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Doctor (a)

JUEZ CIVIL MUNICIPAL DE BOGOTÁ D.C. (REPARTO)


E.S.D.

REFERENCIA: ACCIÓN DE TUTELA


ACCIONANTE: JINNETH KATHERINE LOMBANA MARENTES
ACCIONADO: EPS SURAMERICANA S.A

JINNETH KATHERINE LOMBANA MARENTES, persona mayor de edad, vecina de esta


ciudad, identificada con la cédula de ciudadanía No. 1.033.707.942 expedida en Bogotá D.C.,
actuando en causa propia, de manera respetuosa acudo ante usted para promover ACCIÓN
DE TUTELA, contra EPS SURAMERICANA S.A, vinculando además al HOSPITAL
UNIVERSITARIO CLINICA SAN RAFAEL en su calidad de IPS adscrita a EPS
SURAMERICANA SA., EL MINISTERIO DE SALUD Y PROTECCIÓN SOCIAL,
ADMINISTRADORA DE LOS RECURSOS DEL SISTEMA GENERAL DE LA
SEGURIDAD SOCIAL – ADRES y SUPERINTENDENCIA NACIONAL DE SALUD,
a través de sus representantes legales o a quien haga sus veces, con el objeto de obtener de
usted señor juez la protección inmediata del núcleo esencial de mis derechos constitucionales
fundamentales a la Dignidad Humana, articulo 1 de la Constitución Política.; Salud y a la Vida
Digna artículo 49 de la Constitución Política. Y a la Seguridad Social en Salud, articulo 48 de
la C.P., a la igualdad artículo 13 de la C.P., CALIDAD DE VIDA EN CONDICIONES
DIGNAS, los cuales considero vulnerados por la entidad accionada, situación fáctica que
fundamentare en los siguientes hechos:

DECLARACIONES

1. Amparar los derechos fundamentales a la Dignidad Humana, artículo 1 de la C.P.; Salud


y a la Vida Digna artículo 49 de la C.P. y a la Seguridad Social en Salud, artículo 48 de
la C.P., a la igualdad artículo 13 de la C.P., calidad de vida en condiciones dignas.

2. Ordenar al gerente de EPS SURAMERICANA S.A, y/o a quien haga sus veces que, en
el término de 48 horas, disponga todo lo necesario para autorizar procedimiento
“COLECISTECTOMIA POR LAPAROSCOPIA” prescrito por el especialista tratante,
Dr. ORLANDO MAURICIO GIRON FORERO.

3. ORDENAR al gerente de EPS SURAMERICANA S.A, y/o a quien corresponda que, me


garantice en forma permanente y oportuna (es decir que no haya demora) la atención
integral en salud con ocasión de mi afección diagnosticada por el especialista tratante y
adscrito a la referida EPS, entendiéndose con ello: “CIRUGÍA DE
COLECISTECTOMIA LAPAROSCOPICA”, el suministro de todos los medicamentos
pos y no pos en la cantidad y periodicidad que lo requiera, tratamientos especializados,
consultas médicas, procedimientos, exámenes generales como especializados, insumos,

1
las terapias especializadas, hospitalización, y demás requerimientos que los médicos
tratantes adscritos a la entidad accionada consideren necesarios para tal efecto, sin que
sea relevante que estén expresamente excluidos del Plan de Beneficios. en una IPS que
forme parte de su red de prestadores, tendientes a llevar efectivamente a la recuperación
de mi estado de salud, entre las que se incluyan evitar imponer trámites administrativos
para el acceso a los servicios de salud.

4. Ordenar a EPS SURAMERICANA S.A., en razón a la vulneración de mis derechos


fundamentales a la Salud, a la igualdad y la Vida en Condiciones Dignas, solicito en
consecuencia ser eximido de cancelar los copagos o cuotas de recuperación exigidos
para el acceso de cualquier servicio de salud.

5. Prevenir al Gerente de EPS SURAMERICANA S.A., o a quien corresponda para que en


ningún caso vuelva a incurrir en las acciones que dieron mérito a iniciar esta tutela, y si
así lo hiciere sea sancionado conforme lo dispone el artículo 52 del Decreto 2591/91.

HECHOS

1. La suscrita es una persona de 31 años de edad, que actualmente se encuentra afiliada a


EPS SURAMERICANA S.A., en la ciudad de Bogotá D.C., en el régimen subsidiado.

2. Desde mediados del año pasado 2019, he presentado un dolor intenso e insoportable en
la boca del estomago con fiebre repetitiva de 39.7 también he presentado sucesivamente
nauseas, bastante dolor de espalda, y en cita médica con el médico tratante JUAN
MANUEL SALAZAR CORREA, profesional adscrito a CRUZ BLANCA EPS, fui
diagnosticada con COLECISTITIS AGUDA y/o COLELITIASIS por lo cual ordeno la
práctica de la cirugía “ COLECISTECTOMIA LAPAROSCÓPICA”, me manifestó
además de manera verbal que era urgente practicar la cirugía.

3. Es así como con fecha 2 de junio de 2019, se me expidió la ORDEN DE


PROCEDIMIENTO QUIRURGICO la cual fue radicada en la EPS CRUZ BLANCA,
los días siguientes se me expidió la autorización para el citado procedimiento
quirúrgico.

4. Se me expidió la respectiva autorización para la cirugía, pero la EPS CRUZ BLANCA


aún no había autorizado la cirugía, constantemente miraba virtualmente por la página
de la EPS, si ya se encontraba la respectiva autorización pero aún no se encontraba,
unas semanas después observo que ya se encontraba la autorización con el anestesiólogo
para el día 2 de julio.

El día 2 de julio de ese año, me acerqué a la clínica san Rafael cumpliendo la respectiva
cita pero me dicen que no hay citas disponibles ni con médicos generales ni muchos
menos con anestesiólogos, tuve una gran insistencia hacia la clínica comunicándome
telefónicamente y también acercándome hasta allá pero no recibo respuesta favorable.

5. Debido al intenso dolor y a la dilatación de la cirugía ordenada por la misma EPS,


procedo a elaborar el día 21 de septiembre del 2019 un derecho de petición que fue

2
radicado el mismo día que se elabora solicitando muy respetuosamente que se me
practicara la respetiva cirugía, Desde ese mismo día que radique el derecho de petición
no he RECIBIDO, respuesta alguna dando a entender una pésima atención de esta EPS
y demostrando que frente a sus pacientes adscritos no les importa el estado de su salud.

6. Aproximadamente en los meses de noviembre y diciembre la EPS CRUZ BLANCA se


acaba y durante esos meses quede sin quien me preste el servicio de salud, debido a este
inmenso dolor mi padre y mi madre tuvieron que sacar dinero de sus propios ingresos
para poder asistir a citas médicas pagas por su mismo bolsillo debido a que nunca se me
notifico a que EPS me trasladaron, durante ese lapso de tiempo mi estado de salud
estuvo muy delicado debido a que no tenia una EPS que me prestara el servicio de salud,
Ahora bien aproximadamente un mes después me entero de que estoy afiliada en régimen
beneficiario a la EPS SURAMERICANA

7. EPS SURAMERICANA S.A con su conducta negligente INRESPETA LA


IDONEIDAD DEL MEDICO TRATANTE, pues desconoce la indicación de
PRIORIDAD, del caso determinada por el profesional con base en el diagnostico inicial
preciso que hizo de los exámenes médicos, ayudas diagnósticas y valoración en consulta.
La instrucción de prioridad, tanto del procedimiento quirúrgico reseñado, tenían por
finalidad garantizar la pronta recuperación o estabilización de su paciente como efecto
residual del servicio continuo, oportuno y sin retardado. Sin embargo, se VE AHORA
DILATADA la cirugía so pretexto del CORONAVIRUS, siendo que tan importante a
tratar es el tema de la pandemia como las demás patologías que presentamos ciertos
pacientes en mi caso particular, esto no da espera debido a que está en riesgo mi salud y
vida, pues el dolor que siento TODOS LOS DIAS ES INSOPORTABLE, SUFRO CADA
MOMENTO DE MI VIDA CON ESTE DOLOR que no me deja vivir tranquilo.

8. Si bien es cierto que el mundo atraviesa una difícil situación a causa de la PANDEMIA
POR CORONAVIRUS, NO ES MENOS CIERTO, que independientemente de esta
situación hay pacientes como el suscrito que presentan patologías que revisten gravedad
e importancia y DEBEN SER TRATADAS y las cirugías realizadas, toda vez que en mi
caso, el dolor que presento día a día es insoportable, disminuye cada vez mi calidad de
vida, y es una cirugía QUE NO DA ESPERA, la salud es UN DERECHO
FUNDAMENTAL que debe ser PROTEGIDO POR EL ESTADO.

9. La determinación del médico tratante, por lograr que su paciente accediera de manera
expedita y eficiente a la prestación de servicios de salud, bajo criterios de calidad y
oportunidad, se vio frustrada por la EPS accionada quien de manera irregular
aduciendo la situación pro coronavirus, ha venido dilatando amenazando de esta
manera los derechos a la vida y a la integridad personal del suscrito.

10. El día 26 de agosto de 2020 se me realiza una ecografía mediante, cuya misión era
observar el tamaño del abdomen que en su pronostico no se da un tamaño normal,
debido a que ya se encuentra en un tamaño de 5,5 m y es un estado anormal.

3
11. El día 8 de septiembre del presente año, acudo al CENTRO DE CIRUGIA
AMBULATORIO para una VALORACIÓN PREANESTÉSICA.

Al día siguiente me acerco a la EPS en la cual me encuentro adscrita para tener una
consulta con el cirujano general, en su análisis reitera que tengo COLELITIASIS Y
CALCULO EN LA VESICULA BILIAR REPETITIVO, El cual emite una solicitud de
autorización para la respetiva Cirugía correspondiente pero no emite una FECHA
EXACTA PARA DICHA CIRUGIA, solamente emite una fecha de posible respuesta a
esta solicitud para programar la respetiva cirugía.

12. La EPS accionada por razones de pandemia que, si bien sabemos que es importante
tratar, también lo es tratar mi patología que requiere una cirugía inmediata, y la EPS
lejos de ser diligente, pretende demorar el tratamiento o procedimiento médico al cual el
suscrito tiene derecho. EPS SURAMERICANA S.A, viola el derecho a la salud de la
suscrita e impide su efectiva recuperación física y emocional, pues las dificultades o
cargas administrativas que pudieran presentarse al interior de la EPS como
consecuencia de la ineficiencia o de la falta de planeación de estas, no pueden ser
trasladadas ni corresponde asumirlas a los usuarios o esgrimirse como justa causa para
imposibilitar el acceso de suscrito a la continuidad de los servicios médicos prescritos
sin demoras.

13. El criterio del médico tratante al prescribir la orden médica, a partir de su diagnóstico,
cobra plena trascendencia pues es el fundamento científico de los servicios y tecnologías
que a su juicio deben ser suministrados al paciente para lograr su efectivo
restablecimiento. En consecuencia, con base en la evidencia notaria que converge en el
material probatorio allegado, se requiere que la EPS accionada practique de inmediato
y sin dilación “CIRUGÍA DE COLECISTECTOMIA LAPAROSCOPICA” para que a
partir de esta se puedan generar en la suscrita condiciones de existencia acordes con la
dignidad humana.

14. Así mismo, La suscrita no cuenta con los recursos económicos para sufragar los gastos
de medicamentos y consultas con especialistas, los cuales me vería forzada a cubrir de
continuar SURAMERICANA S.A EPS-S dilatando la CIRUGIA, y servicio de consulta
con el especialista u otro servicio con el argumento de “POR EL MOMENTO
ESTAMOS TRATANDO EL CORONAVIRUS”. Maxime cuando a causa de esa
situación de la pandemia el gobierno nacional ha decretado el AISLAMIENTO
OBLIGATORIO debido a la situación en la que me encuentro no he tenido mis propios
ingresos económicos para sufragar mis necesidades básicas por los que hasta el día de
hoy dependo económicamente de mi familia.

15. Con base en lo anterior, como consecuencia de la vulneración de mis derechos


fundamentales a la Salud, a la igualdad y la Vida en Condiciones Dignas, solicito en
consecuencia ser eximido de cancelar los copagos o cuotas de recuperación exigidos
para el acceso de cualquier servicio de salud.

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DERECHOS CUYA PROTECCIÓN SE DEMANDA

La tardanza de SURAMERICANA S.A EPS-S en facilitar la recuperación o estabilización


de la condición de salud de la suscrita constituye una flagrante violación del derecho a la
salud, derecho a la calidad de vida en condiciones dignas y a la vida e integridad personal
en relación a los artículos 44, 47, 48 y 49 de la Constitución Política en tanto dicha entidad
se niegue a ordenar el procedimiento quirúrgico CIRUGÍA DE COLECISTECTOMIA
LAPAROSCOPICA” con la inmediatez que la condición de salud de la suscrita amerita.

El concepto de calidad de vida es un término que, como todos los valores, supone una visión
multidimensional, es decir, se compone de una visión de todas las realidades y posibilidades
que conforman la realización de dicho valor en la existencia concreta del ser humano. La
calidad de vida, admite elementos de tipo material, social o cultural y psicológico, las cuales
incluyen todas las facetas del ser humano, que no es una, sino que por el contrario implica
cientos de formas, variaciones y posibilidades. La sentencia T-499 de 199271, estableció que,
“mantener a una persona expuesta a dolencias permanentes que pueden ser evitadas
constituye un trato cruel e inhumano que impide llevar una vida digna” 2. En esta y otras
sentencias, partiendo del sentido mismo de vida digna, la Corte Constitucional concibe una
sensibilidad especial hacia el sufrimiento y la condición del ser humano sufriente.

Calidad de vida implica las condiciones para llevar una vida normal en todos los aspectos,
esto es, vida íntima, familiar y laboral. Cuando el dolor no permite lleva una vida equilibrada
en todos sus aspectos, permite la protección constitucional a la vida3.

Referirse al dolor, ineludiblemente obliga a hacer alusión al ser humano en su integridad y en


su primerísima dimensión: la corporal. La lesión de columna que sobrelleva el accionante,
cuya existencia ha sido verificada por su médico tratante, la cual le ocasiona insufrible dolor
e impide su movilidad, pero puede ser conjurada mediante una intervención quirúrgica que, a
propósito, ya fue prescrita por el médico especialista adscrito a Salud total, sin embargo, su
postergación o reprogramación de la fecha, para su curación constituye una forma de trato
cruel (CP art. 12). “El dolor intenso reduce las capacidades de la persona, impide su libre
desarrollo y afecta su integridad física y psíquica. La autoridad competente que se niega, sin
justificación suficiente, a tomar las medidas necesarias para evitarlo, omite sus deberes,
desconoce el principio de la dignidad humana y vulnera los derechos a la salud y la
integridad física, psíquica y moral de la persona”4

La Corte ha insistido que el derecho a la vida riñe con la situación de dolor, porque contra
ella atentan no sólo las circunstancias que amenazan con la muerte, sino todas aquellas
que incomodan la existencia hasta el punto de hacerla insoportable, como el dolor. Y
cuando éste se presenta bajo esas condiciones es un deber constitucional evitarlo o
suprimirlo 5, máxime, bajo los principios básicos de un Estado social de derecho.

En sentencia T-433 de 19946, en un fallo sobre un retraso para efectuar una operación,
expresó la Corte que, si una persona padece dolores que le causan sufrimiento y, más, no
permite su recuperación, la intervención médica debe ser realizada “dentro de un término
científicamente admisible y humanamente soportable” para evitar que se llegue a nuevos
factores de malestar o de agravamiento de los dolores que ya padece la persona. Esto,

5
persiguiendo el derecho constitucional a la salud, que ya se ve deteriorada por los dolores
mismos, y por un injustificado retraso en la intervención quirúrgica. Así, al intervenir la
fuente del dolor buscando eliminarlo o disminuirlo a niveles cotidianamente soportables, se
busca mejorar la calidad de vida.

Desde la sentencia T-489 de 1998, la Corte expresó que la acción de tutela es procedente
para solicitar cirugías, aun cuando el accionante no se encuentre en peligro de muerte,
porque el derecho a la vida, como ya se dijo, no sólo es el derecho a conservarla de
cualquier forma, sino también a vivir, pero en condiciones dignas, es decir, a vivir en “un
estado lo más lejano posible del sufrimiento”, en donde el individuo pueda desempeñarse
normalmente dentro de la sociedad. Esto debe ser así, porque atenta contra el principio de la
dignidad humana dejar esperando a una persona en medio de dolores hasta que se encuentre
al borde de la muerte para proceder a intervenirla. De aquí se extrae la primera posición de
inercia ante el dolor, cuando hay una actitud preferencial de las condiciones materiales sobre
la persona y su dolor7. En conclusión, cuando una cirugía mitigaría o eliminaría un dolor
debe proceder a hacerse, aun cuando la vida no se encuentre al borde de la extinción, puesto
que el principio de dignidad humana se vería vulnerado de no hacerse.

__________________________________________________________

1.
El caso de una persona afectada por una lesión en la columna vertebral que requería
de una intervención quirúrgica que no había sido practicada a pesar de haber sido
prescrita hacía más de seis meses. La paciente era aquejada por un dolor de tal
magnitud que, incluso, le impedía subir y bajar escaleras.
2.
Este precedente ha sido reiterado, entre otras, en las sentencias T-322 de 1997 (cirugía
de reemplazos articulares en ambas rodillas para enfrentar una artritis aguda), T-654
de 1999 (una vida dolorosa atenta contra el derecho a la vida), T 936-99 19-11-99
Carlos Gaviria Díaz, Sentencia T 229 de 2000. M. P. José Gregorio Hernández
Galindo, T-1384 de 2000 (cirugía para el tratamiento de una hernia discal), T-579 de
2000 (cirugía para enfrentar calcificaciones que generaban mucho dolor e
impedimentos para mover el brazo), T-910 de 2000 (intervención quirúrgica para
tratar una fractura facial que produce intenso dolor en el rostro), T-494 de 2001
(cirugía para resolver un cálculo de colesterol), T-536 de 2001 (cirugía para el
tratamiento de cólicos que generaban calambres e imposibilidad de trabajar), T-791 de
2001 (cirugía de columna y dolor para trabajar) y T-855 de 2002 (cirugía para tratar
la incontinencia mixta que genera gran dolor, imposibilidad de transporte en vehículos
debido al dolor).
3.
Cfr. Sentencia T-654 de 2004, M.P. Marco Gerardo Monroy Cabra.
4.
Sentencia T-499 de 1992, M.P. Eduardo Cifuentes Muñoz.
5.
Sentencia T-444 de 1999, M. P. Eduardo Cifuentes Muñoz; T-283-98 M. P. Fabio
Morón; T-936 de 1999, M. P. Carlos Gaviria Díaz.
6.
M .P. Fabio Morón Díaz.
El caso es concreto e ilumina bien la cuestión: “En el caso sujeto a revisión, no solamente es
claro que el demandante está sometido a un sufrimiento que incomoda su existencia,
consistente en el dolor que la enfermedad le produce en su rodilla derecha, sino también que

6
es un estado de sufrimiento superable con la cirugía que se ha prolongado injusta e
innecesariamente desde el 4 de diciembre de 1997, fecha en que fue recomendada por el
médico tratante, por una causa ajena a la responsabilidad y posibilidad de acción del
demandante. Es precisamente esta circunstancia la que hace indigna su existencia: el saber
que su dolor es superable y, sin embargo, no ha sido dejado atrás por circunstancias
imputables única y exclusivamente a las partes del contrato celebrado entre La Previsora y
Masalud S.A. que, hasta la fecha de esta providencia y con el beneplácito de los jueces de
instancia -quienes afirmaron que si el demandante aguantó un año de dolor puede seguir
soportándolo-, significó la prevalencia de derechos puramente patrimoniales por sobre otros
inherentes a la persona humana”. Negrillas no son originales del texto. Véase además la
Sentencia T-603 de 1998, M. P. Vladimiro Naranjo, sobre calificación de perito para
autorizar cirugía o no, cuando se presentan dolores que suponen

7
EL ACCESO A LOS SERVICIOS DE SALUD COMO DERECHO FUNDAMENTAL
AUTÓNOMO

…” todo derecho fundamental tiene necesariamente una faceta prestacional.


El derecho a la salud, por ejemplo, se materializa con la prestación integral
de los servicios y tecnologías que se requieran para garantizar la vida y la
integridad física, psíquica y emocional de los ciudadanos. En ese orden de
ideas, esta Corporación indicó que “la sola negación o prestación
incompleta de los servicios de salud es una violación del derecho
fundamental, por tanto, se trata de una prestación claramente exigible y
justiciable mediante acción de tutela”.
sentencia T-760 de 2008

Recapitulando, el derecho fundamental a la salud lo constituye tanto el deber del Estado de


asegurar la prestación eficiente y universal de un servicio público de salud que consienta para
todos los usuarios del servicio la posibilidad de preservar, recuperar o mejorar su salud física
y mental, como la eventualidad de hacer exigible por vía de tutela tales prestaciones para
garantizar el desarrollo pleno y digno del proyecto de vida de cada individuo.

De otro lado nuestra Corte, apoyándose en los desarrollos internacionales y en su


jurisprudencia precedente concibió en dicha sentencia ampliación de la concepción
meramente prestacional del derecho a la salud para elevarlo, en sintonía con el Estado Social
de Derecho, al rango de fundamental el reconocimiento del acceso a los servicios de salud
como derecho fundamental autónomo. En tal sentido, sin desconocer su connotación como
servicio público, avanzó en la protección de la salud por su importancia elemental para la
garantía de los demás derechos.

En últimas dijo la corte “el derecho a la salud, se materializa con la prestación integral de los
servicios y tecnologías que se requieran para garantizar la vida y la integridad física, psíquica
y emocional de los ciudadanos. “la sola negación o prestación incompleta de los servicios de
salud es una violación del derecho fundamental, por tanto, se trata de una prestación
claramente exigible y justiciable mediante acción de tutela”.

PRINCIPIO DE INTEGRALIDAD

“Los servicios y tecnologías de salud deberán ser suministrados de manera


completa para prevenir, paliar o curar la enfermedad, con independencia del
origen de la enfermedad o condición de salud, del sistema de provisión,
cubrimiento o financiación definido por el legislador. No podrá fragmentarse la
responsabilidad en la prestación de un servicio de salud específico en desmedro
de la salud del usuario.
Ley 1751 de 2015 – Ley Estatutaria de Salud

El principio de integralidad resulta relevante en la materialización efectiva del derecho a la


salud, incluso en los casos en los que exista duda sobre el alcance de un servicio o
tecnología de salud cubierto por el Estado, se entenderá que este comprende todos los

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elementos esenciales para lograr su objetivo médico respecto de la necesidad específica de
salud diagnosticada”

El principio de integralidad circunda la obligación del Estado y de las entidades encargadas


de la prestación del servicio de garantizar la autorización completa de los tratamientos,
medicamentos, intervenciones, procedimientos, exámenes, controles, seguimientos y demás
servicios que el paciente requiera para el cuidado de su patología, así como para sobrellevar
su enfermedad

EL DIAGNÓSTICO MÉDICO: ELEMENTO ESENCIAL DEL DERECHO


FUNDAMENTAL A LA SALUD

Dentro del razonamiento de la salud como derecho fundamental autónomo, el derecho al


diagnóstico se revela como uno de sus elementos principales. La posibilidad de un paciente de
obtener por parte de un profesional médico una valoración integral que determine los servicios
de salud necesarios para el tratamiento de su patología constituye un presupuesto esencial en
la protección del derecho a la salud.

El derecho a obtener una atención en salud integral, oportuna y de alta calidad; a mantener
una comunicación plena, permanente, expresa y clara con el profesional de la salud tratante y,
a su vez, a obtener información clara, apropiada y suficiente por parte del profesional de la
salud sobre el tratamiento y los procedimientos a seguir. Es decir, “una valoración técnica,
científica y oportuna que defina con claridad el estado de salud del paciente y los tratamientos
médicos que requiere”.

Sentencia T-100 de 2016, M.P. María Victoria Calle


.

PRUEBAS Y ANEXOS

Documental:

1. Copia de mi cedula de ciudadanía.


2. Copia del Sistema general de seguridad social.
3. Reporte Ecográfico Abdominal de fecha 3 de mayo de 2019.
4. Consulta médica con el médico general de fecha 4 de mayo de 2019.
5. Consulta médica por urgencias emitida por el Hospital Universitario San Rafael de
fecha 2 de junio de 2019.
6. Copia simple del consentimiento Informado para la practicar de la cirugía de
COLECISTECTOMIA LAPAROSCOPIA.
7. Copia del derecho de petición el cual fue recibido por la EPS CRUZ BLANCA el día 21
de septiembre de 2019.
8. Copia simple de la Ecografía al abdomen realizada el día 26 de agosto de 2020.
9. Copia simple de la valoración preanestésica el día 8 de septiembre de 2020
10. Copia simple de la Consulta con el Cirujano General.
11. Copia de la solicitud de cirugía.

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CUMPLIMIENTO ART. 37 DCTO 2591/91: JURAMENTO

Manifiesto bajo juramento que no he presentado ninguna otra acción de tutela


por los mismos hechos y derechos objeto de la presente acción. De tutela.

NOTIFICACIONES

La Suscrita recibirá notificaciones en la Calle 78 # 17 F 23 Sur Barrio Buenos Aires en


Bogotá D.C., dirección electrónica: pinillajulieth10@gmail.com

El Accionado, EPS SURAMERICANA S.A. en la Calle 31 #13 A 51 en Bogotá D.C.,


dirección electrónica : notificacionesjudiciales@epssura.com.co

Atentamente,

JINNETH KATHERINE LOMBANA MARENTES


C.C. 1.033.707.942 de Bogotá D.C.

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