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Episiotomía y desgarros obstétricos


recientes
D. Vardon, D. Reinbold, M. Dreyfus

La episiotomía, cuya frecuencia está en retroceso desde 2005 (fecha de aparición de las
recomendaciones para la práctica clínica [RPC]), no debe realizarse de forma «rutinaria».
Algunos factores de riesgo de desgarro perineal grave (primiparidad, extracción instru-
mental, macrosomía, distocia de los hombros, presentación posterior) pueden justificar
una episiotomía, no de forma sistemática, sino basándose en la experiencia clínica. No
hay diferencias entre la reconstrucción de episiotomía clásica y la técnica con sutura
continua, aunque la segunda parece disminuir el dolor en el posparto inmediato. En pre-
sencia de una episiotomía, de un desgarro perineal o vaginal aislado, cervical, o de un
trombo vaginal, la prevención de la pérdida de sangre debe consistir en un tratamiento
rápido. El impacto de las episiotomías y de los desgarros perineales sobre la actividad
sexual posterior es difícil de determinar, debido a los múltiples factores implicados. En
el seno de cada equipo, se debe evaluar con regularidad la tasa de episiotomías y de
desgarros perineales graves para adecuarse a las RPC sobre el tema.
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Palabras clave: Episiotomía; Desgarro obstétrico; Lesión esfinteriana anal; Parto

Plan desde las épocas más antiguas de la obstetricia. La epi-


siotomía es una incisión quirúrgica del periné que desató
■ Introducción 1 un gran entusiasmo en el siglo pasado, hasta el punto de
que para algunos médicos se convirtió en casi sistemática
■ Reseña anatómica 1 para el parto en primíparas. Sin embargo, desde la década
Periné 1 de 1980, esta práctica se ha puesto en duda seriamente.
Piso pélvico 2 El Collège National des Gynécologues et Obstétriciens
Vascularización 3 Français (CNGOF) publicó en 2005 las recomendacio-
Inervación 4 nes para la práctica clínica [1] , intentando sintetizar la
Modificaciones gravídicas del periné 4 abundante literatura sobre este tema. Todavía en la actua-
■ Episiotomía 5 lidad, los desgarros e incisiones del tracto genital bajo son
Reseña histórica 5 motivo de debate, como se refleja por la abundancia de
Epidemiología 5 publicaciones sobre el tema.
Indicaciones 5
Técnica de la episiotomía 6
Reparación 7
Cuidados en el posparto 8  Reseña anatómica
Complicaciones 8
■ Desgarros obstétricos 9 Periné [2]
Epidemiología 9 Topografía general (Fig. 1)
Formas anatomoclínicas 9
Factores de riesgo y prevención 11 Desde el punto de vista obstétrico, el periné engloba el
Complicaciones 12 espacio situado entre la horquilla vulvar y el ano. Desde
Tratamiento inmediato y secundario 13 el punto de vista anatómico, está constituido por el con-
junto de los tejidos blandos situados debajo del diafragma
■ Conclusión 14
pélvico.
Tiene una forma romboidal, con su eje mayor antero-
posterior. Se prolonga hacia delante por la región púbica
y hacia atrás por el pliegue interglúteo. Sus límites óseos
 Introducción son:
• la sínfisis del pubis por delante;
Los desgarros obstétricos y, en especial, el traumatismo • las ramas isquiopúbicas y tuberosidades isquiáticas late-
perineal durante el parto, son un problema que perdura ralmente;

EMC - Cirugía general 1


Volume 15 > n◦ 1 > abril 2015
http://dx.doi.org/10.1016/S1634-7080(14)67435-8
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Figura 2. Músculos esfínteres del ano (corte frontal). 1. Fosa


pararrectal; 2. espacio pararrectal; 3. músculo elevador del ano;
4. músculo puborrectal y capa longitudinal de la muscular del
Figura 1. Periné femenino (posición ginecológica). recto; 5. músculo esfínter externo: porción profunda; 6. músculo
A. Vestíbulo; a. porción uretral; b. porción himenal; 1. Prepucio esfínter externo: porción superficial; 7. músculo esfínter externo:
del clítoris; 2. glande del clítoris; 3. orificio uretral externo; porción subcutánea; 8. recto; 9. conducto anal; 10. músculo
4. labio mayor; 5. orificio vaginal e himen; 6. labio menor; esfínter interno; 11. músculo corrugador del margen del ano.
7. frenillo de los labios y fosa vestibular de la vagina; 8. comisura
posterior de los labios; 9. ano.
Desde el punto de vista funcional, une los perinés
anterior y posterior. Desempeña un papel esencial en la
estática pélvica y puede lesionarse con facilidad durante
• el vértice del cóccix, bajo la fosita coccígea, por detrás. el parto.
La línea bituberositaria isquiática lo divide en dos regio-
nes, cada una situada en un plano diferente y formando
un ángulo diedro abierto hacia arriba: Periné anal
• el periné urogenital a nivel anterior; El periné anal está atravesado por el conducto anal,
• el periné anal a nivel posterior; de 3,5 cm de longitud como promedio. Éste se encuen-
• entre ambas regiones, en la línea media y a nivel sub- tra rodeado en su parte inferior por el músculo esfínter
cutáneo, se encuentra el centro tendinoso del periné. externo del ano (Fig. 2), constituido por fibras musculares
estriadas, que se dividen en tres partes:
Periné urogenital • la parte subcutánea, que circunscribe el ano a lo largo
de alrededor de 15 mm de anchura;
El periné urogenital está atravesado en la mujer por la • la parte superficial que rodea el conducto anal por
uretra y la vagina. encima de la parte subcutánea;
De la superficie a la profundidad, se encuentran, suce- • la parte profunda, gruesa, unida estrechamente con el
sivamente: músculo puborrectal.
• el plano cutáneo; El músculo o ligamento anococcígeo es una estructura
• la fascia superficial del periné, membrana tenue que se musculotendinosa dispuesta entre la parte superficial del
fija al borde inferior de las ramas isquiopúbicas y al cen- músculo esfínter externo del ano y el vértice del cóccix.
tro tendinoso del periné. Se continúa hacia delante con El esfínter interno está constituido por fibras muscula-
la fascia superficial del abdomen y hacia atrás con la res lisas orientadas en sentido inferoanterior y constituye
membrana perineal; un engrosamiento de la capa circular de los músculos lisos
• el espacio superficial del periné, que encuadra el orificio de la pared rectal.
vulvar. Contiene el clítoris, las glándulas vestibulares El plano cutáneo es grueso y está revestido por la fascia
mayores, los músculos isquiocavernosos, bulboespon- superficial, que se encuentra impregnada de grasa que se
josos y transverso superficial. Es la parte más expuesta continúa con el cuerpo adiposo de las fosas isquiorrecta-
a los desgarros obstétricos; les. Estas últimas son espacios situados bajo el diafragma
• la membrana perineal o fascia inferior del diafragma pélvico, frente a las caras laterales del conducto anal y
urogenital. Es una gruesa lámina que fija los cuerpos del recto. Están constituidas por tejido celuloadiposo por
eréctiles y está a su vez fijada lateralmente sobre la donde discurre el paquete vasculonervioso pudendo, que
cara interna de las ramas isquiopúbicas y se adhiere atraviesa el conducto pudendo.
al centro tendinoso del periné. Se fusiona por delante
con la fascia superior del diafragma urogenital, for-
mando un engrosamiento o ligamento transverso del Piso pélvico [3]
periné;
• el espacio profundo del periné, que contiene el dia- Forma una hamaca musculotendinosa (diafragma pél-
fragma urogenital (músculo esfínter de la uretra y vico revestido en su cara profunda por la fascia pélvica
músculo transverso profundo); parietal), que obtura el estrecho inferior de la pelvis y
• la fascia superior del diafragma urogenital, que es una separa la cavidad pélvica del periné.
membrana tenue que se prolonga hacia delante con la
fascia umbilicoprevesical.
Fascia pélvica parietal
Esta fascia, que recubre los músculos de la pared pélvica,
Centro tendinoso del periné está formada por la unión de la fascia de los músculos
Se trata de una formación fibromuscular piramidal obturadores internos, piriformes y de la fascia superior del
de límites imprecisos. Está situado a nivel subcutáneo, diafragma pélvico. Se inserta lateralmente desde el borde
entre el conducto anal por detrás y el periné urogeni- inferior del pubis hasta las espinas ciáticas, siguiendo el
tal por delante. Su vértice se prolonga en la mujer con borde interno de las ramas isquiopúbicas. Su borde medial
el tabique urorrectal. Sirve de inserción a los músculos se continúa con la fascia pélvica visceral y se fija sobre los
elevadores del ano, transversos del periné y bulboespon- ligamentos pubovesicales, el centro tendinoso del periné
joso. y el ligamento anoccocígeo.

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Figura 4. Arteria pudenda interna en la mujer. 1. Arteria pre-


Figura 3. Músculo elevador del ano en la mujer. Insercio-
sinfisaria; 2. arteria y nervios dorsales del clítoris; 3. vena dorsal
nes y elementos constitutivos esquemáticos (vista perineal). A
profunda del clítoris; 4. uretra; 5. arteria retrosinfisaria; 6. arteria
la derecha, músculos y ligamentos seccionados. 1. Ligamento
vesical anterior; 7. arteria profunda del clítoris; 8. arteria uretral;
arqueado del pubis; 2. ligamento transverso del periné; 3. uretra;
9. arteria del bulbo vestibular; 10. arteria y nervios pudendos
4. vagina; 5. arco tendinoso del músculo elevador del ano;
internos; 11. rama glútea; 12. arteria y nervio rectales inferiores;
6. músculo iliococcígeo; 7. ligamento sacrotuberoso; 8. músculo
13. arteria y nervio perineales; 14. arterias axilares labiales.
coccígeo; 9. ligamento sacroespinoso; 10. músculo pubococ-
cígeo; 11. músculo pubovaginal; 12. centro tendinoso del
periné; 13. fascículo laterorrectal (músculo puborrectal); 14. ano;
inferoposterior. Cruza la uretra por encima de su esfín-
15. fascículo retroanal (músculo puborrectal); 16. fascículo coc-
ter y después cruza el tercio inferior de las caras laterales
cígeo (músculo puborrectal).
de la vagina, donde se divide por encima del músculo
iliococcígeo en dos fascículos:
Es un elemento de sostén eficaz de las vísceras pélvicas, • el músculo puborrectal, que se dirige hacia el ángulo
cuya estabilidad y la tensión se ven reforzadas por unos anorrectal para dividirse a su vez en tres fascículos: late-
engrosamientos que divergen desde un centro situado a rorrectal, retrorrectal y coccígeo;
nivel de la espina ciática: • el músculo pubovaginal, fijado en el centro tendinoso
• el arco tendinoso del músculo elevador del ano, fijado del periné, se une a su homólogo contralateral detrás
por delante del conducto obturador; de la vagina.
• el arco tendinoso de la fascia pélvica que se une con el El músculo pubococcígeo (cincha puborrectal) debe dis-
ligamento pubovesical; tinguirse funcionalmente del resto de los músculos del
• la bandeleta isquiática, que rodea el borde de la escota- piso pélvico. Mediante su contracción, tracciona del recto
dura ciática mayor; y del tabique rectovaginal hacia delante. La angulación
• el ligamento sacroespinoso. vaginal y anorrectal creada de este modo desempeña un
papel fundamental en la estática pélvica. Este fascículo
muscular es el que se secciona teóricamente durante la
Diafragma pélvico (Fig. 3) realización de una episiotomía.
Los músculos elevadores del ano y el músculo coccígeo
constituyen el diafragma pélvico. En un eje sagital, cir- Músculo isquiococcígeo
cunscriben el hiato urogenital (atravesado por la vagina Es un músculo triangular, accesorio, que se adhiere al
y la uretra) por delante y el hiato anal por detrás (atrave- ligamento sacroespinoso. Se origina de la cara interna de
sado por la unión anorrectal). Estas hendiduras son zonas la espina ciática y termina en los bordes laterales del cóccix
de debilidad del diafragma pélvico. y de las vértebras sacara S4 y S5.

Músculos elevadores del ano


Constituyen el elemento esencial del diafragma pélvico. Vascularización [4]
Cada músculo que lo forma se origina de una línea de
inserción situada en el plano del estrecho medio de la La vascularización arterial del periné depende esencial-
pelvis, para dirigirse en sentido inferoposterior hacia la mente de la arteria pudenda, rama de la división anterior
región anococcígea. de la arteria ilíaca interna (Fig. 4). Se origina en el espacio
El músculo iliococcígeo (porción externa o esfinteriana) pelvirrectal superior y sale de la pelvis por la escotadura
se origina en la cara posterior del cuerpo del pubis, cerca ciática mayor por debajo del músculo piramidal. Después
del conducto obturador, del arco tendinoso del músculo de rodear la espina ciática, atraviesa al escotadura ciática
elevador del ano y de la cara interna de la espina ciática. menor y penetra en la fosa isquiorrectal. Llega al periné
Su cuerpo es delgado y se orienta en un plano que se dirige anterior discurriendo por el conducto de Alcock, sobre
en sentido medial y posterior, formando una amplia capa la rama isquiopúbica, acompañada a nivel medial por su
muscular. Este músculo es esencialmente estático. Se relaja vena y por el nervio pudendo. A este nivel, da origen a la
durante el pujo o la defecación y se contrae para retener arteria rectal inferior, destinada al conducto anal. A con-
las heces. Se termina sobre el ligamento anococcígeo y en tinuación, discurre por la cara superior de la aponeurosis
los bordes laterales del cóccix. perineal media, por encima del músculo transverso pro-
El músculo pubococcígeo (porción interna o elevadora) fundo. También da origen a la arteria perineal superficial
es grueso, estrecho y esencialmente dinámico. Se origina para la vascularización de los labios mayores, la arteria del
en la cara posterior del cuerpo del pubis, cerca de la sín- bulbo vestibular y la arteria uretral. Se termina dividién-
fisis del pubis, en contacto con el ligamento pubovesical. dose en dos ramas, la arteria profunda y la arteria dorsal
El cuerpo muscular se dirige de forma sagital en sentido del clítoris.

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Figura 5. Nervio pudendo en la mujer (distribución esque-


mática). 1. Nervio dorsal del clítoris; 2. nervio del esfínter de la Figura 6. Ampliación obstétrica de la vulva, del periné, de
uretra; 3. uretra seccionada; 4. nervio bulbouretral; 5. glande del los músculos, pubovaginal y puborrectal (vista perineal). Lado A:
clítoris; 6. nervio pudendo; 7. nervio rectal superior; 8. músculo músculos elevadores del periné; lado B: músculos elevadores
obturador interno; 9. músculo elevador del ano seccionado; del diafragma pélvico. 1. Vagina dilatada por la presentación;
10. conducto pudendo; 11. nervio rectal medio; 12. nervio 2. músculo bulbocavernoso; 3. músculo transverso superficial;
perineal; 13. esfínter externo del ano; 14. nervio perineal superfi- 4. conducto anal; 5. músculo pubovaginal; 6. músculo puborrec-
cial; 15. músculo transverso superficial; 16. nervio del músculo tal; 7. músculo iliococcígeo; 8. músculo esfínter externo del ano;
transverso profundo; 17. nervio del músculo isquiocavernoso; 9. ligamento sacrotuberoso.
18. nervio del músculo bulboesponjoso; 19. nervio labial.
asociada al aumento de la presión abdominal por el peso
de las vísceras, produce una hiperlaxitud musculoliga-
La vascularización venosa del periné se origina en el mentaria a nivel púbico, sacroilíaco y sacrococcígeo. La
plexo venoso de Santorini. Este plexo drena a nivel pos- hipertrofia de las fibras musculares provoca una pérdida
terior por las venas pudendas, que siguen el trayecto de de tono y una mayor extensibilidad de los músculos ele-
la arteria pudenda y reciben las colaterales cavernosas, vadores del ano.
bulbares y perineales, homólogas de las ramas arteria-
les. Las venas pudendas drenan en la vena ilíaca interna.
Están acompañadas en todo su trayecto por los linfá- Durante el parto [5]
ticos profundos del periné anterior, que drenan en los Después de atravesar el estrecho superior, la cabeza des-
ganglios ilíacos internos y los ganglios de la bifurcación ciende siguiendo un eje umbilicococcígeo. La progresión
ilíaca. del feto, durante los esfuerzos expulsivos, provoca una
relajación del músculo iliococcígeo. Éste, junto con los
Inervación [3] músculos isquiococcígeos, empuja la presentación hacia
delante, a nivel de la hendidura urogenital. La presen-
El plexo pudendo (Fig. 5) está formado por los ramos de tación empuja el tabique rectovaginal y aplana el recto
los nervios anteriores de S2, S3 y S4, y es responsable de contra el cóccix que, a su vez, se ve empujado hacia atrás
toda la inervación del periné y de los órganos genitales. y provoca una distensión del periné posterior, lo que da
Da origen a varias colaterales: el nervio elevador del lugar a una elongación del ligamento anococcígeo y a
ano, el nervio del músculo coccígeo, el nervio rectal infe- una prominencia de la comisura posterior del ano. En
rior, el nervio accesorio de Morestin (que se distribuye esta etapa pueden aparecer lesiones esfinterianas anales,
para el esfínter externo del ano), un ramo perforante cutá- clínicamente ocultas.
neo para la piel de la parte inferomedial de la nalga, y Debido a la resistencia del periné posterior, la cabeza
ramos viscerales o nervios erectores de Eckardt. Termina situada bajo la sínfisis de pubis ya no puede progre-
formando el nervio pudendo, que acompaña a la arteria sar en el eje umbilicococcígeo. Al verse impulsada hacia
homónima en su trayecto alrededor de la espina ciática y delante, cambia de eje y comienza a desviarse. El núcleo
en la fosa isquiorrectal, donde se divide (en la mujer) en central del periné se comprime y se extiende. La dis-
dos ramos terminales: tancia anovulvar se alarga por ampliación del periné
• el nervio dorsal del clítoris; anterior con adelgazamiento de éste. Durante las con-
• el nervio perineal, que se divide a su vez en dos ramos, tracciones y los esfuerzos de pujo, la presentación fetal
superficial y profundo: rechaza hacia abajo y hacia delante el fascículo puborrec-
◦ el ramo superficial inerva los labios mayores y la piel tal de los elevadores. Se separa y se integra en el periné
de la región inferomedial de la nalga, superficial. En esta etapa, el ano, solidario con la región
◦ el ramo profundo inerva los músculos del periné anovulvar, se abre ampliamente, exponiendo la mucosa
anterior. También se encarga de la inervación sen- endoanal.
sitiva de la vulva, de la vagina perineal y de la uretra. Al final del expulsivo, el periné, que se ha ampliado
al máximo, forma un conducto musculocutáneo perineal
(Fig. 6), aún denominado infundíbulo perineovulvar de
Modificaciones gravídicas del periné Farabeuf, y su elongación provoca lesiones musculares y
aponeuróticas casi inevitables. Los nervios pudendos y
Durante la gestación rectales superiores se ven afectados por esta elongación,
Durante la gestación, los tejidos perineales adquieren con un riesgo de desnervación de los músculos perinea-
progresivamente una mayor elasticidad bajo el efecto de les, en especial del músculo esfínter externo del ano, lo
factores hormonales, mecánicos y vasculares. En especial, que explicaría la aparición de las incontinencias anales y
la impregnación hormonal de estrógenos/progestágenos, urinarias del posparto.

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 Episiotomía Epidemiología
Reseña histórica La frecuencia de la episiotomía no se conoce con preci-
sión y varía en gran medida según los países, regiones,
La episiotomía o perineotomía es una incisión quirúr- escuelas, características sociodemográficas de las partu-
gica del periné. Fue descrita por primera vez en 1742 rientas y de las condiciones obstétricas. Según la base de
por Felding Ould. En aquella época era excepcional y datos AUDIPOG, la tasa de episiotomías en Francia, res-
sólo se realizaba en los partos difíciles para facilitar la pecto a la tasa de partos por vía natural, era del 47,3% en
expulsión. Tampoco se suturaba, para limitar el riesgo 2002-2003 (68% en primíparas y 31% en multíparas), con
infeccioso que suponía la sutura en esa época y facili- una tendencia a la disminución desde el período 1996-
tar los partos subsiguientes. Al estar asociada a muchos 1997 [11] .
beneficios, su práctica se generalizó de forma progresiva. Durante estos últimos años, se ha observado una reduc-
Durante el siglo siguiente, otros cirujanos propusieron ción variable del uso de la episiotomía en los países
perineotomías para evitar lesiones perineales graves. Entre occidentales (60,9% en 1979 en Estados Unidos frente
otros, Ritgen describió, en 1820, una técnica de incisiones a 24,5% en 2004, 12% en Inglaterra en 2003-2004) [12] .
vaginales superficiales radiales parecidas a escarificacio- Esta disminución también se ha constatado en Francia,
nes. Varios años después, Tarnier propuso la realización aunque las tasas oscilan entre el 3,6 y el 60% según
de dos incisiones laterales a cada lado del orificio vagi- los centros [13] . Esta reducción ha sido máxima en los
nal. En Francia, el primer autor que propuso una técnica centros hospitalarios universitarios (CHU), lo que pro-
de incisión mediolateral fue Dubois. Sin embargo, el tér- bablemente refleje el impacto de una política restrictiva
mino de «episiotomía» no se asoció a este procedimiento de las indicaciones de episiotomía iniciada en las RPC
hasta 1857 por Carl Braun. La utilización más liberal de 2005 [1, 13] .
de la episiotomía comenzó a partir de 1870 por algu-
nos médicos. Stahl, en 1895, defendió en Chicago su
utilización de rutina, convencido de que, a diferencia Indicaciones
de los desgarros espontáneos, la episiotomía permitía la
restauración del periné en su integridad después de su Llegados a este punto, hay que preguntarse qué sucede
reconstrucción [6] . con los beneficios supuestos de la episiotomía liberal.
La práctica de la episiotomía con fines profilácticos se Muchos autores han comparado dos políticas opues-
generalizó en realidad a partir de las publicaciones de tas: realización liberal de la episiotomía (denominada
De Lee [7] y Pomeroy [8] en la década de 1920. La apa- «rutinaria» para la prevención de las lesiones perineales
rición del parto medicalizado a comienzos del siglo XX en sentido amplio) o política restrictiva, según la cual
supuso un auténtico auge para este procedimiento, hasta la episiotomía sólo se realiza por indicación materna o
el punto de que se convirtió en casi sistemático en el fetal. Un análisis de la literatura con un fuerte nivel de
parto de las primíparas para algunos médicos. Las venta- evidencia no ha demostrado que la política liberal tenga
jas supuestas de la episiotomía son tanto maternas como ventajas [14] .
fetales. Desde el punto de vista materno, se supone que Wooley, en una revisión de la literatura inglesa de 1980
la sección del anillo vulvar y del fascículo puborrectal a 1994, ha demostrado que la episiotomía no protegía
del músculo elevador del ano, al desconectar el aparato al recién nacido de una hemorragia intracraneal ni de
esfinteriano anal del periné anterior, protege el esfínter la asfixia intraparto [10] . Por tanto, en caso de ritmo car-
anal de los desgarros. La reducción de la tensión a nivel díaco fetal (RCF) «sospechoso», la episiotomía sistemática
del orificio vulvar permite proteger las zonas de menor para disminuir el tiempo de expulsión no ha demostrado
elasticidad, como las regiones paraclitoridiana y paraure- que mejore el estado neonatal. Las RPC de 1998 sobre
tral. Además de su carácter protector frente a las lesiones las modalidades de nacimiento de los niños de bajo peso
perineales graves, se supone que la episiotomía también concluyeron que la episiotomía carecía de beneficios en
previene a largo plazo los trastornos de la estática pélvica. los fetos prematuros o con crecimiento intrauterino retar-
Desde el punto de vista fetal, la episiotomía se propone dado (CIR) [15] . Después de esta fecha, ningún estudio ha
para: modificado estas conclusiones.
• acortar la fase de expulsión en caso de ritmo car- El análisis de la literatura apunta con fuerza a que se
díaco fetal sospechoso y limitar así el riesgo de acidosis debe abandonar el uso liberal de la episiotomía en los par-
fetal; tos de bajo riesgo [14, 16] . Varios trabajos aleatorizados no
• facilitar las maniobras obstétricas y las extracciones ins- han demostrado que la episiotomía mediolateral tenga un
trumentales; papel protector sobre el esfínter anal de las parturientas.
• limitar los riesgos de traumatismos fetales, sobre todo En un metaanálisis, que incluyó ocho estudios, se observó
en caso de hipotrofia y de prematuridad. que hubo un 75,1% de episiotomías en el grupo de rutina
Sin embargo, en la década de 1980, una revisión de (2.035/2.708) frente a un 28,4% en el grupo restrictivo
la literatura publicada por Thacker y Banta [9] subrayó (776/2.733). En el grupo restrictivo había más casos de
que no se había realizado ningún estudio riguroso que periné intacto, menos complicaciones de cicatrización,
comparase los beneficios y los riesgos de la episiotomía pero más lesiones del periné anterior. Respecto a las lesio-
profiláctica, y que los beneficios supuestos, aunque son nes perineales graves, las dispareunias, la incontinencia
plausibles, no se han demostrado en realidad de forma urinaria o el dolor, no se observó ninguna diferencia sig-
científica. Con el desarrollo de la medicina basada en nificativa [17] .
la evidencia, otras publicaciones han cuestionado perió- Algunos estudios han descrito un papel protector de
dicamente el uso sistemático de la episiotomía y sus la episiotomía sobre los desgarros perineales graves [17, 18] .
supuestas ventajas, y han subrayado los riesgos relacio- Sin embargo, un estudio multicéntrico, realizado con una
nados con esta intervención. El primer alegato riguroso cohorte de 46.309 partos por vía vaginal, no recomen-
contra la utilidad profiláctica de la episiotomía de rutina daba la práctica liberal de la episiotomía [19] . Aunque la
fue publicado por Wooley en 1995 [10] . En noviembre de episiotomía mediolateral parecía ser un factor protector
2005, el CNGOF publicó unas recomendaciones para la independiente de lesión del esfínter anal, las tasas de estas
práctica clínica (RPC) relativas a la episiotomía [1] . Estas lesiones esfinterianas parecían comparables entre la polí-
RPC tenían como finalidad, después de presentar un tica liberal (más del 50%) y la restrictiva (menos del 11%).
resumen de la literatura, modificar las costumbres rela- Parecería que el posible efecto protector de la episioto-
tivas a la episiotomía que se había banalizado con el mía mediolateral sólo se obtendría en las mujeres con
tiempo. un riesgo más elevado, en las que la episiotomía sería

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indispensable [20] . Un estudio observacional holandés ha


señalado que la realización de una episiotomía medio-
lateral reducía el riesgo de desgarro esfinteriano en caso
de extracción instrumental, con un cociente de posibili-
dades de 0,11 en caso de ventosa y de 0,08 en caso de
fórceps [18] . Sin embargo, se puede criticar a este estudio el
hecho de presentar varios sesgos. Además, la tasa elevada
y el uso casi sistemático de una episiotomía durante una
extracción instrumental no permiten extraer conclusio-
nes. Por otra parte, varios estudios prospectivos recientes
centrados en la morbilidad maternofetal en relación con
la episiotomía asociada a una extracción instrumental han
descrito un aumento de la tasa de perinés intactos y de
desgarros simples cuando disminuye el uso de la episioto-
mía, así como una estabilidad, e incluso una disminución
de la tasa de desgarros de alto riesgo [21–23] . En un estu-
dio aleatorizado, se ha descrito una tasa reducida, pero
no significativa, de lesiones esfinterianas en el grupo de
Figura 7. Trazados de la episiotomía mediolateral derecha y
episiotomía de rutina (8 frente al 11%). Los autores no
media. 1. Glande de Bartholin; 2. esfínter anal.
se pronunciaban en cuanto a la política que debe adop-
tarse durante una extracción instrumental y destacaban
la necesidad de continuar el estudio con un tamaño de
muestra mayor [24] .
Hay muchas situaciones obstétricas consideradas de
riesgo, como la primiparidad vaginal, la macrosomía,
la gemelaridad, las presentaciones distócicas (pélvicas,
occipitosacras, de cara), los perinés «de riesgo» (perinés
«cortos», es decir, con una distancia entre la horquilla
vulvar y el centro del ano menor de 3 cm, anteceden-
tes de lesiones perineales de alto grado, antecedentes de
mutilación y de escisión) y las extracciones instrumenta-
les, que ya no son una indicación sistemática para una
episiotomía [14] . Sin embargo, esta técnica puede ser ade-
cuada basándose en la experiencia clínica del profesional
responsable del parto.
Respecto al efecto preventivo de la episiotomía sobre
los trastornos de la estática pélvica, ninguna publicación
ha permitido medir su impacto de forma precisa a corto o
largo plazo. El único elemento objetivo es la reducción de
Figura 8. Ampliación bulbar durante la realización de una epi-
la fuerza muscular perineal a los tres meses del posparto
siotomía.
en las mujeres sometidas a una episiotomía [16, 25] .
Un equipo inglés ha distribuido de forma aleatoria a
1.000 pacientes dependiendo de si la episiotomía se rea-
Técnica de la episiotomía
lizaba de forma restrictiva (10% de los casos) o liberal Condiciones de realización
(51% de los casos). No se encontró ninguna diferencia
significativa de la tasa de incontinencia urinaria, a los tres La episiotomía es un procedimiento quirúrgico y, como
meses o a los tres años del posparto [26] . En una cohorte de cualquier técnica de este tipo, requiere que se respeten las
3.887 primíparas, seguidas un promedio de 7 meses des- reglas de asepsia para limitar los riesgos de infección. La
pués de su parto, no se observaron diferencias en cuanto persona que la realice debe llevar mascarilla y guantes esté-
a la tasa de incontinencia urinaria (de esfuerzo o urgencia riles, tras efectuarse un lavado quirúrgico de las manos. El
miccional) con o sin episiotomía [27] . recorte del pelo del periné no es sistemático y debe prefe-
Asimismo, ningún estudio ha demostrado un efecto rirse al rasurado. El periné debe lavarse de forma cuidadosa
protector sobre la aparición de incontinencia anal a los con agua estéril antes de embadurnarlo ampliamente con
gases o fecal. La práctica liberal de la episiotomía parece una solución antiséptica [32] .
incluso exponer a este riesgo en los tres primeros meses Se recomienda utilizar un método anestésico. Si la
del posparto [16] . paciente no tiene una analgesia epidural eficaz, se puede
Un estudio francés más reciente ha descrito unos efectuar una anestesia local con lidocaína al 1% sin adre-
resultados similares a los 4 años. Aunque no existían dife- nalina, bien en el trayecto de la episiotomía o bien con
rencias significativas en cuanto a la incontinencia urinaria un bloqueo pudendo [32] .
4 años después del primer parto, la incontinencia anal era
significativamente menos frecuente en el grupo restrictivo Realización de la episiotomía (Figs. 7 y 8)
para los gases, pero no para las heces [28] . En la actualidad, se realizan dos tipos de episiotomías:
Estos resultados deben matizarse por varios motivos. media (sobre todo en Estados Unidos) y mediolaterales
Por otra parte, en algunos países, como Francia, se (recomendadas por el CNGOF [32] ). Debido a su carácter
han realizado pocos estudios. El término «episiotomía» mutilante, los otros tipos descritos a lo largo de la historia
engloba incisiones de tamaño y de profundidad dife- se han abandonado.
rentes. La definición de una episiotomía mediolateral
difiere considerablemente entre los distintos países, lo Episiotomía media [32]
que dificulta las comparaciones [29] . Además, es posible La sección se efectúa con tijeras rectas a lo largo de 4 cm,
que la realización de la episiotomía sea demasiado tar- partiendo de la horquilla vulvar y dirigiéndose en vertical
día para que tenga un efecto preventivo, pues el piso hacia el ano.
muscular y los nervios pudendos ya se pueden haber dis- Las ventajas son que esta sección es fácil de reparar
tendido ampliamente en el momento de la ampliación y poco hemorrágica, que los resultados anatómicos son
perineal [30, 31] . buenos a largo plazo y que la tasa de dispareunia es baja.

6 EMC - Cirugía general


Episiotomía y desgarros obstétricos recientes  E – 41-897

Los inconvenientes son que la sección del rafe medio Reparación


crea una zona de debilidad medial, con el riesgo de exten-
derse hacia el ano. En el 20% de los casos se afecta el La reparación debe ser lo más anatómica posible. Su
esfínter anal [33] . Asimismo, se observa un aumento de la objetivo es restituir una función muscular normal y evi-
tasa de fístulas vesicovaginales a largo plazo. tar cualquier cicatrización patológica. Antes de cualquier
reparación, se debe realizar una exploración cuidadosa
Episiotomía mediolateral
para no pasar por alto un desgarro asociado, sobre todo
La episiotomía mediolateral suele realizarse en el lado una lesión del esfínter anal. La asepsia quirúrgica es pri-
derecho. Se utilizan tijeras rectas, con una hoja entre la mordial para la prevención de las infecciones en la herida
presentación y la parte posterior de la vulva, y la otra hoja de episiotomía. Se debe llevar ropa quirúrgica (bata esté-
por fuera. Se pueden deslizar dos dedos entre la presenta- ril, mascarilla quirúrgica con visera o con gafas, gorro y
ción y el periné para proteger al feto. La sección debe ser guantes estériles desechables), tras un lavado quirúrgico
limpia, partiendo de la zona media de la horquilla, en de las manos y antisepsia vulvoperineal en cuatro fases.
sentido lateral siguiendo un ángulo de 45◦ respecto a la Hay que delimitar la zona de reparación con paños esté-
vertical hacia la región isquiática, con una longitud de riles y se utiliza material quirúrgico estéril reservado para
6 cm como promedio (para una ampliación suficiente del este procedimiento. También se puede utilizar un tampón
anillo vulvar). Se secciona de forma progresiva la piel, la vaginal para evitar la contaminación con los loquios. El
vagina, los músculos bulbocavernoso y transverso super- dolor provocado suele subestimarse, por lo que se requiere
ficial, así como el músculo puborrectal en su totalidad. Es una analgesia de buena calidad, local con lidocaína al 1%
preferible realizarla en un solo corte o en dos si es preciso sin adrenalina si no se ha usado anestesia locorregional.
(el primero para la piel y la vagina y el segundo para el
músculo puborrectal) [34] .
Su ventaja consiste en que el riesgo esfinteriano es
Técnicas de reparación
menor respecto a la episiotomía media [32, 35] . Se utiliza hilo sintético reabsorbible. No existe ningún
Presenta el inconveniente de que el dolor postoperato- estudio que dé prioridad a un hilo específico. La poliglac-
rio es mayor. Además, suele ser hemorrágica [32] . tina de reabsorción rápida o el hilo de ácido poliglicólico
tienen la ventaja que es menos necesario tener que quitar
Circunstancias más favorables los puntos debido a dolor perineal, pero el inconveniente
para realizarla de que el riesgo de dehiscencia es más elevado respecto a
la poliglactina de reabsorción lenta [32, 40] .
Se debe realizar ni demasiado pronto ni demasiado La sutura debe realizarse lo antes posible, para limitar
tarde. El momento es primordial, pero no está definido la hemorragia [41] . Salvo en caso de episiotomía espe-
con claridad y es motivo de numerosos debates. cialmente hemorrágica, parece razonable esperar a la
El CNGOF recomienda realizar la episiotomía tras la expulsión de la placenta, pues la reparación podría verse
coronación, cuando la presentación comienza a distender dificultada por la salida de sangre que se produce durante
el periné, en el acmé de una contracción y de un esfuerzo el desprendimiento placentario. Si se requiere una extrac-
expulsivo. En esta etapa, el fascículo puborrectal del eleva- ción artificial de la placenta o una revisión uterina, la
dor se encuentra a tensión, lo que lo adelgaza y lo integra sutura se secciona de forma casi sistemática. Sin embargo,
en el plano superficial del periné. El periné posterior se para limitar la pérdida de sangre, es preciso realizar de
alarga y el ano está dilatado unos 2 cm [32] . inmediato la hemostasia selectiva de los vasos hemorrági-
Si se realiza demasiado tarde, las lesiones musculares cos.
ya son irreversibles. La episiotomía de «rescate» (reali- Existen dos técnicas.
zada cuando el periné muy distendido parece a punto de
desgarrarse) carece de utilidad, tanto para la prevención Sutura en tres planos separados
de los desgarros esfinterianos como para la prevención La sutura de la vagina se realiza mediante una sutura
de la estática pélvica [31, 36] . Si la episiotomía se realiza continua que comienza en el vértice de la incisión vaginal.
con el fin de proteger el sistema de suspensión pelvipe- El último punto une los dos bordes de la sección vulvar a
rineal, sería lógico efectuarla de forma precoz. En caso de nivel de la incisión himenal.
extracción instrumental, algunas escuelas recomiendan Se continúa con la sutura del plano muscular (2-
realizarla tras la colocación del instrumento y antes de 4 puntos simples o en X), aproximando los músculos. Al
ejercer cualquier tracción [34] . Sin embargo, en un periné finalizar este plano, hay que procurar realizar un tacto
no ampliado, es una técnica muy hemorrágica y no per- rectal para comprobar que no haya ningún punto que
mite la sección completa del fascículo puborrectal. Por penetre en el recto. Se finaliza con la sutura de la piel,
otra parte, en este momento es difícil evaluar la pertinen- bien con una sutura continua intradérmica (poliglactina
cia de su indicación [32] . de 2/0) o con puntos simples separados. La ventaja de
estos últimos es la posibilidad de realizar una abertura par-
Errores que deben evitarse cial en caso de infección, de hematoma o de dolor perineal
por molestias de la sutura. En cambio, en la literatura se
Esta episiotomía no debe ser demasiado pequeña ni ha describe una tasa mayor de dispareunia a los tres meses si
de estar demasiado cerca de la vertical (ángulo inferior a se usan puntos separados en la piel [32] .
40◦ ), lo que favorecería las rupturas esfinterianas al seccio-
nar sólo parcialmente el músculo puborrectal y favorecer Sutura continua con un solo hilo (técnica
un trazo de descarga hacia el ano, siguiendo las fuerzas de de «un hilo/un nudo») (Fig. 9) [42]
tracción de la porción restante del músculo elevador del Se suturan de forma sucesiva la vagina, los músculos y
ano [37, 38] . después la piel con un único hilo provisto de una sola
Como acaba de indicarse, si esta técnica se realiza dema- aguja. La sutura comienza en el vértice de la incisión
siado pronto, en un periné no ampliado, es demasiado vaginal (un nudo). El plano mucoso se cierra con una
hemorrágica y no permite una sección completa del fas- sutura continua que desciende hasta detrás de la cica-
cículo puborrectal [32] . triz himenal. Desde allí, pasa al plano siguiente, muscular,
Si es demasiado tardía, no protege de las lesiones peri- en continuidad con el plano mucoso, hasta el punto de
neales, que probablemente ya se hayan producido [36] . ángulo cutáneo. Es habitual pasar más puntos con esta
Si es demasiado lateral, puede causar quistes de la glán- sutura continua que con los puntos separados. La sutura
dula de Bartholin por sección del conducto excretor. Por continua del plano subcutáneo se realiza «ascendiendo»
otra parte, es más difícil de reparar y existe un riesgo de desde el ángulo de la piel hasta la cicatriz himenal. Este
dehiscencia vulvar asimétrica [39] . plano permite preparar el plano siguiente al eliminar el

EMC - Cirugía general 7


E – 41-897  Episiotomía y desgarros obstétricos recientes

Figura 9. Reconstrucción de episioto-


mía según la técnica de sutura continua
(«un nudo/un hilo»).

espacio muerto subcutáneo. También absorbe las tensio- La aplicación de una solución antiséptica carece de utili-
nes que puedan ejercerse sobre el plano cutáneo. El plano dad. El uso de un secador de pelo debe prohibirse porque
subcutáneo se termina delante del himen y la aguja sale no aporta nada a la cicatrización [47] .
por el plano mucoso. Suelen requerirse uno o dos puntos El tratamiento del dolor con medios no farmacológicos
de la sutura continua para llegar a la unión cutaneomu- o con métodos locales no parece ser muy eficaz. En cuanto
cosa, donde comienza la sutura continua intradérmica. a los métodos farmacológicos, los antiinflamatorios no
Llegados al punto de ángulo de la piel, la aguja se pasa a esteroideos (AINE) por vía general o rectal son eficaces. En
nivel subcutáneo en la nalga, para salir a 1-2 cm, y el hilo especial, el ibuprofeno, que pasa poco o nada a la leche
se corta a ras de la piel para quedar enterrado. materna, carece de riesgo para el lactante. El paracetamol
Estas dos técnicas son equivalentes en cuanto a su efi- que se utilizaba clásicamente parece poco eficaz, pero los
cacia. No existen diferencias significativas en términos datos de la literatura son demasiado escasos para que se
de complicaciones (equimosis, dehiscencia, fibrosis, dolor puedan sacar conclusiones firmes [47] .
a largo plazo), pero el dolor en los primeros días del
posparto es menos intenso con la técnica de la sutura
continua [42–44] . Esta diferencia parece estar relacionada Complicaciones [48]
sobre todo con la técnica de sutura cutánea, pues la sutura
continua intradérmica es menos dolorosa que los puntos Complicaciones inmediatas
separados [45] . Se puede utilizar un adhesivo para la sutura en sala de partos
cutánea: en comparación con la sutura intradérmica, el Se distinguen:
procedimiento es más rápido, sin diferencias significativas • la hemorragia del posparto, que puede ser muy abun-
de complicaciones o de dolor en la evaluación a 30 días del dante y que se debe sobre todo a una episiotomía
posparto [46] . mediolateral, favorecida por una realización precoz en
un periné mal ampliado. Más del 10% de las hemorra-
Principales errores que se deben evitar [39] gias son mayores de 300 ml en pacientes en quienes se
La lesión vaginal puede extenderse hacia el fórnix en ha realizado una episiotomía [9] . Se requiere una sutura
sentido lateral y ascender más hacia arriba, exponiendo precoz para limitar la hemorragia;
la uretra. Una sutura incompleta favorece el paso de los • los traumatismos fetales secundarios, que son excepcio-
loquios al espacio incidido y, por lo tanto, las infeccio- nales. Se han descrito varios casos:
nes secundarias. Esto subraya la importancia del estudio ◦ lesiones testiculares, que han llegado hasta la castra-
inicial de las lesiones. ción en presentaciones podálicas,
Durante la sutura perineal, el paso de la aguja por la ◦ erosiones superficiales del párpado,
pared rectal conlleva un riesgo de dolor, de infección y de ◦ fracturas de la mandíbula en las presentaciones de
fístula. Por consiguiente, se debe realizar un tacto rectal cara;
de control de forma sistemática para comprobar que no • los desgarros perineales asociados.
haya puntos penetrantes.
La insuficiencia de sutura del plano muscular deja un Complicaciones en el posparto inmediato
espacio muerto que favorece los hematomas.
El dolor y el edema perineal son más intensos que en
las pacientes cuyo periné está intacto o que tienen un des-
Cuidados en el posparto garro de primer o segundo grado. El dolor se relaciona
con:
No existen recomendaciones para administrar una pro- • un hematoma secundario a un defecto de hemostasia
filaxis antibiótica sistemática [47] . del plano profundo. En su grado máximo, se trata de
Los cuidados locales que garanticen una higiene ade- un trombo perineovulvar que requiere una reinterven-
cuada son primordiales para favorecer la cicatrización y ción [49] ;
prevenir los abscesos perineales. Después del lavado de las • una dehiscencia o una infección de la sutura (0,5-3%
manos, hay que limpiar la zona con agua y jabón, tras lo de los casos) por asepsia insuficiente, hematoma, punto
que se realizará un secado cuidadoso al menos una vez al penetrante en el recto o higiene defectuosa en el pos-
día, así como después de cada defecación y cada micción. parto.

8 EMC - Cirugía general


Episiotomía y desgarros obstétricos recientes  E – 41-897

Complicaciones tardías el número de perinés completos era, respectivamente, del


2% de 784.283 partos y del 6% de 2.101.843 nacimientos.
La episiotomía parece tener un impacto negativo sobre
En un estudio irlandés sobre 20.111 partos por vía vagi-
la calidad de la vida sexual, a corto y a largo plazo [26] . La
nal sin episiotomía, se recoge un 1,7% de desgarros de
dispareunia, sobre todo durante las primeras semanas del
segundo grado (clasificación francesa) [56] . Estas cifras son
posparto, es más frecuente. La reanudación de las rela-
muy superiores a las observadas en otras publicaciones
ciones sexuales es más tardía y menos satisfactoria en las
ya antiguas (5-6‰ [52] ). En resumen, las cohortes recien-
mujeres en quienes se ha realizado una episiotomía en
tes ofrecen cifras que varían ampliamente del 0,1 al
comparación con las que han tenido un desgarro de 1.er
10,2% [51, 55, 57–64] .
o 2.◦ grado, o un periné intacto [48, 50] .
Un equipo londinense [65] ha diagnosticado en el
Además de las complicaciones habituales de la cirugía
posparto (ecografía endoanal «antes/después») un 33%
vaginal (absceso, brida, etc.), se han descrito en la litera-
de lesiones esfinterianas no diagnosticadas durante el
tura [48] :
parto. El autor describe los resultados de otros equi-
• granulomas inflamatorios en la cicatriz de episiotomía;
pos que identifican lesiones ocultas del esfínter anal
• endometriosis de la cicatriz de episiotomía;
en el 20-41% de las primíparas. Sólo un tercio de
• fístulas anales o rectovaginales que se manifiestan por
estas pacientes se mantendrán asintomáticas a corto o
dolor perineal crónico y supuración a nivel o al lado
a largo plazo. Por otra parte, esta misma publicación
de la cicatriz de episiotomía. Estos síntomas pueden
señalaba un 87% de rupturas esfinterianas en pacientes
aparecer varios meses o años después;
con incontinencia anal exploradas mediante ecografía
• una fascitis necrosante debida a la infección por un
endoanal.
estreptococo ␤-hemolítico del grupo A. Esta afección
Los desgarros cervicales son mucho menos frecuentes,
es infrecuente, pero puede ser muy grave y recuerda
con una tasa global del 0,2-0,5% [66] .
la importancia de utilizar mascarilla quirúrgica, pues
este microorganismo se transmite a partir de la
boca;
• y, de forma excepcional, una metástasis de un cáncer Formas anatomoclínicas
del cuello uterino de tipo epidermoide o glandular.
Desgarros perineales
Desgarros cerrados [54]
 Desgarros obstétricos Los desgarros cerrados se salen, en teoría, del ámbito
de este artículo, aunque parece necesario describirlos
Los desgarros obstétricos recientes comprenden los des- para conocer las secuelas esfinterianas del parto. Durante
garros perineales, vulvares, vaginales y cervicales. Estas las pruebas de resistencia de los distintos elementos
lesiones suelen asociarse. Su descripción y su modo de del periné, las estructuras musculoaponeuróticas son las
reparación no han cambiado esencialmente en los últi- primeras que ceden. Por lo tanto, puede haber lesio-
mos años. Es importante definir mejor los factores de nes subyacentes en ocasiones muy graves, sin desgarro
riesgo de los desgarros perineales. Uno de los objeti- cutaneomucoso. Estas lesiones son intersticiales y afec-
vos del obstetra o de la matrona durante un parto es tan al núcleo fibroso central del periné, la aponeurosis
evitar estos traumatismos para prevenir tanto las dis- media, los músculos del periné superficial, el plano
pareunias de intromisión como la incontinencia anal. de los elevadores y la fascia pélvica. Se acompañan
Sin embargo, la conducta práctica en presencia de estos de hematomas intramusculares causantes de una escle-
factores de riesgo sigue siendo motivo de controver- rosis cicatrizal. Su diagnóstico es difícil. A lo sumo,
sia [1, 15, 18, 51, 52] . La incontinencia anal del posparto de en ocasiones se puede observar el carácter equimótico
origen traumático no siempre se debe a una lesión esfinte- y fláccido de la piel perineal, que refleja las lesiones
riana (posible neuropatía pudenda [53] ) y viceversa (lesión subyacentes.
esfinteriana sin trastorno funcional posterior). Las publi-
caciones sobre las lesiones esfinterianas obstétricas se Desgarros abiertos
han multiplicado en los últimos diez años. En cam- Clasificación francesa tradicional (Cuadro 1) [54] .
bio, se han publicado pocos artículos que estudien el Desgarros incompletos, parciales o de primer grado (Fig. 10).
impacto de las lesiones perineales recientes y la sexualidad Estos desgarros comienzan a nivel del himen y se extien-
futura. den hacia arriba, a ambos lados de la columna posterior de
la vagina y hacia abajo en dirección al esfínter anal. Res-
petan el esfínter anal y se subdividen en tres categorías,
Epidemiología dependiendo de su importancia:
En conjunto, los desgarros obstétricos se observan en • la primera, donde sólo la piel situada entre el ano y la
el 20-60% de los partos [54] ; el 25% de las pacientes que vulva y la mucosa se desgarran a nivel de la horquilla
han dado a luz refieren tener trastornos de la continencia vulvar;
anal y en el 4% de ellas los síntomas son persistentes [53] . • la segunda, donde también se desgarran el músculo bul-
Sin embargo, no se conoce la tasa exacta de las lesio- bocavernoso y la porción anterior del núcleo fibroso
nes esfinterianas en la población general de las mujeres central;
que han dado a luz [52] . La serie de De Leeuw en Países • la tercera, donde el núcleo central está totalmente roto.
Bajos [51] y la de Handa en California [55] han mostrado que El tacto rectal permite verificar la integridad del esfínter.

Cuadro 1.
Correspondencia de las clasificaciones francesa y anglosajona (Royal College of Obstetrics and Gynaecology) de los desgarros perineales.
Lesiones Clasificación francesa tradicional Clasificación anglosajona

Desgarro Grado lesional Grado lesional


er
Cutaneomucosas (piel, vagina) Incompleto o simple 1. grado 1.er grado
Músculos perineales sin el esfínter anal 2.◦ grado

+ Esfínter anal Completo 2. grado 3.er grado (v. Cuadro 2)
+ Mucosa del conducto anal Completo, complicado er
3. grado 4.◦ grado

EMC - Cirugía general 9


E – 41-897  Episiotomía y desgarros obstétricos recientes

Figura 10. Desgarro perineal de primer grado (simple). Figura 12. Desgarro perineal de tercer grado (completo com-
plicado).

Cuadro 2.
Clasificación de las lesiones obstétricas del esfínter anal (tercer
grado anglosajón).
El desgarro afecta a:
3a < 50% del grosor del esfínter externo
3b > 50% del grosor del esfínter externo
3c También el esfínter interno, con mucosa anal intacta

Figura 11. Desgarro perineal de segundo grado (completo).

Esta subdivisión no se utiliza en la práctica clínica. Sin


embargo, da lugar a dos grados en la clasificación anglo-
sajona.
Desgarros completos o de segundo grado (Fig. 11). Además
de las lesiones descritas previamente, el esfínter externo
del ano está roto de forma total o parcial. Suele romperse
lateralmente a partir de la línea media, sobre todo si el des-
garro se asocia a una episiotomía mediolateral derecha. En
este caso, el desgarro parte a 90◦ de ella y llega al ano. La
Figura 13. Desgarro central del periné.
lesión se interrumpe a nivel del margen anal, cuyos plie-
gues están borrados. El extremo externo del esfínter está complicados. El cuarto grado corresponde a los desgarros
retraído y es difícil identificarlo, mientras que el extremo completos complicados. En el tercer grado, existe una
interno protruye. A nivel lateral, el desgarro es profundo subclasificación que evalúa con más precisión la grave-
y expone la grasa de la fosa isquiorrectal. Mediante el dad de la afectación esfinteriana (Cuadro 2). La principal
tacto rectal se comprueba la integridad de la mucosa utilidad de esta subdivisión poco utilizada en ciertas
digestiva. maternidades es que clarifica la expresión de los des-
Desgarros completos complicados o de tercer grado (Fig. 12). garros del esfínter anal y evita las descripciones de tipo
Crean una comunicación entre la vagina y el ano, for- «posible/no posible desgarro» o «algunas fibras super-
mando una cloaca. El tabique rectovaginal y la mucosa ficiales desgarradas». Con fines de homogeneizar las
anal están rotos. El desgarro asciende sobre el con- publicaciones y de lograr una mayor precisión clínica,
ducto anal hasta 2-3 cm del margen y puede alcanzar tal vez debería adoptarse universalmente la clasificación
el recto. Mediante un tacto rectal, se debe evaluar el anglosajona.
nivel superior de la lesión digestiva para evitar la crea- Caso especial.
ción de una posible fístula rectovaginal. El desgarro suele Corresponde al desgarro central del periné (Fig. 13) que
ascender mucho más arriba en la vagina y se intro- puede observarse en las presentaciones de cara y de
duce lateralmente en la fosa isquiorrectal. El extremo bregma. El periné se rompe entre la horquilla vulvar y
externo del esfínter estriado está retraído, mientras que el ano, dejando un puente cutáneo a nivel anterior y pos-
el esfínter interno se mantiene adherido a la submucosa terior.
rectal.
Clasificaciones anglosajonas (Cuadro 1).
Con el fin de estandarizar la clasificación de las lesio-
Desgarros vulvares
nes perineales, Sultan [67] ha propuesto una clasificación Los desgarros vulvares posteriores suelen equipararse
que ha sido adoptada por el Royal College of Obste- a los desgarros perineales simples. Sin embargo, pueden
trics and Gynaecology (RCOG) [68] y la Organización observarse desgarros himenales aislados, que aparecen
Mundial de la Salud (OMS) [69] . El primer grado corres- exclusivamente en primíparas.
ponde a las lesiones cutaneomucosas aisladas. El segundo Los desgarros de los labios menores pueden limitarse a
grado afecta al núcleo fibroso central del periné. El ter- una excoriación de la zona anterior de los labios meno-
cer grado corresponde a los desgarros completos no res; puede observarse una desinserción y el desgarro puede

10 EMC - Cirugía general


Episiotomía y desgarros obstétricos recientes  E – 41-897

Figura 14. Desgarro cervical.


A. Desgarro subvaginal.
B. Desgarro supravaginal.

llegar hasta la cara interna de los labios mayores. Tam- • la longitud de la segunda fase del parto [75] : existe una
bién pueden producirse lesiones del clítoris y del tejido relación lineal entre la duración de la segunda fase del
periuretral. Sin embargó, el impacto de las RPC [1] con una parto y el riesgo de desgarro perineal grave. Es proba-
política restrictiva de las episiotomías aún debe evaluarse ble que este factor de riesgo esté relacionado con el
y es previsible un aumento de este tipo de lesiones. En precedente;
cualquier caso, no se ha descrito ninguna secuela. En las • las presentaciones posteriores [76, 77] ;
pacientes circuncidadas, pueden producirse lesiones gra- • las extracciones instrumentales. Se ha descrito que las
ves y es posible que exista una indicación de episiotomía espátulas causan lesiones perineales [78] . Sólo dos estu-
preventiva, que depende también de la experiencia del dios franceses han comparado la morbilidad materna
clínico. de las ventosas y de las espátulas [66, 78] . Según un equipo
de París [78] , la tasa de desgarros perineales simples es
Desgarros vaginales mayor en el grupo de ventosa, pero la tasa de epi-
siotomías es mayor en el grupo de espátulas. No se
Los desgarros vaginales se asocian en la mayoría de los
han observado diferencias significativas en términos
casos a una episiotomía o a un desgarro perineal. Pue-
de desgarros perineales complicados. Esta ausencia de
den aparecer de forma aislada. En ocasiones, se prolongan
diferencia no se ha observado por un equipo de Marse-
hasta el fondo de saco vaginal y se asocian con un desgarro
lla [66] . El uso secuencial de dos instrumentos, que indica
cervical.
una extracción difícil, triplica los riesgos de desgarro
perineal grave en caso de primiparidad y los multi-
Desgarros cervicales (Fig. 14) plica por 9-11 en caso de multiparidad respecto a la
Los desgarros cervicales pueden ser aislados, subvagi- vía vaginal espontánea [79] . Parece que la experiencia del
nales. En menos ocasiones, pueden ser supravaginales y profesional, durante la realización de una extracción
parecerse a un desgarro del cuerpo, si se prolongan hacia instrumental, reduce la tasa de desgarros perineales gra-
el útero. ves y el riesgo de lesiones esfinterianas aumenta cuando
la extracción se efectúa en la parte alta de la excavación
pélvica [80] ;
Factores de riesgo y prevención • la episiotomía media [1] ;
• el edema del periné, la mala visión del periné, el mal
Factores de riesgo de los desgarros
control manual de la expulsión, una distancia anovul-
perineales var corta y la obesidad.
El parto por vía baja es un factor etiológico principal Los factores de riesgo suelen asociarse entre sí (varie-
de lesiones perineales, y existen alrededor de un tercio dad posterior, segunda fase prolongada, extracción
de traumatismos ocultos del esfínter anal. En los paí- instrumental, peso al nacer elevado) [63] con un efecto acu-
ses anglosajones, el riesgo de lesión perineal lleva a las mulado sobre el riesgo de desgarro perineal grave.
pacientes a solicitar una cesárea programada sin otras indi-
caciones médicas. Después de las primeras publicaciones
de Sultan et al [57] , las rupturas esfinterianas obstétri- Factores de riesgo de los otros desgarros
cas se han clasificado perfectamente y los factores de Los desgarros vulvares anteriores se ven favorecidos por
riesgo se han evaluado, sobre todo gracias a los registros una expulsión mal controlada y un peso al nacer ele-
holandés [51] y californiano [55] (Cuadro 3). Otros traba- vado [74] . La extracción instrumental no parece aumentar
jos [56, 58, 70–72] también han descrito los factores de riesgo este riesgo respecto al parto espontáneo [80] .
de desgarro perineal: En cambio, el riesgo de desgarro vaginal aumenta por
• la primiparidad: los desgarros con lesión esfinteriana se una extracción instrumental. La extracción con ventosa
producen de forma significativa con más frecuencia en (1-28%) parece conllevar menos riesgo que la reali-
las primíparas (2,9%) que en las multíparas (0,8%) [73] ; zada con fórceps (2-56%) o espátulas (20-53%) [66, 78, 80, 81] .
• la macrosomía y la distocia de los hombros [74] : la Cuando se usa una ventosa, la lesión vaginal puede
macrosomía fetal es un factor de riesgo independiente deberse a una malposición del instrumento, con una
de lesión perineal. Existe una relación lineal entre el interposición de la vagina entre la presentación y la
peso del niño al nacer y el riesgo de desgarro peri- cúpula. Las lesiones de la zona alta de la vagina
neal grave. Cuando se sospecha una macrosomía, sobre se ven favorecidas por la colocación alta del instru-
todo si se requiere una extracción instrumental, se debe mento (sobre todo las espátulas) o tras la rotación con
actuar con prudencia; fórceps.

EMC - Cirugía general 11


E – 41-897  Episiotomía y desgarros obstétricos recientes

Cuadro 3.
Factores de riesgo de desgarro del esfínter anal después de un parto por vía baja. De los registros holandés [51] y californiano [55] .
Registro holandés Registro californiano
n = 284.783 n = 2.101.843
Perinés completos (%) 2 6
Factores de riesgo Cociente de posibilidades (IC 95%)
Primiparidad 2,39 (2,24-2,56) 6,6 (6,6-7,14)
Macrosomía 1,47 (1,43-1,51) 2,17 (2,07-2,27)
Distocia de los hombros 2,03 (1,49-2,74) 2,67 (2,47-2,89)
Extracciones instrumentales: 3,53 (3,11-4,02) 1,45 (1,37-1,52)
– fórceps 1,68 (1,52-1,86) 2,30 (2,21-2,40)
– ventosas
Prolongación de la segunda fase del parto 1,12 (1,10-1,14) 1,49 (1,35-1,66)
Variedad posterior 1,73 (1,52-1,98) NC
Expresión uterina 1,83 (1,57-2,14) NC
Episiotomía (%) 35 39
Total NC 0,89 (0,86-0,92)
Mediolateral 0,21 (0,19-0,23) NC
Media 0,81 (0,66-0,98) NC

NC: no comunicado; IC: intervalo de confianza.

Los desgarros cervicales aislados subvaginales se ven Complicaciones


favorecidos por los esfuerzos de pujo o las dilataciones
intempestivas digitales, mientras que la dilatación cervi- Complicaciones inmediatas y precoces
cal no es completa, sobre todo en primíparas. Ningún
Las complicaciones inmediatas y precoces son las
estudio ha demostrado que se hayan producido desgarros
siguientes:
cervicales tras el uso de ventosa [66, 78, 81] .
• la hemorragia suele estar relacionada con la realización
de una sutura demasiado tarde o con una evaluación
inicial incompleta de las lesiones, que pasa por alto
Prevención una lesión vaginal alta o cervical (aunque pocas veces
Se han identificado varios elementos que previenen los sea hemorrágica). Por lo tanto, una sutura precoz es
desgarros perineales: esencial. La hemorragia suele subestimarse y se debe
• el masaje perineal: un ensayo aleatorizado multicén- colocar una bolsa de recogida cuando ha finalizado el
trico canadiense ha evaluado la utilidad del masaje parto. La extracción dirigida de la placenta debe per-
perineal prenatal en esta indicación, en primíparas y mitir enseguida el vaciado uterino antes de comenzar
multíparas [82] . Las pacientes del grupo «masaje» debían la sutura vaginal y/o perineal. Si es preciso, se reco-
masajear el periné a diario durante 10 minutos a par- mienda realizar una hemostasia selectiva para limitar
tir de la 34-35.a semana. La incidencia de parto con la pérdida de sangre. Si existe una hemorragia abun-
periné intacto aumentó de forma significativa en el dante en «sábana» procedente de la vagina o del periné
grupo de «masaje» (24% frente al 15%). Sin embargo [83] , (paciente que no ha expulsado la placenta), se puede
hay muy pocos trabajos sobre el tema; la prevención comenzar enseguida la sutura del desgarro, asumiendo
de las lesiones perineales sólo concierne a las primí- el riesgo de traumatismo si fuese necesaria una expul-
paras; los traumatismos perineales que se evitan son sión artificial de la placenta con posterioridad, o bien
principalmente las episiotomías; no hay diferencias realizar de entrada dicha expulsión para permitir un
significativas para la prevención de los desgarros peri- control rápido de la hemorragia. Aunque una publica-
neales graves; ción [88] no ha demostrado que los desgarros cervicales
• la posición del parto [84] : se han estudiado las posicio- sean responsables de una hemorragia grave del pos-
nes distintas a la clásica de decúbito supino (posición parto, se deben buscar de forma sistemática mediante
sentada [85] , bipedestación [86] o decúbito lateral [87] ) y una exploración con espéculo;
todas parecerían disminuir los desgarros perineales. Sin • el trombo genital (o hematoma genital): se trata de
embargo, en un metaanálisis [85] se han observado más una complicación infrecuente del parto (menos de
desgarros de primer grado y más pérdidas de sangre 1/1.000) [89] que corresponde a una colección sanguínea
en las posiciones no clásicas, pero una reducción de localizada en el tejido celular de la vulva, de la vagina
las episiotomías y de las extracciones instrumentales. o del parametrio y que tiende a difundirse sin regre-
No obstante, los autores subrayaron las dificultades de sión espontánea. Puede aparecer sin que haya habido
análisis relacionadas con unas calidades metodológicas ninguna episiotomía ni desgarro y el diagnóstico será
muy variables, a menudo muy bajas; a menudo secundario. Cuando se asocia a un desgarro
• el tipo de instrumento usado para la extracción fetal: vaginal y/o perineal, el diagnóstico es precoz y se esta-
parece justificado preferir la ventosa en lugar del fór- blece ante una tumefacción del labio mayor que puede
ceps o de las espátulas con el fin de disminuir la tasa de difundirse hacia la nalga o un abombamiento de la
desgarros obstétricos [57, 80, 81] ; pared vaginal. Sólo un hematoma moderado justifica
• el conocimiento de los factores de riesgo de desgarro la abstención terapéutica, aunque obliga a realizar una
perineal, en especial esfinteriano, no ha permitido defi- vigilancia estrecha. Ante un hematoma voluminoso,
nir una conducta práctica consensuada frente a la se recomienda un tratamiento quirúrgico (eliminación
episiotomía [1] . La presencia de uno o de varios facto- del coágulo con el dedo, capitonaje del espacio) o una
res de riesgo no obliga a realizar una episiotomía, pero embolización;
sí exige que la expulsión sea especialmente prudente. • la infección y la dehiscencia;
La experiencia del clínico es fundamental. En cambio, • el dolor: puede estar relacionado con excoriaciones
si es necesaria la episiotomía, debe preferirse la técnica anteriores y con una disuria o edema, una infección,
mediolateral. un hematoma o con puntos demasiado apretados.

12 EMC - Cirugía general


Episiotomía y desgarros obstétricos recientes  E – 41-897

Complicaciones tardías (de los desgarros


perineales)
Consecuencias sobre la continencia anal y riesgo
de fístula
Las consecuencias son difíciles de evaluar, porque no
siempre se habla de lo mismo: ¿retraso de valoración
después del desgarro? ¿Incontinencia de gases o fecal?
¿Importancia del problema? La reparación esfinteriana
ofrece buenos resultados inmediatos, pero, por desgra-
cia, a los 5 años sólo el 50% de las pacientes mantendrán
la continencia fecal [90] . Las características de las lesiones
observadas condicionan la gravedad de la incontinencia y
se observa una correlación significativa antes y después de
la reparación esfinteriana entre la magnitud de la ruptura
y el grado de incontinencia [90] . El fracaso de la reparación
se relaciona con la persistencia de un defecto esfinteriano
en la ecografía endoanal. Se puede realizar una repara- Figura 15. Reparación de un desgarro de segundo grado:
ción secundaria y tendría los mismos resultados que la sutura del esfínter externo del ano. En el recuadro: técnica de
primera [91] . El equipo del Saint Mark’s Hospital de Lon- sutura.
dres [92] ha publicado unos resultados más optimistas sobre
el tratamiento secundario. Sin embargo, en la mayoría de como recurrir a un ayudante para explorar el límite supe-
los casos se trata de una simple mejoría. rior de las lesiones vaginales. Esta exploración sistemática
permite también controlar el estado cervical (pinzas de
Consecuencias sobre la actividad sexual
punta plana para «desenrollar» el cuello).
Se ha demostrado que la calidad de la relación con A continuación, la sutura debe ser metódica y realizarse
la pareja tiene un impacto mayor sobre la satisfacción en el orden siguiente, en función de los hallazgos: cuello,
sexual en el posparto que la presencia o no de un trau- vagina, periné, vulva [97] .
matismo perineal [93] . Varias publicaciones concluyen que
las pacientes que han tenido un parto asistido mediante
extracción instrumental o con episiotomía tienen una
Reparación de los desgarros perineales
mayor incidencia de dispareunia los seis primeros meses, de primer grado
en comparación con un parto espontáneo [94] . A los seis En teoría, debido a los planos anatómicos afectados, es
meses del posparto, no hay diferencias con independen- parecida a la de una episiotomía. Algunos autores reco-
cia del modo de parto (cesárea o vía baja). En cambio, miendan aplicar la técnica de sutura de «un nudo/un
pocos trabajos han comparado los tipos de desgarros peri- hilo» a estos desgarros [94] . Sin embargo, dado que la herida
neales. Un estudio realizado a los tres meses del posparto, suele ser menos neta y lineal, esta técnica no siempre
con un cuestionario de satisfacción, ha concluido que parece ser adecuada. Por tanto, cada plano se sutura por
no había diferencias en cuanto a la actividad sexual en separado. Algunos restos contusos vaginales o himena-
función del tipo de desgarro perineal [94] . Sin embargo, les se tienen que resecar en ocasiones. La sutura a nivel
el riesgo de dispareunia aumenta de forma significativa de la horquilla vulvar debe ser minuciosa para evitar una
con el grado de desgarro perineal y las pacientes «con asimetría antiestética y los puntos demasiado ajustados,
periné intacto» tienen el grado de satisfacción sexual más que podrían causar dispareunia. Algunos autores han pro-
elevado a los 6 meses [95] . Los mismos datos se observan puesto utilizar adhesivo biológico para el plano cutáneo o
a los 12 meses [96] . Los clínicos pocas veces interrogan a no suturarlo, pero los datos actuales son insuficientes [98] .
sus pacientes sobre la actividad sexual durante la visita
posnatal a las 6 semanas. Reparación de los desgarros perineales
de segundo grado (Fig. 15)
Tratamiento inmediato y secundario La sutura del esfínter anal es la primera etapa. En un
Colocación y evaluación de las lesiones estudio prospectivo aleatorizado, se ha concluido que no
existen diferencias significativas entre una sutura sola-
El estudio de las lesiones es la etapa fundamental antes pada o borde a borde [99] . Las recomendaciones del RCOG
de cualquier sutura. Después de cualquier parto, se debe confirman este dato e insisten en la necesidad de que
realizar una exploración cuidadosa del periné y de la vaina sea un obstetra experimentado quien realice este tipo de
y, si es preciso, del esfínter anal, de la pared digestiva o sutura [100] . Se deben identificar los vientres musculares
del cuello uterino. Una sutura correcta del desgarro obs- (hilos o Kocher), en especial el extremo lateral, que suele
tétrico requiere una buena analgesia. Puede recurrirse a estar retraído. Al aplicar tracción en los extremos, se vuel-
varias opciones. Si no existe una analgesia epidural eficaz, ven a tensar los pliegues radiales del ano, que se habían
se puede proponer una anestesia local, una raquianestesia borrado debido a la ruptura del esfínter. Los dos extremos
o una anestesia general, que se escogerán en función de se suturan con un punto en «U» mediante un hilo tren-
la urgencia y de la gravedad de la lesión (desgarro más o zado de reabsorción lenta. A continuación, se realiza una
menos extenso y más o menos hemorrágico). Una buena sutura idéntica a la de un desgarro de primer grado. Al final
comunicación entre los equipos obstétrico y anestésico es de la intervención, la calidad de la sutura se comprueba
fundamental. mediante un tacto rectal.
Además de una analgesia adecuada, es necesario que
la paciente esté bien colocada en posición ginecológica, Reparación de los desgarros perineales
con la vejiga vacía y que la iluminación sea correcta.
Es obligatorio realizar una desinfección quirúrgica de las
de tercer grado [70]
manos y usar una ropa adecuada (gorro, mascarilla). Ante La reparación debe realizarse en unas condiciones espe-
la mínima duda, un tacto rectal permite exponer mejor cialmente buenas (quirófano, si es preciso, y analgesia
el esfínter anal y comprobar la integridad de la mucosa óptima). Después de una exposición perfecta de las lesio-
anal y/o rectal. La evaluación de los desgarros perinea- nes, se comienza por la sutura digestiva. Si persiste un
les graves debe realizarla un obstetra experimentado. Si puente mucoso o muscular, se debe seccionar. La clásica
es preciso, no se debe dudar en utilizar un espéculo, así técnica en la que se utilizan hilos no reabsorbibles, que

EMC - Cirugía general 13


E – 41-897  Episiotomía y desgarros obstétricos recientes

Figura 16. Árbol de deci-


Seguimiento hospitalario sión. Tratamiento de los
desgarros de 3.er y 4.◦ grados
(clasificación anglosajona)
Ecografía endoanal y (según [70] ).
manometría

Síntomas graves Síntomas


Asintomática
Defecto amplio/bajas presiones intermedios

Buscar los factores de Evitar un parto Segunda reparación Tratamiento conservador


riesgo de un parto traumático : esfinteriana - régimen
traumático : - persona experimentada - agentes astringentes
- macrosomía - episiotomía profiláctica - Fisioterapia y
- presentación sin beneficio biorretroalimentación
occipitosacra demostrado Propuesta de
- progresión lenta del cesárea
trabajo de parto

se dejan largos en la luz y se retiran el 12.◦ día, ya no se Parto subsiguiente a una reparación
emplea. La sutura se efectúa con puntos separados o con esfinteriana
una sutura continua mediante hilo trenzado de reabsor-
ción lenta (poliglactina 3/0) o rápida. Debe englobar toda El 95% de las pacientes que han tenido un desgarro
la pared, identificando perfectamente la porción apical de 2.◦ grado (clasificación francesa) no ven agravada su
y procurando englobar la capa muscular. Si se utilizan lesión esfinteriana durante un parto subsiguiente por vía
puntos separados, pueden ser totales (capa muscular y vaginal. Por desgracia, el riesgo de recidiva no puede
mucosa) y anudarse en la luz rectal o anal; pueden ser predecirse con un estudio funcional (clínica, mano-
extramucosos y anudarse en el exterior de la luz. La sutura metría y ecografía endoanal) y no se ha identificado
parte del ángulo superior y termina en el margen anal. ningún factor pronóstico antes del parto, que permita
Una vez hecha la sutura digestiva, se procede a conti- evaluar el riesgo de recidiva del periné completo [56] .
nuación como en el tratamiento del desgarro de segundo Cualquier paciente que haya tenido un desgarro del
grado. esfínter anal debe ser informada del riesgo de desa-
rrollar incontinencia anal o de que se agraven los
síntomas durante un parto posterior por vía baja. Sin
Reparación de los demás desgarros embargo, no existe consenso para indicar una cesá-
rea en lugar de un parto por vía baja después de un
Desgarros vulvares anteriores desgarro perineal de segundo grado en una paciente
Se debe evitar suturarlos si son mínimos, pues su sutura asintomática [100] . En cambio, parece justificado propo-
puede acentuar el desgarro y la hemorragia. La sutura sólo ner una cesárea subsiguiente en presencia de un desgarro
se realiza si existe una lesión importante o una hemorragia de segundo grado si la paciente está sintomática o si
persistente a pesar de la compresión. En caso de lesio- la ecografía endoanal y/o la manometría son anóma-
nes periuretrales, es necesario identificar perfectamente las [100] . También está justificado proponer una cesárea
el meato para evitar su sutura. reiterada después de un periné completo complicado [58] .
El equipo de Londres, que cuenta con la mayor experien-
Desgarros vaginales y cervicales cia, ha propuesto un árbol de decisiones interesante para
El extremo superior debe identificarse perfectamente el tratamiento de las pacientes que presenten un desgarro
para dejar una solución de continuidad. Ante la mínima perineal de 3.er o 4.◦ grado (clasificación anglosajona) [70]
duda, se debe realizar una exploración con espéculo para (Fig. 16).
no pasar por alto un desgarro del fondo de saco vaginal o
cervical asociado. Si existe una lesión muy importante,
puede ser necesario realizar una compresión mediante
mechas de próstata, que se asocia siempre a un sondaje  Conclusión
urinario para controlar la hemorragia y evitar la aparición
de trombos. Algunas lesiones del fondo de saco vaginal Las recomendaciones para la práctica clínica de 2005
pueden requerir una embolización. La sutura de la por- han aclarado en gran medida las indicaciones de la epi-
ción intravaginal del cuello uterino suele ser sencilla. Se siotomía y han impulsado un cambio de las prácticas
realiza sólo si el desgarro cervical es hemorrágico tras la obstétricas al hacer hincapié en la necesidad de una
exposición con espéculo. política restrictiva. La opinión pública y los profesio-
nales se interesan cada vez más por las repercusiones
a corto y a largo plazo de las lesiones obstétricas del
Cuidados postoperatorios [100] esfínter anal. Aunque, en teoría, la prevención de estos
Los cuidados postoperatorios (locales y tratamiento del desgarros es indispensable, no siempre es posible en la
dolor) son iguales que para la episiotomía para las lesiones actualidad. No existe una actitud unívoca para deter-
perineales. Se recomienda administrar una antibioticote- minar las modalidades de parto una vez que se ha
rapia de amplio espectro (que incluya el metronidazol) identificado el factor de riesgo. En cambio, un diagnós-
tras la reparación de un desgarro perineal grave y se suele tico preciso y una reparación inicial adecuada de las
prescribir un laxante durante unos 10 días. Cada servicio lesiones de segundo y tercer grados son esenciales para
debe establecer un protocolo. Es necesario realizar una garantizar una calidad de vida satisfactoria a estas pacien-
rehabilitación perineal 6-12 semanas después del parto. tes.

14 EMC - Cirugía general


Episiotomía y desgarros obstétricos recientes  E – 41-897

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M. Dreyfus.
Service de gynécologie-obstétrique et médecine de la reproduction, Pôle FEH, CHU Côte-de-Nacre, avenue de la Côte-de-Nacre, 14000
Caen cedex 9, France.

Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo: Vardon D, Reinbold D, Dreyfus M. Episiotomía y desgarros
obstétricos recientes. EMC - Cirugía general 2015;15(1):1-17 [Artículo E – 41-897].

Disponibles en www.em-consulte.com/es
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complementarias Animaciones legales al paciente complementarias evaluación clinico

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