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Este documento discute el concepto de abuso de posición comercial dominante en el derecho colombiano. Explica que una posición dominante no necesariamente es ilegal, pero puede convertirse en un abuso si la empresa restringe la competencia a través de conductas como aumentos de precios excesivos, discriminación de clientes u obstaculización de competidores. La ley colombiana define el abuso de posición dominante y la Corte Constitucional ha identificado algunas prácticas como fijación inequitativa de precios o negativa injustificada
Este documento discute el concepto de abuso de posición comercial dominante en el derecho colombiano. Explica que una posición dominante no necesariamente es ilegal, pero puede convertirse en un abuso si la empresa restringe la competencia a través de conductas como aumentos de precios excesivos, discriminación de clientes u obstaculización de competidores. La ley colombiana define el abuso de posición dominante y la Corte Constitucional ha identificado algunas prácticas como fijación inequitativa de precios o negativa injustificada
Este documento discute el concepto de abuso de posición comercial dominante en el derecho colombiano. Explica que una posición dominante no necesariamente es ilegal, pero puede convertirse en un abuso si la empresa restringe la competencia a través de conductas como aumentos de precios excesivos, discriminación de clientes u obstaculización de competidores. La ley colombiana define el abuso de posición dominante y la Corte Constitucional ha identificado algunas prácticas como fijación inequitativa de precios o negativa injustificada
En las relaciones comerciales se pueden encontrar escenarios, donde unos
agentes económicos o de mercado adquieren una posición de dominio. Sin embargo, esta posición de dominio sobre las condiciones del mercado no indica que este se consiguió o constituyo por medio de actuaciones delictivas, reprochables e ilegales, por el contrario, esta posición dominante puede ser adquirida y atribuida por elección de los consumidores que se encuentran en el marco de actuación de este agente económico, o bien por los méritos propios que le sean atribuibles. La posición dominante dentro de las condiciones de un mercado nos puede indicar de cierta forma, que este es el mejor competidor del mercado y el más exitoso del mismo. Esta posición dominante le otorga una facultad a este agente de independencia sobre los consumidores, los precios y sin competencia, lo que nos indica, puede actuar unilateralmente sin ser contrarrestado en el direccionamiento del mercado por otros agentes que pudiesen estar presentes en este. La Ley colombiana regula y nos proporciona una definición de este en el artículo 45, numeral 5 del Decreto 2153 de 1992, donde se define posición dominante como “La posibilidad de determinar, directa o indirectamente, las condiciones de un mercado”. La corte constitucional también se ha pronunciado respecto de esta, en la sentencia T 375 de 1997 en, donde nos indica que la posición dominante “no se establece desde el ángulo subjetivo de un participante en el mercado sino a partir del conjunto de situaciones que lo integran”. Dando a entender que, si bien el tamaño e influencia de un agente comercial en cierto mercado seria indiciario de una posición dominante de este, no es el único elemento valorativo para atribuir dicha apreciación o calificación. Teniendo en cuenta que no solo se deberá valorar la posición geográfica donde se ejerzan o realicen las actividades comerciales u económicas, sino incluso también los bienes mariales de transacción y el producto. La Ley colombiana nos habla en el artículo 50 del Decreto 2153 de 1992, de una serie de conductas que constituirán un abuso de la posición dominante de un agente comercial. Estas conductas se podrían presentar, debido a la libertad generada por la carencia de otros agentes de mercado, generando una serie de conductas que antes no representaban peligro alguno y que ahora se invisten en una preocupación real para la regulación y la actuación sana del ejercicio comercial en un determinado mercado. El abuso de posición comercial dominante, por medio de la perdida de competitividad, realiza un uso abusivo de la condición dominante para restringir o debilitar aun mas los niveles de competencia existente, ejecutando comportamientos abusivos como el aumento de precios, acciones desleales con el fin de llevar a los competidores a abandonar el mercado, reducción de calidad de los productos ofrecidos a los consumidores y la discriminación de actores comerciales como pueden ser los consumidores sin tener claros, objetivos y justos argumentos para llevar a cabo estas acciones. La corte constitucional señala en la sentencia T 375 de 1997 algunas breves referencias a prácticas constitutivas del abuso de posición dominante de desarrollo jurisprudencial y doctrinal, siendo las siguientes: “(1) Inequitativa fijación de precios. Ya sea por ser excesivamente altos en relación con los costos de producción o, en el otro extremo, excesivamente bajos hasta el punto de eliminar a los competidores como consecuencia de tácticas predatorias; (2) Negativa a contratar. Se configura cuando sin obrar un motivo objetivo y razonable, la empresa dominante rehusa suministrar el bien que produce a quien lo solicita, eliminando o restringiendo la competencia en dicho mercado o reservándolo para sí; (3) Modificaciones estructurales de la empresa dominante.” Teniendo en cuenta loa anteriormente mencionado, la corte en esta sentencia realiza una apreciación u aclaración respecto de la libertad contractual y la libertad de empresa, pues precisa que si bien esta no esta obligada en general por la ley a contratar o ofrecer a sus clientes una igualdad de trato, la constitución si le asigna una función social a la empresa, entendiendo que de esta se desprenden satisfacciones de necesidades de la sociedad, como pueden ser el empleo y el bienestar. Por ello cabe precisar que una empresa que ejerce una posición dominante respecto de sus clientes no puede justificar acciones con falta de objetividad, proporcionalidad, razonabilidad e injustas basadas en las garantías de la libertad de empresa o libertad contractual, pues es claro que debe respetar los principios y valores constitucionales y la función social que esta le otorga. Aclarando que de no ser así, posiblemente y en concordancia con lo dispuesto en el artículo 50 del Decreto 2153 de 1992 y el artículo 1 de la Ley 155 de 1959 se podría estar incurriendo en el abuso de posición comercial dominante.