Prana: es una palabra en sánscrito que significa “fuerza vital” o “aliento”. Varias culturas antiguas
también desarrollaron este concepto: pneuma (Grecia), Ruah (cultura hebrea), Chi/Ki (China,
Japón), Mana (culturas polinesias), etc. Es la energía que distingue a una forma de vida viva de
una muerta, es algo que desde el nacimiento nos mantiene vivos, con el corazón latiendo, los
órganos funcionando, y la mente activa día tras día. En el cuerpo humano, además de estar
conectado con la respiración, el prana también se concentra en la sangre, el semen y el fluido
menstrual.
Hay prana en el aire, en la luz del sol, en el agua y en la comida, en prácticamente todo. Incluso
los colores y los lugares tienen tipos particulares de prana. En el yoga se cree que las personas
normalmente absorbemos e intercambiamos prana mediante la ingesta de comida y bebida, y
mediante la exposición a los elementos naturales, tales como el sol y el aire fresco. El prana
puede sub-dividirse en diferentes partes para hablar sobre como esta energía vital general se
encarga de funciones corporales específicas (vayus).
Si nuestro prana se encuentra en buena forma, entonces nuestro cuerpo, corazón y mente
también se encontrará en buena forma. El estado del prana del cuerpo refleja el estado interno de
la mente: si el prana se encuentra agitado, la mente no puede estar calmada y vice-versa. Este es
un principio muy importante en el hatha yoga porque todo el enfoque de esta práctica usa varios
aspectos del cuerpo (respiración, energía, etc.) para trabajar en las capas más profundas de la
mente.
Los granthis nos encadenan a nuestra percepción de la realidad (avidya) y del ser (asmita), hacen
que nos apeguemos a nuestras preferencias y aversiones (raga y dvesha) y nos enraizan en el
miedo a la muerte (abhinivesha).
Cada granthi puede superarse con un bandha diferente (mula bandha, uddiyana bandha y
jalandhara bandha) así como con pranayama, asana, mudras, buenas acciones, bakhti, yamas,
niyamas, mantras, purificación en la dieta, etc.
Koshas: “Kosha” significa “cubierta” o “capa” pero se le traduce comúnmente como “cuerpo”. Los
cinco koshas (Panchakosha) son la forma en la que el yoga explica diferentes aspectos de la
experiencia humana, desde el cuerpo físico hasta nuestros estados mentales y emocionales y la
profundidad del espíritu puro. Los koshas no son necesariamente “capas” (como las de una
Anatomía Sutil del Yoga:
Prana, Vayus, Chakras, Granthis, Koshas
muñeca rusa) sino como las diferentes
tonalidades de una flama. Esto implica que
trabajar en uno de los koshas impacta en los
demás, por ejemplo, al trabajar con el
cuerpo físico también tiene efectos en en el
cuerpo energético y un evento que impacte
emocionalmente (sobre todo
traumáticamente) también puede
manifestarse mentalmente, energéticamente
y físicamente. El yoga está diseñado para
ofrecer algo para cada Kosha. Los koshas
son:
Hatha Yoga comienza con asana y shatkarma para trabajar en el Kosha físico y preparar los nadis
para las prácticas de alta energía que le siguen. Después se introduce el pranayama para
bombear más prana por los nadis y ganar más control sobre el flujo de vayus en el cuerpo. Los
mudras y los bandhas intensifican el flujo energético para trabajar de manera profunda en los
koshas.