Está en la página 1de 15

Tema 2

La naturaleza de las leyes.

varios enfoques sobre la cuestión de las leyes naturales. Interesa


E XISTEN
saber cuál es la naturaleza de la relación que introducimos por el mero
hecho de manejar una ley. Los dos enfoques que se van a ver aquí son los sigu-
ientes:
Perspectiva regularitivista de la causación (TRC).
Perspectiva necesitativista o universalista (TU).
Dos visiones bási-
La TRC tiene a autores como Hume o Ayer. Por una parte, al decir que un cas sobre las leyes:
suceso a es causa del suceso b o que el suceso tipo A es causa del suceso tipo descripción de las regu-
B, decimos que a/A precede a b/B. La causa es en realidad precedente. La TRC laridades naturales vs
se basa en la experiencia, pero no podemos establecer vínculos nomológicos so- necesidad nómica.
bre aquello de lo que no tenemos creencias. Ayer dice que si cierta proposición
sobre la naturaleza es cierta no implica que alguien tenga una actitud epistémica
hacia esa ley de la naturaleza, ya que hay leyes que permanecen desconocidas.
No se excluye que haya leyes naturales, dice Hume, sino que no podemos leg-
islar, hace falta una necesidad nómica y qué propiedad es ésta. No podemos
establecer leyes de facto, pero tampoco eliminar la noción de ley.
Las dos posturas que van a verse aquí son la regularitivista, representada por
Ayer, y la necesitativista, representada por Dretske. Se va a dar un debate en-
tre regularitivistas y necesitativistas, es decir, humeanos frente a universalistas.
Por su parte, Dretske critica que se confundan los términos ontológicos y episte-
mológicos. Ayer dice que hay leyes, pero en términos epistemológicos estamos
limitados. Frente a esto, una crítica parte de Fred Dretske, “Leyes de la natu-
raleza” (1977). Dretske es crítico de Ayer y de la TRC. Para él la TRC confunde
el problema del fundamento epistemológico (la justificación de la creencia) con
la creencia misma en la naturaleza de las regularidades; se confunde lo epis-
temológico con lo ontológico. Dretske propone plantear el estudio de las leyes
bajo un punto de vista ontológico. Después de decidir la naturaleza ontológica
podremos decir si tenemos acceso epistémico.

12
El regularitivismo.

Alfred Jules Ayer (1910–1989), filóso-


fo británico, padre del positivismo lógi-
co. Divulgador en Inglaterra de la obra
y de la filosofía del Círculo de Viena. Su
obra principal es Lenguaje, Verdad y Lóg-
ica, en ella defendió las tesis capitales
del empirismo lógico, como la necesi-
dad de verificación.

A través del análisis de Ayer, en la visión de Hume no hay hechos objetivos


en el mundo exterior que vinculen los acontecimientos tipo A con los acontec-
imientos tipo B. Hume dice que no hay una experiencia de la vinculación entre Ayer hace una relectura
particulares. El único modo de establecer una conjunción es fiarse de la subje- de Hume sobre las
tividad. Según Ayer, Hume pone en duda la idea básica de que los acontecimien- leyes. Éstas no son
tos tipo A necesitan causalmente acontecimientos tipo B, porque si así fuera los más que conjunción
tipo B se deducirían lógicamente de los A. La experiencia, si hubiera un vínculo constante, de la
de necesidad, no sería un ingrediente necesario, tendríamos un conocimiento a experiencia no se puede
priori. Si eliminamos el a priori, quedan dos fundamentos, la experiencia o la derivar la necesidad de
voluntad. las leyes.
O bien aceptamos que las cosas son así o bien lo queremos. Hume dice que
la experiencia no aporta impresiones sobre la necesidad; el principio de uni-
formidad de la naturaleza es un presupuesto, pero no tenemos experiencia de
él. Nada en el impacto de una bola de billar sobre otra puede hacer pensar que
causa el movimiento de la segunda bola. La voluntad tampoco es creíble, no hay
una teoría natural de la voluntad que nos permita hacer esto.
Nos quedamos con que el enunciado de ley establece un vínculo de necesi-
dad nómica, no lógica, pero no tenemos experiencia de esto. Sólo podemos
hablar de esta necesidad nómica diciendo que nuestra perspectiva de las leyes
es subjetiva, una ficción o imaginación. La ficción se origina en nuestros pa-
trones de inferencia y nuestras expectativas de generalizar sucesos sueltos, ade-
lantarnos a los acontecimientos. Hume dice que confundimos esta eficacia de
las ficciones con algo objetivo.

La forma básica del enunciado de una ley según la teoría regularitivista es

∀x (F x → Gx)
Sin embargo, esta forma ingenua que simplemente afirma una regularidad
habrá de ser complementada en las formas posteriores; una ley es una regular-
idad como la expuesta más un elemento adicional, que varía según los autores.

La TRC se denomina a veces teoría humeana, porque niega que una ley im-
plique una necesidad nomológica. La teoría humeana expresa generalizaciones

13
universales verdaderas. La crítica que hace Ayer plantea dos problemas funda-
mentales:
A.- El problema de las leyes vacuas.
B.- El problema de las leyes no instanciales.

A.- El problema de las leyes vacuas. Tenemos que ∀x(F x ⊃ Gx) ⇐⇒ ¬∃x(F x∧
¬Gx). El problema es que aunque lógicamente son equivalentes desde un punto
de vista extensional, no expresan lo mismo. Por ejemplo
F x ≡x es un unicornio
Gx ≡x sufre de insomnio
∀x(F x ⊃ Gx) ≡ ¬∃x(F x ∧ ¬Gx)

Todos los unicornios sufren de insomnio
No existe ningún unicornio que no sufra de insomnio
Hay sobrepoblación
La forma existencial es verdadera aunque no haya unicornios. La forma uni- de generalizaciones
versal es la problemática, pues hay una sobrepoblación de leyes sobre seres verdaderas sobre entes
inexistentes. Buscamos un número específico de leyes, pero hay más enuncia- inexistentes, leyes
dos como el primero que leyes. Son leyes vacías porque no se aplican a nada vacuas.
existente, aunque son verdaderas. Es un problema propio de la estructura lógica
de la noción de ley.
Una forma de resolver esto sería, como dice Ayer, establecer un compromiso
ontológico: ∃x F x ∧ ∀x (F x ⊃ Gx). Una ley se compromete con la existencia Una manera de sal-
de entidades sobre las que afirma algo. Así se establece una forma del tipo de var esto es estable-
enunciado legal. La cuestión es que ¬∃x F x no puede verificarse en un dominio cer un compromiso on-
potencialmente infinito de objetos. Por tanto lo que propone Ayer no es posible, tológico, pero es prob-
al menos en dominios potencialmente infinitos. Pero sí que podemos ser estric- lemático.
tos al tratar de establecer el dominio de objetos. Otra crítica a Ayer es que la
parte de ∀x (F x → Gx) no es verificable en un dominio infinito. El problema
es que tratamos de cumplir con los requisitos que impone Hume. Necesitamos
compromisos de carácter extralógico, no es un problema sólo epistemológico,
como dirá luego Dretske.
B.- El problema de las leyes no instanciales. ∃x F x no sólo es superfluo,
sino que además convierte a algunas leyes en no verificables materialmente.
Por ejemplo, la ley de la inercia de Newton. Las leyes que se manejan en ciencia
asumen que los acontecimientos son de una determinada manera. Como dice
Ayer, desde Galileo nos encontramos con situaciones idealizadas. Problema de las
Un modo de tratar estas leyes es decir que son en términos de condicionales leyes no instanciales
contrafácticos: si no existiese la ley de la inercia, los objetos no sometidos a y los condicionales
fuerzas externas no perseverarían en su estado de movimiento uniforme o re- contrafácticos.
poso. Los condicionales contrafácticos plantean cómo sería la naturaleza si se
dieran condiciones contrarias a los hechos: ¿Sería posible que se cumpliese F
pero no G? Es una exploración del mundo en términos modales, de necesidad
y posibilidad. El problema es que Hume no permite esto, porque lo que mane-
jamos es el fruto de la inducción, no definiciones.

14
Una solución dada por Broad, epistemólogo de Oxford, dice que hay que
distinguir entre leyes finales y leyes derivadas, para salvar a Ayer y Hume. Las Leyes finales y leyes
leyes finales deben ser instanciales, las leyes derivadas pueden no serlo. Por derivadas.
ejemplo, la ley de la inercia es derivada de la segunda ley de Newton, es un
caso idealizado. La segunda ley de Newton es una ley instancial. Esta solución
parece satisfactoria, pero no obstante tampoco carece de dificultades, pues no
queda claro hasta qué punto es una distinción arbitraria o no, es decir, se trata
de una distinción hecha para salvar la teoría más que una clasificación real.
A partir de este regularitivismo ingenuo Ayer ofrece una teoría alternativa,
una teoría de la regularidad epistémica, una TRC mejorada. La dificultad prin- TRC mejorada, distin-
cipal es que necesitamos distinguir una ley de una regularidad accidental. No se guir ley de regulari-
trata de saber qué hechos hacen una ley verdadera, sino qué actitudes proyec- dad accidental: una ley
tamos hacia las generalizaciones que son leyes. Dretske dice que en Ayer una es una regularidad más
ley es enunciado universal verdadero más un X, una propiedad; esta propiedad algo adicional. Se trata
puede ser nuestra voluntad para usar esa generalización en predicciones, nues- de un acercamiento de
tra voluntad de que formen parte de los condicionales contrafácticos; puede tipo epistemológico a la
ser nuestra decisión de admitir estas generalizaciones como algo bien confir- idea de ley.
mado, incluso aunque haya pocas o ninguna instancias confirmadoras; puede
ser que la verdad universal haya de cumplir un papel esencial en un sistema
teórico bien organizado; en cuarto lugar, puede ser que la ley tiene carácter
explicativo, además de predictivo. En definitiva, son enunciados basados en ac-
titudes proposicionales. Ayer ofrece una teoría epistémica de la regularidad,
lo que convierte algo en ley es nuestra actitud hacia el enunciado de ley; hay Teoría epistémica de
enunciados que funcionan bien dentro de una categoría delimitada por diversos la regularidad. Condi-
motivos. Ayer proporciona lo que llama condiciones suficientes para hablar de ciones suficientes para
ley: hablar de ley, que evi-
tan que una tercera
1.- Que alguien crea que ∀x(P x ⊃ Qx) es ley en un sentido no propiedad altere dicha
trivial. ley.
2.- Que esta creencia no se vea minada por la existencia de una
tercera propiedad R. Ayer introduce varias condiciones:
a.- R no debe implicar lógicamente ¬Q.
b.- R no debe ser una manifestación de ¬Q.
c.- En la fórmula ∀x(P x ∧ ¬Rx ⊃ Qx), la cláusula ¬Rx no añade
algo esencial a la ley.
d.- Negar R no debe ser algo esencial para enunciar la ley.
Es decir, se trata de evitar que una tercera propiedad altere la ley. Ayer in-
troduce una autocrítica, porque establecemos condiciones suficientes, pero no
necesarias y suficientes. No hay una definición conceptual de ley. Ayer afirma
que lo que ocurre es que una ley no implica una creencia en la ley, la teoría
epistémica de la regularidad se mantiene, pero a pesar de eso podría darse que
hablar de leyes fuera hablar de objetos con status ontológico.

15
El necesitativismo.

Fred Dretske (1932–), filósofo


norteamericano orientado hacia las
teorías del conocimiento y la filosofía
de la mente. Ha sido docente en las
universidades de Wisconsin, Stanford y
Duke, siendo profesor emérito de ésta
última, donde sigue investigando sobre
la filosofía de la mente.

La teoría de los universales entra aquí. Ayer intenta hacer de la TRC una
manifestación canónica de Hume para que se adapte al positivismo lógico.
Dretske no es heredero de estas necesidades sobre los enunciados teóricos. Necesitación nómica:
Quiere ver si hay algún enunciado de ley más satisfactorio que el epistemológi- relación entre univer-
co. Lo que conocemos como que ∀x(P x ⊃ Qx) en realidad conlleva una forma sales no lógica, sino
algo menos perfecta: la propiedad de ser P conlleva la propiedad de ser Q. Nos metafísica. No se trata
desvinculamos de lo epistemológico, es más ontológico: ser P conlleva ser Q. de una implicación,
Este “conlleva” no es un concepto lógico, sino la conexión que ser P da lugar a sino que es algo más
ser Q, no es una implicación material, sino una conexión entre las propiedades general. Unido a ello
de ser algo. Esta conexión que Dretske no define la llama “necesitación nómica”, hay una reivindicación
proviene de Armstrong. del realismo de los
Esta perspectiva universalista es compartida con Armstrong y Tooley, y por universales.
ello llamada a veces “perspectiva Dretske-Armstrong-Tooley”, dice que las
leyes en la teoría de los universales no son ya generalizaciones verdaderas uni-
versales, sino enunciados singulares acerca de universales. No se generaliza a
partir de particulares, sino que se dan enunciados singulares sobre relaciones
entre universales. La ventaja de hablar en estos términos se relaciona con los
condicionales contrafácticos; podemos formular leyes sobre lo que no observa- Frente a la TR, la TU
mos, esto es un problema para la teoría de Hume, como por ejemplo las leyes puede manejar bien los
no instanciales; Dretske sí puede manejar situaciones contrafácticas. Dretske contrafácticos.
dice que el enfoque de la perspectiva epistémica deja muchas cosas fuera, hace
concesiones que dejan fuera el análisis ontológico. Para Dretske lo que conoce-
mos como P −→ Q debería ser P − idad ⊃ Q − idad, en donde ⊃ no es una
implicación material, sino que puede ser “da lugar a “, “produce”, etc.

Ejemplos.
Del hecho de que una cerilla se encienda en una habitación se sigue que hay
oxígeno en la habitación, pues es una ley que para que algo arda es necesaria
la presencia de oxígeno. De aquí se puede formular un condicional contrafác-
tico que ha de partir de situaciones contrarias: si no hubiera oxígeno en la
habitación, ¿qué ocurriría? El condicional contrafáctico es una relación eviden-
cial que es correcta tanto si alguien la experimenta como si no. Por contra, la
TRC tiene dificultades para manejar este tipo de situaciones.

16
Esto revela una ventaja de la TU sobre la TRC; los condicionales contrafác-
ticos no tienen instancias confirmatorias, y por tanto no pueden ser explicadas La TU puede ocuparse
por la TRC, pero sí por la TU: un enunciado de ley relaciona universales, no par- satisfactoriamente
ticulares. Permite hablar de enunciados de los que no tenemos experiencia. Lo de los condicionales
que pone en relación hablar de universales es hablar de conjuntos de términos contrafácticos.
intensionales relacionados. Por ejemplo, la relación entre la carga eléctrica y el
campo magnético permite hablar de la carga eléctrica de los vertebrados.
Ejemplo.

M x ≡ser mamífero
P x ≡animal con pelo
Gx ≡tener glándulas mamarias
Podemos establecer entre estas propiedades relaciones que en algún caso tienen
rango de ley (por ejemplo, entre ser mamífero y tener glándulas mamarias) y
en otras no (ser mamífero y tener pelo). Sin embargo, tener mamas y tener
pelo tienen la misma extensión, pero distinta intensión, distinto significado.
Hay distinción entre leyes y relaciones accidentales.
Los enunciados de ley son contextos opacos, como todo contexto intensional,
no se puede dar sustitución salva veritate. Al sustituir términos de que sustituyen
proposiciones con igual extensión pero distinta intensión no tenemos ya leyes
sino relaciones accidentales.

La forma básica del enunciado de una ley según Dretske es

P − idad ⊃ Q − idad

La implicación material relaciona hechos concomitantes, sucesivos. Hay im-


plicación material entre las propiedades de ser P y ser Q. Manejamos relaciones
entre proposiciones entre universales. Muchas veces el paradigma de ley ha sido
p ≺ q, relación de necesidad. Dretske propone una relación contingente. Hay una relación con-
tingente entre univer-
Hay un esencialismo científico, una reivindicación del realismo científi-
sales. Por tanto, un es-
co: los enunciados científicos funcionan porque hacen referencia a entes exis-
encialismo de los uni-
tentes, con independencia de la epistemología. Hay un realismo de entidades.
versales.
Van Fraassen, filósofo defensor de un empirismo constructivista, es contrario La TU apuesta por el es-
al esencialismo: podemos conseguir enunciados verdaderos, pero o podemos encialismo y el realis-
comprometernos con entidades. mo.
La postura de Dretske no carece de problemas:
1.- El problema de la identificación. Hay que saber a qué se le llama
relación de necesitación nómica. Hume diría que ninguna relación distinta de Dos problemas de la
la relación lógica es objetiva. O bien Hume está en lo correcto o se equivoca: TU, el de la identifi-
cación y el de la infer-
a.- Si tiene razón, sólo existe la implicación material. encia.

17
b.- Si se equivoca, la necesidad nómica es necesaria, pero no
lógica. Ver en Kripke y Putnam la idea de necesidad metafísica.
2.- El problema de la inferencia. Ya que estamos hablando de un esquema
inferencial, hay que aclarar de qué tipo es la inferencia que se hace. Si decimos
P ⊃ Q y añadimos
P − idad ⊃ Q − idad
Pa
a debe ser Q (no meramente Qa)
El problema es en qué consiste el “debe ser”. Dretske añade un componente más
en términos de normatividad. Hay dos opciones:
a.- Esta inferencia se traduce en “debe ser el caso que si algo es
P , debe ser Q” (debe ser el caso P ⊃ Q).
b.- Se traduce en “todo lo que es P debe ser Q”.
El primero no encaja en el esquema inferencial visto (las leyes son un subcon-
junto de las verdades universales), pues de P a sólo puede obtenerse Qa. No
vale, ya que añadimos más de lo que dice el enunciado. El segundo caso es un
caso de petitio principii. Decimos que todo P debe ser Q, pero intentamos en-
tender qué es ese “debe ser”. No vale ninguna opción como explicación de una
inferencia basada en leyes. Suprimimos el sujeto epistémico, con lo cual no nos
preocupamos por la experiencia, y añadimos algo más, pero no sabemos qué es
ese algo. El “deber” en términos de ley no queda explicado. No queda explicado qué
Dretske trata de escabullirse de la respuesta. No hay una alternativa de que es el “deber ser” de
su teoría sea universalmente superior. Hace una metáfora con el esquema legal la necesitación nómi-
de un país: independientemente de las personas que ocupen los cargos, éstos ca en la propuesta de
cargos han de cumplir la ley. Hay un ranking de obligaciones, sin importar quién Dretske.
los ocupa. Van Fraassen dice que con esto no ganamos nada, no dice de dónde
emergen las leyes, es sólo un caso más de la teoría de los universales.

Crítica de la teoría de los universales de D.H. Mellor.

David Hugh Mellor (1938–), filósofo


británico especializado en metafísica.
Fue profesor de la Universidad de Cam-
bridge, actualmente retirado. También
ostentó el cargo de presidente de la So-
ciedad Aristotélica entre 1992 y 1993 y
es miembro de la Sociedad Humanista
Británica.

Mellor tiscute ante todo con Kripke y Putnam, pero su tesis va a servir indi-
rectamente para decirle varias cosas a la postura de Dretske. Como se ha visto,
el problema de la teoría de los universales es que no encuentra una defini-
ción clara de qué es una relación nómica. Aunque la teoría de universales es

18
pragmáticamente más interesante que la TRC, Mellor dice que esta capacidad
explicativa es un espejismo, pues realmente no explica nada: no hay nada como
los universales sin ejemplos, no instanciados. Mellor es nominalista, se basa en
la teoría de F.P. Ramsey. Ramsey afirma que los particulares y los universales Ramsey dice que los
se necesitan mutuamente: objetos y propiedades, etc. El problema ontológico particulares y los
es que de la adición de dos entidades distintas surge un único tipo de entidad. universales son dos
¿Cómo manejar esto? Ramsey se basa en Wittgenstein,que habla de hechos, los facetas de los hechos,
hechos fusionan particulares y universales. Particulares y universales son enti- no entidades difereren-
dades de carácter lógico. ciadas. Las teorías que
Para Mellor, ser un universal es sólo ser la parte común a todos los hechos hablan de universales
u objetos de la parte relevante. Si rebasamos esta visión de Ramsey nos encon- como algo con entidad
tramos con enigmas estrafalarios, como que haya algo llamado propiedad sin propia separada
los objetos que la poseen. La clase relevante de un objeto o hecho debe incluir llevan a consecuencias
al menos una instancia de ese objeto. Esto lleva la contraria a Dretske. Sigu- inaceptables.
iendo con Mellor, éste hace una crítica a Kripke y Putnam, el esencialismo de
Putnam y la necesidad kripkeana. Es una respuesta de los modernos humeanos,
de los seguidores de Ayer, a las tesis de los necesitativistas.

La teoría de Kripke. A la teoría de Hume se le puede achacar que deposi-


ta su confianza en que hay un vínculo contingente entre acontecimientos, es
concebible y por tanto posible que algo sea p y no sea q, pese a que la ley dice
que p → q. La ley, dice Hume, puede resultar falsa y las leyes son contingentes,
dependemos de la experiencia empírica. Kripke dice que el carácter a posteriori
de algo no implica que la ley sea contingente. Lo que enuncia la ley es necesario
pero no de un modo lógico. Es central la idea de un designador rígido: Héspero Kripke, noción del des-
y Fósforo poseen el mismo referente, su extensión es uno y el mismo objeto, y ignador rígido. Diferen-
esto es algo que conocemos empíricamente. Lo que es una verdad necesaria es cia entre contingente y
que Héspero es Fósforo, pero no es una verdad necesaria por definición porque a posteriori, y a priori
no hay una definición de Fósforo y de Héspero. Su significado viene de asigna- y necesario. Necesidad
ciones ostensionales, su extensión agota su definición, necesariamente Héspero metafísica.
es Fósforo por el principio de identidad, pero Kripke dice que no es una verdad
lógica, pero sí tiene necesidad. No son solamente la lógica y las definiciones lo
que garantizan la verdad. El elemento justificatorio tiene un carácter externista.
Kripke habla de necesidad metafísica, pero oposición a la necesidad lógica.

Putnam y las leyes naturales. Se puede plantear si esto se puede aplicar a


las leyes de la ciencia. Esto lo hará Putnam. ¿Pueden encontrarse designadores
rígidos para los enunciados de ley? [Las leyes no se refieren a individuos, sino Putnam: Idea del des-
a tipos]. Hay una posibilidad. En Hume, si algo es concebible, es posible; si es ignador rígido para las
concebible que p ∨ ¬q es posible que p ∨ ¬q. ¿Qué ocurrirá si poder concebir leyes naturales. Distin-
p ∨ ¬q no implica que es posible p ∨ ¬q? Dicho de otro modo, Putnam propone guir posibilidad de ca-
desvincular la posibilidad de la capacidad conceptual. Las cosas son posibles o pacidad conceptual.
no al margen de nuestras creencias. Para Putnam, el ser concebible no implica
que sea posible [ver experimento de la Tierra gemela]. El que podamos concebir
que algo viola una ley, dice Putnam, no implica que la ley sea violada, ni que

19
pueda ser violada.
¿Qué es un arquetipo, el individuo nombrado por el designador rígido?
Kripke y Putnam parte de la noción de “género natural”, que están formados Arquetipos y géneros
por individuos que comparten una naturaleza común, poseen en común una naturales; propiedades
serie de propiedades: (P1 , ..., Pn ). Estas propiedades son esenciales, no puede esenciales.
hablarse de tal objeto sin que posean todas estas propiedades. Las ideas de
propiedad esencial y de género natural van unidas. Son propiedades sobre todo
microestructurales, como que el agua sea H2 O, o el oro tenga número atómico
79, o que cada especie tenga un número específico de genes. Los enunciados
como “si x es agua tiene hidrógeno y oxígeno” no son verdades contingentes,
sino verdades necesarias metafísicas.

La crítica de Mellor. Mellor trata de refutar estos argumentos de Kripke y


de Putnam, devolviendo su valor a la teoría regularitivista de Hume, frente a los
universalistas. Mellor dice que este argumento es circular y vicioso. La intensión
determina la extensión de un término, dicen Locke y Frege, y Putnam, contesta
a estos dos. En esta teoría de Locke y Frege, la extensión del término “agua” está Mellor critica los argu-
fijada desde hace siglos sin necesidad de contemplar propiedades microestruc- mentos de Kripke y Put-
turales. Putnam pretende lo contrario, para que la justificación de las creencias nam, son circulares y
tenga carácter externista, que la extensión la dé una lista de propiedades mi- viciosos.
croestructurales que den un designador rígido; la referencia de un término la
dan sólo las propiedades esenciales.
La teoría de la referencia que permite a Putnam llevar la contraria a Locke
y Frege es negarse al supuesto tácito de que la referencia de un término queda
fijada por su intensión, por nuestra posesión de categorías que pueden ser con-
tingentes. Putnam quiere suplir este modo contingente de delimitar la extensión
de un término. Putnam usa para ello propiedades esenciales fijadas mediante ar-
quetipos, hay propiedades microestructurales con carácter esencialista. Esto se
tiene que aplicar a cualquier mundo posible: nada puede ser agua si no es H2 O.
Esto sería muy útil para que una ley respondiera a condicionales contrafácticos,
es como Dretske pero con una teoría de la referencia detrás.
Otra cosa que dice Putnam es que una vez fijado el arquetipo hay una fijación
de la referencia: lo externo tiene que estar ahí. Para poder seguir aplicando
un término necesitamos un acceso a la primera muestra (el arquetipo), y el
problema es que esto no suele darse. Resolvemos lo que perdemos al dejar de
lado la intensión mediante esta dependencia del lenguaje respecto al arquetipo.
Una crítica obvia de Mellor es que los términos de género natural no fijan su
referencia mediante arquetipos sino mediante descripciones, entre otras cosas
porque no tenemos nadie contacto con arquetipos. Por ejemplo, nadie ha tenido La dificultad es identi-
una muestra de un neutrino original, sino que viene antes el enunciado. Mellor ficar el arquetipo. Para
dice que hay elementos químicos con los que no tenemos acceso a un arquetipo. Putnam es una relación
En definitiva, hemos perdido el tiempo poder hablar de propiedades esenciales y de equivalencia.
de arquetipos. Dicho de otro modo, Mellor dice que Putnam sigue un argumento
vicioso: para hablar de propiedades esenciales necesitamos primero creer en
ellas, pese a que es una postura externista.

20
Hay una salida de Putnam, afirmar que el ser de un mismo género es una
relación de equivalencia. Toda relación de equivalencia es transitiva, y por tanto
si el líquido en el mundo posible 1 es igual al líquido en el mundo posible 2 y
el líquido en el mundo posible 2 es igual al líquido en el mundo posible 3,
entonces el líquido en el mundo posible 1 es igual al líquido en el mundo posible
3. En tanto en cuanto podemos hacer una partición, a pesar de la eventual
variación en propiedades esenciales, podemos hablar del mismo género natural.
Sin embargo, sigue faltando un fundamento, saber cuál es la muestra original.
En síntesis, “la concebilidad no es una guía para la posibilidad” sería un
resumen de la teoría de Kripke y Putnam. Mellor dice que el que algo sea no
concebible quiere decir que no hay un mundo posible en el que sea conce-
bible. Mellor critica este universalismo, las propiedades esenciales, en especial
las ideas de Kripke y Putnam. No hay todavía motivos para optar entre el necesi-
tativismo y el regularitivismo, no podemos rechazar la teoría de los universales,
aunque sí el esencialismo de Putnam. Optar por una u otra opción es de carácter
filosófico, ontológico.

Nancy Cartwright.

Nancy Cartwright (1944–), filósofa y


profesora en la London School of Eco-
nomics y la Universidad de Califor-
nia en San Diego. Entre sus intere-
ses académicos están la historia de la
filosofía de la ciencia, en especial física
y economía, y el estudio de la inferencia
causal y la objetividad en ciencia.

Las leyes de la física mienten, dice Cartwright en su libro How the Laws of
Physics Lie (1983). Dretske decía que su intención no es afirmar que hay univer-
sales, sino que si los hubiera leyes de la naturaleza, serían relaciones entre uni-
versales. Cartwright se pregunta si efectivamente hay leyes de la naturaleza, es
decir, si Dretske ofrece una respuesta a algo realmente existente. La naturaleza
no se comporta de acuerdo a sus leyes. Las leyes pueden hacer dos cosas, dar
buenas explicaciones de los fenómenos o ser verdaderas, pero no ambas cosas
a la vez. Es decir, o bien las leyes son explicativas pero falsas o son verdaderas
pero no explicativas. Las leyes de la cien-
Por ejemplo, algunas leyes fenoménicas son descripciones adecuadas de cia pueden explicar
fenómenos no explicados. La seguridad descriptiva surge de un buen número fenómenos o ser ver-
de cualificaciones que le añadimos al enunciado general. Así vamos reduciendo daderas, pero no am-
el alcance del enunciado original con tal de hacerlas verdaderas. bas cosas a la vez.

21
Más exactitud, menos explicación
+Q1 Q2
+Q3 Q4

Por ejemplo, la ley de Newton explica mucho, el problema [ver Feyerabend]


es que conforme los acercamos más a la Tierra necesitamos añadir más cosas
para que sea cierta, perdiendo capacidad explicativa. Es decir, o tenemos con-
tenido empírico o tenemos capacidad explicativa, o leyes fenomenológicas
o leyes finales. Al sumar distintas propiedades como la carga eléctrica a la
gravedad, la ley de gravitación de Newton pierde su carácter explicativo. Co-
mo afirma Cartwright provocativamente, “la ley de la gravedad es falsa”.

Frank P. Ramsey

Frank Plumpton Ramsey


(1903–1930), matemático británi-
co que además realizó aportaciones a la
filosofía y la economía. Antes de su pre-
matura muerte a los 26 años desarrolló
una teoría de la verdad, escribió sobre
la probabilidad y la utilidad y estudió
el cálculo de variaciones.

Hay perspectivas sobre las leyes que no implican elegir entre Hume y Dretske,
entre enfoque epistémico y ontológico. Una opción es la de los nominalistas,
como Ramsey. M. Schlick reformuló la teoría de los aprioris de Kant bajo la
filosofía positivista. Schlick y Ramsey tratan a las leyes desde una perspectiva
menos respetuosa, las leyes son más bien como boletos para realizar una infer-
encia. Esto tiene problemas. Para Ramsey las leyes
Son positivistas y tratan de reducir ontológicamente todo al máximo. Las son reglas de inferencia
leyes no son más que reglas de inferencia disfrazadas. Ramsey dice que son disfrazadas, “boletos
“modos de afrontar el futuro”. Ramsey es deflacionista: la ley tiene una función de inferencia”. Es una
metodológica: si P a, entonces Qa mediante un ticket que dice ∀x P x → Qx. postura deflacionista
Es una variedad tercera, pero es una vía muerta. Un problema es que hay una ontológicamente,
relación entre explicación, causa y ley, y es difícil prescindir de una y centrarse metodológica, pero
en lo otro [ejemplo, Hempel, hablar de explicación sin hablar de causa como que presenta muchos
ingrediente ontológico extra]. Ramsey y Schlick dejan algún ingrediente de la- problemas.
do. Fracasaron por la quiebra del concepto de verificabilidad de los positivistas.
Esta quiebra, dada por Popper sobre todo, derrumbó esta perspectiva. ¿Cómo
podría servir de premisa algo llamado “ticket de inferencia” que no tiene con-
tenido empírico? Es una premisa sin valor de verdad, es un segundo problema.
Un tercero es que es difícil separar enunciados universales verdaderos de leyes:
las leyes deberías apoyar los condicionales contrafácticos. Psillos dice que las
leyes tienen fuerza modal: no pueden tener excepciones posibles.

22
James Woodward

James Woodward, profesor de hu-


manidades en el California Institute of
Technology. Autor de Making Things
Happen: A Theory of Causal Explanation,
que ganó en Premio Lakatos en 2005.
Estudia desde cuestiones relacionadas
con la causación y la explicación hasta
temas de ética y psicología.

James Woodward ha escrito sobre la teoría de la explicación y las leyes,


Making Things Happen. Habla de dos conceptos: intervención e invarianza. Es
un representante de la perspectiva contraria a Hume, una teoría necesitativista
sin necesidad de compromisos metafísicos como Armstrong o Dretske. Pretende
evitar compromisos ontológicos y aproximarse maś a la práctica de la ciencia;
algo muy kuhniano lo segundo, lo otro muy positivista.
La idea de ley, más que vinculada a la relación entre universales o actitudes
epistemológicas, va relacionada con la de invarianza y estabilidad: una ley se
mantiene estable a pesar de nuestras intervenciones:
- Invarianza (estabilidad).
- Intervención.
Para Woodward, la
Woodward quiere apoyar condicionales contrafácticos sin recursos ontológicos idea de ley se vincula
a universales. Ejemplo a la invarianza, no a
q la idea de necesidad
T = 2π gl (péndulo simple) nómica. No obstante,
su idea no carece de
Establece una relación estable a pesar de que se intervenga en el péndulo. Hag-
problemas.
amos lo que hagamos, la relación se mantiene. Es un recurso para hablar de
condicionales contrafácticos más sencilla. La idea de intervención en Woodward
tiene dos rasgos:
1. Dadas dos magnitudes x e y, si intervenimos en x modificamos
y.
2. Al tiempo, toda modificación en y sólo viene de una modifi-
cación en x.
Esto ha sido criticado. Hay modificaciones de la invarianza que depende de otras
leyes, necesitaríamos una ley primera, hay una dependencia más coherentista
que jerárquica. En segundo lugar, hay enunciados que superan el test de invar-
ianza y no son leyes naturales, son accidentales. Otra crítica es que hay leyes
que dejan de ser invariantes, según las situaciones a las que las sometemos. La
idea de relación entre intervención e invarianza es algo referente a un síntemos
identificatorio de las leyes, un rasgo asociado al carácter de ley: dada una inter-
vención se da una invarianza es una condición necesaria para ser ley, pero no
suficiente.

23
Leyes y causas.

Ernest Nagel (1901-1985), filósofo


americano de origen checo, uno de los
teóricos más importantes de filosofía
de la ciencia de su tiempo.Se proponía
analizar la lógica de la investigación
científica y la estructura lógica de sus
productos intelectuales. Su obra princi-
pal es La estructura de la ciencia.

Explicación Leyes

Causa

Hemos asumido que las leyes de la ciencia son causales. La causa podría
ser un agente eficiente, o bien que hay una conexión funcional e invariante
entre sucesos, como cree Russell. Nagel dice que hay que dar una explicación
exhaustiva de qué es una causa en el contexto de su uso para las leyes. Hay
cuatro condiciones para la causalidad:
A.- (Woodward). Relación invariante entre causa y efecto. Tanto, Condiciones de la
que las leyes tienen fuerza modal, no hay excepciones posibles. A relación de causa. ¿Son
diferencia de Woodward, para Nagel esto no es suficiente. necesarias? Diferencias
* Creemos que en el contexto de una ley, la causa es condición entre Woodward y
necesaria y suficiente para el efecto. Nagel dice que no es cierto, Nagel.
inducimos una causa en el contexto de la ley, la seleccionamos. Se-
leccionamos sólo algunas de las condiciones necesarias. Señalamos
que hay una causa, o unas pocas. Dejamos el resto ceteris paribus.
B.- Toda relación de causa implica contigüidad. Si no la hay,
asumimos que tales sucesos son extremos de una cadena causal.
C.- El efecto siempre sigue a la causa, y es continuo con ella.
D.- La relación causa-efecto es asimétrica.

Nagel dice que esto es bastante vago. Las contigüidades y continuidades se


puede poner en entredicho. ¿Se cumplen en ejemplos de conexión causal? El
lenguaje causal es una forma útil de describir relaciones, pero no toda ley
es causal. [Se trata de aligerar ontológicamente]. Por ejemplo, la noción de
precedencia (c). Las leyes se componen sin relación de precedencia, se poseen
propiedades compartidas, no se parte de la observación. Tanto si es jerárquica Para Nagel no todas
como si no, podemos caracterizar individuos mediante propiedades que apare- las leyes son de tipo
cen de manera concomitante. Ejemplo, si A es sal de piedra tiene una serie de causal; hay leyes
propiedades introducidas mediante relaciones de equivalencia, no hay sucesión históricas, funcionales,
causal. estadísticas...

24
Dice que hay un segundo tipo de ley que incluye a las causales como subtipo:
hay las causales y las históricas. Ambas son de tipo temporal. Las históricas son
más dinámicas, no causales [ver Popper, Miseria del historicismo], hay preceden-
cia pero no contigüidad. Una histórica dice que ∀x (Pt1 x → Qt2 x) [t2 > t1 ]. Las
leyes históricas ofrecen condiciones necesarias pero no suficientes; estas leyes
no pueden asegurar que no irrumpa un suceso en la cadena.
Un tercer tipo de ley, no causal, son las que establecen relaciones estadísti-
cas. Por ejemplo, la frecuencia relativa de un dado es 1 de cada 6 para cada cara.
Hay frecuencias, no causas. Podrían entrar como premisas en descripciones más
amplias de tipo causal. Un cuarto tipo es la relación de dependencia funcional.
Ejemplo, P V = nRT , o s = 1/2gt2 . Hay una descripción, no causas. No hay
asimetría temporal (d). En fin, muchas de las pretensiones sobre causas no son
tan constantes. La noción de causa, dice Russell, es como la de monarquía, una
forma de ordenar las cosas entre muchas.

Leyes y teorías.
Nagel se pregunta qué diferencia una ley de una teoría. Una ley es un enun-
ciado que puede ser premisa de la deducción de consecuencias. Sin embargo,
en muchas ocasiones usar este único argumento lleva poco lejos; hace falta
más información que un mero enunciado de ley. Mucha de esa información no
forma parte de enunciados hechos a base de observables, sino que proviene
de elementos previamente definidos, Nagel dice que sólo necesitamos distin-
guir entre leyes experimentales y leyes teóricas; las segundas refieren a térmi-
nos que no surgen de la experiencia. Necesitamos supuestos que surgen no de
la observación, se apoyan en términos teóricos. Las leyes experimentales son
una cosa, las leyes teóricas otra. Las segundas suelen ser llamadas teorías, las
primeras leyes. Leyes y teorías. No to-
¿Qué relaciones hay entre leyes y teorías? ¿Las leyes nacen siempre de das las leyes surgen
teorías? Hay aspectos arbitrarios, no tenemos por qué suponer que hay una enti- de la observación, sino
dad teórica supranomológica, más bien una interdefinición parcial de términos que se derivan de otras
teóricos empleados. Hay leyes que hacen sólo de leyes, no de observaciones; leyes. Las leyes no se
usamos como premisas otras leyes. Lo más común es agrupar una ley con otras dan aisladamente, for-
bajo algo más parecido a una teoría, un entramado en el que se relacionan tér- man teorías, que para
minos teóricos con términos empíricos. Se presuponen no ya leyes, sino teorías Nagel son conjuntos de
enteras. enunciados vinculados
Las teorías se componen a partir de enunciados a partir de inobservables, a entre sí.
partir de compromisos ontológicos. Nagel dice que es consciente de que la dis-
tinción entre observable e inobservable es vaga, pero no falsa. Las categorías son
válidas, Nagel es pragmatista: podemos hablar del contenido empírico de una
ley distinto de su contenido teórico. Hay términos que se agotan en las opera-
ciones que se realizan para asignar su valor, esto permite hablar de observables.
Por tanto podemos seguir manteniendo la distinción entre ley y teoría, confir-
mando las leyes como proceso de generalización inductivo. Sin embargo, esto
no puede hacerse con las teorías, no se apoyan en observaciones. No podemos
prescindir de decidir a priori cómo son el espacio, el tiempo... El formato general

25
que ofrece Nagel es un conjunto de enunciados vinculados. Ofrece una concep-
ción enunciativa, frente a concepciones no enunciativas (modelos, programas
de investigación, paradigmas...).

Componentes fundamentales de las teorías.


Para Nagel, en primer lugar hay un esqueleto lógico, el cálculo abstracto.
Hay que distinguirlo del modelo del cálculo, de su interpretación. El esqueleto
se vincula con el modelo mediante reglas que asignan contenido empírico al
cálculo, reglas que vienen de la experimentación y observación. Para Nagel, una teoría
El cálculo se basa en postulados no observados y que no se basan en nada parte de un esqueleto
externo al cálculo, son postulados no interpretables. Por ejemplo, la geometría. lógico abstracto, al cual
Hay que mostrar de qué forma el cálculo sirve como estructura lógica de una in- se añaden elementos y
terpretación. Hay que aportar una interpretación semántica para que funcione reglas para formar un
el modelo. [Hay que construir un modelo]. A este esqueleto básico (esqueleto conjunto coherente.
de cálculo, modelo, reglas) se le añaden cosas. Tenemos un lenguaje de obser-
vación, un lenguaje teórico y un conjunto de reglas de correspondencia semán-
tica. En el positivismo estos grupos están diferenciados. Los historicistas atacan
esta diferencia, partiendo sobre todo de Kuhn (también Hanson, Feyerabend...).

Las capacidades naturales.


En relación con las máquinas nomológicas [ver Popper y la idea de mode-
lo], Woodward habla de capacidades, ya que para hablar de invariancia e inter-
vención hace falta dotar al mundo de una estructura sólida que porte la verdad
de las leyes, cosa que hacían los universales. Armstrong dice que son univer- Woodward. Capaci-
sales, objetos esenciales dados que son de lo que hablan las leyes. Woodward dades naturales en los
trata de descargar ontológicamente. Para ello necesita hablar de capacidades objetos, algo parecido
para dejar de lado la subjetividad de las leyes: la ley representa algo objetivo, a los universales,
conductas de capacidades actuales. Las capacidades son propiedades generales pero ontológicamente
que se instancian en los objetos, algo parecido a los universales. A esto se opone distinto, no separado
el universalista Tooley, que defiende una teoría de universales sin instancias. de los particulares.

Bibliografía
Díez, J.M., y Moulines, C.U., Fundamentos de filosofía de la ciencia, Ariel, Barcelona,
1997, págs. 166-172.

26

También podría gustarte