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FACULTAD:

JURISPRUDENCIA

TEMA:
ANÁLISIS ARTÍCULO 9 NUMERALES 8 - 10
LEY ORGÁNICA DE REGULACIÓN Y CONTROL DEL
PODER DE MERCADO

ESTUDIANTES:
VALERIA ARROYO
DANIELA CARDENAS
SALOMÉ GONZÁLEZ
MARIEMMA MENDEZ
DANIELA SORIANO RODRÍGUEZ
JANETH RANGEL

TRABAJO:
TUTORÍA

ASIGNATURA:
DERECHO DE COMPETENCIA

JULIO 2022
Índice
Introducción 3

Desarrollo 4
La venta condicionada y la venta atada, injustificadas: 4
Delimitación de la conducta: 5
Elementos básicos sancionables: 6
La negativa injustificada a satisfacer las demandas de compra o adquisición, o a aceptar
ofertas de venta o prestación de bienes o servicios: 7
La incitación, persuasión o coacción a terceros a no aceptar, limitar o impedir la compra,
venta, movilización o entrega de bienes o la prestación de servicios a otros: 7
Sentencia 8

Bibliografía: 8

2
Introducción

La Ley Orgánica de Regulación y Control del Poder de Mercado tiene como


propósito evitar, prevenir, corregir, eliminar y sancionar el abuso de operadores
económicos con poder de mercado, tales como los acuerdos colusorios, las
prácticas desleales y restrictivas; de tal manera que su finalidad es buscar la
eficiencia en los mercados, el comercio justo y el bienestar general, para la
constitución de un sistema económico social, solidario y sostenible.1

En virtud de lo señalado ut supra, cabe establecer qué se entiende por poder


de mercado, los artículos 7 y 8 de la Ley Ibídem determinan que es la capacidad de
uno o varios operadores económicos para influir de modo importante en el mercado,
interviniendo independiente o colectivamente para ostentar su posición de dominio
sin la necesidad de la participación del resto de sujetos que intervienen en el
mercado: competidores, proveedores, compradores, clientes, consumidores,
usuarios, distribuidores, entre otros. Ahora bien, el problema surge cuando los
operadores económicos, para obtener el poder de mercado, impiden, restringen,
falsean o distorsionan la competencia, transgreden la eficiencia económica o el
bienestar general o, los derechos que le asisten a los consumidores o usuarios;
siendo así que este tipo de conductas deben ser controladas, reguladas y,
dependiendo del caso, sancionadas de conformidad con la Ley.

Expuestas estas precisiones, es menester del presente trabajo de tutoría


analizar los numerales 8, 9 y 10 del artículo 9 de la Ley Orgánica de Regulación y
Control del Poder de Mercado que señala cuáles son las conductas del abuso de
poder de mercado: La venta condicionada y la venta atada, injustificadas; La
negativa injustificada a satisfacer las demandas de compra o adquisición, o a
aceptar ofertas de venta o prestación de bienes o servicios; La incitación,
persuasión o coacción a terceros a no aceptar, limitar o impedir la compra,
venta, movilización o entrega de bienes o la prestación de servicios a otros; ,
para lo cual se identificará el objeto concreto de cada conducta, a quién protege,
1
Artículo 1 de la Ley Orgánica de Regulación y Control de Poder de Mercado.

3
sanciona y por qué. Adicionalmente, se analizará la Sentencia No. (local o
internacional para una de las 3 conductas)

Desarrollo

La venta condicionada y la venta atada, injustificadas:

La venta condicionada y la ventada atada, injustificadas se encuentran


previstas en el numeral 8 del artículo 9 de la Ley Orgánica de Regulación y Control
de Poder de Mercado, a modo de enunciar que este tipo de conductas serán
sancionadas como abuso de poder de mercado por prácticas restrictivas de la
competencia; las cuales consecuentemente, atentan la eficiencia económica, el
bienestar general o, los derechos de los consumidores o usuarios.

Al no existir en la Ley invocada, la definición ni establecer parámetros sobre


cuáles serían los casos en los que este tipo de ventas son justificadas, es necesario
recurrir a la doctrina y jurisprudencia para poder determinar el objeto concreto de la
conducta, los sujetos que protegen, sancionan y su fundamentación.

Lorenzo Federico Pace, en su obra Derecho Europeo de la Competencia:


prohibiciones antitrust, control de las concentraciones y procedimientos de
aplicación (2007, p. 169) explica sobre los contratos o venta vinculada que: “el
proveedor supedita la compra de un producto (producto vinculante) a la
compra de otro producto distinto (producto vinculado) que ofrece el propio
proveedor o alguien designado por él. Únicamente el producto vinculado
puede adquirirse separadamente”. Entonces, si el consumidor quiere comprar el
producto principal o adquirir un servicio (vinculante), debe obligatoriamente adquirir
también el producto o servicio vinculado, puesto que la compra del primero
incorpora la adquisición del segundo; estableciéndose ahí la conducta sujeta a
control, regulación y sanción, dado que el operador económico obliga a la
adquisición de un producto o servicio extra al querido por el comprador, por
consiguiente, se incrementa el gasto y se reduce su capacidad adquisitiva,
generando un desequilibrio en el excedente social porque el excedente del
comerciante se maximiza sin justa causa.

4
Delimitación de la conducta:

Felipe José Alvira Arbeláez y Santiago González Valera en su estudio La


venta atada como práctica anticompetitiva y vulneración al derecho del consumidor
(p. 4), establecen 3 términos utilizados por la doctrina:

1. Atamiento o tying: Mauricio Velandia, en su obra Derecho de la competencia y


del consumo (2011, p.153), expone que: “La venta atada se presenta como la
condición o sujeción que impone el comerciante al consumidor sobre la compra
de un producto. Esta conducta restrictiva exige que exista una condición o
prestación extraña a la relación jurídica pretendida por las partes. No es
cualquier tipo de condición o exigencia, sino que debe ser aquella que no
guarde ninguna relación con la naturaleza del objeto del negocio.” (énfasis
añadido.)

2. Empaquetamiento, venta conjunta o bundling: es la comercialización en


conjunto de distintos productos o servicios, este tipo de conducta se divide en
empaquetamiento puro y mixto. El primero (empaquetamiento puro) implica que
el consumidor únicamente puede adquirir el paquete en sí, sin poder adquirir los
productos o servicios por separado; el segundo (empaquetamiento mixto),
consiste en que el consumidor sí los puede adquirir por separado, siendo así
que, en países como Colombia el empaquetamiento mixto está permitido.

3. Inclusión forzosa de terceros o third line forcing: un distribuidor de un


producto o servicio condiciona dicha distribución a la aprobación de productos o
servicios añadidos y prestados por un tercero. Un claro ejemplo de lo
mencionado es cuando en las concesionarias de carros obligan al comprador a
coger aseguradoras asignadas por ellos para vender los vehículos.

Elementos básicos sancionables:

Las siguientes condiciones son las que acreditan que la práctica del tying,
bundling y third line forcing son abusivas o injustificadas, las cuales se obtuvieron
del caso Comisión de la Comunidad Europea contra Microsoft Corporation:

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1. Existencia de productos o servicios separados: El vendedor del producto o
servicio “A” (vinculante) obliga a sus compradores a adquirir también el producto
separado “B” (producto atado o vinculado); lo que no ocurre viceversa. Este tipo
de escenario, suele afectar al consumidor al forzarlo a pagar por un producto o
requerir un servicio que no quería inicialmente; sin embargo, puede que existan
ocasiones en las que dicha adquisición del producto o servicio “B” produce
eficiencia al usar el producto o consumir el servicio “A”. Por lo expuesto, existen
test que permiten establecer criterios de valoración respecto esta condición,
estos son: Test de la demanda diferenciada, Test de las prácticas de mercado,
Test de la integración tecnológica y, Test de las justificaciones empresariales.

2. La empresa debe tener posición de dominio en el mercado del producto


vinculante: El elemento coercitivo es fundamental en este tipo de conductas,
por lo que el operador económico debe de tener poder de mercado para que
cuando vincule los productos, el comprador se encuentre obligado por su deseo
de comprar el bien vinculante a tal punto de aceptar las condiciones de compra
de otro producto (vinculado).

3. La empresa no permite a los consumidores obtener el producto vinculante


sin obtener el producto vinculado, o hace a la adquisición individual de
productos menos atractiva que la compra conjunta: La vinculación forzosa
entre productos o servicios hecha por el vendedor, está sujeta a una condición
que no guarda relación con la prestación principal; es decir es una prestación
exigida al comprador, que no es complementaria al bien vinculante pero que
dicha condición le añade más valor a la venta.

4. La conducta de la empresa debe tender a excluir la competencia: Estas


conductas permiten que las empresas con posición dominante mantengan ese
poder, concentrando la demanda en su empresa y permitiendo que dicho
operador económico maneje arbitrariamente la oferta y la demanda, generando
la dependencia de sus productos o servicios a los consumidores y que el resto
de operadores económicos no puedan competir frente a la estrategia del
primero.

6
En virtud de lo anterior, la conducta determinada en el numeral 8 del artículo
9 de la Ley Orgánica de Regulación y Control de Poder de Mercado, busca proteger
a los consumidores de los operadores que abusando de su poder de mercado atan
o condicionan la venta de determinado producto o servicio al de otro, irrogando
perjuicios al consumidor quien por la necesidad de adquirir dicho bien o servicio está
obligado a comprar más de lo que se necesita. Razón por la cual y cumpliendo con
los elementos establecidos en el punto anterior, este tipo de conductas deben de ser
sancionadas.

La negativa injustificada a satisfacer las demandas de compra o


adquisición, o a aceptar ofertas de venta o prestación de bienes o
servicios:

Este es otro de los abusos que está tipificado como modalidad de abuso de posición
de dominio en la Ley Orgánica de Control y Regulación de Poder de Mercado.

La negativa injustificada según Bullard (2006) es otra práctica que tendría


relevancia. Es una práctica en la que concurre la decisión legítima de cualquier
operador económico para contratar libremente; ésta a su vez está estrechamente
vinculada a la autonomía de la voluntad, derecho garantizado por la Constitución a
través del principio de libre contratación.

La negativa injustificada a contratar, entendiéndose desde el punto de vista de la


demanda como la negativa injustificada a aceptar ofertas de venta o prestación de
servicios y desde el punto de vista de la oferta como la negativa injustificada a
satisfacer demandas de compra o adquisición, es una práctica que puede ser ilegal
en forma per se. Así, si un operador económico se pone de acuerdo con otros para
no contratar con una empresa o un competidor, esto será considerado como una
práctica de por sí ilegal. Pero lo que no es per se ilegal es la negativa unilateral; es
decir, aquella llevada a cabo por un operador económico por su propia decisión.

Bork señala al respecto que la ley deja libertad a las empresas individuales a
negarse a contratar con otras, salvo que la negativa tenga por objeto generar una
restricción a la competencia considerada ilegal.

7
En particular, las conductas que constituyen abuso de poder de mercado son: [...]

9.- La negativa injustificada a satisfacer las demandas de compra o adquisición, o a


aceptar ofertas de venta o prestación de bienes o servicios [...]”.

En este contexto, lo que se debe comprender es que esta negativa sería justificable
y no tendría efecto alguno cuando existan alternativas suficientes para el proveedor
de vender sus productos o para el cliente de comprarlos.

Así, una empresa con poder de mercado en una determinada actividad económica y
que sea propietaria de una infraestructura considerada esencial, a pesar de que
tiene libertad de contratación, no puede negarse injustificadamente a prestar el
servicio para que se haga uso de esa infraestructura; tomando el ejemplo dado
anteriormente, el dueño de la gabarra no podría sin justificación alguna negarse a
prestar el servicio a otros operadores económicos para el paso de un lado al otro del
río (negativa injustificada a satisfacer la demanda); ni tampoco podría, al ser el único
que tiene este bien, negarse injustificadamente a adquirir mano de obra para el
correcto funcionamiento del bien (negativa injustificada a aceptar prestación de
bienes o servicios).

Delimitación de la conducta:

Este literal fue implementado en nuestra ley siendo tomado del literal c) del artículo
2.2. de la Ley 15/2007, de 3 de julio, de Defensa de la Competencia de España.

De manera general, la negativa injustificada como abuso del poder de mercado se


da cuando el operador económico dominante se reserva productos o servicios para
sí (para su filial) o para un tercero (distribuidor autorizado) negándose,
injustificadamente, a comercializar con otros operadores económicos y de esta
manera impidiendo, restringiendo o falseando la competencia, la eficiencia
económica o el bienestar general.

En estos casos se debe tener en consideración que la negativa sea injustificada y


que la misma se dé sobre un producto o servicio que sea esencial para que la
empresa competidora pueda prestar el servicio en cuestión.

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En este causal, se protege a los operadores comerciales “débiles” o que no tienen
ventaja en el mercado para asegurar que sean tomados en consideración y se les
otorguen los privilegios lo suficientemente necesarios para equiparar o al menos
tratar de tener las mismas condiciones con los operadores económicos dominantes
y así hacer la “competencia” más justa y equitativa.

A su vez, nos ayuda a sancionar la competencia injusta, y a los grandes operadores


económicos que pretendan dejar en desventaja al resto de operadores comerciales.

La incitación, persuasión o coacción a terceros a no aceptar, limitar o


impedir la compra, venta, movilización o entrega de bienes o la
prestación de servicios a otros:
La conducta de este artículo es la del control y regulación de las operaciones de
concentración económica, el cual está protegiendo la libertad de contratación en el
mercado, tanto para las pequeñas como grandes empresas porque sin este derecho
fundamental y esencial de los contratos puede distorsionar el mercado haciendo que
no exista una competencia leal, puesto que al prohibir negociar ya sea en base a la
incitación, persuasión o coacción como lo señala el numeral, hace que no se
permita el crecimiento de nuevas empresas constituyéndose en una práctica de
abuso de posición de dominio.

Por lo tanto, regular este tipo de acciones protege la competencia leal que debe de
existir entre todos los operadores del mercado, como se menciona en el caso
CONECEL vs Control de poder de mercado, el cual se evidencia, la estipulación
ilegal de cláusulas de exclusividad en los contratos de arrendamiento y en relación
con el numeral en mención en el cual la conducta típica es afectar la participación
de otros competidores y la capacidad de entrada o expansión de estos últimos en un
mercado relevante, a través de cualquier medio ajeno a su propia competitividad o
eficiencia; por la incitación, persuasión o coacción a terceros a no aceptar, limitar o
impedir la compra, venta, movilización o entrega de bienes o la prestación de
servicios a otros, como en el caso en donde por establecer, imponer o sugerir
contratos de distribución o venta exclusiva, cláusulas de no competencia o similares,
que resultan injustificados y atentan contra la libre negociación en el mercado.

9
Sentencia
Consorcio Ecuatoriano de Telecomunicaciones CONECEL S.A. vs
Superintendencia de Control de Poder de Mercado

El 24 de octubre de 2012 la Corporación Nacional de Telecomunicaciones CNT- EP


presentó una denuncia por abuso de poder de mercado en contra del Consorcio
Ecuatoriano de Telecomunicaciones CONECEL S.A por haber estipulado cláusulas
de exclusividad en contratos de arrendamiento de inmuebles en los que CONECEL
había instalado infraestructura de telecomunicaciones. A criterio de CNT, el efecto
de estas cláusulas de exclusividad era levantar barreras de entrada para evitar que
la empresa pública instale, en esos mismos inmuebles, su infraestructura para
prestar el servicio de telecomunicaciones e incurra en costos extras para instalar
dicha infraestructura en inmuebles alternativos.

La cláusula de exclusividad obligaba a los dueños de los predios a comprometerse a


no conceder en uso, goce o aprovechamiento o explotación bajo ningún título legal a
otras empresas que se dediquen a las telecomunicaciones en cualquiera de sus
ramas de espacio alguno del inmueble en virtud de que se podría causar
interferencia, mal funcionamiento o poner en riesgo los equipos instalados. En caso
de incumplimiento los arrendadores tendrían que pagar una pena equivalente al
cuarenta por ciento del valor total de la renta mensual por el plazo de duración del
contrato.

Frente a estas cláusulas de exclusividad, CNT argumentó que la instalación de


equipos en inmediaciones conjuntas o incluso dentro del mismo inmueble no causa
ningún daño sino al contrario puesto que la compartición de la infraestructura se
encuentra incluso normado por el Consejo Nacional de Telecomunicaciones. Por
consiguiente, se argumentó que es ilegal la estipulación de cláusulas de
exclusividad en los contratos de arrendamiento y que esta conducta constituye una
práctica de abuso de posición de dominio.

10
El 07 de febrero de 2014 la Comisión de Resolución de Primera Instancia de la
Superintendencia de Control de Poder de Mercado a impuso a CONECEL S.A., una
multa de USD 138.495.964,90 por haber incurrido en la infracción establecida en los
numerales 1, 10 y 19 del artículo 9 de la LORCPM.

En relación al mercado relevante la Comisión, tomando en consideración las


conclusiones hechas por la intendencia, indicó que el mercado relevante es el
mercado de las telecomunicaciones en los siguientes términos: el mercado
relevante para el caso investigado es el "mercado de las telecomunicaciones" más
no el del "arrendamiento de inmuebles". Subdivide el mercado relevante
mencionado en el mercado "aguas arriba" como la prestación del servicio móvil
avanzado SMA que comprende las prestaciones ofrecidas por un operador de
telecomunicaciones a otro operador, como son el acceso a un inmueble donde se ha
instalado infraestructura de telecomunicaciones "co-habitación" o el acceso a dicha
infraestructura, "co-ubicación"; y el mercado "aguas abajo" de la prestación del
servicio móvil avanzado, correspondiente a las prestaciones de un operador de
telecomunicaciones a los usuarios o consumidores finales, como la prestación del
servicio de voz móvil. Para el mercado "aguas arriba", la prestación del servicio
móvil avanzado, la Intendencia, cita a la Comisión Europea (Comunicación de la
Comisión 2009/C 45102, publicada en el Diario Oficial de la Unión Europea del 24
de febrero de 2009), cuando ésta considera que, para apreciar el carácter abusivo
de una negativa de acceso, es conveniente identificar un mercado potencial, incluso
hipotético constituido por productos o servicios indispensables para ejercer una
actividad determinada. En el presente caso investigado, se constata que en el
mercado aguas arriba CNT EP, quería acceder a ciertos inmuebles donde está
instalada la infraestructura de CONECEL S.A., para expandir su actividad aguas
abajo de la prestación del servicio móvil avanzado.

En consecuencia, la Intendencia considera que las cláusulas de exclusividad y de


prevención que CONECEL S.A. ha incorporado en sus contratos de arrendamiento,
constituyen la evidencia de que en el mercado "aguas arriba" CONECEL se reserva
el derecho de negar o dar acceso a otros operadores de telecomunicaciones que
tengan la intención de usar, gozar, aprovechar o explotar el espacio de los
inmuebles arrendados. Para el mercado aguas abajo, la Intendencia considera los

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servicios afectados corresponden a voz móvil, la transmisión de datos SMS, MMS e
Internet, siendo el más representativo el servicio de voz móvil, de alcance nacional.

A su vez, la Intendencia en el Informe de Resultados indico que el mercado de


producto comprende el mercado aguas arriba que está compuesto por el acceso a
un inmueble en donde se ha instalado la infraestructura de telecomunicaciones, o el
acceso a una infraestructura de telecomunicaciones; y, el mercado aguas abajo que
abarca las prestaciones del SMA, (Servicio Móvil Avanzado) en base a que en este
mercado los operadores ofrecen servicios de telefonía móvil y de transmisión de
datos. No obstante, señala que de acuerdo a una resolución del CONATEL en el
año 2010, el 80 por ciento de los ingresos de los operadores estaba dado por el
servicio de voz móvil. Por lo tanto, se analizó el mercado de voz para determinar si
otros servicios similares como la telefonía fija constituyen parte de ese mercado.

En relación el mercado geográfico, la Intendencia define como todo el territorio


nacional debido a que los operadores económicos del SMA tiene contratos de
concesión con el Ecuador para explotar el servicio en todo el territorio nacional y en
función de que los productos y servicios ofertados por los operadores de las
telecomunicaciones, son ofrecidos en el país. Posteriormente, analiza las cuotas de
mercado y las barreras de entrada.

El operador económico solicitó un informe complementario sobre la definición de


mercado relevante pidiendo que se puntualice la definición, se determine si los
inmuebles en donde está la infraestructura de telecomunicaciones pueden ser
considerados como una facilidad esencial o crítica bajo control de un operador
económico con poder de mercado, se señale si a más de los inmuebles objetos de
la investigación se han presentado otros casos en los que el operador haya
solicitado y negado acceso a dichos inmuebles. Sin embargo, la Comisión se
mantuvo en la posición de que el mercado de producto es el mercado de
telecomunicaciones porque los mercados de los inmuebles en arriendo se
relacionan con el mercado del producto servicio de telecomunicaciones puesto que
para que exista el servicio en telecomunicaciones, como cualquier otro producto, es
necesario que el servicio pase por un proceso técnico y sistemático que permita su
obtención y, del mismo modo, para que opere el proceso es menester que

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concurran medios, recursos o insumos que entren al procesos productivo del
producto de servicios en telecomunicaciones, entre otros medios y recursos se
encuentran las radio bases que por su naturaleza deben estar anclados a bienes
inmuebles, sea en edificios o casas en las ciudades o sea en terrenos adecuados en
las zonas no habitadas, y que permita al operador desplegar su red de servicios al
mercado aguas abajo.

De igual manera la Comisión, confirma la posición de la Intendencia en el sentido de


que el mercado geográfico es de dimensión nacional porque se encuentra extendido
en todo el país, aguas arriba, porque cuenta con infraestructura en todo el Ecuador,
y aguas abajo, porque toda la población se beneficia de este servicio.

La sanción fue impugnada ante el Tribunal Contencioso Administrativo con sede en


Guayaquil.

Respecto al mercado relevante la accionante señala que el mismo debía


circunscribirse al arrendamiento de bienes inmuebles, en especial aquellos que
cumplan con las condiciones técnicas y económicas para la instalación de
infraestructura de telecomunicaciones. Así, el mercado relevante debía incluir los
inmuebles en los que se encuentra actualmente instalada la infraestructura de
CONECEL o de otro operador, y los inmuebles en arrendamiento que cumplan con
las características técnicas y económicas para la instalación de infraestructura de
telecomunicaciones que serían sus sustitutos.

Siguiendo este orden de ideas, la conclusión correcta seria que no existe daño
alguno a CNT por la existencia de las cláusulas de exclusividad en ciertos contratos
de arrendamiento puesto que la correcta definición del mercado relevante permite
concluir que existen bienes sustitutos. Por consiguiente, no existen barreras que
impidan a CNT participar en el mercado puesto que este operador económico puede
instalar sus radio bases en otros inmuebles ubicados en la misma zona donde
arrendó CONECEL, pero diferente a los inmuebles arrendados por la misma.

Además, de acuerdo a CONECEL, no es válido afirmar que CNT tenga que


rediseñar su red puesto que existen otros inmuebles dentro de la zona requerida

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que pueden ser arrendadas por CNT y conservar el diseño original de su red. Sin
embargo, es necesario que CNT realice su propia evaluación técnica y gestión
comercial de buen comerciante en la consecución de inmuebles en las zonas
escogidas. Por consiguiente, al no existir barreras de entrada al mercado, al no ser
necesario que CNT rediseñe su red, y al no existir costos extras en los que incurra
CNT, la conclusión es que no existen efectos anticompetitivos.

La definición correcta del mercado relevante habría permitido establecer que


CONECEL S.A. no tiene posición de dominio al ser un simple arrendatario de los
bienes inmuebles necesarios para la instalación de su infraestructura y no un
oferente de bienes en arrendamiento. Por lo que, la carencia de poder de mercado
en ese mercado relevante conlleva a que el operador económico no pueda abusar
del poder de mercado que no tiene.

Por otra parte, las conductas analizadas no generan ningún tipo de desplazamiento
los agentes en el mercado relevante u otros mercados relacionados como el de las
telecomunicaciones móviles, consecuentemente, no implica daños económicos a
consumidores, al mercado o al proceso mismo de competencia y libre concurrencia.
Así las cláusulas de exclusividad presentes en ciertos contratos de arrendamiento
de inmuebles con los propietarios de los bienes inmuebles arrendados, no
presentan comportamientos restrictivos a la competencia.

En el procedimiento administrativo, CONECEL S.A. indicó que en las cercanías de


sus radiobases existían bienes sustitutos, es decir, otros inmuebles con iguales
características de ubicación y cobertura en donde CNT hubiera podido instalar su
infraestructura. Frente a este argumento, el Tribunal Contencioso Administrativo en
la parte motiva de la sentencia, indicó que la existencia de estos bienes impide
considerar que se hubiera producido la infracción en los términos en los que se
fundamentó la resolución sancionadora indicando que no se justifica el abuso de
una posición de dominio en el hipotético casi que esta existiera. Sin embargo, el
Tribunal en la parte resolutiva no se pronunció sobre el efecto jurídico que podría
traer esta afirmación puesto que declaró la nulidad por falta de competencia en
virtud de que CNT había interpuesto un recurso de ampliación al acto administrativo

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sancionador mientras que CONECEL ya había iniciado la acción subjetiva perdiendo
así la autoridad administrativa la competencia para resolver esta situación.

Bibliografía:

González, F. J. (s.f.). La venta atada como práctica anticompetitiva y vulneración al


derecho del consumidor. Obtenido de
https://centrocedec.files.wordpress.com/2020/01/la-venta-atada.pdf

Pace, L. F. (2007). Derecho Europeo de la Competencia: prohibiciones antitrust,


control de las concentraciones y procedimientos de aplicación. Madrid: Marcial Pons
Ediciones Jurídicas y Sociales S.A.

Velandia, M. (2011). Derecho de la competencia y del consumo . Bogotá: Impresión


y encuadernación: Xpress Estudio Gráfico y Digital S.A.

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