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(Mileto, hoy desaparecida, actual Turquía, 610 a.C. - id., 545 a.C.) Filósofo,
geómetra y astrónomo griego. Como los restantes filósofos de Mileto,
ciudad griega en que surgió la primera escuela filosófica de la historia del
pensamiento occidental, Anaximandro de Mileto supuso la existencia de
un arjé o principio constitutivo y originario común a todos los seres de la
naturaleza. Pero a diferencia de sus compañeros de escuela, que
identificaron el arjé con una sustancia física (el agua en Tales de Mileto, el
aire en Anaxímenes), Anaximandro estableció como primer principio
el ápeiron, término que puede traducirse como «lo indeterminado» o «lo
indefinido».
Anaximandro de Mileto
Se dice que contrajo matrimonio y que tuvo un hijo, pero también que
nunca los tuvo y que adoptó a un sobrino.
Pitágoras de Samos
(- 572 a - 496)
Vida y pensamiento Referencias y anécdotas Ejercicios
Vida y pensamiento
Sección publicada en webdianoia.com por primera vez el 3 de diciembre de 2001
Biografía
La vida de Pitágoras se encuentra envuelta en leyendas. Nació en Jonia,
en la isla de Samos, hacia el 572 a.C. y, al parecer, conoció a
Anaximandro de Mileto. Se le atribuyen viajes a Egipto y Babilonia. La
tiranía de Polícrates le hizo abandonar Samos, trasladándose a Italia y
estableciéndose en Crotona. Allí creó una secta filosófico-religiosa,
inspirada en el orfismo, cuyos miembros vivían en comunidad de bienes,
participando de un conjunto de creencias y saberes que permanecían en
secreto para los no iniciados.
La influencia ejercida por dicha secta en Crotona fue considerable, al
parecer, llegando a suscitar la enemistad del pueblo que se rebeló contra
el dominio ejercido por las secta pitagórica y, en el transcurso de esa
revuelta popular, puso fuego a sus propiedades y los expulsó de la
ciudad. Se dice que Pitágoras se refugió en Metaponto, donde murió
poco después, hacia el 496 antes de Cristo.
Pensamiento
Son pocas las referencias a su obra entre los antiguos, incluidas las de
Platón y Aristóteles, pero abundantes a partir de ellos (lo que genera
muchas dudas sobre su autenticidad) y en las que se mezcla, además, la
leyenda y la realidad, o lo que podría ser tomado como una referencia
real a Pitágoras o a los pitagóricos (hoy sabemos, por ejemplo, que la
atribución a Pitágoras del descubrimiento del teorema que lleva su
nombre no es defendible). Es difícil fijar también qué doctrinas
pertenecen a Pitágoras y cuáles pudieron ser desarrolladas por sus
discípulos posteriores: Alcmeón o Filolao, por ejemplo.
La filosofía de Pitágoras se desarrolla en una doble vertiente: una
místico-religiosa y otra matemático-científica.
a) Por lo que respecta a la primera, el eje central está representado por
la teoría de la trasmigración de las almas y la consecuente afirmación del
parentesco entre todos los seres vivos. Según ella, las almas son
entidades inmortales que se ven obligadas a permanecer en cuerpos
reencarnándose sucesivamente pasando de unos a otros durante un
periodo de tiempo indeterminado, hasta superar el proceso de
reencarnaciones gracias a la purificación (catarsis), que culmina en el
regreso del alma a su lugar de origen. Para ello, era necesario observar
numerosas reglas de purificación, por ejemplo, la abstinencia de la carne,
así como diversas normas rituales y morales. Esta teoría será adaptada
posteriormente por Platón, constituyendo un elemento importante de su
filosofía.
b) Respecto a la vertiente matemático-científica, Pitágoras afirmaba que
los números eran el principio (arjé) de todas las cosas.
b.1 No sabemos si se concebían los números como entidades físicas o
si, por el contrario, se afirmaba que el principio de la realidad era algo de
carácter formal, es decir, no material (una relación, una estructura...).
Aristóteles pensaba que la doctrina pitagórica del número se basaba en
descubrimientos empíricos; por ejemplo, el hecho de que los intervalos
musicales puedan expresarse numéricamente. (De hecho los pitagóricos
concedieron una gran importancia al estudio de la música, vista su
relación con las matemáticas. Esta relación la pudieron ir ampliando al
resto de objetos que constituyen la realidad, descubriendo en el número
la razón de todo lo real, lo que llevaría a convertirlo en el "arjé" de
los milesios.) Parece, además, que los pitagóricos concibieron los
números espacialmente, identificando el punto geométrico con la unidad
aritmética. Las unidades tendrían, pues, extensión espacial y podrían ser
consideradas, como dice Aristóteles, como el elemento material de las
cosas.
b.2 Es dudoso que los pitagóricos hayan podido interpretar el número
como una realidad de carácter formal o como una estructura de la
realidad, es decir, como algo no material, dado que la aparición clara de
la concepción de una realidad no material difícilmente puede anticiparse
a la reflexión platónica sobre el tema. No obstante, pese a las
explicaciones de Aristóteles, tampoco queda muy claro cómo podría
interpretarse el número como una entidad material. También en su
vertiente matemática influirán en Platón los pitagóricos.
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Quiénes somos
Heráclito
(Éfeso, hoy desaparecida, actual Turquía, h. 540 a.C. - h. 470 a.C.) Filósofo griego. Desde sus
orígenes y a lo largo del periodo cosmológico, anterior al periodo antropológico que
iniciaría Sócrates, el pensamiento griego se orientó hacia la búsqueda de un principio
constitutivo (arché o arjé) común a la pluralidad de seres de la naturaleza. Así, en la escuela
milesia se tendió a ver tal principio en una sustancia material (el agua en Tales de Mileto, el
aire en Anaxímenes); en la de Pitágoras, en un principio formal (el número o ley numérica).
Heráclito
Pero a caballo entre los siglos V y V a.C., las escuelas de Elea y de Éfeso trataron la cuestión
desde una perspectiva más amplia al plantear concepciones sobre la totalidad de lo existente
que resultaron antagónicas. Para Parménides de Elea, el ser o lo existente es uno e inmutable;
para Heráclito de Éfeso, en cambio, la realidad es puro cambio e incesante devenir («No te
bañarás dos veces en el mismo río»). En esta antinomia clásica de la filosofía griega, que se
revelaría extremadamente fructífera, se ha visto el origen tanto de la metafísica como de la
dialéctica.
Biografía
Muy poco se sabe de la biografía de Heráclito de Éfeso, apodado el Oscuro por el carácter
enigmático que revistió a menudo su estilo, como testimonia un buen número de los fragmentos
conservados de sus enseñanzas. El desprecio de Heráclito por el común de los mortales
concordaría con sus orígenes, pues parece cierto que procedía de una antigua familia
aristocrática, así como que sus ideas políticas fueron contrarias a la democracia de corte
ateniense y formó, quizá, parte del reducido grupo, integrado por nobles principalmente, que
simpatizaba con el rey persa Darío I el Grande, a cuyos dominios pertenecía Éfeso por
entonces, contra la voluntad de la mayoría de sus ciudadanos.
A estos últimos, en cualquier caso, no debió de apreciarlos en demasía, y Heráclito los colmó
de improperios cuando expulsaron de la ciudad a su amigo Hermodoro. Sea como fuere, la
oscuridad de Heráclito ha quedado caricaturizada en la leyenda acerca de su muerte: enfermo
de hidropesía, preguntaba enigmáticamente a los médicos si podrían de la lluvia hacer sequía;
como ellos no lo entendiesen, se enterró en estiércol en la suposición de que el calor de éste
absorbería las humedades, con el resultado de que aceleró el fatal desenlace. De creer a
Diógenes Laercio, la causa de la afección habría sido su retiro en el monte, donde se alimentaba
de hierbas, movido por su misantropía.
Las enseñanzas de Heráclito, según Diógenes Laercio, quedaron recogidas en una obra
titulada De la naturaleza, que trataba del universo, la política y la teología (aunque
probablemente esta subdivisión la introdujera una compilación alejandrina de los textos de
Heráclito), pero lo que ha llegado hasta nosotros de su doctrina se encuentra en forma
fragmentaria y sus fuentes son citas, referencias y comentarios de otros autores.
La filosofía de Heráclito
A tenor de lo que se desprende de los diversos fragmentos, Heráclito explicó la práctica
totalidad de los fenómenos naturales atribuyendo al fuego el papel de constituyente común a
todas las cosas y causa de todos los cambios que se producen en la naturaleza. La cosas nacen
del fuego por la vía descendente (fuego, aire, agua, tierra) y vuelven a él por la ascendente
(tierra, agua, aire, fuego). La importancia que concedió a la afirmación de que todo está
expuesto a un cambio y un flujo incesantes («Todo fluye y nada permanece») seguramente fue
exagerada por Platón, quien contribuyó de manera decisiva a forjar la imagen del filósofo
efesio.
Frente a la armonía del cosmos pitagórico y la inmutabilidad del ser de Parménides, Heráclito
concibió un universo en perpetuo devenir. El motor de esa eterna mutabilidad es la oposición
de los contrarios; tal oposición es causa del devenir de las cosas y, al mismo tiempo, su ley y
principio; pero los contrarios se ven conducidos a síntesis armónicas por el logos, proporción o
medida común a todo, principio normativo del universo y del hombre que, en varios aspectos,
resulta coextensivo con el elemento cósmico primordial, el fuego, por lo que algunas
interpretaciones los identifican.
Cada par de opuestos es una pluralidad y, a la vez, una unidad que depende de la reacción
equilibrada entre ambos. La salud y la enfermedad, la saciedad y el hambre, el día y la noche, la
vida y la muerte o el bien y el mal son interdependientes y solidarios, no existirían de no existir
su contrario; el equilibrio del universo se mantiene merced a la interacción sin fin entre los
opuestos, que da lugar a cambios que se compensan recíprocamente, garantía de que el cambio
en una dirección acabará por conducir a otro cambio en la dirección contraria, evitando una
preponderancia caótica y manteniendo la estabilidad total del cosmos.
En este sentido, el logos puede interpretarse como una lógica o ley armónica interna que revela
la coherencia subyacente en las cosas y el equilibrio del cosmos; una lógica íntima que los
hombres deben tratar de comprender, ya que la sabiduría consiste en entender cómo se conduce
el mundo, y ese entendimiento ha de ser la base de la moderación y el autoconocimiento, que
Heráclito postuló como ideales éticos del hombre.
Después de Parménides y Heráclito (fallecidos ambos hacia el 470 a.C.), diversos pensadores
trataron de llegar a una síntesis ecléctica. Así, los pluralistas como Empédocles transfirieron la
inmutabilidad del ser de Parménides a los «cuatro elementos»; Anaxágoras, a las homeomerías;
y los atomistas como Leucipo y Demócrito, al átomo; pero en todos ellos estará también
presente, de algún modo, el perpetuo devenir de Heráclito en las fuerzas que incesantemente
combinan y gobiernan tales elementos. Ya en tiempos modernos, el genial Hegel reconoció
haberse inspirado en el pensamiento de Heráclito, cuya obra comentó admirablementeQuiénes
somosContactoPublicidadCookies© Biografías y Vidas, 2004-2019
Parménides de Elea (en griego Παρμενίδης ὁ Ἐλεάτης) fue un filósofo griego. Nació entre
el 530 a. C. y el 515 a. C.* 1 en la ciudad de Elea, colonia griega de Magna Grecia (sur
de Italia).
Parménides escribió una sola obra: un poema filosófico en verso épico del cual nos han
llegado únicamente algunos fragmentos conservados en citas de otros autores. Los
especialistas consideran que la integridad de lo que conservamos es notablemente mayor en
comparación con lo que nos ha llegado de las obras de casi todos los restantes filósofos
presocráticos, y por ello su doctrina puede ser reconstruida con mayor precisión.
Por lo que podemos deducir a partir de los testimonios conservados, el poema de Parménides
representa una revelación divina dividida en dos partes:
La vía de la verdad, donde se ocupa de «lo que es» o «ente», y expone varios
argumentos que demuestran sus atributos: es ajeno a la generación y la corrupcióny por lo
tanto es inengendrado e indestructible, es lo único que verdaderamente existe —con lo
que niega la existencia de la nada— es homogéneo, inmóvil y perfecto.
La vía de las opiniones de los mortales, donde trata de asuntos como la constitución y
ubicación de los astros, diversos fenómenos meteorológicos y geográficos, y el origen del
hombre, construyendo una doctrina cosmológica completa.
Mientras que el contenido de la vía de la opinión se asemeja a las especulaciones físicas de
los pensadores anteriores, como los jonios y los pitagóricos, la vía de la verdad contiene una
reflexión completamente nueva que modifica radicalmente el curso de la filosofía antigua: se
considera que Zenón de Elea y Meliso de Samosaceptaron sus premisas y continuaron su
pensamiento. Los físicos posteriores, como Empédocles, Anaxágoras y los atomistas,
buscaron alternativas para superar la crisis en la que había sido arrojado el conocimiento de lo
sensible. Incluso la sofística de Gorgias acusa una enorme influencia de Parménides en su
forma argumentativa.
Tanto la doctrina platónica de las formas como la metafísica aristotélica guardan una deuda
incalculable con vía de la verdad de Parménides. Por esto es por lo que muchos filósofos y
filólogos consideran que Parménides es el fundador de la metafísica occidental.
Anaxágoras
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Anaxágoras
Anaxágoras (c. 1888), fragmento del mural pintado por Eduard
Lebiedzki sobre un dibujo de Carl Rahl, en la Universidad de Atenas.
Información personal
Nacimiento 500 a. C.
Clazomene
Religión Ateísmo
Información profesional
Anaxágoras (en griego Ἀναξαγόρας) (500 - 428 a. C.)1 fue un filósofo presocrático que
introdujo la noción de nous (νοῦς, mente o pensamiento) como elemento fundamental de su
concepción filosófica.
Nació en Clazómenas (en la actual Turquía) y se trasladó a Atenas (hacia 483 a. C.), debido a
la destrucción y reubicación de Clazómenas tras el fracaso de la revuelta jónica contra el
dominio de Persia. Fue el primer pensador extranjero en establecerse en Atenas.
Entre sus alumnos se encontraban el estadista griego Pericles, Arquelao, Protágoras de
Abdera, Tucídides, el dramaturgo griego Eurípides, y se dice que
también Demócrito y Sócrates.
Anaxágoras dio también un gran impulso a la investigación de la naturaleza fundada en la
experiencia, la memoria y la técnica. A él se le atribuyen las explicaciones racionales de los
eclipses y de la respiración de los peces, como también investigaciones sobre la anatomía del
cerebro.2 Conocedor de las doctrinas de Anaxímenes, Parménides, Zenón y Empédocles,
Anaxágoras había enseñado en Atenas durante unos treinta años cuando se exilió tras ser
acusado de impiedad al sugerir que el Sol era una masa de hierro candente y que la Luna era
una roca que reflejaba la luz del Sol y procedía de la Tierra. Marchó a Jonia y se estableció
en Lámpsaco (una colonia de Mileto), donde, según dicen, se dejó morir de hambre (Diógenes
Laercio, II, 14). Es seguro, en todo caso, que en tal lugar fue venerado (Aristóteles, Rhet. 1398
b 16) e incluso debió de haber un grupo de seguidores suyos (Eusebio de Cesarea,
Praeparatio Ev., 10, 14).
Índice
1Filosofía pluralista
2Eponimia
3Referencias
4Bibliografía
5Enlaces externos
Filosofía pluralista[editar]
Anaxágoras expuso su filosofía en su obra Peri physeos (Sobre la naturaleza), pero sólo
algunos fragmentos de sus libros han perdurado.
Para explicar la pluralidad de objetos en el mundo dotados de cualidades diferentes, recurre a
la suposición de que todas las cosas estarían formadas por partículas elementales, que llama
con el nombre de "semillas" (spermata, en griego). Más tarde Aristóteles llama a estas
partículas con el nombre de homeomerías (partes semejantes).
Según Aristóteles, Anaxágoras concibe el nous como origen del universo y causa de la
existencia, pero a la vez trata de explicarse y llama a encontrar las cosas cotidianas de lo que
ocurre en el mundo. Por otro lado, hizo formar parte de su explicación de la realidad al
concepto de nous, inteligencia, la cual, siendo un «fluido» extremadamente sutil, se filtra por
entre los recovecos de la materia, a la que anima con su movimiento. El nous penetra algunas
cosas y otras no, con lo que se explica, siguiendo a Anaxágoras, la existencia de objetos
animados e inertes. Platón en el Fedón se muestra de acuerdo con la afirmación según la cual
el nous es la causa de todo y conduce al orden y la armonía, pero discrepa con la búsqueda
de las causas materiales emprendida por Anaxágoras.
Su doctrina del nous fue más tarde adoptada críticamente por Aristóteles. Las diferencias
entre las concepciones de uno y otro pueden apreciarse con este ejemplo: Para Anaxágoras
los humanos pudieron hacerse inteligentes debido a que tenían manos, en cambio para
Aristóteles el hombre recibió manos debido a que tenía inteligencia.
Eponimia
Leucipo
(También llamado Leucipo de Mileto; Mileto o Abdera, siglo V a.C.) Filósofo griego, fundador
de la doctrina atomista. De la biografía de Leucipo se conoce verdaderamente muy poco. No se
sabe con exactitud el lugar de su nacimiento: pudo ser Mileto o Abdera, y también Elea.
Apenas se poseen noticias respecto de su vida, y hubo quien llegó incluso a negar su existencia
fundándose en la frase de Epicuro «nunca ha existido un Leucipo filósofo», que en realidad es
sólo un juicio desfavorable sobre su valor como tal; sin embargo, bastan los repetidos
testimonios de Aristóteles para descartar la duda.
Leucipo de Mileto
Durante su juventud, Leucipo debió de seguir las tendencias de la escuela eleática; se dice que
fue discípulo de Zenón de Elea, quien ilustró la doctrina de la inmovilidad del ser de su maestro
Parménides con unas célebres paradojas (como la de Aquiles y la tortuga) destinadas a probar
la imposibilidad del movimiento. De la lógica de la escuela eleática admitió únicamente lo que
podía confirmarse con la experiencia; valiéndose, además, de elementos procedentes de la
escuela de Pitágoras, llegó a concepciones contrapuestas a las de Parménides, pues afirmó la
existencia del vacío y del movimiento y limitó la inmutabilidad del ser de Parménides a los
átomos.
En las fuentes antiguas, las teorías de Leucipo de Mileto no resultan distintas de las de su
discípulo Demócrito, lo cual induce a pensar que, por lo menos en parte, debieron ser fruto de
una colaboración intelectual entre ambos; ello explicaría también por qué las obras de los dos
filósofos circularon, ya desde el principio, en un conjunto único, circunstancia que llevó
posteriormente a la atribución a Demócrito de los dos textos de Leucipo, la Gran cosmología y
el libro Sobre el intelecto, probablemente acerca de psicología y gnoseología. Ambas obras se
han perdido.
El atomismo
Como doctrina, el atomismo se desarrolló ya al final del periodo cosmológico de la filosofía
griega, antes de que la figura central de Sócrates (contemporáneo de Demócrito) abordase
como centro de reflexión al ser humano, iniciando el periodo antropológico. De hecho, el
atomismo representa la última tentativa de dar respuesta al problema del arjé, así como a la
antinomia creada por Parménides y Heráclito en sus opuestas concepciones de la realidad (el
ser inmutable de Parménides frente al «todo fluye» de Heráclito).
Desde la escuela de Mileto (Tales, Anaximandro, Anaxímenes), es decir, desde sus mismos
orígenes, la filosofía griega había supuesto la existencia de un principio constitutivo y
originario (el arjé o arché) común a la pluralidad de los seres que forman la naturaleza.
Prácticamente todas las escuelas y filósofos de este primer periodo se ocuparon de esta
cuestión: la escuela pitagórica, los filósofos de Elea (Jenófanes, Parménides, Zenón), la escuela
jónica de Éfeso (Heráclito) y los eclécticos y pluralistas como Empédocles y Anaxágoras.
Los atomistas vieron tal principio en el átomo: el universo está constituido por un inabarcable
número de partículas, los átomos, no perceptibles por su exigua magnitud. Los átomos son
indestructibles e indivisibles (tal es el significado etimológico de «átomo»), ingenerados y
eternos, y cualitativamente idénticos, pero no cuantitativamente; existen átomos de distintas
formas y tamaños. La pluralidad de los seres de la naturaleza es el resultado de combinar
átomos de distinta forma y tamaño en distinto número y orden.
Según Aristóteles y Diógenes Laercio, Leucipo formuló las primeras doctrinas atomistas, que
serían desarrolladas por su discípulo Demócrito, y, posteriormente, reelaboradas por Epicuro y
por seguidores del epicureísmo como Lucrecio. De seguir los testimonios de Aristóteles y
Diógenes Laercio, la filosofía de Leucipo contendría ya todas las ideas fundamentales que
configuran el atomismo: la consideración del ser (es decir, de la totalidad de lo existente) como
múltiple, material y compuesto de partículas indivisibles, los átomos; la afirmación, en
oposición a Parménides, de la existencia del no-ser o vacío, y del movimiento de los átomos en
el vacío; la concepción determinista y mecanicista de la realidad («Ninguna cosa ocurre porque
sí, sino que todas suceden según ley y por necesidad»); y la formación de los mundos mediante
un movimiento de los átomos en forma de torbellino, por el cual los más pesados se separan de
los más ligeros y se reúnen en el centro formando la Tierra.
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BIOGRAFÍA DE DEMÓCRITO
Demócrito fue un filósofo presocrático y matemático griego y discípulo de
Leucipo. Nació en Abdera, Tracia en el año 460 antes de cristo, su lugar de
nacimiento era la capital de una polis griega ubicada ahora en la costa norte de
Grecia, cerca de la isla Tasos. Sus estudios los hizo con magos eruditos caldeos,
los cuales el rey Jerjes I de Persia alojo en casa de su padre, mientras este hacia
parte de una campaña militar en las guerras médicas. Gracias a esto, logró
adquirir conocimientos de astrología y teología en su época de joven. Se le
considera un filósofo presocrático por su temática physis.
Su trayectoria y obras fueron entre los años 460 y 370 antes de cristo. En su
época como investigador y buscador de teorías, se dice que realizó viajes por todo
Egipto donde permaneció por 5 años aprendiendo geometría. También viajó por
Mesopotamia, babilonia, Etiopia y Persia en búsqueda de nuevos conocimientos;
se dice que tenía la habilidad para predecir el futuro y entre sus obras más
reconocidas estaba “Gran Diacosmos”, la cual le representó ganar el premio 500
talentos. Su idea de escribir el gran diacosmos surgió de la necesidad de
defenderse ante quienes lo acusaban de malgastar la herencia que su padre le
dejó.
Atomas
Atomas is a science themed puzzle game available on IOS[3][4] and Android. The goal is to get
the highest score by combining elements.[5] Atomas was developed by Sirnic Games,[6] and
released on February 24, 2015.[7]
Gameplay[edit]
The game begins with six atoms, usually hydrogen, helium and lithium (which have low atomic
numbers) in a circular game board, unless the player has a special power equipped which
makes the game start at magnesium, aluminum, and silicon.[8] At the center, there is an atom
which when the player taps moves to where they tapped.[5]Sometimes there are plus or minus
orbs (signs) in the center of the board instead of an atom.[8] The plus orb allows the player to
combine two like atoms into an element with a greater atomic number.[8] Chain reactions can
be formed by having the same atoms on either side of where the player places the plus
orb.[5] The minus orb allows the player to move an atom to a different location of the board or
be converted into a plus orb if the player chooses.[8] Occasionally there are black plus orbs
(Dark Plus) which spawn with a 1/90 chance after a score of 750 and allow the player to
combine two unlike atoms (opposed to two like atoms with the regular plus orb).[8]Additionally,
neutrinos spawn with a 1/60 chance after a score of 1500, and makes a copy of any orb on the
board that you choose. Lucky charms are unlocked as the player advances and grant bonuses
such as increasing the number of plus atoms.[4] The game ends when the game board is full
and can no longer place any new elements.[4]
In addition to the Classic game mode as described above there are also Time Attack, Zen and
Geneva modes. In the Time Attack mode the player has to create the biggest element you can
in a certain amount of time. In the Geneva mode instead of pluses the player receives Luxons
instead. The player can shoot a Luxon at any atom and that atom will become a plus on the
next round. In the Zen game mode there is a 50% chance of the last atom before the game
ends is a plus.[9]
There is also antimatter which can be bought through an in-app purchase which clears half of
the board.[3]
References[edit]
1. ^ "'Atomas' is an addictive puzzle game with a dash of science [VIDEO]". Phandroid - Android
News and Reviews. 2015-07-13. Retrieved 2017-02-26.
2. ^ Jump up to:a b "Atomas — Simple Chemistry [Review] | Avoiderdragon". Avoiderdragon. 2016-
07-13. Retrieved 2017-02-26.
3. ^ Jump up to:a b "Atomas - Walkthrough, Tips, Review". Jay is games. Retrieved 2017-02-19.
4. ^ Jump up to:a b c "Atomas Review | 148Apps". www.148apps.com. Retrieved 2017-02-19.
5. ^ Jump up to:a b c "Atomas - 4 Tips to Reach High Score - Play Next Levels". Play Next Levels.
2015-05-28. Retrieved 2017-02-19.
6. ^ Sirnic. "Sirnic - Atomas". sirnic.com. Retrieved 2018-01-25.
7. ^ "Atomas (Game) - Giant Bomb". Giant Bomb. Retrieved 2018-01-25.
8. ^ Jump up to:a b c d e "Atomas: a fun game I can't put down, and here's why". Retrieved 2017-02-
19.
9. ^ Forum, Xiaomi MIUI Official. "[MIUI App Review Team] Atomas - An addictive puzzle game -
App - Xiaomi MIUI Official Forum". en.miui.com. Retrieved 2017-02-20.
Categories:
IOS games
Android (operating system) games
Protágoras
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Protágoras
Demócrito (centro) y Protágoras (derecha) por Salvator Rosa.
Información personal
Nacimiento c. 481 a. C.
Abdera, Antigua Grecia
Nacionalidad Griego
Religión Agnosticismo
Información profesional
Ocupación Filósofo
Protágoras de Abdera (en griego Πρωταγόρας; Abdera, c. 485 a. C.- c. 411 a. C.)1 fue
un sofista griego. Admirado experto en retórica que recorría el mundo griego cobrando
elevadas tarifas por sus conocimientos acerca del correcto uso de las palabras
u ortoepía. Platón le acredita como el inventor del papel del sofistaprofesional o profesor de
"virtud" (entendida no como "bondad" sino como conocimiento y habilidad para tener éxito
mundano).
Protágoras fue un pensador viajero, celebrado y necesitado allí donde fuera. Vivió durante
largas temporadas en Atenas, donde fue conocido de Sócrates y amigo de Pericles, quien le
encargó la constitución para la nueva colonia de Turios, que redactó hacia 444 o 443 a. C. y
en donde por primera vez en la historia, se estableció la educación pública y obligatoria.
También viajó a Sicilia y a otras ciudades de Asia Menor en funciones de maestro
de retórica y conducta, recibiendo a cambio cantidades notables de dinero, como el resto de
sofistas. El magisterio que llegó a ejercer en el área de influencia griega se extendió en el
tiempo durante cuarenta años, según nos cuenta Platón.
Platón le dedicó uno de sus diálogos, el Protágoras, que aún hoy puede leerse como un
cuadro vivo, animado y colorido, aunque con escaso rigor histórico, sobre los distintos tipos de
sofistas que habitaban en la mansión de Calias –rico ateniense, una especie de mecenas,
rodeado de intereses comerciales, políticos, artísticos y militares-. Junto a Gorgias, fueron los
únicos sofistas en ser considerados en calidad de filósofos por Platón y Aristóteles. Sócrates
guardaba gran estima de ellos por sus cualidades retóricas y la profundidad de sus
predicados, a pesar del uso que podían hacer de ellos.
Sócrates
Sócrates es uno de los filósofos más representativos del mundo griego junto
con Platón y Aristóteles. Nació en el año 470 a.c, en Alopece, antigua Atenas. Precursor
de lo que hoy conocemos como Axiología, fundó la Filosofía moral.
Hijo de Farnarette y Sofronisco, una comadrona y un escultor. Fue bien instruido por su
padre en literatura, música y todo lo que un ciudadano ateniense debía saber. Se dice que
tuvo como maestro a Anaxágoras y que recibiera formación también de los filósofos
eléaticos.
Sócrates combatió como soldado en las guerras de Samos, Potidea, Delio y Anfípodis,
pero antes de eso, trabajó con su padre en el oficio de la escultura y esculpió junto con él,
las famosas estatuas Las tres gracias que se exhibían a la entrada de Atenas.
No se sabe mucho de su vida privada, pero si se conoce que estuvo casado con una mujer
llamada Xantipa ,de procedencia noble, con quien tuvo tres hijos; dos hembras y un varón.
Esta mujer, según, la tradición oral, fue poco amable con él, de temperamento fuerte y
bestial.
LA MAYÉUTICA, UN GRAN MÉTODO
La vida de Sócrates transcurrió en las plazas y mercados conversando con comerciantes,
campesinos y artesanos aplicando el método de la Mayéutica, una forma de extraer
el conocimiento a priori, de sus interlocutores, para llegar a la resolución de problemas.
Este método que aun hoy se usa, consiste en la formulación de preguntas para generar un
debate y a través de los conceptos arrojados por este, se desarrolla un nuevo conocimiento.
Es un método básicamente, inductivo-deductivo.
Sócrates llamó Mayéutica a su método, inspirado tal vez por el oficio de su madre. Es una
palabra relacionada con la obstetricia, que significa parir, parir ideas y conocimiento, ese
fue el objetivo principal de la Mayéutica.
Aunque no se ha demostrado con documentos que Sócrates haya sido el creador de este
método, si hay referencias sobre esto en los obras como El Banquete y Teeteto, así como
en los libros que su discípulo Platón escribió sobre él.
JUICIO A SÓCRATES
Debido a la aplicación de su método, Sócrates se ganó no pocas enemistades, ya que sus
preguntas importunaban a muchos, así que es posible que los cargos que se le imputaron
sobre impiedad y corrupción a los jóvenes, estuvieran relacionadas con eso.
Sin embargo, las acusaciones se basaban en el hecho de que el filósofo trataba de cambiar
las antiguas tradiciones y creencias y también por mantener amistad con
la aristocracia, que luego de la caída de Pericles, podría apoyar cualquier tipo de gobierno
que les mantuviera los privilegios.
Fue llevado a un tribunal compuesto por 500 jueces, donde 280 votos lo consideraron
culpable contra 220, siendo Anito quien ejerció la acusación escondiéndose detrás
de Meleto y Licón, dos personajes mediocres y oscuros.
Tras haber sido condenado, el maestro rechazó los cargos y demostró la inconsistencia de
las acusaciones, pero aún así, fue condenado a pena de muerte. Tuvo la oportunidad de
escapar, pero no lo hizo, aceptó su condena y bebió la cicuta. Murió en el año 399 a.c.
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Platón
(Atenas, 427 - 347 a. C.) Filósofo griego. Junto con su maestro Sócrates y su discípulo
Aristóteles, Platón es la figura central de los tres grandes pensadores en que se asienta toda la
tradición filosófica europea. Fue el británico Alfred North Whitehead quien subrayó su
importancia afirmando que el pensamiento occidental no es más que una serie de comentarios a
pie de página de los diálogos de Platón.
Platón
La circunstancia de que Sócrates no dejase obra escrita, junto al hecho de que Aristóteles
construyese un sistema opuesto en muchos aspectos al de su maestro, explican en parte la
rotundidad de una afirmación que puede parecer exagerada. En cualquier caso, es innegable que
la obra de Platón, radicalmente novedosa en su elaboración lógica y literaria, estableció una
serie de constantes y problemas que marcaron el pensamiento occidental más allá de su
influencia inmediata, que se dejaría sentir tanto entre los paganos (el neoplatonismo de Plotino)
como en la teología cristiana, fundamentada en gran medida por San Agustín sobre la filosofía
platónica.
Nacido en el seno de una familia aristocrática, Platón abandonó su inicial vocación política y
sus aficiones literarias por la filosofía, atraído por Sócrates. Fue su discípulo durante veinte
años y se enfrentó abiertamente a los sofistas (Protágoras, Gorgias). Tras la condena a muerte
de Sócrates (399 a. C.), huyó de Atenas y se apartó completamente de la vida pública; no
obstante, los temas políticos ocuparon siempre un lugar central en su pensamiento, y llegó a
concebir un modelo ideal de Estado.
Viajó por Oriente y el sur de Italia, donde entró en contacto con los discípulos de Pitágoras; tras
una negativa experiencia en Siracusa como asesor en la corte del rey Dionisio I el Viejo, pasó
algún tiempo prisionero de unos piratas, hasta que fue rescatado y pudo regresar a Atenas. Allí
fundó en el año 387 una escuela de filosofía, situada en las afueras de la ciudad, junto al jardín
dedicado al héroe Academo, de donde procede el nombre de Academia. La Academia de
Platón, una especie de secta de sabios organizada con sus reglamentos, contaba con una
residencia de estudiantes, biblioteca, aulas y seminarios especializados, y fue el precedente y
modelo de las modernas instituciones universitarias.
En ella se estudiaba y se investigaba sobre todo tipo de asuntos, dado que la filosofía englobaba
la totalidad del saber, hasta que paulatinamente fueron apareciendo (en la propia Academia) las
disciplinas especializadas que darían lugar a ramas diferenciadas del saber, como la lógica, la
ética o la física. Pervivió más de novecientos años (hasta que Justiniano la mandó cerrar en el
529 d. C.), y en ella se educaron personajes de importancia tan fundamental como su
discípulo Aristóteles.
Obras de Platón
A diferencia de Sócrates, que no dejó obra escrita, los trabajos de Platón se han conservado casi
completos. La mayor parte están escritos en forma dialogada; de hecho, Platón fue el primer
autor que utilizó el diálogo para exponer un pensamiento filosófico, y tal forma constituía ya
por sí misma un elemento cultural nuevo: la contraposición de distintos puntos de vista y la
caracterización psicológica de los interlocutores fueron indicadores de una nueva cultura en la
que ya no tenía cabida la expresión poética u oracular, sino el debate para establecer un
conocimiento cuya legitimación residía en el libre intercambio de puntos de vista y no en la
simple enunciación.
Platón y Aristóteles en La escuela de Atenas (1511), de Rafael
Los veintiséis diálogos platónicos probadamente auténticos (de los cuarenta y dos transmitidos
por la Antigüedad) pueden clasificarse en tres grupos. Los diálogos del llamado período
socrático (396-388), entre los que se incluyen la Apología, Critón, Eutifrón, Laques, Cármides,
Ión, el Hipias menor y tal vez Lisis (que quizá sea posterior), revelan claramente la influencia
de los métodos de Sócrates y se distinguen por el predominio del elemento mímico-dramático:
comienzan abruptamente, sin preámbulos preparatorios. Todas estas obras son anteriores al
primer viaje de Platón a Sicilia, y en ella dominan los diálogos investigadores a la manera
socrática.
Dentro de los diálogos del siguiente período, llamado constructivo o sistemático, pertenecen a
una fase de transición Protágoras, Menón (que anunció la doctrina de las
Ideas), Gorgias, Menéxenes, Crátilo y Eutidemo. Los grandes diálogos de esta etapa son
el Fedón, cuyo tema es la inmortalidad del alma; El banquete, en el que seis oradores debaten
sobre el amor; La República, el texto platónico más sistemático, fruto de largos años de trabajo,
que presenta tres líneas principales de argumentación (ético-política, estético-mística y
metafísica) combinadas en un todo; y el Fedro, que mediante la forma de diálogo dramático
debate aspectos relativos a la belleza y el amor, y contiene momentos de honda poesía. Estos
diálogos, en los que se muestra en su apogeo la fuerza expresiva de Platón, no son ensayos
filosóficos propiamente dichos, sino obras literarias que tratan temas filosóficos, y por ello no
se limitan a un solo tema o asunto.
Los diálogos del período tardío o revisionista, por último, fueron escritos a partir del momento
de la fundación de la Academia. Si bien carecen de los méritos dramáticos y literarios que
caracterizaron a los diálogos precedentes, presentan en cambio una mayor sutileza y madurez
de juicio, ya que en ellos se expresa más el pensador decidido a presentar la definitiva
exposición de su pensamiento filosófico que el artista. En el Parménides, Platón revisa la
doctrina de las Ideas; en el Teeteto combate el escepticismo de Protágoras acerca del
conocimiento, al tiempo que exalta la vida contemplativa del filósofo; en el Timeo expone el
mito de la creación del mundo por obra del Demiurgo; en el Filebo trata las relaciones entre el
Bien y el placer, y en Las leyes intenta adaptar más a la realidad su doctrina del Estado ideal,
tomando como referencia las constituciones y legislaciones de varias ciudades griegas.
Una característica del estilo platónico que revela una admirable conjunción entre pensamiento y
expresión es su empleo del mito para hacer más evidente el pensamiento filosófico. Sin duda el
más célebre de ellos es el mito de la caverna utilizado en La República; pero también son
conocidos el del juicio de ultratumba, que aparece en Gorgias, y el de Epimeteo,
en Protágoras.
La filosofía de Platón
El conjunto de la obra de Platón, cuya producción abarcó más de cincuenta años, ha permitido
formular un juicio bastante seguro sobre la evolución de su pensamiento. De las obras de
juventud consagradas a las investigaciones morales (siguiendo el método socrático) o a la
defensa de la memoria de Sócrates, pasó Platón a desarrollar sus ideas filosóficas y políticas en
los diálogos constructivos o sistemáticos, y luego a revisar y completar sus propias teorías en
las difíciles obras de su etapa final.
El contenido de estos escritos es una especulación metafísica, pero con evidente orientación
práctica. Dos son los temas permanentes que prevalecen sobre los demás. Por un lado, el
conocimiento, esto es, el estudio de la naturaleza del conocimiento y de las condiciones que lo
posibilitan. Y por otro, la moral, de fundamental importancia en la vida práctica y en la
realización de la aspiración humana a la felicidad en una doble vertiente individual y colectiva,
ética y política. Todo ello se resuelve en un verdadero sistema filosófico de gran alcance ético
basado en la teoría de las Ideas.
El mundo de las Ideas, aprehensible sólo por la mente, es eterno e inmutable. Cada idea
del mundo inteligible es el modelo de una categoría particular de cosas del mundo
sensible (cósmos aiszetós), es decir, del universo o mundo material en que vivimos, constituido
por una pluralidad de seres cuyas propiedades son opuestas a las de las Ideas: son cambiantes,
imperfectas, perecederas. En el mundo inteligible residen las ideas de Piedra, Árbol, Color,
Belleza o Justicia; y las cosas del mundo sensible son sólo imitación (mímesis)
o participación (mézexis) de tales ideas, es decir, copias imperfectas de estas ideas perfectas.
El mito de la caverna
En su obra La República, Platón ilustró esta concepción con el célebre mito de la caverna.
Imaginemos, dice Platón, una serie de hombres que desde su nacimiento se hallan encadenados
en una cueva, y que desde pequeños nunca han visto nada más que las sombras, proyectadas
por un fuego en una pared, de las estatuas y de los distintos objetos que llevan unos porteadores
que pasan a sus espaldas. Para esos hombres encadenados, las sombras (los seres del mundo
sensible) son la única realidad; pero, si los liberásemos, se darían cuenta de que lo que creían
real eran meras sombras de las cosas verdaderas (las Ideas del mundo inteligible).
Sólo el mundo inteligible es el verdadero ser, la verdadera realidad; el mundo sensible es mera
apariencia de ser. Dado que el mundo físico, que se percibe mediante los sentidos, está
sometido a continuo cambio y degeneración, el conocimiento derivado de él es restringido e
inconstante; es un mundo de apariencias que solamente puede engendrar opinión (doxa) mejor
o peor fundamentada, pero siempre carente de valor. El verdadero conocimiento (epistéme) es
el conocimiento de las Ideas. En este punto es patente la influencia de su admirado Parménides.
En el Timeo, Platón explicó el origen del mundo sensible a través de la figura de un poderoso
hacedor, el Demiurgo, una divinidad superior que, feliz en la perenne contemplación de las
Ideas, quiso, por su misma bondad, difundir en lo posible el bien en la materia. El Demiurgo,
disponiendo del espacio vacío y partiendo de la materia caótica y eterna, modeló poliedros
regulares de los cuatros elementos (la tierra, el fuego, el aire y el agua, conforme a la
formulación de Empédocles), y, combinándolos, formó los distintos seres del mundo sensible
tomando las Ideas como modelos; tales seres, obviamente, no podían ser perfectos por las
mismas limitaciones de la naturaleza de la materia. Hay que subrayar que el Demiurgo,
partiendo de la materia, formó cosas materiales; el alma humana, que es inmaterial, no es obra
suya.
El alma
Existe pues un mundo inteligible, el de las Ideas, que posibilita el conocimiento, y un mundo
sensible, el nuestro. Esa misma dualidad se da en el ser humano. El hombre es un compuesto de
dos realidades distintas unidas accidentalmente: el cuerpo mortal (relacionado con el mundo
sensible) y el alma inmortal (perteneciente al mundo de las Ideas, que contempló antes de
unirse al cuerpo). El cuerpo, formado con materia, es imperfecto y mutable; es, en definitiva,
igual de despreciable que todo lo material. De hecho, la abismal diferencia entre el nulo valor
del cuerpo y el altísimo del alma lleva a Platón a afirmar (en el Alcibíades) que "el hombre es
su alma".
Frente a la tosca materialidad del cuerpo, el alma es espiritual, simple e indivisible. Por ello
mismo es eterna e inmortal, ya que la destrucción o la muerte de algo consiste en la separación
de sus componentes. Las diversas funciones del alma confluyen en sus tres aspectos: el
alma racional (lógos) se sitúa en el cerebro y dota al hombre de sus facultades intelectuales; del
alma pasional o irascible(zimós), ubicada en el pecho, dependen las pasiones y sentimientos; y
de la concupiscible (epizimía), en el vientre, proceden los bajos instintos y los deseos
puramente animales.
Platón (óleo de José de Ribera, 1637)
Platón explicó el origen del alma mediante el mito del carro alado, que se encuentra en
el Fedro. Las almas residen desde la eternidad en un lugar celeste, donde son felices
contemplando las Ideas; marchan en procesión, cada una de ellas sobre un carro conducido por
un auriga y tirado por dos caballos alados, uno blanco y otro negro. En un momento dado el
caballo negro se desboca, el carro se sale del camino y el alma cae al mundo sensible. Es decir,
las almas se encarnaron en cuerpos del mundo sensible por una falta de su aspecto
concupiscible (el caballo negro; el blanco representa el pasional o irascible), que la razón (el
auriga) no pudo evitar.
El alma, pues, se halla encarnada en el cuerpo por una falta cometida; de ahí que el cuerpo sea
como la cárcel del alma. La unión de alma y cuerpo es accidental (el lugar natural del alma es
el mundo de las Ideas) e incómoda. El alma se ve obligada a regir el cuerpo como el jinete al
caballo, o como el piloto a la nave. Sin embargo, su aspiración es liberarse del cuerpo, y para
ello deberá aplicar sus esfuerzos a purificarse. Las almas que logren tal purificación regresarán
al mundo de las Ideas tras la muerte del cuerpo; las que no, irán a la región infernal del Hades,
donde, tras un período de tormentos (específicos para cada alma según las faltas cometidas), se
les permitirá elegir un nuevo cuerpo en el que reencarnarse.
Ética y política
El hombre sólo puede conseguir la felicidad mediante un ejercicio continuado de la virtud para
perfeccionar y purificar el alma. "Purificarse -escribió en el Fedón- es separar al máximo el
alma del cuerpo." Dominando las pasiones que la atan al cuerpo y al mundo sensible, el alma va
desligándose de lo terrenal y acercándose al conocimiento racional, hasta que, inflamada en el
amor a las Ideas, logra su completa purificación. Este amor a las Ideas es el sentido original
del amor platónico, muy distinto del que le daría la tradición literaria posterior y del que tiene
la expresión en nuestros días.
Practicar la virtud significa, ante todo, practicar la virtud de la justicia (dikaiosíne), compendio
armónico de las tres virtudes particulares que corresponden a los tres componentes del alma:
la sabiduría (sofía) es la virtud propia de la razón; la fortaleza (andreía) de la voluntad ha de
modular el alma pasional o irascible hacia los afectos nobles; y la templanza (sofrosíne) ha de
imponerse sobre los apetitos del alma concupiscible. El hombre sabio será, para Platón, aquel
que consiga vincularse a las ideas a través del conocimiento, acto intelectual (y no de los
sentidos) por el cual el alma recuerda el mundo de las Ideas del cual procede.
Sin embargo, la completa realización de este ideal humano sólo puede darse en la vida social de
la comunidad política, donde el Estado da armonía y consistencia a las virtudes individuales. El
Estado ideal de Platón sería una República formada por tres clases de ciudadanos (el pueblo,
los guerreros y los filósofos), cada una con su misión específica y sus virtudes características,
en correspondencia con los aspectos del alma humana: los filósofos serían los llamados a
gobernar la comunidad, por poseer la virtud de la sabiduría; los guerreros velarían por el orden
y la defensa, apoyándose en la virtud de la fortaleza; y el pueblo trabajaría en actividades
productivas, cultivando la templanza. De este forma la virtud suprema, la justicia, podría llegar
a caracterizar al conjunto de la sociedad.
ESP AÑA
ECONOMÍA
DEP ORTES
INVESTIGACIÓN
INTERNACIONAL
OPINIÓN
LOOK
TELEVISIÓN
SOCIEDAD
VÍDEOS
Verónica Mollejo
23/08/201710:34
1 Comentario
Epicuro
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Epicuro
Busto deEpicuro. Copia romana del siglo II de un original griego de
la primera mitad del siglo III a. C. Museo Metropolitano de
Arte de Nueva York.
Información personal
Nacimiento 341 a. C.
Samos
Nacionalidad Ateniense
Religión Deísmo
Familia
Padres Neocles
Querestrata
Educación
Alumno de Nausífanes
Información profesional
Ocupación Filósofo
Scholarch of the Epicurean
Cargos ocupados
school (desde 311 a. C., hasta 270 a. C.)
Movimiento Epicureismo
Séneca
(Unknown - Unknown)
Séneca
Lucio Anneo Séneca
Filósofo latino
Hijo de Helvia y del retórico romano Marco (Lucio) Anneo, más conocido
como Séneca el Viejo que también fue procurador imperial.
Obras
Citas de Séneca
Información personal
Nombre de
Marco Aurelio Denegri Santagadea
nacimiento
Causa de la
Fibrosis pulmonar
muerte
Residencia Lima
Nacionalidad Peruana
Lengua
Español
materna
Familia
Educación
Información profesional
Área Sexología
Web
Facebook denegriperu
Twitter Cerebrotonico
Marco Aurelio Denegri Santagadea (Lima, 16 de mayo de 1938-Ib., 27 de julio de 2018) fue
un intelectual, periodista y conductor de televisión peruano. Si bien destaca por sus trabajos
en el campo de la sexología, también ha abordado la crítica literaria y la lingüística —
especialmente la gramática y la lexicografía—. Los programas de televisión que ha conducido
se han caracterizado por su labor de difusión cultural.
Índice
1Biografía
2Obras
3Programas de televisión conducidos por él
4Referencias
5Enlaces externos
Biografía[editar]
Hijo de Julio Ernesto Denegri Cornejo —nieto de Marco Aurelio Denegri Vasallo—2 y Leonor
Santagadea Arana. Estudió en el Colegio San Andrés. En cuanto a sus estudios superiores,
estudió Derecho en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos,3 y posteriormente siguió
estudios de sexología y sociología. Él reconoce que ha pasado por muchas universidades; sin
embargo, se considera a sí mismo «polígrafo autodidacto».4 En la década de 1970 fue director
de la revista científica y artística de cultura sexual Fáscinum.5 El primer número fue editado en
abril de 1972.
Su carrera en la televisión peruana empezó en 1973. Condujo de 1997 a 2000 A solas con
Marco Aurelio Denegri en el desaparecido Cable Mágico Cultural.5 Renunció en 2000 y luego
pasó a las filas de la entonces llamada Televisión Nacional del Perú —actual TV Perú—,
gracias a las gestiones de José Watanabe, y ahí condujo un programa de televisión
llamado La función de la palabra, donde abordaba diversos aspectos de la cultura —desde la
música hasta la belleza de las manos—, aunque él la consideraba contracultural.6
Escribió artículos para diversos diarios peruanos, los cuales han sido recopilados bajo el
título De esto y de aquello por la Universidad Ricardo Palma.4 Escribió para El Comercio una
columna semanal.
Murió el 27 de julio de 2018 a los 80 años a causa de una enfisema pulmonar.7 Fue melómano
y amante del cajón peruano, por tal razón introdujo el término cajonística para referirse al arte
de tocar cajón afroperuano.8
Pirrón
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Pirrón de Elis
Pirrón de Elis (Πύρρων ὁ ῾Ηλείος, Elis, ca. 360 - ca. 270 a. C.) fue un filósofo griego de
la Antigüedad clásica, a quien se considera el primer filósofo escéptico, e igualmente la
inspiración de la escuela conocida como pirronismo fundada por Enesidemo en el siglo I a.
C. Era natural de Elis –ciudad provincial al noroeste del Peloponeso, Grecia–. Hizo de
la duda el problema central de toda su filosofía.
El único testimonio escrito de la obra pirrónica es una oda laudatoria dedicada a Alejandro
Magno. El legado de su doctrina filosófica, recogido por su discípulo Timón el Silógrafo nos ha
llegado principalmente a través de Sexto Empírico. Según su testimonio, Pirrón era tan radical
en su postura que negaba que se pudiera llegar a los primeros principios de la
deducción aristotélica (aunque no era tan radical como Antístenes, que renunció a toda clase
de filosofía).
En la Edad Media, al no aceptar Pirrón el principio del silogismo (si A es B y B es C, entonces
A es C), la filosofía escolástica rechazó el pirronismo.1
Tuvo gran ayuda de su discípulo Diónidas, quien junto con sus compañeros
esceptistas Pargus y Lopecio, contribuyeron a la difusión de sus enseñanzas.
Su frase célebre: "Suspende el juicio"[cita requerida]
Cicerón
Ir a la navegaciónIr a la búsqueda
«Marco Tulio Cicerón» redirige aquí. Para el hijo del orador, véase Marco Tulio Cicerón
(cónsul 30 a. C.).
Para otros nobles romanos llamados Cicerón y otros usos del término Cicerón, véase Cicerón
(desambiguación).
Cicerón
Nombre de
Marco Tulio Cicerón
nacimiento
Nombre en
Marcus Tullius Cicero
latín
Fallecimiento 7 de diciembre de 43 a. C.
Formia
Causa de la
Decapitación
muerte
Religión Politeísta
Partido
Optimates
político
Familia
Cónyuge Terencia
Educación
Información profesional
Obras De re publica
notables De legibus
De officiis
De inventione
Filón de Alejandría
(Alejandría, entre 13 y 20 a.J.C. - id., hacia 50 d.J.C.) Filósofo judío de la diáspora griega. De
familia aristocrática, negoció ante Calígula un estatuto político para los judíos (40). Restituyó la
ortodoxia, cuestionada por el helenismo, y buscó la complementariedad entre la Torá
(interpretada de forma alegórica) y Platón. Desarrolló una doctrina del logos y su influencia
llegó, a través de Clemente de Alejandría y de Orígenes, a la patrística.
Filón de Alejandría
Llamado también Filón el Hebreo o Filón el Judío, fue una interesante figura de filósofo y de
hombre. Su obra es una significativa expresión del sincretismo filosófico de la primera mitad
del siglo I, que vinculó entre sí las ideologías griega y hebrea. Se sabe poco de la vida de Filón.
Miembro de una familia muy notable y poderosa (un hijo de su hermano Alejandro Lisímaco se
casó con la hija del rey de los judíos Herodes Agripa), recibió una cuidadosa educación, como
lo demuestran, entre otros detalles, su vasta erudición bíblica (a pesar de que no conocía el
hebreo), su familiaridad con la filosofía helénica e incluso el estudio de su estilo.
Sólo un episodio de su vida conocemos: la embajada a Calígula, que fue llamado a presidir en
un momento dramático de la historia de su pueblo. La población griega y egipcia de Alejandría,
muy hostil a los judíos, pidió que se colocaran estatuas del emperador en las sinagogas; con ello
pretendían exponer a los hebreos a la ira del emperador y, al mismo tiempo, atraerse las
simpatías de éste mediante una forma de adulación que juzgaban de su gusto. Ante el riesgo de
verse acusados de lesa majestad, los judíos enviaron una embajada a Roma para suplicar al
emperador la exención de tal culto; la misión, pues, resultaba extremadamente difícil y
peligrosa. En Roma, los embajadores no fueron recibidos inmediatamente, y hasta quizá no lo
fueron nunca; diferida la audiencia de un mes a otro, hubieron de soportar vejaciones e insultos
de todo género. Sin embargo, al final, y es de creer que por los méritos de Filón, lograron cierta
tolerancia.
Lo notable o por lo menos curioso de todo ello es el carácter del hombre que llevó tal asunto no
sin habilidad y al que se describe normalmente como inclinado sólo a la vida contemplativa y
carente en absoluto de sentido práctico y de vocación política. Aunque en esto haya algo de
cierto, y sin hacer tampoco de Filón un hombre de acción, no pueden ignorarse los diversos
aspectos de su temperamento, que lo convierten en un personaje no ajeno a la actividad práctica
y política, por lo menos cuando se trataba de defender los intereses de la colonia hebrea de
Alejandría.
En uno de los pocos pasajes en que habla de sí mismo, Filón dice: "Con frecuencia,
abandonados los parientes, los amigos y la patria, y retirado al desierto para reflexionar sobre
cualquier cosa digna de meditación, no sacaba de ello provecho alguno, antes bien mi mente,
distraída o roída por la pasión, tendía a lo opuesto; algunas veces, en cambio, he sabido
permanecer entregado a mis pensamientos en medio de una gran muchedumbre, por cuanto
Dios ha alejado a la multitud de mi alma y me ha enseñado que el bien o el mal se deben, no a
las diferencias de los lugares, sino a Él mismo, que mueve y conduce por donde quiere el carro
del espíritu" (Explicación alegórica del Libro de las Leyes).
En tales palabras se refleja todo el hombre y el pensador, en sus aspectos diversos y opuestos;
la figura del contemplativo, amante de la soledad, y la del embajador ante Calígula, que en ésta
y en otras ocasiones se manifiesta defensor tenaz de los intereses de los hebreos alejandrinos
con la acción y con la pluma, en obras como Apología de los judíos y Moisés. De este modo,
Filón es al mismo tiempo un filósofo de sutiles y complicadas interpretaciones alegóricas, un
combatiente de la causa judía en Contra Flaco y Legación a Cayo y un místico precursor del
neoplatonismo, creador de un sistema que llega a un Dios único a través de las potencias
intermedias, la mayor de las cuales es el "logos", de acuerdo con la doctrina presente en sus
textos Sobre la esclavitud del insensato, Sobre la libertad del sabio, Sobre la Providencia, etc.
También los retratos de Filón que adornan los manuscritos de sus obras revelan esta compleja
vida espiritual en el semblante pensativo y en el amplio gesto de la mano, incluso en aquellas
representaciones donde aparece con indumentaria convencional y con los símbolos que
acompañan a los santos cristianos (la leyenda, en efecto, lo presentó convertido
al cristianismopor San Marcos).