El objetivo de la escuela es educar, y muchos adolescentes utilizan la escuela como

una base para su propio descubrimiento y para la interacción social.

Como ya vimos, los adolescentes tienen una base de conocimiento muy importante,
habilidades del lenguaje ampliadas, y mejores estrategias de memoria que los
niños pequeños. Su mente es más abstracta, y se requiere que hagan largos
documentos escritos y utilicen símbolos para expresar conceptos que no se pueden
expresar en forma concreta, les piden trabajaos a largo plazo más elaborados,
entre otras actividades.

La escuela está formada para que especialistas en campos académicos específicos.

Por desgracia, los profesores y las escuelas no siempre sirven para armonización de
los aspectos analíticos e intuitivos de la cognición adolescente.

Por lo tanto, todos los aspectos de la cognición adolescente fueron fomentados por
este profesor. Sin embargo, el ajuste persona-entorno óptimo, es decir, el mejor
escenario para el crecimiento personal (que depende no solo de la etapa evolutia y
del nivel cognitivo de cada individuo sino también de las tradiciones sociales y de
los objetivos educativos, no siempre se obtienen en las escuelas secundarias.
Muchos críticos señalan un desajuste temporal entre las necesidades actuales de los
adolescentes y las estructuras tradicionales de sus escuelas.

Para entender, cómo se produce este desequilibrio, vamos a examinar las

variaciones históricas y culturales en las escuelas secundarias en la sección
siguiente.

La estructura escolar: la mayoría de escuelas secundarias todavía se dirigen a una

élite porque se caracterizan por una intensa competitividad por exámenes
relacionados con normas más que con criterios, por las exigencias de una conducta
rígida y por una menor atención individual.

Las conversaciones entre los estudiantes y los profesores son casi imposibles en las
grandes escuelas secundarias, ya que los dos grupos tienen comedores, baños y
lugares de estacionamiento separados. Los horarios escolares no promueven la
educación El primer timbre suena a las 8 de la mañana, antes de que los
adolescentes estén completamente despiertos. Muchos alumnos en clase, y no se
acuerdan de sus nombres.

Las excursiones al campo son casi imposible en el calendario escolar.

La inmigración ha aumentdo en todo el mundo en los últimos años, y las escuelas

no se han adaptado a las implicaciones de este cambio demográfico.

La motivación del alumno: “El contenido y la forma en que se les enseñan algunas
veces no sirven para captar la atención de los estudiantes”

El pensamiento abstracto e hipotético les permite dejar de lado el pensamiento

concreto y simple y pueden centrarse más en la posibilidad que en la realidad.
Construyen una visión del mundo más imaginativa, amplia, y compleja, ya no se
conforman con una única versión de los acontecimientos propuesta por alguien, sea
un libro o un docente. Los adolescentes ansían interaccionar activamente sobre
cuestiones intelectuales, pero son muy vulnerables a dudar de ellos mismos.
Todo esto sugiere que los adolescentes necesitan actividades intelectuales
desafiantes que requieran la interacción social dentro de un contexto que actúe de
soporte.

En la secundaria bajan las notas,.

La poca motivación no es inevitable. Las actividades extracurriculares pueden a

veces propiciar el retorno de los adolescentes al escenario académico.

Los juegos, las bandas de música, los debates, el ajedrez, los torneos de
matemática o los equipos deportivos, todo dentro de la escuela, requieren, y
obtienen una participación intensa por parte de sus miembros, una práctica amplia
de las diversas habilidades cognitivas y una implicación que contrasta
enormemente con la apatía evidente en algunas clases.

Los docentes desempeñan un papel importante en la motivación de los estudiantes.

Un estudio de 300 estudiantes de décimo curso encontró que los mejores maestros
“toman muy en cuenta a sus alumnos”, “confían en ellos”, “los estimulan para que
lo hagan mejor” y “facilitan la comprensión”. Este tipo de aprendizaje fomenta la
autoestima. Los estudiantes que creen que ellos pueden aprender mejor realizn un
esfuerzo.