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Tales de Mileto

Tales nació en el año 624 acá en Mileto ciudad griega


en la jonia que actualmente es Turquía.

Tales de Mileto fue un filósofo y científico griego. Se


le consideraba como uno de los siete sabios de
Grecia reconocido por su sabiduría práctica.
Relacionado con Anaximandro, su discípulo, y
con Anaxímenes, discípulo de Anaximandro,
denominándose a los tres como la Escuela Jónica o
"de Mileto".

Ya en su tiempo se le reconocieron sus


conocimientos de astronomía tras predecir el eclipse
de sol que ocurrió el 28 de mayo del 585
a.C. Diógenes Laercio dijo que "fue el primero que
averiguo la carrera de un trópico a otro, y el primero
que comparando la magnitud del sol con la de la
luna, manifestó ser ésta setecientas veinte veces menor que aquél, como escriben
algunos", que fue el inventor de las estaciones del año y asignó a este trescientos sesenta
y cinco días. Parece ser que fue el introductor de la geometría en Grecia. 

Se cuenta que consiguió medir la altura de las pirámides por medio de su sombra,
proporcionándola con la nuestra cuando esta es igual al cuerpo, tales espero que la
sombra de una persona tuviera la misma longitud que la altura del cuerpo de la misma
persona, afirmando entonces que la longitud de la sombra de la pirámide habría de ser
igual a la de la altura de esta.

Sostuvo que el principio de todas las cosas es el agua, que todo precedía de ahí. Creía
que la tierra era un disco circular plano que flotaba sobre el agua (el mar universal).

Cansado de la burla de sus ciudadanos que decían que era raro que siento tan sabio no
fuese igualmente rico. Se enriqueció especulando con el aceite sabiendo que pudo
encontrar, monopolizando el mercado, luego las alquilo al precio que él puso y se hizo rico
en solo un año. Tras eso vendió prensas y tierras y volvió a sus estudios eliminando al
mismo tiempo las chanzas de que era objeto.

No dejó escritos; y de lo que de él se sabe, procede de lo que se cuenta en


la Metafísica de Aristóteles. 

Tales de Mileto falleció el 543 a.C. mientras contemplaba unos juegos gimnásticos en la
LVIII Olimpiada, según recoge Diógenes Laercio. 
Pensamiento filosófico – científico

El agua es el primer principio (arjé) de todas las cosas

La mayoría de los primeros filósofos creyeron tan sólo principios a aquellos que se
dan bajo la forma de la materia; pues afirman que el elemento y principio primero de todas
las cosas es aquel a partir del cual todas las cosas existen y llegan por primera vez al ser
y en el que terminan por convertirse en su corrupción, subsistiendo la sustancia pero
cambiando en sus accidentes; porque tal naturaleza se conserva siempre, pues es
necesario que haya alguna sustancia natural, una o múltiple, de la que nazcan las demás,
mientras ésta se conserva. Respecto al número y la forma de tal principio no todos está
de acuerdo, sino que Tales, el iniciador de tal tipo de filosofía, dice que es el agua (por lo
que manifestó que también la tierra está sobre el agua), tomando, tal vez, dicha
suposición de la observación de que el alimento de todas las cosas es húmedo y que el
calor mismo surge de éste y vive por éste (el principio de todas las cosas es aquello de
donde nacen); de aquí dedujo su suposición y del hecho de que la semilla de todas las
cosas tiene una naturaleza húmeda; y el agua es el principio natural de las cosas
húmedas.
Anaximandro
Anaximandro filósofo, geómetra y astrónomo
griego, nació en Mileto, hoy Turquía; en el año
610 a.c. este fue discípulo, amigo y continuador
de Tales de Mileto. Maestro y amigo de
Anaxímenes. Es considerado como  el primer
científico por usar la experimentación como
método demostrativo. Fue descubridor de
la oblicuidad de la eclíptica, que es el ángulo que
forman el plano de la eclíptica y el plano del
ecuador celeste. Además se piensa que fue el
introductor del reloj de sol en Grecia y fundador
de la cartografía. 

La contribución más relevante de Anaximandro


fue elaborar la más temprana obra en prosa en
relación al cosmos y los orígenes de la vida.
Hablaba del Universo como un número de
cilindros concéntricos, de los cuales el más
exterior es el Sol, el del medio la Luna y el más
interno contiene las estrellas. Sostenía que todas las cosas vuelven con el tiempo al
elemento que las origino.

Escribió diversos tratados sobre cosmología, geografía y astronomía, que tuvieron mucha
influencia en su época, pero que hoy han desaparecido, conservándose únicamente un
pasaje. 

Anaximandro entre 547- 546 a.C. tenía 67 años y su muerte se produjo poco después.

Pensamiento filosófico – científico

Lo “indefinido” como Principio

En su filosofía, Anaximandro coincide con Tales de Mileto en defender que existe un solo


principio básico (arché o arjé) como generador de todas las cosas, al que Anaximandro
llamó ápeiron (lo indefinido e indeterminado): sustancia indeterminada, ilimitada e
indefinida, que es a la par eterna. Sólo el ápeiron es incorruptible e imperecedero. Todas
las otras cosas se derivan de él y están sujetas a nacimiento y desaparición, por la fuerza
de los contrarios presentes en ellas: caliente y frío, húmedo y seco, etc.
En su intento de determinar el principio primero (arjé), Anaximandro sigue la constante de
los restantes filósofos milesios, pero es preciso subrayar que en lugar de hallar este
principio en una naturaleza finita (el agua, según Tales), Anaximandro lo ve en algo
(el ápeiron) que no es percibido por la experiencia, sino que ha de postularse como causa
permanente y trascendente del acontecer del mundo empírico; algo indefinible en el
espacio y en el tiempo que es causa y principio de las cosas perecederas y definidas, y en
el cual éstas están destinadas a disolverse. La novedad de Anaximandro, en cuya
doctrina quedan, sin embargo, muchos detalles oscuros, consiste en haber buscado el
principio infinito de las cosas finitas fuera de las materias que son objeto de nuestra
experiencia.

Heráclito

Nació por el año 535 a.c era natural de Éfeso, ciudad de


Jonia, al norte de Mileto. Hijo de blison; Heráclito
pertenecía a una familia aristocrática, al parecer no se
llevaba bien con sus conciudadanos según fragmentos
de su libro y testimonios de sus contemporáneos.

Heráclito era conocido también como ‘el oscuro de Éfeso’


a causa de su vida solitaria y a la oscuridad y misantropía
de su filosofía. Esta considerado como uno de los
iniciadores de la metafísica griega.

Escribió una obra a la que se le da el título de ‘sobre la


naturaleza’ que estaba dividido en tres secciones
«Cosmológica», «Política» y «Teológica». No se posee
mayor certeza de este libro.

Es común incluir a Heráclito  entre los primeros filósofos físicos que pensaban que el
mundo procedía de un principio natural (como el agua para Tales de Mileto, el aire
para Anaxímenes y el ápeiron para Anaximandro), y este error de clasificación se debe a
que, para Heráclito, este principio es el fuego, lo cual no debe leerse en un sentido literal,
pues es una metáfora como, a su vez, lo eran para Tales y Anaxímenes. El principio del
fuego refiere al movimiento y cambio constante en el que se encuentra el mundo. Esta
permanente movilidad se fundamenta en una estructura de contrarios. La contradicción
está en el origen de todas las cosas.

Fue crítico en las ceremonias de la religión popular de su pueblo. Sostenía que una
persona no debía bañarse dos veces en el mismo rio y que la virtud consiste en la
subordinación del individuo a las leyes a las leyes de una armonía razonable y universal.

Hasta el fin de sus días aproximadamente con unos 70; se retiró a los montes donde se
alimentó de hierbas y plantas, pero a causa de ello se enfermó de hidropesía y tuvo que
volver a su ciudad. Preguntó a los médicos de forma enigmática si podrían hacer de la
lluvia una sequía. Como estos no lo entendían decidió enterrarse a si mismo en un
estercolero esperando que el calor del estiercol le absorba la humedad. Heráclito murió en
el año 484 a.c.
Pensamiento filosófico –Científico

Su pensamiento no lo expresó en un tratado de discurso continúo, sino mediante


aforismos es decir proposiciones generalmente breves elaborados en sentido metafórico o
figurado (mediante uso de símbolos) lo hacía así para que el común de la gente no
interpretara sus frases.

 Teoría del devenir: 
 Fragmentos: Panta - Rei "todo corre, todo fluye"
"dice Heráclito que todo se mueve y nada permanece y comparando las cosas con la
corriente de un río dice que en el mismo río no nos bañamos dos veces" (Platón en el
Crátilo).
"Que todas las cosas se hacen por contrariedad y todas fluyen a manera de ríos. Que el
universo es finito, que el mundo es único, es producido del fuego y arde de nuevo de
tiempo en tiempo al eternamente todo éste evo" - (Periodo)

Según Heráclito todo cambia permanentemente, nada permanece y si hay algo


permanente es el cambio. Heráclito afirma que el SER de las cosas es mudable y que
ninguna cosa la podemos sorprender en su ser porque ya pasa de ser una cosa a otra,
según esto se tiene que el ser es "Huidizo, que huye". El arjé de las cosas no sería
entonces un elemento (agua, aire, etc.) sino el devenir (el fluir); esto es el carácter
cambiante de las cosas.
No nos podemos bañar dos veces en el mismo río porque la segunda vez el río ya es otro,
las aguas han cambiado y nosotros también. La esencia del mundo de la realidad es su
cambiabilidad. El ser de la realidad es un ser "siendo".

 El fuego como principio cósmico: 


Heráclito afirma "Todas las cosas provienen del fuego, y en el se resuelve. Todas las
cosas se hacen según el HADO (voluntad de los dioses) y por la conversión de los
contrarios se ordenan y adaptan los entes, todo está lleno de entes y demonios" "que todo
el fuego (PIRO) es elemento y que todas sus vicisitudes o mutaciones se hacen por
raridad (Calentamiento) (Densidad)"
"Que el fuego adensado se transforma en licor, y adquiriendo mas consistencia pura en
agua. Que el agua condensada se vuelve tierra y este es el camino hacia abajo.  De aquí
nace de nuevo la tierra y de ella se hace el
agua, de la cual proviene todas las demás
cosas"
Este concepto de fuego como principio motor del
mundo que genera tanto las cosas como los
cambios de ellas, no es clara en el pensamiento
de Heráclito. 

Parménides
Parménides de Elea(actualmente Italia) nació entre 540 y 470 a.c. filósofo griego,
constituye el primer metafísico, creador de la ontología al referirse al ente/ser de manera
abstracta y no referida a una realidad concreta. Por primera vez,  un presocrático alude al
ente como elemento generador o principio generador de la naturaleza (arjé)  y por lo tanto
del universo, diferenciándolo de los elementos tradicionales; agua, fuego, tierra y aire y, 
al mismo tiempo rechaza la idea de la existencia de un principio o elemento generador, 
por cuanto,  todo lo que existe es uno, y es por ello que ni se genera, ni se destruye ( y
ese UNO no pudo haber nacido de un sólo elemento generador). De esta manera su
doctrina desecha el creacionismo del universo y sin ser consciente surge con él, la teoría
del evolucionismo

Parménides escribió una sola obra: un poema filosófico en verso épico del cual han
llegado únicamente algunos fragmentos conservados en citas de otros autores.
Especialistas consideran que la integridad de lo que conservamos es notablemente mayor
en comparación con lo que llego de las obras de casi todos los filósofos restantes
presocráticos, y por ello su doctrina puede ser reconstruida con mayor precisión.

Por lo que se dedujo a partir de los testimonios conservados, el Poema de parmenides


representa una revelación dividida en dos partes:

 La vía de la verdad, donde se ocupa de «lo que es» o «ente», y expone varios
argumentos que demuestran sus atributos: es ajeno a la generación y por lo
tanto es inengendrado e indestructible, es lo único que verdaderamente existe
—con lo que niega la existencia de la nada— es homogéneo, inmóvil y
perfecto.
 La vía de las opiniones de los mortales, donde trata de asuntos como la
constitución y ubicación de los astros, diversos fenómenos meteorológicos y
geográficos, y el origen del hombre, construyendo una doctrina cosmológica
completa.

Pensamiento filosófico – científico

Si para Heráclito el movimiento forma parte del ser de las cosas, aun cuando en el
fondo de éstas haya una armonía que las unifica, lo que va ser Parménides es negar el
cambio, al llegar a la inusitada conclusión de que éste es una mera ilusión. La verdadera
realidad, el ser, es estático o inmutable porque el cambio sólo genera contradicciones
imposibles de ser captadas por el pensamiento.

Parménides presenta su filosofía por medio de un poema sobre la naturaleza,


donde dice que conducido por doncellas solares que le muestran el camino de la luz, para
finalmente llevarlo a la morada de la diosa de la verdad, quien le revelará lo que es el
verdadero.
En Parménides la filosofía es concebida como un saber revelado, como un don
otorgado por los dioses, ya que la diosa de la verdad le revela la verdad de todo. En su
poema filosófico, Parménides nos habla en términos generales, de dos caminos por los
que podría transitar el pensamiento, pero uno de ellos es prácticamente imposible de
recorrer.

a) El camino de la verdad

Es un camino resplandeciente, lleno de luz. Es el camino de la razón, y nos


muestra que aquello que no puede decir o pensar no existe. En realidad, el no ser
no existe porque ni siquiera podemos pensarlo. Parménides llega entonces a la
tajante conclusión de que el ser y el no ser no es.

Aunque los sentidos nos muestren, palpablemente, que las cosas cambian de un
momento a otro, que puede ser y no ser al mismo tiempo, la razón que es la única
que nos proporciona la verdad, atestigua que el no ser es absurdo e imposible de
ser pensado, pues en la medida que lo pensamos ya es; que lo único que
podemos pensar es el ser.

De esta manera resulta que en Parménides ser y pensar es lo mismo. “Es una
misma cosa el Pensar con el Ser”, dice él en su célebre poema.

Ahora bien, ¿Qué es el ser? De acuerdo con la premisa o idea básica de que el
ser es y el ser no es, Parménides sólo se concreta a dar a algunos atributos o
características del ser, que se supone le son reveladas por la diosa de la
sabiduría; estas son:

 El ser es eterno porque no tiene principio ni fin; si tuviera principio, antes de


ser estaría el no ser, que, como ya vimos, no es posible que sea.
Igualmente, si tuviera fin estaríamos ante la misma situación.
 El ser es increado, pues, si se hizo o generó, se dice que fue y entonces ya
no es; y si va a llegar a ser, significa que aún no es, pero esto es imposible
porque él no ser no puede pensarse.
 El ser es indivisible. Si el ser fuera divisible, tendría cabida el no ser una y
otra parte. Por ejemplo si dividiéramos el ser en dos partes, sería necesario
para que fuesen distintas decir que una es y la otra no es, y esto,
lógicamente, dentro del pensamiento de Parménides no es posible.
 El ser es inmóvil. El ser no puede moverse, so lo hiciera se trasladaría de lo
que es a lo que no es. Nuevamente se presenta aquí lo absurda nación de
no ser que ya vimos: que no es posible concebirla.
 El ser es pleno y finito. Quiere decir que el ser llena todos los lugares; el
ser no puede cambiar de lugar, es inmóvil. Que sea finito significa que es
pleno. Si fuera infinito entonces le faltaría algo, le faltaría un no ser.

La plenitud del ser es presentada por Parménides por una esfera, figura que
para los griegos era la más perfecta. La diosa le habla a Parménides de una
verdad bellamente circular y de inconmovible entraña; todo está lleno ser, de un
ser continuo y plano que no admite destrucción ni indigencia.

b) El camino de las apariencias

Según nos sigue relatando Parménides en su poema, el otro camino que le


enseña la diosa de la sabiduría, pero tan sola para apartarlo vehementemente de
él, es el de las apariencias o de la mera opinión donde todos nos es proporcionado
por los sentidos (vida, oído, tacto, olfato, gusto).

Ahora bien, este camino trillado o muy común que recorren los mortales ignorantes
no es más que un mundo falso, porque la diosa le aconseja al filósofo que se
aparte de él, que abandone este camino por “donde los mortales de nada
sabedores, bicéfalos, yerran perdidos” y se tornan “sordos, ciegos, estupefactos”,
como de raza demente.

En efecto, los sentidos nos conducen a un mundo cambiante, el mundo en el que


reparaba Heráclito: que es y no es al mismo tiempo. Cosa absurda que el
pensamiento debe rechazar. La verdad de todo es que los hombres ofrecen una
diversidad de nombres o de opiniones sobre el falso mundo que ofrecen los
sentidos. Sin embargo, la esencia del ser es completamente ajena a estos
cambios y confusas opiniones, pues, como vimos, el ser es uno, eterno, indivisible,
inmóvil, pleno y finito.

Empédocles
Nació el 490 a.C.
en Agrigentum, hoy Agrigento, Sicilia. Filósofo y
poeta griego. Realmente se conoce muy poco de
la biografía de Empédocles; su personalidad está
envuelta en la leyenda, que lo hace aparecer
como mago y profeta, autor de milagros y
revelador de verdades ocultas y misterios
escondidos.

Empédocles nació en el seno de una familia


ilustre, y llegó a ser jefe de la facción democrática
de su ciudad natal. Su fama como científico y
médico-taumaturgo, unida a su posición social, le
permitió ocupar importantes cargos en la vida
pública. El final de su vida lo pasó exiliado en el Peloponeso. Se forjaron varias versiones
en torno a su muerte, la más conocida de todas es aquella según la cual se habría
arrojado al volcán Etna para ser venerado como un dios por sus conciudadanos.

Fue discípulo de Pitágoras y Parménides, llegaría a convertirse en uno de los humanistas


más importantes de la antigüedad. 

Autor de una teoría sobre el origen del mundo material llamada teoría de los cuatro
elementos (fuego, aire, agua y tierra). Además postuló que los mismos están relacionados
a través del Amor (Eros) y el Odio (Polemos) que serían los principios de atracción y
repulsión que dominan alternativamente el curso del universo, en un ciclo siempre
repetido. 

Según se cree, Empédocles rechazó aceptar la corona ofrecida por el pueblo de


Agrigentum después de haber colaborado a librarle de la oligarquía gobernante. En su
lugar instituyó una democracia. Así mismo tuvo un papel muy importante en el desarrollo
de la escuela de medicina de Sicilia y al parecer salvó a la ciudad de Sileno de una plaga. 

Una leyenda explica que, cansado de la vida y de que la gente no creyera en su carácter
divino, se suicidó el 430 a.C. saltando al cráter del volcán Etna.
Pensamiento filosófico – científico

 Se le atribuye la escritura de dos obras: una que contiene su interpretación de


la naturaleza y a la que se le ha dado el nombre de "Sobre la naturaleza"; y
otra, las "Purificaciones", que contiene un conjunto de instrucciones para el
cuidado del hombre, en relación con sus creencias en la transmigración de las
almas, en relación con sus tendencias religiosas relacionadas, al parecer, con
el pitagorismo.
 Por lo que respecta a la naturaleza Empédocles aceptó el postulado
Parménides de la permanencia del ser; pero tratará de dar una explicación del
cambio, negándose a aceptar el carácter ilusorio la realidad sensible. Para
solucionar las aporías en las que habían caído los anteriores filósofos
Empédocles postula la existencia de cuatro elementos (fuego, tierra, aire,
agua) cada uno de ellos con las características de permanencia e
inmutabilidad del ser, y la existencia de dos fuerzas cósmicas (Amor, Odio) que
actuarán como causa de la combinación o disociación de los elementos.

"Empédocles admite cuatro elementos, añadiendo la tierra a los tres que


quedan nombrados. Estos elementos subsisten siempre, y no se hacen o
devienen; sólo que siendo, ya más, ya menos, se mezclan y se desunen,
se agregan y se separan."

 De este modo, para Empédocles la realidad es el resultado de la combinación


de esos cuatro elementos originarios: la realidad que nosotros captamos es el
resultado de la mezcla de dichos elementos. Propiamente hablando no hay
generación; lo que llamamos "generación" es propiamente "agregación",
"mezcla" de elementos. Y lo que llamamos corrupción no supone la
destrucción del ser, sino solamente su "separación", "disgregación". Esa
mezcla y separación de los elementos originarios tiene lugar por las fuerzas del
Amor y del Odio. En la realidad está sometida a un ciclo en el que predominan
alternativamente cada una de esas dos fuerzas, de tal modo que el predominio
de una supone la disminución de la otra y viceversa. Dichas fuerzas son
concebidas por Empédocles, por supuesto, como fuerzas físicas y materiales.
Por efecto del Amor se reúnen las partículas de los cuatro elementos, y por
efecto del Odio se separan las partículas provocando la extinción de los
objetos.
 El mundo tal como nosotros lo conocemos está a medio camino entre la
realidad primitiva, fase en la que predomina el Amor, a y la fase de total
separación de los elementos en la que predomina el Odio.

"Estos elementos nunca cesan su continuo cambio. En ocasiones se unen


bajo la influencia del Amor y de este modo todo deviene lo Uno. Otras
veces se disgregan por la fuerza hostil del Odio y tienen una vida
inestable".

"Este mismo combate de fuerzas se ve claramente en la masa de los


miembros de los mortales. A veces por efecto del Amor todos los miembros
que el cuerpo posee se reúnen en unidad en la cima de la vida floreciente
Pero otras veces, separados por el Odio cruel vagan por su lado a través
de los escollos del mar de la existencia".

 Respecto a sus enseñanzas religiosas podríamos relacionarlas directamente con


el orfismo y con el pitagorismo; en su libro de las Purificaciones encontramos
algunos fragmentos en esta dirección, centrados en buena medida en la doctrina
de la transmigración de las almas que, por lo demás, no se compagina fácilmente
con las afirmaciones de su teoría física, en cuanto la disgregación de los
elementos supone necesariamente la desaparición del objeto y, por lo tanto, la
muerte difícilmente podrá dar paso a la inmortalidad de un alma que es concebida
como una materia muy sutil, pero como materia, al fin y al cabo.

Demócrito
(Abdera, hoy desaparecida, actual
Grecia, h. 460 a.C.-id.?, h. 370
a.C.) Filósofo griego. Demócrito fue
tan famoso en su época como otros
filósofos de la importancia
de Platón o de Aristóteles y debió
de ser uno de los autores más
prolíficos de la Antigüedad, aunque
sólo se conservan fragmentos de
algunas de sus obras, en su
mayoría de las dedicadas a la
ética, pese a que se le atribuyen diversos tratados de física, matemáticas, música y
cuestiones técnicas.

Discípulo de Leucipo, era algo más joven que su famoso conciudadano Protágoras, con el
que solía conversar, y falleció según fuentes autorizadas hacia los cien años de edad.
Realizó al parecer largos viajes de estudio por Egipto y Asia; sin embargo, nada sabemos
con certeza de ello, ni tampoco en cuanto a sus relaciones con los pitagóricos, el
ambiente ateniense y el médico Hipócrates, puesto que las fuentes antiguas sólo nos han
transmitido acerca de Demócrito las acostumbradas fantasías. La tradición lo retrata, en
oposición a Heráclito, como el filósofo que se ríe de las locuras humanas, lo cual acaso se
deba a la serenidad y facilidad de adaptación manifestadas por Demócrito en su ética.

Demócrito fundó la doctrina atomista, que concebía el universo constituido por


innumerables corpúsculos o átomos sustancialmente idénticos, indivisibles («átomo»
significa, en griego, inseparable), eternos e indestructibles, que se encuentran en
movimiento en el vacío infinito y difieren entre sí únicamente en cuanto a sus
dimensiones, su forma y su posición. La inmutabilidad de los átomos se explica por su
solidez interior, sin vacío alguno, ya que todo proceso de separación se entiende
producido por la posibilidad de penetrar, como con un cuchillo, en los espacios vacíos de
un cuerpo; cualquier cosa sería infinitamente dura sin el vacío, el cual es condición de
posibilidad del movimiento de las cosas existentes.

Pensamiento filosófico – científico

Para Demócrito, todo cuanto hay en la naturaleza es combinación de átomos y vacío: los
átomos se mueven de una forma natural e inherente a ellos y, en su movimiento, chocan
entre sí y se combinan cuando sus formas y demás características lo permiten; las
disposiciones que los átomos adoptan y los cambios que experimentan están regidos por
un orden causal necesario. En el universo, las colisiones entre átomos dan lugar a la
formación de torbellinos a partir de los que se generan los diferentes mundos, entre los
cuales algunos se encuentran en proceso de formación, mientras que otros están en vías
de desaparecer. Los seres vivos se desarrollan a partir del cieno primitivo por la acción
del calor, relacionado con la vida como también lo está el fuego; de hecho, los átomos del
fuego y los del alma son de naturaleza similar, más pequeña y redondeada que los
demás.

La ética de Demócrito se basa en el equilibrio interno, conseguido mediante el control de


las pasiones por el saber y la prudencia, sin el recurso a ninguna idea de justicia o de
naturaleza que se sustraiga a la interacción de los átomos en el vacío. Según Demócrito,
la aspiración natural de todo individuo no es tanto el placer como la tranquilidad de
espíritu (eutimia); el placer debe elegirse y el dolor, evitarse, pero en la correcta
discriminación de los placeres radica la verdadera felicidad.
Protágoras

Filósofo griego (Abdera, actual Grecia, 480


a. C.-id., 410 a. C.). Fue el primero en
adoptar el calificativo de sofista y el
precursor de la profesionalización de la
enseñanza retórica. En su ciudad natal fue
al parecer discípulo de Demócrito. Recorrió
a lo largo de cuarenta años gran parte de
las islas del Mediterráneo y parece ser que
en el 445 a.C. se estableció en Atenas,
donde alcanzó una gran reputación.

Amigo de Pericles, al parecer murió


ahogado durante un viaje a Sicilia, cuando huía de las acusaciones de impiedad de las
que fue objeto en la ciudad de Atenas a la muerte de aquél (416 a.C.). Protágoras había
afirmado en uno de sus escritos que "Sobre los dioses no puedo saber si existen o no;
hay muchas dificultades para saberlo con seguridad; el asunto es oscuro y la vida corta".
De sus obras más importantes, Verdad y Sobre los dioses, se conservan sólo algunos
fragmentos. La doctrina de Protágoras ha sido interpretada, desde Platón(quien le dedicó
un diálogo, titulado Protágoras), como un relativismo que se expresaría en la célebre
máxima de que "el hombre es la medida de todas las cosas". Afirmaba que de los objetos
conocemos no lo que son, sino lo que nos parecen (no la esencia sino la apariencia), al
tiempo que defendía el carácter convencional de las normas morales.
Pensamiento filosófico – científico

El hombre como medida de todas las cosas

El principio filosófico más famoso de Protágoras alude al estatus del hombre enfrentado al
mundo que lo rodea. Habitualmente se designa con la expresión Homo mensura («El
hombre es la medida»), fórmula abreviada de la frase Homo omnium rerum mensura
est («El hombre es la medida de todas las cosas»), que traduce al latín la sentencia
original en griego. Esta última, según Diógenes Laercio, habría sido la siguiente:
<<El hombre es la medida de todas las cosas,
de las que son en cuanto que son, de las que
no son en cuanto que no son.>>

La frase figuraba, según refiere Sexto


Empírico, en la obra perdida de Protágoras Los
discursos demoledores, y ha llegado hasta
nosotros a través de la transcripción de varios
autores antiguos. Aparte de Diógenes Laercio,
es citada por Platón, Aristóteles, Sexto
Empírico y Hermias.

Sócrates
Nació el 470 a.C. en Atenas. Se cree que era poco agraciado y corto de estatura. Su
padre fue un cantero llamado Sofronisco, con el que Sócrates trabajó, y su madre fue
Fainarate, comadrona.

Formado en literatura, música y gimnasia. Diógenes Laercio, en sus Vidas de los filósofos,
cuenta que Sócrates tuvo como maestros a Anaxágoras, Damón y Arquelao y también se
dice que fue amante de este último. Familiarizado con la dialéctica y la retórica de los
sofistas, en la guerra del Peloponeso contra Esparta, fue soldado de infantería en las
batallas de Potidaea en el 432-430 a.C., Delio en el 424a.C., y Anfípolis en el 422a.C.
Con una gran agudeza de razonamiento y facilidad de palabra, pasó la mayor parte de su
vida en los mercados y plazas públicas de Atenas manteniendo discusiones y
respondiendo mediante preguntas, un método denominado mayéutica. No escribió ningún
libro ni tampoco fundó una escuela regular de filosofía. Todo lo que se sabe con certeza
sobre él se debe a dos de sus discípulos más notables: Platón y el historiador Jenofonte.
Su contribución a la filosofía ha sido de un marcado tono ético. La base de sus
enseñanzas y lo que inculcó, fue la creencia en una comprensión objetiva de los
conceptos de justicia, amor y virtud y el conocimiento de uno mismo. Creía que todo vicio
es el resultado de la ignorancia y que ninguna persona desea el mal; a su vez, la virtud es
conocimiento y aquellos que conocen el bien, actuarán de manera justa.

Sócrates fue maestro de Aristipo, que fundó la filosofía cirenaica de la experiencia y el


placer. Sufrió la desconfianza de muchos a los que les disgustaba su actitud hacia el
Estado ateniense y la religión establecida. Fue acusado en el 399 a.C. de despreciar a los
dioses del Estado y de introducir nuevas deidades. También de corromper la moral de la
juventud alejándola de los principios de la democracia, y se le confundió con los sofistas.
La Apología de Platón recoge lo esencial de su defensa en su propio juicio. Siendo
condenado a muerte, sus amigos planearon su huida pero acató la sentencia. Pasó sus
últimos días con sus amigos y seguidores, como queda recogido en la obra Fedón de
Platón, y durante su noche final cumplió la sentencia bebiendo una copa de cicuta.

Tras su fallecimiento aparecieron las escuelas socráticas y la Academia Platónica.

Sócrates se casó con Jantipa. Por su parte, Aristóteles dice que tuvo también una
segunda mujer, una tal Mirto. Fue padre de tres hijos: Menexenus, Lamprocles y
Sophroniscus.

Pensamiento filosófico – científico

Existen distintas fuentes que describen el pensamiento de Sócrates, ya que él no dejó


nada escrito, pero resulta difícil precisarlo con verdadera exactitud porque difieren entre
sí.

Para Jenofonte a Sócrates le interesaba principalmente la moral de los hombres y la


formación de buenos ciudadanos, y no se preocupaba demasiado de la lógica ni de la
metafísica.

Sin embargo, a partir de los diálogos de Platón, Sócrates aparece como un metafísico de
primer nivel que sentó las bases de una filosofía trascendente, que se distingue por ser
una teoría sobre un mundo metafísico de las Formas.

Pero no se puede olvidar que Platón, según el testimonio de Aristóteles, exceptuando en


sus primeras obras, mezcló sus propias teorías con las ideas de Sócrates.
Karlo Joel, basándose en Aristóteles, sostiene que Sócrates fue un intelectualista o
racionalista en tanto que Jenofonte pensaba que era un ético de la voluntad de estilo
espartano desfigurando así su doctrina.

Según Burnet y Taylor, en Inglaterra, el Sócrates histórico es el que describe Platón, que
sin duda superó a su maestro gracias a sus enseñanzas.

Sócrates consideraba de importancia a las definiciones universales porque se interesaba


principalmente en la conducta ética, porque éstas representaban la base sólida para que
los hombres pudieran salir del relativismo de las doctrinas sofistas.

Para los sofistas, la justicia, por ejemplo, es diferente de una ciudad a otra, en cambio si
se logra una definición universal de lo que significa la justicia para que sea válida para
todos los hombres, se podrá tener algo seguro sobre lo cual construir y se podrán juzgar
las acciones individuales con códigos comunes a todos los estados.

Según Aristóteles, Sócrates utilizaba el razonamiento inductivo, pero no desde el punto de


vista de un lógico sino en el plano de la dialéctica o conversación, guiando a su
interlocutor a arriesgar definiciones hasta llegar a la más precisa, o sea a una definición
universal y válida, procediendo de lo particular o menos perfecto a lo universal o más
perfecto.

Platón

Filósofo griego (Atenas, 427 - 347 a. C.). Nacido


en el seno de una familia aristocrática, abandonó
su vocación política por la Filosofía, atraído por
Sócrates. Siguió a éste durante veinte años y se
enfrentó abiertamente a los sofistas (Protágoras,
Gorgias.). Tras la muerte de Sócrates (399 a. C.),
se apartó completamente de la política; no
obstante, los temas políticos ocuparon siempre
un lugar central en su pensamiento, y llegó a
concebir un modelo ideal de Estado. Viajó por
Oriente y el sur de Italia, donde entró en contacto
con los discípulos de Pitágoras; luego pasó algún
tiempo prisionero de unos piratas, hasta que fue
rescatado y pudo regresar a Atenas.

Allí fundó una escuela de Filosofía en el 387, situada en las afueras de la ciudad, junto al
jardín dedicado al héroe Academo, de donde procede el nombre deAcademia. La
Escuela, una especie de secta de sabios organizada con sus reglamentos, residencia de
estudiantes, biblioteca, aulas y seminarios especializados, fue el precedente y modelo de
las modernas instituciones universitarias.

En ella se estudiaba y se investigaba sobre todo tipo de asuntos, dado que la Filosofía
englobaba la totalidad del saber, hasta que paulatinamente fueron apareciendo -en la
propia Academia- las disciplinas especializadas que darían lugar a ramas diferenciadas
del saber, como la Lógica, la Ética o la Física. Pervivió más de novecientos años, hasta
que Justiniano la mandó cerrar en el 529 d. C., y en ella se educaron personajes de
importancia tan fundamental como Aristóteles.

A diferencia de Sócrates, que no dejó obra escrita, los trabajos de Platón se han
conservado casi completos y se le considera por ello el fundador de la Filosofía
académica (a pesar de que su obra es fundamentalmente un desarrollo del pensamiento
socrático). La mayor parte están escritos en forma deDiálogos, como los de La República,
Las Leyes, El Banquete, Fedro o Fedón.

El contenido de estos escritos es una especulación metafísica, pero con evidente


orientación práctica. El mundo del verdadero ser es el de las ideas, mientras que el
mundo de las apariencias que nos rodean está sometido a continuo cambio y
degeneración. Igualmente, el hombre es un compuesto de dos realidades distintas unidas
accidentalmente: el cuerpo mortal (relacionado con el mundo sensible) y el alma inmortal
(perteneciente al mundo de las ideas, que contempló antes de unirse al cuerpo). Este
hombre dual sólo podría conseguir la felicidad mediante un ejercicio continuado de la
virtud para perfeccionar el alma; y la virtud significaba, ante todo, la justicia, compendio
armónico de las tres virtudes particulares, que correspondían a los tres componentes del
alma: sabiduría de la razón, fortaleza del ánimo y templanza de los apetitos. El hombre
auténtico será, para Platón, aquel que consiga vincularse a las ideas a través del
conocimiento, acto intelectual -y no de los sentidos- consistente en que el alma recuerde
el mundo de las ideas del cual procede.

Sin embargo, la completa realización de este ideal humano sólo puede realizarse en la
vida social de la comunidad política, donde el Estado da armonía y consistencia a las
virtudes individuales. El Estado ideal de Platón sería una República formada por tres
clases de ciudadanos -el pueblo, los guerreros y los filósofos-, cada una con su misión
específica y sus virtudes características: los filósofos serían los llamados a gobernar la
comunidad, por poseer la virtud de la sabiduría; mientras que los guerreros velarían por el
orden y la defensa, apoyándose en su virtud de la fortaleza; y el pueblo trabajaría en
actividades productivas, cultivando la templanza.

Las dos clases superiores vivirían en un régimen comunitario donde todo (bienes, hijos y
mujeres) pertenecería al Estado, dejando para el pueblo llano instituciones como la familia
y la propiedad privada; y sería el Estado el que se encargaría de la educación y de la
selección de los individuos en función de su capacidad y sus virtudes, para destinarlos a
cada clase. La justicia se lograría colectivamente cuando cada individuo se integrase
plenamente en su papel, subordinando sus intereses a los del Estado.

Platón intentó plasmar en la práctica sus ideas filosóficas, aceptando acompañar a su


discípulo Dión como preceptor y asesor del joven rey Dionisio II de Siracusa; el choque
entre el pensamiento idealista del filósofo y la cruda realidad de la política hizo fracasar el
experimento por dos veces (367 y 361 a. C.).

Sin embargo, las ideas de Platón siguieron influyendo -por sí o a través de su discípulo
Aristóteles- sobre toda la historia posterior del mundo occidental: su concepción dualista
del ser humano o la división de la sociedad en tres órdenes funcionales serían ideas
recurrentes del pensamiento europeo durante siglos. Al final de la Antigüedad, el
platonismo se enriqueció con la obra de Plotino y la escuela neoplatónica (siglo iii d. C.).

Pensamiento filosófico – científico

Es difícil sintetizar el pensamiento de Platón y presentarlo de modo ordenado y


orgánico, a menos que se acojan las doctrinas no escritas como el núcleo teórico de su
filosofía, capaz como veremos de conferir a su pensamiento la unidad del sistema.

La interpretación tradicional, centrada en los diálogos, se ve obligada a señalar los


cambios de interés temático, las variaciones y correcciones, las revisiones que Platón
introduce con el pasar del tiempo, la vivacidad y, en definitiva, la maduración de su
pensamiento.

Es cierto que el centro del pensamiento platónico, que confiere una cierta unidad a
toda su filosofía, es la doctrina de las Ideas; pero Platón no habla de las Ideas una única
vez ni siempre de la misma manera. De todos modos, el gran descubrimiento platónico,
su más profunda convicción, es la existencia de una realidad que trasciende y causa el
mundo físico. Su conocimiento y su justificación son necesarios para afrontar el resto de
los problemas, de orden epistemológico, antropológico, físico y ético-político.

La metafísica

Las Ideas

El descubrimiento de la realidad suprasensible, de las Ideas, constituye el


centro de la especulación platónica. Desde esta perspectiva Platón revisará la
filosofía de sus predecesores, también la de Sócrates, dando nuevas soluciones a
sus problemas a la vez que deberá resolver las cuestiones que las Ideas le
plantean.

Es el mismo Platón el primero en considerar la validez e importancia de su


descubrimiento, que a pesar de las múltiples dificultades que le presenta, no
abandonará jamás.

El sistema de las Ideas


Platón con su doctrina de las Ideas ha podido solucionar, al menos en
parte, algunas de las aporías presentes en la filosofía de sus predecesores. La
multiplicidad del mundo físico debe ser reconducida, como a su causa, a la unidad
de cada Idea. Sin embargo, todavía le queda una tarea por realizar: unificar la
multiplicidad de las Ideas, de otro modo su doctrina resultaría, como después
criticará Aristóteles, un inútil desdoblamiento de la realidad sensible.

Las Ideas para Platón son múltiples; hay Ideas de valores morales, estéticos, de
todo lo sensible y también de las cosas artificiales. Existe una Idea de todo lo que
es, pero entre ellas debe haber una jerarquía, un orden, una primera de las que las
demás procedan. Al establecer tal orden, Platón no podía sin embargo ignorar la
doctrina eleática, que en base a un único principio, el ser, inmutable e ingénito,
anulaba la multiplicidad de lo sensible.

El orden que Platón establece entre las Ideas no es siempre el mismo, cambia en
los diferentes diálogos y tiene siempre como fondo la problemática suscitada por
Parménides: ¿cómo de lo uno puede proceder lo múltiple? ¿Cómo una identidad
puede causar la diversidad?

Platón señala en la República un orden jerárquico entre las Ideas. En la cumbre de


todas ellas sitúa el Bien, principio incondicionado de todo, fuente de verdad y de
ser de las demás Ideas. La imagen que Platón emplea es elocuente.

Filosofía de la naturaleza

En más de una ocasión hemos hecho referencia al dualismo platónico,


aunque de momento sólo nos hayamos ocupado de la naturaleza y estructura del
mundo inteligible, de las Ideas. Debemos, por tanto, completar el estudio de la
filosofía platónica considerando ahora el otro plano de la realidad, el mundo físico.

La consideración parmenídea de lo real era también, en cierto modo, dualista; la


verdadera realidad es para él el Ser uno e inmutable, y fijándose en él debe
apartar el eléata la mirada de lo sensible, que aun no negándolo, no puede
explicar.

Platón, en su interpretación del pensamiento de Parménides, habría identificado el


Ser con las Ideas, y el no-ser con la realidad sensible. Si el eléata no deja espacio
al no-ser, al mundo físico, Platón sí. Ciertamente la realidad de lo sensible y
mudable no puede ser la misma que la de las Ideas; sólo éstas son en sentido
propio, mientras el mundo de lo sensible, sin constituir la realidad primera, sin
identificarse con el ser, también es. El ser de lo sensible es, pues, para Platón un
intermedio entre el ser y el no ser. No es el ser, pero tiene ser, y lo tiene por su
participación en lo inteligible, en las Ideas.

Filosofía política: El Estado ideal


Las ideas filosóficas de Platón tuvieron muchas implicaciones sociales,
particularmente en cuanto al estado o gobierno ideal. Hay discrepancias entre sus
ideas iniciales y las que expuso posteriormente. Algunas de sus más famosas
doctrinas están expuestas en La República. Sin embargo, con los estudios
filológicos modernos se ha llegado a implicar que sus diálogos tardíos (Político y
Las Leyes) presentan una fuerte crítica ante sus consideraciones previas, esta
crítica surgirá a raíz de la enorme decepción de Platón con sus ideas y a la
depresión mostrada en la Carta VII.

Para Platón lo más importante en la ciudad y en el hombre sería la Justicia. Por


tanto su Estado estará basado en una necesidad ética de justicia. La justicia se
conseguirá a partir de la armonía entre las clases sociales y, para los individuos,
en las partes del alma de cada uno.

Platón decía que las sociedades debieran tener una estructura tripartita de clases
la cual respondía a una estructura según el apetito, espíritu y razón del alma de
cada individuo:

 Artesanos o labradores – Los trabajadores correspondían a la parte de


“apetito” del alma.
 Guerreros o guardianes – Los guerreros aventureros, fuertes, valientes y
que formaban el “espíritu” del alma.
 Gobernantes o filósofos – Aquellos que eran inteligentes, racionales,
apropiados para tomar decisiones para la comunidad. Estos formaban la
“razón” del alma.

De acuerdo con este modelo, los principios de la democracia ateniense, como existía en
aquella época, eran rechazados en esta idea y muy pocos estaban en capacidad de
gobernar. Este desprecio a la democracia podría deberse a su rechazo frente al juicio a
Sócrates. En lugar de retórica y persuasión, Platón dice que la razón y la sabiduría
(episteme) son las que deben gobernar. Esto no equivale a tiranía, despotismo u
oligarquía.
Aristóteles
Aristóteles nació en el año 384 a.C. en una
pequeña localidad macedonia cercana al monte
Athos llamada Estagira, de donde proviene su
sobrenombre, el Estagirita. Su padre, Nicómaco,
era médico de la corte de Amintas III, padre de
Filipo y, por tanto, abuelo de Alejandro Magno.
Nicómaco pertenecía a la familia de los
Asclepíades, que se reclamaba descendiente del
dios fundador de la medicina y cuyo saber se
transmitía de generación en generación. Ello
invita a pensar que Aristóteles fue iniciado de
niño en los secretos de la medicina y de ahí le
vino su afición a la investigación experimental y
a la ciencia positiva. Huérfano de padre y madre
en plena adolescencia, fue adoptado por
Proxeno, al cual pudo mostrar años después su
gratitud adoptando a un hijo suyo llamado
Nicanor.

En el año 367, es decir, cuando contaba diecisiete años de edad, fue enviado a Atenas
para estudiar en la Academia de Platón. No se sabe qué clase de relación personal se
estableció entre ambos filósofos, pero, a juzgar por las escasas referencias que hacen el
uno del otro en sus escritos, no cabe hablar de una amistad imperecedera. Lo cual, por
otra parte, resulta lógico si se tiene en cuenta que Aristóteles iba a iniciar su propio
sistema filosófico fundándolo en una profunda critica al platónico. Ambos partían de
Sócrates y de su concepto de eidos, pero las dificultades de Platón para insertar su
mundo eidético, el de las ideas, en el mundo real obligaron a Aristóteles a ir perfilando
términos como «sustancia», «esencia» y «forma» que le alejarían definitivamente de la
Academia. En cambio es absolutamente falsa la leyenda según la cual Aristóteles se
marchó de Atenas despechado porque Platón, a su muerte, designase a su sobrino
Espeusipo para hacerse cargo de la Academia. En su condición de macedonio Aristóteles
no era legalmente elegible para ese puesto.

Pensamiento filosófico – científico

Metafísica

Críticas a la teoría de las Ideas de Platón

En su juventud, Aristóteles fue discípulo de Platón en la Academia de


Atenas. Aristóteles construyó un sistema filosófico propio. Previo a ello, sometió a
crítica la teoría de las Ideas de su maestro. Para intentar solventar las diferencias
entre Heráclito y Parménides, Platón había propuesto la existencia de dos
dimensiones en la realidad: el Mundo sensible y el Mundo inteligible. Para
Aristóteles, el mundo no tiene compartimentos.

Si bien Aristóteles admite, al igual que Sócrates y Platón, que la esencia es lo que
define al ser, concibe (a diferencia de sus antecesores) la esencia como la forma
que está unida inseparablemente a la materia, constituyendo juntas el ser, que es
la sustancia. La afirmación de la importancia del conocimiento sensible, y del
conocimiento de lo singular para llegar a lo universal, abrió posibilidades a la
investigación científica.

Aristóteles rechazó fuertemente la teoría de Platón según la cual las ideas eran la
auténtica realidad (por ser subsistentes y auto fundadas) y que el mundo sensible,
captado por nuestros sentidos, no era más que una copia de aquellas. Aristóteles,
al contrario de Platón -que concebía la «existencia» de dos mundos posibles o
reales (algunos eruditos creen que la teoría platónica es en realidad un realismo
de las Ideas)-, poseía una teoría que discurría entre el mundo de las nociones y el
mundo sensible, si bien estaba abierto a admitir la existencia de sustancias
separadas e inmóviles.

Aristóteles hace cuatro críticas fundamentales a la teoría de las ideas de Platón:

 Critica a los dos mundos: para Aristóteles es uno solo; admitir dos
mundos complica la explicación innecesariamente, reduplicando las
realidades.
 Platón no ofrece una explicación racional al hablar de los dos
mundos. Se limita a utilizar mitos y metáforas, en vez de aclarar
conceptualmente sus propuestas.
 No hay una relación clara de causalidad del mundo ideal respecto
del mundo sensible. No explica cómo las ideas son causa de las
cosas sensibles y mutables. No infiere que de una idea se derive un
objeto.

Argumento del tercer hombre: según Platón, la semejanza entre dos cosas se
explica porque ambas participan de la misma idea. Según Aristóteles, se precisa
un tercero para explicar la semejanza entre dos cosas, y un cuarto para explicar
las tres, y así sucesivamente. Es una regresión al infinito, por lo tanto no se explica
nada. Tal argumento ya había sido recogido por el mismo Platón en el diálogo
titulado Parménides.

El problema del cambio

Aristóteles fue un pensador con espíritu empirista, es decir que buscó


fundamentar el conocimiento humano en la experiencia. Una de las primeras
preocupaciones fue encontrar una explicación racional para el mundo que lo
rodeaba.
 Los presocráticos se percataron de que lo que nos rodea es una realidad
diversa que se halla en continua y perpetua transformación.
 Heráclito de Éfeso considera que todo se halla en perpetuo cambio y
transformación; el movimiento es la ley del universo.
 Parménides, al contrario, opina que el movimiento es imposible, pues el
cambio es el paso del ser al no ser o la inversa, del no ser al ser. Esto es
inaceptable, ya que el no ser no existe y nada puede surgir de él.
 Platón, supone una especie de síntesis, es decir, una unión o una suma de
estas dos concepciones opuestas: la de Heráclito y Parménides. Por un lado
tenemos el mundo sensible, caracterizado por un proceso constante de
transformación y, por el otro, tenemos el mundo abstracto y perfecto de las
Ideas, caracterizado por la eternidad y la incorruptibilidad.

Aristóteles entiende el cambio y el movimiento como «el paso de lo que está en


potencia a estar en acto», por la acción de las causas. Hay cuatro causas: formal,
que constituye la esencia como forma de la sustancia; material, como soporte de la
forma y al no tener forma es pura potencia de ser (propiamente, al no tener
ninguna determinación, no es nada); eficiente, que produce el movimiento; final
que dirige el movimiento hacia un fin, la perfección de la forma. Por ello la
Naturaleza se explica según una teleología de la forma que tiende a la perfección
de su contenido.

Filosofía política

Aristóteles considera que el fin que busca el hombre es la felicidad, que


consiste en la vida contemplativa. La ética desemboca en la política. El organismo
social de Aristóteles considera al Estado como una especie de ser natural que no
surge como fruto de un pacto o acuerdo. El hombre es un animal social («zoon
politikon») que desarrolla sus fines en el seno de una comunidad. La política del
hombre se explica por su capacidad del lenguaje, único instrumento capaz de
crear una memoria colectiva y un conjunto de leyes que diferencia lo permitido de
lo prohibido.

Aristóteles expuso en la Política la teoría clásica de las formas de gobierno, la


misma que sin grandes cambios fue retomada por diversos autores en los siglos
siguientes.

La célebre teoría de las seis formas de gobierno se basa en el fin del régimen político
(bien común o bien particular). Los regímenes políticos que buscan el bien común
(puros) son:

 Si gobierna una sola persona: monarquía


 Si gobiernan pocas personas: aristocracia
 Si gobiernan muchas personas: república
Y las degradaciones de estos regímenes políticos se traducen en:

 La degradación de la monarquía es la tiranía


 La degradación de la aristocracia es la oligarquía
 La corrupción de la democracia es la demagogia

Aristóteles define la monarquía como el gobierno de una sola persona, la más


virtuosa y noble de la polis; la aristocracia como el gobierno de unos pocos (los
más virtuosos) y la república como la mezcla entre una oligarquía (gobierno de los
ricos) y una democracia (gobierno de los pobres).

Existe para Aristóteles una gradación entre las formas de gobierno. El más "divino"
por lo justo pero también por la dificultad de su realización, es la monarquía. Le
siguen la aristocracia y la república. La desviación del primer régimen es la peor
forma de gobierno: la tiranía, seguido de la oligarquía. La desviación más
moderada en cuanto a su corrupción es la democracia.

Cada una de las seis formas de gobierno es analizada en un contexto histórico


particular, por lo que presenta muchas variantes reales de cada una.

Física

Aristóteles desarrolló una teoría física que se mantuvo vigente hasta la revolución
científica. Según su teoría, todo está compuesto de cinco elementos: agua, tierra,
aire, fuego y éter. Cada elemento tiene un movimiento natural. El agua y la tierra
se mueven naturalmente hacia el centro del universo, el aire y el fuego se alejan
del centro, y el éter gira en torno al centro. Estos principios servían para explicar
fenómenos como que las rocas caigan y el humo suba. Además explicaban la
redondez del planeta, y las órbitas de los cuerpos celestes, que están compuestos
de éter.

Astronomía

Aristóteles sostuvo un sistema geocéntrico, en el cual la Tierra se encontraba


inmóvil en el centro mientras a su alrededor giraba el Sol con otros planetas.
Aristóteles habló del mundo sublunar, en el cual existía la generación y la
corrupción; y el mundo supra lunar, perfecto. Esta teoría de la Tierra como centro
del universo que a su vez era considerado finito perduró por varios siglos hasta
que Copérnico en el siglo XVI cambió el concepto e introdujo una serie de
paradigmas, concibiendo el Sol como centro del universo.

En astronomía, Aristóteles propuso la existencia de un Cosmos esférico y finito


que tendría a la Tierra como centro (geocentrismo). La parte central estaría
compuesta por cuatro elementos: tierra, aire, fuego y agua. En su Física, cada uno
de estos elementos tiene un lugar adecuado, determinado por su peso relativo o
«gravedad específica». Cada elemento se mueve, de forma natural, en línea recta
la tierra hacia abajo, el fuego hacia arriba hacia el lugar que le corresponde, en el
que se detendrá una vez alcanzado, de lo que resulta que el movimiento terrestre
siempre es lineal y siempre acaba por detenerse. Los cielos, sin embargo, se
mueven de forma natural e infinita siguiendo un complejo movimiento circular, por
lo que deben, conforme con la lógica, estar compuestos por un quinto elemento,
que él llamaba aither ('éter'), elemento superior que no es susceptible de sufrir
cualquier cambio que no sea el de lugar realizado por medio de un movimiento
circular. La teoría aristotélica de que el movimiento lineal siempre se lleva a cabo a
través de un medio de resistencia es, en realidad, válida para todos los
movimientos terrestres observables. Aristóteles sostenía también que los cuerpos
más pesados de una materia específica caen de forma más rápida que aquellos
que son más ligeros cuando sus formas son iguales, concepto equivocado que se
aceptó como norma durante aproximadamente 1800 años hasta que el físico y
astrónomo italiano Galileo Galilei llevó a cabo sus experimentos con bolas sobre
planos inclinados.

FACULTAD DE INGENIERÍA

ESCUELA ACADÉMICO PROFESIONAL DE INGENIERÍA CIVIL


AUTOR:

ASESOR:

Línea de Investigación:

“BIOGRAFÍAS Y PENSAMIENTO FILOSÓFICO - CIENTÍFICOS.”

PIURA - PERÚ
2015
ÍNDICE

 MARCO TEÓRICO

Tales de Mileto

Anaximandro

Heráclito

Parménides

Empédocles

Demócrito

Protágoras

Sócrates

Platón

Aristóteles

 BIBLIOGRAFÍA

BIBLIOGRAFÍA

 ROHMEDER, G. historia universal FAU-UNT.1996

 Google-Wikipedia

 www.edu.com
Pensamiento filosófico-cientifico

Tales de Mileto pensaba que el AGUA era


el principio de todas las cosas, dijo que el
agua era el originario de la realidad, el
primer elemento.

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