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Cerebro y Lenguaje

Desde el punto de vista neurológico, el lenguaje es la capacidad de articular palabras con sentido y
entenderlas y convertirlas en conceptos en nuestra mente. Este sistema surgió como una
necesidad y se mantuvo gracias a su efectividad en cuanto a explicar conceptos abstractos y
concretos, ayudando a categorizar el mundo y entenderlo con mayor facilidad. En muchas
ocasiones, manejamos esta comprensión ayudándonos de otras representaciones (forma, color,
sensación, movimiento, función, etc.), esta economía cognitiva nos ayuda a complejizar los
conceptos. Sin embargo, podríamos decir que el lenguaje no apareció hasta que el hombre pudo
categorizar las acciones y pudo crear representaciones mentales acerca de ellas. De forma
parecida un niño adquiere el leguaje por medio de representaciones que genera mucho antes de
que puede pronunciar su primera palabra. Así, podemos entender que el lenguaje funciona como
un artefacto para la comprensión del mundo externo que la neurología intenta estudiar en cuanto
a sus representaciones en el cerebro.

El cerebro procesa el lenguaje por medio de tres grupos de estructuras que interactúan para
generar conceptos. El primero es un sistema de conjuntos neurales que asocian todo lo que la
persona ve, percibe, hace, piensa o siente mientras interactúa con el objeto en cuestión. Segundo,
una serie de conexiones encargadas de los fonemas, la combinación de palabras y las reglas para
crear frases con sentido. El último se encarga de la evocación de los conceptos correspondientes
en base a la producción y recepción de formas verbales. Un ejemplo de esta formación tripartita
son las formas asociadas a los colores, que se desarrollan independiente si un determinado grupo
de individuos tiene o no una denotación para ellos. Todo esto se debe a lo que llamamos ‘’la
experiencia del color’’ que nos permite asociar p. ej. el prado con el color verde.

Esta organización también se aplica para otros conceptos, pero ¿de que forman se representan
físicamente en el cerebro? No existen imágenes pictóricas como se creía anteriormente, el cerebro
mantiene un registro de la actividad neuronal que se da durante la interacción con un objeto. Esto
permite que al momento de evocar un concepto, las distintas sensaciones se activen generando
una definición usando incluso las experiencias atadas a este. Este proceso se distribuye entre
varias zonas del cerebro encargadas para captar forma, color o movimiento. Estos registros
guardan en diferentes regiones de convergencia en forma de información previsora (feedforward)
y retroalimentación (feedback) que reconstruyen patrones de la actividad mental que se habían
formado antes. Esta actividad en red sirve para el entendimiento y la expresión, así, el cerebro
puede reactivar conceptos relacionados entre sí formando el conocimiento.

Ahora bien, para los neurólogos, una forma de graficar donde están distribuidas estas funciones es
el estudio de pacientes con daño cerebral y como afecta su comunicación luego de una
recuperación física. La lesión de la porción occipital y subcalcarina de las circunvoluciones linguales
izquierda y derecha genera acromatopsia (perdida de percepción del color y de la capacidad de
imaginarlo). Los sujetos con lesiones en la parte posterior izquierda de la corteza temporal y en la
parte inferior de la corteza parietal sufren del deterioro de su capacidad para pronunciar
correctamente las palabras. Estos son solo algunos ejemplos de cómo la capacidad lingüística está
asociada a varias partes del cerebro que se encargan de diferentes conceptos y relaciones. En
varios estudios se ha estudiado la posibilidad de que el sistema asociativo y el de ‘’los hábitos’’
trabajen en paralelo durante el procesamiento del lenguaje. Personas que sufren de una lesión en
este sector de cerebro, tienden a hablar muy lento, haciendo grandes pausas entre cada palabra
con una gramática defectuosa tanto al hablar como al escuchar.

Teniendo en cuenta toda la información y todos los estudios acerca de la localización lingüística,
esta está distribuida por todo el cerebro haciendo la red mucho más extensa. Muchas estructuras
y formas léxicas están distribuidas a lo largo del cerebro y una lesión podría causar un daño en el
cual el concepto no pueda formarse por completo y obtengamos solo algunas características o
experiencias. Toda esta complejidad nos hace preguntarnos si algunas vez comprenderemos por
completo los mecanismos neuronales encargados del lenguaje. Aún hay muchas cuestiones por
resolver ¿Cómo almacena el cerebro los conceptos? ¿Completaremos los estudios sobre sistemas
de medición entre nombres, verbos y factores? Seguramente un día terminaremos estos estudios,
pero ¿Cuándo?

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