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La electroquímica, es uno de los campos de la química que considera las reacciones químicas, que

producen energía eléctrica, o son ocasionadas por ellas.

Una aplicación de la electroquímica es el uso de celdas o pilas, pudiéndose distinguir varios tipos.

Las celdas electroquímicas o pilas son dispositivos que permiten obtener una corriente eléctrica a
partir de una reacción química. Para que esto ocurra, existe un proceso de transferencia de
electrones que es directo y espontáneo.

En este tipo de celdas, los electrones fluyen espontáneamente a través de un alambre que conecta
dos metales diferentes. Este flujo depende de la diferencia de reactividad entre los metales.
Mientras mayor sea esta diferencia, mayor será el flujo de electrones y el potencial eléctrico en la
celda. La reactividad de los metales se dispone en la serie de actividad de los metales, que clasifica
los metales basada en la capacidad de reacción frente a diversas sustancias, como el oxígeno, el
agua, los ácidos o las bases.

A partir de lo anterior, es posible montar una celda electroquímica o también denominada Pila de
Daniel. Para ello, es necesario contar en primer lugar con disolución de sulfato de cobre y sobre
ella una lámina de zinc, y con una disolución de sulfato de zinc, donde se agrega una lámina de
cobre. En la celda se lleva a cabo la siguiente reacción:
Las dos disoluciones deben estar en contacto, por lo cual, se utiliza un tabique poroso, o una
tercera disolución, introducida generalmente en un tubo en U, denominado puente salino, cuya
función es reducir la polarización de cada semicelda.

Los dos metales que se encuentran conectados reciben el nombre de electrodos. Estos se
comunican por medio de un conductor externo, que permite el flujo de los electrones.

El electrodo en el cual ocurre la oxidación se llama ánodo, y el electrodo donde ocurre la


reducción, se llama cátodo.

A medida que el zinc metálico se oxida en el ánodo, los electrones liberados fluyen a través del
hilo conductor externo hasta el cátodo, donde son captados por el ión cobre que se reduce. El
funcionamiento constante y espontáneo de la celda genera una corriente eléctrica que puede ser
medida con un voltímetro.
Otro tipo de celda galvánica es la de hidrógeno-cobre, en donde se utiliza un electrodo estándar
de hidrógeno y una plata de cobre, generándose una corriente igual a 0,34 V:

La oxidación en este caso, ocurriría en el electrodo de hidrógeno, dado que, la reacción que se
produce es:

H2 (g) → 2H+ (ac) + 2e


Por lo tanto, es allí donde se encuentra el ánodo de la celda.

Por otra parte, el electrodo de cobre, actúa como cátodo, pues, en él, ocurre el proceso de
reducción, como muestra la siguiente ecuación

Cu+2 (ac) + 2e → Cu (s)

Por ende, a medida que transcurre el proceso redox, los electrones que son cedidos por el
hidrógeno en la celda, se mueven por el hilo conductor, hasta llegar a la disolución de cobre, que
los capta, reduciéndose a cobre metálico.

Sabiendo que el hidrógeno tiene potencial estándar igual a 0 V y que el potencial del cobre es
+0,34 V, la fem de la celda será:

Fem celda = Fem cátodo + Fem ánodo

Fem celda = +0,34 + 0 = +0,34 V

- Electrolisis
A diferencia de las celdas electroquímicas, las celdas electrolíticas son aquellas en donde la
aplicación de la energía eléctrica genera una reacción redox no espontánea, pues, en ellas se
produce la electrólisis.

La electrólisis es un proceso en el cual se utiliza el paso de la corriente eléctrica a través de una


disolución o un electrolito fundido para producir una reacción redox, utilizando para ello una
fuente de energía externa.

La corriente eléctrica descompone el electrolito en cationes que migran hacia el cátodo y en


aniones que lo hacen hacia el ánodo.

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