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La educación física es importante para el desarrollo integral de los niños porque promueve la salud, el fortalecimiento muscular y óseo, y el equilibrio mental, físico y social. Una clase típica de educación física para niños en edad preescolar incluye un calentamiento con movimientos como correr y saltar, seguido de ejercicios grupales que desarrollan habilidades motrices mediante juegos, y finaliza con una caminata para recuperar el ritmo cardíaco.
La educación física es importante para el desarrollo integral de los niños porque promueve la salud, el fortalecimiento muscular y óseo, y el equilibrio mental, físico y social. Una clase típica de educación física para niños en edad preescolar incluye un calentamiento con movimientos como correr y saltar, seguido de ejercicios grupales que desarrollan habilidades motrices mediante juegos, y finaliza con una caminata para recuperar el ritmo cardíaco.
La educación física es importante para el desarrollo integral de los niños porque promueve la salud, el fortalecimiento muscular y óseo, y el equilibrio mental, físico y social. Una clase típica de educación física para niños en edad preescolar incluye un calentamiento con movimientos como correr y saltar, seguido de ejercicios grupales que desarrollan habilidades motrices mediante juegos, y finaliza con una caminata para recuperar el ritmo cardíaco.
Bienvenido a la lección número 6, en el cual abordaremos aspectos de la
educación física, de su importancia y al final veremos un ejemplo de clase. Para empezar, la educación física en general se puede entender como una disciplina pedagógica que propende por una educación integral que favorece el cuidado de la salud, evitando la vida sedentaria. Asimismo, la educación física promueve en el aula el desarrollo de capacidades como las motrices gruesas y la formación deportiva en deportes relacionados al salto, el lanzamiento, el correr, el equilibrio, la resistencia, entre otros. Para la apropiada actividad de los niños y las niñas en la educación física, es imprescindible abarcar diversas perspectivas físicas del cuerpo humano, así como psicológicas vinculadas a la motivación y al “Yo”. La educación física ya se practicaba en la antigüedad, pero usualmente con fines de formación para la guerra. Sin embargo, esta actividad tal y como se la conoce en la actualidad, surgió en Alemania y Suiza donde se las retomaron de la antigua civilización greco-romana. La importancia de la educación física en la primera infancia radica en que es la base educativa para los niños y las niñas en relación con su propio cuerpo, esto es, se les enseña a ejercitar su cuerpo, realizar esfuerzos de modo saludable y a conocer sus capacidades y limitaciones. De este modo, la educación física promueve en ellos y ellas el interés por un proyecto físico, como lo es la práctica de un deporte o una actividad en la que se pongan en práctica las habilidades motoras gruesas. Así pues, la educación física no es meramente una actividad recreativa o deportiva, sino que es de suma importancia en la salud y la supervivencia, por permitir fortalecer los músculos, los huesos y otros tejidos de los infantes en etapas cruciales de su desarrollo y crecimiento. La práctica de la educación física en el aula es de trascendental importancia para la formación emocional de los infantes, al brindar un efecto de equilibrio mental, físico y social. De esta manera, esta actividad juega en definitiva un rol vital necesario y que es complementario a las otras actividades de índole académico y cognitivo. Una dinámica de clase de educación física para los infantes tiene por finalidad última, la formación integral referida a destrezas, habilidades, hábitos, valores y el desarrollo de intereses y potencialidades. En este sentido, una clase de educación física debe tener presente todas las dimensiones y aspectos que conforman a cada individuo, como son el aspecto físico, psíquico, social, afectivo y moral y, concebirlo como un todo interrelacionado, esto es, como un sistema de sistemas. Así pues, los aspectos a tener en cuanta anteriormente indicados deben servir de marco para el tratamiento y definición de habilidades enfocadas en la expresión corporal con grandes y pequeños movimientos. Para tal fin, es imprescindible que al definir los objetivos de aprendizaje de la clase (por ejemplo: movimientos con diferentes ritmos como correr, saltar, trepar, entre otros.), se estructure un plan de acción (que debe tener en cuenta: contenidos, estrategias, actividades, recursos y tiempo de ejecución) y un plan de evaluación (que debe tener en cuenta: el aprendizaje a alcanzar, indicadores, técnicas e instrumentos). Ahora veamos un ejemplo básico de una clase de educación física: partimos por definir ciertos aspectos así: el Nivel: Preescolar; Edad promedio: 4 – 6 años; Cantidad de niños: 30 niños; Contenido: “La carrera”; Objetivo: Desarrollar las habilidades motrices básicas como los saltos, el correr y el gatear; Estrategias metodológicas: Uso del juego. Ahora en cuanto la estructura: 1. Inicio y calentamiento: con los niños inicialmente dispersos, el educador indica que imiten a automóviles en movimiento, a la vez que coordina la velocidad con aceleración gradual que van desde el trote lento a uno moderado por un lapso de entre 5 y 10 minutos. En esta actividad inicial el educador podrá hacer uso de tarjetas color verde y rojo para emular un semáforo. Después pasamos a 2. El desarrollo: Organización: se disponen en tres equipos formados en filas, cada equipo debe tener un balón. Descripción: el educador con el sonido de un pito podrá indicar a los participantes de cada equipo salir en carrera con el balón en mano y rodear un punto definido para cada equipo (por ejemplo, un poste o roca) a una distancia de entre 15 y 20 metros y, al regresar pasar el balón al siguiente compañero en la fila y así sucesivamente hasta que todos realicen el mismo ejercicio. Variantes: para este ejercicio se pueden utilizar pañuelos en vez de balones, se pueden utilizar aros o conos en vez de postes o piedras y, se puede aumentar o disminuir la distancia de los obstáculos a rodear. 3. Cierre: Se debe recuperar gradualmente el ritmo cardiaco de los infantes con una caminata. Luego se conversa sobre las actividades, se recoge el material y se pide su formación en trencito para regresar al aula.
Recuerda, al finalizar el video debes continuar con el desarrollo de las actividades