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Higiene: La higiene personal está constituida por el conjunto de cuidados que necesita nuestro
cuerpo para aumentar su vitalidad y mantenerse en un estado saludable. Es el concepto básico
de aseo, limpieza y cuidado de nuestro cuerpo.
Habito: Se refiere a toda conducta que se repite en el tiempo en forma regular y de modo
sistemático.
HIGIENE
Para mantener un estado óptimo de salud la higiene cumple una función muy importante.
Existen diferentes microorganismos (bacterias, hongos, virus y parásitos) muy pequeños
invisibles a los ojos que se encuentran en todas partes: en el aire, en la tierra, en el agua, en el
cuerpo y también en los alimentos. Viven en diferentes lugares baños, basurales, agua no
segura, frutas y verduras mal lavadas, carnes crudas, en los animales, en las patas de los insectos
y en los objetos que tocamos.
Los microorganismos son seres vivos y no se mantienen quietos: cruzan de una persona, un
animal o un alimento a otro siempre que se den las condiciones (alimento, agua, calor y tiempo)
para crecer y multiplicarse, dando origen a diferentes enfermedades. Por eso es primordial,
además de la higiene personal, la limpieza en el hogar.
HIGIENE PERSONAL
La higiene personal tiene por objeto situar a la persona en las mejores condiciones de salud
frente a los riesgos del ambiente y del propio ser humano. Tener una buena higiene personal
depende de uno mismo. La autoestima juega un papel fundamental frente a este aspecto, pues
quien se aprecia y valora se esfuerza por verse y mantenerse bien.
• Al llegar a casa
• Antes de comer
• Antes de preparar o servir alimentos.
• Después de ir al baño.
• Después de utilizar pañuelos.
• Después de jugar y de tocar dinero o animales.
Ducha o baño diario (limpieza de la cara, de las manos, del cabello, de los genitales y de los pies):
Con esta práctica se controlan olores naturales del cuerpo que son producidos básicamente por
la transpiración o sudor. De esta forma se evita la presencia de gérmenes y bacterias que puedan
afectar la salud de nuestra piel.
Los ojos: Son órganos muy delicados y no deben tocarse con las manos sucias ni con pañuelos u
otros objetos. Su mecanismo propio de limpieza son las lágrimas. Para evitar problemas de visión
es recomendable mantener buena iluminación de los espacios evitando así un mayor esfuerzo
de la vista al estudiar, leer, ver televisión o trabajar con computadoras.
Los oídos: Es conveniente evitar que el agua entre a los oídos. No se deben introducir objetos
como: ganchos, pinzas, palillos u otros. Su aseo debe hacerse de manera periódica, teniendo en
cuenta las recomendaciones del médico.
Los dientes: La boca inicia el proceso de digestión de los alimentos y desempeña un importante
papel en la comunicación oral y gestual, pero también da origen a problemas de salud, la mejor
forma de prevenirlos es haciendo un adecuado y periódico cepillado de dientes y lengua.
Limpieza de la nariz: La nariz deja entrar el aire para que llegue a los pulmones con la
temperatura y humedad adecuadas, y libre de partículas extrañas. La producción de mocos es
un proceso natural que sirve como lubrificante y filtro para el aire, pero es necesario retirarlos
Mg. Julissa Cruz Rosas Departamento de Ciencias Psicológicas
DESARROLLO PERSONAL 2021-I
Higiene de la ropa y el calzado: El lavado de la ropa exterior e interior de las personas y la higiene
del calzado es fundamental. En lo posible la ropa debe ser expuesta al sol, con lo cual se logran
erradicar muchos microbios. De igual forma la ropa de cama debe lavarse con cierta
periodicidad, dado que allí por falta de aseo se reproducen ácaros que causan problemas en la
piel y alergias en las personas.
Higiene en la vivienda
El aseo diario de la vivienda constituye una de las principales formas de evitar la contaminación
de los diferentes espacios y de prevenir la presencia de enfermedades. La rutina debe incluir
principalmente:
• Limpieza de la cocina: quitar la basura y limpiar las hornallas y todos los utensilios.
(mesada, azulejos, estantes, alacenas, etc.).
• Limpieza diaria: Ventilar todos los días la vivienda, abrir puertas y ventanas. Limpiar sus
alrededores para evitar el amontonamiento de residuos. En el interior de la vivienda es
necesaria la limpieza de techos, paredes, puertas, ventanas, camas y muebles. Se
recomienda mover o cambiar de sitio los muebles por lo menos una o dos veces al año.
• Limpieza del baño: Es importante el aseo diario del baño o letrina para evitar malos olores
y la proliferación de gérmenes, hongos y bacterias.
Higiene en la escuela
• Medio ambiente adecuado: los espacios deben estar siempre limpios y ventilados.
• Materiales para la higiene personal: jabón y papel descartable o toallas.
• Asear baños, salones o aulas de clase diariamente.
• Tener recipientes para tirar la basura en las aulas y patio de la escuela.
• Organización adecuada de las actividades escolares: Trabajar docentes y alumnos para
mantener limpia la escuela y sus alrededores.
1. Elegir alimentos procesados higiénicamente, los que se comen en crudo deben ser
lavados cuidadosamente.
2. Cocinar bien los alimentos a temperatura adecuada, en particular los crudos (carnes,
pollos, pescados, huevos).
3. Consumir inmediatamente los alimentos cocidos porque a temperatura ambiente los
microbios comienzan a reproducirse.
4. Guardar cuidadosamente los alimentos cocidos, almacenarlos en condiciones de calor o
frío dependiendo del tipo de alimento que queremos conservar.
5. Recalentar bien los alimentos cocidos; esta es la mejor medida de protección contra los
microbios que pueden haber crecido durante el almacenamiento.
6. Evitar el contacto entre los alimentos crudos y cocidos, cuando esto sucede se denomina
contaminación cruzada. Un alimento cocido se contamina con el contacto con uno
crudo.
7. Lavarse las manos: Antes y durante la preparación de los alimentos, después de ir al
baño y antes de comer.
8. Conservar limpias todas las superficies de la cocina y todos los utensilios que se utilicen.
9. Mantener los alimentos fuera del alcance de los insectos, roedores y otros animales.
10. Utilizar agua segura tanto para beber, lavar y preparar los alimentos.
HÁBITOS DE HIGIENE
Una buena higiene sólo se logra si las personas aprenden a tener hábitos que beneficien su salud
y otorguen bienestar. La falta de hábitos higiénicos adecuados por parte de las personas se
convierte en un problema grave, no sólo por lo desagradable de una mala apariencia o de los
malos olores, sino por el potencial peligro de transmisión de virus y gérmenes a otras personas
y contagio de enfermedades.
Adquirimos hábitos de higiene a través de los padres, la familia y los docentes quienes deben
dar siempre el ejemplo fomentando hábitos desde temprana edad, teniendo en cuenta:
ENFERMERA
SALUD MENTAL
La adolescencia es una etapa única y formativa. Los
múltiples cambios físicos, emocionales y sociales que
se dan en este periodo, incluida la exposición a la
pobreza, el abuso o la violencia, pueden hacer que los
adolescentes sean vulnerables a problemas de salud
mental. Promover el bienestar psicológico de los
adolescentes y protegerlos de experiencias adversas y factores de riesgo que puedan afectar a
su capacidad para desarrollar todo su potencial es esencial tanto para su bienestar durante la
adolescencia como para su salud física y mental en la edad adulta.
Los factores que determinan la salud mental del adolescente en cada momento son múltiples.
Cuantos más sean los factores de riesgo a los que están expuestos los adolescentes, mayores
serán los efectos que puedan tener para su salud mental. Algunos factores que pueden
contribuir al estrés durante la adolescencia son el deseo de una mayor autonomía, la presión
para amoldarse a los compañeros, la exploración de la identidad sexual y un mayor acceso y uso
de la tecnología. La influencia de los medios de comunicación y la imposición de normas de
género pueden exacerbar la discrepancia entre la realidad que vive el adolescente y sus
percepciones o aspiraciones de cara al futuro. Otros determinantes importantes de la salud
mental de los adolescentes son la calidad de su vida doméstica y las relaciones con sus
compañeros. La violencia (en particular los malos tratos y la intimidación) y los problemas
socioeconómicos constituyen riesgos reconocidos para la salud mental. Los niños y los
adolescentes son especialmente vulnerables a la violencia sexual, que tiene claros efectos
perjudiciales sobre la salud mental.
Algunos adolescentes corren mayor riesgo de padecer trastornos de salud mental a causa de sus
condiciones de vida o de situaciones de estigmatización, discriminación, exclusión, o falta de
acceso a servicios y apoyo de calidad. Entre ellos se encuentran los adolescentes que viven en
lugares donde hay inestabilidad o se presta ayuda humanitaria; los que padecen enfermedades
crónicas, trastornos del espectro autista, discapacidad intelectual u otras afecciones
neurológicas; las embarazadas y los padres adolescentes o en matrimonios precoces y/o
forzados; los huérfanos y los que forman parte de minorías de perfil étnico o sexual, o de otros
grupos discriminados.
Por otra parte, los adolescentes con problemas de salud mental son particularmente vulnerables
a la exclusión social, la discriminación, la estigmatización (que afecta a la disposición para buscar
ayuda), las dificultades educativas, los comportamientos de riesgo, la mala salud física y las
violaciones de los derechos humanos.
Trastornos emocionales
Los trastornos del comportamiento infantil son la segunda causa principal de la carga de
morbilidad entre los adolescentes de edades comprendidas entre los 10 y los 14 años, y la
undécima entre los de edades comprendidas entre los 15 y los 19. Cabe incluir entre ellos el
trastorno por déficit de atención con hiperactividad (que se caracteriza por la dificultad para
prestar atención, el exceso de actividad y el desprecio por las consecuencias de las propias
acciones, en un grado no apropiado para la edad de la persona) y los trastornos de la conducta
(que presentan síntomas como los comportamientos destructivos o desafiantes). Los trastornos
del comportamiento infantil pueden afectar a la educación de los adolescentes y llevar a
comportamientos delictivos.
Trastornos alimentarios
Psicosis
Los trastornos que incluyen síntomas de psicosis emergen más comúnmente a finales de la
adolescencia o principios de la edad adulta. Los síntomas de la psicosis pueden incluir
alucinaciones o delirios. Tales experiencias pueden afectar gravemente a la capacidad del
adolescente para participar en la vida diaria y la educación, y en muchos casos llevan a
situaciones de estigmatización o a violaciones de los derechos humanos.
Suicidio y autolesiones
Conductas de riesgo
Muchos comportamientos de riesgo para la salud, como el uso dañino de sustancias o las
prácticas sexuales de riesgo, comienzan durante la adolescencia. Los comportamientos de riesgo
pueden responder a una estrategia inútil para hacer frente a la mala salud mental, y además
tener efectos muy negativos sobre el bienestar mental y físico del adolescente.
En todo el mundo, la prevalencia de los episodios de ingesta masiva de bebidas alcohólicas entre
los adolescentes de 15 a 19 años fue del 13,6% en 2016; el riesgo más elevado correspondió a
los hombres.
El uso de tabaco y cannabis son preocupaciones adicionales. Sobre la base de datos obtenidos
en 130 países, en 2016 se estimó que el 5,6% de las personas de edades comprendidas entre 15
y 16 años habían consumido cannabis al menos una vez durante el año anterior (2). Muchos
fumadores adultos consumieron su primer cigarrillo antes de los 18 años.
La comisión de actos violentos es una conducta de riesgo que puede aumentar las
probabilidades de que la persona tenga un bajo rendimiento educativo, sufra lesiones, participe
en delitos o muera. La violencia interpersonal fue clasificada en 2016 como la segunda causa de
muerte entre los adolescentes de mayor edad.
Promoción y prevención
Estos programas requieren un enfoque que abarque múltiples niveles y varias plataformas de
difusión por ejemplo, los medios digitales, los entornos de atención médica o social, las escuelas
o la comunidad, así como diversas estrategias para llegar a los adolescentes, en especial a los
más vulnerables.
Es crucial abordar las necesidades de los adolescentes que padecen trastornos de salud mental
definidos. En el caso de los adolescentes es clave evitar la institucionalización y la medicalización
excesiva, priorizar los enfoques no farmacológicos y respetar los derechos de los niños recogidos
en la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño y otros instrumentos de
derechos humanos. El Programa de acción para superar las brechas en salud mental ofrece
orientaciones basadas en pruebas científicas para ayudar a personas no especialistas en la
materia a detectar mejor los trastornos mentales prioritarios y brindar apoyo a las personas que
los padecen en entornos con pocos recursos.
1. AUMENTO DE SUS NECESIDADES: muy superiores a las de los niños y adultos. Tanto de calorías
como hierro, calcio, y vitaminas. Difieren según el sexo y el grado de madurez. Guardan mayor
relación con el grado de desarrollo puberal que con la edad cronológica.
• Las comidas fuera de casa son muchas veces comidas rápidas o “fast food”.
• El picoteo disminuye el apetito. Los aperitivos (galletas, dulces, helados etc.) tienen
muchas calorías y grasas insanas que favorecen la obesidad.
• Consumen menos leche y derivados. Y toman más bebidas azucaradas como refrescos.
LA RESPUESTA ES SÍ.
Las calorías varían según la masa muscular (mayor en varones), la actividad física y velocidad de
crecimiento. En promedio unas 2750 kilocalorías para chicos y 2.200 para chicas. Estas calorías
se aportaran en forma de:
- Hidratos de carbono: aportan el 55-60% de las calorías del día. Mejor que sean complejos
(pasta, arroz, legumbres) y menos del 8-10% refinados (azúcar, pasteles, dulces).
- Grasas: deben aportar un 30% de las calorías del día. Se recomienda que:
• menos del 7%-10% en forma de GRASA SATURADA (carnes grasas, embutidos, leche
entera, nata, mantequilla, helados, aceite de coco y palma, manteca),
• y menos del 1% GRASA SATURADAS TRANS (margarinas, galletas, snacks, bollerías, fritos
envasados, platos preparados, salsas).
- Proteínas: aportan el 10-15% de las calorías del día. Deben ser 2/3 de origen animal y 1/3 de
origen vegetal.
• CALCIO: es fundamental que en la adolescencia se logre una buena masa ósea para
evitar el riesgo de osteoporosis en la edad adulta.
• HIERRO: los adolescentes necesitan más hierro. Se debe debido a la mayor fabricación
de hematíes en la sangre y mioglobina en el músculo. A esto se añade las pérdidas por
la menstruación en las chicas.
Es mejor motivar y dar a los jóvenes una explicación accesible sobre lo que es una dieta
recomendable.
El mejor consejo es seguir la Pirámide de Alimentación y Ejercicio físico. En ésta hay 5 grupos de
alimentos. “Porción de alimento” es aquella parte de alimento que sirve como unidad de
cantidad o volumen. Es necesario tomar todos los días el mínimo de las porciones de los 5
grupos. La cantidad depende de la edad, sexo, estado de salud y nivel de actividad.
En general:
• El desayuno es una de las comidas más importantes del día (25% del total diario) para
mantener una buena actividad física e intelectual. Debe incluir un lácteo, cereales y una
fruta o zumo natural.
• No hacer una comida copiosa para evitar la somnolencia posterior. Debe aportar el 30%-
40% de las necesidades.
Mg. Julissa Cruz Rosas Departamento de Ciencias Psicológicas
DESARROLLO PERSONAL 2021-I
• Cena (25-30%) que se elegirá según los alimentos ya consumidos el resto del día.
5. Consumir carnes poco grasas (vaca, pollo, ternera). No tomar la grasa visible de la carne.
7. Aumentar la ingesta de legumbres, pescados y cereales sobre todo integrales, así como
ensaladas, frutas y verduras.
9. En los refrigerios los frutos secos, frutas deshidratadas, colines y palomitas de maíz son más
saludables que la bollería, dulces o fritos.
10. Las hamburguesas y pizzas pueden tomarse siempre y cuando se equilibre la dieta. Las
patatas mejor al horno que fritas. El pan, integral.
11. Tomar al menos medio litro de leche o derivados al día. Si hay riesgo cardiovascular u
obesidad tomarlos en forma desnatada o semidesnatada.
12. La fibra es importante. Comer varias veces al día vegetales (frutas, hortalizas, verduras,
legumbres), en todas las comidas. Es mejor el alimento completo que la fibra aislada (fruta
fresca en lugar de zumo, cereales integrales mejor que harinas refinadas).
Las comidas rápidas o “fast food” tienen un componente social importante en los adolescentes.
Estos alimentos tienen muchas calorías, grasas saturadas, azúcares, sodio y bajo contenido en
fibra, vitaminas, calcio y hierro. Si se toman solo en ocasiones, no hay ningún riesgo siempre que
el resto de la comida sea equilibrada.
Su consumo hace que tomen menos alimentos más sanos, como la leche. Tienen exceso de
azúcar, fósforo y aditivos. Las bebidas carbonatadas, tanto bajas en calorías como azucaradas,
tienen ácido fosfórico para dar mejor sabor al refresco .Éste precipita el calcio impidiendo su
uso para formar hueso. La chica adolescente que toma estas bebidas y además está a dieta tiene
mayor riesgo de fracturas y osteoporosis en la edad adulta.
Si son dietas estrictas tienen riesgo de carencia de vitamina D, B12, Riboflavina, Calcio, Hierro y
Zinc. Si se siguen, es aconsejable tomar alimentos ricos en zinc (cacahuetes, cereales integrales
y quesos).
Las dietas muy bajas en grasas tienen riesgo de déficit de algunos nutrientes (minerales,
vitaminas liposolubles, Riboflavina, Piridoxina, Calcio, Hierro, Yodo y Magnesio). Esto causa
fallos en el crecimiento.
Si la actividad física es intensa solo se necesitan más agua y calorías. El resto de los nutrientes
son los mismos. En algunos deportes donde el aspecto físico es importante (ballet, gimnasia
rítmica) hay que vigilar que haya trastornos alimentarios, déficit nutricionales, osteoporosis
prematura y amenorrea (falta de reglas). Los anabolizantes (esteroides) que toman algunos
deportistas, puede alterar la función sexual y frenar el crecimiento si se consumen antes de
alcanzar la madurez ósea.
¿Y en adolescente embarazada?
En el embarazo se necesitan más energía, vitaminas y minerales. Hay que mejorar el estado
nutricional antes y durante el embarazo. La adolescente que lacta necesita suplementos sobre
todo de calcio.
Al fumar aumentan las necesidades de vitamina C a más del doble. También las de
betacarotenos, Vitamina E y ácido Fólico. El tabaco y el alcohol pueden contribuir a dislipemias.
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