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EXTROVERSIÓN
El factor de segundo orden extroversión se caracteriza por cargas altas en el
factor A (affectio, o estado afectivo hacia la gente), el factor F (sagacidad e
ingenio, o locuacidad y optimismo) y el factor H (parmia, o audacia arriesgada).
Las puntuaciones en extroversión se incrementan si se pide a los sujetos que
respondan al cuestionario con una “buena personalidad”, cualquier cosa que esto
sea.
Cattell (1957) sugirió que la extroversión tiene una base genética.
Específicamente, la gente que hereda una tendencia a reaccionar más
fuertemente a las ideas que a los estímulos externos tiende a desarrollar
introversión. Es como si los introvertidos marcharan a un ritmo diferente (es decir,
interior), en comparación con los extrovertidos, que responden más a estímulos en
el mundo exterior.
ANSIEDAD
El factor de segundo orden, ansiedad, también llamado neuroticismo, carga más
fuertemente en el factor C (debilidad del yo), el factor O (propensión a la culpa), el
factor L (tendencia paranoide), el factor Q3 (autosentimiento bajo) y el factor Q4
(tensión de impulso alto) (R. B. Cattell, 1965, p. 118).
Resulta tentador centrarse en los factores de segundo orden toda vez que son
menos, y por tanto parece más fácil comprender la investigación de Cattell a este
nivel. Pero Cattell (1978, p. 225) advirtió contra el error de “pensar que los factores
de estratos superiores son de mayor importancia”, y sostuvo que predicen la
conducta peor que los dieciséis factores primarios.
AJUSTE PSICOLÓGICO
Algunos de los rasgos que Cattell midió contribuyen al ajuste psicológico de una
persona. Los términos neurosis y psicosis ya son familiares a partir de la teoría
psicoanalítica. Ambos se refieren a dificultades de ajuste, las cuales son más
graves en la psicosis.
Neurosis Los neuróticos difieren de la población en general en varios rasgos. Las
personas neuróticas tienen poca fortaleza del yo, baja estabilidad emocional, altas
autia y premsia, baja surgencia (sagacidad e ingenio) y baja autoridad. De
particular interés es el “triunvirato controlador” de la personalidad, tres factores
involucrados en el control de impulsos y el ajuste emocional: los factores C
(fortaleza del yo), G (fortaleza del superyó) y Q3 (integración del autosentimiento).
También la ansiedad es alta entre los neuróticos, debido en parte a la forma en
que los tratan sus familias.
Psicosis Existen varios tipos diferentes de psicosis, aunque los clínicos no
siempre están de acuerdo en el diagnóstico de un individuo particular. En sus
pruebas, Cattell encontró patrones diferentes de rasgos para varios diagnósticos.
Los esquizofrénicos tienen poca fortaleza del yo, poca tensión del impulso y alta
introversión.
TRES TIPOS DE RASGOS En la teoría de la personalidad se acostumbra a
distinguir varios tipos de rasgos, incluidos los rasgos dinámicos (motivos),
temperamento y habilidad. Cattell adoptó también esos conceptos.
Rasgos de habilidad Los rasgos de habilidad definen varios tipos de inteligencia
y determinan la eficacia con la que una persona trabaja por una meta deseada.
Tanto la herencia como el aprendizaje influyen en la inteligencia, y Cattell y otros
han luchado por desenredar esas dos influencias. A Cattell le preocupaba que los
tests de inteligencia existentes no midieran simplemente la habilidad innata de una
persona para aprender, sino que también incluyeran los efectos de la experiencia.
TEST DE INTELIGENCIA DE IDONEIDAD CON LA CULTURA De acuerdo con
su propósito de construir pruebas nuevas y más puras, Cattell elaboró el test de
inteligencia de idoneidad con la cultura para medir sólo la inteligencia fluida.
Pretende proporcionar una mejor evaluación de la inteligencia de la gente con
posibles privaciones educativas, por ejemplo, los de escasos recursos.
Desafortunadamente, la experiencia influye en las puntuaciones.
HERENCIA E INTELIGENCIA Cattell estuvo interesado en la herencia durante
toda su carrera, lo que en ocasiones lo puso en desacuerdo con los valores
prevalecientes de los estadounidenses, suspicaces del movimiento eugenésico
que trataba de influir en quién tendría el derecho de criar niños (por ejemplo, R. B.
Cattell, 1984, p. 137). Cattell concluyó que alrededor de 80% de la variación en la
inteligencia es determinado por la herencia (en otras palabras, es fluida) y que
sólo 20% por la experiencia (en otras palabras, es cristalizada). Con base en su
creencia de que la inteligencia era principalmente hereditaria, apoyó el movimiento
eugenésico, al temer una declinación general en la inteligencia de la población
británica debido a la mayor tasa de nacimiento de gente menos inteligente (R. B.
Cattell, 1937; Horn, 1984).
La investigación sobre la herencia de la inteligencia ha sido criticada porque el
porcentaje de cualquier característica atribuible a la herencia o al ambiente puede
variar considerablemente dependiendo de la muestra que se estudie. En una
muestra de sujetos en la que todos han tenido oportunidades similares de
educación, la variación de una persona a otra se debe principalmente a la genética
porque, de hecho, no ha existido mucha variación ambiental.
Rasgos de temperamento Los rasgos de temperamento son principalmente
rasgos de origen constitucionales (heredados) que determinan el “estilo general y
tempo con el cual la persona realiza lo que hace” (R. B. Cattell, 1965, p. 165).
Cattell (1950, p. 35) propuso como ejemplos “alto nerviosismo, velocidad, energía
y reactividad emocional”.
Rasgos dinámicos Los rasgos dinámicos son motivacionales; proporcionan la
energía y dirección para la acción. Igual que muchos otros teóricos, Cattell
reconocía que algunas motivaciones son innatas y otras son aprendidas.
Denominó a esos tipos de rasgos dinámicos ergios y metaergios.
ERGIOS Cattell aceptaba el concepto de muchos psicólogos anteriores de que la
gente tiene algunos rasgos motivacionales innatos o, en su lenguaje, rasgos de
origen dinámico constitucional. Los llamó ergios. (El término proviene de la palabra
griega que significa “energía”.) Son comparables a los instintos animales e
implican “una reactividad innata hacia una meta, aunque los estímulos y los
medios son aprendidos” (R. B. Cattell, 1957, p. 893). Cattell mencionó varios
ergios humanos: ira, curiosidad, temor, codicia, hambre, soledad, lástima, orgullo,
sensualidad y sexo. Cada uno se asocia con una meta particular, la cual fue
identificada por Cattell (1979, p. 143) para explicar el ergio o motivación particular.
METAERGIOS Los ergios, con su energía, son canalizados en patrones
aprendidos denominados metaergios. Éstos son rasgos de origen dinámico
moldeados por el ambiente. Esas motivaciones aprendidas pueden ir de lo muy
general, como el amor por el país y la estima de la educación, a lo muy específico,
como la oposición a un candidato político particular. Cattell llamó sentimientos a
los metaergios más generales. Utilizó el término actitudes para referirse a las
respuestas más específicas a las situaciones de estímulo particulares.