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¿QUÉ ES UN GUSANO?

Los gusanos son las larvas vivas de las moscas como por
ejemplo las moscas de la casa, las moscas de campo, las
moscas del queso y las moscas de Brachycera. Un gusano, o
larva, es una etapa en el ciclo de vida de una mosca. Cuando
las moscas se reproducen, ponen huevos. Los huevos
eclosionan y producen las larvas. Entonces, la larva crece
hasta una etapa de pupa, que luego se convierten en
moscas. 1

Las moscas ponen cientos de huevos a la vez, lo que significa


que cientos de gusanos pueden nacer a la vez. Las moscas
suelen poner sus huevos en lugares donde sus larvas tendrán
acceso a suficiente comida. Las larvas tienen que comer
constantemente para crecer hasta el punto de convertirse en
una mosca. Es común encontrar gusanos en los alimentos
para mascotas, contenedores de compost, latas de basura o
comida sin sellar en la cocina. 1

Aunque los gusanos se consideran plagas, son realmente


útiles en varias capacidades: 1

 Los gusanos pueden utilizarse como cebo de pesca


 Las larvas ayudan a los investigadores forenses a
calcular el tiempo de la muerte
 Los gusanos pueden utilizarse en entornos terapéuticos
para ayudar a limpiar heridas difíciles

Usos de los Gusanos y beneficios para la salud 

Cuando se utilizan gusanos para usos medicinales, se llama


terapia de gusanos. Los gusanos son realmente regulados por
la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) en los
Estados Unidos como una forma legítima de tratamiento
médico o dispositivo médico. 2}

La terapia de las larvas fue propuesta por primera vez por


William Baer en el siglo XX. Su investigación demostró que los
gusanos esterilizados podrían usarse para tratar heridas
externas no agudas cuando otras medicinas convencionales
habían fallado.

A finales de la década de 1980, muchos expertos médicos se


refieren a la terapia de gusanos como una forma de tratar las
heridas externas de la piel. Esto fue en respuesta a la
creciente tasa de resistencia a los antimicrobianos, lo que
significa que los pacientes eran cada vez más resistentes a
los antibióticos. Esta resistencia impedía que la medicina
convencional pudiera tratar las infecciones de la piel. Los
beneficios para la salud del gusano y de la terapia con
gusanos se han convertido en una alternativa importante en
estos casos.

Aquí hay dos condiciones de salud que pueden ser tratadas


con gusanos para usos medicinales:

 Heridas: Los gusanos de grado médico para curar


heridas pueden usarse porque ayudan a comer el tejido
de la piel disuelto e infectado que se desarrolla debido a
heridas en la piel.
 Úlceras: Cuando las úlceras por presión se infectan, para
cicatrizar las heridas de la piel, los gusanos pueden
limpiar y desinfectar las úlceras por presión y úlceras del
pie diabético en forma natural.
TERAPIA LARVAL

Larvas de Phaenicia sericata sobre


una herida.
La terapia larval, también conocida
como terapia de larvas, terapia de
gusanos , terapia de desbridamiento
por larvas o Biocirugía es una
terapia en la que se utilizan larvas
estériles criadas en laboratorios especiales de la mosca
Phaenicia sericata para limpiar tejidos necrosados (muertos) de
heridas provocando una miasis controlada. El uso médico es
posible por la peculiaridad de que las larvas de este insecto se
alimentan tan sólo del tejido muerto, evitando el tejido intacto,
estimulando además la cicatrización.
Las larvas tienen una digestión extracorporal. Pueden aplicarse
directamente sobre la herida, o confinadas en una bolsa de
espuma polivinílica o gasa. Los jugos digestivos y otras
sustancias se distribuyen sobre la herida y el tejido necrótico
licuefacto retorna a través de la gasa. Esta variante de la terapia
es más aceptada por los pacientes y personal sanitario.
HISTORIA

Ambroise Paré, padre de la cirugía moderna, describió cómo las


heridas de soldados infestados de larvas sanaban con mayor
rapidez.
La utilización de larvas para la curación de heridas es conocida
desde la antigüedad y también en los grupos étnicos actuales que
viven fuera de nuestra cultura. Como ejemplo, la tribu extinta de
los Ngemba o wongaibon de aborígenes australianos utilizaron
este remedio durante milenios. En la segunda guerra mundial, los
sanitaros británicos destacados en Birmania observaron cómo los
nativos hacían un uso tradicional de las larvas sobre las heridas,
cubriéndolas con barro y hierbas húmedas. En el caso de los
mayas, se empleaban paños que previamente se habían
humedecido en sangre de animales y posteriormente puestos a
secar al sol para que se poblaran de larvas.1
Los cirujanos que acompañaban a los ejércitos de las guerras
europeas de los siglos XVI y XVII documentaron el efecto de las
larvas en las heridas de los soldados caídos, siendo el más
destacado el francés Ambroise Paré (1510-1590), quien dio
cuenta de este efecto en la batalla de San Quintín (1557), aunque
pensando que se trataba de "gusanos" y no larvas de mosca, y
sin atribuirle en ningún momento las propiedades terapéuticas.
Posteriormente, el cirujano general de Napoleón Bonaparte, el
Barón Dominique Larrey describió como durante la campaña
francesa en Siria (1829), las larvas de ciertas especies de mosca
destruían únicamente el tejido muerto y propiciaban un efecto
positivo en el sanado de las heridas.2
En el caso de la guerra de la Independencia Española, el médico
John Gideon Millingen, que presenció la batalla de Talavera
(1809) afirmaba que las larvas no eran peligrosas:
Durante la retirada de nuestras tropas en la batalla de Talavera
(1809), encontré las heridas de nuestros hombres que no habían
sido vestidos en tres o cuatro días llenas de larvas. Este no era el
caso de los soldados españoles, que para evitar esta molestia
(que da pánico más que suponer un peligro) habían impregnado
sus ropas con aceite de oliva. Invariablemente recurrí a la misma
práctica cuando después tenía que lavar la herida con agua
caliente

Guerra civil de Estados Unidos


En la guerra civil estadounidense encontramos relatos sobre el
uso de la terapia por ambos contendientes:42
William W. Keen, un cirujano del bando federado anotó que a
pesar de su apariencia aparatosa, las moscas no eran
perjudiciales para el proceso de recuperación de las heridas,
aunque por parte de los ejércitos de la unión no se prestó
atención a esta posibilidad terapéutica. Sin embargo, Joseph
Jones, oficial médico del bando confederado, escribió:
Observé frecuentemente heridas descuidadas ... llenas de
gusanos ... mi experiencia indica que esos gusanos sólo
destruyen el tejido muerto, y no dañan las partes específicamente
sanas
La primera utilización terapéutica documentada de larvas es
adjudicada a un segundo oficial médico, también confederado, J.
F. Zacharias, quien reportó que:
los gusanos ... en un sólo día podían limpiar una herida mucho
mejor que cualquier otro agente que hayamos utilizado ... Estoy
seguro que salvé muchas vidas con su utilización.
Debido a que los hospitales sureños eran menos higiénicos, los
soldados estaban más expuestos a las moscas y sanaban antes,
teniendo además una mayor tasa de supervivencia.

Resurgimiento de la terapia
En las décadas de los 1970 y 1980 el tratamiento se empleaba
como último recurso en los casos de infección más refractarios.78
En la década de los 1990 se produce un resurgir de la terapia.
Debido a la aparición de bacterias resistentes a los antibióticos,
una serie de publicaciones abordan la revisión de la terapia larval,
en lo concerniente a la comparación con la eficacia de otros
métodos y en la necesidad de esperar hasta que fallen otras
intervenciones cuando el factor tiempo es importante en los
cuidados de las heridas.2 Ronald Sherman, un médico
actualmente en la Universidad de California, en Irvine, realizó una
serie de estudios que promovieron la reintroducción con éxito la
terapia larval en el arsenal terapéutico de la asistencia médica
moderna como terapia segura y eficaz. En 1989 comenzó a criar
las moscas que previamente mantenía en su laboratorio en el
centro médico de veteranos de Long Beach, California, para
utilizar las larvas en el tratamiento de heridas. 9 El éxito de este
ensayo clínico en pacientes en los que habían fracasado dos o
más tratamientos convencionales atrajo la atención internacional y
la aceptación de este tratamiento. La especie terapéutica
utilizada, tras valorar otras fue Phaenicia sericata, la más
empleada hasta el momento.
En 1996 se creó la Sociedad Bioterapéutica internacional, una
asociación profesional que se ocupa del estudio y la promoción
de tratamientos con organismos vivos, y en especial de la terapia
larval.
En el año 2002 la terapia ya estaba siendo empleada en más de
2000 centros de salud.2 En 2003 la FDA determinó que la
regulación de su uso se debía ajustar a la de un tratamiento
médico. Actualmente, el número de centros que aplican esta
terapia probablemente excede de los 10 000.11
Fundamentos terapéuticosEl efecto terapéutico de la terapia larval
sobre heridas con infecciones agudas o crónicas se debe a la
acción sinérgica de múltiples substancias con tres modos de
acción: desbridamiento, desinfección y estimulación de la
cicatrización.2

Desbridamiento[editar]
El desbridamiento es una intervención que consiste en eliminar el
tejido necrótico de una herida, puesto que se piensa que éste
interfiere con su proceso de recuperación. Sin embargo, este
último extremo no está demostrado.12 Las larvas realizan esta
tarea sobre las lesiones porque poseen una digestión externa, lo
que significa que secretan jugos digestivos con enzimas
proteolíticas a su medio externo para posteriormente absorber el
producto así logrado. En las larvas terapéuticas, la digestión de
los tejidos no es indiscriminada, sino que se dirige exclusivamente
al tejido necrótico. En el aparato bucal de los insectos existen
elementos especializados en forma de pequeñas espículas y
garfios que facilitan la penetración de los jugos y probablemente
estimulan la secreción de citoquinas que ayudan a la
recuperación del trauma.2 Aunque el proceso de desbridamiento
es más rápido que con otros métodos, como el hidrogel, la ventaja
en cuanto a coste-eficacia no está muy clara, aunque podría ser
algo superior12
Acción antimicrobiana[editar]
Las larvas limitan o eliminan la carga bacteriana de las heridas
mediante una acción mecánica y por proteínas específicas
(defensinas y seraticinas), así como por las propias enzimas
digestivas. El desbridamiento por sí mismo realiza gran parte de
esta tarea. Por otra parte, tanto los patógenos como sus toxinas
son lavadas por las grandes cantidades de fluido generadas. Se
cree que la acción bactericida de las secreciones del insecto es
fruto de su adaptación a un medio con abundante flora
bacteriana. Es posible también que impidan la proliferación de
microorganismos creando un ambiente hostil para ellos, mediante
la alcalinización y sustancias como la alantoína, el bicarbonato
amónico y la urea.
Algunos estudios muestran que las larvas pueden aprovechar las
sustancias sintetizadas por ciertas bacterias en su propio
beneficio. Un ejemplo de este tipo de relaciones simbióticas sería
el de Proteus mirabilis, que secreta toxinas antibacterianas como
el ácido fenilacético y el fenilacetaldeído. Es posible utilizar las
larvas conjuntamente con antibióticos.2
Sin embargo, un estudio reciente demuestra que las larvas
pueden no tener efectos directos sobre el crecimiento bacteriano,
y que incluso pueden aumentarlo. El estudio propone que la
disminución de gérmenes observada en la práctica podría
deberse a efectos indirectos, y en especial se refiere a la
estimulación del sistema inmunitario.13
Cicatrización
Desde las primeras observaciones se comprobó que las heridas
tratadas con larvas mejoraban con mayor rapidez, con una pronta
aparición de tejido granulado. Parece ser que las sustancias
antisépticas antes mencionadas actúan también como factores de
crecimiento y estimulan el suministro de oxígeno a la zona
afectada. Este efecto también se obtiene en las variantes en las
que se aísla las larvas de la lesión mediante bolsas textiles. Se
favorece la curación y el remodelado mediante la estimulación de
tejido granulado que rellena el defecto, y simultáneamente el de
un epitelio de recubrimiento, la contracción de la herida y la
disminución de su tamaño. Todo ello se produce por: 2

 Estimulación mecánica en el caso de la aplicación directa.


 Diversas sustancias ya mencionadas y otras específicas.
 Hormonas del propio insecto.
 Citoquinas, como interferones e interleucinas
 Activación generalizada del sistema inmunitario.
MITOS Y VERDADES ACERCA DE LA TERAPIA DE GUSANOS

“Los pacientes no desean


gusanos en sus cuerpos” Lo que los pacientes no quieren es una
herida apestos y con drenaje. Lo que los pacientes no quieren es
perder su extremidad. Lo que los pacientes no quieren es pasarse
4 semanas más de un tratamiento en el que no ven ningún
beneficio. Para alguien con una herida que no cicatriza, el uso de
“moscas bebés” durante 2 días no es un precio demasiado alto
que pagar, si el potencial de éxito es tan alto.

“Puede que no sea posible remover a todos los gusanos después


del tratamiento” El vestidor de gusanos se retira tan pronto como
los gusanos han terminado secretar su proteolítica (tejido de
disolución) y las enzimas (en 48-72 horas). En ese momento, su
instinto natural es dejar la herida, y arrastrarse lo más
rápidamente posible. Así que cuando se abre el aderezo, los
gusanos estarán “en la puerta”, esperando ansiosamente su
liberación. Si cualquiera de las larvas de crecimiento lento
permanece en la herida, se puede quitar con una simple limpieza,
lavado, o riego.
“Si uno de los gusanos se deja en la herida, puede enterrarse en
el tejido” Si algún gusano es pasado por alto (por ejemplo, que se
esconda en el fondo de la herida), continuará alimentándose del
tejido muerto de la herida solamente mientras el tejido muerto
está presente, y probablemente sólo por un máximo de 12 a 24
horas. Los gusanos de calidad médica no se entierran o se
alimentan de los tejidos sanos. Lo que es más, están obligados a
respirar aire. Por lo tanto, deben permanecer donde haya aire, y
van a dejar el cuerpo tan pronto como hayan terminado su
alimentación, o tan pronto como no exista más tejido muerto.
“Los gusanos medicinales son estériles, por lo que no se
reproducen o transforman en moscas” los gusanos de calidad
médica a menudo son llamados “gusanos estériles,” pero el uso
de la palabra “estéril” significa libre de gérmenes. Pueden
madurar en moscas (aunque les llevará alrededor de 3 semanas,
y luego se pueden reproducir. Sin embargo, todas las larvas son
inmaduras, y no pueden reproducirse hasta alcanzar la edad
adulta.
“Los gusanos medicinales pueden reproducirse en la herida, lo
que creará aún más gusanos” No es cierto. La totalidad de las
larvas de las especies de moscas son inmaduras y no pueden
reproducirse.
“Los gusanos medicinales ya no están disponibles” los gusanos
médicos están fácilmente disponibles de
“La terapia larval puede doler si los gusanos me muerden” Los
gusanos no muerden. No tienen dientes. Ellos han modificado sus
mandíbulas, y tienen algunas protuberancias duras en torno a su
cuerpo, que arañan y empujan el tejido muerto, uno de los
mecanismos que desbrida la herida. Es similar a un cirujano
“raspador”, pero en una escala microscópica. Los gusanos son
muy pequeños de manera que ni siquiera se pueden sentir dentro
de la herida. Aquellos pacientes que ya padecen dolor en la
herida antes de comenzar la terapia larval, tal vez debido a los
nervios expuestos u otras razones, pueden tener algún dolor
durante la terapia larval, cuando los gusanos se vuelven lo
suficientemente grandes como para sentir que se arrastran sobre
los nervios (por lo general en alrededor de 24 horas). Los
pacientes deben tener acceso a los medicamentos para el dolor
(analgésicos), pero si la medicación para el dolor no es suficiente
para aliviar el malestar, los gusanos se pueden retirar antes de
tiempo. Una vez que los vendajes se retiran, los gusanos se
arrastran fuera y el dolor debe cesar de inmediato.
“Claro, los gusanos médicos son baratos, pero los gusanos de
basura son incluso más baratos, y deben ser igual de buenos” Si
bien es cierto que las especies utilizadas para hacer gusanos de
calidad médica se encuentran en la naturaleza, también hay miles
de otras especies, y no todas las especies son seguras y
efectivas. En realidad, la literatura sugiere que no todas las cepas
de la misma especie son igualmente seguras y eficaces. Lo que
es más, los gusanos silvestres pueden contener agentes
patógenos más dañinos que los que ya están en la herida. Por lo
tanto, es prudente usar gusanos de grado médico que se ha
demostrado que están desinfectados (libre de gérmenes), seguros
y eficaces.
TÉCNICA ANTIGUA

La técnica de usar larvas para desinfectar heridas no es nueva.


El cirujano francés Ambroise Paré fue el primero en observar el
comportamiento de los gusanos en el siglo XVI, según un estudio
de Monarch Labs.

Derechos de autor de la imagen GETTY Image caption Las larvas


provienen de la mosca Lucilia sericata, presente en casi todo el
mundo.
En el XIX, un médico del ejército de Napoleón, Baron Larrey, y
otro de la Guerra Civil de Estados Unidos, Joseph Jones,
describieron cómo las larvas limpiaban las heridas de los
soldados sin destruir los tejidos sanos.
Pero el primer médico que intencionalmente usó larvas para tratar
heridas fue William Baer, jefe de cirugía ortopédica del Hospital
Johns Hopkins en Baltimore, durante la Primera Guerra Mundial.
Este especialista desarrolló métodos químicos para desinfectar a
los gusanos antes de colocarlos en las heridas, recuerda el
informe de Monarch.
 Terapia larval: no tan milagrosa

Poco tiempo después, miles de cirujanos estaban usando el


tratamiento de larvas de Baer y más del 90% estaba satisfecho
con los resultados, según un reporte de Monarch Labs.

Y el laboratorio Lederle, ubicado en Nueva Jersey, EE.UU.,


comenzó a producir comercialmente larvas quirúrgicas en la
década de 1930.
Pero en 1950 las larvas dejaron de usarse debido a que
aparecieron antibióticos que prevenían infecciones en las heridas.

El regreso de las larvas


En el siglo XXI, sin embargo, muchos pacientes y bacterias han
desarrollado resistencia a estos antibióticos que antes salvaban
vidas.
Así que los gusanos han vuelto a usarse para tratar úlceras por
presión, quemaduras, heridas postquirúrgicas y heridas crónicas
causadas por estasis venosa (falta de circulación) y por la
diabetes, le explicó Ron Sherman, cofundador de Monarch Labs,
a BBC Mundo.
Derechos de autor de la imagen PA Image caption Uno de los
métodos para tratar con larvas una herida es colocarlas mediante
una gasa y fijar esta con cinta adhesiva.

Según Sherman, hay más de 20 laboratorios en Estados Unidos y


otros países dedicados a la terapia de larvas.

El especialista explica que, cuando están en la naturaleza, estos


gusanitos de dos milímetros de largo se alimentan de animales
muertos y se aseguran de hacerlo rápido para abandonar el
cadáver antes que aparezca otro depredador.

Y cuando estas larvas se encuentran ante tejidos muertos


(gangrena) de seres humanos no notan la diferencia con los
animales muertos y se alimentan igual de rápido.
Para comerse el tejido muerto y las bacterias de una herida,
secretan unas enzimas digestivas que los disuelve y los
convierten en una especie de jugo. Una vez listo, los gusanitos lo
absorben.

Así, no solo eliminan las bacterias, sino que también remueven el


tejido muerto, cosa que no hacen los antibióticos.
Cada larva es capaz de remover 25 miligramos de tejido muerto
en 24 horas, sostiene Monarch Labs.

Derechos de autor de la imagen PA Image caption Luego de


comer, las larvas pueden crecer hasta un centímetro.

Las enzimas de las larvas solo actúan sobre tejidos muertos y


bacterias.
El tejido sano no solo queda limpio e intacto, sino que se cree que
las enzimas de las larvas estimulan su recuperación, según el
laboratorio de Sherman.
Más de la mitad de los pacientes que usa esta terapia necesita
solo una sesión de larvas, de dos días, comenta el médico.

Pero en heridas grandes pueden aplicarse hasta en cinco


sesiones.
Después de tomarse los tejidos muertos y bacterias, los gusanos
pueden crecer hasta un centímetro.

¿Riesgos?

El laboratorio BioMonde, de Gainsville, Florida, explicó a BBC


Mundo que para producir las larvas, mantienen una colonia de
moscas.
Cuando estos insectos se reproducen, se desinfectan los huevos.
Cuando estos últimos se convierten en larvas, se empacan en
pequeñas bolsas llamadas BioBags, que luego se aplican
directamente en las heridas de los pacientes.

Derechos de autor de la imagen GETTY Image caption Los


especialistas sostienen que hay bajo riesgo de que las larvas
produzcan infecciones, ya que se crían en laboratorios.

En Monarch Labs, insertan las larvas en unas gasas, que según


Sherman, les permiten moverse con más libertad en las heridas.

Las gasas se distribuyen en cajas esterilizadas de poliestireno a


través de servicios regulares de correo.
La Administración de Alimentos y Medicinas de EE.UU. (FDA, por
sus siglas en inglés) autorizó el uso comercial de larvas
medicinales en 2004.

Algunos trabajadores de salud expresaron su preocupación de


que estos gusanos puedan introducir otras bacterias en las
heridas.
Sin embargo, el médico Amesh Adalja, vocero de la Sociedad de
Enfermedades Infecciosas de América (IDSA), le dijo a BBC
Mundo que es poco probable que esto ocurra ya que las larvas
son criadas y desinfectadas en laboratorios médicos.
MIASIS

Miasis

Miasis en la región cervical de


un humano.
Clasificación y recursos
externos
Especialidad Infectología
CIE-10 B87
DiseasesDB 29588
MeSH D009198
 Aviso médico 
[editar datos en Wikidata]
La miasis es una enfermedad parasitaria ocasionada por larvas
de mosca que afecta los tejidos y órganos de vertebrados
(incluyendo a los humanos).1 Aunque hay moscas especializadas
en este tipo de parásitos, como Dermatobia hominis, en algunas
especies ocurre accidentalmente, por ejemplo, tras su ingestión.
La afectación en humanos y las demás especies es de
distribución mundial, pero predomina en la Zona Tropical y
Subtropical.
Las larvas que ocasionan miasis son principalmente de los
géneros Sarcophaga, Dermatobia, Oestrus, Gastrophilus,
Cochliomyia, Lucilia, Chrysomya y Musca.2
Las larvas pueden afectar inicialmente la piel pero pueden migrar
posteriormente a diferentes tejidos y órganos a nivel
gastrointestinal, genitourinario, auditivo y oftálmico. Estas se
alimentan temporalmente de los tejidos vivos o necróticos del
hospedador, así como de sus fluidos orgánicos.2
Índice
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 1 Clasificación
 2 Clínica en humanos
o 2.1 Tratamiento
 3 Miasis inducida
 4 Referencias
Clasificación[editar]

Miasis en un gato.
Según el tipo de parásitos, las moscas que producen miasis se
clasifican en tres categorías:2
Miasis obligatoria: las larvas son parásitos obligatorios que
requieren un huésped para proseguir con el desarrollo larvario.
Estas subsisten exclusivamente en tejidos vivos.
Los animales afectados son principalmente mamíferos
domésticos, silvestres y el humano, pero en ocasiones infestan
aves, reptiles y anfibios. Pueden intervenir las moscas de varias
familias como Calliphoridae, Sarcophagidae, Oestridae,
Gasterophilidae y Curetebridae.
El género Gasterophilus puede causar miasis entérica en
caballos, asnos, mulas, cebras, elefantes y rinocerontes. En el
humano es muy rara.2
Miasis facultativa: es causada por dípteros que son parásitos
oportunistas. En este caso las hembras adultas depositan sus
huevos principalmente en excrementos, cadáveres o sobre
materia orgánica en proceso de descomposición. Pero bajo
condiciones particulares pueden hacerlo sobre organismos vivos.
Miasis accidental: es causada por dípteros de vida libre, pero bajo
ciertas circunstancias puede ser ingerido por el huésped y
producir infestación de forma accidental.
Clínica en humanos[editar]
Las larvas producen síntomas en los humanos de acuerdo con el
sitio del cuerpo en el que se localizan. Pueden infectar tejidos
necrótico o vivos en diversos sitios: piel, ojos, oídos, tracto
gastrointestinal y genitourinario.3 Pueden invadir heridas abiertas
o ulceraciones en la piel. Algunas penetran al cuerpo a través de
los orificios nasales o los conductos auditivos. En los humanos las
larvas pueden penetrar al tracto gastrointestinal y producir miasis
entérica.4
Algunas manifestaciones clínicas de la miasis y sus síntomas:4
Síndrome Síntomas
Miasis
Úlceras y forúnculos de lento crecimiento.
cutánea

Obstrucción de los conductos nasales e irritación


Miasis
severa. En algunos casos puede desarrollarse
nasal
edema facial y fiebre.

Prurito intenso y tremor en el oído, asociado a


Miasis secreción de sensaciones y zumbidos. Si ocurre en
auditiva el oído medio, las larvas pueden migrar hasta el
cerebro.

Miasis Es frecuente, ello causa irritación severa edema y


oftálmica dolor.

Miasis Dolor abdominal, problemas gastrointestinales,


entérica fiebre.
Tratamiento[editar]
En la miasis cutánea, inicialmente debe eliminarse la larva
mediante presión o extracción directa. Para facilitar la extracción
puede ocluirse la entrada a la lesión con un agente impermeable
como vaselina para asfixiar a la larva o aplicar un insecticida en
forma local, ambas medidas le ocasionan la muerte, permitiendo
su extracción con mayor facilidad debido a que en este estado ya
no es capaz de sujetarse al tejido. Posteriormente la lesión debe
ser desinfectada y liberada de tejido necrótico y puede requerir el
uso de antibióticos.
El ganado puede tratarse con el uso extensivo de ivermectina la
cual provee un control inmediato y protección a largo plazo de la
infestación.
Miasis inducida[editar]

Larvas de Phaenicia sericata sobre una herida.


Artículo principal: Terapia larval
La terapia de larvas es una terapia en la que se utilizan larvas
estériles criadas en laboratorios de la mosca Phaenicia sericata
para limpiar tejidos necróticos de heridas induciendo una miasis
controlada. El uso médico es factible debido a que las larvas de
este insecto solo se alimentan de tejido desvitalizado dejando
intactos los demás tejidos; se cree que con ellos se promueve la
cicatrización de la lesión.5

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