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GRADO DE HISTORIA
ASIGNATURA: HISTORIA ANTIGUA I. EGIPTO Y PRÓXIMO ORIENTE
CURSO 2020-2021

Profª Carmen Blánquez Pérez


cblanquez@ucm.es

2. EL COMIENZO DE LA HISTORIA
Los primeros estados: Mesopotamia.

El criterio utilizado hoy día para separar la Prehistoria y la Historia


Antigua es el de la aparición del Estado, que surge en momentos diferentes en
las diversas culturas antiguas. El Estado supone un cambio en la organización
política y también profundas transformaciones en la economía y en la sociedad.
El Estado surgió por vez primera en el Próximo Oriente, en Mesopotamia
meridional, en Sumer, en torno al 3000 a.C.

En realidad, palabras como “Estado”, “Imperio” o “Nación” no existían en


el Mundo Antiguo. Son conceptos actuales, que usamos para definir realidades
políticas del Mundo Antiguo (pero ajenos a la mentalidad de sus habitantes). En
cualquier caso, son términos muy útiles, que nos sirven para entendernos, para
saber a qué nos referimos.

Definición de estado:
No existe una “definición” del Estado, pero la frase siguiente puede servir
como tal:
El Estado es la forma de organización de las sociedades complejas.
La Historia estudia al hombre en sociedad (no individualmente) y las
sociedades históricas son sociedades complejas. Al estudiarlas, estudiamos
también su organización política y económica, así como sus creencias religiosas,
funerarias, etc.

El origen del estado:


Los Estados se forman a través de procesos y, para conocer estos procesos,
sólo disponemos de información arqueológica.
La Arqueología nos muestra (entre otras cosas):
- la aparición de las ciudades.
- diferencias de estatus y riqueza visibles en los ajuares de los
enterramientos.
- aparición de edificios monumentales: palacios y templos.
- objetos y materias primas traídos de otros lugares.
- sistemas de agricultura intensiva (gracias a la irrigación) destacables.
- aparición de la escritura.

 
 

Existen varias teorías para explicar el proceso de formación del Estado y


de las causas que lo propician. Porque esta información que proporcionan las
excavaciones arqueológicas puede ser interpretada de diversas formas.
Por ejemplo, la aparición de edificios monumentales (palacios, templos)
evidencia (entre otras cosas):
- la existencia de un poder (rey) capaz de movilizar grandes cantidades
de fuerza de trabajo (mano de obra que construye el palacio o el templo),
durante largos períodos de tiempo.
- su capacidad redistributiva (la del monarca), necesaria para mantener a
las personas (la mano de obra) que llevan a cabo esas tareas.
-la existencia de una administración pública (burocracia que utiliza
sistemas de registros: sellos, escritura), que organiza y dirige tales
construcciones.
-la existencia de un comercio a larga distancia organizado (si se emplean
en esas construcciones materias primas de las que se carece en el propio
territorio).

El proceso de formación del estado:


Antes de entrar en la Historia, en las distintas comunidades existentes se
concibe la situación de esta manera: la tierra es propiedad comunitaria, no
existe diferenciación social destacable, hay una distribución homogénea del
trabajo (productivo) y una redistribución de lo obtenido equilibrada
(economía de subsistencia).
El descubrimiento de la agricultura (economía de producción), propicia el
fenómeno de la sedentarización (habitar permanentemente en un mismo
lugar).
Con la sedentarización, el tiempo dedicado a la obtención de alimentos se
redujo y apareció un tiempo libre que favoreció el desarrollo del pensamiento y
la aparición de inventos, como la cerámica, el horno, el torno, el arado, la rueda,
la rueca, la metalurgia, etc. Cada invento experimenta su propio proceso de
evolución y mejora, que favorece la productividad y la aparición de los
excedentes de producción.
El surgimiento del excedente de producción propicia la aparición de
cambios sociales, políticos y económicos. Así comienzan los procesos de
formación de estados.
Es entonces cuando se dan las condiciones para que un grupo social
minoritario abandone las tareas de producción de bienes alimenticios y se
dedique a las de gestión y organización, pasando a disfrutar, por tanto, de una
posición de privilegio respecto al resto. Este grupo se convierte en el grupo
dirigente (político) que organiza la producción y por tanto la redistribución de
la riqueza (economía), con lo que aparece la estratificación, la desigualdad
social frente al igualitarismo anterior (atestiguada arqueológicamente en los
enterramientos). Asimismo, éstos son los encargados de mandar y organizar la
defensa de la comunidad (ámbito militar).

 
 

Cómo se produjo esta diferenciación sigue siendo hoy motivo de debate y


polémica, pero parece que la capacidad de movilizar fuerza de trabajo y el
acceso restringido a conocimientos específicos pudieron jugar un papel muy
destacado.

Al mismo tiempo que se consolida la existencia de un grupo dominante,


surge también la especialización laboral, del trabajo, pues hay individuos que
ya no se dedican tampoco a la producción de bienes alimenticios, sino de
objetos artesanales o al sector de servicios (tareas no productoras de bienes,
tareas de administración, etc.), con lo que la estructura socioeconómica es cada
vez más compleja.
Evidentemente, a esos grupos hay que mantenerlos mientras desempeñan
sus tareas (redistribución).

Aparece el comercio a larga distancia (no el simple trueque), para la


obtención de materias primas de las que se carece, organizado y controlado
desde el poder (palacios y templos).

Como las actividades económicas son cada vez más complejas, surge la
escritura, necesaria para llevar el registro, administración y contabilidad de
dichas actividades.

Aparecen las ciudades. Los estados del Próximo Oriente Antiguo están
caracterizados por la presencia de ciudades. El mundo del Próximo Oriente
Antiguo es un mundo de ciudades.
La diferencia entre aldea y ciudad no depende del tamaño, ni del número
de habitantes, sino de las funciones que se desarrollen en una u otra. En la
ciudad, sus habitantes no están dedicados a una única función: la explotación
de la tierra en sus dos vertientes: agricultura y ganadería (como ocurre en las
aldeas, por grandes que sean), sino que existe una diferenciación laboral.
La ciudad es la expresión física de una sociedad ya compleja articulada en
clases sociales, con un grupo dirigente residente en un Palacio (la Gran Casa)
desde el que se toman las decisiones políticas y redistributivas, Templos
consagrados a las divinidades que protegen a la ciudad, un área de servicios
(mercados, etc.), y la zona de tierra circundante que se controle y explote.
Aparecen las murallas que defienden lo contenido en la ciudad.

Ha surgido la propiedad privada, que descansa básicamente en manos de


Palacio y Templos y se irá extendiendo a los grupos que forman la élite de la
sociedad (las propiedades comunales irán desapareciendo).
La explotación de la tierra (agricultura y ganadería) fue la base de la
economía de todas las culturas del Mundo Antiguo. Luego la pregunta básica y
fundamental que debemos hacernos siempre es: ¿Quién tenía la propiedad de la
tierra?

 
 

El mundo de los primeros estados:


En las ciudades (la expresión física del Estado) destacan dos grandes
edificios (que antes no existían): Templo y Palacio. Primero destaca el templo
(como única institución dirigente de la política y la economía) y, pronto, el
palacio le sustituye. De ahí que se hable de Estados Palatinos.
Así pues, en las ciudades hay dos “grandes organizaciones”: Palacio y
Templo: casa del gobernante humano y casa del dios.

Aparición de la monarquía: el gobernante es el rey, al que los dioses han


escogido y encargado el mando en esa ciudad y en ese estado, actúa como
mediador entre dioses y hombres.

Centralización y Redistribución: Palacio y Templo son centros


redistributivos. Aquellos que trabajan para Palacio y Templos (en la gestión y
realizando tareas especializadas) se dedican a tareas no productivas y tienen
que ser retribuidos por Palacio y Templos, son dependientes. También son
dependientes aquellos que trabajan para el Palacio y los Templos, como
agricultores y ganaderos en las tierras (la mayoría) pertenecientes a estas dos
instituciones.
El resto de la población (la mayoría) son productores de alimentos, son
libres desde el punto de vista jurídico, pero están obligados a tributar al estado
lo que le solicite. De hecho tienen tres obligaciones: obligaciones económicas
(pago de impuestos), militares (formar parte del ejército cuando se les reclute) y
fuerza de trabajo (mano de obra para construir grandes edificios, etc.).

Han aparecido los ejércitos: hay un grupo formado por especialistas


militares con dedicación plena, pero en caso de guerra se recluta un ejército
entre la población campesina, obligada a movilizarse (corveas).

El comercio de largo alcance se organiza desde el Palacio, que cuenta con


artesanos, comerciantes, etc.

En estos sistemas complejos (Estado) el cobro de impuestos, las


retribuciones, las relaciones comerciales… precisan de la escritura, de un
sistema de pesos y medidas, un sistema de numeración, de cómputo del
tiempo, de comparación de valores…
Los registros escritos están depositados en los archivos de Palacios y
Templos. De ahí proviene, básicamente, nuestra información: de las tablillas.

ESQUEMA:
Se ha pasado de una sociedad homogénea, igualitaria, a otra heterogénea
y profundamente desigual, estratificada (esclavitud y dependencia).
De una economía doméstica, con propiedad comunal, a otra centralizada
y redistributiva y ha aparecido la propiedad privada.

 
 

Ha surgido la especialización, la diferenciación laboral; hay personas


cuyas actividades no se relacionan con los medios de producción, no son
productivas y hay que remunerarlas (artesanos, comerciantes, funcionarios).
Existe un comercio a larga distancia (no simples intercambios o trueques).
Ha surgido un grupo minoritario dirigente que destaca, que asume las
tareas de gobierno y controla la economía y la defensa.
Este grupo minoritario dirigente, el que toma decisiones, está sancionado
y respaldado por la religión, y tenderá a perpetuarse y a otorgar un carácter
hereditario a su función (nacimiento de monarquías y dinastías).
Los encargados de llevar a cabo las órdenes del grupo minoritario
constituyen una auténtica burocracia.
Han aparecido las ciudades, con su palacio y templos, escritura,
burocracia y ejército.
Se construyen grandes obras que requieren mucha mano de obra
coordinada y a la que hay que remunerar: (palacios, templos).
Las leyes emanan no de la costumbre o de la tradición, sino de la
voluntad de los gobernantes.

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