que el Señor concede según la vocación a
la cual cada uno es llamado.

En Mt. 10 37-38, LC 14, 26-27 Mt 8, 21-22 Jesús pone el sentido de la


renuncia familiar. No es la anulación del deber hacia los padres, hacia la
familia; más bien es una manera de expresar que la llegada
del Reino supone un nuevo sistema de valores y un nuevo
sistema familiar 9.

PARTICIPE:
1. La Castidad tiende un puente hacia muchas otras
personas. Enumere esas «muchas otras personas» que se
han cruzado en su camino por su compromiso con la
castidad.

Santa María-Eufasia-
Icono de Australia
3. Cómo vivió María Eufrasia Pelletier el Voto de
Castidad?

1).Como un testimonio convincente y una oblación total.

Durante su vida María Eufrasia vivió una continencia perfecta (Cf. DC 599),
en un celibato consagrado por el Reino, que era un testimonio convincente
y creíble de una oblación total, y ella renunció a todo comportamiento, a
toda relación interpersonal, y a toda forma de descanso incompatible con
su compromiso. Se puede resaltar su discreción en el uso de las cosas que
pudieran ser peligrosas para la Castidad.

María Eufrasia basó su consagración en el amor de Jesús Buen Pastor, la


alimentó por la contemplación y por una vida eucarística intensa,
profundizada por la humildad, la fortaleza y la renuncia de sí misma.
Perseverando en la oración, ella vivía de la fe, con la ayuda de María, ella
descubrió y se adhirió al misterio de la Cruz. (Cfr. Constituciones RBP/CBP,
15, 18 ; Elementos Esenciales de la Enseñanzas de la Iglesia, 18).

En el Proceso de Canonización los testigos, siguiendo la concepción que de la


Castidad se tenía en la época, y que hoy nos parece un poco rígida, nos
aportan abundantes testimonios sobre la castidad que María Eufrasia practicó
en su vida religiosa. Citamos solamente algunos:

« La Sierva de Dios, cuya vida siempre fue muy inocente, practicó


admirablemente su voto de castidad. La modestia de su exterior, la

9
Martínez Díez, idem.
6
reserva y el aplomo de sus palabras le dan una dignidad que
impresionaba a todas las personas con las que se relacionaba, sea en
nuestras Casas, sea en el locutorio o en los viajes. Como la acompañé
en muchos viajes, puedo atestiguar un hecho del que fui testigo. Este
amor de la santa modestia venía de un amor a Nuestro Señor y de las
precauciones delicadas y sobrenaturales que sabía tomar. Así durante
el viaje ella oraba, se entretenía por ejemplo con la Sagrada Familia, los
Santos Ángeles, saludaba de lejos las Iglesias donde estaba el
Santísimo Sacramento. Ella tenía horror de todo lo que era mundano y
exigía una gran prudencia en las palabras y en la conducta”
(Manuscritos Proceso Ordinario, Testigo LVI: Euphémie Vallois o Hna
María de los Ángeles, p. 1526)

Otro testigo: Louis Brémond, completa:


« Admiraba su desprendimiento de las cosas humanas. Jamás vi en
ella tristeza en medio de las dificultades” (Ibid , p.989)

« Ella jamás me hizo alguna confidencia de su interior, pero su aire de


recogimiento, su compostura tan digna y religiosa, este imperio sobre sí
misma, hacía que se mostrara siempre con esa expresión seria, sin
duda, pero jamás turbada ni preocupada, me probaba que su alma
estaba íntimamente unida a Dios” (Idem)

« Agregaría que no tenía nada de afectado en la Sierva de Dios… La


Sierva de Dios me parecía que dominaba plenamente sus pasiones”
(Ibid, p. 1005)

La testigo XXXVIII Hna. Benoîte Gonther (o Hna. María de Sn Ireneo),


testimonia, con las expresiones propias de su tiempo, sobre el gran
desprendimiento de María Eufrasia en toda relación o expansión
incompatible con su compromiso:
« La Sierva de Dios fue un ángel de castidad. Vivía como una persona
que no tuviera cuerpo. Tenía horror de permitirse o de permitir a otros
expresiones de una ternura muelle o exageradamente familiar”. (Ibid,
p 1239

La Hna. María de Santa Marina Verger (Testigo 50) presenta cómo


Jesús inspiraba todos sus otros amores y observa que María Eufrasia no
solamente vivía, sino que quería que sus Hermanas practicaran la
castidad. Escuchémosla:

« La castidad de nuestra Madre aparecía en la modestia ejemplar de su


exterior y de sus palabras, de sus afectos. Se veía que Nuestro Señor
era el único amor que inspiraba y regulaba todos los otros. Su
modestia era prudente y nos hacía importantes recomendaciones al
respecto.” (Ibid p. 1448).

INVESTIGUE:
2. Por qué cuando María Eufrasia murió no le extrajeron el corazón, como
se acostumbraba hacer en esa época?

7
2) Como signo del mundo venidero: amar a Dios como bien
absoluto y a toda criatura con la libertad de Dios.

La vida de María Eufrasia puede ser considerada como una práctica alegre de
la castidad perfecta, auténticamente liberadora”, vivida como testimonio de
madurez psicológica y afectiva (Cfr. VC. 88).

Ella tenía una cálida relación personal con muchas personas: Hermanas,
jóvenes y mujeres acogidas, obreros de la casa, vecinos del barrio,
eclesiásticos, benefactores, iniciadores de Obras en Francia y en el extranjero.
Ella sabía recibir, acoger y pasar mucho tiempo en el locutorio, aún a veces se
pasaba la hora de comer…

Estableció relaciones llenas de afecto y gratitud con los


bienhechores:
v Con el Señor Agustín de la Potherie de Neuville
tenía una correspondencia diaria, en cartas llenas
de respeto y afecto, en las cuales daba consejos y
se interesaba por los problemas de la Congregación
y María Eufrasia le compartía sus alegrías e
inquietudes.
Conservamos las cartas escritas por el Sr. de
Neuville, pero desafortunadamente no, las que le
María-Eufrasia y el Sr. Agustín de dirigió María Eufrasia. En las Conferencias y en su
Neuville – Estandarte bordado
Casa Madre ANGERS otra correspondencia se encuentra la expresión de
sus sentimientos de reconocimiento y afecto (por el
Sr. de Neuville y por los benefactores). Veamos algunos textos en las
Conferencias donde ella habla en forma especial, afectuosa y agradecida de
Neuville :

“ Oh si, es el Padre del afligido y del huérfano; ven su obra por estas
pobres niñas?...
Después de Dios, de la Sma. Virgen y de la Iglesia que nos han
favorecido con su protección, a quién deben agradecimiento? A nuestro
buen Padre de Neuville, le deben su felicidad, sus esperanzas, en una
palabra, le somos deudoras de todo.

Este nombre venerable debería estar escrito en cada puerta de la


casa, en cada árbol del jardín. No hay lengua capaz de enumerar
fielmente todas sus liberalidades. Como un verdadero padre nos ha
dado alojamiento, nos ha alimentado; cada semana nos enviaba
provisiones, pagaba las cuentas del pan, de la carne, etc. Y eso no fue
bastante: necesitábamos una capilla habló el primero de emprender esta
obra… Para satisfacer su coste y sostener esta casa vendió su castillo
de Neuville. Sus beneficios para con nosotras y a favor de otras obras
santas, fueron continuos: en cuanto a él se redujo a vivir tan
pobremente que las personas que lo visitaron durante su última
enfermedad se conmovieron hasta derramar lágrimas. Pues bien,
amadas hijas, este hombre generoso hasta heroísmo, decía siempre que
no había hecho nada…

8
La Madre Priora de una de nuestras Casas de Roma obtuvo del
Soberano Pontífice, con ocasión de la fiesta onomástica de este
venerado Padre, una indulgencia plenaria in articulo mortis, de la que
podía disponer también a favor de varios miembros de su familia, a
elección suya. (Conferencia 64, edición 1907, p 469-470)

v Con “nuestras tres grandes bienhechoras”


“… nuestra buena Madre la Sra Condesa Genoveva d’Andigne de
Villequier, nuestra digna y piadosa fundadora. Ah qué no ha hecho ella
por nosotras!
… y las Hnas. Asistentes Generales: María de Sta. Chantal de Jesús
de la Roche y María Teresa de Jesús Couëspel,… fueron también
grandes bienhechoras nuestras… Y sin embargo a causa de sus
brillantes cualidades y su gran fortuna eran miradas en la sociedad como
personas muy felices. Conocéis sus liberalidades para con nosotras,
cuánto nos han ayudado y habéis podido ver al mismo tiempo su
sencillez, su obediencia, su celo lleno de abnegación” (María Eufrasia
Pelletier, Conferencias Cap.65, p. 471 (edición 1907)

v Y en general :
Escribiremos en nuestros Anales los beneficios de la Corte Romana;
constará en ellos el nombre del conde Agustín de la Potherie de Neuville,
quien vendió el castillo de sus padres y se hizo pobre para construir esta
casa de Angers. Quedará inscrito el nombre de la condesa Genoveva de
Andigné de Villequier, quien la ha sostenido con sus liberalidades y
benévolo afecto…
Será posible que con el tiempo se llegara a borrar el recuerdo de todos
estos nombres venerados? No, no puedo creerlo (María Eufrasia Pelletier,
idem)

Volvamos a algunos testimonios del Proceso de Beatificación, pero después


miremos sobre todo el caluroso afecto que emanan sus cartas.

Los testimonios del Proceso nos permiten ver cómo ella amó y fue amada con
madurez. El testigo Louis Bremond, precisa:
«Ví cuanto amaba ella a sus religiosas y a las niñas de las diferentes
clases. Este amor era extraordinario y se manifestaba por toda clase de
servicios: amor sin parcialidades por nadie, era una relación madura y
piadosa. Sabía consolar a los afligidos, y, como me dijo muchas veces
encontraba en eso su propio consuelo” (Proceso Ordinario , p. 989)

Y la Hna. Carolina de Lescazes agrega:


« ... Su conversación era edificante. Jamás oí decir que hubiera tenido
apegos muy sensibles, ni que hubiera sufrido de parte de sus religiosas
muestras de ternura demasiado inmaduras. Lo mismo me han
confirmado las religiosas y de mi parte jamás ví algo que no fuera
digno… Las Hermanas también me decían cuánta veneración tenían
ellas por la pureza de su madre y yo comparto sus sentimientos.” (Ibid,
Pág. 1015)

En el mismo sentido se expresa la Hna. María de Sta Eufrasia Plumier (Testigo


XXXII):
9
« La castidad de nuestra venerable Madre era evidente… y por otra
parte ella era muy amada»
También el Testigo VIII, M. Adolphe Levoyer declaró:
“… ella estaba muy expuesta a calumnias y a toda clase burlas pero
nadie expresó jamás la menor duda sobre la exquisita castidad de esta
santa Religiosa. Su modestia era admirable; el estilo que utilizaba con
las religiosas jóvenes o de edad era excelente. Y dada la naturaleza
misma de su vocación, estaba en contacto con pobres creaturas que
hacen difíciles las relaciones, jamás observé abandono ni familiaridad»
(Ibid p. 899)
« … Siempre ví el respeto y una actitud conveniente en las relaciones de
las Hermanas y otras personas con la Sierva de Dios » (Ibid p 944)

INVESTIGUE:
3. A pesar del testimonio anterior, María Eufrasia fue acusada de tener
una hija. Recuerda ud. esa anécdota?

Pero en sus Cartas es María Eufrasia misma quien nos hace sentir su
corazón inflamado de amor, capaz de expresar la más profunda ternura,
comprensión, perdón… de corregir amando…
Las invitamos a zambullirse en estos 8 tomos que nos revelan el verdadero
rostro, el inmenso amor de quien supo vivir la castidad en plenitud.

En nuestro próximo webtrabajo vamos a profundizar algunos aspectos de sus


relaciones interpersonales. Por el momento estos textos que complementan
nuestra reflexión de hoy.

À M. de Sta Sofía Lavoye, 24 de diciembre de 1837


En cuanto a mí, queridas hijas, puedo asegurarles que soy toda para
todas y cada una en particular, ninguna me es indiferente, no hay una
sola de nuestras amadas Hermanas de las fundaciones en quien no
piense…

À M. Matilde Flosse que pide « volver » a la Congregación después de


haberla dejado 6 años atrás:
“Podré rehusaros? El cielo os perdona y mi corazón… os recibe”.

A Hna. María de Sn Estanislao BEDOUET, Assistante Le Mans, Angers,


lunes, 22 de abril de 1833
«Os amo mis queridas Hermanas con gran ternura, en las entrañas de
Jesucristo y os abrazo muy afectuosamente. Su carta nos causó mucho
placer !”

A la Hna. María de San Luis ROYNE, Superiora Grenoble, 28 [diciembre]


¡Ah! Tenga compasión de nuestras Hermanas de Sn. Egreve. ¡Dios mío!
¡Cómo las estrecharía contra mi corazón, puesto que ellas quieren
regresar! ¿Por qué no humillarnos para unirnos en la divina caridad?
Ordenamos a nuestras queridas Hermanas, vuestras pobres
compañeras de infortunio, que las sostengan. Las queremos y
bendecimos en Dios.
¡Ah! hija mía, comparto su dolor. Sin embargo, si los Superiores la
hacen regresar, sea sumisa, reciba con gratitud y humildad lo que
10
Monseñor le dé, pero no pida nada; sea noble y grande [en] el dolor,
únase a Jesús sobre la cruz; siempre sabremos hacerle justicia si
regresa. Será recibida honorablemente, no tema nada, porque habrá
hecho todo lo mejor posible. Pero si Monseñor y el Padre Teston no
consienten en que comiencen la obra, regresen inmediatamente por el
camino más corto y diríjanse directamente a Angers; las recibiremos
con ternura y volverá a tener el cargo de Ecónoma. En cuanto a Sor
María de San Felipe10, dejo que reflexione y cargue con la
responsabilidad de sus actos. i Qué juicio le espera! Hizo fracasar toda
la obra, ultrajó al Príncipe de la Iglesia, faltó de gratitud y colmó para
toda mi vida mi alma con amargura. . En fin, hija mía, ¡que Dios la
perdone, como yo la perdono!

REFLEXIONE:
4. Recuerde su relación más gratificante. Cómo le ha ayudado la Castidad
para actuar con madurez emocional?

3) Como una misión profética


La castidad volvió a María Eufrasia más libre para el servicio de sus
hermanos y hermanas. (Cfr. Caminar desde Cristo 45) Su Castidad fue una
fuente de mayor fecundidad (Cfr DC 599), fundada sobre el amor de Jesús
Buen Pastor, con la ternura de Cristo (Cf. Constituciones RBP/CBP 15, 16).

« La Sierva de Dios encontraba en su Instituto el medio para socorrer


todas la miserias. En nuestras casas se encuentran reunidas todas las
edades: desde la más tierna infancia, hasta la vejez, la huérfana pobre,
la joven preservada, la adolescente violada, lo mismo que las
Penitentes, las detenidas y las liberadas encuentran allí no solo un asilo,
sino la instrucción. Ellas aprenden a trabajar… El celo de la S de D se
extendía hasta las pobres prisioneras, a
las negras africanas, a las personas de
todas las religiones, aún a las idólatras
y a las paganas… (Proceso Ordinario,
Testigo II:
Sofía Letocart (Hna, María de Santa
Teresa),
p. 283.

Con dinamismo misionero ella expresó


el amor ardiente que la consumía y
que hacía su vida resplandeciente y
contagiosa, atrayendo vocaciones Árbol de las fundaciones
abundantes, a las que animaba, CASA MADRE--ANGERS

suscitando en ellas actos heroicos de


entrega:
« Siento un ardor por la salvación de las almas que me quema y me
consume”» María Eufrasia Pelletier citado en el Proceso Ordinario,

10
M. de Sn Felipe Mercier, profesa de Valencia, después de Tours, vino a Angers en 1831 con María
Eufrasia Pelletier. Fue nombrada como Asistente en Grenoble pero su nombramiento no fue aceptado y
debió regresar a Angers por haber faltado al respeto a su Obispo Mr. de Bruillard.

11
Testigo 3, Florentina Fernández Concha (María de San Agustín) pág.
467.
« La gloria de Dios y la salvación de las almas, esto es lo que me
interesa en la vida! Que los hombres me juzguen como quieran» (María
Eufrasia Carta 152)

« Nuestro Instituto se ha fundado por el amor a las almas. Como todos


saben, yo no tenía ni riqueza, ni talentos, nada de lo que atrae
exteriormente, pero siempre amé a las Penitentes y las he amado con
todas las fuerzas de mi alma ». (Conferencias, 4 p. 34)

Ella extendió su acción a todo el mundo: cuando murió ya había 110


casas.
« Ella decía a sus hijas cuando salían para las misiones: “Vayan a la
conquista de las almas! Den muchos hijos a nuestra Madre la Santa
Iglesia” (Proceso Ordinario, Testigo 3, Florentina Fernández Concha,
(María de Sn Agustín) p 419)´

« La S de D comunicaba a las personas que le rodeaban el deseo de la


perfección y el celo por la gloria de Dios y la salvación de las almas [sic],
testigo de ellos tantas religiosas quienes… después de haberla oído,
iban a ofrecerse para partir hacia las regiones más alejadas, dispuestas
a sufrir y morir por la conquista de las almas. (Proceso Ordinario,
Testigo 3, Florentina Fernández Concha, (María de Sn Agustín), p. 452.

5. PARTICIPE:
El Voto de Castidad cómo le ha ayudado a usted y a su Comunidad en su
vida espiritual?

REFLEXIONE
6. Analice cómo las relaciones con su grupo familiar ayudan o impiden su
compromiso en la vida consagrada?

LE AGRADECEMOS SUS SUGERENCIAS, PREGUNTAS, EL


COMPARTIRNOS NOS REFLEXIONES.

Blanca Inés Velásquez Posada RBP


Angers, Diciembre 2005

12
Bibliografía
CD
Manuscrits du Procès Apostolique (P.A.),
Manuscrits du Procès Ordinaire (P.O),
Manuscrits du Procès Super Fama (P.S.F),
Marie-Euphrasie Pelletier ENTRETIENTS
Marie-Euphrasie Pelletier LETTRES

Grabados en CD por el P. Côté, Jean-Rémi CJM, Montréal, 2004

DOCUMENTOS
Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades
de Vida Apostólica), ELEMENTOS ESENCIALES DE LA ENSEÑANZA
DE LA IGLESIA SOBRE LA VIDA RELIGIOSA, 31 mayo 1983

Juan Pablo II, VITA CONSECRATA, Exhortación Apostólica Post-


Sinodal, 25 marzo 1996

Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de


Vida Apostólica, CAMINAR DESDE CRISTO. Un renovado
compromiso de la Vida consagrada en el tercer milenio, noviembre
2004.

LIBROS
Martínez Díaz, Felicísimo, REFUNDAR LA VIDA RELIGIOSA, VIDA
CARISMÁTICA Y MISIÓN PROFÉTICA, Edit. San Pablo, Madrid

Chittister, Joan, OSB, EL FUEGO EN ESTAS CENIZAS, Espiritualidad


de la vida religiosa, original en Inglés, The fire in These Ashes, Ed. Sal
Térrea, Bilbao, 1998

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