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Razonamiento Cuantitativo Eje 1 PDF
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El empresario debe establecer como mínimo cinco indicadores. Cada mes, cada semana, cada
día debe monitorear estos indicadores, buscando siempre una mejoría a través de una meta.
Puede ser volumen de venta por empleado, facturación por empleado, etc.
Después, el empresario necesita establecer metas a cumplir con los empleados y hasta consigo
mismo, si es un micro emprendedor. Por ejemplo, vender 10% más y aumentar el indicador
personal de ventas.
También es esencial escuchar a los clientes para poder optimizar la atención, buscar lo que falta,
establecer aquello que no es necesario, etc. Es importante estar atento a la opinión de
los consumidores sobre tu negocio en Internet, en las redes sociales, pero también es vital
establecer un canal de comunicación directa, como puede ser un Centro de Atención al Cliente
electrónico.
Justificación
Este privilegio nos genera un sentimiento de compromiso con nuestro entorno, pues si bien
hemos sido afortunados al poder hacer parte de esta Universidad y llevar a cabo esta carrera,
sentimos que es nuestro deber poner nuestro saber en un proyecto cuyos beneficios logren
generar bienestar en toda la comunidad.
Cuando elegí la Fundación Universitaria del Área Andina para llevar a cabo mis estudios
superiores, no sólo lo hice por su excelencia y reconocimiento académico, sino porque me
siento identificado con el perfil del egresado área andino.
Las pymes colombianas se encuentran conformadas en muchos de los casos por uno o más
núcleos familiares. Esto, sumado al gran porcentaje que representan de las empresas
colombianas, las convierte un motor económico en el país, fuente de generación de empleo,
símbolo de emprendimiento y la ilusión de muchos colombianos. Para nosotras, trabajar por
una pyme es impulsar la economía del país, darle credibilidad a un nuevo empresario, apoyar
el riesgo de conformar un nuevo negocio y así generar empleo y estabilidad económica para
más de una familia.
Tener una buena organización interna que planee estratégicamente todo el proceso
productivo: objetivos, procedimientos, metas, reparto de tareas, equipos de trabajo,
definir tiempos… Es necesario crear rutinas de trabajo y aplicar una correcta gestión del
tiempo. Es primordial que cada trabajador sepa planificar adecuadamente su jornada y sus
tareas, que se organice y calendarice sus proyectos, optimizando su tiempo. Concretar
objetivos y fijarse metas diarias ayuda a alcanzar la máxima eficiencia.
Saber priorizar tareas. Es necesario distinguir entre lo urgente y lo importante. Hay que
analizar con cuidado cuales son las actividades más importantes y no dejar de atenderlas
por cosas urgentes que en un futuro cercano no significarán nada.
Es indispensable fijarse unas tareas y finalizarlas. Para ello es esencial no aplazar las tareas
más complicadas o menos apetecibles. Se debe comenzar la jornada diaria enfrentándose
a primera hora a esos temas más complicados y difíciles para resolverlos así con una
mayor rapidez y contundencia.
Procurar realizar las tareas de una en una. La multitarea parece ofrecer unos mayores
beneficios, pero a la larga no mezclar actividades y enfrentarse a cada tema por separado
permite enfocar y concentrarse mejor, solucionando los asuntos en menos tiempo.
Dividir los grandes proyectos en partes más pequeñas. Al plantearse minimetas, más
sencillas y cortas, en las que poder trabajar por separado, el cerebro responde mejor, la
presión y el estrés son menores y la consecución de las metas es más rápida y satisfactoria.
Aprender a delegar. Uno no puede encargarse de todo, por eso es necesario saber delegar
en los empleados y elegir correctamente a las personas que serán responsables de cada
tarea.
Hacer pausas y descansar cada cierto tiempo. En la planificación diaria de tareas se deben
dejar pequeños periodos de tiempo libre que permitan oxigenarse, estirar un poco las
piernas, desconectar brevemente… No son una pérdida de tiempo, sino una necesidad que
ayudará minimizar el agotamiento físico y mental y mejorará la productividad.
Mantener una buena comunicación interna y externa. Gestionar de manera adecuada
la comunicación es un factor imprescindible para coordinar las tareas, construir puentes
entre departamentos, fomentar el trabajo en equipo, conocer y atender a los clientes…
Debe existir un clima de comunicación constante, que no sólo se produzca en las
reuniones.
Innovarse y modernizarse. Es necesario contar con la tecnología adecuada y actualizada.
Los trabajadores tienen que contar con un entorno, equipos y herramientas adecuadas
para desarrollar su trabajo y poder crear nuevos proyectos. Es necesario saber adaptarse a
los cambios y tener una visión abierta e innovadora que proyecte a la empresa hacia el
futuro.
Formar y capacitar a los empleados. Es primordial que los trabajadores puedan aumentar
sus conocimientos y adquirir nuevas habilidades y competencias. Una formación continua
garantiza mejores resultados, mayor productividad y mayor eficacia en la toma de
decisiones y la resolución de problemas.
Estimular, motivar, incentivar y recompensar a los trabajadores. Aumentar el grado de
bienestar y satisfacción de los trabajadores hace que se sientan más valorados, vinculados
y participes en la empresa, lo que también aumenta su rendimiento productivo.
Por lo tanto, para convertirse en una compañía productiva es necesario tener una
infraestructura moderna y bien equipada, una organización eficiente y contar con un personal
motivado e involucrado que rinda al máximo durante su jornada laboral.
Consecuencias
Si bien es cierto que la integración ofrece numerosas ventajas que los diferentes expertos se han
ocupado de enunciar, también es cierto que si no se realiza adecuadamente puede originar ciertos
inconvenientes. Junto con todo ello, debemos tener presente que la integración es un cambio dentro
de la organización, por lo que cabe esperar la aparición de ciertas barreras en el proceso, algunas de
las cuales ya han sido brevemente comentadas anteriormente. En esta oportunidad,
profundizaremos en las ventajas que implica el proceso.
Ventajas de la integración
Para indicar las ventajas que conlleva el proceso de integración de sistemas de gestión seguiremos
los comentarios realizados por el Centre d’Innovació i Desenvolupament Empresarial – CIDEM (2004)
y los profesores de la Universidad de Navarra – IESE Rodríguez y Ricart (2000). Estos dos grupos
investigadores han clasificado las ventajas de la integración en dos grupos: ventajas directas y
ventajas indirectas.
Ventajas directas
Se entiende por ventajas directas aquellas que tienen un impacto más inmediato en la empresa.
Normalmente son, por dicho motivo, las que las empresas suelen percibir con mayor facilidad y, por
tanto, suelen impulsar el proceso de integración de los sistemas de gestión. Son las siguientes:
Disminución de la burocracia:
Aparición de sinergias:
El aprovechamiento de las sinergias que surgen en el proceso es una de las ventajas que más se citan,
aunque quizás sea la menos evidente empíricamente.
El hecho es que la implantación de la estrategia organizativa se beneficia de un enfoque único, y no
múltiple, hacia los objetivos de negocio, por lo que el alineamiento organizacional de la estrategia se
potencia mediante la integración real de los sistemas de gestión.
Un ejemplo claro es el de la formación. Todos los estándares contemplan la necesidad de
proporcionar formación a los miembros de la organización sobre sus respectivos ámbitos de interés.
Cuando se realiza con conciencia de su trascendencia para el buen funcionamiento de los sistemas
de gestión, el efecto de estos procesos de formación en el compromiso e involucración de los
miembros de la organización es, sin duda, uno de los frutos más importantes de la implantación de
dichos sistemas. Una formación conjunta incorpora ventajas de dedicación, comprensión y
compromiso de los trabajadores y mejora la cultura organizativa, la cual debe estar alineada con la
estrategia de la empresa.
Uno de los temas relacionados con la gestión de los sistemas que suele consumir más tiempo y, por
tanto, más recursos económicos, son las auditorías periódicas, tanto internas como externas,
necesarias para llevar a cabo el seguimiento del funcionamiento de éstos y renovar la
correspondiente certificación. No cabe duda, por tanto, de que reducir esta carga de trabajo y de
consumo de recursos puede resultar muy atractivo para las empresas.
Por otra parte, la realización de auditorías globales debe conducirnos a detectar oportunidades de
mejora, consideradas también como globales para la organización.
Dado que los criterios de actuación en un sistema de gestión integrado son comunes, dan lugar a una
racionalidad en las actuaciones en cada uno de los lugares de trabajo. Asimismo, una gestión
claramente orientada a los procesos, a los cuales quedan supeditadas las funciones
departamentales, comporta de manera natural y coherente la integración de sistemas, que están
determinados por una fuerte transversalidad.
Ventajas indirectas
Además de las ventajas directas, la integración de sistemas de gestión conlleva otro tipo de ventajas
de carácter más indirecto y menos tangible.
Entre las ventajas indirectas que pueden aparecer cabe citar las siguientes: