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APRENDIZ

EL MAZO Y CINCEL.

RR:. y QQ:. HH:.

Desde los albores de la Humanidad, el ser humano aceleró su evolución

intelectual y material, mediante el uso de instrumentos y herramientas.
Cuando consiguió controlar su utilización para fines concretos, desarrolló
fórmulas nuevas de vida. El uso de arcos, flechas, lanzas, entre otras cosas,
le permitió obtener mejores resultados en la caza; actividad imprescindible
para su supervivencia. El manejo de arados, palas, azadas y otros, le
permitió desarrollar la agricultura, con lo que se abandonaba el nomadismo
como regla de vida y se establecía el sedentarismo en los lugares adecuados
para su devenir vital.
Es notorio e incuestionable que la evolución humana está íntima y
solidariamente ligada al uso consciente de útiles y herramientas. Todos los
instrumentos inventados o descubiertos por el hombre, han facultado un
salto evolutivo en sus formas materiales de vida.
De vivir en cuevas o a la intemperie, el ser humano pasó a la construcción
de chozas o habitáculos para diverso uso, utilizando los materiales
naturales disponibles en su entorno inmediato. El siguiente salto cualitativo
fue el uso de materiales prefabricados para alcanzar el mismo objetivo. La
diferencia estriba en que de esta segunda forma, su imaginación y
posibilidades de desarrollo avanzaron espectacularmente.
Comenzando por realizar simples cubículos para su refugio, pero aplicando
su intelecto en continuo desarrollo y usando los instrumentos adecuados, el
hombre alcanzó el punto de llegar a construir monumentales pirámides y
majestuosas catedrales.
La Francmasonería Universal tiene como último fin u objetivo la
construcción y finalización de un Templo Moral y de Conocimiento que
acoja a toda la Humanidad. Para ello utiliza instrumentos y herramientas.
Con el devenir de los tiempos, la Masonería ha pasado de ser Operativa a
ser Especulativa o Simbólica, es decir, que en la actualidad los elementos
de trabajo masónico son simbólicos.
Respecto a las herramientas, con el Mazo se golpea y con el Cincel se
dirige el impacto para obtener el fin deseado.
La piedra bruta, imagen de la materia prima indiferenciada y del caos de
los estados inferiores, es símbolo del grado de Aprendiz. Sobre esta piedra
bruta, que bien podemos entender como el Aprendiz mismo, se emprenderá
el camino de la Gran Obra.
En nuestra Orden dos son las herramientas que han sido legadas para
acometer en este grado la tarea; el mazo y el cincel.

LAS HERRAMIENTAS DEL APRENDIZ.

El MAZO Y EL CINCEL.
Estudiemos ahora al MAZO. El primer instrumento inventado por el
hombre quien recurrió al palo para accionar. Simboliza la Fuerza, la
Acción, la Inteligencia aplicada, la Voluntad, Decisión y Poder, no se
progresa sin esfuerzo y perseverancia.
Herramienta que transforma energía en arrancar imperfecciones.
Representa la voluntad con la que el Aprendiz golpeará y expulsará todos
los aspectos psicológicos que han formado su personalidad individual:
sueños, emociones, cargas, apegos, ilusiones, deben ser transformados en
Voluntad Universal. Es la fuerza y la energía del Mazo la que golpea todos
estos aspectos individuales en un ejercicio de certeza y de rigor.
Estas son en consecuencia los atributos del EV:. Toda acción se reduce, en
última instancia, a mover materia, ya sea materia física como materia ideal.
Es la voluntad del hombre de mover, de ejercer el Poder Divino y Humano
de Hacer, es en definitiva aplicar fuerza para transformar el Universo. Al
comienzo, el hombre era el mazo de sí mismo, pero cuando ideó este
instrumento inauguró una nueva especie humana y una nueva Era: el homo
faber y la Era de las Herramientas. Podemos decir masónicamente, que el
hombre es un ser que lleva un mazo en la mano.
Todas las fuerzas naturales son descargas de "golpes" de mazo. La Luz es
una serie de golpes o choques entre fotones, el Calor, choques moleculares,
otro tanto del Sonido, la Electricidad, el Magnetismo, la Afinidad Química,
la Gravitación. El viento es la sucesión de choques del aire contra el aire; la
música del bosque es el golpe del viento en las hojas de los árboles.
Vegetales, animales y los cuerpos celestes se abren camino al exterior
golpeando. La Naturaleza tiene un mazo en cada una de sus infinitas
manos...
Todas las máquinas inventadas por el hombre son mazos perfeccionados
que golpean sobre pistones y turbinas. El combustible golpea con chispas y
los gases de ignición golpean contra trasmisores de fuerzas.
Esta es la lección del mazo. La Voluntad de accionar, la conación, la
moción, el movimiento de materia, de ideas, de energías para la
transformación. Su palabra es Poder.

Veamos ahora la lección del CINCEL. Es el instrumento de cortar, de

abrirse paso en la materia. A trabajo de mayor precisión – el más bello en
su acabado- mayor filo en sus puntas. Es decir, la capacidad de lograr
mayor belleza radica en la capacidad de trasmitir mejor la Fuerza.
El Cincel representa a la Inteligencia y la razón con la que el Aprendiz
dirige a un determinado punto preestablecido la energía desplegada por el
Mazo, una vez golpeadas sus asperezas individuales, empieza a moldear la
piedra bruta, a través del discernimiento que separará lo sutil de lo denso y
a dirigir con inteligencia la decisión de la voluntad.
En la mayor parte de los oficios, las artes e industrias se usan elementos
cortantes. Todo elemento para trabajar el metal, el mineral, la madera, el
vidrio, etc., son modificaciones del cincel. Así las limas, las escofinas,
guadañas, segadoras, tornos, trépanos y hasta las virutas y polvos de
bruñido son modificaciones del cincel, cincelitos diminutos que fragmentan
la superficie que tocan.
De igual modo, el Masón inspirado y templado, debe ser un cincel que dé
bello terminado a todas las formas. Así como Miguel Ángel labró el Moisés
tan perfecto que solamente le faltaba hablar por el gracioso modo según el
autor expresara de "la obra ya estaba adentro del bloque, sólo quité todo lo
que estaba de más”, el masón hombre-cincel quitará de su carácter todo lo
superfluo que afea la obra final.
En todos sus actos dirigirá la fuerza con sentido armonioso y estético sin
zafarse del filo de la virtud.
La Regla de 24"es estática. El Mazo y el Cincel son dinámicos. La regla
sólo actúa con eficacia mientras está quieta. Mazo y cincel son útiles en
movimiento.
La Sabiduría Divina es inmutable, Eterna y completa en sí misma. Pero la
acción es por esencia dinamismo, movimiento y el sentimiento también es
fluido como las aguas que se adaptan al vaso que la contiene, como
expresión de belleza, el sentir debe seguir al
Movimiento de la voluntad. Esto será "hacer, pero hacerlo bellamente
porque se pone amor en lo que se hace, y juntos en su dinamismo según la
orientación del conocimiento.
Toda acción debe tender a lo bello, ello es sabiduría. Y la expectativa de
producir lo bello es estímulo de proseguir la acción.

El Mazo y el Cincel operan conjunta y simultáneamente en la piedra bruta;

el Mazo expulsa con voluntad y fuerza de la piedra las cuestiones
individuales y el Cincel reintegra con discernimiento y belleza las
cuestiones universales, a cada golpe del mazo, lima las asperezas, al ser
selectivo, actúa inteligentemente, demostrando la firme voluntad al
esfuerzo del estudio, única manera por la que alcanzaremos ha hacernos
miembros dignos de una sociedad bien organizada, porque como
herramienta en la construcción se usa para alisar y preparar la piedra
alistándola, para que en manos de trabajadores más expertos le den su
ubicación correspondiente al levantar el edificio.
El desbastado y pulimento de la piedra bruta y la meditación permanente de
este gesto simbólico, liberará al Aprendiz de sus ataduras individuales y
psíquicas, y le conferirá más allá de los sueños la posibilidad de insertarse
en una realidad de orden universal, la de real mediador entre cielo y tierra.
Voluntad para mejorar, Razón para discernir. Herramientas que,
armónicamente conjugadas, y debidamente utilizadas, facultan al masón a
pulir su Piedra Bruta a fin que su Piedra Cúbica llegue a formar parte del
Templo Universal.
No se puede diseñar una construcción tan sólo con la escuadra y el nivel. O
tan sólo con el nivel, la plomada y el compás. Hace falta usar los cuatro
elementos para una satisfactoria concepción. Y del mismo modo, no se
puede construir lo diseñado a falta de alguna de estas herramientas.
Los aprendices, quienes pasaban 6 años sólo desbastando piedras brutas,
escuchando en silencio en las reuniones donde se enseñaba el arte. Este
"desbaste" de piedras brutas con mazo y cincel dieron pie a la hermosa
alegoría del perfeccionamiento del espíritu profano lleno de aristas, con la
ayuda de la inteligencia (cincel) para identificar y apuntar el defecto, y con
fuerza (mazo) para eliminar ese defecto del carácter.
Conclusión.
Hay algo que si esta a nuestro alcance, al alcance de todos y cada uno, y es
mejorarse a si mismo.
Cada ser humano es comparable a una piedra, lo que llamamos la piedra
bruta, y cada uno debe considerarse la piedra angular del edificio, o esa
piedra desechada por los constructores debido a su forma irregular, pero
que finalmente resulto ser la piedra clave del arco.
Nadie es perfecto. Cada uno tiene sus asperezas, las que debe pulir en su
carácter. Pero tenemos la capacidad de hacerlo, con mazo y cincel, es decir
con firme determinación (el mazo), y correcta aplicación (el cincel).
Las nuevas teorías del caos dan el ejemplo de que el vuelo de una
mariposa en la selva Amazónica puede producir un huracán en Borneo. Así
sucede con nuestros actos. Una palabra amable, un elogio sincero, puede
transformar una persona, así como una critica mal intencionada puede
destruir toda una vida.
Esa es nuestra responsabilidad personal. Por eso se le enseña al Aprendiz
que tome las herramientas en su mano. El es responsable de su progreso,
desarrollo intelectual y moral, de estudiar y absorber las enseñanzas de
nuestra venerable institución.
Si cada Masón cumple su cometido, si sabe manejar mazo y cincel
sabiamente, sus actos, como el vuelo de aquella mariposa, podrán
transformarse en vientos de amor y de progreso, acariciando como benéfico
céfiro del corazón de cuantos le rodean.

MAZO y CINCEL. El mazo y el cincel son las herramientas más

características del aprendiz masón. De ellas se sirve éste para desbastar y
pulir la piedra bruta, que simboliza a su propia conciencia sometida aún a
las influencias negativas del mundo profano, del que el aprendiz procede y
al que tiene que abandonar y superar en su intento de ir de las "tinieblas a la
luz", del caos al orden. Fundamentalmente, el mazo y el cincel simbolizan
la energía activa de la voluntad y la justa o recta intención,
respectivamente, dos cualidades esenciales del alma humana que deben ser
despertadas y desarrolladas por el nuevo iniciado a fin de realizar sus
primeras purificaciones. En efecto, la obra de regeneración no puede
llevarse a cabo sin una voluntad firme y perseverante que la desee, es decir
sin una fuerza interior que influya y transmita su poder creativo a la
"materia informe" de la psique desordenada y caótica, simbolizada por la
piedra bruta. A este respecto, recordaremos que en la mitología nórdica y
celta el mazo (o su equivalente el martillo) aparece como el atributo
principal de ciertas divinidades celestes, como el dios escandinavo Thor y
el dios galo Sucellos, que armados con dicha arma abaten a los titanes o
"potencias de las tinieblas", restableciendo así el equilibrio del orden
cósmico. Pero en lo que se refiere al trabajo sobre la piedra bruta, la fuerza
activa de la voluntad no "golpea" directamente sobre ella, si no por
intermedio del cincel, que la canaliza y dirige "orientándola" en la
dirección apropiada. Se trata entonces de la acción de un gesto de la
inteligencia, o mejor del "rigor intelectual", que "distingue" aquello que en
el ser es conforme a la realidad esencial de su naturaleza (lo que ese ser es
en sí mismo), de lo que no son sino sus añadidos superfluos e ilusorios. Así
pues, con el cincel de la inteligencia, impulsado por el mazo de la voluntad,
el aprendiz va limando y corrigiendo las aristas y asperezas de su piedra
bruta, separando lo "espeso de lo sutil", operación alquímica que ha de
convertirse en un rito cotidiano, en un ejercicio de cada momento, pues
dicha separación constituye la premisa fundamental a cumplir en las
primeras etapas del proceso iniciático. 

Q:.H:. Percy Rubèn Salazar Sánchez

P:.B:.R:.L:.S:. “Maquinguayo 119” Nº 3
Vall:. De Huancayo, Febrero del 2007 e:. v:.
 

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