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El regularitivismo.
∀x (F x → Gx)
Sin embargo, esta forma ingenua que simplemente afirma una regularidad
habrá de ser complementada en las formas posteriores; una ley es una regular-
idad como la expuesta más un elemento adicional, que varía según los autores.
La TRC se denomina a veces teoría humeana, porque niega que una ley im-
plique una necesidad nomológica. La teoría humeana expresa generalizaciones
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universales verdaderas. La crítica que hace Ayer plantea dos problemas funda-
mentales:
A.- El problema de las leyes vacuas.
B.- El problema de las leyes no instanciales.
A.- El problema de las leyes vacuas. Tenemos que ∀x(F x ⊃ Gx) ⇐⇒ ¬∃x(F x∧
¬Gx). El problema es que aunque lógicamente son equivalentes desde un punto
de vista extensional, no expresan lo mismo. Por ejemplo
F x ≡x es un unicornio
Gx ≡x sufre de insomnio
∀x(F x ⊃ Gx) ≡ ¬∃x(F x ∧ ¬Gx)
Todos los unicornios sufren de insomnio
No existe ningún unicornio que no sufra de insomnio
Hay sobrepoblación
La forma existencial es verdadera aunque no haya unicornios. La forma uni- de generalizaciones
versal es la problemática, pues hay una sobrepoblación de leyes sobre seres verdaderas sobre entes
inexistentes. Buscamos un número específico de leyes, pero hay más enuncia- inexistentes, leyes
dos como el primero que leyes. Son leyes vacías porque no se aplican a nada vacuas.
existente, aunque son verdaderas. Es un problema propio de la estructura lógica
de la noción de ley.
Una forma de resolver esto sería, como dice Ayer, establecer un compromiso
ontológico: ∃x F x ∧ ∀x (F x ⊃ Gx). Una ley se compromete con la existencia Una manera de sal-
de entidades sobre las que afirma algo. Así se establece una forma del tipo de var esto es estable-
enunciado legal. La cuestión es que ¬∃x F x no puede verificarse en un dominio cer un compromiso on-
potencialmente infinito de objetos. Por tanto lo que propone Ayer no es posible, tológico, pero es prob-
al menos en dominios potencialmente infinitos. Pero sí que podemos ser estric- lemático.
tos al tratar de establecer el dominio de objetos. Otra crítica a Ayer es que la
parte de ∀x (F x → Gx) no es verificable en un dominio infinito. El problema
es que tratamos de cumplir con los requisitos que impone Hume. Necesitamos
compromisos de carácter extralógico, no es un problema sólo epistemológico,
como dirá luego Dretske.
B.- El problema de las leyes no instanciales. ∃x F x no sólo es superfluo,
sino que además convierte a algunas leyes en no verificables materialmente.
Por ejemplo, la ley de la inercia de Newton. Las leyes que se manejan en ciencia
asumen que los acontecimientos son de una determinada manera. Como dice
Ayer, desde Galileo nos encontramos con situaciones idealizadas. Problema de las
Un modo de tratar estas leyes es decir que son en términos de condicionales leyes no instanciales
contrafácticos: si no existiese la ley de la inercia, los objetos no sometidos a y los condicionales
fuerzas externas no perseverarían en su estado de movimiento uniforme o re- contrafácticos.
poso. Los condicionales contrafácticos plantean cómo sería la naturaleza si se
dieran condiciones contrarias a los hechos: ¿Sería posible que se cumpliese F
pero no G? Es una exploración del mundo en términos modales, de necesidad
y posibilidad. El problema es que Hume no permite esto, porque lo que mane-
jamos es el fruto de la inducción, no definiciones.
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Una solución dada por Broad, epistemólogo de Oxford, dice que hay que
distinguir entre leyes finales y leyes derivadas, para salvar a Ayer y Hume. Las Leyes finales y leyes
leyes finales deben ser instanciales, las leyes derivadas pueden no serlo. Por derivadas.
ejemplo, la ley de la inercia es derivada de la segunda ley de Newton, es un
caso idealizado. La segunda ley de Newton es una ley instancial. Esta solución
parece satisfactoria, pero no obstante tampoco carece de dificultades, pues no
queda claro hasta qué punto es una distinción arbitraria o no, es decir, se trata
de una distinción hecha para salvar la teoría más que una clasificación real.
A partir de este regularitivismo ingenuo Ayer ofrece una teoría alternativa,
una teoría de la regularidad epistémica, una TRC mejorada. La dificultad prin- TRC mejorada, distin-
cipal es que necesitamos distinguir una ley de una regularidad accidental. No se guir ley de regulari-
trata de saber qué hechos hacen una ley verdadera, sino qué actitudes proyec- dad accidental: una ley
tamos hacia las generalizaciones que son leyes. Dretske dice que en Ayer una es una regularidad más
ley es enunciado universal verdadero más un X, una propiedad; esta propiedad algo adicional. Se trata
puede ser nuestra voluntad para usar esa generalización en predicciones, nues- de un acercamiento de
tra voluntad de que formen parte de los condicionales contrafácticos; puede tipo epistemológico a la
ser nuestra decisión de admitir estas generalizaciones como algo bien confir- idea de ley.
mado, incluso aunque haya pocas o ninguna instancias confirmadoras; puede
ser que la verdad universal haya de cumplir un papel esencial en un sistema
teórico bien organizado; en cuarto lugar, puede ser que la ley tiene carácter
explicativo, además de predictivo. En definitiva, son enunciados basados en ac-
titudes proposicionales. Ayer ofrece una teoría epistémica de la regularidad,
lo que convierte algo en ley es nuestra actitud hacia el enunciado de ley; hay Teoría epistémica de
enunciados que funcionan bien dentro de una categoría delimitada por diversos la regularidad. Condi-
motivos. Ayer proporciona lo que llama condiciones suficientes para hablar de ciones suficientes para
ley: hablar de ley, que evi-
tan que una tercera
1.- Que alguien crea que ∀x(P x ⊃ Qx) es ley en un sentido no propiedad altere dicha
trivial. ley.
2.- Que esta creencia no se vea minada por la existencia de una
tercera propiedad R. Ayer introduce varias condiciones:
a.- R no debe implicar lógicamente ¬Q.
b.- R no debe ser una manifestación de ¬Q.
c.- En la fórmula ∀x(P x ∧ ¬Rx ⊃ Qx), la cláusula ¬Rx no añade
algo esencial a la ley.
d.- Negar R no debe ser algo esencial para enunciar la ley.
Es decir, se trata de evitar que una tercera propiedad altere la ley. Ayer in-
troduce una autocrítica, porque establecemos condiciones suficientes, pero no
necesarias y suficientes. No hay una definición conceptual de ley. Ayer afirma
que lo que ocurre es que una ley no implica una creencia en la ley, la teoría
epistémica de la regularidad se mantiene, pero a pesar de eso podría darse que
hablar de leyes fuera hablar de objetos con status ontológico.
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El necesitativismo.
La teoría de los universales entra aquí. Ayer intenta hacer de la TRC una
manifestación canónica de Hume para que se adapte al positivismo lógico.
Dretske no es heredero de estas necesidades sobre los enunciados teóricos. Necesitación nómica:
Quiere ver si hay algún enunciado de ley más satisfactorio que el epistemológi- relación entre univer-
co. Lo que conocemos como que ∀x(P x ⊃ Qx) en realidad conlleva una forma sales no lógica, sino
algo menos perfecta: la propiedad de ser P conlleva la propiedad de ser Q. Nos metafísica. No se trata
desvinculamos de lo epistemológico, es más ontológico: ser P conlleva ser Q. de una implicación,
Este “conlleva” no es un concepto lógico, sino la conexión que ser P da lugar a sino que es algo más
ser Q, no es una implicación material, sino una conexión entre las propiedades general. Unido a ello
de ser algo. Esta conexión que Dretske no define la llama “necesitación nómica”, hay una reivindicación
proviene de Armstrong. del realismo de los
Esta perspectiva universalista es compartida con Armstrong y Tooley, y por universales.
ello llamada a veces “perspectiva Dretske-Armstrong-Tooley”, dice que las
leyes en la teoría de los universales no son ya generalizaciones verdaderas uni-
versales, sino enunciados singulares acerca de universales. No se generaliza a
partir de particulares, sino que se dan enunciados singulares sobre relaciones
entre universales. La ventaja de hablar en estos términos se relaciona con los
condicionales contrafácticos; podemos formular leyes sobre lo que no observa- Frente a la TR, la TU
mos, esto es un problema para la teoría de Hume, como por ejemplo las leyes puede manejar bien los
no instanciales; Dretske sí puede manejar situaciones contrafácticas. Dretske contrafácticos.
dice que el enfoque de la perspectiva epistémica deja muchas cosas fuera, hace
concesiones que dejan fuera el análisis ontológico. Para Dretske lo que conoce-
mos como P −→ Q debería ser P − idad ⊃ Q − idad, en donde ⊃ no es una
implicación material, sino que puede ser “da lugar a “, “produce”, etc.
Ejemplos.
Del hecho de que una cerilla se encienda en una habitación se sigue que hay
oxígeno en la habitación, pues es una ley que para que algo arda es necesaria
la presencia de oxígeno. De aquí se puede formular un condicional contrafác-
tico que ha de partir de situaciones contrarias: si no hubiera oxígeno en la
habitación, ¿qué ocurriría? El condicional contrafáctico es una relación eviden-
cial que es correcta tanto si alguien la experimenta como si no. Por contra, la
TRC tiene dificultades para manejar este tipo de situaciones.
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Esto revela una ventaja de la TU sobre la TRC; los condicionales contrafác-
ticos no tienen instancias confirmatorias, y por tanto no pueden ser explicadas La TU puede ocuparse
por la TRC, pero sí por la TU: un enunciado de ley relaciona universales, no par- satisfactoriamente
ticulares. Permite hablar de enunciados de los que no tenemos experiencia. Lo de los condicionales
que pone en relación hablar de universales es hablar de conjuntos de términos contrafácticos.
intensionales relacionados. Por ejemplo, la relación entre la carga eléctrica y el
campo magnético permite hablar de la carga eléctrica de los vertebrados.
Ejemplo.
M x ≡ser mamífero
P x ≡animal con pelo
Gx ≡tener glándulas mamarias
Podemos establecer entre estas propiedades relaciones que en algún caso tienen
rango de ley (por ejemplo, entre ser mamífero y tener glándulas mamarias) y
en otras no (ser mamífero y tener pelo). Sin embargo, tener mamas y tener
pelo tienen la misma extensión, pero distinta intensión, distinto significado.
Hay distinción entre leyes y relaciones accidentales.
Los enunciados de ley son contextos opacos, como todo contexto intensional,
no se puede dar sustitución salva veritate. Al sustituir términos de que sustituyen
proposiciones con igual extensión pero distinta intensión no tenemos ya leyes
sino relaciones accidentales.
P − idad ⊃ Q − idad
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b.- Si se equivoca, la necesidad nómica es necesaria, pero no
lógica. Ver en Kripke y Putnam la idea de necesidad metafísica.
2.- El problema de la inferencia. Ya que estamos hablando de un esquema
inferencial, hay que aclarar de qué tipo es la inferencia que se hace. Si decimos
P ⊃ Q y añadimos
P − idad ⊃ Q − idad
Pa
a debe ser Q (no meramente Qa)
El problema es en qué consiste el “debe ser”. Dretske añade un componente más
en términos de normatividad. Hay dos opciones:
a.- Esta inferencia se traduce en “debe ser el caso que si algo es
P , debe ser Q” (debe ser el caso P ⊃ Q).
b.- Se traduce en “todo lo que es P debe ser Q”.
El primero no encaja en el esquema inferencial visto (las leyes son un subcon-
junto de las verdades universales), pues de P a sólo puede obtenerse Qa. No
vale, ya que añadimos más de lo que dice el enunciado. El segundo caso es un
caso de petitio principii. Decimos que todo P debe ser Q, pero intentamos en-
tender qué es ese “debe ser”. No vale ninguna opción como explicación de una
inferencia basada en leyes. Suprimimos el sujeto epistémico, con lo cual no nos
preocupamos por la experiencia, y añadimos algo más, pero no sabemos qué es
ese algo. El “deber” en términos de ley no queda explicado. No queda explicado qué
Dretske trata de escabullirse de la respuesta. No hay una alternativa de que es el “deber ser” de
su teoría sea universalmente superior. Hace una metáfora con el esquema legal la necesitación nómi-
de un país: independientemente de las personas que ocupen los cargos, éstos ca en la propuesta de
cargos han de cumplir la ley. Hay un ranking de obligaciones, sin importar quién Dretske.
los ocupa. Van Fraassen dice que con esto no ganamos nada, no dice de dónde
emergen las leyes, es sólo un caso más de la teoría de los universales.
Mellor tiscute ante todo con Kripke y Putnam, pero su tesis va a servir indi-
rectamente para decirle varias cosas a la postura de Dretske. Como se ha visto,
el problema de la teoría de los universales es que no encuentra una defini-
ción clara de qué es una relación nómica. Aunque la teoría de universales es
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pragmáticamente más interesante que la TRC, Mellor dice que esta capacidad
explicativa es un espejismo, pues realmente no explica nada: no hay nada como
los universales sin ejemplos, no instanciados. Mellor es nominalista, se basa en
la teoría de F.P. Ramsey. Ramsey afirma que los particulares y los universales Ramsey dice que los
se necesitan mutuamente: objetos y propiedades, etc. El problema ontológico particulares y los
es que de la adición de dos entidades distintas surge un único tipo de entidad. universales son dos
¿Cómo manejar esto? Ramsey se basa en Wittgenstein,que habla de hechos, los facetas de los hechos,
hechos fusionan particulares y universales. Particulares y universales son enti- no entidades difereren-
dades de carácter lógico. ciadas. Las teorías que
Para Mellor, ser un universal es sólo ser la parte común a todos los hechos hablan de universales
u objetos de la parte relevante. Si rebasamos esta visión de Ramsey nos encon- como algo con entidad
tramos con enigmas estrafalarios, como que haya algo llamado propiedad sin propia separada
los objetos que la poseen. La clase relevante de un objeto o hecho debe incluir llevan a consecuencias
al menos una instancia de ese objeto. Esto lleva la contraria a Dretske. Sigu- inaceptables.
iendo con Mellor, éste hace una crítica a Kripke y Putnam, el esencialismo de
Putnam y la necesidad kripkeana. Es una respuesta de los modernos humeanos,
de los seguidores de Ayer, a las tesis de los necesitativistas.
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pueda ser violada.
¿Qué es un arquetipo, el individuo nombrado por el designador rígido?
Kripke y Putnam parte de la noción de “género natural”, que están formados Arquetipos y géneros
por individuos que comparten una naturaleza común, poseen en común una naturales; propiedades
serie de propiedades: (P1 , ..., Pn ). Estas propiedades son esenciales, no puede esenciales.
hablarse de tal objeto sin que posean todas estas propiedades. Las ideas de
propiedad esencial y de género natural van unidas. Son propiedades sobre todo
microestructurales, como que el agua sea H2 O, o el oro tenga número atómico
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como “si x es agua tiene hidrógeno y oxígeno” no son verdades contingentes,
sino verdades necesarias metafísicas.
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Hay una salida de Putnam, afirmar que el ser de un mismo género es una
relación de equivalencia. Toda relación de equivalencia es transitiva, y por tanto
si el líquido en el mundo posible 1 es igual al líquido en el mundo posible 2 y
el líquido en el mundo posible 2 es igual al líquido en el mundo posible 3,
entonces el líquido en el mundo posible 1 es igual al líquido en el mundo posible
3. En tanto en cuanto podemos hacer una partición, a pesar de la eventual
variación en propiedades esenciales, podemos hablar del mismo género natural.
Sin embargo, sigue faltando un fundamento, saber cuál es la muestra original.
En síntesis, “la concebilidad no es una guía para la posibilidad” sería un
resumen de la teoría de Kripke y Putnam. Mellor dice que el que algo sea no
concebible quiere decir que no hay un mundo posible en el que sea conce-
bible. Mellor critica este universalismo, las propiedades esenciales, en especial
las ideas de Kripke y Putnam. No hay todavía motivos para optar entre el necesi-
tativismo y el regularitivismo, no podemos rechazar la teoría de los universales,
aunque sí el esencialismo de Putnam. Optar por una u otra opción es de carácter
filosófico, ontológico.
Nancy Cartwright.
Las leyes de la física mienten, dice Cartwright en su libro How the Laws of
Physics Lie (1983). Dretske decía que su intención no es afirmar que hay univer-
sales, sino que si los hubiera leyes de la naturaleza, serían relaciones entre uni-
versales. Cartwright se pregunta si efectivamente hay leyes de la naturaleza, es
decir, si Dretske ofrece una respuesta a algo realmente existente. La naturaleza
no se comporta de acuerdo a sus leyes. Las leyes pueden hacer dos cosas, dar
buenas explicaciones de los fenómenos o ser verdaderas, pero no ambas cosas
a la vez. Es decir, o bien las leyes son explicativas pero falsas o son verdaderas
pero no explicativas. Las leyes de la cien-
Por ejemplo, algunas leyes fenoménicas son descripciones adecuadas de cia pueden explicar
fenómenos no explicados. La seguridad descriptiva surge de un buen número fenómenos o ser ver-
de cualificaciones que le añadimos al enunciado general. Así vamos reduciendo daderas, pero no am-
el alcance del enunciado original con tal de hacerlas verdaderas. bas cosas a la vez.
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Más exactitud, menos explicación
+Q1 Q2
+Q3 Q4
Frank P. Ramsey
Hay perspectivas sobre las leyes que no implican elegir entre Hume y Dretske,
entre enfoque epistémico y ontológico. Una opción es la de los nominalistas,
como Ramsey. M. Schlick reformuló la teoría de los aprioris de Kant bajo la
filosofía positivista. Schlick y Ramsey tratan a las leyes desde una perspectiva
menos respetuosa, las leyes son más bien como boletos para realizar una infer-
encia. Esto tiene problemas. Para Ramsey las leyes
Son positivistas y tratan de reducir ontológicamente todo al máximo. Las son reglas de inferencia
leyes no son más que reglas de inferencia disfrazadas. Ramsey dice que son disfrazadas, “boletos
“modos de afrontar el futuro”. Ramsey es deflacionista: la ley tiene una función de inferencia”. Es una
metodológica: si P a, entonces Qa mediante un ticket que dice ∀x P x → Qx. postura deflacionista
Es una variedad tercera, pero es una vía muerta. Un problema es que hay una ontológicamente,
relación entre explicación, causa y ley, y es difícil prescindir de una y centrarse metodológica, pero
en lo otro [ejemplo, Hempel, hablar de explicación sin hablar de causa como que presenta muchos
ingrediente ontológico extra]. Ramsey y Schlick dejan algún ingrediente de la- problemas.
do. Fracasaron por la quiebra del concepto de verificabilidad de los positivistas.
Esta quiebra, dada por Popper sobre todo, derrumbó esta perspectiva. ¿Cómo
podría servir de premisa algo llamado “ticket de inferencia” que no tiene con-
tenido empírico? Es una premisa sin valor de verdad, es un segundo problema.
Un tercero es que es difícil separar enunciados universales verdaderos de leyes:
las leyes deberías apoyar los condicionales contrafácticos. Psillos dice que las
leyes tienen fuerza modal: no pueden tener excepciones posibles.
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James Woodward
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Leyes y causas.
Explicación Leyes
Causa
Hemos asumido que las leyes de la ciencia son causales. La causa podría
ser un agente eficiente, o bien que hay una conexión funcional e invariante
entre sucesos, como cree Russell. Nagel dice que hay que dar una explicación
exhaustiva de qué es una causa en el contexto de su uso para las leyes. Hay
cuatro condiciones para la causalidad:
A.- (Woodward). Relación invariante entre causa y efecto. Tanto, Condiciones de la
que las leyes tienen fuerza modal, no hay excepciones posibles. A relación de causa. ¿Son
diferencia de Woodward, para Nagel esto no es suficiente. necesarias? Diferencias
* Creemos que en el contexto de una ley, la causa es condición entre Woodward y
necesaria y suficiente para el efecto. Nagel dice que no es cierto, Nagel.
inducimos una causa en el contexto de la ley, la seleccionamos. Se-
leccionamos sólo algunas de las condiciones necesarias. Señalamos
que hay una causa, o unas pocas. Dejamos el resto ceteris paribus.
B.- Toda relación de causa implica contigüidad. Si no la hay,
asumimos que tales sucesos son extremos de una cadena causal.
C.- El efecto siempre sigue a la causa, y es continuo con ella.
D.- La relación causa-efecto es asimétrica.
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Dice que hay un segundo tipo de ley que incluye a las causales como subtipo:
hay las causales y las históricas. Ambas son de tipo temporal. Las históricas son
más dinámicas, no causales [ver Popper, Miseria del historicismo], hay preceden-
cia pero no contigüidad. Una histórica dice que ∀x (Pt1 x → Qt2 x) [t2 > t1 ]. Las
leyes históricas ofrecen condiciones necesarias pero no suficientes; estas leyes
no pueden asegurar que no irrumpa un suceso en la cadena.
Un tercer tipo de ley, no causal, son las que establecen relaciones estadísti-
cas. Por ejemplo, la frecuencia relativa de un dado es 1 de cada 6 para cada cara.
Hay frecuencias, no causas. Podrían entrar como premisas en descripciones más
amplias de tipo causal. Un cuarto tipo es la relación de dependencia funcional.
Ejemplo, P V = nRT , o s = 1/2gt2 . Hay una descripción, no causas. No hay
asimetría temporal (d). En fin, muchas de las pretensiones sobre causas no son
tan constantes. La noción de causa, dice Russell, es como la de monarquía, una
forma de ordenar las cosas entre muchas.
Leyes y teorías.
Nagel se pregunta qué diferencia una ley de una teoría. Una ley es un enun-
ciado que puede ser premisa de la deducción de consecuencias. Sin embargo,
en muchas ocasiones usar este único argumento lleva poco lejos; hace falta
más información que un mero enunciado de ley. Mucha de esa información no
forma parte de enunciados hechos a base de observables, sino que proviene
de elementos previamente definidos, Nagel dice que sólo necesitamos distin-
guir entre leyes experimentales y leyes teóricas; las segundas refieren a térmi-
nos que no surgen de la experiencia. Necesitamos supuestos que surgen no de
la observación, se apoyan en términos teóricos. Las leyes experimentales son
una cosa, las leyes teóricas otra. Las segundas suelen ser llamadas teorías, las
primeras leyes. Leyes y teorías. No to-
¿Qué relaciones hay entre leyes y teorías? ¿Las leyes nacen siempre de das las leyes surgen
teorías? Hay aspectos arbitrarios, no tenemos por qué suponer que hay una enti- de la observación, sino
dad teórica supranomológica, más bien una interdefinición parcial de términos que se derivan de otras
teóricos empleados. Hay leyes que hacen sólo de leyes, no de observaciones; leyes. Las leyes no se
usamos como premisas otras leyes. Lo más común es agrupar una ley con otras dan aisladamente, for-
bajo algo más parecido a una teoría, un entramado en el que se relacionan tér- man teorías, que para
minos teóricos con términos empíricos. Se presuponen no ya leyes, sino teorías Nagel son conjuntos de
enteras. enunciados vinculados
Las teorías se componen a partir de enunciados a partir de inobservables, a entre sí.
partir de compromisos ontológicos. Nagel dice que es consciente de que la dis-
tinción entre observable e inobservable es vaga, pero no falsa. Las categorías son
válidas, Nagel es pragmatista: podemos hablar del contenido empírico de una
ley distinto de su contenido teórico. Hay términos que se agotan en las opera-
ciones que se realizan para asignar su valor, esto permite hablar de observables.
Por tanto podemos seguir manteniendo la distinción entre ley y teoría, confir-
mando las leyes como proceso de generalización inductivo. Sin embargo, esto
no puede hacerse con las teorías, no se apoyan en observaciones. No podemos
prescindir de decidir a priori cómo son el espacio, el tiempo... El formato general
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que ofrece Nagel es un conjunto de enunciados vinculados. Ofrece una concep-
ción enunciativa, frente a concepciones no enunciativas (modelos, programas
de investigación, paradigmas...).
Bibliografía
Díez, J.M., y Moulines, C.U., Fundamentos de filosofía de la ciencia, Ariel, Barcelona,
1997, págs. 166-172.
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