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Historia de la literatura infantil mexicana

Literatura infantil mexicana


Por Ivonne, Yolanda y Viviana
La necesidad de cantar, hacer poesía, contar lo sucedido, es una necesidad tan
antigua como la humanidad.
Los seres humanos necesitamos del canto y del relato como se necesita de la
comida y del juego.
Con la práctica de la lectura, los niños no sólo se divierten y desarrollan su
vocabulario, conocimientos e imaginación; no sólo se aproximan y aprehenden el
uso de las estructuras de la lengua, aprenden a comunicarse con su ser interior;
con esas partes desconocidas o rechazadas en uno mismo; desde allí, al hablar
con nuestro interior, iniciamos la comunicación profunda con el otro y con los
otros.
Al acercarnos a la literatura, podemos, nosotros y los niños, vivir, imaginar,
asimilar y superar experiencias inaceptables, difíciles, que probablemente no
viviremos en la vida real, o prefigurar situaciones que seguramente enfrentaremos
con el tiempo.
Según Mario Rey frente a las dificultades de la época, de todas las épocas de la
literatura nos enseña con placer que existen el amor, la solidaridad y el bien, que
somos tan sólo una parte del Universo, que podemos buscar y encontrar
soluciones a los problemas, y conquistar en equilibrio la felicidad; que es posible
derrotar a los seres “malos” y superar las situaciones adversas. Quien aprende a
leer y disfrutar la lectura construye un tesoro inagotable de distracción, afecto,
consuelo y sabiduría y se convierte en un rico portador de claves y llaves mágicas
para hacer frente al mundo.
El origen del fenómeno y del concepto literatura infantil
Carlos Bravo-Villasante plantea que es en el siglo XVIII cuando se toma
conciencia de la particularidad del pensamiento y de la psiquis del niño y de sus
necesidades; entre ellas la del arte y la de una educación amena.
Para Emma Buenaventura, en el siglo XIX se descubrió al niño y, por ende, en el
surge la literatura infantil.
Manuel Grimalt coincide en señalar que la literatura infantil, como tal tiene su
aparación en el siglo XIX; y que en la antigüedad no existía una preocupación
especial por ofrecer al niño lecturas particulares; él escuchaba lo mismo que su
comunidad.
Para Esther Jacob la literatura infantil aparece sólo en el siglo XX: “Hasta finales
del siglo XIX y principios del XX, la literatura era parte del acervo cultural de los
adultos. Los relatos estaban alejados de los intereses auténticos de los niños. Se
les imponían concepciones abstractas del bien, del mal, de justicia o injusticia, a
través de la valoración adulta de la sociedad, muy alejada de los modos de pensar
y de las motivaciones infantiles.”
Para Juan Ricardo Nervi:
“Fue, pues, en la Francia del XVIII donde floreció la literatura para la infancia en
tanto maduraba el pensamiento de Rousseau ¿coincidencia? puede ser. Pero fue
una coincidencia que reivindicaba los derechos del niño. Con su revolución
naturalista, Rousseau es quien dominaba toda una época en esa literatura para
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niños, si bien él no escribió para ellos. Se estima que las lecturas infantiles y
juveniles tienen inicio en Francia en 1747 y en Rusia en 1785, a través de un libro
titulado Lecturas para muchachos según el corazón y la mente, de Novikob. En
1784, en Francia, con El amigo de los niños, aparece la primera manifestación de
una literatura periodística para los niños. Posteriormente, con la Revolución
francesa y la apertura de la educación al pueblo, la literatura infantil-juvenil tomará
ritmo y perfiles propios.”
Podríamos plantear que el concepto de literatura infantil surge en el momento en
que, por un lado, los niños empiezan a ser apartados del proceso productivo, se
los dirige a la escuela y se instaura como obligatoria su escolarización y, por otro,
se toma conciencia de las diferentes entre el pensamiento y la psiquis del niño y
del adulto, sin que tampoco se supiera muy bien en qué consistían.
Como confluencia de las luchas sociales de los trabajadores contra la
competencia laboral de la mano de obra más barata de los niños, y la conciencia
humanista que desea protegerlos.
La legislación de la enseñanza obligatoria surge en Europa en el siglo XVIII, por
primera vez en 1739, en Dinamarca y continúa en el siglo XIX.
La atención especial para el niño se incrementa en los siglos XVIII y XIX a nuevos
y más amplios sectores sociales, y el infante deja de ser un trabajador más para
convertirse en uno potencial. Es necesario, entonces, ocupar el tiempo libre del
niño, educarlo y prepararlo teniendo en cuenta sus diferencias y particularidades
físicas y psíquicas de las cuales apenas se están tomando conciencia. Es en este
contexto, como una necesidad económica, social y pedagógica cuando se
generaliza la idea de una literatura infantil que contribuya a su educación de
manera agradable.

La herencia de la literatura prehispánica o de las lenguas índígenas


Aunque en sentido estricto no se puede hablar de una literatura infantil
prehispánica pero en las lenguas indígenas encontramos los cantos, himnos,
leyendas, adivinanzas y demás juegos de palabras de la gran diversidad de los
pueblos y culturas que han habitado Mesoamérica y que nutren de manera
significativa nuestro acervo literario, en general, y en particular el destinado a los
niños.
En nuestro país sobresale el náhuatl con más de un millón de hablantes; el maya
con más de 600,000, el zapoteco, el mixteco, el otomí y el tzeltal con un número
de hablantes que va de los 200,000 a los 500,000; el totonaco, el mazahua, el
mazateco, el purépecha, el huasteco y el tzotzil, entre cien mil y doscientos mil.
Aunque se han traducido al español una gran cantidad de cuentos, leyendas,
refranes, adivinanzas, poemas, cantos, dramas y expresiones literarias indígenas
de México y América, y estás han enriquecido notablemente nuestra visión del
mundo, nos falta mucho por conocer, traducir y difundir, para gozar, entender y
respetar la cosmovisión y el arte de las culturas indígenas.

Los huehuetlahtolli o “antiguas palabras”

Entre la herencia de las culturas prehispánicas se encuentran los huehuetlahtolli o


“antiguas palabra” o pláticas de los padres a los hijos, consejos sobre la educación
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de los hijos, invocaciones a los dioses, discursos de los grandes señores y
sabios, palabras de los sacerdotes a propósito de los momentos significativos que
se viven a lo largo de la vida, como el nacimiento, el matrimonio o la muerte. La
belleza y la sabiduría de estos textos permitieron que se transcribieran y se
conservaran, especialmente por parte de fray Bernardino de Sahagún, muchos de
ellos se conservan en el Códice Florentino.
Entre estos podemos tener:
• Consejos del padre a su hija.
• Exhortación de un mexicano a su hijo

Las leyendas acerca del origen del Sol, la Luna, las estrellas, el hombre, los
animales y otros elementos del Universo.
No existen datos que permitan hablar de la existencia de una literatura específica
para los niños entre las culturas indígenas; por el contrario, como ocurría entre los
diversos pueblos antiguos, los mayores contaban y cantaban para todos y en sus
relatos y poemas conviven el interés por transmitir su visión del mundo y el goce
estético.
Como en todas las comunidades primitivas, una faceta importante de la literatura
es la que pretende dar cuenta del origen del Universo, de la vida, de la Tierra, el
Sol, los planetas, los fenómenos, atmosféricos, los accidentes geográficos, en fin,
de todo lo que rodea al hombre; ésta es una herencia especialmente rica de
nuestras literaturas indígenas y aunque se han recogido y traducido muchas
leyendas, el acervo es muy grande y constituye una fuente importante de relatos
para niños y adultos.

Relatos y fábulas indígenas con animales como personajes.


En las distintas culturas indígenas encontramos una gran cantidad de relatos que
tienen animales como personajes; existen gran cercanía entre éstos y las fábulas
occidentales, y es muy probable que en muchos casos se hayan mezclado y
fusionado, hasta tal punto que a veces es difícil reconocer el origen de algunos de
los relatos populares de hoy; esto es normal, si tenemos en cuenta que la fábula
es un género que aparece en diversas sociedad tanto de Europa como de Asia,
América y África.
Ejemplo de ellos:
Cuento del coyote y el conejo (literatura otomí)
La tortuga (literatura zapoteca)
La mariposa y el grillo (literatura tarahumara)
Cantos, representaciones, acertijos y adivinanzas indígenas
También encontramos en el legado de las lenguas indígenas una gran variedad de
cantos, pequeñas representaciones dancísticas o dramáticas, adivinanzas y
juegos de palabras, muchas veces con la presencia de elementos de la cultura
española.
Ejemplo:

Ya llegaste, ayo
(literatura otomí)

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Ya llegaste, ayo,
ya amarra en la cuna al niño
mécelo hasta que se duerma:
irás a la fiesta,
porque se ha hecho tarde
corazón.

Popol Vuh, o Popol Wuj


En el idioma quiché, es la historia de la creación de los mayas. Los miembros de
los linajes reales quiché que gobernaron las tierras altas de Guatemala registraron
la historia en el siglo 16 para preservarla bajo el reino del imperio colonial. El
Popol Vuh, que significa “Libro de la comunidad”, narra el relato de la creación
maya, los cuentos de los Héroes gemelos y las genealogías y derechos de tierra
quiché. En esta historia, los Creadores, Corazón del cielo y otras seis deidades
incluyendo la Serpiente Emplumada, querían crear seres humanos con corazones
y mentes que pudieran “llevar la cuenta de los días”. Pero sus primeros intentos
fracasaron. Cuando estas deidades finalmente crearon humanos usando maíz
blanco y amarillo que podían hablar, ellos quedaron satisfechos. En otro ciclo
épico de la historia, los Señores de la muerte del Inframundo convocaron a los
Héroes gemelos a jugar un memorable juego de pelota donde los Gemelos
derrotaron a sus contrincantes. Los Gemelos subieron a los cielos, y se
convirtieron en el Sol y la Luna. A través de sus acciones, los Héroes gemelos
prepararon el camino para la siembra del maíz, para que los seres humanos
vivieran en la Tierra y para la Cuarta Creación de los mayas.
La creación del mundo y el hombre en el Popol Vuh (fragmento)
Al comienzo del tiempo todo estaba en suspenso, en calma, inmóvil y en silencio,
y la extensión del cielo estaba vacía. Todavía no había un hombre, ni un animal, ni
pájaros, peces, cangrejos, árboles, piedras, cuevas, barrancas, hierbas y bosques:
sólo el cielo existía. No se manifestaba la faz de la tierra. Sólo estaban el mar en
calma y el cielo en toda su extensión. No había nada que estuviera en pie; sólo el
agua en reposo, el mar apacible, solo y tranquilo. No había nada dotado de
existencia.
Los Progenitores -los Creadores y Formadores-, llamados Tepeu y Gucumatz,
decidieron crear el mundo. Primero formaron la tierra, las montañas y los valles;
dividieron las corrientes de agua; los arroyos se fueron corriendo libremente entre
los cerros, las aguas quedaron separadas cuando aparecieron las altas montañas,
y surgieron árboles que se convirtieron en bosques.
Los Progenitores del Cielo miraron a su alrededor: ¡Todo era nuevo y
resplandeciente!
-Debemos proseguir –dijeron
-Hagamos pumas y jaguares, peces y serpientes, pájaros y ciervos y leones y
tigres…
Así tan sólo con nombrarlos, la tierra recién nacida se pobló de animales de todas
las especies y a cada uno le fue asignada una morada:
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-Vosotros viviréis en los valles y vosotros en los barrancos.
-Vuestra casa será la alta montaña y la vuestra la maleza.
-Habitaréis en las ramas y en las entrañas de la tierra…
Y, cuando todos estuvieron en su sitio, los Progenitores del Cielo ordenaron:
-Ahora… ¡Hablad cada cual con vuestro lenguaje! ¡Decid nuestros nombres!
¡Alabadnos a nosotros que somos vuestros padres y madres!
Pero nadie dijo palabra. Se oyeron rugidos, graznidos, aullidos, mugidos, sin orden
ni concierto.
-¿Qué ha sucedido? Hemos cometido un error. ¿Qué será de nosotros si nadie
nos llama, nos invoca y nos recuerda? ¿Cómo haremos para ser invocados, para
ser recordados sobre la tierra? Ya hemos probado con nuestras primeras
criaturas; pero no se pudo lograr que fuésemos alabados y venerados por ellos.
Probemos ahora a hacer unos seres obedientes y respetuosos. Ha llegado el
tiempo del amanecer, de que terminemos la obra y que aparezca el hombre sobre
la superficie de la tierra.
De tierra, de lodo hicieron la carne del hombre. Pero vieron que no estaba bien,
porque se deshacía, estaba blanda, no tenía movimiento, no tenía fuerza, se caía,
no movía la cabeza, la cara se le iba para un lado, tenía velada la vista, no podía
ver hacia atrás. Al principio hablaba, pero no tenía entendimiento. Rápidamente se
humedeció dentro del agua y no se pudo sostener.
Entonces los Progenitores del Cielo hicieron otra prueba. Crearon unos muñecos
labrados en madera que se parecían al hombre y hablaban como el hombre. Se
multiplicaron y poblaron la superficie de la tierra; tuvieron hijas, tuvieron hijos los
muñecos de palo; pero no tenían alma, ni entendimiento, caminaban sin rumbo y
andaban a gatas.
Fue solamente otro ensayo, otro intento de hacer hombres. Hablaban al principio,
pero su cara estaba enjuta; sus pies y sus manos no tenían consistencia; no
tenían sangre, ni sustancia…; sus mejillas estaban secas, secos sus pies y sus
manos, y amarillas sus carnes. Por esta razón ya no pensaban en los Progenitores
del Cielo que les habían dado el ser y cuidaban de ellos. Y fueron destruidos por
una inundación.
Los Progenitores del Cielo siguieron insistiendo y cuando faltaba poco para que el
sol, la luna y las estrellas aparecieran, decidieron crear al hombre de maíz, de tal
forma que el maíz blanco y el amarillo penetraron en la carne de los hombres,
infundiéndoles vida y fortaleza, descubriendo entonces una tierra llena de deleites
y abundantes alimentos.
Fueron dotados de inteligencia; vieron y al punto se extendió su vista, alcanzaron
a ver, alcanzaron a conocer todo lo que hay en el mundo. Cuando miraban, al
instante veían a su alrededor y contemplaban en torno a ellos la bóveda del cielo y
la faz redonda de la tierra. Grande era su sabiduría; su vista llegaba hasta los
bosques, las rocas, los lagos, los mares, las montañas y los valles Y en seguida
acabaron de ver cuanto había en el mundo. Y los hombres dieron las gracias a los
Progenitores -los Creadores y Formadores:
-¡En verdad os damos gracias dos y tres veces! Hemos sido creados, se nos ha
dado una boca y una cara, hablamos, oímos, pensamos y andamos; sentimos
perfectamente y conocemos lo que está lejos y lo que está cerca. Vemos también

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lo grande y lo pequeño en el cielo y en la tierra. Os damos gracias, pues, por
habernos creado, por habernos dado el ser.
De esta manera fueron creados los hombres como seres espléndidos, dotados de
belleza inteligencia y sabiduría.

La leyenda del Conejo en la Luna


https://neomexicanismos.com/mexico-prehispanico/leyenda-del-conejo-en-la-luna-
historia-corta-mito-quetzalcoatl-azteca/#:~:text=Quetzalc%C3%B3atl%2C%20el
%20dios%20grande%20y,sinti%C3%B3%20fatigado%20y%20con
%20hambre.&text=%2DMorirme%20tal%20vez%20de%20hambre%20y%20de
%20sed.
Quetzalcóatl, el dios grande y bueno, se fue a viajar una vez por el mundo con
figura de hombre. Como había caminado todo un día, a la caída de la tarde se
sintió fatigado y con hambre.
Pero todavía siguió caminando, hasta que las estrellas comenzaron a brillar y la
luna se asomó a la ventana de los cielos.
Entonces se sentó a la orilla del camino, para descansar, cuando vio a un conejito
que había salido a cenar.
-¿Qué estás comiendo?, – le preguntó.
-Estoy comiendo zacate. ¿Quieres un poco?
-Gracias, pero yo no como zacate.
-¿Qué vas a hacer entonces?
-Morirme tal vez de hambre y de sed.
El conejito se acercó a Quetzalcóatl y le dijo:
-Mira, yo no soy más que un conejito, pero si tienes hambre, cómeme, estoy aquí.
Entonces el dios acarició al conejito y le dijo:
– Me emocionan tus palabras – le dijo acariciándole la cabeza con suavidad – A
partir de hoy, siempre serás recordado. Te lo mereces por ser tan bueno.
Y lo levantó alto, muy alto, hasta la luna, donde quedó estampada la figura del
conejo.
Después, el dios lo bajó a la tierra y le dijo:
-Ahí tienes tu retrato en luz, para todos los hombres y para todos los tiempos.
Tú no serás más que un conejito, pero todo el mundo, para siempre, se ha de
acordar de ti.

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El colibrí como mensajero
https://www.guiainfantil.com/articulos/ocio/leyendas/el-colibri-leyenda-maya-para-
ninos/
Los mayas más sabios cuentan que los Dioses crearon todas las cosas en la
Tierra y al hacerlo, a cada animal, a cada árbol y a cada piedra le encargaron un
trabajo. Pero cuando ya habían terminado, notaron que no había nadie encargado
de llevar sus deseos y pensamientos de un lugar a otro.
Como ya no tenían barro ni maíz para hacer otro animal, tomaron una piedra de
jade y con ella tallaron una flecha muy pequeña. Cuando estuvo lista, soplaron
sobre ella y la pequeña flecha salió volando. Ya no era más una simple flecha,
ahora tenía vida, los dioses habían creado al x ts’unu’um , es decir, el colibrí.
Sus plumas eran tan frágiles y tan ligeras, que el colibrí podía acercarse a las
flores más delicadas sin mover un solo pétalo, sus plumas brillaban bajo el sol
como gotas de lluvia y reflejaban todos los colores.
Entonces los hombres trataron de atrapar a esa hermosa ave para adornarse con
sus plumas. Los Dioses al verlo, se enojaron y dijeron: 'si alguien osa atrapar
algún colibrí, será castigado'. Por eso es que nadie ha visto alguna vez a un colibrí
en una jaula, ni tampoco en la mano de un hombre.
Los Dioses también le destinaron un trabajo: el colibrí tendría que llevar de aquí
para allá los pensamientos de los hombres. De esta forma, dice la leyenda, que si
ves un colibrí es que alguien te manda buenos deseos y amor.

La leyenda del venado azul


https://www.mexicodesconocido.com.mx/leyenda-huichola-del-venado-azul.html

Una antigua tradición oral transmitida por los ancianos wixárikas cuenta que, hace
mucho tiempo, terribles enfermedades, sequías y hambres azotaron la tierra.
Entonces, los venerables abuelos decidieron enviar a cuatro jóvenes de cacería;
su tarea era llevar algún alimento para compartir con la comunidad. Los jóvenes
representaban los cuatro elementos: tierra, aire, agua y fuego.
Al despuntar el alba, los jóvenes partieron ataviados con sus arcos y flechas. Los
días comenzaron a pasar y los jóvenes no encontraban sustento alguno, hasta
que una tarde un venado robusto y bello saltó desde las flores. Para entonces, los
jóvenes ya se encontraban agotados, pero el amor por su comunidad los hizo
emprender la cacería.
Tras una larga persecución, el venado sintió misericordia por los jóvenes y les
permitió descansar. Al día siguiente, el venado se apareció de nuevo ante los
jóvenes y éstos reanudaron la caza. Sin saberlo, el venado guiaba a los jóvenes al
Wirikuta (desierto sagrado para los wixárikas en San Luis Potosí).
Cuando los jóvenes y el venado se encontraron cerca del cerro de las narices, el
venado se arrojó hacia el lugar donde habita el espíritu de la tierra. Los jóvenes
corrieron hacia donde el venado se había dirigido, pero no encontraron rastro de
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él. Poco después, uno de los jóvenes disparó una flecha a lo que le pareció era su
presa, pero al acercarse encontraron un venado formado por peyotes que brillaban
como esmeraldas bajo el sol.
Los jóvenes se asombraron de la experiencia, confundidos cortaron los peyotes y
se dirigieron a la montaña Wixárika. Una vez de vuelta a su lugar de origen,
relataron la historia a los venerables abuelos y les entregaron las plantas. Los
ancianos repartieron los cactus a la población para que saciara su hambre física y
su sed espiritual.
Desde entonces, los wixárikas adoran el hikuri, que bajo la forma del peyote es su
maíz y como venado es el guía que los lleva al Gran Espíritu.

La increíble leyenda maya de los duendes Aluxes, guardianes de la Naturaleza


Hace muchísimos años, según los mayas, los dioses crearon a todos los seres de
la Naturaleza, y cuando terminaron, pensaron que alguien debía vigilar y cuidar de
ellos, incluidas las plantas. Así que debían pensar en uno seres especiales, con
habilidades sobrehumanas.
Los dioses, después de pensar y pensar, decidieron encargar este trabajo a los
chamanes, los hombres más sabios de la selva. Ellos comenzaron a crear con
barro cada viernes diferentes partes de los futuros guardianes de la Naturaleza,
con paciencia y mucho esmero. En total tardaban siete semanas en crear uno.
Primero crearon los pies, muy parecidos a los de las lagartijas, para que pudieran
correr mucho y rápido por todos los terrenos, y que nadie pudiera escucharlos.
Cocieron con el barro los pies y los dejaron secar.
Las piernas las hicieron con carne de venado. De esta forma, serian los más
rápidos.
En el estómago añadieron maíz, para que nunca pasaran hambre, y en el pecho,
un corazón creado a partir de uno de paloma y otro de jaguar. Así, serían tiernos
como estas aves pero valientes y con coraje como los felinos de la selva.
Llegó el turno de los brazos. Para crearlos, los chamanes usaron carne de mono.
Así se aseguraban de que iban a ser ágiles y tendrán la capacidad de trepar por
los árboles.
El rostro tendría apariencia de ancianos. Los ojos, serían como los de la lechuza.
Así que los aluxes podían ver en la oscuridad.
Y lo que más les costó a los chamanes fue ponerse de acuerdo en qué voz
tendrían. Así, como no se decidían, al final le otorgaron a los aluxes todas las
voces de la selva juntas.
Contentos por el resultado, los chamanes pedían en cada ceremonia dedicada a
los dioses que otorgaran vida a sus duendes, y éstos salían corriendo al bosque,
en donde se escondían ante los ojos de los humanos para trabajar en secreto,
aunque de vez en cuando les encanta gastar bromas y hacer alguna que otra
travesura.
Así que ya sabes: si andando por la selva escuchas un extraño sonido que imita al
de varios animales juntos, pero no ves a nadie, tal vez sea un Aluxe. No les gusta
mostrarse ante nadie, salvo a los niños, con quienes les encanta jugar.

El flechador del sol, la leyenda mixteca


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https://mas-mexico.com.mx/el-flechador-del-sol-la-leyenda-mixteca/
Cuenta la leyenda que “en la época prehispánica, vivieron en Mixtecatl, dos
árboles, que estaban distantes… Estos con el tiempo, empezaron a amarse. Su
pasión fue tan grande que lograron unir sus ramas, y de esta hermosa y amorosa
unión nació el primer hombre y la primera mujer mixteca.
Ambos pueblos se denominan a sí mismos como «gente de la lluvia o de la nube»
Según la mitología, los mixtecos eran descendientes de los hijos del árbol de
Apoala. Fueron muchos los hijos, tanto que tenían la necesidad de más espacio.
Los hijos de la pareja poblaron la tierra y de ella, la pareja primitiva de los dos
árboles, surgió uno de sus hijos, quien hizo un agujero en un árbol que se
encontraba en las nubes y cohabitó con él, copuló dentro.
Su nombre: Nueve Viento, uno de los nombres de Quetzalcóatl. Dice la leyenda
que el árbol quedó preñado, y alumbró al poco tiempo. Este nacimiento fue muy
bien querido pues tenía una misión para el futuro de su raza.
Con el tiempo sería el hombre que habría de retar al sol, dueño de las tierras que
eran el espacio ideal para su pueblo que había crecido mucho y buscaría tierras
para su pueblo. Al sol se le conocía como señor de la tierra Mixteca. El reto fue a
un duelo a muerte.
El por qué del reto, era debido a que El flechador, no entendía por qué al buscar
una tierra para su pueblo, solo veía tierras y sol, supuso y creyó que el sol era el
dueño de todo, ya que nadie habitaba allí y planificó retarlo. El sol no tardó en dar
respuesta. Este, Nueve Viento, lanzó sus flechas contra el astro rey, mientras que
el sol le combatía con sus rayos.

La batalla fue muy intensa. El flechador del sol, lanzó tantas flechas como pudo.
Lucharon todo el día hasta el atardecer. En el momento más delicado y finalizando
el día, el sol, astro rey, fuerte y dueño del territorio en pugna, cae herido de
muerte.
Dicen que esta es la causa del color tan característico de los atardeceres, es la
muestra de una mezcla de naranja y rojos como de un color encarnado… Color de
muerte, de matices y tonalidades, de carne, sangre y sol… El sol se ocultó detrás
las montañas.
El Flechador del Sol, tuvo miedo de que, el astro reapareciera y de esta manera,
reclamara sus antiguos terrenos. Decidió así traer a la gente, a todos los de su
tribu, y los hizo sentarse en la tierra que había según él, había ganado.
El flechador del sol, invitó a los habitantes de su tribu para que no se dejasen
quitar el terreno ganado, y los estimuló a preparar el terreno, abrir cercos y
sembrar plantas de maíz, todo en esa misma noche sin pérdida de tiempo. De
esta manera, cuando el Sol renació al día siguiente, nada pudo hacer. Había sido
vencido y la tierra ahora tenía otro dueño.
El flechador, venció al Sol y ganó esas tierras para el pueblo mixteco. Para los
mixtecos, el flechador del sol, es la divinidad principal de este pueblo en la época
prehispánica conocido como Dzahui, dios de la lluvia y patrono de la nación
mixteca.
Así los mixtecos se convirtieron en dueños de la región tanto por derecho divino
peleado y ganado por el flechador y como por derecho militar, pues había vencido
al sol quien al amanecer ya no tenía tierras. Este héroe es conocido como el que
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civilizó al pueblo mixteco y les entregó el conocimiento de la agricultura y
civilización.

La leyenda de los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl


https://mas-mexico.com.mx/la-leyenda-de-los-volcanes-popocatepetl-e-
iztaccihuatl/
Cuenta la leyenda que… “Hace ya miles de años, cuando el Imperio Azteca
estaba en su esplendor y dominaba el Valle de México, como práctica común
sometían a los pueblos vecinos, requiriéndoles un tributo obligatorio. Fue entonces
cuando el cacique de los Tlaxcaltecas, acérrimos enemigos de los Aztecas,
cansado de esta terrible opresión, decidió luchar por la libertad de su pueblo.
El cacique tenía una hija, llamada Iztaccíhuatl, era la princesa más bella y depositó
su amor en el joven Popocatépetl, uno de los más apuestos guerreros de su
pueblo. Ambos se profesaban un inmenso amor, por lo que antes de partir a la
guerra, Popocatépetl pidió al cacique la mano de la princesa Iztaccíhuatl. El padre
accedió gustoso y prometió recibirlo con una gran celebración para darle la mano
de su hija si regresaba victorioso de la batalla.
El valiente guerrero aceptó, se preparó para partir y guardó en su corazón la
promesa de que la princesa lo esperaría para consumar su amor. Al poco tiempo,
un rival de amores de Popocatépetl, celoso del amor de ambos se profesaban, le
dijo a la princesa Iztaccíhuatl que su amado había muerto durante el combate.
Abatida por la tristeza y sin saber que todo era mentira, la princesa murió.

Tiempo después, Popocatépetl regresó victorioso a su pueblo, con la esperanza


de ver a su amada. A su llegada, recibió la terrible noticia sobre el fallecimiento de
la princesa Iztaccíhuatl.
Entristecido con la noticia, vagó por las calles durante varios días y noches, hasta
que decidió hacer algo para honrar su amor y que el recuerdo de la princesa
permaneciera en la memoria de los pueblos.
Mandó construir una gran tumba ante el Sol, amontonando 10 cerros para formar
una enorme montaña. Tomó entre sus brazos el cuerpo de su princesa, lo llevó a
la cima y lo recostó inerte sobre la gran montaña. El joven guerrero le dio un beso
póstumo, tomó una antorcha humeante y se arrodilló frente a su amada, para velar
así, su sueño eterno. Desde aquel entonces permanecen juntos, uno frente a otro.
Con el tiempo la nieve cubrió sus cuerpos, convirtiéndose en dos enormes
volcanes que seguirán así hasta el final del mundo.
Además, se dice que cuando el guerrero Popocatépetl se acuerda de su amada,
su corazón que guarda el fuego de la pasión eterna, tiembla y su antorcha echa
humo. Por ello hasta hoy en día, el volcán Popocatépetl continúa arrojando
fumarolas.

Adivinanzas en la lengua indígena Náhuatl


Mo apachtsontsajka mitskixtiliya uan axke tikita?
Traducción: ¿qué es?, ¿qué es? Te quita tu sombrero y no lo ves.
Respuesta: el aire.
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Tlake, tlake, tsikuini uan tsikuini aun amo tikajasi
Traducción: ¿qué es, qué es, que salta y no lo alcanzas?
Respuesta: el conejo.
Nochita kwak kiawi Notlakeenpatla
Traducción: Un viejito muy vivo, cada vez que llueve, cambia de vestido.
Respuesta: el cerro.
Wi’ij tu jalk’esa’al, na’aj tu jáala’al
Traducción: hambrienta la van llevando. Repleta la traen cargando.
Respuesta: una cubeta.
Chak u paach, sak u ts’u’.
Traducción: de piel colorada. Por dentro blanqueada.
Respuesta: el rábano.
Zazan tleino, matlactin tepatlactli quimamamatimani. Aca quittaz tozazaniltzin, tla
ca nenca tozti
Traducción: ¿qué cosa es las diez piedras que uno siempre lleva encima?
Respuesta: las uñas.
See tosaasaanil, see tosaasaanil, see iixtetetsitsinte
Traducción: adivina, adivinador, tuerta de ojos es.
Respuesta: la aguja.
Za zan tleino Tepetozcatl quitoca momamatlaxcalotiuh Papalotl
Traducción: por el valle colorida, revuela dando palmadas como quien echa
tortillas.
Respuesta: la mariposa.
Lipan se tlakomoli, westok waan nokweptok,para oksee lado
Traducción: a la comida invitada, aunque sea de plato y cuchara.
Respuesta: la tortilla.
Zazan tleino, xoxouhqui xicaltzintli, momochitl ontemi. Aca qittaz tozazaniltzin, tla
ca nenca ilhuicatl
Traducción: ¿qué cosa es una jícara azul, sembrada de maíces tostados, que se
llaman momochtli?
Respuesta: El cielo estrellado
Zazan tleino, icuitlaxcol quihuilana, tepetozcatl quitoca. Aca quittaz tozazaniltzin,
tla ca nenca huitzmalot
Traducción: ¿qué cosa es la que va por un valle, y lleva las tripas arrastrando?
Respuesta: la aguja cosiendo.
See tosaasanil, see tosaasaanil See ichpokatsin iitlakeen melaak pistik tomatl
Traducción: a qué no lo has adivinado ¿quién es la muchacha, con el huipil tan
apretado?
Respuesta: el tomate.
Uñijximeajts ajtsaj ximbas salñuwindxey makiejp op saltsankan makiejp ñity.
Traducción: de hoja envuelta y amarrado con palma es mi disfraz. En mi cuerpo de
masa mi corazón de carne encontrarás.
Respuesta: el tamal.
Zazan tleino, cuatzocoltzin mictlan ommati. Aca quittaz tozazaniltzin, tla ca nenca
apilolli, ic atlacuihua
Traducción: cantarillo de palo que conoce la región de los muertos.
Respuesta: el cántaro de agua.
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Ni cayúnini ma´cutiip i ni cazi´ni ma´ cayuuna ´ ni guiqu iiñenila ma´qué zuuyani
Traducción: adivina, adivinando. El que lo fabrica, lo hace cantando. El que lo
compra, lo compra llorando. El que lo usa, ya no lo está divisando.
Respuesta: el ataúd.
Zan zan tleine cimalli itic tentica
Traducción: pequeño pero picudo, lleno de escudos.
Respuesta: el chile.
Za zan tleino Iztactetzintli quetzalli conmantica
Traducción: Adivina, adivinando ¿Qué es como una piedra blanca, que de ella van
brotando plumas de quetzal?
Respuesta: la cebolla
Amalüw xik munxuey xik samal küty akiejp as najchow ximbas wüx satüng amb xa
onds
Traducción: ¡hay que adivinar! Mi cuerpo es de carrizo y en mi barriga llevo un
mecapal. Con tamemes voy y vengo de la mar. Cargada de pescados y elotes
para desayunar, almorzar y hasta cenar.
Respuesta:el castaño.
Ñity ayaküw ximal xiel ayaküw xi lyej sanguoch atyily tyety nüty tyiel ximeajts
axojtüw ñipilan
Traducción: De palma está cubierta mi mente. Mis pies de madera son. En mí
descansa la gente, porque detengo los rayos del sol.
Respuesta: la enramada.
Tu laame, tu laame dé c h e m e n á pa m e dooxqui’me
Traducción: ¡adivina otra vez! ¿quién en su espalda lleva tripas que hasta las ves?
Respuesta:el camarón.
Zazan tleino quetzalcomoctzin quetzalli conmantica
Traducción: adivínala si puedes: canas tienen hasta la punta y algunas plumas
verdes.
Respuesta: la cebolla.
Awijchiw xik tyiel ndyuk sajrrok tyiel yow atajtüw xik tyiel ndxup sawüñ ütyiw ñipilan
Traducción: para que a la gente su alimento pueda dar. En un chiquihuite he de
bailar, después de lanzarme y zambullirme en la mar.
Respuesta: la atarraya.
Zazan tleino aco cuitlaiaoalli mouiuixoa.
Traducción: redonda por lo más alto y barriguda además, me sacudo y voy
gritando para que puedas bailar.
Respuesta: la maraca.
Natyek umbas ñikands umeajts nanbyur ulük nangan mi kej.
Traducción: un festín te darás… Verde por fuera me verás y dientes negros por
dentro encontrarás. De mi corazón rojo dulce sangre comerás, ¿adivinarás?
Respuesta: la sandía.
Xilaani, biétini lu dani, nápani chonna ne ti xiiñini
Traducción: ¿cómo la ves? Bajo del cerro. Y tengo tres pies. Y un hijo que muele
¡Cómo no ves!
Respuesta: el mortero.
Wa na’atun na’ateche’ na’at le ba’ala’: Jump’éel ts’ool wukp’éel u jool
Traducción. adivina, adivinanza: siete agujeros, una sola calabaza.
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Respuesta: la cabeza.
Na´at le baola paalen: Ken xi iken si yaan jun tul joy kep K´eenken tu beelili
Traducción: a que no adivinas niño: Si vas a cortar leña, un cochino muy flojo te
buscará en el camino.
Respuesta:el panal.
Lo:mah we:yak, ika ontlami ompakah o:me yeyekako:ntli
Traducción: En una larga loma allá, donde termina hay dos cuevas de donde sale
aire.
Respuesta: la nariz.
Mimixtlamotsi, mimixtlamotsi, itik se tekorral nitotitok se kichkonetl
Traducción: detrás de una cerca de piedra hay un niño bailando.
Respuesta: la lengua.
kuhtli, tlekowa se: totla:tla:katsi:n ika itambori:tah
Traducción: A un árbol sube un hombrecillo con su tamborcito».
Respuesta: el caracol.

La literatura infantil en la Colonia


La literatura que se tuvo en esta época era la que trajeron los españoles,
primordialmente religiosa y moralista y en los últimos años la literatura criolla era
de tintes políticos y en defensa de la libertad, así que, la literatura tuvo gran
influencia europea en especial por los soldados, exploradores y hombres celebres.
En los siglos XVI y XVII destacaron los escritores:
 Juan Ruiz de Alarcón
 Sor Juana Inés de la Cruz
 Carlos de Sigüènza y Góngora
 Chimalpán
 Ixtlixochitl
 Tezozómoc
 En el siglo XVIII
 Diego José Abad
 Francisco Javier Alegre
 Rafael Landívar
 Agustín Castro
 Francisco Javier Clavijero
 Andrés Cavo
 José Agustín Aldama
 Mariano Veyta

Los primeros libros para niños mexicanos fueron los mismos que para los niños
españoles: cartillas, catones, biblias, historias sagradas, vidas de santos y fábulas.
Sor Juana Inés de la Cruz destaca en la literatura y trasciende fronteras
temporales y de su espacio y podemos encontrar composiciones que gustaron a
los niños por su sencillez y por su agradable sonido.
Es importante mencionar que hasta el siglo XVIII, en Europa, el niño seguía siendo
catalogado como un adulto en miniatura y no había un interés especial para
escribir o editar pensando en él, únicamente se hacía con fines pedagógicos,
morales y religiosos.
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El contacto con esta literatura para los niños mexicanos únicamente se dio por
medio de los textos religiosos, canciones y juegos que forman parte del folklore
infantil español que tenía procedencia griega y latina, que eran transmitidos por la
tradición oral como:

 Canciones de arrullo
 Coplas de nana
 Canticos religiosos y de navidad
 Coplas infantiles
 Muñeiras
 Cuentos de nunca acabar
 Relaciones
 Romances
 Romancillos
 Mentiras
 Cantos aglutinantes y
 Juegos

La literatura infantil de la Independencia y del siglo XIX

En estos tiempos todos se concentraron en producir textos impregnados con


discursos patrióticos, políticos y libertad.
La literatura dedicada a los niños ya podemos encontrar más publicaciones como:
Diario de los niños por Wenceslao Sánchez
José Rosas Moreno- fabula y literatura educativa
Juan de Dios Peza – poesía
Vanegas Arroyo- edición de comedias. La serie Calería Del Teatro infantil, varias
de estas fueron ilustradas por Posada
Heriberto Frías- colección histórica Biblioteca del Niño Mexicano (1899-1902)
Al igual que en los siglos anteriores aquí también encontramos literatura religiosa,
educativa y es por ello que la fábula adquiere en este tiempo un sentido político
que iba en contra de la dominación española y a favor de la independencia.
La fábula, heredada de la Conquista y la Colonia, es el género que predomina en
la literatura infantil del siglo XIX. Uno de los principales autores nacionales para
niños de este tiempo fue José Joaquín Fernández de Lizardi (1776-1827) autor de:
El Periquillo Sarmiento y La Quijotita y su prima. Veamos como ejemplo de su
escritura:
El perro grande y el chico
Una amistad, una confianza estrecha
es lícita entre iguales, y con tiento;
mas nunca con los grandes aprovecha:
con ellos pierde el chico. Va de cuento.
Un perro grande jugaba
con un chico cierto día,
y éste al perrazo mordía
seguro de que chanceaba.
Lo desigual olvidaba,
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y en una de estas mordió
recio al mastín; le dolió
a éste acción tan atrevida,
y le dio una sacudida
que la vida le costó.

Otros autores que también contribuyeron a la fábula:


Mariano Barazábal (1772-1807). El neblí y el guajolote.
José Ignacio Basurto (fines del s. XVIII y principios del s. XIX). Fábulas morales
para la provechosa recreación de los niños que cursan las escuelas de primeras
letras (1803).
Juan María Lacunza (fines del s. XVIII y principios del s. XIX). El piojo y las
hormigas.
Francisco Ortega (1793-1849). El labrador y sus hijos.
En la poesía tenemos a Juan de Dios Peza, considerado el poeta para niños del
siglo XIX, autor de los poemas de sus Cantos del hogar (1884) algunos como:
Fusiles y muñecas y Éste era un rey.
Fusiles y muñecas (Juan de Dios Peza, Cantos del hogar)
Juan y Margot, dos ángeles hermanos
que embellecen mi hogar con sus cariños,
se entretienen con juegos tan humanos
que parecen personas desde niños.
Mientras Juan, de tres años, es soldado
y monta en una caña endeble y hueca,
besa Margot con labios de granado
los labios de cartón de su muñeca:
Lucen los dos sus inocentes galas,
y alegres sueñan en tan dulces lazos:
él, que cruza serenos entre las balas;
ella, que arrulla un niño entre sus brazos.
Puesto al hombro el fusil de hoja de lata,
el kepis de papel sobre la frente,
alienta al niño en su inocencia grata
el orgullo viril de ser valiente.
Quizá piensa, en sus juegos infantiles,
que en este mundo que su afán recrea,
son como el suyo todos los fusiles
con que la torpe humanidad pelea.

Literatura infantil del último siglo del milenio, antes de la Primera Feria del Libro
Infantil y Juvenil en 1891
En las primeras décadas del siglo XX sigue siendo escasa la producción de
literatura infantil en nuestro país, hay pocos autores que se dedican a escribir para
los niños, pocas o escasas editoriales especializadas. Se realizan adaptaciones de
literatura “para adultos” o de los clásicos de la literatura tanto mexicana,
hispanoamericana y universal, pero esto no es nuevo, no hay acercamientos a las
realidades o consideración de las características de los niños.
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Lo que se destaca en estos inicios del siglo es la labor de la editorial de la
Secretaría de Educación Pública, esto se debe en parte a José Vasconcelos que
impulsó las publicaciones especialmente a las de literatura infantil, los relatos de
Pascuala Corona; la obra de Blanca Lydia Trejo y María Enriqueta; la literatura
revolucionaria y los libros colectivos, antologías y selecciones como Lecturas
clásicas para niños, entre otros.
Lo que se pudo conquistar anteriormente brinda en ese momento la posibilidad
social para la aparición de un grupo que se dedica a la literatura. A fines del siglo
XIX y principios del XX surge un grupo de escritores mexicanos y latinoamericanos
que encabezan el movimiento literario como el modernismo, uno de ellos, el poeta
nicaragüense Rubén Darío, al frente de este grupo, el colombiano José Asunción
Silva, los mexicanos Amado Nervo, Luis G. Urbina, José Juan Tablada, Manuel
Gutiérrez Nájera, Enrique González Martínez y María Enriqueta Camarillo De
Pereyra por mencionar algunos.
También encontramos una ambigüedad en esto que comienza a surgir como
autores dedicados a la literatura infantil y es que, por una parte, se quiere que los
niños accedan a la literatura y por ello buscar quiénes realicen esta tarea, por otro
lado, en la práctica prevalece una actitud despectiva hacia esta tarea o
simplemente se encaminan a la escritura y publicaciones didácticas.
Es hasta finales de la década de los setenta que se comienzan a celebrar las
ferias del libro infantil y juvenil, es ahí que se puede percibir la escasez de autores
y publicaciones infantiles y el papel protagónico de esto lo tiene la SEP y es en
este tiempo en el que destaca José Vasconcelos, no tanto como autor, sino como
un impulsor de la promoción de la lectura y publicaciones infantiles.
Si nos situamos en el tiempo que devenía después de tantos acontecimientos
violentos como lo fue en la revolución, se puede visualizar este reordenamiento
social que estaba atravesando nuestro país y cuando José Vasconcelos es
secretario de Educación Pública apuesta por la cultura, el arte y la educación para
todos como una puerta de oportunidad y para que todos tuvieran acceso a ello se
dedica a abrir escuelas de distinta índole, tuvo en cuenta la preparación del
maestro entre otras más. Lo que nos concierne en este tema de literatura y en el
que está involucrado él es en la apertura de bibliotecas fijas y ambulantes y el plan
editorial muy ambicioso que pudiera poner al alcance de los más posibles material
de diversas áreas.
En esas primeras décadas del siglo XX aparecen dos títulos que son dedicados a
los niños mexicanos: Lecturas clásicas para niños y Lecturas para mujeres, ambas
publicadas por la SEP en 1924.
Lecturas clásicas es una antología universal de cuentos, leyendas, biografías y
episodios históricos, adaptados por escritores mexicanos y latinoamericanos. El
primer tomo es un acercamiento a la literatura clásica de oriente y es en el
segundo tomo en el que aparecen escritores mexicanos, así que en esta ocasión
nos vamos a enfocar en éste. Este tomo está dividido en secciones: España,
Francia, Alemania Italia, Inglaterra y América. Los textos que aquí aparecen
escritos por mexicanos son:
El címbalo de oro de Antonio Mediz Bolio
Nezahualcóyotl de Salvador Novo
La primera travesía del Atlántico y La empresa de Magallanes de Carlos Pereyra
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Vida de Cuauhtémoc y Sitio de México de Luis González Obregón
Antigua Tenochtitlán de Alfonso Reyes
Las mulas de su excelencia de Vicente Riva Palacio
Simón Bolívar de Carlos Pellicer
Hidalgo de Manuel Gutiérrez Nájera
Morelos de Genaro García.
Es con Gabriela Mistral que encontramos la parte amena y calidad de escritura,
pero aún vemos una intención educativa y moralizante que dominaba el siglo XX.
Mistral incluye autores extranjeros, pero también una variedad de lecturas y
autores mexicanos como:
Antonio Mediz Bolio con La ceiba, La tortuga, El girasol y El venado y el faisán.
Amado Nervo con Dar, Irás por el camino, Tu cuerpo, Se fueron antes, Muerta y
Alégrate.
Luis G Urbina con Así fue
Jaime Torres Bodet con Canción del día feliz
Entre muchos más.
Otro personaje importante es Antonio Vanegas Arroyo quien editó varios
materiales destinados a los niños y que trabajó con diversos escritores e incluso él
mismo como un escritor más. Así mismo, también editó teatro dirigido a los niños
como la colección del Teatro Infantil que incluye pastorelas, monólogos, zarzuelas
y pequeños dramas.
Podemos encontrar también, como parte de la literatura infantil, obras que fueron
escritas por educadores con la intención de enseñar a los niños a través de la
literatura, así que encontramos textos sobre fenómenos de la naturaleza, sobre lo
bueno y lo malo y el proceso de crecimiento, además de temas relativos a los
animales, las estaciones, la amistad, la solidaridad y la persistencia.
A principios de los años cuarenta la SEP publica una colección de textos dirigidos
a la niñez mexicana, a los maestros, al teatro y radio: la Biblioteca de Chapulín.
En esta primera parte del siglo XX predominaron los libros en colectivo, una serie
de escritos de distintos autores que se compilaban y así se publicaron, aquí
tenemos a algunos autores y sus publicaciones antes del fin de los años setenta:
Josefina Zendejas –El muñeco de nieve, El caracol que habló, Gusanito, La fingida
laguna.
Ezequiel A. Chávez – Senderos de antaño, derroteros de hogaño (1947).
Arnulfo Rodríguez – Cosas de niños (1926).
Gabriel Lucio- Cuentos infantiles (1933).
Blanca Lydia Trejo – La marimba (1936), El ratón Panchito Roelibros (1936),
Lecturas de juventud (1941), Lo que sucedió al nopal (1941), Maravillas de un
colmenar (1954), Copo de algodón (1955), El quetzal (1955), La pícara sabelotodo
(1956) y Leyendas mexicanas para niños (1959).
María Dolores A. Ibáñez- Cenicitas (1939).
Ermilo Abreu Gómez – Canek, Cuentos de Juan Pirulero (1939), Tres nuevos
cuentos de Juan Pirulero (1944), Cuentos para contar al fuego (1959) y Juárez, su
vida contada a los niños (1969).
Agustín Yáñez – Flor de juegos antiguos (1941).
Magda Donato – La estrella fantástica (1944) y Pinocho en la Isla de Calandrajo
(1945).
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Pascuala Corona, seudónimo de Teresa Castelló Yturbide – Cuentos mexicanos
(1945) y Cuentos de rancho (1951).
Juan R. Campuzano- Jesusón (1945), Cuentos para niños y para hombres (1964)
y Cuentos para Mariana (1964).
Antoniorrobles – Rompetacones y 100 cuentos más medidos por Antoniorrobles
(1945), Historias de Azulita y Rompetacones (1968), Cuentos para la escuela
primaria (1968), Las mil y una noches, versión de Antoniorrobles (1975), Ocho
estrellas y ocho cenzontles (1979).
Pablo González Casanova – Cuentos indígenas (1946).
Santos Caballero – Las aventuras de Pipiolo en el bosque (1954)
María Enriqueta – Rosas de la infancia (1955).
María del Carmen Ortega – Cuentos (1955).
Elisa Noto – El hotel de los gatos (1976), Las zapatillas de cristal (1979).
Francisco Gabilondo Soler, Cri-Cri, autor de cuentos y canciones.
Juan de la Cabada – Incidentes melódicos del mundo irracional (1944).
Jorge Ibargüengoitia – Paletón y elefante musical y otros relatos (1989).
Mari Zacarías – Cuentos para dormir bien (1979) Jugando con Tili (1982).

La hormiguita que se quebró su patita (Miguel N. Lira)


Érase una hormiguita que salió a pasear por el campo. Como era invierno y hacía
mucho frío, se puso su abrigo, su bufanda, sus medias de lana y un gorrito que la
resguardara del viento.
El campo estaba cubierto de nieve. No obstante, la hormiguita iba muy contenta.
Sin fijarse por dónde caminaba, ¡zaz! Tropezó y se quebró una patita. La patita
cayó entre la nieve, y la hormiguita, por más esfuerzos que hizo, no pudo romper
el hielo que poco a poco fue cubriendo su patita, y se quedó sin ella. Entonces se
puso a llorar, y oyó una vocecita que le decía:
–Ve a ver al Sol para que te ayude.
La hormiguita se secó las lágrimas y cojita, cojita, fue caminando hasta donde
vivía el señor Sol. A medica que se acercaba, iba sintiendo más y más calor, tanto
que tuvo que quitarse el abrigo, la bufanda y el gorrito.
Cuando llegó frente al Sol, le dijo:
–Sol que derrites el hielo, el hielo quebró mi patita.
–Yo no te puedo ayudar, ve a ver a la Nube que me tapa.
Entonces, la hormiguita se fue a ver a la Nube, y le dijo:
–Nube que tapas el Sol, Sol que derrites el hielo, el hielo quebró mi patita.
–Yo no te puedo ayudar, ve a ver al Viento que me deshace.
–Viento que deshaces la Nube, Nube que tapas al Sol, Sol que derrites al hielo, el
hielo quebró mi patita.
–Yo no te puedo ayudar, ve a ver a la Montaña que me detiene.
Ya la pobre hormiguita no podía caminar, pero haciendo un esfuerzo, llegó hasta
donde estaba la –montaña, y le dijo:
–Montaña que detienes al Vientos, Viento que deshaces la nube, Nube que tapas
al Sol, Sol que derrites al hielo, el hielo quebró mi patita.
Entonces la Montaña dejó un hueco por donde podía pasar el Viento. El Viento,
que lo vio, pasó soplando muy fuerte y la Nube que estaba tapando al Sol se
deshizo. El Sol disolvió el pedazo de hielo en donde estaba la pata de la
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hormiguita, lo convirtió en un charco de agua y la hormiguita sacó su patita, se la
pegó con un poco de lodo y se puso a bailar de gusto.

Narrativa Infantil Contemporánea

En la narrativa infantil contemporánea, se hace evidente la búsqueda de autores


mexicanos especializados al público infantil, numerosos certámenes para literatura
se ha puesto de manifiesto en México desde la décadas de los setentas, para
comercializar libros como una línea de productos de consumo para las
respectivas ferias del libro Infantil y juvenil.

Si bien es cierto han surgido buenos autores mexicanos en temas infantiles, no


todos lo abordan desde una perspectiva constructiva para la personalidad de los
niños más pequeños. Algunos de sus títulos pretenden atraparlos, pero al leerlos,
la fantasía hace una gala desplegada y perturbadora en donde se corre el riesgo
que los niños muy pequeños no tengan claridad entre la realidad y la fantasía.
Otros pretenden infantilizar de más los conceptos comunes o deforman las
características de los entornos, y los ilustradores a fin de que el producto resulte
visualmente atractivo, dotan de atributos humanos a los personajes inanimados
que participan en las historias, muy, muy lejos del encuadre literario de la fábula o
el mito.

Sin duda alguna la necesidad de contar y escuchar lo sucedido ha sido siempre


atractiva y tan antigua como la humanidad misma, al principio fue la transmisión
oral que después logró trascender a través de la palabra escrita en la literatura, y
aunque hablar de literatura resulta ser un tanto subjetivo ya que implica la visión
de escritor y sus vivencias, la visión del lector y sus vivencias, la visión social, la
época, y hasta las corrientes adoptadas como convenientes, todos estamos
claros que el contar o escuchar historias es algo que atrapa a grandes y chicos, y
justo sobre la literatura de los chicos es que van estas líneas. El hablar de
literatura infantil también resulta un poco ambiguo ya que ambos términos nos
resultan abstractos, pero concluyamos definiendo a la literatura infantil al conjunto
de textos destinados a la lectura de los niños y en este contexto resulta ser muy
amplio pues está formado por coplas, canciones, cuentos, leyendas, fabulas,
rimas, poemas y composiciones que en algún punto del camino comenzaron
como tradiciones orales y que más tarde alguien escribió, adaptó o reescribió lo
ya contado..

La enorme y creciente desventaja en la que se encuentra México en cuanto a la


lectura, dio cabida a que en los Planes y Programas de Estudio Nacional de 1959
los niños y niñas mexicanos contaran al menos con un libro de lectura por cada
año escolar de la primaria, y así ha sido desde entonces. Estos libros resultan ser
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un compendio de textos que si bien algunos no fueron escritos específicamente
para niños, si rescatan la mayoría de las veces un contenido amable e imaginativo
para acercar a los niños a la lectura, desempolvando del pasado algunos textos de
la narrativa clásica y popular casi olvidada. El pionero en estos compendios fue el
maestro José Vasconcelos quien en 1924 publicó “Lecturas Clásicas para Niños”
que entre sus más grandes aciertos fue el de no menospreciar la mente del niño y
formular la tesis de que todos los niños son genios, así que realizó esta antología
universal de cuentos, leyendas, biografías, y episodios históricos adaptados por
escritores mexicanos y latinoamericanos
La mayoría de los que somos madres o padres de familia, leímos algún cuento a
nuestros hijos antes de dormir, y la mayoría de los que fuimos niños recibimos la
lectura de un cuento de labios de un ser querido. Así que el cuento nos sabe a
familia, a apapacho y a cariño.

Muchos autores e investigadores de las letras contemporáneos, no logran ponerse


de acuerdo sobre la real existencia de la literatura infantil, así como no podríamos
hablar de pintura infantil o escultura infantil como corrientes de las Bellas Artes,
muchos de ellos dudan en si verdaderamente antes del siglo XIX los autores
verdaderamente pensaron en los niños al escribir sus obras o solamente fueron
advenidas y combinadas bajo la óptica de la pedagogía conveniente de la época
que atravesaban, para sembrar semillas de idiosincrasia, temores, moralinas,
comportamientos adecuados y advertencias en los niños. Sin embargo algo es
cierto, al estar en contacto con la literatura, los niños se familiarizan con la lengua
y en esa relación aprende a usarla, utilizan su mente imaginativa, van
construyendo un orden lógico de hechos que pueden utilizar posteriormente para
escribir sus propias historias.

En las últimas décadas el consumo de libros infantiles también se ha vuelto un


atractivo mercado y una moda para los sectores infantiles más privilegiados de la
sociedad, ya que la mayoría de los niños solo tienen acceso a los textos del libro
de lectura que les brinda la SEP. Si bien libro atractivo para los niños fluctúa
entre los $300.00 Y $500.00 y tomando en cuenta que el salario mínimo vigente
para 2020 es de $123.22 , podemos imaginar también la barrera cultural de
nuestra población infantil.

Muchos y muy talentosos autores escriben desde la fama o desde lo anónimo,


historias para los niños, pero finalmente ¿Quién decide o no lo que puede gustarle
a los niños? ¿no será una imposición más del mundo adulto sobre los pequeños?
Por ello otro apenas perceptible atisbo ha sido el que los niños escriban historias
para otros niños, donde en un lenguaje y pensamiento común pueden compartir
sus vivencias y la expansión de su imaginación a otros niños, que imaginan igual
que ellos. Ya desde los años sesenta existió en México cierta promoción
intermitente para que los niños escribieran para los niños en algunos certámenes
con las publicación de sus obras, pero es un proyecto que aún no termina de
cuajar.

En nuestras escuelas Montessori también es común que los niños escriban sus
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historias y las compartan en “matinees literarias” en “lunadas” y que publiquen sus
obras en un tiraje modesto para la comunidad escolar, también los niños grandes
van a los ambientes de Comunidad Infantil y Casa de los niños a leerles a los
pequeños haciendo una afectiva comunidad lectora.

Otro acierto en la literatura infantil es que los autores se “infantilicen” y escriban


no desde las letras, sino desde su espíritu de niño, o que incluyan protagonistas
infantiles para que los pequeños lectores se identifiquen desde la primera página
y sigan el hilo de la historia con entusiasmo. Porque otra cosa que es cierta, es
que la lectura debe ser gozosa y no obligada o impuesta, lo mismo que la
expresión escrita, lo mismo que todas las cosas de la vida que empezaron bonito
en la escuela o en la casa.

Por medio de historias es que María Montessori atrapaba a los niños a escuchar
las fábulas de la Ciencia, la Geografía, la Geometría y todas las áreas de forma
amena, como una cuenta cuentos de la verdad siendo un vínculo entre las
Ciencias, la literatura y los niños.
Es también mediante los cuentos que los niños pueden sentir empatía,
agradecimiento admiración y compasión.

Referencias bibliográficas

Rey, Mario. Historia y Muestra de la literatura infantil mexicana. Ediciones SM.


México: 2000.

https://rosyarango.com/2017/11/19/la-educacion-durante-el-porfiriato/

https://masdemx.com/2016/03/la-educacion-en-mexico-prehispanico/

https://masdemx.com/2017/07/historias-y-mitos-de-animales-en-nahuatl-y-espanol-
libro-bilingue-en-linea/

https://wsimag.com/es/economia-y-politica/29607-historia-de-los-ninos-
trabajadores

https://www.gob.mx/cultura/articulos/lenguas-indigenas?idiom=es

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