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Para mantenernos jóvenes y en buen estado hay que seguir unos hábitos
saludables. De esta forma viviremos más años y en mejores condiciones. Se trata
de tener un poco de voluntad y ganas de mejorar a diario siempre que nos sea
posible. A continuación te presentamos 10 hábitos saludables que deberías
incorporar a tu vida.
Entre ellos se encuentran las frutas, verduras, nueces, frutos secos, semillas
crudas y granos enteros.
Hay que beber al menos ocho vasos de agua al día. Esta bebida nos permitirá
depurar el organismo y acabar con las toxinas, además de ayudarnos a digerir la
comida mucho mejor. También mejora el estado del pelo y la piel.
Sobre todo las grasas saturadas que encuentras en la comida basura. Procura
que las grasas que ingieras procedan del aceite, frutos secos y pescados como el
salmón.
Hay que plantearse realizar ejercicio al menos tres días a la semana. Siempre es
más aconsejable caminar algo a diario, con tres sesiones semanales, que hacerlo
todo de golpe un solo día.
La sal en exceso provoca la retención de agua y una presión arterial alta, que
puede desembocar en enfermedades cardiovasculares. Es cuestión de
acostumbrarse, pero puedes reemplazarla por las especias.
Olvídate de una vez por todas de la cafeína y estimulantes. Antes de nada hay
que abandonar el hábito de fumar y beber alcohol. Puedes sustituirlos por otros
más sanos. En muy poco tiempo te sentirás mucho mejor.
Dormir ocho horas
El cuerpo se recupera de los esfuerzos del día a día durante la noche, mientras
duerme. Debes considerar el descanso nocturno como una prioridad para disfrutar
de energías.
Suelen ser alimentos ricos en azúcar, algo que no nos interesa para mantenernos
en buen estado. No pasa nada si de vez en cuando nos damos un capricho.
Disminuir el estrés
El estrés afecta a la salud física, emocional y mental. Es uno de los grandes males
de nuestra época. Todo el mundo presenta alguna complicación en el día a día.
IMPORTANCIA DE LA HIGIENE
Podemos entender a la higiene como el proceso que hace que una persona cuide
su salud, su aspecto, su limpieza para evitar contraer enfermedades o virus, para
limpiar la suciedad, para conducirse de manera sana en la sociedad en la que
vive. La higiene es un complejo sistema de acciones más o menos simples que
cada individuo debe llevar a cabo por su cuenta, es decir que la higiene no es una
responsabilidad del Estado o de los profesionales (como sí lo puede ser mantener
una epidemia controlada) si no que es pura y exclusiva responsabilidad de la
persona. Los hábitos de higiene se ganan desde chicos y es ahí donde es
sumamente importante el rol que los padres o las autoridades tienen en enseñar a
los niños las formas de actuar ante determinadas situaciones, por ejemplo, lavarse
las manos antes de comer, luego de salir del baño, cepillarse los dientes luego de
cada comida, etc.
La manera en la que nos vemos a nosotros mismos y cómo nos perciben los,
impacta en nuestra autoestima y motivación. Quienes tienen un auto concepto
distorsionado o atraviesan por una etapa de depresión comúnmente descuidan su
aseo, lo que repercute de manera negativa en su imagen y esto a su vez en su
auto confianza, volviéndose un círculo vicioso.
Mantener un aspecto limpio y agradable nos hará sentirnos bien con nosotros
mismos y proyectarlo hacia los demás.
Los gérmenes pueden propagarse en nuestro hogar, sobre todo en lugares donde
hay temperaturas muy altas y considerables índices de humedad.
La cocina
El baño
Seguridad:
Pasamos gran parte de nuestro tiempo en el trabajo y por ello es fundamental que
las condiciones en las que estemos sean las mejores posibles. La falta de higiene
personal es un asunto que en algunos casos puede llegar a ser grave y generar un
perjuicio importante el resto de los compañeros. De ahí que en ciertas situaciones
extremas podría llegar a ser la causa de despido justificado.