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1. LA MEMORIA.
¿Qué es la Memoria?
Aunque todos tenemos una idea más o menos clara de qué es la memoria, puede resultarnos
útil conocer una definición de esta de manera un poco más precisa que nos ayude a saber
cómo funciona nuestro cerebro y por qué a veces tenemos dificultades para recordar algunas
cosas. La memoria se puede definir como la capacidad del cerebro de retener información y
recuperarla voluntariamente. Es decir, esta capacidad es la que nos permite recordar hechos,
ideas, sensaciones, relaciones entre conceptos y todo tipo de estímulos que ocurrieron en el
pasado. Aunque el hipocampo es la estructura cerebral más relacionada con la memoria, no
podemos localizar los recuerdos en un punto concreto del cerebro, sino que está implicada
una gran cantidad de áreas cerebrales. Además, esta capacidad es una de las funciones
cognitivas más comúnmente afectadas con la edad. Afortunadamente, la memoria puede ser
entrenada mediante estimulación cognitiva y diversos tipos de juegos mentales.
Tipos de memoria
Como ya se puede intuir por la propia definición de memoria, consiste en una función
cognitiva extremadamente compleja. No sólo implica una gran cantidad de estructuras
cerebrales, sino que también actúa en la mayoría de situaciones cotidianas. Por esto, se han
creado diferentes teorías y divisiones acerca de esta habilidad cognitiva. Podemos dividir los
tipos de memoria en función de diferentes criterios:
En función del tiempo que permanece la información en el sistema: En este caso hablaríamos
de la memoria sensorial, de la memoria a corto plazo, de la memoria de trabajo y de la
memoria a largo plazo. La memoria sensorial retendría la información durante un par de
segundos, mientras que, en el polo opuesto, la memoria a largo plazo puede almacenar la
información durante un tiempo prácticamente ilimitado. Todos estos tipos de memoria
trabajan de manera coordinada para que el sistema funcione correctamente.
En función del tipo de información: Podemos decir que la memoria verbal se encarga de
retener información con contenido verbal (aquello que leemos o las palabras que
escuchamos), mientras que la memoria no verbal es la que maneja el resto de información
(imágenes, sonidos, sensaciones, etc.).
En función del órgano sensorial empleado: Dependiendo del sentido estimulado, hablamos de
memoria visual (visión), memoria auditiva (audición), memoria olfativa (olfato), memoria
gustativa (gusto) y memoria háptica (tacto).
Para recordar lo que hicimos ayer, que es probablemente lo cualquier persona diría si le
pedimos que nos diga qué es la memoria, nuestro cerebro ha tenido que llevar a cabo una
serie de complejos procesos cognitivos. Cada proceso es necesario para acceder a los
recuerdos. De hecho, un fallo en cualquiera de estos procesos, impediría que pudiésemos
recordar la información. Las fases por las que tiene que pasar nuestro cerebro para crear un
nuevo recuerdo son:
Ejemplos de memoria
Gracias a esta capacidad podemos recordar dónde vivimos, el nombre de nuestros padres, la
cara de nuestros amigos, qué comimos el día anterior e, incluso, cuál es la capital de nuestro
país.
La memoria nos permite acordarnos de que tenemos una reunión en el trabajo, conocer el
nombre de un cliente o sabernos la contraseña del ordenador.
Estudiar el temario de una asignatura del colegio o de la universidad sería imposible sin
nuestro sistema de almacenaje. También tendríamos problemas para recodar cuándo tenemos
un examen o qué actividades teníamos que hacer.
Cuando estamos conduciendo un vehículo, empleamos nuestra memoria para saber qué
recorrido debemos seguir. Además, nos ayuda a recordar dónde hemos aparcado o,
simplemente, cómo conducir.
El tipo de alteración de memoria más habitual consiste en la pérdida de memoria, como ocurre
en el Alzheimer. Esta pérdida la capacidad de recordar es lo que se conoce como amnesia. Las
amnesias pueden ser anterógradas (incapacidad de incorporar nuevos recuerdos) y las
amnesias retrógradas (incapacidad de acceder a los recuerdos pasados). No obstante, también
puede darse una alteración en el contenido los recuerdos (confabulaciones o fabulaciones) o,
incluso, hipermnesias. Las confabulaciones, características del Síndrome de Korsakoff,
consisten en la invención involuntaria de recuerdos, rellenando con información incorrecta
aquello que no recuerdan. Las hipermnesias, por su parte, consisten en el acceso involuntario
a vívidos y detallados recuerdos, como ocurre en los flashbacks del trastorno de estrés
postraumático.
2. EL LENGUAJE.
Qué es Lenguaje:
El lenguaje es un sistema de signos a través del cual los individuos se comunican entre sí. Estos
signos pueden ser sonoros (como el habla), corporales (como los gestos) o gráficos (como la
escritura).
Por extensión, se usa también la palabra lenguaje para referir a todo tipo de sistema de
señales que permiten comprender un determinado asunto o transmitir un mensaje. Por
ejemplo, el lenguaje musical, el cual tiene un sistema de escritura propio.
Función apelativa: ocurre cuando el emisor espera una respuesta del receptor.
Función emotiva, expresiva o sintomática: procura expresar los estados de ánimo, los deseos,
etc.
Como fenómeno humano, algunas de las principales características del lenguaje son las
siguientes:
Tipos de lenguaje
Lenguaje verbal: se refiere a todas las formas de lenguaje que hacen uso de la palabra.
Comprende:
- Lenguaje oral
- Lenguaje escrito (signos gráficos)
Lenguaje no verbal: abarca las formas de lenguaje que se expresan mediante recursos
diferentes a la palabra:
- Lenguaje no verbal facial: se refiere a los gestos faciales que comunican impresiones o
estados de ánimo. Por ejemplo, la sonrisa como un indicador de simpatía.
- Lenguaje no verbal kinésico o lenguaje corporal: se refiere las acciones corporales que
transmiten mensajes. Por ejemplo, los diferentes modos de sentarse o de disponer los
brazos durante una conversación (brazos cruzados, ambos brazos extendidos, piernas
abiertas o cerradas, etc.).
- Lenguaje no verbal proxémico: el lenguaje proxémico es aquel referido a la
significación otorgada al uso del espacio físico y la distancia entre los sujetos durante
el acto de la comunicación. Por ejemplo, entre dos personas relacionadas
afectivamente, la proximidad expresa intimidad. Cuando dos personas tienen una
relación jerárquica o distante, la cercanía puede expresar acoso.
Dependiendo del contexto social en el que se produce el lenguaje, el hablante puede usar el
lenguaje formal o lenguaje técnico. Veamos cada uno por separado.
Lenguaje formal: es aquel que atiende a formas de cortesía en contextos donde existe
jerarquía o donde los sujetos establecen comunicación por primera vez. Este tipo de
comunicación persigue garantizar la buena receptividad a los mensajes que se transmiten.
3. RAZONAMIENTO.
¿Qué es el razonamiento?
Al hablar de razonamiento habitualmente nos referimos a la capacidad del ser humano para
enfrentar mentalmente un problema o una situación, aplicando la lógica y la experiencia a su
resolución y/o entendimiento. En otros casos, nos referimos a las distintas formas que puede
tener dicho pensamiento, a partir de los aspectos específicos de la mente humana que
intervienen en el mismo.
Dicho de otro modo, el razonamiento es un rasgo característico de la especie humana, o sea,
capaz de diferenciarnos de los animales. Es un proceso intelectual, lógico, que a través de
argumentos alcanza conclusiones, dado un primer conjunto de premisas.
El modo en que comprendemos el razonamiento hoy en día está vinculado con la idea
moderna de razón. Es producto de los cambios filosóficos profundos que tuvieron lugar
durante el Renacimiento europeo y especialmente en la Revolución Científica.
Así se desplazó la fe en Dios como el rasgo fundamental del ser humano, suplantándola,
justamente, por el raciocinio y su capacidad para comprender las leyes fundamentales que
rigen el mundo a su alrededor.
Esto significa que el razonamiento es voluntario, depende de las capacidades de cada quién y
es algo que, dado el aprendizaje adecuado, puede ejercitarse y desarrollarse. Como veremos
más adelante, el razonamiento aplica para diversos ámbitos mentales y a través de lógicas
procedimentales (metodologías) distintas, según sea el caso.
Todo tipo de razonamiento consta de dos elementos claramente diferenciados, que son:
Las premisas. El conjunto de expresiones que afirman o niegan algún aspecto de la realidad y
que constituyen el punto de partida para cualquier forma de razonamiento. Las premisas,
como las conclusiones, pueden ser verdaderas o falsas, generales o particulares.
Razonamiento deductivo.
Como su nombre lo indica, implica el uso de la deducción como forma de extraer las
conclusiones. Esto es que, dadas unas premisas específicas de tipo general o universal, es
posible alcanzar conclusiones de tipo particular e individual, a partir de lo que consideramos
cierto a un nivel global. Por ejemplo: si partimos de la premisa de que los perros muerden, y de
que nuestra mascota es, efectivamente, un perro, podremos alcanzar la conclusión lógica
deductiva de que nuestra mascota es capaz de mordernos. Este procedimiento no siempre es
verdadero, claro está, ya que depende enteramente de la validez de sus premisas.
Razonamiento inductivo.
Este razonamiento marcha en dirección contraria al caso anterior, partiendo por lo tanto de
premisas particulares e individuales, para alcanzar entonces conclusiones globales o
universales. Esto hace de él un modo de razonamiento menos lógico, pero más probabilístico y
por lo tanto más útil para predecir el futuro hasta cierto punto. Por ejemplo, si una persona
nos miente una vez, asumiremos que a futuro nos mentirá nuevamente, aunque exista la
probabilidad de que ello no ocurra.
Razonamiento verbal
Así como las variantes previas de razonamiento emplean el lenguaje formal de la matemática,
el razonamiento verbal emplea los mecanismos y procedimientos de la lengua, ya sea hablada
o escrita, y por lo tanto puede también ser llamado razonamiento lingüístico.
Este tipo de razonamiento depende sin embargo del agarre del lenguaje que tenga cada
individuo, ya que la lengua es una tecnología que debemos aprender y que heredamos de
nuestro entorno social y cultural, pero al mismo tiempo se ancla en una capacidad natural del
ser humano: la capacidad de aprender y desarrollar los lenguajes, o sea, de producir signos.
El razonamiento verbal, entonces, tiene que ver con el dominio del lenguaje verbal, o sea, se
asocia a la capacidad de lecto-comprensión, de competencia lingüística, de creatividad
expresiva, entre otros aspectos del ejercicio verbal.
Razonamiento abstracto
Esta es, probablemente, una de las formas más importantes de razonamiento humano, que de
alguna manera abarca el razonamiento verbal y matemático, dado que ambos poseen un
importante nivel de abstracción.
4. DESARROLLO DE CONCEPTOS.
Proceso de gran importancia en el desarrollo cognitivo del individuo. Tiene lugar durante la
infancia y consiste en la categorización de la realidad por parte de la persona para facilitar su
comprensión e interacción con el mundo que le rodea. La formación de conceptos implica la
organización de los distintos estímulos recibidos en grupos o conjuntos de categorías que
poseen unas características o atributos comunes. Tanto la asignación a una u otra categoría
como la capacidad para discernir los atributos de cada categoría es una tarea que lleva a cabo
el propio individuo. Los conceptos se organizan de manera jerárquica en función de su grado
de generalidad; así, por ejemplo, “flor” es un concepto de carácter más general que “rosa”,
pero el concepto “planta” es aún más general y por tanto lo engloba. La formación de
conceptos es de gran importancia en el estudio y explicación de procesos cognitivos tales
como la percepción, la memoria o la capacidad lingüística.
La capacidad para resolver problemas se puede definir como la eficacia y agilidad a la hora de
encontrar soluciones a los problemas surgidos. Aquellas personas con alta capacidad para la
resolución de problemas son capaces de actuar de forma proactiva, sin perder el tiempo, y
encontrando las soluciones más apropiadas para cada caso, pensando siempre en las
repercusiones que estas puedan tener a largo plazo.
6. PESTAMIENTO ABSTRACTO.
Es la capacidad de captar lo esencial de las cosas y las propiedades comunes, lo que permite
evaluar las situaciones y tomar decisiones que ayudan a planificar el futuro. Es una forma de
pensamiento simbólico de la que se derivan unas ciertas conclusiones.
Sirve para entender la interrelación que puede existir entre varias ideas o elementos, y
permite imaginar y desarrollar nuevas ideas, así como aprender de las experiencias pasadas y
aprovechar todo ese conocimiento para reflexionar sobre el futuro.
Características
Alguien podría decir que no hay nada mejor que vivir el día a día y mantenernos con los pies en
la tierra a todas horas. Y en cierta forma, lleva razón. Sin embargo, así como es necesaria la
capacidad pragmática para cualquier asunto cotidiano, a veces es preciso levantar un poco la
mirada y ver todo con cierta perspectiva.
El pensamiento abstracto nos permite justamente esa mirada, de la cual se derivan numerosos
beneficios como los siguientes:
En cierta forma, el pensamiento abstracto consiste en viajar a otros escenarios y mundos, tal
como lo hacemos cuando vamos al cine o leemos un libro. Pero no solo por el hecho de viajar;
al contrario, la idea es extraer de ello algo útil para nuestro presente.
Impulsa la creatividad
Cuando acudimos a este tipo de pensamiento, estamos fortaleciendo nuestros criterios ante
determinadas situaciones o contextos. Lo contrario sería que otros pensaran en nuestro lugar.
El pensamiento abstracto también nos hace personas más libres, independientes y autónomas.
En última instancia, de lo que se trata es de bucear un poco en nosotros mismos y encontrar
de esta forma las respuestas que buscamos aplicar en la realidad.
Un gerente necesita, más que cualquier otra persona del engranaje corporativo, una visión
integral de la empresa que gestiona. Es indispensable tener perspectiva y saber anticiparse a
diferentes escenarios para la buena marcha del negocio.
Todas estas herramientas se las proporciona el pensamiento abstracto, pues permite que su
mirada se proyecte al plano de las ideas y emprenda el hallazgo, no siempre fácil ni inmediato,
de soluciones con sentido práctico.
Se suele creer que la toma de decisiones es una labor netamente pragmática, es decir, en la
que sólo intervienen elementos de la realidad tangible. Sin embargo, es sobre todo un proceso
que surge de ideas, análisis y consideraciones previas.
7. BIBLIOGRAFIA.
de https://www.cognifit.com/es/memoria
conceptos
%C3%B3n-de-problemas#:%7E:text=La%20habilidad%20de%20resoluci
%C3%B3n%20de,la%20implementaci%C3%B3n%20de%20tal%20soluci
%C3%B3n.
https://www.obsbusiness.school/blog/que-es-el-pensamiento-abstracto-y-por-
que-necesitas-potenciarlo