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SISTEMA NERVIOSO

El sistema nervioso es un conjunto de órganos, formados por células nerviosas o


neuronas que sirve para relacionarnos con nuestro entorno y para controlar todas las
actividades de nuestro cuerpo. Está formado por el encéfalo, la médula espinal y los
nervios.

Se trata de un sistema muy complejo ya que se encarga de regular la información y


transmitir impulsos a nervios y músculos, así como también de percibir estímulos que
proceden del mundo exterior. Se divide en dos partes, el sistema nervioso central que se
encuentra constituido por el encéfalo y la medula espinal y el sistema nervioso periférico
que está formado por los nervios sensitivos y motores que enlazan el sistema nervioso
central con el resto del organismo. Nos brinda infinidad de funciones que trabajan para
mantener la estabilidad del cuerpo humano. Tenemos el cerebro que contiene células que
son las encargadas de coordinar las actividades que realiza el cuerpo: las neuronas. Nos
encontramos también con la medula espinal la cual permite transmitir impulsos de tipo
sensorial. Sin embargo, este sistema posee muchísimas más funciones que son de gran
importancia en general.
Supongamos que nos hemos cortado con un cuchillo. Los nervios envían esta información
al cerebro por medio de la medula espinal. El cerebro interpreta el mensaje y envía una
respuesta lo que conocemos como “dolor”, para que así nos demos cuenta de lo que ha
sucedido y prestemos atención a la herida.
Esto sucede a través de estímulos que se conocen como los cinco sentidos principales:
gusto, olfato, tacto, vista y audición. Existen diversas razones por las cuales se puede
llegar a la conclusión y satisfacción del por qué y para qué es de suprema importancia el
sistema nervioso. Las principales razones son: las sensaciones, gracias a esto los seres
humanos somos conscientes del estado de nuestro cuerpo y podemos cuidar de él. Las
respuestas, se producen tomando en cuenta las estimulaciones recibidas. Esta función
es muy relevante ya que permite que el ser humano actué acorde a la situación que se
presenta. Integración de datos sobre estímulos, los estímulos recibidos por las
estructuras sensoriales son almacenados en el sistema nervioso, donde son integrados
con la información transmitida por otros estímulos.
De este modo se crea un especie de base de datos en la que se encuentran registrados
tres elementos importantes: la sensación, la causante de esta y la respuesta que se dio.
Debido a esto se pueden comparar estímulos actuales con estímulos previos.
Coordinación y control de las funciones del cuerpo, como lo es la respiración la
secreción de hormonas, la circulación de la sangre, la sudoración y el movimiento. Estos
son regulados por el sistema nervioso y un fallo en este sistema generaría grandes
errores en dichos procesos.
Los reflejos también cumplen un papel importante en el funcionamiento del sistema
nervioso, debido que son acciones que se dan involuntariamente con la intención de
responder a otros estímulos. A estos se les considera más bien como receptores, ya que
actúan con la rapidez ante situaciones determinadas, manteniendo así las funciones
vitales. Los nervios, estos pueden ser sensitivos, motores o mixtos. Están compuestos
por una red de nervios que interviene en el establecimiento de las conexiones. En las
conexiones, encontramos nervios cerebrales y raquídeos, los primeros conectan al
cerebro con las estructuras que se encuentran más arriba del cuello, mientras que los
segundos parten de la medula espinal hacia las demás zonas del cuerpo.

Existen doce partes de nervios craneales. Entre esos se destacan los olfativos, los
ópticos, los motor-oculares, los auditivos, los faciales y los glosofaríngeos.
Por otra parte existen 31 pares de nervios raquídeos. Estos conectan la medula espinal
con la piel. Los músculos y los órganos.

El sistema nervioso recurre a una función a través del cual se alcanza la completa
estabilidad del cuerpo. Esta función o proceso se da gracias al sistema nervioso
autónomo; encargado de producir respuestas involuntarias al cuerpo. Esta función recibe
el nombre de Homeostasis.
La sudoración y escalofríos son ejemplos de homeostasis. Ambos son respuestas a los
cambios de temperatura en el ambiente y en el cuerpo, ya que si hace calor, se alcanza la
estabilidad sudando. Pero si hace frio se logra la homeostasis teniendo escalofríos.
De esta forma nos damos cuentas de la maravillosa estructura que posee nuestro cuerpo
y de las grandes virtudes a las que está ligada, como lo es tener un sistema que controle
la mayoría de nuestras acciones, sentidos, estímulos, y sensaciones a las que estamos
expuestos día a día. Todo esto hace referencia que le sistema nervioso controla nuestro
cuerpo y permite relacionarnos con lo que nos rodea, se encuentra formado por el
encéfalo, la medula espinal y los nervios. El encéfalo es aquel ordenador central que
procesa y controla toda la información.
El cerebro es la parte principal del encéfalo, donde también se encuentra inmersos el
cerebelo que son aquellos que permiten el equilibrio y la coordinación de los
movimientos. El tronco de encéfalo controla el funcionamiento automático de los órganos
vitales, y la medula espinal se considera la principal vía de comulación del encéfalo con el
resto del cuerpo.
En conclusión el sistema nervioso no es nada más y nada menos que una vía tanto
emisora como receptora de carácter multitudinario y sensitivo el cual nos permite tener
conocimiento de situaciones que se presentan en nuestra vida cotidiana para así llegar a
un resultado satisfactorio en donde se ven involucrados nuestros sensores y reguladores
de todo el cuerpo, estos con el objetivo de evitar enfermedades, infecciones y
enfermedades neurodegenerativas como lo son la meningitis, esclerosis múltiple,
alzhéimer, párkinson, entre otras, que puedan causar un daño fisiológico y mental en
nuestro organismo.

Bibliografía
Bea, D. M. (Enero, 2017). El sistema nervioso.

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