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Comentario al artículo:

“THE DEATH OF NEOCLASSICAL


ECONOMICS”
por David Colander

Abstract:

En este artículo David Colander expone las razones por las cuales, en su opinión, no
debería utilizarse más el término de economía neoclásica para referirse a la economía
actual .Colander trata de argumentar porque no debe considerarse la economía moderna
como parte de la economía neoclásica, es decir, porque ambas economías son
diferentes. Afirma que muchas ideas de la economía neoclásica están todavía en la
economía moderna pero que no es lo mismo. Para ver que son diferentes enumera las
características principales de la economía neoclásica que se encuentran en la mayoría de
los textos de historia del pensamiento y que contrastan con las características de la
economía moderna. La última parte del artículo puede dividirse en cuatro partes:En la
primera, se habla acerca del papel de las ideas económicas neoclásicas en la economía
moderna. A continuación, se mencionan las principales características de la economía
moderna. Posteriormente comentamos los problemas existentes dentro de la economía
moderna aplicada.Para finalizar, se establece una discusión sobre cual sería el nombre
más adecuado para la economía moderna.
INTRODUCCIÓN:

David Colander, como miembro de la Sociedad de Historia de la


Economía, declara que el término “economía neoclásica” ha muerto. Este
autor lo que está declarando muerto es el término y no el contenido, el cual
es muy difícil de determinar. El autor no tiene ningún papel en la
determinación del contenido.

Los historiadores del pensamiento, especialmente aquellos que escriben


manuales y enseñan, tienen una determinada influencia sobre la
terminología, siendo una de las tareas más importantes proveer a los
estudiantes y aquellos que no son especialistas con una visión global de lo
que el contenido de la economía es. Una de las maneras de hacer esto es a
través de la clasificación., por ello, los historiadores del pensamiento
económico tienen un cierto papel para cambiar la terminología. Aquí es
donde yace la base del decreto de muerte del término economía neoclásica.

SOBRE EL AUTOR:

David Colander nació en Noviembre de 1947. Detenta la cátedra de


Christian A. Jonson del Middlebury Collage, en Vermont, Estados Unidos
desde 1982. Tuvo un inigualable comienzo como estudiante graduado de la
Universidad de Columbia a principios de los 70 con dos brillantes tutores;
William Vickcery y Edmund Phelps.

Posteriormente comenzó a dar clases en la Universidad de Columbia


(donde continua hoy en día). Pretende que sus estudiantes comprendan
mejor los temas económicos y entiendan la realidad que los rodea desde
una perspectiva no conformista. En sus propias palabras “Investigar está
bien, pero enseñar no tiene precio”.

Durante un tiempo, sus investigaciones se basaron en el trabajo de


Keynes, sin embargo, con el tiempo su punto de vista cambio y ahora no le
interesa el Keynesianismo, afirma que ni siquiera está seguro de que
Keynes supiera realmente lo que estaba diciendo.

Ha sido autor, co-autor y editor de alrededor de 35 libros y mas de 100


artículos de una amplia gama de temas.


 
Sus libros han sido o están siendo traducidos a una gran diversidad de
idiomas incluidos el chino, búlgaro, polaco, italiano y español.

Ha sido presidente de la “Asociación Económica del Este” y de la


“Sociedad de Historia del Pensamiento Económico”.

También ha estado en la dirección de numerosas revistas incluidas


“Journal of Economic Pespectives” y “Journal of Economic Education”

I. CARACTERÍSTICAS QUE DEBE CUMPLIR UNA


CLASIFICACIÓN Y POR QUÉ EL TÉRMINO NEOCLASICO NO
LAS CUMPLE:

Los historiadores del pensamiento no se han planteado las


características que tiene que cumplir una buena clasificación. ¿Deben
centrarse en dimensiones temporales? ¿Debe la clasificación unir
similitudes o enfatizar las diferencias? ¿Cuál es la terminología ideal?
David Colander no tiene las respuestas a estas preguntas pero da una serie
de observaciones y sugerencias:

La primera observación es que las clasificaciones se usan para comparar


un grupo de ideas con otro y por tanto nos podemos encontrar un cierto
grado de libertad para realizar las clasificaciones. Esto significaría que la
escuela de referencia podría ser llamada de cualquier forma. Es decir, la
longevidad del término clásico no se debe a que sea un buen término sino
porque ha sido usado como base para otras muchas clasificaciones. Las
clasificaciones neoclásicas solo tienen sentido con relación a lo clásico
pero por si solo clásico podría haber sido cualquier otra cosa. Si los
economistas hubieran escogido cualquier otro término diferente de
referencia ahora podríamos estar hablando de “nuevos Ricardianos” o “new
Marketeers”.

Una segunda observación sería que la mayoría de las clasificaciones


económicas se han producido sin querer. Un término se usa y se repite por
una par de personas y de repente está “en uso”. Estas clasificaciones suelen
referirse a lo que inmediatamente han precedido y esta es la razón de que
nos encontremos con un montón de new, neo, new neo, y post (con o sin
guiones) modificando escuelas.


 
Las sugerencias de este autor se basan en cinco criterios que toda
clasificación debería cumplir:

1. Una clasificación debería ayudar a organizar el pensamiento sobre


los temas a los que se refiere y debería hacerlo de tal manera que aquellas
personas que no son especialistas puedan entenderlo.

2. Una clasificación debería parecer natural e intuitiva a la mayoría de


los profesionales y ser aceptada por aquellos a los que estamos
clasificando. Cuando hablamos de una escuela existente los individuos que
están siendo clasificados son los que tienen que objetar si la clasificación
captura lo que es su pensamiento. Si objetan algo lo más probable es que la
clasificación no dure mucho tiempo. Pero cuando clasificamos escuelas
históricas lo más probable es que sus profesionales ya hayan muerto y no
puedan objetar.

3. Una clasificación debería funcionar bien a lo largo del tiempo. Una


buena clasificación permanece apropiada a lo largo del tiempo. Esto es un
mal presagio para las clasificaciones con prefijo new o neo. Si lo miramos
a c/p definir algo como “new lo que sea” tiene sentido pero cuando el
tiempo pasa, este “lo que sea” se va olvidando y el término es menos claro.
Todo lo que es nuevo en un determinado periodo del tiempo se acaba
volviendo viejo, pero cuando esto sucede el término ha sido tan usado que
ya es parte del lenguaje y es difícil remplazarlo.

4. Una clasificación debería usarse para describir un contenido y no


para albergar un contenido ideológico. Queremos un criterio general que
sea lo más neutral posible. Los “Dummies” no es una buena clasificación.

5. Una clasificación debería tener una definición consistente. El valor


de un término está en la imagen, en las ideas que el término construye en la
mente de la gente. Una buena clasificación tiene una definición estándar de
tal manera que cuando la gente lo escucha sabe lo que significa. No debe
significar cosas diferentes para diferente gente.

Para David Colander no es sólo que el término neoclásico no cumpla


todos los criterios anteriores sino que su uso para describir la economía que
se practica hoy dificulta el entendimiento a los estudiantes de lo que
realmente la economía contemporánea es.


 
El principal problema del término es su uso por economistas
heterodoxos, personas que no son especialistas o por historiadores del
pensamiento, como clasificador para el enfoque que la mayoría de los
economistas toman hoy.

Evolución del término neoclásico:

La historia de la evolución del término clásico es una historia de


metamorfosis. La raíz del término clásico fue creada por Marx (1847)
como una descripción de la economía formal de David Ricardo. Varios
escritores usaron el término y se convirtió en un clasificador general de la
economía entre el periodo de 1776 y 1870, por tanto otra cuestión si un
único término puede abarcar a pensamientos tan distintos como Smith o
Ricardo. Tal vez deberíamos tener una escuela separada Smithiana centrada
en el crecimiento y otra escuela separada Ricardiana centrada en la
distribución de la renta.

En 1870 hubo un cambio cualitativo en la manera de hacer economía.


En este periodo el marginalismo y el utilitarismo aumentaron su
importancia y los modelos deductivos se pusieron de moda. Para capturar
estos cambios se necesitó una nueva clasificación para hablar de los costes
laborales, costes y teorías del valor. Ese término fue Neoclásicos.

El término Neoclásico fue inicialmente creado por Thorstein Veblen


(1900) in “Preconceptions of Economic Science” y fue utilizado para
describir negativamente la economía de Alfred Marshall. Así desde el
comienzo el término fue usado por un “outsider” para caracterizar el
pensamiento de otro grupo. La terminología de Veblen se puso de moda y
se generalizó pudiendo encontrar esta terminología en muchos otros
escritos de otros economistas.

Hicks (1932,1934) y Stigler (1941) extendieron el término de economía


neoclásica para abarcar a todos los escritores marginalistas incluidos
Menger, Jevons y Clark. En lugar de describir la economía de Marshall se
asoció con el uso del cálculo, la teoría de la productividad marginal y se
centró en los precios relativos. Como ha sido resaltado por varios autores la
terminología neoclásica tiene sentido para Marshall quien enfatizó el
acercamiento con la economía clásica pero no tiene mucho sentido para
otros, tales como Jevons. Algunos sugieren que anti-clásicos hubiese sido
preferible.

 
J.M. Keynes (1936) descuidó el uso existente y creo el suyo propio.
Agrupó clásicos y neoclásicos juntos, llamándolos a todos clásicos,
sugiriendo que todas las discusiones pre-keynesianas eran de menor
importancia. Por tanto Keynes añadió otra dimensión a la terminología
clásica contrastándola con la keynesiana.

Paul Samuelson construyó sobre la terminología de Keynes y le dio la


vuelta para el desarrollo de la síntesis neoclásica. En la síntesis neoclásica
la disputa keynesiana con la economía neoclásica se resolvió. Este uso del
término neoclásico como una alternativa a los modelos keynesianos trajo
otra confusión porque añadió otro punto de referencia con elementos
diferentes del pensamiento más que comparaciones.

II. USO ACTUAL DEL TÉRMINO:

Los que más usan el término neoclásico son los economistas


heterodoxos, Colander señala de forma irónica que se puede reconocer a un
economista heterodoxo por el número de veces que utiliza el término
clásico o neoclásico

La mayor parte de libros incluyen a Jevons, Marshall, Walras, Menger,


y escritores similares como economistas neoclásicos, así consideran que el
período neoclásico abarca desde 1870 hasta 1930, muchos textos de
historia del pensamiento económico, incluido el de Colander, está dividido
en secciones: preclásico, clásico, neoclásico y moderno.

Esta clasificación presenta los problemas habituales de cualquier


clasificación. El autor se opone al término neoclásico y lo que pretende
con ello no es enseñar como se hacen clasificaciones sino demostrar que la
palabra “neoclásico” no se ajusta a lo que es la economía actual, por tanto
no debe ser usada para clasificar lo que los economistas modernos hacen
hoy en día. Las objeciones del autor al término neoclásico es el hecho de
que se usa para aproximar la economía moderna con la economía
heterodoxa, que es otro uso que los historiadores del pensamiento
económico hacen de la clasificación neoclásica. En el lenguaje popular el
término neoclásico es usado de dos modos distintos:

- para describir la economía de 1870 a 1930.


 
- para describir la economía moderna en referencia al pensamiento
heterodoxo actual.
Los dos usos solo tienen sentido si suponemos que la economía
neoclásica es igual tanto al principio como actualmente. No se pueden
tomar ambos caminos. La economía moderna es la parte de economía
neoclásica o no es.

Colander esta de acuerdo en que ciertos aspectos de la economía neoclásica


permanecen como parte de la economía moderna. Pero opina que la
economía moderna es diferente de la economía neoclásica.

La economía moderna implica una visión más amplia del mundo y es


mucho más ecléctica que la terminología neoclásica.

No esta seguro cuando deberíamos afirmar que la economía neoclásica


ha muerto. Lo mas lógico seria decir que se termina en un punto entre 1935
y 2000, no se puede dar una fecha exacta ya que su desaparición fue algo
gradual más que algo repentino.

Las características de la Escuela Neoclásica:

Para hacer una comparación más concreta entre neoclásico y moderno,


enumera las principales características que encontramos en la mayoría de
los textos de historia del pensamiento económico para describir la
economía neoclásica y que contrastan con las principales características de
economía moderna:

1.-La asignación de los recursos se produce en un momento dado de


tiempo.

2.- La aceptación de alguna variación de utilitarismo juega un papel


central en el entendimiento de la economía.

El sello en la primera etapa del pensamiento neoclásico es el movimiento


de la demanda, la teoría de elección subjetiva y no se consideraba la oferta,
es decir en un primer momento solo se consideraba el utilitarismo y la
demanda pero pronto se pasara a la opinión de que la demanda era solo una
lámina de las tijeras

3.- Compensaciones marginales.


 
La economía neoclásica nació como la extensión del cálculo a la economía,
y su trabajo inicial fue centrado alrededor de las compensaciones
marginales

4.- Se asume la racionalidad previsora.

Para estructurar el problema económico dentro de un marco de


maximización es necesario especificar la racionalidad de forma que sea
compatible con la optimización. Suposiciones de racionalidad específicas
rápidamente se hicieron centrales en el periodo neoclásico

5.- Aceptación del individualismo metodológico.

Alguien debe hacer la maximización, y en economía neoclásica era el


individuo. Uno comienza con la racionalidad individual, y el mercado
traduce la racionalidad individual en la racionalidad social

6.-La economía neoclásica se estructura alrededor del concepto de


equilibrio general.

Esta última característica es más discutible que las demás. Schumpeter hizo
el concepto de equilibrio general, central a su definición de economía
neoclásica; para hacer economía neoclásica es necesario un concepto de
equilibrio general más que un acercamiento aplicado de política a
problemas.

III. ECONOMÍA MODERNA Y SEIS CARACTERÍSTICAS:

Colander para argumentar en contra del empleo del término neoclásicos


para describir la economía moderna afirma que ésta no requiere la adhesión
a estas seis características. Las ideas neoclásicas siguen siendo utilizadas
por los economistas modernos pero no son condición necesaria en la
corriente principal, es más el hecho de que la economía moderna no cumple
estas seis características es lo que permite separarla de la economía
neoclásica.

Considera las seis características citadas antes dando ejemplos de donde


la economía moderna se separa de la economía neoclásica.

1.- Enfoque la asignación de los recursos en un momento dado a


tiempo.

 
El interés en la asignación de los recursos en un momento dado en tiempo
terminó hace mucho. Hoy en día el punto de investigación gira hacia una
asignación en el tiempo.

2.- Aceptación de utilitarismo.

Hoy en día pocos economistas modernos aceptan el utilitarismo, además es


visto como un aspecto pintoresco del pasado. Los críticos de este punto de
vista pueden decir que en muchos principios y libros todavía reina el
militarismo, pero son presentados únicamente con motivos pedagógicos.

3.- Enfoque compensaciones marginales.

En la economía moderna la teoría de juegos ha sustituido casi por completo


el cálculo como el instrumento central

4.- Suposición de racionalidad previsora.

La disminución en la importancia del utilitarismo ha sido acompañada por


una disminución en la suposición de racionalidad previsora.

5.- Individualismo metodológico.

Mientras el individualismo todavía reina, algunos institucionalitas funciona


en un marco en desacuerdo con el individualismo metodológico.

6.- Equilibrio general.

La existencia de un único equilibrio general sigue siendo una idea


predominante. Pero eso es debido a que los modelos de equilibrio general
son utilizados muy poco. En la economía moderna, los economistas
teóricos están muy dispuestos a considerar la posibilidad de equilibrios
múltiples, como puede verse en los trabajos de Michael Woodward (1991).

IV. LAS IDEAS ECONÓMICAS NEOCLÁSICAS EN LA


ACTUALIDAD:

Según Colander, las ideas económicas neoclásicas no son requisitos a


los que un economista actual deba dedicarse para tener bastantes
probabilidades de éxito en su trabajo. Para corroborar esta afirmación


 
podemos considerar a economistas tales como Romer, Baumol, Akerlof,
Krugman o Sen.

Todos ellos son economistas modernos principales y con gran éxito y


respeto que trabajan en las principales universidades, no obstante operan en
muchas partes de su trabajo fuera del llamado “marco neoclásico”.

Además estos economistas no pueden ser considerados como


heterodoxos, ya que entre otros motivos, estos investigadores no se ven a
ellos mismos de este modo y por tanto si los clasificamos como
heterodoxos violaríamos el criterio de que una clasificación debe ser
aceptada por sus integrantes.

Por otro lado, aduce que la economía moderna está abierta a nuevas
ideas y que, a pesar de que no existe un acuerdo unánime sobre su
contenido ni sobre como deberían ser los modelos, es de destacar una
flexibilidad significativa.

V. PRINCIPALES CARACTERÍSTICAS DE LA ECONOMÍA


MODERNA:

Según este autor, lo que caracteriza a la economía moderna es su


método.

La forma fundamental que tienen los economistas actuales de abordar


cualquier problema de la vida económica es la modelización. Esto ya es
señalado por Solow (1997) y Niehans (1990).

De esta forma la definición tan utilizada de la economía como “el


estudio de la asignación de los recursos escasos” no describiría lo que
realmente hacen los economistas, por ello hemos de buscar otras
definiciones como por ejemplo la que propuso Keynes: “La economía es la
ciencia de pensamiento en términos de modelos unida al arte de elegir los
modelos que son relevantes en el mundo contemporáneo”

Por ello Colander concluye que la economía moderna es la economía


del modelo.

Por otro lado, es de destacar que los economistas siempre han usado
modelos, pero la diferencia estriba en como se usan; los economistas

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antiguos utilizaban los modelos teóricos puros mientras que los modernos
se basan en “applied policy models”.

Siguiendo esta argumentación, economistas como Quesnay, Ricardo,


Cournot o Walras simplificaron su pensamiento a través de un modelo
teórico mientras que en la actualidad los modelos han de ser comprobables
empíricamente y probados econométricamente. A continuación el autor
hace un breve recorrido histórico señalando el origen de la macroeconomía
moderna en los años 40 como un conjunto de modelos inconsistentes con la
teoría del equilibrio general. Durante los años 50 y 60 la macroeconomía
según Colander fue “la esencia de la modelización ecléctica y pragmática”.
En los modelos no existían fundamentos microeconómicos.

Entonces llegó la revolución Neoclásica que señalo la necesidad de que


la economía keynesiana necesitaba poseer fundamentos microeconómicos y
ser consistente con la teoría del equilibrio general.

Esta revolución neoclásica finalizó en los años 90 al darse cuenta un


gran número de economistas de que el equilibrio general no podía aplicarse
directamente a la economía.

De esta forma, los modelos neoclásicos y neokeynesianos no eran


considerados intuitivos por lo que la macroeconomía se centro sobre todo
en las teorías del crecimiento.

VI. PROBLEMAS DE LA ECONOMÍA MODERNA APLICADA:

El primer problema que se señala es que debido a la eliminación de la


conexión con la teoría del equilibrio general, no existe un “núcleo teórico
que limite los supuestos de los modelos”. Además para Colander, la
economía moderna aplicada está basada en “la extracción de datos con
algún parecido a las pruebas empíricas científicas añadidas para hacerlos
parecer menos ad-hoc”. El problema está en que con esta técnica uno
pierde habilidad en la formalización de los resultados de las pruebas
estadísticas.

Además, debido a los incentivos existentes entre los economistas a


publicar, la mayor parte de los modelos se eligen en función de las
probabilidades que tendrán de ser publicados, para lo cual se requiere que

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el modelo tenga unos “bonitos” resultados y que tenga una aplicación
empírica estadística, dejando en un segundo plano la racionalidad del
modelo.

Este problema corresponde a la economía neoclásica sino a la economía


actual.

VII. NUEVA NOMENCLATURA PARA LA ECONOMÍA


MODERNA:

En 1994 Xiaokai Yang y Siang Ng propusieron llamarla: “De los


Nuevos Clásicos”. Otra propuesta fue la de Stanley Brue que señalo como
mejor término “Economía Matemática”. Colander no está de acuerdo con
estos nombres ya que violan algunos de los criterios que debe poseer una
buena clasificación. Por ello, propone el término “Economía del Nuevo
Milenio”.

Conclusión:

En el futuro existirá un desarrollo de la teoría del equilibrio general basada


en la evolución de la teoría de juegos acompañada de la economía
experimental. Esto permitirá solucionar el problema del equilibrio múltiple.

La economía experimental jugará un importante papel al ofrecer una vía de


elección entre los múltiples equilibrios que resultan de los modelos de
teoría de juegos. De esta forma la economía experimental constituye una
nueva forma de probar y aplicar modelos económicos por lo que esta
llamada a ser uno de los pilares fundamentales de la economía moderna.

Además el término “neoclásico” debe morir debido a que la economía


moderna es diferente de la neoclásica y es necesario tener un término que
nos permita contar la historia de la economía moderna.

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